Está en la página 1de 3

UN CORAZÓN SANO

Somos personas que pasamos procesos para madurar, canción “cuando pienso en tu
amor… y todo lo que he sido y hasta a donde me has traído…” sabes que muchas veces nos
podemos evitar muchos problemas y retrasos cuando escuchamos y hacemos caso a
nuestros pastores, pero creemos que tenemos el control total de nuestro corazón y NO es
así porque que a veces no queremos que ni nos toquen, ni nos hablen, ni nos miren… es
porque tenemos nuestro corazón herido, y SÍ amamos y servimos al Señor y en lo profundo
reconocemos que el Señor tiene que RESTAURAR nuestro corazón y es algo CONFUSO,
porque amamos al Señor con todas nuestras fuerzas, nuestra alma, y le servimos, estamos
trabajando para nuestro Señor, en nuestro llamado y ministerio…PERO lo hacemos con un
corazón, con un corazón frustrado, con un corazón endurecido, PORQUE NADIE podría decir
que NO te a acontecido algo y tu corazón haya sido herido, dañado, a mi nadie me a
ofendido y no he ofendido a nadie… porque vivimos en un mundo donde ocurren
situaciones que van dañando nuestro corazón , el problema es que todos esos sentimientos
buenos, malos, bonitos, feos van depositándose en nuestro corazón y van provocando algo
y ese algo va afectando nuestro comportamiento con las demás personas, en nuestra casa,
en nuestro trabajo… con las personas que amamos, en nuestro servicio, en nuestro
ministerio… PORQUE el corazón tiene algo: una herida, un dolor, una rabia, una frustración,
una rebeldía… pero ¿Cuál es la única forma que nosotros tenemos para poder sanar todas
esas heridas? lo PRIMERO es RECONOCER que tenemos heridas y necesitamos sanarlas
(como en un centro de rehabilitación) nuestras palabras son decretos que afectan la
atmosfera espiritual, necesitamos decir que NECESITAMOS AYUDA y cuando reconoces que
necesitas la ayuda y empieza todo el proceso que te va a sacar de esa condición y TODOS
tenemos algo en nuestro corazón PERO cuando llegas a esta Casa y escuchas la VOZ de Dios
y la del hombre y mujer de Dios, de tus líderes, esa dureza, esa herida de tu corazón va ir
siendo tratada para que camines en libertad y vivir en la plenitud en Cristo.
Es bueno involucrarse en las áreas de servicio en la iglesia, y tal vez digas ¿Cómo puedo
servir al Señor y a los demás con un corazón herido, dañado, ofendido, apretado? Y te
piden que ores por alguien y tú sabes que también necesitas ayuda y te dan ganas de
decirle mejor OREMOS juntos, no creo que el diseño de Dios sea servirle siempre con una
dificultad, su palabra nos dice que vamos de gloria en gloria, de victoria en victoria, lo que
te hirió hace 10 años atrás NO puede seguir afectando tu corazón, lo que te ofendió NO
puede seguir marcando tu vida, y todos esos sentimientos que viviste NO pueden seguir
ENDURECIENDO tu corazón, PORQUE SI ESTAS CAMINANDO CON CRISTO (Porque Él es el
sanador, quiere decir que NO le entregaste tu corazón para que Él lo sanara) y ya son años
que vives en esa condición, podemos entenderlo de una persona que recién esta
caminando con el Señor, pero nosotros ¿Qué pasó? SOLO TIENE una respuesta… NO
FUIMOS A LA FUENTE de sanidad.
¿Qué es el corazón para Dios? Es lo que soy por dentro, mis emociones, mis sentimientos,
mis deseos, lo que quiero hacer, mi corazón está conectado con mi cuerpo y existe el
lenguaje corporal; si estas pasando alguna situación tu actitud se puede comprender. En
Proverbios 23:7 “cuál es su pensamiento en su corazón tal es él” cuando dices: “NO QUERÍA
DECIR ESO… sí lo querías decir; SE ME SALIÓ, si se te salió porque estaba dentro porque
está tan lleno tu corazón que saltó no más y a veces metemos la pata (decimos lo que no se
debe en el momento que no se debe) ENTONCES el pensamiento DEFINE mi corazón, si
estas pensando todo el tiempo mal de alguien, no es que justo esa persona le provoca ese
sentimiento, examina tu corazón. En Mateo 12:33 “Porque de la abundancia del corazón
habla la boca” y a veces nuestra boca habla harto y de más. En 1 Samuel vemos a Samuel
buscando un rey y él que andaba mirando lo que sus ojos veían y a Dios NO le agradó que
Samuel hiciera eso, Dios NO mira la apariencia, DIOS MIRA EL CORAZÓN, Dios mira mi
corazón, y nos presentamos delante del Señor bien vestiditos, arregladitos para servirlo y el
Señor nos dice PERMISO… quiero ver tu corazón. No podemos ser superficiales delante del
Señor y podemos disimular los problemas que tenemos en casa, los conflictos que tenemos
en nuestra vida es porque nuestro corazón está funcionando de manera DEFICIENTE y
necesita una INTERVENCIÓN urgente en su vida, nuestro corazón para el Señor NO es un
asunto menor, la iglesia habla poco de los fariseos y los fariseos representan tantas etapas
de nuestra vida, los fariseos miraban lo de afuera, lo que oían de tu oración y no sabían lo
que tenía tu corazón, a veces caemos en esas trampas tontas del enemigo y hacemos lo
mismo que ellos hacían. Lo que el Señor mira es tu corazón como venimos delante de Su
presencia y NO es sólo cuando venimos a esta Casa Espiritual, también en nuestro levantar
y acostar, en nuestro entrar y nuestro salir… Dios mira nuestro corazón TODO el día.
Cuando le entregamos nuestra vida al Señor y decimos “Señor te entrego mi corazón…” y
NO se lo entregamos TODO, no le entregamos algunas áreas de nuestra vida (y son las mas
dañadas) al Señor le diste DERECHO LEGAL para hacer 2 cosas: PARA TRANSFORMAR MI
VIDA, MI CORAZÓN y para que lo cambies de ser necesario, Dios hace una criatura nueva de
nosotros, ¿porque NOS SIGUEN DOLIENDO las cosas de antes? Porque me siguen doliendo,
dañando las cosas de antes… Lo que el Señor puede hacer lo que dice Ezequiel 11:19 “Nos
dará un corazón y un espíritu nuevo para que andemos en sus ordenanzas”. Hay cosas que
NO están resueltas y las estamos cargando y nos hacen daño y ya NO son una herida, sino
una DUREZA, porque tanto que nos ofenden o ofendemos (me dijeron esto y tengo herido
mi corazón) no solo a nivel de iglesia, es en todos los niveles, y TANTOP que te ofenden que
dices: A MÍ NUNCA MAS ME VAN A OFENDER y ahí mudo tu corazón de herido a un corazón
DURO (Pobre de aquel que me ofenda ya me va a conocer) pasaste de tener un corazón
herido con una herida abierta y COMO NUNCA LO TRATASTE, nunca buscaste al Señor,
nunca le dijiste SEÑOR NECESITO AYUDA, siento que mi corazón no está funcionando bien
vas a tener una DUREZA en tu corazón. En Proverbios 26:26 “Dame hijo mío tu corazón” y
cuando tú se lo das para que lo sane, restaure o cambie, es cuando vas a sentir que caminas
en la voluntad de Dios (tal vez han pasado tantos años que estabas caminando con un
corazón herido, dañado, duro) En esta mañana dile al Señor: EXAMINA MI CORAZÓN, a
veces perdemos el tiempo tantos años y Su palabra dice que debiendo ser maestros
seguimos siendo NIÑOS. ¿Qué cosas endurecen el corazón? Los pecados reiterativos TODO
EL QUE PRACTICA el pecado, ¿cuál es tu pecado? El pecado que mas endurece el corazón es
la REBELDÍA el que dice “YO NO LO VOY HACER COMO ME LO DICEN, LO VOY HACER COMO
YO QUIERA” A MI NADIE ME VA A DECIR LO QUE TENGO QUE HACER, PORQUE TENGO QUE
HACER LO QUE HACEN TODOS SI YO NO SOY UN ROBOT.
La rebelión, la desobediencia es un estado que nosotros cargamos por naturaleza y
comienza hacer alianza con otros espíritus y esto pasa a ser de una situación emocional en
nuestro corazón pasa a ser una batalla espiritual, por que la rebelión es un estado que
cargamos pero hace alianza con la obstinación, la desobediencia, la crítica y lo que era
pequeño se hace grande y TODAS estas cosas van poniendo el corazón duro delante del
Señor, TODAS nuestra acciones traen una consecuencia, todo lo que hagamos o digamos
para bien o para mal y comenzamos a estancarnos en el mundo espiritual, y empezamos a
ver todo con un ojo crítico. Necesitamos la ayuda del Señor antes que sea tarde, antes que
se endurezca y el diseño de Dios que tenía para nosotros se comienza a escurrir y nos
volvemos en un hermano de sólo domingos, porque no queremos mas compromisos,
Mateo 9:27 “… ten misericordia de nosotros Hijo de David” esa es nuestra actitud cuando
vemos que nuestro corazón no está funcionando de la manera correcta en el verso 28 dice
“Creéis que puedo hacer esto por vosotros” Esta mañana el Señor te pregunta ¿Crees que
puedo cambiar tu corazón? ¿Crees que puedo sanar tus heridas? ¿Crees que puedo quitar
la dureza de tu corazón? Los ciegos le dijeron SÍ Señor, ellos reconocieron que en Jesús
había un poder para hacer algo que ellos NO podían

También podría gustarte