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El documento discute la naturaleza compleja del currículo y cómo puede definirse de manera sencilla como el contenido cultural que las instituciones educativas intentan transmitir a los estudiantes. El currículo condiciona las prácticas educativas y configura la realidad escolar. Además, se presenta al currículo como un instrumento que estructura los procesos de enseñanza-aprendizaje a través de reglas y normas. Finalmente, el currículo expresa el proyecto cultural y educativo de cada institución.
El documento discute la naturaleza compleja del currículo y cómo puede definirse de manera sencilla como el contenido cultural que las instituciones educativas intentan transmitir a los estudiantes. El currículo condiciona las prácticas educativas y configura la realidad escolar. Además, se presenta al currículo como un instrumento que estructura los procesos de enseñanza-aprendizaje a través de reglas y normas. Finalmente, el currículo expresa el proyecto cultural y educativo de cada institución.
El documento discute la naturaleza compleja del currículo y cómo puede definirse de manera sencilla como el contenido cultural que las instituciones educativas intentan transmitir a los estudiantes. El currículo condiciona las prácticas educativas y configura la realidad escolar. Además, se presenta al currículo como un instrumento que estructura los procesos de enseñanza-aprendizaje a través de reglas y normas. Finalmente, el currículo expresa el proyecto cultural y educativo de cada institución.
Madrid: Morata, 2010 (fragmentos) [… ] El curriculum, su implementación, ha condicionado nuestras prácticas. Es un componente instituyente, pues, de la realidad educativa que vivimos; podría decirse que la conforma. Si bien, las prácticas dominantes en un momento dado también lo condicionan a él; es decir, que el curriculum es a la vez instituido en su realización. Estas peculiaridades —entre otras— hacen que el concepto curriculum apele a una realidad difícil de encerrarla en una definición sencilla, esquemática y clarificadora por la complejidad misma del concepto. Tampoco ayuda a ello el hecho de que haya sido un campo de pensamiento reciente dentro de las disciplinas pedagógicas. No obstante, creemos que podemos entendernos con los lectores si convenimos en darle, de momento, un significado sencillo: el contenido cultural que las instituciones educativas tratan de difundir en quienes las frecuentan, así como los efectos que dicho contenido provoque en sus receptores. La escuela "sin contenidos" culturales es una ficción, una propuesta vacía, irreal y descomprometida. El curriculum es la expresión y concreción del plan cultural que la institución escolar hace realidad dentro de unas determinadas condiciones que matizan ese proyecto. Toda institución educativa trabaja y defiende una cultura, —un curriculum— que transmite de múltiples maneras; lo cual es un hecho consustancial a la existencia de la institución escolar. El contenido cultural es condición lógica de la enseñanza y el curriculum es la estructuración de esa cultura bajo claves psico–pedagógicas. El curriculum es una pasarela entre la cultura y la sociedad exteriores a las instituciones educativas, por un lado, y la cultura de los sujetos, por otro; entre la sociedad que hoy es y la que habrá mañana, entre las posibilidades de conocer, de saber comunicar y expresarse en contraposición a la cerrazón y a la ignorancia. [… ] Hasta aquí y desde sus orígenes, el curriculum se nos presenta como una invención reguladora del contenido y de las prácticas implicadas en los procesos de enseñanza– aprendizaje; es decir, que se comporta como un instrumento que tiene capacidad para estructurar la escolarización, la vida en los centros educativos y las prácticas pedagógicas, pues dispone, transmite e impone reglas, normas y un orden que son determinantes. Ese instrumento y su potencialidad se muestran en usos y hábitos, en el funcionamiento de la organización escolar, en la distribución del tiempo, en la especialización del profesorado y, muy fundamentalmente, en el orden del aprendizaje. [… ] La centralidad del curriculum para la escolaridad reside en el hecho de que es la expresión del proyecto cultural y educativo que las instituciones escolares dicen que van a desarrollar o que se considera que debe desarrollarse con y para los estudiantes. A través de ese proyecto institucional se expresan fuerzas, intereses o valores y preferencias de la sociedad, de determinados sectores sociales, de las familias, de grupos políticos... Vera, M. T. El curriculum como proyecto integrador, Rosario: Homo Sapiens, 1997 (fragmentos)
[… ]
Los aspectos formales o estructurales constituyen el curriculum explícito, es decir,
lo escrito, lo declarado. Los aspectos procesuales-prácticos, que implican la puesta en práctica, el desarrollo del curriculum, se muestran en el curriculum vivido, en el curriculum oculto y en el curriculum nulo. El curriculum oculto está constituido por los “… efectos provenientes de las experiencias vividas en la realidad del centro escolar sin haberlas planificado ni, a veces, ser conscientes de su existencia, siquiera”. (J. Gimeno Sacristán, 1988)
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Como productos del curriculum ocultos podemos mencionar: modos de percepción
y de pensamiento, juicios valorativos, disposición para la acción, actitudes, etc.
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El análisis del curriculum oculto nos permiten descubrir supuestos básicos
subyacentes que permanecen o perduran en las prácticas cotidianas con más fuerza que los explícitos.
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El curriculum nulo comprende lo que se deja de decir, lo que se omite, lo que no se
enseña en la escuela. Más precisamente, quizá, “… las opciones que no se le proporcionan al estudiante, las perspectivas que no conocerá nunca y que, mucho menos, utilizará; los conceptos y habilidades que no formarán parte de su repertorio individual” (D.J. Flinders, 1986)
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El curriculum vivido comprende lo explícito pero también lo oculto, con la
intervención de todos los que participan de la puesta en práctica. Hace referencia a la manera como se lleva a cabo la práctica cotidiana. Es una conjunción del curriculum oculto y el explícito, del rol impuesto al docente, del rol deseado y del rol vivido por el docente, como producto de la puesta en acto del curriculum explícito y de su desarrollo.