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Patologia Gral Tema 3 Anemia Infecciosa Equina (Aie)
Patologia Gral Tema 3 Anemia Infecciosa Equina (Aie)
INTEGRANTES:
CRISTOBAL JAUNI, CARMEN STEFANY
ACOSTA CAMACHO, BETSI MELANI
MUCHCCO ANAMPA, CHRISTIAN ELVIS
PEÑA VELITO, NOEMI SARA
ORDUÑA CHOY, CRISTINA RICARDINA
RESUMEN: La Anemia Infecciosa Equina, es una enfermedad viral que afecta a los équinos a nivel
mundial. El virus de la Anemia Infecciosa Equina es el único, entre los retrovirus estudiados hasta la
fecha, que su dominio L es un motivo YPDL situado en el C-terminal región de P9 (5). Este virus requiere
componentes de la proteína vacuolar clasificación celular (VPS) maquinaria para la liberación eficaz. La
transmisión de la enfermedad puede darse de diferentes formas, una de estas es el contacto directo de
animales portadores de la enfermedad (AIE) con animales sanos, la transmisión por medio de vectores
hematófagos la familia Tabanidae (tabanus spp, hybomitra spp), también por fómites tales como: (agujas
hipodérmicas, fluidos, elementos cortopunzantes o instrumentos quirúrgicos), o incluso por transmisión
vertical, a través de la vía intrauterina, leche materna o a través del coito (transmisión venérea). Esta
enfermedad clínicamente se asocia con altos niveles de viremia. Esta se caracteriza por la presentación
de cuadros de fiebre intermitentes, anemia, pérdida progresiva de peso, trombocitopenia, a nivel de las
mucosas se puede apreciar petequias hemorrágicas, edemas cutáneos, las yeguas gestantes pueden
presentar abortos. La severidad de los signos clínicos está ligada a la cepa y la dosis del virus como
también al estado inmunológico y compromiso patológico del caballo infectado. Los signos clínicos
también incluyen episodios de fiebre recurrente, fiebre, trombocitopenia y pérdida de peso progresiva.
Las alteraciones observadas en el músculo esquelético de caballos por el virus de la A.I.E. son similares
a las descritas en desórdenes de origen autoinmune, así como en los que se presentan asociados con
un compromiso de ese tipo.
I. INTRODUCCIÓN
2.1. Generalidades
2.2. Etiología
La AIE está causada por un virus del género Lentivirus (relacionado con la
inmunodeficiencia humana), perteneciente a la familia Retroviridae, subfamilia
Orthoretrovirinae. Otros miembros del género Lentivirus son el de la inmunodeficiencia
felina, inmunodeficiencia humana tipo 1 y 2 y virus Maedi Visna. Está constituido por un
genoma ARN monocatenario de alto peso molecular, considerado el genoma más
simple y pequeño de los lentivirus.
Presenta constantes mutaciones; los serotipos no producen inmunidad cruzada.
Resiste a temperaturas de 100ºC durante 15 minutos y a desinfectantes, pero es
fotosensible.
2.3. Distribución
Se encuentra distribuido por todo el mundo.
Rumanía es el único país de la Unión Europea en el que la enfermedad es endémica.
España es un país libre desde el año 1983. No obstante, el 20 de julio de 2017 se
notificaron dos casos seropositivos a AIE en una explotación en Candeleda, en Ávila.
En el mes de septiembre de ese mismo año se notificó otro nuevo caso en la provincia
de Cáceres.
2.4. Epidemiología
Afecta a équidos de todas las especies (caballos, asnos, mulas). Todos los solípedos
son susceptibles, independientemente de la edad, raza o sexo.
La presencia de anticuerpos, una vez se han infectado, no garantiza la protección
inmunitaria. Los animales pueden enfermar y morir al cabo de meses o años. Una vez
se infectan, los que sobreviven, se convierten en portadores de por vida. El virus
permanece latente hasta que a causa de un inmunocompromiso (estrés severo, trabajo
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2.5. Patogenia
El período de incubación es de ente 1-3 semanas, pero puede prolongarse hasta los 3
meses.
Difusión vía hematógena a través de hematíes. Se replica en los macrófagos. O puede
encontrarse en forma de provirus en el genoma de los linfocitos.
Presenta tropismo por las células hematopoyéticas de la médula ósea, los hematíes y
linfocitos.
La eliminación del virus es siempre a través de secreciones contaminadas con sangre.
Las consecuencias de su mecanismo de patogenicidad son:
La reducción de la hematopoyesis.
2.7. Lesiones
Las pruebas de inmunodifusión en gel de agar (AGID) (Coggins et al., 1972) y los
enzimoinmunoanálisis (ELISA) (Suzuki et al., 1982) son pruebas precisas y fiables para
la detección de la AIE en los caballos, excepto para los animales que están en las
primeras etapas de la infección y para los potros de las madres infectadas. En otras
circunstancias poco frecuentes, pueden obtenerse resultados equívocos cuando la
cantidad de virus que circulan en la sangre durante un episodio agudo de la
enfermedad es suficiente para unir el anticuerpo disponible, y si la cantidad inicial de
anticuerpos nunca aumenta lo suficiente para que estos sean detectables (Toma,
1980). Aunque con el ELISA se detectan los anticuerpos en concentraciones bajas
antes que con la prueba AGID, esta se utiliza para confirmar los ELISA positivos. Esto
es debido a que los resultados positivos falsos han sido detectados con el ELISA. La
prueba IGDA tiene también la ventaja de que sirve para distinguir, mediante líneas de
identidad, entre las reacciones de los anticuerpos con antígeno de la AIE y las
producidas con antígeno diferente al de la AIE.
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2.10. Enzimoinmunoanalisis
Existen cuatro tipos de ELISA que han sido aprobados por el Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos para el diagnóstico de la anemia infecciosa
equina y que están disponibles internacionalmente: un ELISA de competición y
tres ELISA no de competición. El ELISA de competición y dos de los ELISA no de
competición detectan los anticuerpos producidos contra el antígeno proteico del
núcleo p26. El tercer ELISA no de competición incorpora la proteína del núcleo
p26 y los antígenos gp45 (proteína transmembrana vírica). Los protocolos típicos
del ELISA se utilizan en todas las pruebas. Si los materiales comerciales del
ELISA no están disponibles, puede emplearse un ELISA no de competición
utilizando antígeno p26 purificado procedente del material de cultivo de células
(Shane et al., 1984).
Un resultado positivo obtenido mediante el ELISA debe comprobarse de nuevo
utilizando la prueba AGID para confirmar el diagnóstico, debido a que se han
detectado algunos falsos positivos mediante el ELISA. También se puede
confirmar el resultado por la técnica de inmunoelectrotransferencia. Los
Laboratorios de Referencia de la OIE tienen disponible un antisuero estándar para
inmunodifusión que contiene una cantidad mínima de anticuerpo que deberían
detectarse en los laboratorios (véase la tabla de la parte 4 de este Manual
Terrestre). Se han publicado métodos uniformes para el control de la AIE (United
States Department of Agriculture [USDA], 2002).
La AIE debe estar entre las diferenciales, en casos particulares de caballos que
presentan pérdida de peso, edema y fiebre intermitente. También se debe considerar
cuando varios caballos padecen fiebre, anemia, edema, debilidad progresiva o pérdida
de peso, especialmente cuando se han incorporado nuevos animales a la manada o ha
muerto un integrante de la misma.
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Encefalitis equina.
Anemia hemolítica autoinmune.
Babesiosis.
Leptospirosis.
Purpura hemorrágica.
Tripanosomiasis.
Erlichiosis.
Carbunco.
Influenza.
Intoxicaciones por fenotiazinas.
2.12. Tratamiento
Medidas de prevención:
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IV. CONCLUSIONES
La Anemia Infecciosa Equina (AIE) es una de las enfermedades más importantes, entre
las que afectan a miembros de la familia Equidae.
característica principal es la ocurrencia de procesos febriles, que ocurren a intervalos
de tiempo no predecibles, después de la infección.
La forma más común de la enfermedad es la forma crónica, en la cual el aspecto
general del animal es normal, e incluso puede ser negativo en la prueba rutinaria de
diagnóstico, que actualmente es la prueba de Coggins.
El diagnóstico de la AIE representa con frecuencia un problema, ya que la prueba de
Coggins es muy específica, pero de baja sensibilidad, el virus produce destrucción de
los glóbulos rojos y la consiguiente anemia.
La enfermedad como tal es muy fácil de controlar con medidas sencillas de limpieza,
evaluaciones semestrales y una atención de los animales que presentan la serie de
síntomas anteriormente nombrados que se presentan en caso de estar infectados.
La AIE en si para el propietario trae pérdidas económicas y en cuanto al animal lo
perjudica en términos de rendimiento y eficiencia, notada por un desgano en el animal.
Las alteraciones observadas en el músculo esquelético de caballos por el virus de la
A.I.E. son similares a las descritas en desórdenes de origen autoinmune, así como en
los que se presentan asociados con un compromiso de ese tipo.
La existencia de ese componente autoinmune podría ser demostrada por métodos
inmunocitoquímicos, clasificando las células mononucleares en el infiltrado y
localizando los depósitos de complejos inmunes.
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V. RECOMENDACIONES
Que se fomente charlas en zonas rurales donde los propietarios de los equinos
tienen poco conocimientos de esta enfermedad, así ellos puedan tener el
adecuado manejo de las excretas y un control.
Tener en cuenta que la AIE es una enfermedad infecciosa producida por un virus
de amplia difusión en todo el mundo que no tiene cura ni vacuna preventiva y se
caracteriza por tener una presentación inaparente, con señales pobres o
ausentes, en donde los equinos actúan como reservorios y fuentes de virus para
la persistencia de la enfermedad.
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4.
CHEEVERS W.M. & MCGUIRE T.C. (1985). Equine infectious anaemia virus;
immunopathogenesis and persistence. Rev. Infect. Dis., 7, 83–88.
6. COGGINS L., NORCROSS N.L. & KEMEN M.J. (1973). The technique and
application of the immunodiffusion test for equine infectious anaemia. Equine
Infect. Dis., III, 177–186.
7. COGGINS L., NORCROSS N.L. & NUSBAUM S.R. (1972). Diagnosis of equine
infectious anaemia by immunodiffusion test. Am. J. Vet. Res., 33, 11–18.
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10. PEARSON J.E. & COGGINS L. (1979). Protocol for the immunodiffusion
(Coggins) test for equine infectious anaemia. Proc. Am. Assoc. Vet. Lab.
Diagnosticians, 22, 449–462.
VII. ANEXOS
ANEXO1:
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ANEXO2:
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Sección de fibra muscular con amplias áreas sin elementos contráctiles (estrella), así
como mitocondrias edematizadas y crestas de aspecto tubular (cabezas de flecha). Los
mionúcleos se encuentran localizados hacia el interior de la fibra y dispuestos en
cadena, siendo los mismos de aspecto hipercromático (círculo blanco). Observese la
presencia de lisosomas, destacándose algunas vacuolas autofágicas (círculo hueco)
ANEXO3:
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Se exhibe un capilar (ca) con restos de fibrina (fb) en su interior, con un gránulo de
lipofucsina (pentágono) en el citoplasma endotelial. Nótese un pericito (pr) con
vacuolas de retículo endoplásmico rugoso (óvalo) y mitocondrias edematizadas
(hexágono). Las fibras musculares exhiben áreas con pérdida de miofilamentos
(estrella) y el sarcolema presenta diferentes grados de plegamiento (flecha)
ANEXO4:
TECNICAS DE DIAGNOSTICO
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ANEXO 5:
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TECNICAS DE DIAGNOSTICO
Fuente: Manual terrestres de la OIE 2013
ANEXO 6:
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ANEXO 7:
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