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Estamos terminando la historia de JOse. Sus vivencias, dolencias, angustias, logros.

Hemos visto que jose pudo cumplir el sueño de dios, en parte porque obedeció a Dios.
El debio perdonar a sus hermanos, no creo en su corazón odio rencor. No dejo que se le
formase una raíz de amargura. Seguramente le dolio un monton. Pongámonos en su lugar.
Sus hermanos lo envidiaron, odiaron, peliaron, lo abandonaron. Lo vendieron como esclavo.
Lo quisieron matar. Es decir, jose tenia motivos para estancarse y dejarse vencer por el ocdio
y resentimiento. Pero, dedicio seguir adelante.
Sabia que su dios lo respaldaba.
Su sueño era mayor que los problemas
Y sabia que dios no desperdiciaría para nada esas experiencias.
El confiaba ciegamente en su Dios.
Que hace el rencor el odio el resentimiento en nuestras vidas?
Estanca, daña, entorpece, te detiene. No te deja disfrutan del proceso, del mientras tanto…
Vamos a llevar esta historia en nuestras vidas.
NO VAMOS A LOGRAR EL SUEO DE DIOS PARA NUESTRAS VIDAS SINO PERDONAMOS. SINO
SOLTAMOS MISERICORDIA. SINO SANAMOS ESAS HERIDAS DEL PASADO. O DEL PRESENTE.
Veamos como funciona.
Las heridas emocionales son una de las razones más comunes por las que las personas
no logran cumplir el sueño de dios. Es una necesidad absoluta que aprendamos acerca de las
heridas emocionales y cómo llegar a identificarlas para recibir la sanidad interior y
liberación del Espíritu Santo.
Nuestra meta no es olvidar un evento o trauma hiriente. Sino recibir una sanidad para
ese evento, donde el Espíritu Santo quita el aguijón de él. Cuando miramos hacia atrás a una
herida sanada, podemos verla de una manera diferente, porque ha sido sanada y ya no es
doloroso mirar hacia atrás. Y es ahí cuando podemos mirar hacia adelante
Veamos algunas cuestiones.
Que son las heridas emocionales?
Que debes hacer para sanar una herida interior
Si tuvieras dolor de cabeza, ¿irías al médico y le dirías: "Tengo un problema, pero no
quiero pensar en ello lo suficiente como para darme cuenta de lo que es"? ¡No sé qué me
pasa! No sé si es un dolor de cabeza, de estómago, de nariz o de uña encarnada". Nunca
harías eso cuando buscas curación física, ¿verdad? Entonces, ¿por qué hacemos esto tan a
menudo cuando buscamos la sanidad interior? Sabemos que hay un problema, una herida,
pero no queremos ni siquiera echar un vistazo a nuestro pasado para averiguar qué es lo que
realmente está mal. Si vas a recibir sanidad en una herida emocional, primero necesitas ser
honesto contigo mismo y con lo que ha pasado.

1. Resolver sentimientos de culpa


Lo primero que debes hacer es resolver cualquier sentimiento de culpa y vergüenza,
especialmente cualquier sentimiento de que Dios está decepcionado o enojado contigo.
Cuando se trata de una herida física, ¿qué es lo primero que se hace? La limpias de los
gérmenes para que pueda sanar adecuadamente. Ahora también, con una herida emocional
lo que sucede es que debes limpiarte de ese sentimiento.
2. Abrir las heridas y sacarlas a la luz de Jesús
Abre esas heridas, y dale el dolor a Jesús. Lo que debes hacer es abrir esas heridas ante
la luz (Jesús), para que puedan ser sanadas. Que es abrir? Es contarlas, decirlas, Mientras las
mantengas en la oscuridad, nunca sanarán completamente. Si tuvieras una herida física, y se
convirtiera en una infección, y simplemente pusieras una venda sobre la herida, ¿resolvería
eso el problema? Por supuesto que no! Necesitas quitarte esa máscara, exponerla a la luz, y
aplicar la luz sanadora y matadora de gérmenes de Cristo en esa herida para que pueda sanar.
Necesitamos darnos cuenta que Cristo ha tomado nuestro dolor en la cruz, y si lo transferimos
a él, él está esperando para sanar nuestras heridas. ¿Por qué debemos llevar algo que Cristo
ha llevado por nosotros en la cruz?

3. Desarrollar una actitud agradecida


Desarrollar una actitud agradecida es otra gran clave para recibir sanidad para nuestras
heridas emocionales. La gratitud lleva a la confianza - si estás agradecido por lo que Dios te
ha dado, entonces encontrarás fácil confiar en él en esas áreas de tu vida. El agradecimiento
es también una gran clave para superar los problemas de rechazo - ¿cómo es eso? Porque
cuando empiezas a mirar todo lo que Cristo ha hecho por ti, es imposible que te sientas
rechazado por tu Padre celestial, que es uno de ellos.

4. Dejar el temor
El temor es a menudo una herramienta de Satanás porque cuando ponemos nuestra
confianza en Dios, una tremenda cantidad de paz y sanidad puede tener lugar. El miedo
mantendrá a una persona aferrada a lo que debe ser liberado en las manos de Jesús. Esta es
otra razón por la cual debemos llegar a conocer la verdadera naturaleza buena y amorosa de
Dios hacia sus hijos.
Saber que Dios es un Dios bueno y que tiene en mente lo que más nos conviene, allana el
camino para poder confiar en él por las preocupaciones de la vida. Necesitas saber que
puedes confiar en Dios con tus necesidades, él las entiende, y desea ayudarlo!
5. Creer y confiar en Dios
Otra clave para recibir sanación interior, especialmente desde un trasfondo o raíz de
rechazo, es llegar a un lugar donde sepas que Dios te ama mucho y tiene en mente tu mejor
interés. Si te cuesta creer que Dios es bueno contigo y tiene en mente lo que más te conviene,
entonces te recomiendo leer las escrituras.
Satanás y los espíritus siempre están ansiosos de hacer sentir a una persona como si Dios
estuviera enojado con ellos. Pone a la persona en el borde de su asiento e infunde temor, lo
que hace que se sienta desanimada en su relación con él, y tiende a renunciar a pasar tiempo
con Dios y acercarse a él (¡la fuente de su sanidad!).

6. Enfocarte en la solución y no en el problema


¿Estás enfocado en tus problemas? ¿O centrado en la solución? Aquellos que se
mantienen enfocados en el problema más que en la solución comenzarán a ver el problema
como más grande que la solución. ¿Estamos prestando más atención al problema que a la
solución? ¿Es tu problema más grande que la solución de Dios? Jesús vino a traer la solución,
y nosotros tenemos que aceptar la solución, hace uso de su trabajo y sangre que le trae
mucha gloria, pero al prestar más atención al problema, ignoramos la solución que Jesús
proveyó y le hacemos mentiroso, y nos burlamos de lo que él pasó por nosotros.

7. Derribar las paredes que prohíben el poder del Espíritu santo


Otra de las claves más grandes para sanar en el interior es derribar las paredes que
prohíben el poder sanador y la luz del Espíritu Santo para alcanzar la herida y traer la sanidad.
El Espíritu Santo está muy ansioso y listo para sanar nuestras emociones heridas, pero
también es un caballero y no anulará nuestro libre albedrío. Él honra tanto nuestro libre
albedrío, que incluso nos dejaría elegir rechazar a Jesús y terminar en el infierno - ¡Él ni
siquiera nos forzará a ir al cielo! Nuestro libre albedrío puede elegir derribar nuestras paredes
emocionales o mantenerlas en su lugar.
¿A qué paredes me refiero? Son nuestras propias reacciones a lo que se nos hizo. Cuando
reaccionamos con enojo, amargura, resentimiento, y escogemos dar lugar al diablo en
nuestros corazones, estamos levantando muros alrededor de nuestras heridas que
prohibirán que la luz de Cristo las sane. Por eso es vital que asumamos la responsabilidad de
nuestras reacciones ante lo que se nos ha hecho. No estamos descartando o justificando lo
que se nos hizo, simplemente no permitiendo que las paredes se levanten para prevenir que
el Espíritu Santo sane nuestras heridas.

Parece mucho no? Pero déjame decirte algo. Por algo debemos empezar.
Hoy solo te voy a pedir que hagamos el primer y el segundo punto reconocer que tenes una
herida y resolver el sentimiento de culpa. Te parece?

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