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Para analizar las propiedades mecánicas del hormigón endurecido es necesario fabricar previamente
probetas (cilindros, cubos y vigas) de prueba que serán ensayadas en cada una de las condiciones de
carga (compresión, tracción, adherencia, flexión).

Para determinar las propiedades del hormigón endurecido las muestra de prueba deben haber
pasado por un proceso de curado, para esto los cilindros fueron sumergidos en agua y las vigas
curadas con su propia humedad (envueltas en una funda de plástico) a temperatura constante
dentro de la cámara de humedad.

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Es un material resistente a la compresión, tracción y flexión.

La resistencia que presenta frente a los esfuerzos de compresión es más elevada de todas, cifrando
unas diez veces de la tracción
A continuación, vamos a ver el siguiente video donde nos indica porque es importante realizar
pruebas de resistencia al hormigón.

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FACTORES

Relación agua-cemento (a/c):

La relación entre la cantidad de agua y la cantidad de cemento en la mezcla de hormigón es un

factor crucial. Una relación agua-cemento baja suele estar asociada con una mayor resistencia a la
compresión.

Tipo y calidad del cemento:

Diferentes tipos de cemento (Portland, Portland compuesto, etc.) tienen características distintas y
afectan la resistencia a la compresión. La calidad del cemento utilizado también es relevante.

Proporciones de la mezcla:

La proporción de los ingredientes en la mezcla de hormigón, como la cantidad de cemento, agregado

grueso, agregado fino y agua, influye en la resistencia a la compresión.

Calidad de los agregados:

La calidad de los agregados (árido grueso y fino) es esencial. Agregados limpios y bien graduados
pueden contribuir a una mayor resistencia.

Curado del hormigón:

El proceso de curado, que implica mantener el hormigón húmedo y protegido durante un período de
tiempo después de la colocación, es crucial para el desarrollo adecuado de la resistencia a la
compresión.

Edad del hormigón:

La resistencia a la compresión del hormigón tiende a aumentar con el tiempo debido al proceso de
hidratación del cemento. La edad del hormigón al momento de la prueba es un factor importante.
Temperatura y condiciones ambientales:

Las condiciones ambientales durante el fraguado y el curado del hormigón, incluyendo la

temperatura, pueden influir en su resistencia a la compresión.

Aditivos y adiciones:

El uso de aditivos y adiciones en la mezcla de hormigón puede afectar sus propiedades, incluida la
resistencia a la compresión.

Mezclado y colocación:

La calidad del mezclado y la colocación del hormigón son factores importantes que afectan su
resistencia a la compresión.

Tamaño y forma de los especímenes de prueba:

El tamaño y la forma de los cilindros o cubos utilizados para realizar las pruebas de resistencia a la
compresión pueden influir en los resultados.

Presencia de adiciones o refuerzos:

La inclusión de materiales como fibras o refuerzos de acero (hormigón armado) puede modificar la
resistencia a la compresión del hormigón.

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Esta resistencia se determina al tomar muestras cilíndricas con una estandarización de 15 cm de

diámetro y 30 cm de altura, los cuales son sometidas a la rotura por medio de cargas incrementales
relativamente rápidas.

Esta resistencia se la mide a los 7, 14 ,21 días de fraguado en condiciones controladas de humedad.

En el ACI-318 se establece que la resistencia a la compresión no debe ser menor a los

17 Mpa (173,35 kg/cm2) pero no establece un valor máximo al f’c a excepción que este se encuentre
limitado por alguna disposición específica del reglamento.

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El proceso para realizar el ensayo a compresión se lo puede encontrar en la norma ASTM C873,
según esta norma, al aplicar una carga axial de compresión a los cilindros moldeados o núcleos a una
velocidad que se encuentra dentro de un rango prescrito hasta que ocurra la falla.

Para obtener la resistencia a la compresión se divide la carga máxima por el área de la sección
transversal del cilindro.

La resistencia a la compresión de hormigones normales (210 – 280 kg/cm2 ) y de mediana

resistencia (350 – 420 kg/cm2 ) está relacionada según la relación agua/cemento ( a menor
relación agua/cemento mayor resistencia) y según la compactación ( a mayor compactación
mayor resistencia), según la cantidad de cemento (entre más cemento mayor resistencia) y
la granulometría de los agregados (entre mejor granulometría da mayor resistencia

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RESISTENCIA A LA COMPRESIÓN SIMPLE

La resistencia a la compresión simple a los 7, 14 y 28 días de edad muestra que se alcanzan mayores
resistencias con las fibras metálicas recicladas aumentando un 30.70% más resistencia con respecto
al hormigón simple y un 22.28% con respecto al hormigón con fibras metálicas comerciales

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La resistencia potencial a la compresión suele estimarse con muestras de concreto tanto en estado
fresco como en estado endurecido.

Los parámetros de realización de las pruebas se encuentran determinados en las correspondientes

normas con el ánimo de reducir al mínimo las variaciones por efecto de forma, tamaño, preparación,
curado, velocidad de carga, etc, propias de cada muestra.

VIDEOS

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FISURA DE ADHERENCIA: en el contexto del hormigón generalmente se refiere a las grietas que
pueden formarse entre dos capas de hormigón en una estructura. Estas grietas surgen debido a
problemas de adherencia entre las capas, lo que puede ser causado por diversos factores. Aquí hay
algunas razones comunes para la formación de fisuras de adherencia: curado inadecuado, tiempo de
espera entre capa, contaminación entre capas, diferencia en la temperatura.

FISURA DE MORTERO: puede requerir una evaluación detallada del entorno, los materiales y las
prácticas de construcción específicas.

FISURA DE AGREGADO: se producen específicamente en los agregados, que son los componentes
pétreos (árido grueso y árido fino) que se utilizan en la mezcla de concreto.

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Es muy importante, ya que, si este proceso se hace mal, se podría perder hasta el 30% de la
resistencia esperada.

El 70%, se genera en los primeros siete días.

A los 14 días, la resistencia ha logrado llegar al 85% de lo que se espera en 28 días

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La resistencia a la tracción del hormigón es generalmente mucho más baja en comparación
con su resistencia a la compresión. El hormigón es un material frágil en tracción, y su
capacidad para resistir fuerzas de tracción es limitada.

La resistencia a tracción indirecta del hormigón a los 28 días muestra que se alcanza mayores valores
con las fibras metálicas recicladas obteniendo un aumento del 39.08% con respecto al hormigón sin
fibras y un 11.64% con respecto al hormigón con fibras metálicas comerciales, estos valores reflejan
la gran importancia de las fibras cuando el hormigón es sometido a esfuerzos de tracción. La
resistencia a la tracción está relacionada directamente con la adherencia de las fibras con la pasta del
hormigón, las fibras recicladas alcanzan mayor resistencia debido a la forma de zuncho (espiral) y a la
rugosidad que posee su superficie.

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La resistencia a flexión, en las vigas ensayadas a los 28 días muestra que se alcanzan mayores
módulos de ruptura con las fibras metálicas comerciales, obteniendo el 25.14% adicional al hormigón
sin fibras y 5.90% con respecto al hormigón con fibras metálicas recicladas. En los ensayos
efectuados se pudo verificar que las fibras metálicas no llegan a romperse y las vigas fallan cuando se
ha perdido la adherencia entre las fibras y el hormigón.

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Es la capacidad del hormigón de resistir el paso del tiempo sin perder sus otras propiedades.

Los factores que pueden producir deterioros en el hormigón son:

Mecánicos: Impactos o choques, vibraciones, sobrecargas.

Físicos: Ciclos de hielo/deshielo (grandes diferencias térmicas), fuego, causas higrotérmicas

(condiciones de temperatura seca y humedad relativa).

Químicos: Terrenos agresivos, contaminación atmosférica, filtración de aguas.

Biológicos: Vegetación, microorganismos.