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¿Cuáles son las cosas que han sido después de las que vienen?,
evidentemente las que atañen a la era de la Iglesia (caps. 2 y 3). Veremos que los
capítulos 4 y 5 constituyen como una especie de prólogo a los juicios que siguen a
continuación ya en el marco de los últimos siete años antes de la venida en gloria
del Señor junto con su Iglesia glorificada.
La voz dice que Juan verá las cosas que sucederán después de las descritas
anteriormente, es decir al final del capítulo 3 del Apocalipsis, donde menciona que
los vencedores se sentarán con Cristo en su trono. La Palabra de Dios solo nos
menciona un lugar definido en el cielo donde hay una puerta de ingreso de un
lugar a otro. Se trata del santuario celestial, que como anti-tipo del santuario
terrenal, tiene dos ambientes. El lugar santo y el lugar santísimo.
Así pues, la Iglesia sólo aparece al principio del libro, luego se va con el Señor
(Ver 1 Ts. 4: 13-18), y reaparece en el libro a punto de entrar en las Bodas (19: 7-
8), después de haber pasado como individuos por el Tribunal de Cristo en los
Cielos (Ver Ro. 14: 10 / 2 Co. 5: 10).
Pero para poder hablar de lo que revela el capítulo 4 del libro de apocalipsis
debemos estudiar lo que el Señor mostró en el libro del profeta Daniel:
Dan 9:24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad,
para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la
justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
Lev 25:8 Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de
las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.
Dan 9:25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar
a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a
edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
Comenzó con la orden para restaurar y edificar la ciudad santa. La palabra
que se traduce como orden, es la palabra hebrea dabar que significa: mandato. En
la Biblia aparecen, mandatos y decretos para construir el templo, pero solo un
permiso para edificar la ciudad, veamos cual fue para poder determinar el
verdadero comienzo de las setenta semanas.
Neh 2:1-8 Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya
el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su
presencia, 2 me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino
quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. 3 Y dije al rey: Para siempre viva el rey.
¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está
desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? 4 Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré
al Dios de los cielos, 5 y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti,
envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. 6 Entonces el rey
me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y
agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo.
Este permiso se le dio a Nehemías aproximadamente en el año 445 a.C.
Basados en lo anterior vemos que los setenta años comenzaron a contar cuando
el rey Artajerjes, dio su permiso oficial a Nehemías para la reconstrucción y
fortificación de Jerusalén.
Dan 9:25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar
a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a
edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
Este período describe la duración exacta en que se iban a reconstruir los
muros de la ciudad y su templo, siendo este período de 49 años (7 x 7 = 49). Este
período culminó con la restauración de los muros de Jerusalén y entonces se inicia
la cuenta regresiva para la venida del Mesías príncipe.
Dan 9:26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no
por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será
con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
Al final de estas semanas, se cumpliría la llegada del Mesías príncipe, no en
su nacimiento sino en su ungimiento por el Espíritu Santo. Es importante resaltar
que la palabra Mesías en hebreo significa ungido y su equivalente en griego es
Cristo (Lucas 4:18).
Los Últimos Tiempos Página 4
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4. LA ÚLTIMA SEMANA
Dan 9:27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana
hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá
el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el
desolador.
En este período se cumplirá la totalidad de la profecía de Daniel, esta
semana, equivale a siete años, en la cual surge un líder con características
extraordinarias, al cual los líderes mundiales le darán su autoridad para que ejerza
un gobierno mundial; él impondrá normas, para ejercer un control total sobre los
que moran sobre la tierra.
Daniel 9:25…., habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la
plaza y el muro en tiempos angustiosos
El restablecimiento de Jerusalén como capital del pueblo judío no se ha dado
hasta hoy, actualmente la capital de Israel es Tel Aviv. El pueblo hebreo está
trabajando para que Jerusalén vuelva a ser su capital, esto se está efectuando con
mucha angustia, pues los palestinos luchan contra ellos por este mismo objetivo.
Plaza y Muros:
1Ts 5:3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción
repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
Esta paz anhelada por el pueblo Israelí no se dará hasta que aparezca el
anticristo, quien les ofrecerá paz, sin embargo repentinamente vendrá destrucción
sobre este pueblo.
Dan 9:27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana
hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá
el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el
desolador.
El líder mundial que está por surgir, será habilidoso en las relaciones
internacionales y con intrigas impondrá normas que llevarán al mundo a una paz,
esta durará tres años y medio, luego de esto se desatará una persecución contra
aquellos que no estén de acuerdo con la forma que gobierna.
En este período se volcará en ira contra Israel y contra los que no estén de
acuerdo a sus reglas, además, impondrá un estricto control político y económico
al mundo y nadie podrá hacer transacciones comerciales, sin que tenga una señal
que lo identifique como solidario de la forma en que se gobierna:
Apo 13:16-17 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos,
se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17 y que ninguno pudiese comprar
ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
c. Pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda.
2Ts 2:3-4 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga
la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se
levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de
Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
Es interesante ver que quita el sacrificio y la ofrenda, con lo que podemos
deducir que, para cuando esto suceda el tercer templo de Jerusalén ya habrá sido
construido y los rituales judaicos habrán sido instituidos en su totalidad:
Apo 11:1-2 Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo:
Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. 2 Pero el patio que está
fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos
hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.
Existe en Israel el llamado “Instituto del Templo”, fue fundado en 1987 por el
Rabino Israel Ariel, es una organización religiosa y educativa sin fines de lucro
ubicada en el barrio judío de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Núm 19:2 Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito, diciendo: Dí a los
hijos de Israel que te traigan una vaca alazana (roja), perfecta, en la cual no haya falta, sobre
la cual no se haya puesto yugo;
“Desde su nacimiento, los expertos rabínicos del Instituto del Templo, han
estado observando de cerca a estas novillas, buscando cualquier pelo que no sea
rojo que pueda brotar en una o cualquier herida leve que sufra la novilla, lo que la
descalificaría de ser una novilla roja kosher (perfecta bajo la ley mosaica)”
Apo 4:3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de
cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
Ezequiel, una vez describe algo parecido:
Eze 1:26 Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono
que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de
hombre sentado sobre él.
Juan también nos habla de Alguien que estaba sentado en el Trono, lo
compara a dos piedras preciosas de profundo simbolismo en su color y en su
aspecto: El jaspe y la cornalina. La primera y última de las doce piedras preciosas
que llevaba el sumo sacerdote en el pectoral era una piedra Sárdica o cornalina
(Rubí-rojo) y un jaspe (piedra blanca y brillante. Apo 21:11).
Éxo 28:15 Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa, lo harás
conforme a la obra del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido.
Éxo 28:17-20 y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una
piedra Sárdica (rojo-rubí),…20 la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe.
Hab 3:2 Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los
tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
Lo que estamos viendo es el inicio del juicio celestial. La puerta al lugar
santísimo se abre y el juez, el Sumo Sacerdote celestial, se sienta en el trono con
el pectoral del juicio.
Apo 4:4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los
tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
En el contexto del inicio del juicio celestial, este versículo nos recuerda
inmediatamente el pasaje del inicio del juicio celestial de Daniel 7:9-10.
Dan 7:9-10 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de
días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono
llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de
delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el
Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
¿Quiénes son esos 24 ancianos, cada uno de ellos sentado en un trono? Son
gobernantes espirituales. Tienen ropas blancas, que simbolizan santidad. Tienen
dignidad real ya que llevan coronas de oro en sus cabezas y están sentados en
tronos.
Apo 21:12-14 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce
ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;… 14 Y el muro
de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles
del Cordero.
Los Últimos Tiempos Página 11
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Hay personas que interpretan que los 24 ancianos son representantes de los
salvos de todas las edades de la historia humana. Para apoyar esta interpretación
utilizan los siguientes pasajes:
Mat 27:50-53 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas
se partieron; 52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se
levantaron; 53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron
a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.
El contexto parece indicar que el Señor se llevó a este grupo de resucitados
consigo al cielo como primicias de los salvos.
Apo 5:8-10 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro
ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso,
que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de
tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido
para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes
y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Pero parece que nuevamente nos encontramos con un versículo que no ha
sido traducido debidamente en las versiones de la “Reina Valera Versión Antiguo”,
“Versión 1960” y “Versión 1995”, versiones que lo traducen tal como lo acabamos
de leer. Pero en la versión “Reina Valera Contemporánea” y “Biblia Textual” que
veremos a continuación, lo traduce diferente como si no se refiriese a la
experiencia personal de los 24 ancianos sino de los salvos entre los humanos,
dando a entender que los 24 ancianos no son seres humanos salvos:
Ap. 5:9-10. “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste inmolado.
Con tu sangre redimiste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación y para nuestro
Dios los hiciste reyes y sacerdotes, y reinarán sobre la tierra.”
• ¡De todas maneras los 24 ancianos son de hecho asistentes de Cristo en
su obra ministerial del santuario celestial!
Lucas 22:29-30 Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30
para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus
de Israel.
Basándose en todos estos datos, los 24 ancianos se presentan como
victoriosos y, sin embargo, alaban a Dios como el Creador Soberano que es.
Apo 4:5 Del trono salen relámpagos, y voces, y truenos; y delante del trono arden
siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
Los relámpagos y los truenos son en la Biblia manifestaciones del poder y de
la majestad de Dios:
Éxo 19:16 Al tercer día, siendo de mañana, aconteció que hubo truenos y relámpagos y
una nube muy espesa sobre el monte y un fuerte sonido del shofar; y todo el pueblo que estaba en
el campamento se estremeció.
En este caso, el poder y la majestad fluían directamente del Trono; de la
misma presencia del Dios Todopoderoso.
Juan ve también siete lámparas ardiendo, y explica que esas siete lámparas
son los siete espíritus de Dios que están delante del trono.
Apo 1:4 Juan, a las siete iglesias que están en el Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es
y que era y que viene, y de los siete espíritus que están ante su trono
Son llamados también los siete ojos del Cordero, como enseña en el capítulo
siguiente, diciendo:
Apo 5:6…y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía
siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por
toda la tierra.
Apo 4:6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y
junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
Un “mar de vidrio “, representa un mar en calma, tranquilo, constituido por
los elementos que la humanidad ansía tener y no tiene: Verdadera paz y
seguridad. Nótese que ese mar está delante del trono de Dios.
¡Qué diferencia este mar celestial comparado con el mar de las naciones,
que es tempestuoso, agitado por olas traidoras y tormentas destructoras!
Dios nos muestra ahora a propósito que delante del trono, hay un mar de
vidrio semejante al cristal. ¡Pero la visión no presenta a nadie sobre ese mar de
vidrio!
Recuerde que en la visión después del juicio celestial se presenta ese mismo
mar de vidrio, pero estando lleno de gente, pues sobre él están de pie “los que
habían alcanzado la victoria… con las arpas de Dios.
Desde donde está Juan, los ve en medio del trono; esto es, en frente del
trono, y rodeando el trono. Estando llenos de ojos, pueden continuamente ver y
escudriñarlo todo, ante ellos, y detrás de ellos.
Dan 7:2 Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos
del cielo combatían en el gran mar.
De la misma manera habla de cuatro bestias, es decir cuatro reinos para
representar los reinos terrenales durante la historia humana.
Dan 7:17 Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra.
En el símbolo del “cuatro” se presenta el resumen del todo. Es el número
completo que abarca todo.
Apo 4:7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a
un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila
volando.
No debemos caer en la trampa de pensar que esos seres vivientes son
animales, aunque Juan nos los describa así:
Los Últimos Tiempos Página 15
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Apo 5:5 Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de
Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
Los cuatro seres vivientes están representados con semejanza a un león, un
becerro, el rostro de un hombre y un águila volando.
Pro 30:30 El león, fuerte entre todos los animales, Que no vuelve atrás por nada;
• El hombre es el más poderoso sobre todos los animales. Representa
además razón e inteligencia.
Los cuatro seres vivientes estaban alrededor y por dentro llenos de ojos.
Recordemos que ojos son un símbolo de inteligencia. Ellos recibieron de Dios esta
característica divina de no solo observar todo lo que ocurre a su alrededor y la
gloria de Dios sobre la tierra, sino también poder analizar profundamente su
interior.
¡Cada vez que lo repiten es como si lo dijeran por primera vez! Tan pura es su
admiración por Dios, representada con seguridad también por los ojos que tenían
por dentro.
El libro del profeta Ezequiel empieza con una dramática visión. Vio los cielos
abiertos y en el medio de la deslumbrante brillantez vio cuatro seres vivientes. Los
describe de la siguiente forma:
Eze 1:10 Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de
los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de
águila.
Juan tuvo una visión semejante, relatada:
Apocalipsis 4:6-7: ‘Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al
cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y
detrás. El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el
tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando’.
¿Cuál es el significado de estas visiones y de estos cuatro seres vivientes?
Mateo
Gén 49:9-10 Cachorro de león, Judá; De la presa subiste, hijo mío. Se encorvó, se echó
como león, Así como león viejo: ¿quién lo despertará? 10 No será quitado el cetro de Judá, Ni el
legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos.
Mateo era un oficial del gobierno, y el más adecuado de los cuatro autores
de los evangelios de delinear a Jesús cómo rey.
Mat 2:2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella
hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Al final de Mateo, cuando Jesús comisiona a los discípulos les dice: ‘Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra’ (Mt 28:18). Estas son las palabras de un
rey.
Marcos
Mar 16:17-18 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera
demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa
mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Refiriéndose a las acciones que iban a llevar a cabo sus sirvientes.
¿Cómo se puede ser rey y sirviente a la vez? No existen roles más opuestos.
En Inglaterra, como en varios otros países, la reina sólo es la cabeza constitucional
del país. En antaño, los monarcas realmente gobernaban sus reinados y tenían
poder absoluto. Se asemejaban más a los que entenderíamos hoy en día como
primer- ministros y presidentes, o inclusive a dictadores modernos.
Sólo Lucas menciona el mesón y el pesebre donde Jesús durmió por primera
vez. Similar a Mateo, Lucas provee la genealogía de Jesús, pero no de la misma
manera. Mateo empieza con Abraham y la descendencia a través de David. Lucas
empieza con María, y lo traza hacia atrás hasta llegar a ‘hijo de Adán, hijo de Dios’.
En hebreo el nombre Adán significa hombre. Por lo tanto, podríamos traducirlo de
la siguiente forma ‘hijo de hombre, hijo de Dios’.
Juan
Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Juan 1:14-15 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él,
y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque
era primero que yo.
En Lucas se relata el nacimiento desde una perspectiva terrenal, en Juan
desde una perspectiva divina.
Juan es el evangelio del ‘Yo soy’. Sólo Juan menciona las grandes referencias
que Jesús usa para describirse a sí mismo, tales como: ‘Yo soy el pan de vida’; ‘Yo soy
la luz del mundo’; ‘Yo soy la puerta’; ‘Yo soy el buen pastor’; ‘Yo soy la resurrección y la vida’;
‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida’; ‘Yo soy la vid verdadera’, ‘Antes que Abraham fuese,
yo soy’. ¿Quién puede decir tales cosas, sino Dios? No ha existido ningún maestro o
líder religioso que haya pronunciado palabras así antes.
Jesús nunca dijo directamente que era Dios, pero 21 veces (en el texto
griego) en el evangelio de Juan pronunció las palabras ‘yo soy’ (εγω εἰμι). Siglos
antes, Moisés le preguntó a Dios cuál era su nombre. Dios le respondió con las
famosas palabras ‘YO SOY EL QUE SOY’ (Ex 3:14).
Para los judíos ‘Yo soy’ formaba parte del nombre divino. Cuando Jesús
dijo ‘Antes que Abraham fuese, yo soy,’ los judíos interpretaron sus palabras como si
fueran una blasfemia, ya que se estaba pronunciando Dios. Cogieron piedras para
apedrearle. En la ley de Moisés, se decretaba que se apedrearía a aquellos que
habían blasfemado.
Hacia el final de su evangelio, Juan cita las palabras de Tomás: ‘¡Señor mío, y
Dios mío!’ (Jn 20:28). Él vio a Dios en Jesús.
Al final del evangelio de Juan encontramos la comisión:
Juan 20:21-23 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el
Padre, así también yo os envío. 22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu
Santo. 23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les
son retenidos.
Como Lucas, la comisión en Juan incluye el perdón de pecados, pero esta vez
los discípulos mismos reciben el poder para perdonar. Para los fariseos y los
maestros de la ley esto constituía blasfemia:
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Lucas 5:21 Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es
éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
Tenían razón a un nivel. Sólo Dios podía perdonar pecados, pero Dios había
venido a morar en el ser humano.
¡Qué contrastes!: Rey, sin embargo siervo, hombre, pero a la vez Dios. ¡Qué
increíble y qué maravilloso! ¡Realmente está más allá del entendimiento humano!
¿Acaso ha existido otra persona en la historia humana que haya combinado tales
contrastes (opuestos)? Sin embargo, eso es lo que era Jesús: el rey sirviente, el
hombre-Dios.
Pero Ezequiel vió a cuatro seres vivientes, y no sólo uno. Y los cuatro se
movían con una unidad perfecta. Juan vio cuatro seres vivientes que se circulaban
el trono. ¿Por qué no en el trono? La respuesta es que estas visiones no eran
visiones de Jesús solo, sino de todo el cuerpo de Cristo.
Nosotros también reinaremos con El. Nosotros también hemos de ser siervos
de Dios y del hombre. Aunque somos humanos, hemos de ser hijos e hijas de
Dios, y venir a ser ‘participantes de la naturaleza divina’.
El Espíritu Santo que vivió en nuestro Salvador Jesucristo siendo Dios, era el
mismo espíritu que le hizo rey, un siervo, un hombre:
Flp 2:5-8 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual,
siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz.
El Espíritu Santo en nosotros nos da autoridad y poder como si fuésemos
monarcas. A la vez nos da una actitud humilde como la de un siervo, y el poder
para poder servir. Por el Espíritu Santo nosotros manifestaremos la naturaleza de
Dios.
Reyes
Jesús fue y es el rey de reyes. Pablo le describe como ‘Rey de reyes, y Señor
de señores’. Juan le describe como:
Apo 17:14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de
señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.
Y ve el nombre:
Apo 19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES
Y SEÑOR DE SEÑORES.
De antaño, el ‘rey de reyes’ era el título de los reyes de Babilonia y de Persia.
Se utilizaba para describir a Nabucodonosor rey de Babilonia:
Eze 26:7 Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que del norte traigo yo contra
Tiro a Nabucodonosor rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos y carros y jinetes, y tropas
y mucho pueblo.
Dan 2:37 Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino,
poder, fuerza y majestad.
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Y Artajerjes, rey de Persia. Esd 7:12 Artajerjes rey de reyes, a Esdras, sacerdote y
escriba erudito en la ley del Dios del cielo: Paz.
Estos reyes tenían grandes imperios y reinaron sobre muchos otros reyes,
cada cual era el gobernante de su propio país. Sin embargo, esos reyes menores
estaban sujetos y dependían del gran rey central de todo el imperio.
Esto es un cuadro del cuerpo de Cristo. Jesús es el gran Rey de Reyes, y cada
miembro de su cuerpo es un rey bajo su mandato. Cada miembro está destinado
a tener el poder y la autoridad de un rey.
¿Qué significa, entonces, ser rey? Tenemos que mirar a Jesús de nuevo. ¿Qué
tipo de rey era? Como los reyes de antaño, tenía poder absoluto. Todo lo que
quería y mandaba se obedecía. Todo y todos estaban sujetos a su mandato. Pero,
se diferenciaba de los antiguos monarcas ya que solo ejercía su poder para el
bien. También, él estaba dispuesto a pasar su poder a otros.
Mat 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Parece ser que durante los cuarenta días no sintió deseo de comer. El dolor
físico asociado con el hambre solamente comienza cuando el cuerpo ha
desgastado toda su grasa. Nosotros a veces denominamos hambre el sentimiento
normal que emite el cuerpo cuando demanda su comida diaria, pero esto
realmente no es hambre como tal.
sobre el mundo de los espíritus. Jesús tenía esta autoridad él mismo, y lo dejó
bien claro que sus seguidores también lo tendrían.
Mat 10:1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus
inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Lucas 10:19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones,(K) y sobre toda
fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Jesús también tenía autoridad sobre las enfermedades:
Mat 8:16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra
echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;
Ninguna enfermedad podía permanecer delante de él. El daba una orden, y
la enfermedad se iba. Y esta autoridad no residía simplemente con Jesús, sino
que él lo impartía a sus discípulos:
Mat 8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los
vientos y el mar le obedecen?
Jesús no fue el primero en este sentido, ya que siglos antes Elías había
rogado para que no lloviera durante 3 años, y luego oró para que lloviese. Cuando
Jesús no tenía barco, anduvo sobre el mar, y Pedro, cuando tuvo fe, también pudo.
Cuando Jesús dio de comer a la multitud milagrosamente, lo hizo con la
participación de otros.
Cuando fue tentado por Satanás, y éste le ofreció todos los reinados del
mundo con la condición de que Jesús se postrara ante él; Jesús no aceptó. No
aceptó porque este no era el método del padre, cuyo plan era de gobernar los
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Jesús reinará hasta que todos sus enemigos estén sometidos bajo sus pies,
pero ¿qué son sus pies? ¡Son parte de su cuerpo! Los pies son lo último en salir
cuando se nace, y simbolizan aquellos que vencerán y reinarán con él.
Jesús impartió toda su autoridad como rey a sus discípulos. Además de los
versículos previamente citados también leemos:
Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Juan 20:21-23 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el
Padre, así también yo os envío. 22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu
Santo. 23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les
son retenidos.
1Jn 4:17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza
en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
Apo 3:21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he
vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
En el mundo terrenal los reyes no son siervos y los siervos no son reyes. Los
reyes y gobernantes han reinado para su propio placer y beneficio. Muchos han
producido sufrimiento y miseria a sus subyugues.
Mat 20:25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones
se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Acabamos de salir de un siglo donde torturadores crueles han causado la
muerte de millones, a través del hambre y de las guerras. Hitler, Stalin y Mao Tse
Tong han sobrepasado a todos los que les precedieron en cuanto a la brutalidad y
el sufrimiento que han causado a multitudes de personas inocentes.
Siervos
Juan 6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad
del que me envió.
Juan 4:34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que
acabe su obra.
Igual que un siervo terrenal obedecía a su amo las 24 horas del día, Jesús se
rindió constantemente al Padre. No se dejó llevar por sus deseos naturales y
ambiciones. La voluntad del Padre era lo más importante, e influía en cada
palabra que dijo y en todo lo que hizo.
Antiguamente, los siervos servían a sus amos a la fuerza. No tenían la
posibilidad de elegir de otra manera. No querían pasar todo el tiempo sirviendo las
necesidades de otros, y hubieran preferido de vivir sus vidas según sus propios
deseos y ambiciones; pero no tenían la libertad de escoger, y no tenían ningún
derecho.
Su vida sirvió de modelo a sus seguidores, y dijo a sus discípulos, ‘Si me amáis,
guardad mis mandamientos’ (Jn 14:15).
Juan 8:34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado.
¿Cómo podemos ser siervos fieles a Jesús? Nunca lo podemos hacer a través
de nuestros propios esfuerzos, ni por nuestra propia voluntad. Él no es un
explotador que demanda servidumbre de sus seguidores, él dijo:
Mat 11:29-30 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y
ligera mi carga.
Su yugo es fácil y su carga ligera porque queremos hacer su voluntad. Igual
que Jesús era uno con su Padre y le complacía hacer su voluntad, nosotros
también vamos a querer hacer su voluntad en la medida en la que nos
asemejemos a él. Vendremos a ser sus siervos a través de una transformación
interna y un cambio de corazón.
Juan 15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero
os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
Cuando somos unos con él, simplemente podemos cumplir con los deseos
en nuestro corazón, y de una forma maravillosa y milagrosa veremos que a la vez
estamos cumpliendo sus deseos también. Hacemos lo que hacemos en libertad
completa, y vemos que le estamos sirviendo.
Humanos
En Jesús, Dios se manifestó como ser humano. Antes de que llegara Jesús,
se había manifestado en otras maneras. Las leyes y los rituales del Antiguo
Testamento eran sombras de la verdad divina. Los sacerdotes de antaño también
revelaron a Dios, pero no de una forma clara.
Las escrituras revelaban a Dios a aquellos pocos que tenían acceso a ellos y
podían entenderlos. Jesús sobrepasó todas las revelaciones previas cuando vino a
revelar a Dios en forma humana.
Era la revelación perfecta de Dios, pero incluso él tenía limitaciones. Dijo esto
a sí mismo:
Lucas 12:50 De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se
cumpla!
Había aceptado las limitaciones cuando vino a la tierra en forma humana.
Estaba limitado a un cuerpo físico. Solo podía ser un tipo de persona. Era
masculino, y no podía ser femenino. Vino como Judío, y por lo tanto no podría ser
chino, ni indio, ni africano. Trabajó como carpintero, y no podía ser pescador,
granjero, enfermera, atleta, músico etc. Y solo vivió hasta los 33 años.
La luz pura consiste en todos los colores individuales juntos. Cuando todas
las luces de diferentes colores del cuerpo de Cristo se unan, producirán la luz pura
y brillante de Dios.
Incluso el sacerdocio del antiguo pacto solo estaba abierto a un número muy
reducido de personas. Tenían que ser hombres, entre las edades de 30 y 50, y
procedentes de la tribu de Levi. Tanto las mujeres, como los jóvenes o todos
aquellos que pertenecían a otra tribu, estaban excluidos.
Cuando se revele el verdadero cuerpo de Cristo, cuando sea manifestado,
será plenamente humano. Comprenderá a todo el espectro de la raza humana.
Será una gran extensión de Jesús, su cabeza.
Col 1:26-28 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora
ha sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la
gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de
gloria, 28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en
toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;
Hijos de Dios
El evangelio de Juan, revela a Jesús como Dios de forma más clara que las
otras tres.
Como hemos notado previamente, Juan simplemente dice ‘el Verbo era
Dios’ (Jn 1:1). También cita la confesión de Tomás ‘¡Señor mío, y Dios mío!’. Además,
registra 21 ejemplos de Jesús empleando el nombre divino ‘Yo soy’. Dos veces
narra cómo los fariseos intentaron de apedrear a Jesús, ya que según ellos, había
blasfemado cuando se describía a sí mismo.
Jesús dijo: Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos. La reacción de los judíos era de
lanzarle piedras:
Jesús les dijo: Juan 10:32-33 Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he
mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? 33 Le respondieron los judíos, diciendo:
Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces
Dios.
Las palabras que tanto ofendieron a los fariseos eran ‘Yo y el Padre uno somos’.
Interpretaron estas palabras como blasfemas, ya que consideraban que Jesús se
creía igual a Dios.
Juan 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Su unión con el Padre no era algo que él guardaba para sigo mismo. El oró
que sus seguidores también experimentasen esta unidad con el Padre.
Juan 10:34-36 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede
ser quebrantada), 36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas,
porque dije: Hijo de Dios soy?
Jesús no negó la acusación, pero involucró a sus seguidores en la acusación,
citando el Salmo 82:6 Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo;
Juan 10:37-38 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. 38 Más si las hago,
aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí,
y yo en el Padre.
Los milagros y otras acciones que hizo eran prueba de que él era el hijo de
Dios y Dios era su Padre. Sin embargo, también llamó y dotó a sus discípulos para
que hiciesen lo mismo que él, diciendo:
Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.
Los mismos milagros que son prueba de que Jesús es el hijo de Dios serán
prueba de que sus seguidores son los hijos de Dios.
Jesús matizó que no hacía nada por sí mismo; El Padre que moraba en él lo
hacía todo:
Juan 14:10-11 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo
os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas
obras.
Luego hizo una promesa extraordinaria a sus discípulos que él y su Padre
morarían en ellos también:
Jesús dijo ‘Yo soy la luz del mundo;’. En otra ocasión dijo a sus
discípulos ‘Vosotros sois la luz del mundo’
Poco antes de que dejara a sus discípulos, Jesús dijo a María Magdalena:
Juan 20:17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas vé a
mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
Jesús no concebía a sus discípulos como entes de un grado y estatus inferior.
Tampoco nos ve como seres inferiores. El murió para que el espíritu divino que
moró en él venga a morar en nosotros, y hacernos uno con él. Ese Espíritu es el
gran Yo Soy que vive en nosotros también. Este Espíritu nos hace hijos de Dios.
Col 1:26-28 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora
ha sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la
gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de
gloria
Fue escondido de generaciones antes de Pablo, y ha sido escondido de
generaciones desde aquél día. Pero ahora, como entonces, Dios está revelándolo
a sus santos.
1Jn 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;
por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Nosotros también contemplamos nuestro llamado con asombro.
El espíritu de Cristo
Eze 1:10-12 Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho
de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de
águila. 11 Así eran sus caras. Y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales
se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos. 12 Y cada uno caminaba derecho hacia
adelante; hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se
volvían.
Estos cuatro seres vivientes se movían juntos en perfecta unión; e iban donde
el espíritu les guiaba. Pablo hizo eco de esto cuando escribió:
Rom 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios.
En la naturaleza caída no somos reyes, ni siervos, ni tenemos la naturaleza
divina. No tenemos ni el poder de reinar ni la humildad para servir. Nos somos
más que seres humanos degradados sin Dios. No podemos ser ninguna de estas
cosas por nuestra propia sabiduría, fuerza o voluntad.
Hch 10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y
cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios
estaba con él.
El Espíritu Santo en él era el rey poderoso y el siervo obediente. Ese siervo
era el hombre perfecto y el Dios todo-poderoso.
El mismo espíritu que era Dios en Jesús será Dios en aquellos que le siguen.
Por ese Espíritu vendrán a ser gloriosos, un cuerpo unido, moviendo en unidad
perfecta y en armonía. Por ese espíritu vendrán a ser uno, el uno con el otro y con
Dios.
Apo 5:13-4 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra,
y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al
Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. 14 Los
cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y
adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Esta puesta en escena prevé que toda la Creación está de acuerdo con Dios,
un momento en que todas las cosas se reconcilian a Él:
Col 1:20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la
tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Las cuatro divisiones de las tribus de Israel:
Cuando Israel se organizó como un reino en el Monte Sinaí, cada tribu estaba
acampada en su propio lugar alrededor del Trono de Dios, es decir, el Arca de la
Alianza en el Tabernáculo. Cada una tenía su propio "estándar", o
estandarte/bandera, y en cada bandera estaba dibujado un "ser viviente"
diferente. Números 2: 2 dice:
Núm 2:2-3 Los hijos de Israel acamparán cada uno junto a su bandera, bajo las enseñas
de las casas de sus padres; alrededor del tabernáculo de reunión acamparán. 3 Estos acamparán
al oriente, al este: la bandera del campamento de Judá, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de
Judá, Naasón hijo de Aminadab….Núm 2:5 Junto a él acamparán los de la tribu de Isacar; y
el jefe de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar….Núm 2:7 Y la tribu de Zabulón; y el jefe
de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón.
Núm 2:10 La bandera del campamento de Rubén estará al sur, por sus ejércitos; y el jefe
de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur….Núm 2:12 Acamparán junto a él los de la tribu
de Simeón; y el jefe de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai….Núm 2:14 Y la tribu
de Gad; y el jefe de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Reuel.
Núm 2:18 La bandera del campamento de Efraín por sus ejércitos, al occidente; y el jefe
de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud….Núm 2:20 Junto a él estará la tribu de
Los Últimos Tiempos Página 36
IGLESIA
PALABRA DE FUEGO Y PODER
Manasés; y el jefe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur….Núm 2:22 Y la tribu
de Benjamín; y el jefe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.
Núm 2:25 La bandera del campamento de Dan estará al norte, por sus ejércitos; y el jefe
de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai….Núm 2:27 Junto a él acamparán los de la
tribu de Aser; y el jefe de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán….Núm 2:29 Y la tribu de
Neftalí; y el jefe de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán.
En cada uno de los cuatro lados había tres tribus de Israel, y en medio de
cada lado estaba la líder entre esas tres tribus:
Gén 49:9 Cachorro de león, Judá; De la presa subiste, hijo mío. Se encorvó, se echó
como león, Así como león viejo: ¿quién lo despertará?
Rubén significa "He aquí, un hijo", y Jacob lo llamó "mi primogénito":
Gén 49:17 Será Dan serpiente junto al camino, Víbora junto a la senda, Que muerde los
talones del caballo, Y hace caer hacia atrás al jinete.
Y su bandera era un águila volando llevándose una serpiente.
Deut 33:17 Como el primogénito de su toro es su gloria, Y sus astas como astas de
búfalo; Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; Ellos son los diez
millares de Efraín, Y ellos son los millares de Manasés.
Las tribus de Israel (y su colocación alrededor del trono) estaban destinadas
a representar a todos los seres vivos. Las cuatro tribus fueron las principales tribus
de Israel, pero también eran los líderes de la Creación misma.
El libro de Ezequiel empieza con la visión del profeta del Trono de Dios,
alrededor del cual estaban las representaciones de los cuatro seres vivientes, y se
ven en las banderas de las cuatro tribus principales de Israel:
Eze 1:10 Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de
los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de
águila.
La descripción del profeta muestra que había cuatro representaciones
idénticas en los cuatro lados de un objeto central que parecía "metal refulgente en
medio del fuego" (Ezequiel 1: 4). El profeta estaba viendo algo similar a lo que Juan
vio en Patmos, con sólo unas pocas diferencias.
Juan vio a los cuatro animales como seres separados y distintos, mientras
que Ezequiel vio cuatro seres vivientes que tienen cada una de las cuatro caras en
sus cuatro lados. De cualquier manera, el significado es el mismo, porque ellos
representan a toda la Creación.
Cada una de las cuatro caras de la visión de Ezequiel se colocaron para que
coincidieran con la colocación de las tribus de Israel alrededor del
Tabernáculo (Ezequiel 1:10). El profeta vio su visión mientras miraba hacia el
norte (Ezequiel 1: 4).
Por lo tanto, este extraño objeto se movía del sur hacia el profeta, y así el
primer rostro que vio fue el del hombre. La bandera de Rubén ondeaba en el sur
del Tabernáculo.
Es claro, entonces, que todo lo que Ezequiel vio también se reveló años
después a Juan. Ezequiel vio estos seres vivos que tienen "cuatro
alas" (Ezequiel 1: 6), mientras que Juan los vio con "seis alas" (Apocalipsis 4: 8).
Por lo tanto, podemos decir que Dios estaba revelando a Ezequiel un patrón
de la Creación, mientras que Juan vio a las criaturas de seis alas en términos del
liderazgo del hombre, específicamente, el hombre como una criatura totalmente
reconciliada.
Las alas para trabajar ellas mismas dependen del viento para su utilidad. La
palabra hebrea para el viento es ruaj, que significa "el espíritu, el aliento, el viento,
el aire en movimiento".
Juan nos dice en Apocalipsis 4:6 que los cuatro seres vivientes estaban "en el
centro y alrededor del trono". ¿Estaban en dos lugares al mismo tiempo? ¿Había dos
grupos de seres vivos? No se nos ha dado ninguna pista.
Ezequiel 1:18 dice, "y los bordes (llantas, aros) de los cuatro estaban llenos de
ojos alrededor". Ezequiel 10:12 dice que "las ruedas estaban llenas de ojos". Juan afirma
esto en Apocalipsis 4: 6, 8, diciendo: "los cuatro seres vivientes...están llenos de ojos
alrededor y por dentro".
Zac 3:9 Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra
hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de
la tierra en un día.
Más tarde, se dice que "estos siete" son "los ojos del Señor, que van de aquí
para allá por toda la tierra":
Zac 4:10 Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la
plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la
tierra.
Los ojos lo que nos muestran es que no hay nada oculto para Él. Todo lo que
sucede en la Tierra es totalmente conocida y entendido por el Dios del Cielo.
Apo 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por
dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor
Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
Cuando este cuarteto alaba a Dios motiva también a los 24 ancianos a
adorar a Dios.
Apo 4:9-11 Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de
gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro
ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos
de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11 Señor, digno eres de recibir la
gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron
creadas.
La iniciativa parte de los seres vivientes que están rodeando el trono. Cuando
proceden a adorar, entonces los 24 ancianos, hacen lo mismo; además, arrojando
sus coronas ante Dios, dan a entender con eso que todo lo que son y han recibido
les viene de Dios exclusivamente.
Bibliografía:
Folleto Estudio Completo de Apocalipsis – El Mundo de Mañana. / / Comentarios de la Biblia Plenitud. / / Modulo V
Escatología. Pastor Alex Arenas. // Apocalipsis. La Revelación para estos días finales. MIGUEL ROSELL CARRILLO