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¿Cómo
sabemos que la Tribulación durará
siete años?
1) El día de Jehová (Isaías 2:12; 13:6,9; Joel 1:15, 2:1, 11, 31, 3:14; 1
Tesalonicenses 5:2)
2) Angustia o tribulación (Deuteronomio 4:30; Sofonías 1:15)
3) La Gran Tribulación, que se refiere a la más intensa segunda mitad del
período de los 7 años (Mateo 24:21)
4) Tiempo o día de angustia (Daniel 12:1; Sofonías 1:15)
5) Tiempo de angustia para Jacob (Jeremías 30:7) Es necesaria la comprensión
de Daniel 9:24-27 para entender el propósito y tiempo de la Tribulación. Este
pasaje en Daniel habla de 70 semanas que están determinadas sobre “tu
pueblo”. El “pueblo” en este texto son los judíos, la nación de Israel. Daniel
9:24 habla de un período de tiempo que Dios ha determinado para: “terminar
la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la
justicia perdurable y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los
santos.” Dios declara que “70 semanas” darán cumplimiento a estos hechos.
Es importante entender que cuando se habla de “70 semanas” no se está
hablando de una semana como la conocemos (7 días). Este período del cual
Dios habla, es realmente 70 septenios de años, o sean 490 años. Esto está
confirmado por otra porción de este pasaje de Daniel. En los versos 25 y 26,
se le dice a Daniel que “se quitará la vida al Mesías” en “7 semanas y 62
semanas” (69 semanas en total) comenzando con el decreto de la
reconstrucción de Jerusalén. En otras palabras, el Mesías será quitado 69
septenios de años (483 años) después del decreto de la reconstrucción de
Jerusalén. Los historiadores bíblicos confirman que transcurrieron 483 años
desde el tiempo en que fue decretada la reconstrucción de Jerusalén, al
tiempo que Jesús fue crucificado. La mayoría de los eruditos cristianos, a
pesar de sus puntos de vista escatológicos (eventos / cosas futuras),
comparten esta opinión sobre las 70 semanas de Daniel.
PARTE 1
Confirmado que el rapto existe, debemos decir que ese rapto será 7
años antes del regreso de Cristo para iniciar el milenio (en lo que se
conoce como la primera fase de la segunda venida física del Señor).
¿Por qué 7 años antes del milenio? ¿Por qué la iglesia no pasará por
esos 7 años de tribulación?
Pues porque:
Parte 2
Por tanto, no nos debe llamar la atención este intervalo entre los 483
años de Daniel cumplidos y los 7 restantes.
3. El argumento adicional
Parte 3
Ariel Alvarez
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Ariel Álvarez
"Para poder enseñar la Biblia libremente, renuncio a la Iglesia Católica", resumió Ariel
Alvarez Valdés. El ahora ex sacerdote, teólogo de prestigio internacional, venía
protagonizando una controversia con el Vaticano y particularmente con el obispo de
Santiago del Estero, Francisco Polti. El conflicto se estancó alrededor de una cuestión
puntual: la narración bíblica sobre Adán y Eva, ¿debe considerarse una verdad histórica
o un relato metafórico, como tal compatible con la versión científica sobre los orígenes del
hombre? Lo entrevista Pedro Lipcovich en Página/12.
Alvarez Valdés no aceptó retractarse de esta última posición y prefirió abandonar
la institución que le había prohibido dar clases y publicar libros. En diálogo con
Página/12, además de detallar la historia que lo llevó a dejar la Iglesia, el teólogo precisó
algunas de sus formulaciones sobre la Biblia: explicó por qué la virginidad de María debe
entenderse "no necesariamente como un hecho físico, sino como la fidelidad al
marido"; por qué "las apariciones de la Virgen no se producen en el mundo exterior sino
en la retina de quien tiene la visión", y por qué "Jesús nos hubiera salvado aunque no
hubiera muerto en la cruz, sino viejito en su cama: nos salva a través del amor, y no del
dolor".
"Desde hace casi dos años, mi obispo me prohíbe enseñar, escribir, dar
conferencias. Intenté hacerlo entrar en razón pero no ha querido ceder. Entonces, como
no quiero desobedecer a la Iglesia, para poder enseñar la Biblia libremente, renuncio",
explicó Alvarez Valdés. El teólogo, residente en Santiago del Estero, es licenciado summa
cum laude en la Facultad Bíblica Franciscana de Jerusalén, y doctor en Teología bíblica en
la Universidad Pontificia de Salamanca. Es miembro de varias asociaciones
internacionales, incluida la Sociedad Argentina de Teología, y autor de diversos libros en la
especialidad.
El 4 de agosto de 2008, el obispo de Santiago del Estero, Francisco Polti, le había
prohibido al sacerdote Ariel Alvarez Valdés "dar clase de disciplinas teológicas, incluyendo
cursos cortos y conferencias", "participar en medios de comunicación social incluyendo
Internet" y "hacer nuevas publicaciones o disponer la reedición de publicaciones
anteriores". Alvarez Valdés venía enseñando en la Universidad Católica local y en el
Seminario de la diócesis.
En ese momento, la sanción establecida por el obispo Polti había obedecido a una
disposición del cardenal Tarsicio Bertone, secretario de Estado del Vaticano. De todos
modos, "mi obispo, por ser del Opus Dei, tiene una mirada muy conservadora y
cerrada; otros obispos no hubieran reaccionado de esa manera, y de hecho en otras
diócesis seguí dando clases y dictando cursos". Alvarez Valdés presentó su renuncia al
sacerdocio en julio del año pasado: "En estos meses intenté que mi obispo revirtiera su
actitud, pero no hubo caso, y finalmente decidí hacerla efectiva".
-Usted entiende que la sanción fue una iniciativa del obispo Polti, que el Vaticano respaldó
-observó Página/12.
-Así es -contestó Alvarez Valdés-. La medida fue desproporcionada. Y se mantuvo pese
a que llegamos a acordar en diversos puntos, salvo la historicidad de Adán y Eva.
-¿Qué sostiene usted respecto del relato de Adán y Eva?
-Que no es un relato histórico. El autor que lo escribió no sabía ni pretendía enseñar
cómo apareció el hombre sobre la Tierra. Lo que la Biblia sabe es de dónde provino el
hombre: de las manos de Dios. Cómo apareció, si fue o no como lo plantea la teoría de
la evolución, es tema de los científicos. El relato de Adán y Eva procura destacar la
grandeza de un hombre y una mujer creados por Dios: nadie puede abusar de otra
persona, por humilde que sea, ya que en todo ser humano reside la imagen de Dios.
-¿Y cuál es la doctrina oficial de la Iglesia al respecto?
-La inmensa mayoría de los teólogos sostienen lo que acabo de decir. De hecho el
Vaticano me envió una carta donde reconocía que mi posición era correcta pero
cuestionaban el hecho de divulgarla al gran público, en vez de circunscribirla a libros
técnicos de difícil acceso.
-O sea que la Iglesia mantendría dos discursos al respecto.
-Es de lo que yo me quejé. Si se puede escribirlo en los libros de teología, ¿por qué no va
a ser posible decírselo al gran público? Pero le tienen miedo al escándalo, siempre lo
mismo. Mi obispo, en los considerandos de la prohibición, aducía que mis afirmaciones
causaban "perplejidad" a la gente". Pero el Papa también causa a veces perplejidad. El
mismo Jesús, según cuentan los Evangelios, dejaba perplejos a sus discípulos.
-Otros puntos de discrepancia se referían a la figura de María...
-No es cierto que el ángel Gabriel se le haya "aparecido" a María, como un señor que
entrara volando por la ventana: si así hubiese sido, María no habría tenido oportunidad de
expresar su fe; si hubiera visto realmente al ángel, no se trataría de fe. En realidad el ángel
simboliza la voz de Dios en el corazón de María.
-De todos modos, la concepción de María en tanto virgen implicaría ya una intervención
sobrenatural.
-En la Biblia, la virginidad no necesariamente debe interpretarse como hecho
meramente físico. La Biblia entiende por virginidad el hecho de la fidelidad a una misma
persona. En el Antiguo Testamento puede leerse: "Feliz de ti, virgen que has concebido a
tus hijos...". En este sentido una virgen puede tener hijos con su marido, porque la
virginidad no concierne a la biología sino a la fidelidad.
-Muchos católicos no suelen entenderlo de ese modo...
-Pero estas cosas ya han sido aceptadas. Ya no me piden que me retracte en esos puntos.
A lo largo de estos dos años, me aceptaron éstos y otros puntos. La única exigencia de
retractación que no levantaron fue sobre Adán y Eva. Y dije que no: ¿con qué cara
podría mirar a mis alumnos después de decir semejante barbaridad?
-Otro de los puntos era su negativa a admitir "apariciones" de la Virgen María.
-Los muertos, según la Biblia, no pueden volver a la Tierra. El que murió no vuelve, y el
que volvió nunca ha muerto. Esas historias que recopilaba Víctor Sueyro, de túneles, luces
y música, corresponden al más acá: nadie vuelve del más allá. Entonces, la Virgen María
no puede "aparecer", no puede presentarse físicamente a nadie. Alguien puede tener una
visión de la Virgen María, que ocurre en la retina de la persona pero no en el exterior.
-¿Cómo distinguir estas visiones de las que conciernen a la psicopatología?
-Son auténticas si los mensajes que trasmiten coinciden con la Biblia. El 90 por ciento de
los mensajes que se atribuyen a la Virgen María están contra la Biblia: se dijo que la
Virgen de San Nicolás había contado que el nacimiento de Jesús fue como cuando un rayo
de sol atraviesa el cristal de la ventana sin tocarlo ni romperlo, pero la Biblia dice que
Jesús nació como un hombre, es decir, como nacen todos los hombres.
-También planteó usted que los denominados estigmas no son signos de santidad ni
provienen de Dios...
-Lamentablemente, muchos creen que son signos de santidad enviados por Dios. Pero no
pueden venir de Dios, porque duelen mucho. Un estigma es terriblemente doloroso, es
un boquete en la mano. Dios es amor y bondad y no puede mandar lastimaduras a la
gente. Los estigmas vienen de los desequilibrios mentales de las personas:
científicamente, la mente humana puede tener un poder despótico sobre el organismo. De
igual modo, mucha gente sigue pensando que Jesús nos salvó con su muerte en la
cruz y que, si no, no nos hubiera salvado. ¿Quiere decir que El contrató a Pilatos para
que condenara, a Pedro para que negara, a Judas para que traicionara? ¿Si Judas no lo
hubiera entregado, El no nos habría salvado? Jesús nos hubiera salvado igual aunque
hubiera muerto viejito en su cama. Porque nos salva a través del amor, no del dolor.
Tras dejar los hábitos, Alvarez Valdés, de 52 años, se propone "crear un instituto bíblico
para acercar gente a la Iglesia Católica. Ya que no puedo como cura, porque mi obispo me
lo prohíbe, doy un paso al costado y lo hago como laico". En cuanto a sus medios
materiales de vida, "afortunadamente vivo en la casa de mis padres, que me apoyan; he
publicado algunos libros; gracias a Dios, nunca viví de la Iglesia".
El Obispado de Santiago del Estero comunicó que "con dolor hemos recibido esta petición.
Durante mucho tiempo hemos intentado encontrar un camino de solución a la situación
eclesial del padre pero, aunque reconocemos esfuerzos mutuos, lamentablemente no lo
hemos logrado".