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yo sano tus heridas...

Si nuestras heridas son físicas, Él


puede sanarlas.
Si nuestras heridas son mentales, Él
puede sanarlas.
Si nuestras heridas son emocionales,
Él también puede sanarlas.
Dios no solo sana las almas de los
quebrantados; también venda nuestras
heridas
No puede haber verdadera limpieza en el corazón
si no se sanan las heridas, pues una herida
abierta esta propensa a infectarse, una herida
abierta en el corazón se infecta de rencor, de
odio, de amargura, de desanimo.

Es imprescindible que reconozcamos


que nuestro corazón esta amargado
por las circunstancias de la vida, solo
el Señor puede quitar de nuestro
corazón todo aquello que no le
agrada.
DEBEMOS pedir a Dios que su amor llene nuestro corazón de
gozo y alegria; debemos vaciar nuestro corazón de la amargura y
llenarlo con el amor de nuestro Dios.
Es necesario perdonar al que me ha ofendido aunque sienta que
no puedo hacerlo, pues me han dañado mucho, me han ofendido
muy profundamente, y seguramente eso es verdad, pero
recuerda que no lo haras en tu fuerzas sino en las fuerzas de
Dios pues te dice:

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