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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES.

UBA PROFESORADO EN SOCIOLOGÍA


DIDÁCTICA o COORDINACIÓN DE GRUPOS DE APRENDIZAJE

Unidad 2. LA ENSEÑANZA, UNA PRÁCTICA SOCIAL COMPLEJA DESDE LA PERSPECTIVA


DE UNA “DIDÁCTICA DE AUTOR”
2.1 El sociólogo como docente y la didáctica de autor. La enseñanza, una práctica social
compleja: asumir el desafío de programar la enseñanza de la sociología

J. Sacristán “Comprender y transformar la enseñanza, Edit Morata, Madrid, 1985

Fragmento N°1: ¿A qué llamamos curriculum, a un proceso o a una representación del


mismo. Desde las declaraciones, los propósitos y las ideas hasta la práctica? ( pág.156)
La educación es un campo de pensamiento y práctica donde proyectamos ideales,
ideologías, valores que pretendemos que se extiendan y compartan a través de propuestas,
imposiciones y a veces manipulaciones soterradas. Esta carga ideológica genera un discurso, un
lenguaje, que suele desligarse de la realidad y adquirir autonomía propia, no siempre da cuenta de
la realidad, puede llegar a ocultarla y manipularla. El discurso cambia y se remodela, pero esto no
significa que cambie la realidad. Lo que se dice y lo que ocurre no son totalmente independientes,
pero gozan de autonomía. Para conocer la realidad hay que ir más allá del discurso.
Esto se ve tanto en el discurso de los políticos, como de los administradores, los
especialistas y los mismos profesores. Normalmente los planes, proyectos organizados y
fundamentados tienen poco que ver con lo que realmente pasa.
Si se toma cada concepto de los que se usan (aprendizaje significativo, integración,) y se
analiza qué condiciones harían falta para su implantación real, seguramente se sería más cauto en
el discurso
El manejo de los conceptos sin compromiso con la práctica cumple con el rito de cambiar
aparentemente la realidad a base de discursos, ocultando las miserias.
Adoptar una postura crítica es descubrir esas incongruencias para sanear el discurso y
mantener viva la utopía, forzando el cambio de la realidad. Solo así los conceptos pedagógicos
mantienen su poder de presentar ideales para urgir a la realidad.
El curriculum es un campo privilegiado para apreciar estas contradicciones, la separación
entre intenciones y práctica. Los discursos son rituales, artificios simbólicos, modas, proyectos,
comúnmente son aspiraciones, en el peor de los casos cortinas de humo para ocultar la realidad.
Los discursos son expectativas curriculares, cuando son fruto del debate, la reflexión, la
confrontación con la práctica fomentan una tensión que ayuda a pensar y decidir prácticas,
colaboran con la articulación de las propuestas.
La historia nos muestra que en general el discurso cambia pero la práctica no, hay diseños,
documentos, discursos, programas pero la práctica de la escuela se mantiene.
Para conocer el curriculum hay que ir más allá de los documentos escritos y quedarse más
cerca de la realidad, sin entender la interacción entre deseos y realidades no se puede comprender
el curriculum real. El discurso debe servir para comprender la realidad más que para embellecerla
enmascarándola.

Fragmento N°2: Planificación y desarrollo de contenidos


El curriculum es un medio para trasladar ideas a la práctica, las propuestas tendrían que
clarificar cómo se concretan en la realidad. El curriculum plasma un proyecto educativo complejo
por ello es vehículo de concepciones, supuestos, valores y visiones de la realidad.
La dimensión procesual del estudio del curriculum se refiere a cómo las ideas que lo
sustentan y los contenidos que se explicitan se van transformando en prácticas.
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El curriculum no es una realidad, un producto, un plan que después se plasmará en la
realidad. Es un proceso, una práctica en la que ocurren transformaciones que le dan un sentido,
valor y significado particular (Grundy) pág.158
Que sea una praxis significa que adquiere sentido en un contexto real, con determinadas
condiciones, que todo él es una construcción social. Es un proceso social que se crea y se hace
experiencia a través de múltiples contextos que interactúan. No se plasma en las prescripciones
sino en la interacción de los distintos contextos.
El análisis de diseños, documentos, proyectos, tareas, cuadernos, evaluaciones nos darán
indicadores de la realidad, son fotos de un proceso, nos aproximan a la realidad pero no son el
curriculum real.
No son independientes, son fases en el proceso de concreción de las ideas curriculares. El
curriculum se refiere a todas las interacciones que se producen en este proceso de concreción
Estos documentos son plasmaciones o representaciones del curriculum:
- curriculum prescripto y regulado (CBC, diseños curriculares)
- curriculum creado para ser consumido por profesores y alumnos (materiales, libros de texto,
guías)
- curriculum en el contexto de prácticas organizativas (proyectos curriculares de centro)
- curriculum en acción, tareas de aprendizaje que realizan los alumnos (cuadernos de clase,
interacción en el aula) regulados por los planes de los docentes. este es el contenido real de la
práctica educativa, el saber y la cultura cobran sentido en el trabajo cotidiano
- lo que los profesores exigen en la evaluación, cómo lo exigen y lo valoran.
Estas son representaciones del proyecto y de los contenidos, son cortes que representan la
realidad procesual, son imágenes que se suponen conectadas, reflejan en cierto sentido el
curriculum, pero para comprenderlo hay que estudiar el proceso, la realidad implica la interacción,
cada ámbito práctico tiene una cierta independencia.
No hay una serie de pasos rígidos desde la fijación de intenciones hasta la realización de
actividades, en cada fase de representación del curriculum intervienen diversos factores, tienen una
relativa autonomía. Dos profesores pueden enseñar cosas distintas aún con un mismo programa y
en una misma escuela.
Cada una de estas concepciones curriculares tiene sentido en un determinado contexto y
optar por una determinada definición no debe significar desconocer las otras. Sin embargo, es
preciso clarificar cuál es la concepción de curriculum con la que trabajaremos en cada situación
que se plantea con relación a los trabajos propuestos por la cátedra.

Entenderemos al curriculum como:


La especificación de las intenciones educativas y el desarrollo de las acciones de
enseñanza y aprendizaje para conseguirlas. Se trata de una hipótesis de trabajo que incluye la
consideración del curriculum en acción.
Así, el curriculum consiste en la planificación y desarrollo de todos los componentes
didácticos: unos, por ser intenciones (objetivos, contenidos que hay que enseñar); otros, por
constituir el plan de acción (metodología, selección de materiales, criterios de evaluación, etc.) y
otros porque expresan aquello que efectivamente se realiza.
El concepto de curriculum refiere también a aquellas prácticas educativas que, a través de
las relaciones entre los alumnos y entre ellos con los docentes o con el conocimiento, inciden en la
formación aún cuando no hayan sido previamente definidos o escritos. Este conjunto de prácticas
no explícitas suele ser denominado curriculum oculto.

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Fragmento N°3: Lo manifiesto y lo oculto en el Curriculum
Presentamos otro fragmento del libro citado en el que se refiere a LO OCULTO Y LO
MANIFIESTO en el currículo.
Si la cultura del curriculum es una cultura mediatizada, la mediación es fuente de distorsión
de los propósitos originales y de las influencias de los contextos y prácticas. Para los alumnos, el
ambiente escolar es el contexto de mediación por excelencia del que reciben influencias.
Para clarificar el C real que recibe el alumno es fundamental considerar que la realidad no
se reduce a lo que aparece evidente en forma inmediata, es necesario escudriñar en ella, descubrir
lo que no es manifiesto
La enseñanza no se reduce a los programas oficiales, (curriculum prescripto) ni a lo que los
docentes dicen que quieren transmitir. El aprendizaje real, dista de lo que se debe enseñar o lo que
se cree estar enseñando.
Cuál de estos tres aspectos refleja la realidad, los tres aportan algo, pero hay que
considerarlos juntos. Los dos primeros son el curriculum manifiesto, pero la experiencia del alumno
no se ajusta a lo que se dice que se enseña, junto a este actúa el curriculum oculto. El curriculum
real, surge en la experiencia práctica en la interrelación de ambas dimensiones (lo manifiesto y lo
oculto).
El curriculum desde el punto de vista del alumno es el compendio de toda la experiencia que
el alumno tiene en los ambientes escolares.
En el ambiente escolar sistemas de premios y castigos, relación con la autoridad, clima de
evaluación, distribución del tiempo, etc., que constituyen un C oculto que el alumno debe superar
para avanzar con éxito y que es paralelo al C oficial. El no adaptarse a las exigencias de este C
oculto, muchas veces determina el fracaso en el C oficial.
Este curriculum oculto depende en gran parte de las normas de vida escolar, pero éstas a
su vez, guardan relación con valores sociales y con formas de entender el papel de los individuos
en los procesos sociales, tiene una dimensión sociopolítica que se relaciona con las funciones de
socialización que tiene la escuela dentro de la sociedad. De hecho el análisis del curriculum oculto
se centra en el estudio social y político de los contenidos y experiencias escolares, los hábitos que
se inculcan consciente o inconscientemente expresan una concepción de ciudadano. La
socialización no se reduce a la transmisión de contenidos formulados explícitamente. Cuando estos
valores y normas se explicitan como contenidos de la educación social y moral ya no forman parte
del curriculum oculto, pero en general estas influencias se transmiten como normas de hechos
asimiladas sin discusión.
El curriculum oculto puede estar al margen, en coherencia o contradicción del curriculum
manifiesto, pero en cualquier caso no es ajeno a los conflictos sociales (ideología, valores).
Este clima de socialización se asimila por ósmosis, por ello pasa desapercibido cuando no
surgen conflictos, aunque en realidad la resistencia a estas normas es la principal fuente de
conflicto entre alumnos y profesores y causa de fracaso escolar. Las exigencias del curriculum
oculto a veces son mayores que las del curriculum explícito.
La diferenciación entre lo explícito y lo oculto permite entender muchas incongruencias en
las prácticas escolares. Por ejemplo objetivos declarados y prácticas (condiciones de la experiencia
educativa) contrarias a dichas finalidades. Estas contradicciones también nos permiten entender los
procesos de cambio, el inmovilismo institucional. Cambian los planes pero no cambian las
condiciones reales.
El cambio en los diseños tiene poca incidencia en la experiencia real de los alumnos, ésta
depende de las condiciones, si éstas no cambian las reformas curriculares fracasarán. El
curriculum oculto en las instituciones es en gran medida la causa del inmovilismo y la resistencia al
cambio de las prácticas escolares promovidas desde afuera.
Esta perspectiva implica un giro para entender la educación dentro de las instituciones
escolares.
1) por un lado, distinguir lo que se pretende de lo que se hace. Para comprender el curriculum
real se debe trascender lo manifiesto y estudiar las condiciones escolares.

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En primer lugar porque estas condiciones (arquitectura, mobiliario, organización del espacio,
relaciones profesor-alumnos, métodos educativos, tipo de comportamiento que exigen las tareas
académicas, organización de las escuelas, etc.) mediatizan las finalidades explícitas. El
conocimiento que adquieren los alumnos es el saber tamizado por estas condiciones.
En segundo lugar, estas condiciones son fuentes de normas de comportamiento y valores
que asimilan los alumnos. Este medio cotidiano hace que se vaya asimilando por ósmosis.
El curriculum oculto se caracteriza por dos condiciones: no se pretende y se consigue a través de la
experiencia natural, no planificada.
2) atender a la dimensión oculta significa que la cultura como contenido curricular se debe
entender en un sentido antropológico más que académico, abarca mucho más que la cultura
académica especializada, comprende significados, convenciones, creencias, comportamientos,
usos, formas de relacionarse que se transmiten mediante el proceso de socialización.
3) El curriculum real destaca la importancia de los contextos o ambientes, intervenir en el c real
supone modificar dimensiones fundamentales: físicas, organizativas y pedagógicas (relaciones
entre profesores, alumnos, profesores y alumnos, etc.).
El curriculum así entendido se abre a una realidad compleja, difícil de entender, gobernar y
cambiar. Esta concepción amplia tiene ventajas:
- recoge la idea de curriculum como guía para planificar, enseñar y evaluar
- incluye aprendizajes incidentales cuya fuente es la estructura escolar como organización, con
sus normas de funcionamiento
- contempla aprendizajes que surgen de los compañeros
- lo que no se explicita; C nulo, también forma parte del discurso.
- evita distinguir lo previsto (curriculum) y la instrucción (desarrollo práctico), nos obliga a ver la
continuidad entre intenciones y realizaciones.
Las actitudes de los docentes, las normas de la institución, el tipo de interacciones que se
producen en la escuela, las formas que asume la organización institucional y del aula, y muchos
otros aspectos que, aunque no respondan a un planteamiento explícito por parte del docente, están
presentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje, también son parte de la formación de los
alumnos.
Los alumnos aprenden también a partir de la interacción con modelos con los cuales
sintonizan afectivamente. Precisamente muchos aprendizajes actitudinales se producen de esta
manera. El equipo docente -y la institución en su conjunto- proporcionan determinados modelos, en
muchas ocasiones no explicitados ni intencionales, que influyen de manera relevante en los tipos
de aprendizaje que se promueven.
Para comprender la enseñanza que se desarrolla en una escuela se requiere analizar los
diversos aspectos (contenidos, estilos docentes, comunicación, técnicas, prácticas de evaluación,
etc.) tanto desde la perspectiva del curriculum declarado como desde la perspectiva del oculto.
Dado que son prácticas que se realizan de manera cotidiana y en muchos casos rutinarias,
a veces puede resultar difícil volverlas visibles y operar sobre ellas. En tal sentido, cobra particular
importancia reflexionar acerca de estas prácticas intentando “hacer visible lo cotidiano”, buscando
hacer explícitas relaciones pedagógicas y didácticas que aún cuando no se hayan escrito, suceden
en las escuelas y las aulas y por lo tanto son plausibles de ser analizadas y modificadas.

Fragmento N°4: Contexto de formulación del Curriculum


El curriculum es una especie de texto que permite reproducir una forma de entender la
realidad, se pueden distinguir las fuerzas que actúan en el contexto de formulación (elaboración del
curriculum) y en el de realización (enseñanza).
La propuesta curricular se realiza en instituciones que ya existen con sus modelos y
prácticas, estos contextos previos tamizan la propuesta.
La cultura seleccionada en el curriculum es una versión escolarizada, el proceso de
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elaboración del curriculum moldea la cultura escolar.
El modo en que se elabora el curriculum, el contexto de formulación condiciona el texto,
media entre la cultura y el contenido curricular, se elabora una cultura propia que responde a las
finalidades escolares. Por ello es importante que como docentes conozcamos las decisiones
políticas, económicas, sociales que determinan las decisiones curriculares.
El primer referente para analizar el curriculum es el contexto social, económico, político y
cultural al que representa, este es el primer contexto externo para entender la realidad curricular, el
curriculum propuesto en las escuelas es el fruto de las decisiones tomadas en la práctica política,
social y económica. Este es el gran debate curricular que deben realizar los docentes para no ser
consumidores pasivos
El otro contexto externo a la práctica que actúa como mediador del curriculum real son las
decisiones administrativas, la elaboración de materiales didácticos, la participación familiar, la
influencia de los grupos académicos.
El curriculum elaborado se concreta en un documento (C explícito) que sufre otra serie de
modificaciones en el contexto concreto de la escuela (contexto de realización). (pág.149) todo esto
lleva a una falta de correspondencia entre la cultura exterior, el curriculum escrito y la práctica real.
La escuela no enseña cultura o conocimientos en abstracto, sino reconstrucciones de los
mismos inscriptos en las instituciones y prácticas educativas. La cultura no es un objeto terminado
que se transfiere de unos a otros, sino que se reproduce construyéndose y reconstruyéndose a
través del aprendizaje y de las condiciones escolares en las que éste se realiza. Para entender el C
real es preciso clarificar los ámbitos prácticos en los que se elabora y desarrolla. Todas estas
prácticas que interactúan y determinan el C real, constituyen el sistema curricular. Hace falta un
enfoque ecológico para entender cómo se configura el C en relación con los distintos contextos
(pedagógicos, políticos, económicos, legislativos, administrativos, organización institucional,
prácticas de supervisión y control, etc.).
Curriculum es un ámbito de interacción donde se entrecruzan procesos, agentes y ámbitos
diversos que en un complejo proceso social, dan significado práctico al mismo. Sólo en el marco de
estas interacciones se puede captar su valor real. Es necesario un enfoque procesual para
entender la dinámica que da significado y valores a un C concreto.
Los distintos contextos que moldean el C real interactúan entre sí. Cuáles son esos
contextos:
a. contexto didáctico, tareas que se desarrollan en el proceso de enseñanza y aprendizaje,
ambiente pedagógico más inmediato al alumno. Un mismo contenido se puede trabajar de
distintas maneras y el método condiciona los resultados.
b. Contexto psico-social en el aula y en la institución, es fuente de influencias y motivaciones.
c. Contexto organizativo: estructura de la escuela, relaciones internas, formas de organización de
los profesores, organización del tiempo y del espacio. Esto da un significado especial que el
proyecto de la escuela tiene para docentes y alumnos.
d. Contexto del sistema educativo en su conjunto, interdependencia entre niveles, función social y
selección de una determinada modalidad, por ejemplo académico o laboral.
e. Contexto exterior al medio pedagógico: valores, presiones económicas y políticas, culturas
dominantes, regulaciones administrativas, prácticas de control, influencia de las familias,
sistemas de producción de materiales, presiones de medios académicos, etc.

Este enfoque pone el acento en que la práctica pedagógica no se reduce a problemas


técnicos sino que está determinada por diversas esferas de la realidad.
De éste se deduce que los problemas que se plantean no son sólo de índole técnico-
pedagógica, cuál es el rol del profesor, desarrolla lo que los otros determinan o participa en los
diversos contextos prácticos.

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