Está en la página 1de 6

3 CLAVES PARA SANAR EL CORAZÓN

HERIDO
Si te preguntas ¿Cómo puedo ser fuerte ante los
problemas y sanar mi corazón herido? En este momento
voy a compartirte aquellos secretos bíblicos, que he
descubierto cuando he atravesado circunstancias
difíciles, y estas a punto de conocer como blindar tu
corazón, para salir avante ante cualquier circunstancia que estés atravesando, para salir en
victoria ante cualquier artimaña del enemigo en contra de tu vida. Si crees en Dios con todo
tu corazón, y crees que Él hará algo grande en tu corazón hoy por medio de su Palabra,
entonces estás leyendo el sitio indicado.
¿Tienes el corazón herido? – Dios quiere sanarlo hoy.
Cuando los problemas vienen a asecharnos, es curioso que siempre sentimos aquellas cosas
en el corazón, es cuando nuestro corazón muchas veces es lastimado, es herido, y porque no
decirlo, se sienten pulsaciones como que alguna aguja atravesase tu corazón, ¿Te has visto
en alguna circunstancia parecida? Déjame decirte que el Señor quiere que seamos libres de
cualquier dolor, de cualquier palabra que te haiga causado esas heridas en tu vida, Él es
especialista en sanar tu corazón herido y abatido, solo tienes que creer en lo que Dios
quiere hacer en lo profundo de tu alma.
El corazón el motor de tu vida
Es importante comprender antes que nada la función del corazón, y por qué muchas veces
se reciente cuando es lastimado, el corazón es el motor de tu cuerpo, y si analizamos el
cuerpo humano nos daremos cuenta de que te puede faltar un dedo, te puede faltar una
mano, un pulmón, un ojo, parte del cerebro, inclusive te puede hacer falta un riñón etc.,
pero tu cuerpo siempre estará funcionando de alguna manera, mientras que tu corazón no
deje de latir…
Además, si quizás te has preguntado, ¿Por qué cuando algo me duele, muchas veces me
toco el pecho en donde está el corazón?, o muchas veces cuando nos falta la respiración, lo
primero que hacemos es tocarnos el corazón, nos dan un susto y pones tu mano sobre tu
pecho para tocar el corazón, e inclusive si te dan una mala noticia, el corazón es el primero
que se acelera, comienza a moverse más rápidamente y se acelera de una manera inmediata.
¿Qué curioso verdad? Todas nuestras emociones están centradas en nuestro corazón
indiscutiblemente.
Ahora podemos darnos cuenta, del por qué es que los problemas que te puedan estar
agobiando, tienen que ver con tu corazón, por esa razón es que el enemigo muchas veces
quiere tocarte de alguna manera el corazón de donde emanan las emociones y la vida, y si
no estás preparado o preparada para resistir sus constantes ataques es probable que tu
corazón quede lastimado para siempre, y esto lo hablo en base a experiencias que me han
tocado ver durante todos estos años como hijo de pastor, en las diferentes congregaciones.
Como puedes darte cuenta, tu corazón es algo muy importante en tú vida, es como el motor
de un carro, cuando lo llevas al taller mecánico, si el motor no sirve, no importa que el auto
se vea lujoso, no importa que el auto parezca nuevo, sin un buen motor ese auto no llegará a
ninguna parte.
Así mismo es con nosotros, no importa que tan bella o bello puede ser un hombre o mujer,
si no tiene un corazón doblegado ante la presencia de Dios “En vano es la hermosura”
(Proverbios 31:30) dice el Señor en su Palabra, y digo esto, porque muchas veces el ser
humano es causante de que los corazones sean heridos muchas veces al dejarse usar por el
enemigo, pero gracias a Dios tenemos su Palabra que hoy puede sanarte si has sido
lastimada o lastimado. Dios quiere renovar tus fuerzas, pero para ello es necesario
comprender su Palabra.
Tip: Antes de leer estas líneas, deja que sea el Señor quien te ministre, ponte cómoda,
siéntete confortable, ya que, si logras comprender estos puntos, te garantizo que, a partir de
hoy, el Señor hará algo grande en tu vida.
CÓMO SANAR HERIDAS EN EL CORAZÓN
Voy a darte algunas claves importantes que he logrado comprender en la Palabra de Dios,
para que comiences a caminar con un corazón de acero, pero cuando hablo de acero, no me
refiero a que tengas que ser áspero (a), me refiero a tener un corazón de acero para el Señor
que está capacitado para poder salir adelante en medio de cualquier circunstancia, un
corazón capaz de resistir los embates de la vida, un corazón que no se doblegará ante las
cosas terrenales, es un corazón capaz de resistir mediante el poder de la Palabra de Dios.
¿Te interesa? Aquí vamos con la primera clave.

1. LA PRIMERA CLAVE PARA SANAR TU CORAZÓN


Necesitas primero que nada reconocer que un corazón sin Cristo, en donde Cristo no es el
centro de ese corazón, es un corazón que es engañoso, es un corazón que es perverso, y
para describirlo me gustaría que leyeras el verso de Jeremías 17:9-10, en donde se habla
acerca de que el corazón es sin lugar a dudas “engañoso y perverso”, pero más adelante
podemos ver que el corazón del hombre se encuentra desnudo ante los ojos de Dios. Por lo
tanto, el Señor es capaz de escudriñar cada corazón, junto con la mente, y es aquí en donde
debes de tomar muy en cuenta esto, porque nos servirá en las siguientes claves. Quiere
decir que Dios está al pendiente de cada corazón, Él reconoce que es perverso, pero a su
vez nos está advirtiendo de que Jehová escudriña y pesa el corazón. Esto para un corazón
que no quiere buscarle, es sin duda un punto sin importancia, pero tú que deseas ser sanado
(a), es muy importante que comprendas este punto.
El corazón desde los tiempos inmemorables de Adán Y Eva, ha sido engañado por el
enemigo, y esto nos ha marcado hasta nuestros días, puesto que desde ese pecado, la Biblia
nos habla de que todos estamos destituidos de la gloria de Dios por haber pecado, pero para
eso apareció el hijo de Dios Cristo Jesús para romper toda obra de la carne, es decir, para
poder romper ese pecado que viene arrastrando el mundo al maquinar engaño y perversión;
pero recordemos debemos de poner a Cristo como el Salvador de nuestras almas, y el
centro de nuestro corazón. Para comenzar a sanar cualquier herida, es importante que
confieses con tu boca, que Cristo es el centro de tu vida, y la clave está en aferrarte a Cristo,
al decirle desde lo profundo de tu interior: “¡CRISTO SE TU EL CENTRO DE MI
CORAZON!”
No puedes ser sanado (a), si tu mirada y tu vista esta puesta en el mundo, cuando sabes
perfectamente bien que el mundo es engañador por que el enemigo opera desde el principio
y maquina engaño contra el ser humano, quien le ha dado cabida, antes que a Cristo. Por
esa razón cuando tú crees, pero cuando te hablo de CREER, me refiero a que dejes de ver a
la humanidad como algo “mayor que Cristo”, me refiero a que, si Cristo es el primer lugar
en tu vida, aquellas personas que te han herido, es sin duda porque no tienen a Cristo como
el centro de su vida, y no puedes permitir que ellas te hagan daño, pero para evitarlo
necesitas creer que Cristo esté operando total y completamente dentro de ti. Necesitas creer
que Él es tu todo sobre cualquier enfermedad, sobre cualquier dolencia, y sobre cualquier
herida causada en tu corazón teniendo en tu vida el temor y la plena confianza en Dios.

2. SEGUNDA CLAVE PARA SANAR LAS HERIDAS EN TU CORAZÓN


Comprendiendo la primera clave, ahora pasaré a explicarte la segunda clave que se
encuentra en otro verso de la Biblia descrito en Salmos 51:10, en donde se describe una
plegaria del Salmista hacia Dios. Esta plegaria relata la necesidad de crear un corazón
“Limpio y Recto”, es aquí en donde quizás te preguntarás ¿Por qué debería de pedir un
corazón limpio? Y la respuesta es sencilla… cuando tú pides un corazón limpio, siguiendo
las instrucciones del verso, es cuando comienzas a experimentar el poder de Dios dentro de
tu corazón, en consecuencia, esa plegaria subirá ante la presencia de Dios, y es entonces
cuando aquel corazón herido, comienza a ser transformado y renovado por medio del poder
del Espíritu Santo.
Cuando pides la renovación de un espíritu recto, no solamente tu corazón está siendo
transformado, además tu espíritu, que muchas veces es dañado junto a tu corazón, ambos
comienzan a ser restaurados, comienzan a ser transformados, y es entonces cuando
comienzas a ver la mano de Dios sobre aquellas heridas que te estaban estorbando.
Un ejemplo claro, es cuando alguien lava su ropa, que de hecho a mí me gusta lavar mi
ropa, pero cuando tu lavas la ropa, y la sacas para revisarla, te das cuenta que si tiene
alguna mancha, hay que volver a comenzar el proceso de lavado, porque no quedaste
satisfecho (a) con la limpieza; Y en consecuencia deseas que esa prenda de vestir quede
impecable; algo similar es pedirle a Dios un espíritu recto y un corazón renovado, y si tú
deseas tener un corazón que esté libre de heridas, que esté libre de manchas, para ello, es
necesario que comiences esa oración, creyendo en que Dios es el especialista en
imposibles, y es capaz de darte un corazón completamente renovado, sin heridas, y con
nuevas fuerzas para enfrentar cualquier otra situación en tu vida, pero sobre todas las cosas
para continuar sirviendo a Dios, que es el propósito principal de mantener un corazón
renovado  y limpio para el Señor.
Cuando tu estas convencido (a) de que Dios puede obrar magistralmente en tu vida, debes
de recordar que para Dios no hay nada que pase desapercibido, ¿Recuerdas la primera
clave? Dios escudriña los corazones, y a Él le agrada que nosotros reconozcamos nuestras
dolencias, que vayamos al Padre para ser renovados, le agrada que sus hijos le
manifestemos que le necesitamos, que deseamos un toque restaurador y renovador en
nuestra vida.
Cuantas veces en las congregaciones han existido infinidad de problemas, y todos muchas
veces “quieren ayudar a solventarlos”, algunos hombres que quizás no están inspirados por
el Espíritu Santo dan muchas veces consejos malos, y en consecuencia agravan más las
situaciones, pero por esa razón amada hermana (o), jóvenes si tan solo comprendiéramos
estos misterios bíblicos, te aseguro que tú no tendrías necesidad de andar pidiendo ayuda
más que a tu pastor, porque al comprender la Palabra de Dios, estamos además echando a
andar nuestra fe, y no hay cosa más bella que confiar con todo tu corazón en Dios, y que Él
hará algo extraordinario en tu vida el día de hoy, si tan solo lo puedes creer.
Por esa razón dile al Señor, “renueva mi corazón, sana las heridas del ayer que me están
perturbando, y renueva un espíritu recto para tu servicio”.

3. LA CLAVE QUE SANARÁ TU CORAZÓN POR COMPLETO (3)


No es que la segunda clave no pueda concluir el sanar tu corazón, pero es importante
comprender por qué hay tanta lucha con el corazón, realmente como te has dado cuenta,
nuestro corazón es el eje de nuestro cuerpo, y por esa razón es que el enemigo procura
destruirte comenzando por el corazón, para de esa manera mantenerte ocupado (a) en las
cosas terrenales, y de esa manera logra frenarte para que no puedas ejercer el servicio pleno
ante Dios. Una cosa son las heridas, y otra cosa son los problemas, ambas cosas son muy
distintas, las heridas muchas veces se transforman en amargura, en odio, en rencor, y es
necesario que mantengas tu corazón integro para el Señor, y para ello grábate este texto
bíblico que se encuentra en Proverbios 23:26, en donde claramente Dios te dice: “Dame
hijo mío tu corazón”, ahora comprendes porque hay tanto problema con el corazón, porque
todas esas heridas son distracciones que el enemigo pone en los hijos de Dios, para de esa
manera “mantenerlos ocupados y distraídos en esos problemas”, para que no le entreguen al
Señor en su totalidad su corazón. Estas cosas las he visto aún con aquellos creyentes que
tienen a Cristo en su corazón, y que por alguna razón se han visto sumergidos en una serie
de conflictos con el corazón.
En el mundo, las personas cantan con la cerveza en la mano, por las heridas que les han
causado en el corazón, muchos asisten a conciertos para que alguna canción les ayude a
sanar su corazón herido (aunque sea temporalmente), o para que les ministre más tristeza o
depresión, en el mundo muchos componen canciones a la perversión del corazón, en el
mundo hay personas que no les importa herir el corazón. Pero ese es el mundo, nosotros
como hijos de Dios debemos de entender a profundidad los misterios de la Palabra de Dios,
para de esa manera blindar nuestro corazón para que el enemigo no pueda tocarnos.
Al nosotros entregarle de lleno el corazón al Señor – pues Él nos lo está pidiendo, siendo Él
nuestro Salvador y dador de la vida-, automáticamente le estamos entregando nuestras
emociones, de tal manera que cuando el enemigo quiera utilizar a alguien para causarnos
heridas, nosotros estamos convencidos de que le hemos entregado el corazón a Dios, y lo
hemos puesto en sus manos, en consecuencia, cuando alguien quiera venir a tratar de
herirte, el Señor te dirá: “Ten calma, tu corazón me pertenece, y está en mis manos, tus
oraciones han sido escuchadas, y yo he decidido tomar tu corazón para pelear por ti”.
Alguien viene y quizás te hiere verbalmente, el Señor te dice: “No pasa nada, tranquilo (a)
tu corazón me pertenece”, si en caso vienen los dardos del enemigo a intentar destruirte el
Señor te dice: “No hay problema, estás en mis manos, confía en mí, tu corazón es mío”… y
así sucesivamente tienes la confianza en que tus emociones ya no se mueven conforme a tu
carne, ahora se mueven conforme al corazón de Dios, cuando decides que sea Dios el
dueño de tu alma, de tu mente, de tu corazón y de todo tu ser. De esa manera no te
importarán las situaciones que puedas atravesar. Cuando sabes que tu corazón le pertenece
a Él, tienes ganado el reino de los cielos.
Ves porque es importante poner en práctica estos puntos, la Biblia está llena de tantas
promesas que aún mucho pueblo de Dios desconoce, pero cuando decidimos poner en
práctica nuestra fe, con su bendita y gloriosa Palabra, no hay duda de que Dios estará
complacido de que nuestro corazón ya no pertenece a lo terrenal, pues hemos comprendido
que hay alguien a quien si le importa sanar y renovar un corazón para su gloria.
Para ir terminando, quiero ofrecerte un tip que he puesto en práctica ante el Señor, y esto
me ha permitido convertir mi corazón en un corazón de acero, para el servicio de Dios; en
lo privado dobla tus rodillas en tu cama y dile las cosas que te han estado lastimando,
cuéntaselas como a ese amigo fiel por excelencia y dile en la quietud de la noche:
Padre, vengo una vez más ante tu presencia, reconozco que soy pecador (a), pero mediante
Cristo he alcanzado el perdón de pecados, vengo a exponerte estas situaciones que están
lastimando mi corazón, vengo a comentarte que el día de ayer hubieron unas palabras que
me lastimaron el corazón, tu Palabra dice; “Dame hijo mío tu corazón”, por favor Señor,
toma mi corazón para que pueda ser renovado, restaurado y puedan “mis ojos ver tus
caminos” como dice tu Palabra, Padre te suplico que arranques de mi vida toda herida, toda
palabra negativa que no me está permitiendo adorarte con todo mi corazón, soy tu hijo (a),
y deseo tener un corazón que pueda amarte, y honrarte solo a ti, y pueda siempre ser mi
corazón agradecido, aunque halla atravesado desiertos, aunque me hubieses pasado por el
fuego, deseo obtener ese corazón puro y limpio de toda basura que el enemigo hubiese
querido sembrar en mi vida, arranca Señor toda raíz destructora, que me esté impidiendo
alabarte y honrarte con todo mi corazón, confiando en lo que tu Palabra dice, sé que
comenzarás a obrar en mi vida. ¡Amen!
Cuando oras en privado y le expones al Señor todas esas cosas que te han estado
lastimando, Dios entonces comienza a ver la sinceridad de lo que le estas pidiendo, y en ese
momento te escudriña, y es entonces cuando Él comienza una intervención magistral y
quirúrgica, y te arranca toda esa basura que el enemigo haya querido implantar y sembrar
en tu corazón. En consecuencia, comenzarás a experimentar un cambio radical en tu ser.
Al pasar los días, o en ese mismo instante que lo pides, dependiendo de tu fe, un día
amaneces y dices: “Que extraño, me siento como nuevo (a), me siento como una plumita
sin peso alguno, me siento tan bien, algo pasó esta noche en mi corazón, siento una paz
enorme, siento un gozo tremendo, siento que un nuevo día ha nacido hoy”. Pero tú y yo
sabemos, que has puesto en práctica estas palabras descritas en la Biblia, y ahora eres parte
del equipo de los corazones de acero. ¡Animo!  Dios está de tu lado y puede sanar tu
corazón herido hoy mismo, él lo hizo conmigo, y hoy está dispuesto a hacerlo contigo.
Te amo en el amor del Señor, y deseo que estas palabras puedan bendecirte para que seas
un hombre o mujer, o joven que ha logrado un corazón de acero al servicio de Dios.

Proverbios 4:23

https://emersondiaz.com/claves-sanar-corazon-herido/

También podría gustarte