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Derechos Humanos y de los Pueblos Indígenas

INTRODUCCIÓN

En el desarrollo del curso de Derechos Humanos y de los Pueblos Indígenas, se


aborda el tema del Conflicto Armado en Guatemala, el cual ha sido objeto de la
presente investigación. Mismo que ha marcado la vida de muchos guatemaltecos y
guatemaltecas, bien sea por la muerte de alguno de sus familiares, por haber tenido
una experiencia dolorosa a través de la tortura, o que han quedado sumidos en el
miedo que se infundió durante el tiempo que duró el conflicto.

El trabajo fue desarrollado en cuatro aspectos; el primero hace una referencia


histórica del conflicto, presenta un panorama desde que inició hasta llegar a su fin;
el segundo trata acerca de las causas que dieron origen al conflicto; el tercero
aborda el tema de los mecanismos de horror, los cuales fueron empleados para
llevar a cabo las atrocidades que se vivieron en el país; y finalmente algunos medios
de protección.

Al final del documento podrá encontrar su respectiva bibliografía.


Derechos Humanos y de los Pueblos Indígenas

EL CONFLICTO ARMADO INTERNO EN GUATEMALA

El Conflicto Armado Interno también denominado Guerra en Guatemala, Guerra


Civil en Guatemala o Enfrentamiento Armado en Guatemala- fue la guerra civil
interna ocurrida en Guatemala entre 1960 y 1996 y que enfrentó al Ejército de
Guatemala con civiles subversivos organizados en una guerrilla. La guerra, que duró
36 años, dejó 250, 000 personas muertos o desaparecidas y culminó de manera
oficial con la firma de los Acuerdos de Paz.

También se le denomina Guerra Interna o Conflicto Interno Armado.

La primera etapa de la guerra comenzó después del intento de derrocar al gobierno


del presidente Miguel Ydígoras Fuentes, acción que emprendió un grupo de
militares jóvenes en el Cuartel General Justo Rufino Barrios -también conocido
como Castillo de San Rafael de Matamoros-, el 13 de noviembre de 1960.

Los oficiales que no quisieron aceptar el indulto ofrecido por el gobierno siguieron
luchando, convertidos en guerrilleros, en alianza con miembros del Partido
Guatemalteco del Trabajo -PGT- o Partido Comunista y otros grupos subversivos
que surgieron en esos años.

Organizaron entonces las Fuerzas Armadas Rebeldes -FAR-, integradas por


diversos frentes comandados por Marco Antonio Yon Sosa, Luis Turcios Lima,
Alejandro de León Aragón y otros jefes de facción. Las -FAR- se desintegraron por
diferencias ideológicas entre los comandantes, y los frentes guerrilleros continuaron
la lucha, separadamente, contra el Ejército regular, hasta la década de 1980,
cuando organizaron la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca -URNG.

Al principio, la guerrilla actuó en la región oriental -Zacapa, Izabal y Chiquimula pero


fue abatida por las fuerzas regulares. Entonces, sus contingentes se movieron hacia
Petén, el altiplano central y el occidental, y otras regiones del país, incluso la capital,
donde comandos urbanos actuaron durante varios años.

En el lapso comprendido entre 1980 y 1982, las fuerzas guerrilleras dominaban un


amplio territorio y tenían el apoyo de muchos campesinos. Parecía que iban a
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vencer al Ejército de Guatemala, pero éste también se reorganizó y cambió de


táctica, obtuvo más armamento, aviones y recursos humanos y, en acciones mejor
dirigidas, logró recuperar las regiones tomadas por la guerrilla.

Durante el gobierno del presidente Vinicio Cerezo Arévalo comenzaron las


conversaciones entre la URNG y el Gobierno de Guatemala para una paz
negociada. El 29 de diciembre de 1996, durante el gobierno de Álvaro Arzú, después
de muchas reuniones y convenios, y con la intervención de la Organización de las
Naciones Unidas -ONU-, se firmaron los Acuerdos de Paz.

De acuerdo a un informe de la Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH)


publicado en 1999, bajo el respaldo de la Organización de Naciones Unidas, precisó
que el Ejército de Guatemala cometió un total de 626 masacres contra comunidades
de campesinos durante la guerra. A la guerrilla guatemalteca se le atribuyen 32.

En otras palabras, de acuerdo al a misma fuente, entre el 90 y 94 por ciento de las


masacres registradas durante el Conflicto Armado Interno fueron cometidas por el
Estado de Guatemala.

CAUSAS Y CONSECUENCIAS

Fundamentar las causas de la guerra que afrontó la sociedad guatemalteca durante


la segunda mitad del siglo XX es una tarea que excede a los objetivos de esta
investigación. En cuanto al origen cronológico de la guerra o enfrentamiento
armando interno, como sagazmente la designó el Estado, existen dos posturas
fundamentales. Según diversas versiones, el enfrentamiento armado interno, inició
el 13 de noviembre de1960, fecha en que tuvo lugar un levantamiento militar en
contra del Gobierno del General Miguel Ramón Idígoras Fuentes; Sin embargo,
algunos analistas señalan que la insurgencia en Guatemala se produjo cuando fue
derrocado el Coronel Jacobo Arbenz Guzmán en junio de 1954 y llegó al poder el
Coronel Carlos Castillo Armas. Esta situación dio origen a una inestabilidad
política en el país que condujo a buscar la solución por medio de las armas.
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Consecuencias con gran consternación, la CEH concluye que, en el marco de las


operaciones contrainsurgentes realizadas entre 1981 y 1983, en ciertas regiones
del país, agentes del Estado de Guatemala cometieron actos de genocidio encontra
de grupos del pueblo maya. La estrategia contrainsurgente no sólo dio lugar a la
violación de los derechos humanos esenciales, sino a que la ejecución de dichos
crímenes se realizara mediante actos crueles cuyo arquetipo son las masacres. En
la mayoría de las masacres se han evidenciado múltiples actos de ferocidad que
antecedieron, acompañaron o siguieron a la muerte de las víctimas. Comentario: A
parte de los efectos directos sobre la población, el conflicto armado tuvo altos
costos, entre los cuales: El incremento del gasto militar, desvió las necesarias
inversiones en salud y educación como destino de los recursos públicos, con el
siguiente abandono de la atención al desarrollo social.

LAS CAUSAS DEL CONFLICTO ARMADO

"La CEH concluye que fenómenos coincidentes con la injusticia estructural, el cierre
de los espacios políticos, el racismo, la profundización de una institucionalidad
excluyente y antidemocrática, así como la renuencia a impulsar reformas
sustantivas que pudieran haber reducido los conflictos estructurales, constituyen los
factores que determinaron en un sentido profundo el origen y ulterior estallido del
conflicto armado".

"Después del derrocamiento del Gobierno del coronel Jacobo Arbenz en 1954 tuvo
lugar un acelerado proceso de cierre de espacios políticos, inspirado en un
anticomunismo fundamentalista que anatemizó un movimiento social amplio y
diverso, consolidando mediante leyes el carácter restrictivo y excluyendo del juego
político. Estas restricciones a la participación política fueron pactadas por diversos
sectores de poder fáctico del país y activadas por las fuerzas civiles y políticas de
esta época. Este proceso constituye en sí mismo una de las evidencias más
contundentes de las estrechas relaciones entre el poder militar, el poder político y
partidos políticos surgidos en 1954. A partir de 1963, además de las restricciones
legales, la creciente represión estatal contra sus reales o supuestos opositores fue
otro factor decisivo en el cierre de opciones políticas en Guatemala".
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LOS MECANISMOS DEL HORROR


Los mecanismos de horror se refieren a los medios que se utilizaron durante el
conflicto armado interno, y que permitieron que se llevaran a cabo las atrocidades
que han marcado la historia y la vida de muchas personas, víctimas de éste
conflicto.

RECLUTAMIENTO FORZOSO

Durante la mayor parte del conflicto armado, el Ejército se nutrió de soldados por
medio del reclutamiento forzoso. La mayor parte de los soldados son jóvenes,
pertenecientes a las clases bajas y, en un porcentaje muy elevado, provenientes de
las distintas etnias mayas. Desde la revolución liberal, sin embargo, prácticamente
la totalidad de los oficiales han sido ladinos formados en academias militares y
escuelas de tropas especiales.

En todo el período de formación militar, los soldados estuvieron bajo condiciones de


gran presión psicológica. Desde su captura como parte de la práctica del
reclutamiento forzoso, fueron entrenados en un sistema de despojo de su identidad,
basado en la sumisión absoluta, el aislamiento de su contexto social y su
entrenamiento en un sistema de valores y prácticas ajeno a cualquier consideración
de los derechos humanos o el derecho internacional humanitario.

LAS TROPAS ESPECIALES

Los grupos de inteligencia y tropas especiales se acrecentaron con los soldados


que habían terminado su formación militar y tenían experiencia en acciones
armadas. Esa selección se hizo en función de las habilidades que el Ejército
consideraba importantes para la lucha contrainsurgente, básicamente para tareas
de control de la población y disposición a la obediencia absoluta.

Los beneficios económicos no se derivaban sólo del ascenso en la escala


jerárquica, sino también de las ventajas que obtenían de su posición de poder
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muchos de los miembros del Ejército y de los cuerpos de inteligencia. El poder de


coacción que suponía la simple tenencia de credenciales militares, otorgaba al
portador la posibilidad de utilizar las acusaciones y denuncias como una forma de
chantaje y obtención de favores personales.

LA EDUCACIÓN EN LA VIOLENCIA

Detrás la tortura, la violación o las masacres, hay estructuras y prácticas


sociopolíticas, pero también mecanismos psicosociales de entrenamiento, valores
dominantes y formas de organización que en muchos casos permanecen intactas.
Ese sistema explica en gran medida el carácter tan destructivo de la represión
política, pero también se manifiesta todavía en la actualidad en numerosas formas
de violencia en la postguerra.

ESTIMULAR LA VIOLENCIA

Para llevar a cabo sus acciones, el ejército desarrolló un sistema de formación de


cuerpos militares basado en el reclutamiento forzoso y un entrenamiento en la
obediencia, fuerte control de grupo y complicidad en las atrocidades.

El Ejército trató de inculcar una ideología en el periodo de entrenamiento de los


soldados, que proporcionara un esquema de referencia para la justificación
psicológica a las acciones, una cohesión y moral de grupo, y un estado afectivo
precondicionado hacia la agresión a cualquier cosa que pudiera estar relacionada
con la guerrilla. Según esto, servir al Ejército representaba un bien inmediato y
positivo en sí mismo para el beneficio del país. El diseño de esta representación
social del conflicto presentaba al Ejército como víctima; en él se aribuyó a la acción
de la guerrilla la pobreza del país y desarrolló la exaltación de la patria como un ente
superior que requiere la ayuda de todos frente a la amenaza exterior del comunismo.

CONTROLAR LA OBEDIENCIA

En los casos de desobediencia a las órdenes, la práctica de fuertes castigos físicos,


el aislamiento en calabozos y las ceremonias de degradación, estuvieron a la orden
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del día. Sin embargo, en muchos casos no sólo estuvieron dirigidas en contra del
transgresor de las órdenes, sino que involucraron al grupo con castigos o penas
colectivas si se daban transgresiones individuales a la norma. El control en parejas
se convirtió en un mecanismo privilegiado que estimulaba la vigilancia entre sus
miembros y la responsabilización de cualquier acto que pudiera salirse de las reglas
establecidas, convirtiéndose en un sistema de delación interna.

FORZAR LA COMPLICIDAD

En un intento de forzar la complicidad de los oficiales jóvenes que podían mostrar


algún grado de resistencia a participar en las atrocidades, el Ejército desarrolló un
sistema de operaciones destinado a involucrarles desde el primer momento. Según
algunos testimonios, eso impidió la infiltración por parte de la guerrilla. En muchos
casos, el asesinato de vagabundos, o presuntos delincuentes, se convirtió en una
forma de "limpieza social" entremezclada en las acciones de tipo contrainsurgente.

El sistema de inteligencia adquirió todas las características de una mafia. Son


numerosos los relatos de favores personales que incluían el secuestro o
desaparición de personas por conflictos familiares, afectivos, etc. y que eran
recompensados con mayor protección, ascensos o devolución de favores. Cualquier
cosa se pudo hacer desde él, con tal de que no tuviera efectos negativos en la
estructura interna de grupos de poder o, más adelante, en los intentos de ganar
legitimación social por parte del Ejército.

EL DESPRECIO POR LA VIDA, EL PASO DE LA MUERTE

La insensibilización frente al sufrimiento constituyó el primer paso del entrenamiento


para la ejecución de las acciones violentas. El repudio contra la vida entró a formar
parte no sólo del modo en que se desarrollaron las acciones militares, sino también
del propio entrenamiento militar, en los que se manifestó el desprecio permanente
contra la dignidad y la vida de los soldados. Esta insensibilización también
comprendió la celebración y la normalización del horror como una ceremonia festiva.
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Las atrocidades cometidas fueron muy generalizadas y formaron parte también del
sistema de entrenamiento en esos años.

EXTENDER EL CONTROL

Cuando las expectativas del mando no se vieron respondidas por sus subordinados,
o los "especialistas" realizaban actividades fuera de control o habían acumulado
demasiada información, fueron eliminados mediante asesinatos. Muchos de los
miembros de los servicios de inteligencia han sido con el tiempo víctimas de sus
propios compañeros.

El grado de control sobre la vida de los agentes y oficiales implicados va mucho más
allá de su participación directa o incluso de su estancia en los cuerpos de seguridad.
Se extiende hasta toda la red social que está bajo control del Ejército e implica un
comportamiento acorde con el pacto de silencio si no se quieren sufrir tanto
atentados a la vida, como bloqueo de las posibilidades de trabajo, etc.

EL DOLOR DE LA TORTURA

La práctica de la tortura aparece asociada a las masacres y capturas. Además de


buscar información, el objetivo de la tortura es la destrucción de la identidad de las
víctimas, buscando su eliminación o su conversión en colaboradora de la represión
de sus propios vecinos o compañeros. En Guatemala, la tortura ha supuesto
además un ataque a la identidad colectiva, ya que ha tenido una dimensión social.
Como forma de terror ejemplificante en las áreas rurales, muchas veces se realizó
de manera pública, delante de familiares y vecinos.

LAS AMENAZAS

Las amenazas constituyeron un recurso frecuente en contra de las personas


consideradas objetivos de la política contrainsurgente. En su mayor parte fueron
dirigidas contra un individuo o contra su familia, y, si ameritaba según su objetivo de
neutralización política, eran hechas de manera pública. Tuvieron un carácter
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generalizado; se empleaban acusaciones de participación en la guerrilla; en otros


casos se dirigían más específicamente a paralizar a una persona o disgregar a un
colectivo bajo la amenaza de sufrir un secuestro o un atentado. Otra de sus
características fue el anonimato o su ocultamiento de sus autores al emitirse en
nombre de alguno de los escuadrones de la muerte. En otros casos, las amenazas
tuvieron como destinatario todo un grupo organizado o una comunidad.

EL PROCEDIMIENTO DEL SECUESTRO

El curriculum del curso para los agentes de inteligencia, incluyó también técnicas
para la realización de operativos clandestinos y secuestros. Los agentes de
inteligencia se especializaban en la organización práctica de los secuestros, la
división del "trabajo" entre los distintos miembros del grupo, y la coordinación para
realizar acciones rápidas y en condiciones de clandestinidad.

casos recopilados), lo que muestra la amplitud con que se usaron los secuestros
como una forma de amedrentar o eliminar a las víctimas.

EL SECUESTRO O DETENCIÓN TEMPORAL

El secuestro o detención temporales han sido métodos brutales utilizados por los
organismos de inteligencia con fines propagandísticos y no culminan, a diferencia
de la desaparición forzada, con la ejecución de la víctima.

DESAPARICIONES FORZADAS. EL MANTO DE LA NIEBLA

La desaparición forzada ha sido uno de los métodos bárbaros, de carácter selectivo,


más usado por la inteligencia guatemalteca, y que se empleó de una manera masiva
en algunos momentos del período del conflicto armado. Dentro de los testimonios
recogidos, uno de cada cinco casos es de desaparición forzada. El apresamiento
súbito de la víctima se realizó la mayor parte de las veces mediante una acción
encubierta, y nunca más volvió a saberse nada de la persona. La desaparición
forzada crea una extrema incertidumbre sobre el paradero de las víctimas y su
estado físico y psicológico, y un sufrimiento prolongado a los familiares.
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LAS EJECUCIONES. COMETER EL EFECTIVO

Las ejecuciones han constituido una práctica criminal frecuente para eliminar a las
personas seleccionadas previamente por su participación política y que fue muy
utilizada especialmente por parte de los servicios de inteligencia. Como parte de las
operaciones encubiertas, no existía una orden escrita, la identificación de los
integrantes del comando se realizaba a través de pseudónimo y los vehículos y
armas utilizadas no tenían registros que asociaran el origen de la operación.

LA PRÁCTICA Y APRENDIZAJE DE LA TORTURA

La naturaleza de la tortura es la búsqueda de la denigración de la persona, en su


cuerpo, en su psique o en ambas dimensiones a la vez. Los interrogatorios,
presiones y torturas a los detenidos fueron parte de los cursos y prácticas de
entrenamiento de los miembros de los servicios de inteligencia. Esos
procedimientos se encontraban estandarizados y contaban con manuales, normas
internas etc.

LAS CÁRCELES CLANDESTINAS


Según los testimonios directos recogidos existieron casas secretas de la sección
de inteligencia del Ejército, que funcionaron como centros clandestinos de
detención, interrogatorio y tortura. Muy pocas personas de las que estuvieron en
ellas se libraron de la muerte, después de haber sido torturadas brutalmente.
EL CONTROL PSICOSEXUAL DE LA TROPA “VIOLACIÓN Y DESPRECIO A
LAS MUJERES”.

La violación de las mujeres fue una práctica sistemática en los operativos militares
y en las capturas de las personas consideradas sospechosas de apoyar a la
guerrilla. Las violaciones masivas fueron muy frecuentes tanto en el área rural, en
el marco de operativos militares y masacres, como en los casos de capturas
individuales en la ciudad. Sin embargo, muchos victimarios consideraron las
violaciones como una parte natural, de poca importancia, en el ejercicio de la
violencia contra las mujeres y las comunidades. Esa normalización de la violación
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fue utilizada para mantener el control psicosexual de los soldados, dentro de la


consideración de las mujeres como una parte del "botín de guerra".

MEDIDAS DE PROTECCIÓN

DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO (DIH)

El Comité Internacional de la Cruz Roja lo define como: “un conjunto de normas que,
por razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los conflictos armados.

Protege a las personas que no participan o que ya no participan en los combates y


limita los medios y métodos de hacer la guerra. El DIH suele llamarse también
"derecho de la guerra" y "derecho de los conflictos armados”.

La historia de la humanidad, ha demostrado que en los conflictos armados de


carácter internacional y no internacional, siempre la gran mayoría de heridos y
muertos han sido personas civiles que no han participado en las hostilidades, que
se encuentran en medio de una guerra o conflicto por el hecho de vivir en el territorio
en el que se lleva a cabo, así mismo ha existido un total irrespeto por los
combatientes heridos o que hayan dejado las armas y por los prisioneros de guerra
violándose sus derechos fundamentales, el Derecho Internacional Humanitario
viene a evitar el atropello de sus derechos y a proteger su integridad física y mental.

El Derecho Internacional Humanitario viene a proteger a los combatientes y no


combatientes, regulando los medios para hacer la guerra, limitando el uso de armas
que provoquen sufrimientos innecesarios.

El Derecho Internacional Humanitario es parte del derecho internacional, que regula


las relaciones entre los Estados. Está integrado por los tratados y convenios
internacionales, el derecho consuetudinario internacional, así como por principios
generales del derecho. Estando esencialmente contenido en los cuatro Convenios
de Ginebra de 1949, de los que son parte casi todos los Estados incluyendo
Guatemala y se encuentran complementados por los Protocolos Adicionales de
1977 relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados, aunados a
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otros textos que prohíben el uso de ciertas armas y tácticas militares o que protegen
a ciertas categorías de personas o bienes.

NORMATIVA INTERNACIONAL VIGENTE EN GUATEMALA EN MATERIA DE


DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO.

Guatemala ha dado importantes pasos en cuanto a la protección de los derechos


humanos y la aplicación del derecho internacional humanitario, al ratificar
instrumentos internacionales destinados a la prevención de violaciones a los
derechos humanos tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz, el Estado
de Guatemala ha ratificado más de treinta instrumentos bilaterales y multilaterales
relevantes que forman parte del marco normativo en la defensa de los derechos
humanos y del derecho internacional humanitario, dentro de éstos se encuentran
los principales instrumentos multilaterales de derechos humanos y humanitario
tanto de las Naciones Unidas como de la Organización de los Estados Americanos.

CONVENIO DE GINEBRA DEL 12 DE AGOSTO DE 1949, PARA ALIVIAR LA


SUERTE QUE CORREN LOS HERIDOS, LOS ENFERMOS Y LOS NÁUFRAGOS
DE LAS FUERZAS ARMADAS EN EL MAR.

Decreto Legislativo del Congreso de la República de Guatemala número 881, del


16 de abril de 1952. Fecha de Ratificación 21 de abril de 1952, fecha de depósito
14 de mayo de 1952 ONU.

Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 Relativo al Trato Debido a los


Prisioneros de Guerra, Decreto Legislativo del Congreso de la República de
Guatemala número 881, del 16 de abril de 1952. Fecha de Ratificación 21 de abril
de 1952, fecha de depósito 14 de mayo de 1952 ONU. Convenio de Ginebra del 12
de agosto de 1949 Relativo a la Protección Debida a las Personas Civiles en
Tiempos de Guerra. Decreto Legislativo del Congreso de la República de
Guatemala número 881, del 16 de abril de 1952. Fecha de Ratificación 21 de abril
de 1952, fecha de depósito 14 de mayo de 1952 ONU.
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PROTOCOLO ADICIONAL A LOS CONVENIOS DE GINEBRA DEL 12 DE


AGOSTO DE 1949 RELATIVO A LA PROTECCIÓN DE LAS VÍCTIMAS DE LOS
CONFLICTOS ARMADOS SIN CARÁCTER INTERNACIONAL. DECRETO DEL
CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA 21-87, DEL 23 DE ABRIL DE
1987. FECHA DE ADHESIÓN 21 DE SEPTIEMBRE DE 1987, FECHA DE
DEPÓSITO 19 DE OCTUBRE DE 1987 ONU

Se conoce con el nombre de Convenios de Ginebra al conjunto de los cuatro


convenios internacionales que regulan el derecho internacional humanitario, cuyo
propósito es proteger a las víctimas de los conflictos armados. Guatemala al
haberse convertido en parte de los Convenios de Ginebra de 1949 y de sus
protocolos adicionales, se comprometió a tomar las medidas necesarias para
sancionar a todas las personas que resulten responsables de la comisión de
violaciones graves a las estipulaciones contenidas en los convenios y sus protocolos
adicionales, obligándose a enjuiciarlos o a transferirlos a otro Estado para que los
enjuicie en el ejercicio de la Jurisdicción Universal cuando así corresponda.

Los enjuiciamientos incumben a los tribunales nacionales del Estado o a una


instancia internacional, al respecto el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
creó los Tribunales Internacionales ad hoc para la ex Yugoslavia y para Ruanda en
los años 1993 y 1994 respectivamente, con el objetivo principal de juzgar y condenar
a los criminales de guerra de éstos países en tiempos determinados. Estatuto de
Roma de la Corte Penal Internacional. Ratificado por Guatemala el 26 de enero del
2012 según Decreto del Congreso de la República de Guatemala 03-2012.

El decreto establece la ratificación del Estatuto de Roma, firmado en julio de 1998 y


que dicta la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, la competencia de la Corte
solo queda habilitada para casos excepcionales en los que el Estado de Guatemala
no pueda o no quiera juzgar hechos específicos que incluyan genocidio y delitos de
lesa humanidad, así como agresiones entre países y violaciones al derecho de
guerra (derecho internacional humanitario).
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La Corte Penal tiene competencia para juzgar y condenar a personas que, según
los términos del Estatuto, sean responsables de los crímenes más graves de
trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto:

a) Crimen de Genocidio.

b) Los Crímenes de Lesa humanidad

c) Los Crímenes de Guerra

d) El Crimen de Agresión

Para Guatemala la competencia de la Corte Penal Internacional se ejercerá sobre


delitos cometidos desde la fecha de su entrada en vigencia el 22 de febrero del 2012
en adelante, no teniendo competencia para juzgar los casos del Conflicto Armado
Interno ocurrido en Guatemala antes de su ratificación por no tener efecto
retroactivo, se cita dentro del presente marco normativo toda vez que su ratificación
dio lugar a confusión en la sociedad guatemalteca respecto a si se aplicaba o no al
Conflicto Armado Interno ocurrido en Guatemala siendo importante dejar claro que
no tiene efecto retroactivo.

ALGUNOS DE LOS INSTRUMENTOS DE DERECHOS HUMANOS


RATIFICADOS POR GUATEMALA APLICABLES EN TIEMPOS DE GUERRA Y
EN TIEMPOS DE PAZ QUE POR SU RELEVANCIA SE CITAN A
CONTINUACIÓN:

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Decreto Legislativo del


Congreso de la República de Guatemala número 9-92, del 19 de febrero de 1992 y
publicado en el Diario de Centroamérica el 11 de septiembre de 1992.

Los Estados Parte del Pacto adquirieron el compromiso de respetar y garantizar a


todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su
jurisdicción los derechos reconocidos en el mismo, sin distinción alguna de raza,
color, sexo o cualquier otra condición social.
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Este pacto busca lograr a través del compromiso que los Estados adopten con
arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones del Pacto, las
medidas oportunas para dictar las disposiciones legislativas o de otro carácter que
fueren necesarias para hacer efectivos los derechos civiles y políticos reconocidos
en el mismo y que no estuviesen ya garantizados por disposiciones legislativas o de
otro carácter. Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio.

DECRETO LEGISLATIVO DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE


GUATEMALA NÚMERO 704 DEL 30 DE NOVIEMBRE DE 1949, RATIFICADO
POR GUATEMALA EL 13 DE DICIEMBRE DE 1949, FECHA DE DEPÓSITO 13
DE ENERO DE 1950 ONU

De acuerdo a lo estipulado en el artículo uno de esta convención, Guatemala al


ratificar la misma, confirmó como parte contratante que el Genocidio ya sea
cometido en tiempo de paz o en tiempo de guerra, es un delito de derecho
internacional que se compromete a prevenir y a sancionar.

Esta convención establece que se entenderá como genocidio: “cualquiera de los


actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o
parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:

a) Matanza de miembros del grupo

b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo

c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de


acarrear su destrucción física, total o parcial

d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; e) Traslado


por fuerza de niños del grupo a otro grupo.

CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS TRATOS O PENAS CRUELES,


INHUMANOS O DEGRADANTES. DECRETO DEL CONGRESO DE LA
REPÚBLICA DE GUATEMALA NÚMERO 52-89 DEL 12 DE OCTUBRE DE 1989.
FECHA DE DEPÓSITO 05 DE ENERO DE 1990.
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Al ratificar esta convención Guatemala se comprometió a adoptar medidas


legislativas, administrativas, judiciales o de otra índole eficaces para impedir la
comisión de actos de tortura en todo el territorio nacional. Esta convención es muy
clara al indicar que en ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales
tales como estado de guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o
cualquier otra emergencia pública como justificación de la tortura, ni que se llevó a
cabo en cumplimiento de una orden de funcionario superior o de una autoridad
pública.

Esta convención define la tortura como: “Todo acto por el cual se inflija
intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o
mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión,
de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de
intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en
cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean
infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones
públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia.

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS (PACTO DE SAN


JOSÉ). DECRETO DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA
NÚMERO 06-78 DEL 30 DE MARZO DE 1978. FECHA DE RATIFICACIÓN 27 DE
ABRIL DEL 1978. FECHA DE DEPÓSITO 25 DE MAYO DE 1978 OEA.

Básicamente esta convención protege los derechos esenciales del hombre,


comprometiendo a los Estados que la ratifican a prevenir y sancionar entre otros la
comisión de delitos que violen los derechos de la vida, la integridad personal y
libertad personal, a obtener garantías judiciales, derecho a la protección judicial, a
no ser sometido a esclavitud y servidumbre entre otros, protegiendo la dignidad
humana y el derecho de los seres humanos a una vida digna basada en el respeto
y la libertad de la persona.
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CONCLUSIONES

 Los fenómenos coincidentes con la injusticia estructural, el cierre de los espacios


políticos, el racismo, la profundización de una institucionalidad excluyente y
antidemocrática, así como la renuencia a impulsar reformas sustantivas que
pudieran haber reducido los conflictos estructurales, constituyen los factores que
determinaron en un sentido profundo el origen y consecutivo estallido del
conflicto armado.
 Puede concebirse que cada persona que integró tanto el ejército de Guatemala
como la guerrilla, fue manipulada para actuar de acuerdo a un interés, que se
planteaba de tal manera que pareciera racional y correcto cada uno de los actos
de violencia y disputa entre éstos grupos, sin darse cuenta que ambos grupos
estaban integrados por la misma gente de las comunidades, vecinos, conocidos
y familiares.
Derechos Humanos y de los Pueblos Indígenas

BIBLIOGRAFÍA

 Asociación de Amigos del País (2004). Diccionario Histórico Biográfico de


Guatemala. Guatemala. Editorial: Amigos del País, Guatemala.

EGRAFÍAS

 http://www.odhag.org.gt/ consultado el 5 de octubre de 2015.


 http://www.derechoshumanos.net/ consultado el 5 de octubre de 2015.

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