UNIVERSIDAD REGIONAL

SEDE CHIQUIMULA
TRABAJO SOCIAL
CURSO ANTROPOLOGÍA
LICDA. ALIDA LEMUS

ANÁLISIS PERSONAL DE LIBRO

MECANISMOS DE HORROR

Karin Yosili Agustín Pérez Carné: 2142025

CHIQUIMULA, 10 DE JUNIO DE 2022

 ANÁLISIS PERSONAL SOBRE EL LIBRO LOS MECANISMOS DE
HORROR
El ejército planificó acciones especiales de control en contra de la población civil estos
mecanismos se concretizaron especialmente en la ejecución de masacres y de destrucción
masiva de comunidades. En otros casos, utilizó los secuestros y las torturas en contra de los
opositores al régimen.

Durante la mayor parte del conflicto armado, el ejército se nutrió de soldados por medio del
reclutamiento forzoso. Los soldados que eligieron o que estuvieron bajo condiciones del
reclutamiento forzoso fueron entrenados en un sistema de despojo de su identidad, basada
en la sumisión absoluta, aislamiento de su contexto social y su entrenamiento en un sistema
de valores y prácticas ajeno a cualquier consideración de los derechos humanos o el
derecho internacional humanitario.

Los grupos de inteligencia y tropas especiales se acrecentaron con los soldados que habían
terminado su formación militar y tenían experiencia sin acciones armadas. Para llevar a
cabo sus acciones, el ejército desarrollo un sistema de formación de cuerpos militares
basados en reclutamientos forzosos; la violencia fue un valor recompensado y se convirtió
en una norma social del grupo, los relatos sobre el esfuerzo de la crueldad, mediante
ascensos o premios, muestran claramente el objetivo del entrenamiento y funcionamiento
del grupo militar.

Los casos de desobediencia a las órdenes las prácticas de fuertes castigos físicos el
aislamiento en calabozos y las ceremonias de degradación estuvieron al orden del día, este
sistema permitían también la 1 con la valuación creciente de las personas involucradas en la
represión, generando una escalada en su participación. Ese fenómeno conocido en
psicología como pie de puerta fue utilizado de forma planificada y sistemática no solo para
aumentar la obediencia, sino también el grado de conformidad con las tareas represivas. En
el caso de sentirse demasiado involucrados o general se contradicciones entre los propios
victimarios, estos se enfrentaban al riesgo de su propia muerte ya que no podían dar marcha
atrás a sus acciones.
Para llevar a cabo todo estas acciones había una forma de complicidad de los oficiales
jóvenes que no podrían mostrar algún grado de resistencia al participar en las atrocidades el
ejército desarrollo un sistema de operaciones destinados a involucrarse desde el primer
momento. La insensibilización también comprendió la celebración y la normalización del
horror como una ceremonia festival; el aprendizaje del asesinato formó parte del
entrenamiento como de la práctica de los operativos militares o secuestros. En el lenguaje
de entrenamiento militar se le llamó el paso de la muerte; los soldados aprendían las
distintas formas de matar, las formas de organizar los asesinatos masivos y el ocultamiento
de los cadáveres.

Como parte de la política contrainsurgente el ejército, en un intento destruir la guerrilla y su

infraestructura, llevó a cabo una práctica de asesinato colectivo para eliminar a los
supuestos colaboradores y posteriormente aniquilar globalmente a las comunidades
consideradas como base su base social, especialmente en 1890 y 1983. Muchas de esas
masacres contaron con la colaboración de población civil militarizada, en algunos casos ya
indoctrinada, en otros obligadas a participar en las masacres, como Comisionados Militares
y Patrullas de Autodefensa Civil.

La mayor parte de las masacres se dieron en un contexto previo de deterioro del clima
social, aumento de la represión selectiva y movimientos reactivos de la población que
trataba de defenderse de la violencia. El hostigamiento militar previo estudio relacionado
con asesinatos y desapariciones en una gran parte de las ocasiones. En menor medida se
recoge ataques previos de la guerrilla o de las patrullas de autodefensa civil.

Es decir, predomina un clima de hostigamiento y represión selectiva congruente con los

intentos de descabezar las comunidades o cooperativas y eliminar la presidencia guerrillera.
Los hechos muestran en la práctica una decisión de terminar totalmente con determinadas
comunidades.