Está en la página 1de 4

La invasión del cereal:

Existen principalmente dos razones por las que la invasión del cereal, no produjo el mismo shock
en todos los países de la Europa Occidental. Antes que nada cada país tenía una estructura
económica distinta, de manera que los mismos shocks de precios tenían diferentes efectos sobre
los salarios, beneficios y rentas.
En segundo lugar los shocks de precios relacionados con la globalización en el mercado
internacional de cereales no fueron idénticos en todos los países. Teniendo esto en cuenta puede
ayudarnos a explicar por que Gran Bretaña y Dinamarca no recurrieron al proteccionismo de la
agricultura como consecuencia de la invasión del cereal, mientras que Francia, Alemania y Suecia
sí.
Considerando esto último, la integración transatlántica pudo haber bajado los precios del cereal
europeo, pero la integración en Europa elevó los precios en los países exportadores, como
Dinamarca.
El resultado fue que los precios reales del cereal en términos medios cayeron un 29% en Gran
Bretaña entre 1870 y 1913, mientras que en Dinamarca cayeron unicamente un 10% en el mismo
período de tiempo. Si la invasión del cereal hubiera disminuido los precios menos en Dinamarca
que en el resto de Europa , entonces las rentas también hubieran disminuido menos allí.

O´Rourke estima una elasticidad de los precios de la tierra con respecto a los del cereal de un
50%. Esto implica que para los terratenientes franceses, alemanes y suecos, el coste de
mantener el libre comercio ante la invasión del cereal fue una reducción en el valor de la tierra de
un 15%, mientras que en Dinamarca cayó sólo un 4 0 5%. Además la globalización también
produjo un aumento en el predio de los productos daneses derivados de la ganadería, los barcos
refrigerados comenzaron a disminuir las diferencias transatlánticas en el precio de la carne a
partir de la década de 1890, con lo que las exportaciones danesas de beicon y de productos
lacteos se mantuvieron bastante inmunes a la competencia del Nuevo Mundo durante el periódo
final del siglo XX. En resumen el impacto neto de la globalización sobre el valor de la tierra pudo
haber sido beneficioso, no perjudicial.
Los shocks de precios idénticos también puden tener efectos muy distintos sobre la distribución
de la renta de cada país. Ya que el peso de la agricultura era relativamente pequeño en países
como Gran Bretaña el líder industrial.

La tabla 6.5 nos da algunas estadísticas clave para Gran Bretaña, Francia y Suecia a finales del
siglo XIX. O'Rourke (1997 a) construyó modelos CEG para estos países y los utilizó para estudiar
qué hubiera pasado si cada país hubiera experimentado la caída del 29 % en el precio real del
cereal que absorbió Gran Bretaña. Tal como esperábamos, el mismo shock tuvo diferentes
implicaciones distributivas: las rentas medias hubieran disminuido un 4 % en Francia, un 9 % en
Gran Bretaña y un 14% en Suecia, lo que refleja las distintas participaciones del cereal en el total
de la producción agrícola
El experimento aporta otra diferencia importante: la invasión de cereal barato aumentó los
salarios reales británicos, pero, en ausencia de aranceles, los salarios reales franceses hubieran
disminuido, mientras que los suecos apenas se habrían visto afectados. Podemos interpretar
fácilmente esta diferencia en el contexto del modelo sectorial con factores específicos y los datos
de la tabla 6.5.

Los factores económicos pueden ayudar a explicar por qué Gran Bretaña mantuvo el libre
comercio mientras el continente optaba por la protección de la agricultura. En 1900, la agricultura
era mucho menos importante para la economía eminentemente industrial británica que para los
otros países más agrarios del continente. Esto no significaba sólo que la entrada de cereal barato
fue mejor para los trabajadores británicos que para los del continente, sino también que los
intereses agrícolas tenían menos influencia en Gran Bretaña que en Francia o Alemania.

LA POLITICA DE PROTECCION EN EL NUEVO MUNDO

En Europa los terratenientes eran proteccionistas, mientras que los capitalistas apoyaban el libre
comercio. Mientras que en el Nuevo Mundo los propietarios de la tierra estaban a favor del libre
comercio para poder exportar alimentos y materias primas a los mercados europeos. Y por otro
lado los manufactureros buscaban protegerse de Gran Bretaña y del resto de Europa, que se
dedicaban a exportar bienes industriales baratos.
Este conflicto entre el mundo rural y el urbano tuvo una dimensión regional importante en los
Estados Unidos, la economía mas importante del Nuevo Mundo.
Inicialmente, el primer objetivo del proteccionismo era proporcionar ingresos arancelarios al nuevo
gobierno federal.y se recomendaba el proteccionismo mediante argumentos muy primarios. La ley
de Embargo de 1807 fue un hito. Viéndose mezclado en las batallas comerciales entre Francia y
Gran Bretaña, Estados Unidos prohibió el comercio con ambos países. El resultado fue una
espectacular reducción en el comercio y el desarrollo por parte de Estados Unidos de toda una
variada gama de productos manufacturados que antes importaba de Europa
El sur exportaba algodón, tabaco y otros productos agrícolas, pero no tenía una industria fuerte y
permaneció firme apoyando el libre comercio. Mientras que los estados del oeste y del medio
oeste se asociaron con los manufactureros de Nueva Inglaterra para obtener protección en 1824
frente a las objeciones del sur
La ley de Compromiso de 1833 disminuyó las tensiones regionales, provocando una reducción
escalonada de los aranceles que persistió hasta 1860 (excepto en el período 1842-1846). Sin
embargo, la cuestión de los aranceles fue uno de los asuntos que agravaron de forma
permanente las relaciones entre el norte y el sur durante las décadas anteriores a la guerra civil
Para los del sur, los aranceles no eran más que un artificio para redistribuir la riqueza desde el
sur hacia el norte, desde las plantaciones hacia los capitalistas.

En cuanto a la mano de obra Inicialmente, los defensores del libre comercio habían calificado los
elevados salarios «como un obstáculo insuperable para una eficaz puesta en marcha de las
manufacturas» , en tanto que los proteccionistas «tuvieron que dar explicaciones sobre las
diferencias salariales; intentaron demostrar que esas diferencias no eran tan grandes como se
quería hacer ver y que, en caso de existir, no eran como para ponerse en contra del
proteccionismo» Alrededor de 1840, los proteccionistas empezaron a cambiar su discurso; ahora
aceptaban que los salarios americanos eran relativamente elevados y argumentaban que «los
aranceles eran necesarios para paliar la competencia de los trabajadores europeos mal pagados
y para mantener los salarios de los americanos elevados

El modelo de dos sectores con factores específicos apoya el punto de vista del secretario Walker.
De acuerdo con este modelo, los aranceles prebélicos de Estados Unidos perjudicaron a los
propietarios de la tierra y beneficiaron a los capitalistas, ayudando así al norte a expensas del sur,
pero el impacto sobre los salarios hubiera podido ser de cualquier signo

Por su parte Lloyd Metzeler argumentaba que los aranceles previos a la guerra, que reducían la
oferta americana de algodón y de otras materias primas, elevaron su precio internacional y, por lo
tanto, redujeron el precio mundial de las manufacturas con respecto al algodón. Metzler
argumentaba que este efecto sobre el mercado mundial pudo haber sido lo suficientemente fuerte
como para compensar el efecto directo del arancel. En este caso, hubiera dañado las
manufacturas del norte y favorecido a los colonos ya los esclavistas del su
¿Estaba entonces el sur equivocado al oponerse al proteccionismo de las industrias del algodón?
Los análisis más recientes sugieren que no: tanto John James (1978) como Knick Harley (1992a),
incorporando un mayor grado de desagregación y de flexibilidad en sus modelos, encontraron que
la eliminación de los aranceles hubiera aumentado espectacularmente las rentas de los colonos
sureños y perjudicado las de los capitalistas del norte. El impacto de los aranceles sobre la mano
de obra, sin embargo, no está tan claro. James dice que los aranceles favorecieron ligeramente a
la mano de obra. Harley piensa, por otro lado, que ésta se vio ligeramente perjudicada

Estados Unidos no fue el único país del Nuevo Mundo en adoptar una política proteccionista a
finales del siglo XIX. Canadá también protegió sus manufacturas, especialmente después de
1878, cuando los conservadores fueron elegidos En Australia, el proyecto de ley del arancel
Victoria de 1865 permitía unos aranceles ad valórem de hasta un 10%

Mientras que en el tercer cuarto del siglo XIX hubo una relajación del proteccionismo en América
Latina, los aranceles subieron nuevamente en el último cuarto del siglo. Argentina elevó los
aranceles a partir de 1870.Hacia 1913, los aranceles medios eran casi el 35 % en Uruguay, casi
el 40 % en Brasil, y más del 45 % en Venezuela . los aranceles más elevados se dieron en el
Nuevo Mundo, no en Europa. Estos aranceles estaban destinados a las manufacturas y sirvieron
para favorecer a la mano de obra y al capital urbanos, recursos escasos allí, y para penalizar la
abundante tierra.
CONCLUSIÓN:

Antes de la primera guerra mundial, en el continente europeo se dio toda una serie de reacciones
contrarias a la globalización muy potentes, y sus efectos fueron todavía más espectaculares en el
Nuevo Mundo. Por lo tanto, podemos decir que hubo muchos precedentes para esa implosión en
el proceso globalizador que tuvo lugar en el período de entreguerras.

También podría gustarte