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EQUIVALENCIA DE INGREDIENTES
1 TA Z A DE G R A S A .......................................................... . . . . EQ U IVALE A 220 GRAMOS
1 „ ARROZ .......................................................... It 220
1 „ H A R IN A ........................................................ tt 150
1 „ AZUCAR ...................................................... „ 250
1 „ „ LEC H E .......................................................... ,r n y4 LITR O
1- VASO „ V IN O ............................................................ . . . . CONTIENE 100 CC
1 COPITA DE LICOR ...................................................... 25 „
1 CUCHARADA DE A C E IT E ......................................... . . . . EQ UIVALE A 10 GRAMOS
1 „ MANTECA ................................... „ 50
1 „ AZUCAR ....................................... »» 25
1 „ H A R IN A ....................................... t* 20
1 C U CH AR AD ITA DE POLVO DE HORNEAR . . . . »r 4

EQUIVALENCIA DE MEDIDAS (*}

1 K ILO .......................................................................................................... 1.000 GRAMOS
1 LIB R A ................................................................................................. .. 454 GRAMOS
1 LITR O ........................................................................................................ 10 D EC ILITR O S
1 ONZA SO LID A ....................................................................................... 28 GRAMOS
1 O NZA LIQ U ID A ................... .............................................................. 30 CC
1 P IN TA ........................................................................................................ Vi LITR O
1 GALON ING LES ..................................................................................... 4% LITR O S
(*) La unidad de peso es el gramo, la unidad de capacidad es el litro.

Una vez abiertas las latas de conserva
conviene retirar su contenido y colocarlo en
un recipiente de plástico o vidrio con tapa.
j Las conservas deben almacenarse en los
estantes inferiores de las heladeras o en los
anaqueles destinados a ese fin.
Una vez abierta la lata de extracto de
tomate, si se quiere conservar durante varios
días, es necesario cubrir la superficie de la
conserva con una capa de aceite para que no
se reseque.
q Las comidas cocidas: carnes, papas, pes­
cados, etc., deben colocarse en los estantes
inferiores de las heladeras para que no se
resequen demasiado.
¿s Los caldos, sopas y algunas salsas, se
colorean agregando caramelo líquido en pe­
queñas cantidades.
; La cantidad de una mayonesa se aumenta
considerablemente con el agregado final de
una clara batida a punto de nieve firme.
_, Para espesar las salsas a último momento
es un buen recurso añadir una cucharada de
harina mezclada con una cucharada de man­
teca. Hervir todo unos minutos, sin cesar de
revolver.
q Los tomates frescos se pelan con mayor
facilidad pasándolos por agua caliente.
; Para hacer salsas de tomate resulta más
económico emplear los de conserva; rinden
más cantidad de jugo.
El choclo desgranado al natural es un
elemento indispensable para la confección
de humitas, pasteles y empanadas criollas.
_¡ Las preparaciones culinarias que tienen
tomates, berenjenas y alcauciles mejoran su
sabor con el agregado de una cucharadita
de azúcar.
O Para esponjar los souflée» y tortillas basta
agregar al batido una cucharadita de polvo
de hornear.
3 Para pelar los huevos “mollets" con mayor
facilidad, agregar al agua de la cocción un
puñado de sal gruesa.
Los mariscos frescos se reemplazan con
ventaja en sopas de pescado, cazuelas, pae­
llas, etc., con mariscos envasados al natural.
El agua que contiene la Wía puede utilizarse
para mejorar el sabor de los platos que se
preparen con ellos.
0 Una vez lavado el pescado fresco, rociarlo
con jugo de limón y salar ligeramente. Se
conservará con la carne más firme.
29
.g Para obtener buenos escalopes se corta
la carne al través de la fibra; se aplanan y
recortan los bordes. Así no se ahuecan al
cocerse.
Una vez asada la carne para darle mejor
coloración y un sabor diferente se espolvorea
con azúcar molido y se deja unos minutos
más en el horno o cacerola para carameli­
zarla.
qj Un asado al homo quedará bien jugoso
si se tiene la precaución de calentar el horno
previamente y cocer el trozo de carne a tem­
peratura elevada durante los diez primeros
minutos.
-t i Para tiernizar las carnes fibrosas se coci­
nan en leche en vez de otros jugos.
_> Para lograr un buen caldo sustancioso
hay que poner la carne en el agua fría. Por
el contrario, cuando se desee comer un buen
puchero, poner la carne cuando el agua
hierve.
^ Las achuras frescas, marinadas en jugo
de limón o vinagre se mantienen en buen
estado de conservación durante varios días,
en el congelador de la heladera.
;, Para evitar que los chorizos y salchichas,
se abran al cocerse pueden pincharse antes
de colocarlos sobre la plancha o parrilla.
Quedarán secos y tostados.
,-¿ Para que los chorizos queden jugosos y
no se revienten al cocerse, mojarlos en agua
o vino blanco antes de ponerlos sobre la
parrilla o sartén. Pincharlos antes de servir
para que suelten la grasa.
El tocino y panceta en rebanadas delga­
das, pasados por harina no pierden su forma
al freírlos.
Se extrae más jugo de las frutas cítricas
si se las calienta previamente.
■y Para evitar que los flanes y budines ten­
gan pequeños orificios después de cocidos,
colocar en el fondo de la asadera donde se
cocinan al baño maría, unos pliegos de papel.
«: Para azucarar la superficie de los pasteles
o empanadas, pintarlos con huevo batido y
espolvorear con azúcar impalpable, unos mi­
nutos antes de terminar la cocción al horno.
O Las pasas de uva antes de agregarlas al
batido de una torta, deben pasarse por harina
para que no se depositen en el fondo de la
tortera.
 S ECRET OS DE EXITO
Al freír
1. N unca deje que la grasa o la Oleo
M argarina se caliente h asta hum ear.
2. N o llene más de las dos terceras partes
de la sartén con Oleo M argarina, o
grasa.
3. D eje que la Oleo M argarina o grasa
se caliente gradualm ente, empezando
en un utensilio frío.
4. N o tra te de freír mucho a la vez.
5. T an pronto como la fritura esté hecha
sáquela sobre un papel absorbente
p a ra que pierda la grasa.
6. Cuele siempre la Oleo M argarina des­
pués de usarla.
7. Cuide que todo lo que vaya a freír
y que haya sido previam ente lavado,
esté bien seco antes de ponerlo en la
grasa.
8. R ecuerde que todo cuanto se fríe en
Oleo M argarina Sw ift “ El G aucho”
resulta liviano, delicioso y digestible.
En las ensaladas
1. Incluya por lo menos una ensalada
fresca en su m enú cada día.
2. Recuerde que las ensaladas son me­
jores cuando todos los ingredientes,
verduras, legum bres, carne, pescado o
fruta que se usan en ellos están bien
helados.
3. Las m anzanas, peras y bananas se
obscurecen después de cortadas. P re­
pare, pues, sus ensaladas de frutas
en el últim o m om ento. O cúbralas
con jugo de limón para evitar que se
descoloren.
4. N o crea que es necesario preparar
el aderezo fresco cada vez que quiere
servir una ensalada. L a m ayonesa,
el aderezo francés, etc., se conservan
perfectam ente por varios días si se
los guarda en un recipiente cerrado,
en la heladera.
5. N o le ponga el aderezo a la ensalada
h a sta el últim o m om ento, pues la
m archita.
6. Recuerde que la ensalada m ás sencilla
servida con m ayonesa resulta un plato
rico y de presentación.
7. P repare sus m ayonesas con Aceite “La
P a tro n a ” . E stará n listas en pocos
m inutos y le saldrán siempre bien.
8. Recuerde que el éxito de la ensalada
depende del aceite. Use “ La P a tro ­
n a ” , el aceite de la ensalada perfecta.
97
En los sandw iches
1. Use siempre pan del día anterior para
hacer sandwiches.
2. Rebánelo m uy fino para que los sandwi­
ches queden delicados.
3. T enga los rellenos listos antes de cor­
tar el pan.
4. C ubra los sandwiches con una servi­
lleta húm eda h asta que llegue el m o­
m ento de servirlos para evitar que se
resequen.
5. T enga siempre en casa un surtido de
P atés y P astas Swift. Con ellos pre­
p arará sandwiches deliciosos y variados
en pocos m inutos.
En las m asas y tortas
1. Recuerde que todas las m edidas son
al ras.
2. T am ice la harina antes de m edirla.
3. R eúna todos los ingredientes y engrase
el molde antes de em pezar la mezcla.
4. Recuerde que la Oleo M argarina Swift
“ El G aucho” puede usarse siempre
en vez de m anteca. La to rta resulta
deliciosa y mucho m ás económica.
5. B ata bien el azúcar con la Oleo M ar­
garina o la m anteca h asta que la
mezcla quede cremosa. E sto es m uy
im portante para la contextura de la
torta.
6. B ata la mezcla de uno a dos m inutos
después de agregar cada ingrediente.
7. N o deje descansar la mezcla ya lista.
T enga el horno preparado, a la tem ­
p e ratu ra apropiada y ponga dentro
la to rta inm ediatam ente.
8. Enfríe la to rta rápidam ente — sobre
una rejilla de alam bre. Si la coloca
sobre la tabla de cortar pan o cual­
quier o tra superficie lisa, la hum edad
se condensa debajo y la hace blanda
y pegajosa.
9. Jy6ng¿i\e el nevado tan pronto como
se enfríe, y guárdela en la lata de
to rta s en un lugar fresco.
10. Antes de preparar cualquier masa bata
■ la Oleo Margarina S w ift “E l Gaucho”
con unas gotas de limón hasta que ad­
quiera la consistencia de una crema.
La Cocina
Claro es que las dueñas de casa que
viven en departam entos, no tienen otro
remedio que aceptar la cocina como está,
pero una serie de indicaciones sobre lo
que constituye una cocina ideal, puede
resultar útilísim a para quienes van a
construir o reform ar una casa propia o
pueden solicitar y obtener arreglos en
una alquilada.
A fin de que la cocinera pueda trab a ja r
bien y cóm odam ente, necesita:
I o D istribución conveniente y amplio
espacio.
2o Buena luz.
3 o Facilidad de acceso sin pasar por la
casa.
4 o Paredes y locación tales que no per­
m itan que el olor a la comida se
esparza por la casa.
5o La cocina, la antecocina y la des­
pensa deben estar al mismo nivel.
C uando se deben llevar paquetes y
recipientes pesados de una pieza a
o tra, un escalón, por pequeño que
sea, aum enta mucho el trabajo.
6o Buena ventilación. T oda cocina
debe tener una salida para el aire
viciado que sube hacia el techo, l.as
pu ertas y v entanas dan paso al aire
fresco, pero es im prescindible colo­
carle, adem ás, una a b ertu ra más
arriba de la v entana.
M oblaje de la cocina
La mesa es el m ueble m ás im portante
y debe ser tan grande como sea-posible
y con un p a r de buenos cajones. Es
una buena idea colocarle una tabla adi­
cional a la a ltu ra conveniente, con la cual
se tiene mucho m ás espacio. N o debe
pintarse la m esa de la cocina, puesto que
es preciso lavarla a m enudo y la pin tu ra
a medio desteñir pronto le d a un m al
aspecto.
Estantes. — Los m ejores son los de
m adera esm altada, con puertas. E n la
p arte superior se colocarán la loza y los
cristales y en los estantes de abajo las
latas o los frascos que contienen ingre­
dientes, todos m arcados y en perfecto
orden. De este m odo se ahorra tener que
lev an tar los brazos a cada instante, cuan­
do se esté cocinando.
Sillas. — Sólo se necesitan una o dos
sillas fuertes y lavables de m adera, a
menos que la cocina sea tam bién usada
como comedor diario, en cuyo caso se re­
quieren, n aturalm ente, los m uebles apro­
piados.
Reloj. — Como la exacta observación
del tiem po es ta n necesaria en todo cuanto
se hace en la cocina, ésta no puede ser
98
considerada com pleta sin reloj. Los de
despertador resultan m uy prácticos puesto
que b asta colocarlos a la hora necesaria
y no requieren atención constante.
Lim pieza de la cocina
L a cocina. — Si la cocina es eléctrica,
lim piarla resulta facilísimo puesto que la
com bustión no deja residuos. Al con­
cluir de cocinar y una vez cortado el con­
tacto, se le pasa por dentro y por fuera
un trapo húm edo. Si una to rta de fruta
hubiera rebosado, por ejem plo, el jugo
sale fácilm ente raspándolo con un cuchillo
antes de que el horno se enfríe. Los
quem adores no necesitan atención y no
deben ser tocados.
Cocina a gas. — E l interior del horno,
la p u erta y todas las partes enlozadas se
repasarán con un trapo m ojado al acabar
de usar la cocina, m ientras está todavía
caliente. A lo menos una vez por se­
m ana se lavará toda la cocina con agua,
jab ó n y polvo lim piador Facilín. Se sa­
carán las grillas, desarm arán los quem a­
dores, se los lavará con agua y soda y
secará perfectam ente antes de volver a
arm arlos. U na escrupulosa limpieza dis­
m inuye el consumo de gas, da una llam a
m ás fuerte y clara y evita todo olor
desagradable.
Cocina económica. — U na vez sacada
toda la ceniza y el hollín, se lavará el
horno con agua caliente y soda para des­
engrasarlo perfectam ente y lo mismo se
h a rá con el fogón y los costados de la
cocina. U na vez que está seca se la lus­
tra rá con una m uñeca de trapo que con­
tenga plom bagina, ligeram ente hum ede­
cida con aguarrás. Las m olduras de
acero se lim piarán con parafina y polvo
esm eril.
Estantes. — U na vez por sem ana se
repasarán con un trapo m ojado en agua
jabonosa. D e cuando en cuando se m o­
ja rá la m adera con lejía para ev itar que
se críen insectos.
Utensilios de alum inio. — L as ollas,
cacerolas o sartenes de alum inio, no deben
ser raspadas con esponja de acero, porque
las raya. Tam poco se las lavará con
soda, pues las ennegrece. Por la misma
razón no se cocerá ningún alim ento con
bicarbonato de soda en estos utensilios.
Los recipientes de alum inio deben ser
lim piados con Polvo Facilín y perfecta­
m ente secados. U na vez a la sem ana se
lim piará la p arte exterior de los reci­
pientes con un lim pia-m etales. E sto au-
m enta tam bién su eficiencia, pues dis­
m inuye la radiación del calor.
Cacerolas de barro. — P a ra lim piar estos
recipientes, basta con agua caliente y
Jabón “ El G aucho” . C ualquier m ancha
sale con Polvo Facilín. E s una buena
costum bre la de hacer hervir en ellas agua
antes de usarlas por prim era vez, pues así
se desinfectan y tam bién du ran m ás.
Cacerolas enlozadas. — Se lavarán bien
por dentro y por fuera con agua caliente
y soda. Si el enlozado está m anchado
debe fregárselas bien con un medio limón
al que se habrá sacado el jugo y la cás­
cara am arilla y espolvoreado con sal. No
se ponga agua fría en cacerolas calientes,
porque eso resquebraja el enlozado. C uan­
do se queme una cacerola, llénesela de
agua tibia a la que se habrá agregado un
puñado de sal y déjesela así 12 horas.
Al cabo de este tiem po, colóquesela sobre
fuego lento hasta que el agua hierva.
Déjesela enfriar y entonces será fácil
lim piarla.
Platos, etc. — A ntes de lavarlos, saque
todos los residuos y separe los platos,
vasos y cubiertos. E sto facilita mucho
la tarea. Cambie el agua tan ta s veces
como se ensucie o los artículos no que­
darán bien limpios. Use abundante Jabón
“ El G aucho” .
Vasos, copas, etc. — L as cosas de vidrio
requieren un cuidado especial. D eben ser
lavadas en agua tibia (no caliente) a la
que se habrá agregado un poco de am o­
níaco. Se usará m uy poco jabón. Quedan
m uy brillantes cuando se agregan unas
gotas de vinagre al agua en que se en­
juagan. Los vasos q re han contenido
leche, deben ser prim eram ente lavados
con agua fría .
Botellones. — Los botellones m ancha­
dos se lim pian cargándolos h asta la m itad
de agua jabonosa, a la que se habrá aña­
dido algunas hojas de té. Se los deja
rem ojar, sacudiéndolos bien de cuando
en cuando. Luego se vuelcan y se en­
juagan. Si las m anchas persistieran, em ­
plear vinagre y sal.
Cubiertos. — L ave las cucharas y los
tenedores con agua caliente y Jabón “ E l
G aucho” . Sum érjalos en agua hirviendo
y séquelos frotando bien. D e este modo
se m antienen brillantes y no necesitan
ser constantem ente lustrados. Lave luego
los cuchillos y séquelos inm ediatam ente,
teniendo el cuidado de ev itar el contacto
de los m angos con agua caliente o vapor,
pues eso los resquebraja o afloja.
Porcelana. — N o se usará soda para
lavar la porcelana pues destiñe los colores
99
y el dorado, ni se em pleará agua m uy
caliente. Usese agua tibia y Jabón “ El
G aucho” y lávense los artículos de por­
celana en una vasija en cuyo fondo se
colocará un repasador doblado. De esta
m anera dism inuye el riesgo de que se
rom pan, si acaso llegan a resbalarse de
las manos.
h a pileta. — U na canasta de alam bre
colocada sobre el resum idero, e v ita rá que
pasen al caño cuerpos sólidos que puedan
taparlo. A lo menos tres veces por se­
m ana, derram e en el resum idero un balde
de agua hirviendo al que se habrá agre­
gado un puñado de soda. E sto evitará
la acum ulación de grasa, que es la causa
m ás frecuente de que se tape el caño.
P a ra la limpieza de la cocina y de todcs
los utensilios y batería, use Jabón “ El
G aucho” y Polvo Lim piador Facilín. T o ­
do relum brará y Ud. ahorrará tiempo
y trabajo.
25 consejos ú tiles para el hogar
Alfombras. — P a ra lim piarlas, corte en
tiritas un kilo de Jabón “ El G aucho” .
Agregue 1/4 kilo de sal de tártaro (car­
bonato de potasa) y dos litros de agua
hirviendo. Cepille la alfom bra tendida
en el suelo con esta solución y repásela
con un trapo m ojado en agua caliente
lim pia. L ave por partecitas y frótelas
a m edida que estén lim pias con un trapo
seco hasta que quede apenas húm eda.
Para destruir la polilla en las alfombras.
— C ubra la p arte afectada con una toalla
de alem anesco m ojada y plánchela con
una plancha caliente h asta que se seque.
No es necesario ap retar mucho. El calor
y el vapor se encargan de destruir la
polilla y sus huevos.
Para lim piar de hollín las alfombras. —
Lo m ejor es la sal com ún. Se la espol­
vorea bien, se deja un m om ento y se la
saca luego con un cepillo lim pio y seco.
Para restaurar el color de las alfombras. —
Coloque en un balde de agua caliente,
una cucharada de sal y 1/4 litro de hiel de
vaca. Cepille bien la alfom bra y frótela
luego con esta solución. N o sólo res­
tau ra el color, sino que saca la suciedad
y las m anchas de grasa.
Bordados (para lavarlos). — Antes de
lavar ropas con bordados m ulticolores,
colóquelas por dos horas en agua salada
o avinagrada. L a sal se habrá disuelto
previam ente y la proporción es de 1 cu­
charada por litro de agua. U na cucha-
ra d ita de alum bre por cada dos litros de
salm uera, contribuye tam bién a fijar los
colores. El agua que se em plea para
lavar bordados de color, no debe estar
nunca m uy caliente. Sal o vinagre en
el agua del últim o enjuague, a yudarán a
revivir los colores apagados.
Cielo raso. — Los cielo rasos que se
han ennegrecido con hum o, se lim pian
m uy fácilm ente con u n trapo hum e­
decido con agua caliente, en la cual se
h abrá disuelto un pedazo de soda. No
debe usarse nunca jab ó n para este objeto.
Cuero
Para lim piar. — L as carteras o cual­
quier otro artículo de cuero m arrón se
lim pian adm irablem ente, si se las frota
con el interior de una cáscara de banana
y se las lustra luego con un trapo suave.
Para revivir el cuero, mezcle una pa rte
de vinagre con dos p a rte s de aceite de
linaza hervido y agite la mezcla en una
botella h asta que adquiera la consistencia
de una crem a. F rote con ella el cuero
y púlalo con un trap o suave.
Edredones
Para lavarlos. — Prepare una pileta
con agua caliente y Jabón “ E l G aucho”
que se h abrá cortado, previam ente, en
tiritas y hervido, y coloque dentro el
edredón. Apriételo entre las m anos hasta
que el agua quede sucia y repita el pro­
ceso con agua jabonosa lim pia. E njuá-
guelo bien en m uchas aguas. Sáquele
el agua sin torcerlo y cuélguelo. C uando
se seque, sacúdalo p a ra que el plum ón
vuelva a levantarse.
Encaje
Para limpiarlo. — E l encaje antiguo
se lim pia rem ojándolo en agua en que se
h ab rá disuelto un poco de bórax. Al dia
siguiente se lo lava con agua jabonosa
y se enjuaga bien. Se lo sumerge luego
en agua caliente a la cual se habrán agre­
gado algunos terrones de azúcar y se los
prende sobre un trapo tiran te para que
se sequen. Los encajes m uy delicados se
lavarán dentro de un frasco para evitar
que se tuerzan o desgarren. Los encajes
valiosos se espolvorean abundantem ente
con m agnesia en polvo y se los deja así
por unos días h asta que la m agnesia haya
absorbido gran p a rte de la suciedad.
100
Para preservarlo. — El encaje de seda
se em papará en leche caliente y bórax
p a ra ev itar que am arillee. N o debe em­
plearse nunca papel blanco para guardar
el encaje, sino papel de seda azul teniendo
el cuidado de doblar los bordes y pren­
derlos de modo que la luz no descolore el
encaje.
Frazadas
Prepare en la pileta agua tibia y abun­
dan te espum a de Jabón “ El G aucho” .
Agregúele una solución p reparada con
dos cucharadas grandes de bórax en J'á
litro de agua. Coloque en esta agua las
frazadas, una a una y déjelas rem ojar
un rato. M uévalas luego en el agua,
apretándolas con las m anos. U na vez
lim pias, enjuáguelas bien y tiéndalas a
secar sin torcerlas.
Im perm eables
Para limpiarlos. — Sum érjalo en agua
fría, colóquelo sobre una mesa y cepíllelo
con agua tibia y Jabón “ El G aucho” .
E njuáguelo bien con varias aguas hasta
sacarle todo el Jabón. U na cucharadita
de ácido acético por cada cuatro litros de
agua en el últim o enjuague, ayuda a
revivir los colores de la tela. Cuélguelo,
sin torcerlo, al aire, no al sol ni cerca del
fuego. L as m anchas de p in tu ra o de
grasa se sacan con aceite de eucaliptus.
M anchas
De barro. — P a ra sacarlas de la ropa,
cepíllelas una vez secas y frote luego las
m anchas con agua en que se hayan her­
vido papas. U na solución débil de am o­
níaco o ácido bórico es, generalm ente,
eficaz, pero es preciso tener cuidado pues
el am oníaco destiñe los colores.
De café. — F ro te la m ancha suavem ente
con un poco de glicerina, enjuague con
agua tibia y planche luego la tela con
plancha tibia, del revés, h asta que se
seque.
De chamuscadura. — L as m anchas
producidas por la plancha dem asiado
caliente en la ropa, siempre que la tram a
no h aya sido d estruida, se borran fro­
tando las cham uscaduras con el jugo de
un lim ón y dejando secar al sol. P a ra
sacarlas de las telas de lana o seda, se
las u n ta con bórax y glicerina y al cabo
de una hora se las lava con cuidado. E ste
m étodo hace desaparecer las cham us-
caduras que no sean dem asiado profundas.
De fru ta . — Almidón en polvo aplicado
en el m om ento, hace desaparecer las m an­
chas de fruta en los m anteles. Se lo
dejará en contacto con la tela hasta que
la m ancha haya sido absorbida por el
alm idón. Se lo cepilla luego y se lo lava
como de costum bre o se frota la m ancha
con sal y jugo de limón. Si la m ancha
es vieja, frótela con grasa de cerdo o
gücerina y déjela así d u ran te una hora.
Luego derram e encim a agua hirviendo
que sacará la m ancha y la grasa. Cloruro
de cal disuelto en agua, saca las m anchas
m ás obstinadas.
De hum edad. — Si aparecen m anchas
de hum edad en artículos de hilo que
han estado guardados por m ucho tiempo,
se frota cada m ancha con tiza pulveri­
zada y se deja en contacto con la tela
h asta que ésta se seque. Luego se la
lava con abundante Jabón “ El G aucho” .
De tinta. — Las m anchas de tin ta en
tejidos de tram a gruesa salen cubriendo
la m ancha con sal de cocina y hum ede­
ciéndola luego con leche. L a sal húm eda
debe dejarse en contacto con la m ancha
por varias horas. Se la saca después con
un cepillo y se lava la tela con una e s ­
ponja em papada en agua lim pia. Se
repite el proceso h asta que la m ancha
desaparece. L as m anchas de tin ta sobre
telas de hilo se sacan m ojando la parte
m anchada en agua caliente y tendiéndola
luego sobre una palangana o en un bol.
Luego se vierten unas cuantas gotas de
ácido oxálico sobre la m ancha, se la frota
y enjuaga en agua fría y se repite el pro­
ceso h asta que desaparece.
Oleos
P a ra lim piar una p in tu ra al óleo, pá­
sele una rebanada de p apa recién cortada
y m ojada en agua fría. Seque la espum a
con una esponja húm eda y term ine con
un ligero toque de agua tibia. Seque y
pula suavem ente con un pedazo de seda
vieja. Pase luego una franela ligera­
m ente hum edecida con el m ejor aceite
de linaza. Use m uy poco aceite. Esto
preservará la p in tu ra pero no será su­
ficiente para acum ular polvo.
Olor a pintura
D eje d u ran te toda la noche u n balde
con agua en la que se habrá sumergido
101
un puñado de heno, o unas cuantas ce­
bollas rebanadas en u n a habitación recién
p in tad a y el olor desaparecerá.
Plata
Para lim piarla. — Los objetos de plata
o electro-plata, deben ser lavados tan
pronto como sea posible después de usar­
los. Luego de un enjuague prelim inar,
separe los m anchados y coloque el resto
en un fuentón con agua caliente y Jabón
“ El G aucho” . L ave las piezas con un
trapo suave y váyalas colocando en otro
fuentón de agua caliente a la que se ha­
brá agregado una cucharada de amoníaco
y un poco de jab ó n . Seque la vajilla
directam ente de esta agua sin escurrirla.
L ústrela luego con una gam uza o franela
suave. N o se fro tará nunca la vajilla
de p lata con jab ó n , sino que se disolverá
el jab ó n en el agua caliente.
Para sacarle las manchas. — L as m an­
chas de rem edio se sacan de los cubiertos
de p lata o electro-plata lim piándolos con
un trapo hum edecido con ácido sulfúrico.
L as de huevo salen con sal m ojada. Des­
pués de sacar las m anchas se lavan los
objetos con agua tibia y Jab ó n “ E l G au­
cho” y se los seca.
Terciopelo
E l cuello de terciopelo de un tapado
suele, m uy pronto, quedar brillante y
gastado. E sto puede ser fácilm ente re­
m ediado por m edio de un trapo em pa­
pado en am oníaco, pero el terciopelo será
m antenido sobre una plancha caliente en
seguida después de esta operación, con
el objeto de que vuelva a levantarse el
pelo.
P a ra lim piar un vestido de terciopelo,
se lo m antiene sobre un recipiente de
agua hirviendo a la que se habrá agre­
gado un poco de amoníaco. Se lo pasa
luego sobre una plancha caliente para
que se levante el pelo.
Zapatos de satén
Los zapatos de baile de satén blanco
se lim pian m uy bien con un trapo limpio
em papado en na fta o espíritu de vino.
Se los guardará siempre envueltos en
papel de seda azul y cubiertos con un
género grueso a fin de excluir el aire y
ev itar que el satén se vuelva amarillo.
 Esto le interesa a Ud. saber
a propósito de productos envasados
U na pregunta que se form ula m uy fre­
cuentem ente con respecto a las conservas
es la de si es o no necesario cam biar el
contenido de una lata a otro recipiente
tan pronto como aquélla es a bierta. Las
conservas alim enticias Sw ift son some­
tidas a un tratam ien to por el calor que
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destruye todos los m icrobios que pudieran
causar su descomposición. E n conse­
cuencia, una lata recién ab ierta es la m ás
lim pia de las vasijas de una cocina común.
Los alim entos no se echarán a perder ni
m ás lenta ni m ás rápidam ente en un
tarro abierto que en cualquier otro reci­
piente destapado. L as m ism as precau­
ciones que se usa para todos los alim entos
cocidos se em plearán para preservarlos.