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PROPIEDADES DEL HORMIGON ENDURECIDO.

El hormigón experimenta un proceso de endurecimiento progresivo que lo transforma de un


material plástico en un sólido, producido por un proceso físico-químico complejo de larga
duración, del cual se ha dado una somera explicación en los Capítulos anteriores.

En esta etapa, las propiedades del hormigón evolucionan con el tiempo, dependiendo de las
características y proporciones de los materiales componentes y de las condiciones ambientales
a que estará expuesto durante su vida útil.

La previsión de las propiedades. que posee el hormigón en una etapa determinada de este
proceso de endurecimiento no es posible en la actualidad deducirla directamente de las
características del proceso, sino que debe recurrirse a ensayos que evalúan en forma directa
dichas propiedades.

En este Capítulo se resumirá la forma de determinación de las propiedades más importantes


del hormigón en su etapa de endurecimiento y el alcance que debe dárseles para su correcta
interpretación.

Estas propiedades son: la densidad, la resistencia, las variaciones de volumen y las propiedades
elásticas del hormigón endurecido.

4.2. Densidad del Hormigón.

La densidad del hormigón se define como el peso por unidad de volumen.

Depende de la densidad real y de la proporción en que participan cada uno de los diferentes
materiales constituyentes del hormigón. Para los hormigones convencionales, formados por
materiales granulares provenientes de rocas no mineralizadas de la corteza terrestre su valor
oscila entre 2.35 y 2.55 kg/dm3.

La densidad normalmente experimenta ligeras variaciones con el tiempo, las que provienen de
la evaporación del agua de amasado hacia la atmósfera y que en total puede significar una
variación de hasta alrededor de un 7% de su densidad inicial.

Está relacionada con otras propiedades del hormigón, en particular con su resistencia y aislación
térmica, acústica y a las radiaciones.

Pueda. ser variada artificialmente, ya sea por debajo o sobre los valores señalados,
constituyendo en este caso los denominados hormigones livianos o pesados, respectivamente.

Los hormigones livianos se obtienen por medio de la incorporación de aire, ya sea directamente
en la masa del hormigón o incorporada en los áridos utilizando áridos livianos. Su densidad
puede alcanzar valores tan bajos como 0.5 kg/dm3 y se utilizan principalmente cuando se desea
obtener aislación térmica y acústica mayores que las del hormigón convencional.

Los hormigones pesados se obtienen mediante el uso de áridos mineralizados, cuya densidad
real es mayor que la de los áridos normales. Su densidad puede alcanzar valores hasta de 5.0
kg/dm3 y se utilizan principalmente cuando se desea obtener aislación contra las partículas
radiactivas.
En el Capítulo 9 se analiza con mayor detalle la aplicación de estos conceptos.

4.3. Resistencia del Hormigón.

La resistencia es una de las propiedades más importantes del hormigón, principalmente cuando
se le utiliza con fines estructurales.

El hormigón, en su calidad de constituyente de un elemento estructural, queda sometido a las


tensiones derivadas de las solicitaciones que actúan sobre éste. Si sobrepasan su capacidad
resistente se producirán fracturas, primero de origen local y posteriormente generalizadas, que
podrán afectar la seguridad de la estructura.

Por este motivo, los elementos estructurales deben ser dimensionados de manera que las
tensiones producidas no sobrepasen la capacidad resistente del material constituyente, lo cual
muestra la importancia de conocer esa característica.

El examen de las teorías de rotura de los materiales demuestra que esta capacidad resistente
debe ser evaluada principalmente para las tensiones normales (compresión y tracción) y de
corte.

En los párrafos que siguen analizaremos las características que éstas asumen en el caso del
hormigón.

4.3.1. Resistencia a la Compresión.

El procedimiento de ensayo para la determinación de la resistencia a la compresión del


hormigón está establecido en NCh 1307.

El valor de resistencia obtenido en el ensayo no es, sin embargo, absoluto, puesto que depende
de las condiciones en que ha sido realizado. Entre estas condiciones, las de mayor influencia
son las que se analizan a continuación.

A Forma y dimensiones de la probeta utilizada para el ensayo.

Las probetas normalmente empleadas para determinar la resistencia a la compresión son de


forma cúbica o cilíndrica. De las primeras, se emplean de preferencia las de 15 y 20 cm de
arista, y para las segundas, las de 15 cm de diámetro y 30 cm de altura.

Se han establecido fórmulas que relacionan la resistencia obtenida en un tipo de probeta con la
que se obtendría para el mismo hormigón ensayado en otro tipo de probeta. A continuación, se
indican relaciones entre probetas cúbicas de 20 cm de arista con probetas cilíndricas de 15×30
cm:

Por otra parte, también existen coeficientes que relacionan la resistencia medida en probetas
de diferente dimensión, tales como los que se indican en la Tabla siguiente para probetas
cúbicas de 20 cm.(□ 20) y cilíndricas de 15 x 30 cm (015):
B Condiciones de Ejecución del Ensayo.

El ensayo debe ser ejecutado estrictamente en las condiciones establecidas en NCh 1037, de
las cuales las de mayor importancia son:

Velocidad de aplicación de la carga de ensayo. La velocidad de aplicación de la carga debe ser


tal que la tensión de rotura a compresión se produzca en un tiempo mínimo de 100 segundos a
una velocidad máxima de aplicación de la carga de 3.5 kg/cm2/s.

Estado de las superficies de aplicación de la carga de ensayo. Las superficies de la probeta en


las que se aplica la carga de ensayo deben ser totalmente planas, de manera que no se
produzcan concentraciones locales de tensión que conduzcan a fractura anticipada de esos
sectores.

Para este objeto, las caras de apoyo de las placas de la prensa en que se efectúa el ensayo
deben estar terminadas de manera que sean lisas y planas, no debiendo existir desviaciones
superiores a 0.015 mm. Centrado de la carga de ensayo. La probeta de ensayo debe ser
colocada en forma centrada con respecto de la placa de la prensa, de manera que no se
produzca excentricidad en la aplicación de la carga de ensayo con respecto del eje de la probeta,
pues induce un momento de flexión y, con ello, tensiones de tracción que disminuyen el valor
final de resistencia.

La resistencia obtenida es inversamente proporcional a 1 + 3e, siendo e la excentricidad de la


carga, expresada en porcentaje.

C Características del Hormigón.

Algunas características del hormigón condicionan de manera importante su resistencia a la


compresión. Su conocimiento permite predecir en forma aproximada la probable resistencia a
compresión de un hormigón que tenga determinados valores de esas características.

De éstas, las de mayor importancia son las que se analizan a continuación.

Tipo de Cemento. El tipo de cemento empleado para la elaboración del hormigón condiciona su
resistencia a compresión, en particular la correspondiente a los primeros meses. Para los
cementos nacionales, pueden establecerse las siguientes cifras medias aproximadas:
Estas cifras varían de acuerdo a la procedencia del cemento, pero, en líneas generales,
demuestran que la influencia del tipo de cemento es menor para mayores edades, pudiendo
estimarse que para tiempos de alrededor de 6 meses ya es poco significativa.

Razón agua/cemento. Este factor es determinante en el valor de la resistencia de un hormigón.


Por este motivo, ha sido ampliamente investigado desde los primeros tiempos del desarrollo de
la Tecnología del Hormigón.

De las relaciones que ligan ambos parámetros es conveniente mencionar las determinadas por
los investigadores Féret y Bolomey, los que han establecido las siguientes relaciones:

Los coeficientes k y K de ambas fórmulas dependen del tipo de cemento utilizado y deben
determinarse experimentalmente. Debe señalarse que, para los cementos nacionales, el
coeficiente K tiene los valores aproximados que se indican a continuación para ensayos
realizados a 28 días de edad:

Edad del hormigón. La resistencia del hormigón aumenta con su edad en forma prácticamente
indefinida, aun cuando el incremento es más fuerte inicialmente que en las etapas posteriores.

Este aspecto ha sido también evaluado cuantitativamente por diversos investigadores, de


cuales se incluyen a continuación las expresiones derivadas por Rós y por Venuat, la primera
por haber sido extensamente aplicada en nuestro país, y la segunda por estimarse que
representa bien este aspecto para los hormigones elaborados con los cementos nacionales.

siendo t el tiempo o edad del hormigón, expresado en días.

Los coeficientes K, y K2 que figuran en ambas fórmulas deben ser determinados


experimentalmente. Para la fórmula de Venuat, éstos tienen aproximadamente los valores que
se señalan a continuación, para hormigones de clase H25 o superior:

D Condiciones Ambientales.

En general, las condiciones ambientales a las cuales está sometido el hormigón durante su vida
útil ejercen una influencia importante sobre su resistencia y, en particular sobre su resistencia a
la compresión, aspecto que es sobre el cual existe mayor documentac1on relacionada con esta
materia.

Se indican a continuación algunos antecedentes de tipo general acerca de las influencias que
ejercen las condiciones ambientales de temperatura y humedad a que se encuentra sometido
el hormigón sobre su resistencia a la compresión.

En relación con la temperatura debe señalarse que su efecto puede ser aproximadamente
evaluado a través del concepto de madurez, definida como:

y que establece que hormigones con igual madurez tienen igual resistencia.

No existen, en cambio, investigaciones que resuman los efectos de la humedad ambiental sobre
la resistencia a compresión.

La Figura 4.1, que corresponde a experiencias realizadas por el Bureau of Reclamation,


contiene algunos antecedentes que deben considerarse como referencias de carácter
cualitativo, pues fueron estudiadas para hormigones elaborados con cementos de tipo Portland,
motivo por el cual no son extrapolables a las condiciones de l0a cementos nacionales.

Ella permite observar la importante influencia que ejerce la humedad ambiente en que es
mantenido el hormigón y, en consecuencia, la necesidad de efectuar un debido curado del
hormigón en sus primeros días.
4.3.2. Resistencia a Tracción.

La resistencia a tracción del hormigón ha sido considerablemente menos estudiada que la


resistencia a compresión, en parte debido a la mayor incertidumbre que existe para su
determinación.

Esta incertidumbre empieza con la forma de ejecución del ensayo, existiendo tres formas
distintas para efectuarlo: por tracción directa, por flexión y por tracción indirecta, cada uno de
las cuales conduce a valores sensiblemente diferentes.

A. Ensayo de Tracción Directa. Consiste en la aplicación de dos cargas opuestas


colineales con el eje de la probeta que se ensaya.
Este ensayo no ha sido normalizado, siendo de difícil ejecución, por no existir procedimientos
seguros para la transmisión de las cargas, que eviten la concentración de tensiones o
excentricidades en las caras de carga, las que, al producirse, introducen factores importantes
de error en los ensayos.

Actualmente el ensayo se efectúa adhiriendo una probeta prismática a las placas de la prensa
que aplica las cargas de tracción, lo que ha simplificado su ejecución.

Por otra parte, como el valor de resistencia a la tracción directa no es normalmente considerado
como parámetro de diseño, existen pocos estudios que lo correlacionen con los otros ensayos
de tracción o con el de compresión.

 Ensayo de Tracción por Flexión. Consiste en someter a una vigueta de hormigón a un


ensayo de flexión mediante una o dos cargas concentradas.
Este ensayo ha sido normalizado en NCh 1038, en la cual se establece que si la altura de la
vigueta de ensayo es inferior a 15 cm, debe efectuarse la aplicación de una carga centrada en
su luz libre, y si es mayor de dicha dimensión debe efectuarse con cargas concentradas
aplicadas en los tercios de la luz libre.

La resistencia a flexión se calcula mediante la expresión de Navier utilizando el momento de


flexión máximo, excepto que la fractura se produzca fuera del tercio central, caso en el cual se
considera como brazo la distancia desde la fractura al apoyo más cercano.

Este ensayo es aceptado más universalmente como medida de la resistencia a tracción del
hormigón, a pesar de presentar una duda en la validez de la hipótesis de Navier hasta la
producción de la rotura de la vigueta y de ser muy influenciado por la homogeneidad de su
fabricación.

Es también un ensayo de ejecución relativamente compleja, principalmente porque requiere de


un equipamiento de moldes y prensa que no son comunes en todos los laboratorios.

 Ensayo de Tracción Indirecta o Hendimiento. Consiste en someter a una probeta


cilíndrica o cúbica a una carga lineal concentrada según dos ejes longitudinales
opuestos. Al aumentar estas cargas, la rotura se produce por tracción según el plano
formado por los ejes de carga.
Este ensayo ha sido normalizado por NCh 1170.

La tensión de rotura se calcula mediante la expresión


El ensayo es de simple ejecución, pero presenta el inconveniente de que el valor para la tensión
de rotura se obtiene por exceso, a causa del efecto de compresión producido en torno a la línea
de carga. Algunos investigadores han propuesto correcciones para este efecto, pero ellas aún
no son consideradas por las Normas que regulan este ensayo.

Los ensayos de tracción antes descritos han sido correlacionados con la resistencia a
compresión por distintos investigadores. Los resultados medios obtenidos pueden resumirse en
la Tabla 4.1 que se incluye a continuación:

Propiedades del Hormigón Endurecido

TABLA 4.1 Relación entre Resistencias a Tracción y Compresión

4.4. Variaciones de Volumen

El hormigón experimenta variaciones de volumen, dilataciones o contracciones, durante toda su


vida útil por causas físico-químicas.

El tipo y magnitud de estas variaciones están afectados en forma importante por las condiciones
ambientales existentes de humedad y temperatura, y también por los componentes presentes
en la atmósfera.

La variación de volumen derivada de las condiciones de humedad se denomina retracción


hidráulica, y las que tienen por causa la temperatura, retracción térmica. Por su parte, de las
originadas por la composición atmosférica, la más frecuente es la producida por el anhídrido
carbónico y se denomina carbonatación.

En los párrafos que siguen se analizarán sus características y la forma de evaluarlas.

4.4.1. Retracción hidráulica.

La retracción hidráulica del hormigón se origina por dos causas principales: endógenas al
hormigón y de tensión superficial del agua acumulada en sus discontinuidades internas.
Las motivadas por causas endógenas se derivan de las variaciones de volumen producidas en
la pasta de cemento durante el proceso de fraguado y endurecimiento.

Esta variación consiste en una contracción, pues el volumen absoluto de los compuestos
hidratados es menor que el de los compuestos originales del cemento. Sin embargo, si el
ambiente está saturado de humedad, la absorción de agua por parte del gel produce una
dilatación que compensa la contracción, pudiendo llegar a generarse una pequeña dilatación si
la humedad se mantiene en forma permanente.

Por otra parte, el agua de amasado contenida en el hormigón se evapora progresivamente si


éste no se mantiene en un ambiente saturado de humedad. Dado que la estructura interna del
hormigón se caracteriza por la existencia de numerosos poros y fisuras de tamaño capilar, al
progresar el desecamiento se producirá en ellos el contacto de una fase líquida, el agua, con
una gaseosa, el aire, lo que generará una importante tensión superficial. Esta tensión se
transmite por adherencia del agua a las paredes de las discontinuidades, alcanzando una
magnitud tal que es capaz de producir la contracción del hormigón.

Como consecuencia del mencionado proceso, si el hormigón se mantiene en un ambiente no


saturado, experimentará una contracción causada por la tensión superficial interna de la fase
líquida contenida en él.

De esta exposición pueden establecerse cuáles son los parámetros preponderantes en la


retracción hidráulica:

Composición química del cemento. La composición química del cemento influye


principalmente en la variación de volumen por causas endógenas, dado que ésta deriva del
desarrollo del proceso de fraguado. En estas condiciones, si la composición del cemento
favorece un fraguado rápido de la pasta, ella también será favorable para una más alta
contracción inicial, si existen condiciones ambientales no saturadas de humedad.

Por las razones indicadas, un alto contenido de C3A favorecerá una rápida y alta contracción
por causas endógenas.

Finura del cemento. Una mayor finura del cemento favorece también una evolución rápida de
sus propiedades, en particular de su fraguado y, en consecuencia, actuará en forma similar a la
indicada para su composición química.

Dosis de cemento. Dado que las variaciones por causas endógenas se originan en la pasta de
cemento, es evidente que una mayor proporción de pasta incidirá en su aumento. En
consecuencia, existirá una relación casi directa entre la dosis de cemento y la retracción
hidráulica por estas causas.

Dosis de agua. La dosis de agua incide directamente en el valor de la retracción hidráulica


causada por tensión superficial, dado que un mayor contenido de agua en el interior del
hormigón conducirá a una mayor cantidad de fisuras y poros saturados, desde donde se origina
la tensión superficial.

En consecuencia, la dosis de agua es un factor de importancia primordial en el valor de la


retracción hidráulica.

Porosidad de los áridos. El mismo fenómeno de tensión superficial que se produce en el


interior de las discontinuidades de la estructura del hormigón puede también generarse en las
de los áridos y sumarse con la anterior. Sin embargo, su efecto es más restringido debido a la
menor detormabilidad del árido con respecto a la de la pasta de cemento.

El valor de la retracción por esta causa queda condicionado por la finura del árido, siendo mayor
cuando ésta aumenta, puesto que ello implica una mayor cantidad de discontinuidades en la
masa del árido.

Humedad. Como se ha indicado al analizar el proceso de retracción endógena del hormigón, la


humedad es un factor importante en la magnitud que ésta alcanza. En forma similar, la
retracción originada por tensión superficial estará también influida por la humedad, puesto que
ella condiciona la velocidad de evaporación del agua interior del hormigón.

El valor global que alcanza la retracción hidráulica puede ser estimado mediante diversos
criterios que existen sobre la materia. De éstos se reproduce en la Figura 4.2 el preconizado
por el Comité Europeo del Hormigón (CEB), en el cual la evolución de la retracción se calcula
mediante la expresión

En la Figura 4.2 se reproducen los valores sugeridos por el CEB para dichos coeficientes.

Propiedades del Hormigón Endurecido


La aplicación de este procedimiento de cálculo estima el valor final que alcanzará la retracción
en el elemento a través del coeficiente. Para una mejor estimación es necesario efectuar
ensayos de laboratorio, que consisten en medir la variación de longitud de una probeta de
hormigón en un ambiente de humedad y temperatura definidas.

Estos ensayos no han sido normalizados en nuestro país, pero sí lo están en normas extranjeras
como la ASTM C 157 o la AFNOR P 15 – 352.

Sin embargo, para su adecuada comprensión es conveniente tener presente que, por las
características que se han señalado para la retracción hidráulica, éste es un proceso progresivo,
puesto que sus dos componentes, la retracción endógena y la derivada de la tensión superficial,
varían en función del tiempo. La primera, a medida que se produce el fraguado y endurecimiento
de la pasta de cemento, y la segunda, según avanza el secado progresivo del hormigón.

Por otra parte, como ambas dependen de la humedad circundante, esta progresión se producirá
desde el exterior hacia la masa interna del hormigón, puesto que mientras el hormigón no pierda
por evaporación su agua de amasado, existirá internamente un ambiente saturado que se irá
secando progresivamente a medida que se produce el traspaso por evaporación hacia la
atmósfera.

El investigador JOISEL ha elaborado un gráfico que muestra cómo evoluciona la retracción


hidráulica para un hormigón de características medias en función del tiempo, el cual se muestra
en la Figura 4.3.

Esta permite apreciar que se trata de un proceso relativamente lento, puesto que el valor final
de retracción a algunos centímetros de profundidad se logra sólo después de períodos
superiores a un año.

Estas características indican que la retracción hidráulica afectará a un elemento de hormigón


desde dos puntos de vista:

 Globalmente, es decir a todo el elemento, aspecto en el cual el efecto producido


dependerá de las restricciones a las deformaciones que posea el elemento. Este efecto
es importante en los elementos esbeltos, tales como pavimentos y estucos.
 Internamente, por efectos de las restricciones generadas entre secciones contiguas
debido a las diferencias de humedad que se producen entre ellas a medida que el
proceso de secado progresa hacia el interior. Este efecto es importante en elementos
masivos.
Las restricciones tanto globales como internas permitirán la producción de tensiones de tracción,
las que, de no ser resistidas por el hormigón, generarán fisuras. Las características de estas
fisuras, a su vez, dependerán de todas las condiciones anteriormente descritas, pero en líneas
generales puede deducirse que, para elementos esbeltos, afectarán una parte importante de su
sección y, en cambio, para elementos masivos su efecto se limitará a una parte de su espesor.

Para atenuar los efectos de la retracción hidráulica pueden tomarse distintas medidas, las que,
en esencia. se derivan de los factores que condicionan su magnitud y son las siguientes:

 Usar cementos de bajo contenido de C3A y de baja finura


 Usar bajas dosis de agua y de cemento para el hormigón
 Mantener el hormigón en un ambiente de alta humedad el mayor tiempo posible
 Dimensionar los elementos teniendo en consideración los efectos de la retracción
hidráulica (armaduras, juntas de contracción).
Propiedades del Hormigón Endurecido

4.4.2. Retracción Térmica.

El hormigón puede experimentar variaciones de volumen causadas por la temperatura, las


cuales pueden provenir tanto externamente de la temperatura ambiente corno internamente de
la generada durante el fraguado y endurecimiento de la pasta de cemento, proceso que, como
se ha dicho, es exotérmico. Estos efectos, por ser independientes en su generación, pueden
superponerse.
Como consecuencia de lo expresado, los principales factores que condicionarán la magnitud de
la retracción térmica son los siguientes:

 variaciones derivadas de causas externas:


• magnitud y velocidad de las variaciones de temperatura ambiental

 variaciones por causas internas:


• características del cemento

••contenido de C3A

••finura de molienda

••temperatura en el momento de su incorporación en el hormigón

La evaluación de la retracción térmica puede efectuarse a partir del valor de las temperaturas
producidas y de las características de dilatación térmica del elemento, puesto que la variación
de longitud producida por efectos térmicos tiene como expresión:

El coeficiente de dilatación térmico del hormigón tiene un valor promedio de , pero puede
variar significativamente de acuerdo a la naturaleza de los áridos particularmente cuando son
de constitución caliza, situación que, sin embargo, en nuestro país es poco común.

La variación de temperatura a su vez puede ser calculada a partir de la distribución de


temperaturas en el elemento, la cual cumple con la ecuación diferencial establecida por
FOURIER:

La ecuación de Fourier puede ser resuelta por cálculo computacional, por ejemplo, mediante el
método de los elementos finitos o por métodos aproximados como el propuesto por SCHMIDT.

Este último se basa en el principio que si el elemento para el cual se efectúa el cálculo se divide
en partes de longitud 61 en el sentido de flujo calórico y se elige la unidad de tiempo de cálculo

FIG. 4.4. Cálculo de la Evolución de Temperaturas por el Método Schmidt.


Los procesos térmicos por causas externas e internas se superponen en forma similar a la
expuesta para la retracción hidráulica, produciéndose efectos parecidos en lo que concierne a
la generación de tensiones de tracción y de la fisuración, sólo que la evolución es mucho más
rápida, como puede verse esquemáticamente en la Figura 4.5.

FIG. 4.5 Evolución comparativa de los efectos Térmicos y Retracción Hidráulica.

Para paliar los efectos derivados de la retracción térmica pueden tomarse algunas medidas,
como las que se describen a continuación:

 Para atenuar los efectos derivados de la temperatura externa, la medida más eficaz
consiste en el aumento de la aislación térmica en los paramentos que limitan con el
exterior.
 Para los efectos térmicos generados por el proceso de hidratación de la pasta de
cemento pueden tomarse diversas medidas, tales como las siguientes:
•Empleo de cementos de bajo calor de hidratación, aceptándose normalmente como tales
aquellos cuyo calor de hidratación a 7 días es inferior a 70 cal/g.

• Disminución de la temperatura interna del hormigón por alguno de los siguientes sistemas:

•• Reemplazo de parte del agua de amasado por hielo durante la revoltura en la hormigonera,
con lo cual se logra rebajar la temperatura inicial del hormigón colocado en obra.

•• Refrigeración del hormigón colocado, por circulación de agua fría a través de serpentines
embebidos en su masa.

• Planificación de las etapas de hormigonado de la obra de manera tal que sean de espesor
limitado, dejando transcurrir un lapso que permita la mayor disipación posible del calor generado
en ese tiempo. EI procedimiento habitual es relacionar el espesor de las etapas con el tiempo
de espera, de manera de dejar transcurrir un plazo de un día por cada 0.5 m de espesor de la
etapa.

4.4.3. Retracción por Carbonatación.

El proceso de hidratación de la pasta de cemento deja una cierta proporción de cal libre, es
decir, sin participar en el proceso químico de fraguado.
Esta cal libre es susceptible de combinarse con el anhídrido carbónico del aire, produciendo
carbonato de calcio, combinación química que tiene un carácter contractivo, por lo cual el
espesor de hormigón afectado por él disminuye su volumen inicial, generándose la denominada
retracción por carbonatación.

En general, el espesor afectado es pequeño, alcanzando sólo algunos milímetros en la zona


cercana a la superficie en contacto con el aire. Sin embargo, por el confinamiento que produce
el hormigón interior adyacente, esa capa queda sometida a tensiones de tracción, pudiendo
fisurarse.

El proceso alcanza mayor magnitud si el hormigón se presenta superficialmente seco, la


humedad relativa del aire tiene un grado de humedad intermedio, alrededor de 50%, y el
hormigón es poco compacto. Disminuye, en cambio, significativamente si el hormigón está
saturado, pues el agua impide la difusión del anhídrido carbónico en los poros del hormigón, o
la humedad ambiente es muy baja, inferior a 25%, pues el desarrollo de la carbonatación
requiere de un cierto curado de humedad mínimo.

Este proceso es importante en los hormigones sometidos a desgaste superficial, pues puede
llevar a desintegrar la zona afectada y proseguir su penetración hacia el interior por repetición
del mismo fenómeno. incluso en hormigones no sometidos a este tipo de solicitación, la
retracción por carbonatación contribuye a provocar la pulverización superficial característica de
los hormigones no curados convenientemente en sus primeros días.

En consecuencia, para atenuar los efectos de la carbonatación es necesario efectuar un buen


curado del hormigón.

En los elementos prefabricados es habitual producir un proceso de carbonatación forzada


mediante un ambiente rico en anhídrido carbónico y baja humedad, con lo cual se logra reducir
las contracciones posteriores.

4.5. Propiedades Elásticas y Plásticas del Hormigón.

El conocimiento de las propiedades elásticas del hormigón es necesario para establecer la


relación entre tensiones y deformaciones, aspecto que adquiere gran importancia en algunos
problemas de tipo estructural, particularmente cuando el cálculo de deformaciones es
determinante.

Las propiedades plásticas son necesarias para evaluar el comportamiento a largo plazo en
elementos sometidos a tensión permanente.

En los párrafos que siguen se analizarán las características generales que estas propiedades
adquieren en relación con el hormigón.

4.5.1. Propiedades Elásticas.

La relación entre tensiones y deformaciones se establece a través del módulo de elasticidad.

Para los materiales totalmente elásticos, el módulo de elasticidad es constante e independiente


de la tensión aplicada, acostumbrando a designársele con el nombre de módulo de Young. En
otros materiales, designados inelásticos, en cambio, el módulo de elasticidad depende del valor
de la tensión aplicada.
Lo más frecuente, sin embargo, es que los materiales presenten una combinación de ambos
comportamientos, inicialmente elástico y posteriormente inelástico al aumentar la tensión
aplicada.

Este es el caso del hormigón, cuya curva de relación tensión • deformación tiene la forma
indicada en la Figura 4.6, en la cual pueden observarse tres tramos característicos:

 un primer tramo recto, en que el comportamiento es elástico y que abarca no más de un


20 % del desarrollo total de la curva
 un segundo tramo curvo, ascendente hasta el valor máximo de la curva tensión
deformación un tercer tramo curvo, descendente hasta la tensión de rotura

FIG. 4.6. Curva de relación Tensión-Deformación.

Esta forma se explica a través del comportamiento del hormigón a medida que la tensión
aplicada crece.

En efecto, la forma recta se mantiene en tanto el hormigón se mantenga como un material


homogéneo. Esta forma se pierde al aparecer las primeras microfisuras, normalmente en el
contacto mortero-árido grueso, pues, en esta situación, aun cuando el hormigón es capaz de
seguir aceptando carga, su deformabilidad aumenta. Finalmente, al fracturarse el mortero del
hormigón, desaparece su capacidad de tomar carga, pero continúa deformándose hasta llegar
a la rotura total.

Debido a las características señaladas, para el cálculo estructural se definen distintos tipos de
módulos de deformabilidad, efectuándose la elección de acuerdo al caso particular del problema
en análisis. De éstos, los más utilizados corresponden a los siguientes: la tangente en el origen,
aplicable al análisis de problemas de tipo dinámico, en que la carga es aplicada en forma rápida
la tangente en un punto de la curva correspondiente a una tensión dada una secante entre dos
puntos determinados de la curva

Este último criterio es el actualmente empleado en la mayoría de las Normas de diseño en


hormigón armado. A título de ejemplo puede citarse el caso de la Norma ASTM C 469, que
establece como valor del módulo de deformación el dado por la siguiente expresión :
Propiedades del Hormigón Endurecido

El módulo de deformación ha sido también correlacionado con la resistencia a compresión. Por


ejemplo, el American Concrete lnstitute presenta la siguiente expresión :

Finalmente, debe señalarse que las características reseñadas establecen que el hormigón
presenta un comportamiento frágil, es decir, la rotura se presenta sin aviso, por la inexistencia
previa de un tramo de deformación aproximadamente constante a carga creciente.

4.5.2. Propiedades plásticas del hormigón.

A pesar del carácter frágil señalado para el hormigón para las cargas de velocidad normal de
aplicación, éste presenta un comportamiento plástico cuando una determinada carga
permanece aplicada un largo tiempo, produciéndose en este caso una deformación denominada
fluencia del hormigón, cuya forma característica es la señalada esquemáticamente en la Figura
4.7.

El conocimiento de la fluencia es necesaria para el análisis estructural en el caso del cálculo de


deformaciones en elementos de hormigón armado, determinar la pérdida de la tensión aplicada
en una estructura de hormigón pretensado o para el cálculo de tensiones a partir de la medición
de deformaciones.

El mecanismo que genera la fluencia en el hormigón no es bien conocido, estimándose


actualmente que es causado por la combinación de dos tipos de fenómenos: uno derivado de
la acomodación de la estructura cristalina de la pasta de cemento, que se denomina fluencia
básica, y otro proveniente de la migración interna de la humedad, que se traduce en una
retracción hidráulica adicional.

Los principales factores que condicionan la fluencia del hormigón son las características del
hormigón, principalmente el tipo y la dosis de cemento, la humedad ambiente, la magnitud de
la tensión aplicada y la edad del hormigón en el momento de su aplicación.
La forma en que influyen estos factores puede deducirse a través de algunos de los métodos
de evaluación propuestos, de los cuales se resume en la Figura 4.8 el correspondiente al Comité
Europeo del Hormigón (CEB), cuya aplicación es similar al señalado para el cálculo de la
retracción en la Figura 4.3.

4.6. Permeabilidad del Hormigón.

El hormigón es un material permeable, es decir que, al estar sometido a presión de agua


exteriormente, se produce escurrimiento a través de su masa.

El grado de permeabilidad del hormigón depende de su constitución, estando normalmente


comprendido su coeficiente de permeabilidad entre 10-6 y 10-10 cm/seg.

Dado este rango de variabilidad relativamente amplio, es conveniente conocer el mecanismo


mediante el cual se produce el escurrimiento de agua en el hormigón, lo cual permitirá a su vez
establecer los recursos que pueden utilizarse para controlar su permeabilidad.

El agua puede escurrir en el interior del hormigón a través de dos vías principales:

FIG. 4.8. Procedimiento del CES para Determinación de la Fluencia Plástica.

Propiedades del Hormigón Endurecido

a) Las discontinuidades (poros y fisuras) de la pasta de cemento.

b) La porosidad existente en el contacto entre la pasta de cemento y los áridos constituyentes


del hormigón.

Las discontinuidades de la pasta de hormigón son producidas principalmente por la porosidad


derivada del agua introducida en el hormigón para otorgarle la trabajabilidad necesaria y por las
microfisuras producidas por las variaciones de volumen internas por retracción hidráulica y
térmica.

Por su parte, la porosidad señalada en el punto b) proviene principalmente de un insuficiente


relleno de los huecos del esqueleto constituido por los áridos por parte de la pasta de cemento.

De esta manera, este análisis esquemático del mecanismo de escurrimiento del agua en el
interior del hormigón permite establecer en líneas generales las medidas que pueden esbozarse
para lograr un mayor grado de impermeabilidad:

a) Utilizar la razón agua/cemento más baja posible, compatible con la obtención de una
trabajabilidad adecuada para el uso en obra del hormigón.

b) Utilizar la dosis de cemento más baja posible, compatible con la resistencia y otras
condiciones que establezcan las especificaciones del proyecto.

c) Emplear un contenido apropiado de granos finos, incluido los aportados por el cemento, para
lograr un buen relleno del esqueleto de áridos del hormigón. La cantidad ideal de granos finos
puede establecerse a partir de los métodos de dosificación que se expondrá en el Capítulo 7,
particularmente de los métodos de dosificación granulométricos.

Estas medidas, si bien no permiten establecer a priori cuál será el coeficiente de permeabilidad
del hormigón, conducen a la obtención del hormigón más impermeable posible en las
condiciones prevista paras su uso.

La determinación del coeficiente de permeabilidad debe efectuarse necesariamente en base a


ensayos de laboratorio, entre los cuales pueden mencionarse dos tipos principales:

a) Los de permeabilidad radial, en los que se utiliza una probeta cilíndrica con una perforación
central, desde la cual se aplica agua a presión, midiéndose el agua escurrida en un cierto
tiempo. Este tipo de ensayo permite determinar el coeficiente de permeabilidad por medio de
las fórmulas de escurrimiento en medios permeables.

b) Los de penetración del agua en el hormigón, en los cuales una losa de hormigón es sometida
a presión de agua por un lado y se mide la penetración del agua en su masa después de un
cierto tiempo. Este ensayo se utiliza generalmente en forma comparativa, aunque también
permite el cálculo del coeficiente de permeabilidad en forma similar a la del ensayo radial.

4.7. Durabilidad del Hormigón.

Durante toda su vida útil, el hormigón está permanentemente expuesto a las acciones
provenientes de agentes externos e internos, que pueden afectar su durabilidad si no se les
tiene debidamente en cuenta.

De acuerdo con su origen, estas acciones pueden ser producidas por agentes físicos o
químicos, presentando las características generales que se analizan en los párrafos que siguen.

4.7.1. Acción de los Agentes Físicos.

Los agentes físicos que producen efectos de mayor importancia sobre el hormigón son los
derivados de las variaciones de tipo ambiental y los procesos erosivos.

A Efectos de tipo ambiental.

Se manifiestan a través de variaciones de temperatura y de humedad.

Variaciones de temperatura. Las variaciones de mayor importancia, por la magnitud de sus


efectos, son las derivadas de los ciclos alternativos con temperaturas bajo y sobre el punto de
congelación del agua (0° C), y que se denominan ciclos de hielo-deshielo.

Dependiendo del rango de variación de estos ciclos, principalmente de las temperaturas bajo
O°C, y del estado de saturación del hormigón, el agua contenida en sus poros puede
congelarse, produciéndose un proceso expansivo de gran magnitud que puede causar una
desintegración paulatina del hormigón.

Como criterio para evaluar la posibilidad de producción de este nocivo efecto puede
considerarse el establecido por la Norma ASTM C 33, que define el Índice de Meteorización,
expresado como el producto del promedio anual de días con temperaturas bajo y sobre cero
grados centígrado por el promedio anual de lluvia caída, expresado en centímetros.
En base a este Índice, se determina la calificación señalada en la Tabla 4.2

En caso de que el anterior análisis indique la posibilidad de producción del proceso, sus efectos
pueden estudiarse mediante ensayos de laboratorio que simulan los ciclos de hielo-deshielo
sobre una muestra del hormigón, cuya ejecución ha sido definida en algunas normas extranjeras
como la Norma ASTM C 666.

Estos ensayos son de difícil ejecución, pues requieren de largos plazos y de un equipamiento
complejo.

Por este motivo puede ser preferible tomar precauciones en caso de preverse posibles efectos.
Para ello, el recurso de mayor eficacia es el empleo de aire incorporado en el hormigón,
mediante el uso de un aditivo apropiado, cuya aplicación se analiza en el Capítulo 7. Las
burbujas de aire así introducidas en forma controlada, operan como cámaras de expansión,
impidiendo que los efectos expansivos del agua congelada se transmitan al hormigón y evitando
en consecuencia su acción destructiva.

Variaciones de humedad. Sus efectos son de menor importancia y por esa razón han sido
menos estudiados. Se manifiestan a través de ciclos alternativos de saturación y secado del
hormigón, los cuales por efecto de la tensión superficial del agua contenida en sus poros pueden
producir un proceso degradante.

En todo caso, su magnitud es pequeña y generalmente poco profunda y puede ser prevenida
mediante la aplicación de protecciones superficiales impermeables, como ser pinturas.

B Procesos Erosivos.

Los procesos erosivos de mayor importancia son los derivados de la abrasión mecánica y de la
cavitación.

Propiedades del Hormigón Endurecido

Abrasión mecánica. La abrasión mecánica se produce por el desplazamiento de materiales


sólidos sobre la superficie de un elemento de hormigón. Estos materiales pueden ser cuerpos
móviles, como vehículos u otros similares, o bien, como sucede en las obras hidráulicas,
materiales granulares arrastrados por el agua en su desplazamiento.

El paso de estos materiales desgasta la superficie del elemento por desprendimiento de


partículas de los elementos componentes del hormigón. El proceso así producido es
generalmente creciente, pues a medida que penetra en profundidad, el aumento de rugosidad
producido facilita el desprendimiento de las partículas superficiales, pudiendo llegar a afectar
un espesor significativo del elemento.

Para atenuar los daños causados por este proceso es necesario aumentar la dureza superficial,
empleando hormigones de alta resistencia en la superficie del hormigón o bien aplicar un
tratamiento que produzca una película superficial de mayor dureza, como la silicatización
mediante productos ad hoc para este objeto.

La resistencia a la abrasión de un hormigón puede ser medida mediante ensayos de laboratorio,


de los cuales uno de los más utilizados es el establecido en la Norma ASTM C 418, que la mide
a través de la pérdida de peso experimentada por una muestra del hormigón sometido a
desgaste mediante un disco abrasivo.

Cavitación. La cavilación consiste en el proceso destructivo que experimentan los materiales


sometidos a escurrimiento de agua de alta velocidad si existen irregularidades en la superficie
en contacto con el agua que lleguen a inducir un despegue de la napa. En estas condiciones,
en las depresiones se genera un alto grado de vacío que produce la vaporización explosiva del
agua, proceso destructivo denominado cavilación. Este puede alcanzar magnitudes
significativas, siendo fuertemente creciente a medida que se desarrolla, dado que tiende a
aumentar la irregularidad superficial.

De acuerdo con estos conceptos, puede deducirse que la forma de evitar o al menos atenuar
los efectos de la cavilación consistirá en mejorar la terminación de la superficie sometida al
escurrimiento. Para tener una visión del grado de calidad de terminación necesario para este
objeto, se indican a continuación las especificaciones que establece para este objeto el Bureau
of Reclamation, organismo norteamericano de gran prestigio y experiencia en el diseño y la
construcción de grandes obras hidráulicas :

Las irregularidades bruscas consisten en escalones superficiales de las dimensiones indicadas


y las progresivas en ondulaciones de la superficie. Las primeras se miden directamente y las
segundas con respecto a una regla de 1.5 m de longitud apoyada en la superficie.

Los valores señalados para las irregularidades máximas son de difícil obtención, en particular
las correspondientes a velocidades mayores de 30 mis.

Por otra parte, un aumento de la resistencia superficial del hormigón no produce efectos muy
significativos en la atenuación del proceso.

Por este motivo, actualmente se investiga el efecto producido por la incorporación de aire en los
flujos de alta velocidad, procedimiento que se ha demostrado altamente eficaz para este objeto.

4.7.2. Acción de los Agentes Químicos.

La acción de los agentes químicos sobre el hormigón puede ser generada internamente en el
hormigón o bien provenir de acciones agresivas externas.

A Acción de Agentes Internos.


La acción nociva de agentes internos se deriva del aporte de productos que afectan el proceso
de fraguado o endurecimiento de la pasta de cemento, o bien que generan productos
expansivos que darían su estabilidad.

De este tipo de agentes se han citado dos, aportados por los áridos: la materia orgánica y los
compuestos que producen la reacción álcali-árido, de naturaleza expansiva.

Efecto de la materia orgánica. La presencia de materia orgánica, aportada por los áridos, afecta
el proceso de fraguado de la pasta de cemento, principalmente a través del contenido de ácido
tánico presente en ella. La magnitud de este efecto depende, por esta razón, de la cantidad y
del origen de la materia orgánica presente y su acción se manifiesta en general tanto sobre un
retardo del fraguado de la pasta de cemento, como sobre una disminución de las resistencias
iniciales del hormigón.

Por este motivo, es importante precisar la existencia de productos nocivos de este tipo, para lo
cual debe efectuarse el ensayo colorimétrico descrito en el párrafo c12 del Capítulo 2.

En el caso de existir materia orgánica en los áridos, generalmente es posible eliminarla mediante
un lavado profundo usando agua, en equipos adecuados para este objeto.

Efecto de los compuestos reactivos. En el Capítulo 2, párrafo C 1.1, se detalló este aspecto,
indicando los compuestos nocivos y los procedimientos para detectarlos, debiendo eliminarse
los áridos que posean estas características o, en su defecto, emplear cementos con bajo
contenido de álcalis, estableciéndose como tales aquellos cuyo contenido sea inferior a 0.6%.

B Acción de Agentes Externos.

Existen numerosos compuestos químicos que son susceptibles de producir ataques de distinta
magnitud sobre los elementos de hormigón. En la Tabla 4.3 se resume el efecto producido por
algunos ácidos minerales y soluciones de sales y álcalis presentes con mayor frecuencia en
contacto con las obras de hormigón.

TABLA 4.3 Efectos agresivos sobre el hormigón


Propiedades del Hormigón Endurecido

Cuando un elemento de hormigón va a estar en contacto con compuestos de naturaleza


agresiva como los señalados en la Tabla anterior, ya sea en períodos prolongados con los de
efecto intenso o permanentemente con los de efecto moderado, debe preverse una protección
de la superficie de contacto.

En calidad de guía para esta materia se inserta a continuación la Tabla 4.4 que señala los tipos
de protección susceptibles de emplearse en diferentes casos.

TABLA 4.4 Revestimientos de Protección

En el caso particular de la acción de los sulfatos sobre el hormigón, el efecto puede ser atenuado
o eliminado empleando un cemento con bajo contenido de aluminato tricálcico, pues la reacción
destructiva respectiva se produce por la combinación de ambos compuestos, produciendo
sulfoaluminato de calcio, el cual es expansivo. Generalmente se fija como límite deseable un
porcentaje máximo de 5% de C3A cuando se espera un ataque severo, situación que es
susceptible de producirse cuando el contenido de sulfatos supera las 1000 ppm en solución
acuosa o 0.20% en muestras de suelo.

La resistencia de los hormigones al ataque por sulfatos mejora considerablemente cuando se


utilizan cementos puzolánicos o siderúrgicos en la composición del hormigón.

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