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RAÚL QUINTANILLA MEDRANO Y OTROS


VS
ÁNGEL MUÑOZ MOSQUEDA
ORDINARIO CIVIL
EXPEDIENTE: C-0079/2019

CIUDADANO
JUEZ DE PARTIDO TERCERO CIVIL,
DE SALAMANCA, GUANAJUATO

ÁNGEL MUÑOZ MOSQUEDA, con la personalidad que tengo reconocida, dentro


de los autos que integran el juicio al rubro indicado, ante Usted, comparezco a
exponer:

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 236 del Código de


Procedimientos Civiles para el Estado de Guanajuato, interpongo recurso de
apelación, en contra de la sentencia definitiva, de fecha 8 ocho de julio
de 2019 dos mil diecinueve, dictada por ese H. Juzgado Tercero Civil de
Partido, dentro de los autos que integran el juicio ordinario civil número C-
0079/2019, que promueven en mí contra, los C.C. Raúl, Ema, Luz María del
Rocío, J. Andrés y Rosa María, todos de apellidos Quintanilla Medrano; mismo
que, solicito sea admitido en ambos efectos.

Señalo como constancias para su substanciación, todas y cada una de las


fojas que integren el expediente en que se gestiona, hasta que sea remitido al
tribunal de segunda instancia.

Asimismo, señalo como domicilio para oír y recibir notificaciones en segunda


instancia, el ubicado en la calle Montecito número 38, piso 28, interior 16, en la
colonia Nápoles, alcandía Benito Juárez, ciudad de México, código postal
03810, asimismo, señalamos los  medios electrónicos para ser notificados: el
correo electrónico madrigal_lupita@hotmail.com,  así como, el número
telefónico 5551579456, autorizo para recibir notificaciones y documentos, a los
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pasantes juristas Casandra Sánchez Álvarez y/o Edson Arturo Valdez


Mancillan, indistintamente.

Ahora, en términos de lo dispuesto por el artículo 692 TER del Código de


Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, manifiesto los agravios que el
causan a mis mandantes el acuerdo que se impugna, para que, en su
momento sean analizados por el Tribunal de apelación.

“UNICO AGRAVIO”:

FUENTE DEL AGRAVIO.  Auto de  fecha  de fecha auto de fecha 2 de marzo


del 2023 dos mil veintitrés, y publicado en el boletín judicial número __ el de
fecha 3 de marzo del 2023, mismo en el que decreta lo siguiente:

Por celebrada la plática con los menores hijos de las partes y por hechas las
manifestaciones del C. AGENTE DEL MISTERIOR PÚBLICO, de la
adcripción, y toda vez que la presente audiencia

PRIMERO. Causa agravio a mis mandantes, el que en esta vía se impugna,


toda vez que, el juez primigenio, al emitir el misma, no realiza un estudio
minucioso de la escucha de menores, asimismo, la pruebas ofrecidas tanto en
el escrito inicial de demanda y en la contestación de la reconvención.

Limitándose sólo a realizar una enunciación de las mismas, contrario a lo


estipulado en el artículo 357 y 358 del Código de Procedimientos Civiles para
el Estado de Guanajuato, que establecen, lo siguiente:

ARTÍCULO 357. Al pronunciarse la sentencia se estudiará previamente las excepciones


que no destruyan la acción, y, si alguna de éstas se declara procedente, se abstendrán los
tribunales de entrar al fondo del negocio, dejando a salvo los derechos del actor. Si dichas
excepciones no se declaran procedentes, se decidirá sobre el fondo del negocio
condenando o absolviendo, en todo o en parte, según el resultado de la valuación de las
pruebas que haga el juez.

ARTÍCULO 358. La sentencia se ocupará exclusivamente de las personas, cosas,


acciones y excepciones que hayan sido materia del juicio.

En relación a los argumentos que preceden, cobran aplicación, las siguientes


jurisprudencias:

“RECONVENCIÓN. NATURALEZA DE LA. La reconvención es la contrademanda


que formula el demandado al dar contestación a la demanda, la cual está sujeta a las
reglas señaladas por la ley, relativas a la forma de toda demanda. A través de la
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reconvención se hace valer una acción autónoma e independiente de aquella que dio
origen al juicio, toda vez que el demandado, aparte de las defensas que le
competen contra la acción que se deduce en su contra, ejercita a su vez una
acción que trae como consecuencia que la relación procesal adquiera un
contenido nuevo, que habría podido formar parte de una relación procesal separada,
además de que por virtud de la reconvención, el demandado tiende ya no únicamente
a neutralizar la acción y lograr la desestimación de la demanda, como sucede en
tratándose de las excepciones, sino que persigue en favor propio una
determinada prestación, declaración o condena, con independencia de la
desestimación de la demanda del actor; de ahí que la reconvención esté sujeta a
los términos y condiciones que para el ejercicio de cualquier acción fija la ley,
sin que pueda considerarse como un acto meramente accesorio de la demanda
principal.

EXCEPCIONES NO INVOCADAS EXPRESAMENTE. SI FORMARON PARTE DE


LA LITIS, DEBEN ESTUDIARSE AL DICTAR SENTENCIA. Si al contestar la
demanda se determinó con precisión el hecho en que se hacía consistir la defensa,
aun cuando no se invocó expresamente el nombre de la excepción opuesta, el
juzgador debe ocuparse de ella al dictar sentencia, pues es indudable que ese
aspecto formó parte de la litis.

EXCEPCIONES DE CARÁCTER PROCESAL EN MATERIA CIVIL. LO SON LAS


RELATIVAS A LA OMISIÓN DEL ACTOR DE DETERMINAR CON CLARIDAD LAS
PRESTACIONES QUE RECLAMA Y, POR ENDE, PROCEDE DEJAR A SALVO
SUS DERECHOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). De los artículos 147,
185, 191, 192, fracción V, 193, primer párrafo y 355 del Código de Procedimientos
Civiles para el Estado de Puebla se advierte que es un requisito que el actor en su
escrito inicial de demanda, determine con precisión la clase de prestación que
reclama; que las excepciones son las defensas que tienden a impedir modificar o
destruir la acción, y que las excepciones son procesales y sustanciales, impidiendo
las primeras entrar al fondo del asunto conforme a la acción ejercitada, y sus
consecuencias, entre otras, son que se decrete la improcedencia de la acción y se
dejen a salvo los derechos del actor, a no ser que la ley disponga lo contrario;
mientras que las sustanciales, tienden a destruir la acción ejercitada en cuanto al
fondo del asunto, y su consecuencia consiste en que no se prueba la acción.
Consecuentemente, la excepción relativa a la omisión del actor de determinar con
claridad las prestaciones que reclama es de carácter procesal, de conformidad con el
artículo 192, fracción V, del citado código, pues constituye un defecto en el modo de la
propuesta y una de sus consecuencias, es que se dejen a salvo sus derechos, por así
disponerlo el numeral 355, al no existir dispositivo legal que establezca lo contrario.
Por tanto, aun en el supuesto de que la parte demandada acredite la excepción
procesal opuesta, la consecuencia es dejar a salvo los derechos del actor”.

Ahora bien, el juez primigenio, analizó en primer término la acción principal,


esto es, el cumplimiento del contrato de compraventa de fecha 5 cinco de
diciembre de 2016 dos mil dieciséis y, señala que, la excepción que hice valer,
respecto a la sine actione agis, era una defensa, más que una excepción, la
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cual estimo como improcedente, sin motivar y fundamentar su determinación.


Respecto al resto de mis excepciones y defensas, señaló únicamente que, las
estudiaría dentro de la resolución, lo cual no aconteció.

Así, el juez inicial, declaró procedente la acción de cumplimiento de contrato


de compraventa promovida por los actores y resolvió que, acreditaron los
siguientes elementos de su acción:

El primero, consistente en la existencia del contrato de compraventa y las


condiciones del pacto, mismo que se acreditó con las documentales privadas,
como es, el contrato materia de la litis, el convenio modificatorio y la adición al
contrato inicial, las cuales, no fueron objetados por ninguna de las partes, así
como, con la confesión judicial expresa, realizada en los escritos de demanda
y reconvención, respectivamente y la confesión judicial realizada por los
actores, manifestando la existencia de dichos instrumentos privados, por lo
que, le dio pleno valor probatorio.

El segundo de los elementos, respecto a que, se cumplió con los términos del
contrato, argumento que, los actores desahogaron la prueba testimonial, a
cargo de los CC. Idania Rocha Vasquéz y José Luis Serrato Vargas, atestes
que, de sus respuestas se aprecia, no les consta su dicho, por ser testigos de
oídas, por consiguiente, dicha prueba testimonial, carece de valor probatorio.

En cambio, el suscrito, para acreditar que cumplí con el segundo de los


elementos, respecto a que, se cumplió con los términos del contrato,
desahogué la prueba testimonial a cargo de los CC. Ana Laura Serrano Alfaro,
Mónica Cornejo Rivera y María del Socorro Razo Peña, atestes que, fueron
uniformes en sus dichos, al manifestar que, les consta la existencia del
contrato de compraventa materia de la litis, por haberlo tenido a la vista,
además conocen el inmueble objeto del contrato y les consta que, el suscrito,
pagué la cantidad de $873,000.00 (ochocientos setenta y tres mil pesos
00/100 m.n.) a los CC. Raúl, Ema, Luz María del Roció, J. Andrés y Rosa María,
todos de apellidos Quintanilla Medrano y que el resto del monto “adeudado”
es, de $325,000.00 (trescientos veinticinco mil pesos 00/100 m.n.), atestes
que, les consta su dicho, por haber estado presentes las ocasiones que acudí
al domicilio de la parte actora para requerirles la escrituración del inmueble
materia de la litis, lo que no sucedió por la negativa expresa de los actores,
motivo por el cual no se ha cubierto el monto restante, pues declararon que se
niegan a recibirlo. Atestes que, contrario a lo esgrimido por el juez primigenio,
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tienen pleno valor probatorio, por ser uniformes en su dicho, haber contestado
sin dudas ni reticencias y ser testigos directos de los hechos.

Además, ofrecí la prueba documental privada, consistente en los recibos que


acompañé a mi escrito de contestación de demanda, a los cuales, el juez
primigenio no otorgó valor probatorio, aduciendo que señala que algunos
fueron suscritos con fecha posterior a la fecha límite de pago, sin embargo, los
mismos fueron reconocidos por los actores, Raúl, Ema, Luz María del Roció, J.
Andrés y Rosa María, todos de apellidos Quintanilla Medrano, en la prueba
confesional a su cargo y en la contestación de la reconvención.

Por tanto, al ser reconocidos y no ser objetados, por los citados actores, estos
recibos, contrario a lo esgrimido por el juez primigenio, tienen pleno valor
probatorio, por ser documentos privados, reconocidos y validados por los
actores, con independencia de la suma total de los mismos y que sean con
fecha posterior a la pactada para el cumplimiento del contrato pues con ello se
acredita que, los actores al recibir el monto fuera del término pactado, se
encontraban conformes con el pago que ahora refiere el juez primigenio, como
extemporáneo.

Finalmente, no obstante que mediante, auto de data 13 trece de junio de 2019


dos mil diecinueve, se tuvo por aceptando al Licenciado J. Inés Rico Ramírez,
Notario Público número 15, de la ciudad de Salamanca, Guanajuato, el
contenido y firma que calzaba como de su autoría, el recibo de pago, de fecha
24 veinticuatro de enero de 2017 dos mil diecisiete, por la cantidad de
$27,000.00 (veintisiete mil pesos 00/100 m.n.) por concepto de pago para
elaboración de escritura pública, el juez primigenio, no le otorgó valor
probatorio alguno a dicha prueba documental, señalando que, es ineficaz e
inútil, que no tiene trascendencia legal para probar la existencia del contrato
cuyo cumplimiento se reclama, las condiciones del pacto y que éste se cumplió
en sus términos.

Sin embargo, dicho instrumento, sí es susceptible de ser valorado, contrario a


lo esgrimido por el juez natural, debido a que, se prueba que el suscrito, ya
había realizado el pago de la escritura y que al escriturarme los actores,
cubriría el resto del monto de la compraventa, por lo que, se le debió dar valor
probatorio, pues en conjunto con la prueba testimonial desahogada, se
acredita que, el suscrito cumplí con el pago pactado en el contrato de
compraventa materia de la litis y que fueron los actores y reconvenidos,
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quienes se negaron a recibir el resto del monto adeudado, por consiguiente, el


suscrito no incumplí con el contrato base de la acción.

Así, con los medios de prueba desahogados, se acreditaron mis excepciones y


defensas, consistentes en la falta de derecho de la actora para demandarme
las prestaciones, precisamente porque, el suscrito no contravine el contrato de
compraventa materia de la litis; la falta de legitimación tanto activa como
pasiva, la de dolo y mala fe, con la que se conducen los actores al presentar la
demanda, sabiendo que he cubierto los pagos acorados; la inexistencia real o
presunta de un derecho de la actora, la de falsedad de lo narrado, la de falta
de necesidad del promovente de la demanda para que se le declare o
constituye un derecho, la falta de interés jurídico, la improcedencia de la
acción y la improcedencia de las prestaciones reclamadas.

Además, en el precitado contrato de compraventa, de fecha 5 cinco de


diciembre de 2016 dos mil dieciséis, específicamente en las cláusulas tercera
y cuarta, acordamos lo siguiente:

“TERCERA. LA PARTE VENDEDORA”, se obliga entregar a “LA PARTE


COMPRADORA”, la posesión física del inmueble cuando se otorgue la escritura de
compraventa ante notario público”

CUARTA. Las partes convienen que la parte vendedora deberá otorgar al comprador la
Escritura Pública relativa ante notario de elección de la parte compradora pactándose
que el comprador podrá decidir que se escriture a nombre de tercera persona, al
formalizar la compraventa de inmueble ante fedatario público”.

Cláusulas que, por desprenderse de un contrato bilateral, que produce


obligaciones reciprocas y sucesivas, obliga a los actores CC. Raúl, Ema, Luz
María del Rocío, J. Andrés y Rosa María, todos de apellidos Quintanilla
Medrano, a otorgar a mi favor la escritura pública, así como, su desocupación
y entrega material del inmueble en cuestión, contrario a lo resuelto por el juez
primigenio, en el considerando cuarto de sentencia definitiva, misma que a la
letra dice:

“……..

De ahí que, al haber acreditado su acción los actores originales, es decir, la existencia del
contrato y la exigibilidad de éste y al no haber acreditado el demandado sus excepciones,
de conformidad con lo establecido por el artículo 1284 del Código Civil del Estado y
considerando que la validez y cumplimiento de los contratos no pueden dejarse al arbitrio
de uno de los contratantes, lo procedente es condenar al demandado ÁNGEL MUÑOZ
MOSQUEDA al cumplimiento del contrato de compraventa de fecha cinco de
diciembre de dos mil dieciséis, así como las modificaciones y/o adiciones realizadas
el día cuatro de agosto de dos mil diecisiete y veintinueve de agosto de dos mil
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diecisiete, esto es, al pago a favor de los accionante de la cantidad de $400,000.00


(CUATROCIENTOS MIL PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL) por concepto de la
cantidad que le falta por cubrir por el precio de la compraventa base de la acción.

Por lo cual, ante el reclamo del pago de intereses hecho valer por los accionantes y al no
haber pacto entre las partes, se actualiza el supuesto establecido en el artículo 1570 de la
Ley Sustantiva Civil vigente en el Estado y se condena a ÁNGEL MUÑOZ MOSQUEDA al
pago de un interés legal del 6% seis por ciento anual sobre la cantidad de suerte
principal a que fue condenado dentro de la presente resolución, siendo ésta la cantidad
de $400,000.00 (cuatrocientos mil pesos 00/100 Moneda Nacional) a partir del ocho de
marzo de dos mil dieciocho, dado que fue el día siete de marzo de dos mil dieciocho la
fecha en que los contratantes pactaron para el cumplimiento de la obligación,
actualizándose la hipótesis contenida en el artículo 1569 y 1570 del mismo ordenamiento
legal, pues al haber pactado una nueva fecha para el cumplimiento de la obligación, el
incumplimiento se dio a partir del día siguiente de la fecha señalada para el cumplimiento
de la obligación y/o contrato, esto es, a partir del ocho de marzo de dos mil dieciocho.
---------------------------------

Lo que deberá hacer en un término que no exceda de cinco días hábiles contados a partir
de que cause estado la presente resolución, con fundamento en el numeral 465 del Código
Procesal Civil del Estado, apercibida que de no hacerlo se procederá a la ejecución en vía
de apremio.”
--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Por lo que, conforme al principio de congruencia que rige las sentencias, de


proceder la acción principal ejercida por los actores, esta debió ser clara,
precisa y congruente, lo que no acontece, toda vez que, el juez de origen, en
el último párrafo del considerando cuarto, únicamente, resuelve en otorgar un
término que no exceda de 5 cinco días hábiles, contados a partir de que cause
estado la citada resolución, para dar cumplimiento a las prestaciones a que fui
condenado, sin pronunciarse respecto al otorgamiento de la escritura pública a
mi favor, para con ello, dar certeza jurídica a su resolución y no vulnerar mi
derecho de propiedad sobre el bien inmueble materia de la litis, máxime que,
es una consecuencia lógica del cumplimiento del contrato al que fui
condenado.

Cobran aplicación, en relación a los argumentos que preceden, la tesis aislada


siguiente:

“PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LAS SENTENCIAS. EL ARTÍCULO 84 DEL CÓDIGO


DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE QUERÉTARO, NO VULNERA EL
DERECHO DE ACCESO A LA JUSTICIA. El precepto citado, al establecer que las
sentencias deben ser claras, precisas y congruentes con las demandas y las
contestaciones, y con las demás pretensiones deducidas oportunamente en el pleito,
condenando o absolviendo al demandado y decidiendo todos los puntos litigiosos que
hayan sido objeto del debate, no viola el derecho de acceso a la justicia, pues no restringe
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la apreciación íntegra de las pretensiones dentro de un juicio, por el contrario, recoge el


principio de congruencia que rige y da eficacia al derecho procesal civil, ya que su
propósito es asegurar que el Juez sólo pueda pronunciarse respecto de lo discutido, y que
no fallará ni extra petita, ni ultra petita, porque la decisión judicial deberá tomarse de
acuerdo con las pretensiones y excepciones probadas en el proceso. Así, si bien para la
procedencia de la acción intentada en un juicio civil es innecesario nombrarla por la
denominación con que la designa el derecho, pues basta con expresar con claridad lo
exigido al demandado y el título o la causa de la acción por ser estos elementos los que
permiten identificar jurídicamente la acción promovida, lo cierto es que esta apreciación no
debe llegar al extremo de realizar cambio alguno en lo pedido y en la causa de pedir, pues
éstos deben permanecer inalterados durante el proceso en salvaguarda de los derechos
fundamentales al debido proceso y de seguridad jurídica”.

Así como, los artículos 828, 1781, y 1782 del Código Civil para el Estado
Guanajuato, que a la letra señalan:

“Artículo 828. El propietario de una cosa puede gozar y disponer de ella con las
limitaciones y modalidades que fijen las leyes

Artículo 1781. El vendedor está obligado:

I. A entregar al comprador la cosa vendida;


II. A garantizar las calidades de la cosa;
III. A prestar la evicción.

Artículo 1782. La entrega puede ser real, jurídica o virtual.

La entrega real consiste en la entrega material de la cosa vendida, o en la entrega


del título si se trata de un derecho.

Hay entrega jurídica cuando, aun sin estar entregada materialmente la cosa, la ley la
considera recibida por el comprador.

Desde el momento en que el comprador acepta que la cosa vendida queda a su


disposición, se tendrá por virtualmente recibido de ella, y el vendedor que la conserva
en su poder sólo tendrá los derechos y obligaciones de un depositario.”

Por lo que, es incongruente que, el juez a quo, declarare procedente la acción


de los actores, sin el otorgamiento de la escritura pública a mi favor, no
obstante que, me condenó al pago del contrato de compraventa, siendo esta,
una obligación civil derivada del cumplimiento del contrato de compraventa
que nació el 5 cinco de diciembre de 2016 dos mil dieciséis, fecha en que se
celebró, máxime que, con tal proceder, me resulta imposible ejercer mi
derecho de propiedad, sobre el bien inmueble materia de la litis, al no contar
con el título de propiedad ni la posesión del bien inmueble, aun cuando, es
deber del juez primigenio, no vulnerar mi derecho humano a la tutela judicial
efectiva, como ahora acontece, por no estudiar el fondo de la cuestión
planteada y su cabal ejecución, porque no analizó de manera conjunta las
acciones planteadas, no obstante que, las partes lo pactamos en las cláusulas
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tercera y cuarta, del citado contrato de pacto de voluntades. Y con ello, facilite
la agilidad en el juicio y evite reposiciones de procedimientos innecesarios,
que generarían una dilación injustificada en la impartición de justicia.

Cobran aplicación, en relación a los argumentos que preceden las tesis


aisladas y jurisprudencia, siguientes:

COMPRAVENTA. ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO, PARA EXIGIR LA ENTREGA DE LA


COSA COMPRADA, NO SE REQUIERE DE INTERPELACIÓN PREVIA AL
EMPLAZAMIENTO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE GUANAJUATO). Del contenido de
los artículos 1741, 1742, 1781, 1782, 1791 y 1792 del Código Civil para el Estado de
Guanajuato se desprende que el contrato de compraventa se perfecciona con el
consentimiento de las partes respecto del precio y de la cosa, y desde entonces
obliga a los contratantes, aunque la primera no haya sido entregada, ni el segundo
satisfecho; asimismo, que la traslación de la propiedad se verifica entre los contratantes,
por mero efecto del contrato, sin dependencia de tradición, ya sea natural, ya simbólica,
salvo convenio en contrario; en esas condiciones, aun cuando las partes nada hayan
convenido en relación con la entrega del bien enajenado, no es de observar el artículo
1572 del mismo ordenamiento que en su primera parte dispone que si no se ha fijado el
tiempo en que deba hacerse el pago y se trata de obligaciones de dar, no podrá el
acreedor exigirlo sino después de los treinta días siguientes a la interpelación que se haga
ya judicialmente, ya en lo extrajudicial, ante un notario o ante dos testigos. Lo anterior es
así pues el precepto es aplicable cuando el cumplimiento de la obligación implique la
entrega de dinero o bienes análogos, caso en el cual el deudor puede precisar de días
para reunir la suma o cantidad de que se trate, lo que no ocurre cuando la obligación
consista en la entrega de un bien que el deudor tiene en su poder y que por disposición de
ley ya pertenece al acreedor; en este supuesto basta la interpelación judicial y el
emplazamiento lo es, en términos de la fracción IV del artículo 337 del Código de
Procedimientos Civiles de la entidad.

“ACCION PROFORMA U OTORGAMIENTO Y FIRMA DE ESCRITURA.


IMPRESCRIPTIBILIDAD DE LA. El ejercicio de la acción proforma u otorgamiento y
firma de escritura, es imprescriptible, toda vez que se basa en el derecho de propiedad
que se tiene respecto de un bien inmueble y la finalidad de esta acción, no es la de que
se considere propietario a alguien que ya lo es, sino que se condene al demandado,
al cumplimiento del otorgamiento y firma de que se trata, es decir, a darle formalidad
al acto jurídico traslativo de dominio, cuya omisión en nada afecta la validez de la
compraventa, dado que de conformidad con lo establecido por los artículos 2014, 2248 y
2249 del Código Civil para el Distrito Federal, el contrato en comento, es perfecto con la
sola obligación del vendedor de transmitir la propiedad de una cosa y del comprador, la de
pagar un precio cierto y en dinero, aun cuando la primera no haya sido entregada, ni el
segundo satisfecho.

ACCIÓN DE OTORGAMIENTO Y FIRMA DE ESCRITURA. ES CONSECUENCIA LEGAL


DE UN CONTRATO PRIVADO DE COMPRAVENTA CONFIGURADO IDÓNEAMENTE.
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De acuerdo con lo que previene el artículo 1625 del Código Civil para el Estado de México,
vigente hasta el veintiuno de junio de dos mil dos (cuyo texto es similar a lo que previene el
numeral 7.73 de la actual legislación sustantiva invocada), los contratos se perfeccionan
por el mero consentimiento de las partes y desde entonces obligan a los interesados
que en dicho acto jurídico intervienen no sólo al cumplimiento de lo expresamente
pactado, sino también a las consecuencias que de ello deriven. De ahí que si se
reclama el otorgamiento y firma de escritura de un contrato privado de compraventa
como mera consecuencia de la obligación contraída a través de ese pacto, tal
pretensión procederá aunque ese acuerdo no revista las formalidades exigidas por la ley,
siempre que la compraventa se actualice; ello en razón a que la forma no es un
elemento en sí configurativo o de existencia de dicho acto jurídico, sino sólo de validez,
teniéndose en cuenta que la carencia de dicha formalidad es precisamente lo que origina
la acción de que se trata, por lo que, para que prospere, sólo ha de justificarse la
celebración del acto jurídico correlativo”.

DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. ALCANCE DEL PRINCIPIO DE


JUSTICIA COMPLETA RESPECTO AL CUMPLIMIENTO DE LAS SENTENCIAS. La
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia 2a./J.
192/2007, determinó que el derecho a la tutela judicial efectiva consagra los siguientes
principios: 1) de justicia pronta; 2) de justicia completa; 3) de justicia imparcial; y 4) de
justicia gratuita. Ahora, si el citado derecho está encaminado a asegurar que las
autoridades encargadas de aplicarla lo hagan de manera pronta, completa, gratuita e
imparcial, es claro que las autoridades que se encuentran obligadas a la observancia de la
totalidad de los derechos que la integran son todas aquellas que realizan actos
materialmente jurisdiccionales, es decir, las que en su ámbito de competencia tienen la
atribución necesaria para dirimir un conflicto suscitado entre diversos sujetos de derecho,
independientemente de que se trate de órganos judiciales, o bien, solo materialmente
jurisdiccionales. En ese contexto, es factible concluir que, dentro del principio de justicia
completa, se puede incardinar el derecho a que las sentencias dictadas se ejecuten
plena y cabalmente, ya que de otra manera no es posible entender que exista
completitud en el fallo pronunciado si no se ejecuta y materializa en los hechos, tal y
como lo determinó previamente el órgano jurisdiccional correspondiente.

TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. EL ARTÍCULO 692 QUÁTER DEL CÓDIGO DE


PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL APLICABLE PARA LA
CIUDAD DE MÉXICO QUE REGULA LA APELACIÓN PREVENTIVA, NO TRASGREDE
ESE DERECHO FUNDAMENTAL. El artículo 692 Quáter del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal aplicable para la Ciudad de México, no trasgrede el derecho
a la tutela judicial efectiva, ni el derecho a un recurso judicial efectivo, ni tampoco resulta
confuso, sino por el contrario, se verifica que el sistema diseñado por el legislador, en
concreto la regulación de la apelación, con efecto devolutivo de tramitación conjunta con la
definitiva es acorde con los principios de la tutela judicial efectiva en tanto garantiza que en
los procedimientos judiciales se evite el dictado de diversas sentencias, así como la
constante reposición del procedimiento, además que dado que en los procedimientos
civiles prima el principio dispositivo, se facilita que sean las partes las que establezcan la
litis que ha de dilucidar el juzgador, a fin de no entorpecer y obstaculizar la impartición de
justicia. Además, favorece que todas las violaciones procesales impugnadas durante el
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procedimiento, sean analizadas de manera conjunta al resolverse la sentencia


definitiva y así facilitar la agilidad en el juicio, evitando reposiciones de
procedimiento innecesarias, que únicamente generarían una dilación injustificada a la
impartición de justicia que además harían inefectivos los recursos de apelación.

TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. EL ACCESO A UN RECURSO EFECTIVO, SENCILLO Y


RÁPIDO, ES CONSECUENCIA DE ESE DERECHO FUNDAMENTAL. El artículo 1o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que todas las personas
gozan de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para
su protección. Por su parte, el artículo 17 constitucional prevé el derecho fundamental a la
tutela judicial efectiva, que supone, en primer término, el acceso a la jurisdicción, es decir,
que el gobernado pueda ser parte en un proceso judicial y, en segundo, el derecho que
tiene a obtener una sentencia sobre el fondo de la cuestión planteada y su cabal ejecución,
que deberá ser pronta, completa e imparcial, lo cual se encuentra íntimamente relacionado
con el principio del debido proceso, contenido en el artículo 14 del señalado ordenamiento,
por lo que para dar cabal cumplimiento al derecho inicialmente mencionado, debe
otorgarse la oportunidad de defensa previamente a todo acto privativo de la libertad,
propiedad, posesiones o derechos, lo que impone, además, que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento. Por tanto, el acceso a un recurso efectivo,
sencillo y rápido, mediante el cual los Jueces y tribunales tutelen de manera eficaz el
ejercicio de los derechos humanos de toda persona que lo solicite, sustanciados de
conformidad con las reglas del debido proceso legal, es consecuencia del derecho
fundamental a la tutela judicial efectiva, en tanto que asegura la obtención de justicia
pronta, completa e imparcial, apegada a las exigencias formales que la propia
Constitución consagra en beneficio de toda persona que se encuentre bajo su
jurisdicción.

Así, la resolución emitida por el juez natural, resulta carente y falta de análisis,
pues no satisface los principios de congruencia y exhaustividad que rigen la
materia, lo que impide ejercer mi derecho de propiedad, vulnera mi derecho
humano a la tutela judicial efectiva, atentando a todas luces con lo establecido
en los artículos 1, 17 y 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como, en los artículos 21 y 24, de la Convención Americana
sobro Derechos Humanos, que establecen lo siguiente:

“Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los
derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y
bajo las condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con


esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en
todo tiempo a las personas la protección más amplia.

…..”
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Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer
violencia para reclamar su derecho.

Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito,
quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.

Artículo 27. La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites
del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y
tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la
propiedad privada.

Artículo 21.  Derecho a la Propiedad Privada


1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes.  La ley puede
subordinar tal uso y goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago
de indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los
casos y según las formas establecidas por la ley.
3. Tanto la usura como cualquier otra forma de explotación del hombre por el
hombre, deben ser prohibidas por la ley.”

Artículo 24.  Igualdad ante la Ley

Todas las personas son iguales ante la ley.  En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley. Artículo 14. Todas las personas son
iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser
oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier
acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus
derechos u obligaciones de carácter civil. La prensa y el público podrán ser excluidos
de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden público o
seguridad nacional en una sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la
vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del
tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera
perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o
contenciosa será pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad
exija lo contrario, o en las acusaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela
de menores.

Ordenamientos jurídicos que prevén, los derechos fundamentales que me


asisten, como son, la seguridad jurídica, y la igualdad entre las partes durante
el procedimiento jurisdiccional, la tutela judicial efectiva y el principio de
legalidad.

En atención a que, el artículo 17 Constitucional, prevé el derecho fundamental


a la tutela judicial efectiva, que supone, en primer término, el acceso a la
jurisdicción y, en segundo, el derecho a obtener una sentencia sobre el fondo
13

de la cuestión planteada y su cabal ejecución, que deberá ser pronta,


completa e imparcial, lo cual, se encuentra íntimamente relacionado con el
principio del debido proceso, contenido en el artículo 14 Constitucional y es
claro al señalar que, los órganos jurisdiccionales están obligados a la
observancia de la totalidad de los derechos que la integran.

Por su parte, el artículo 24 de la Convención Americana sobre Derechos


Humanos, con relación a la Igualdad ante la Ley, establece que, todas las
personas son iguales ante la Ley, en consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la misma.

El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 14,


dispone que, todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de
justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las
debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter
penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u
obligaciones de carácter civil.

Lo que claramente transgrede, el derecho de igualdad entre las partes que


contienden ante los tribunales y, por ende, el derecho a la igualdad de medios
procesales. Puesto que, la balanza que sostiene la justicia que imparten
nuestros tribunales, se encuentra inclinada hacia un lado determinado,
resultando en demerito para sus contrincantes, vulnerando, además, el
equilibrio procesal.

Máxime que, el objeto de celebrar un contrato de compraventa, a lo


establecido en los artículos 828 y 1741 del Código Civil para el Estado de
Guanajuato, es una de las partes transfiere a otra, la propiedad de una cosa
o de un derecho obligándose ésta última a pagarle por ella un precio cierto y
en dinero. Así, al no pronunciarse en relación a la trasmisión de la propiedad
del inmueble materia de la litis, a favor del suscrito, se da una clara desventaja
entre las partes dentro del procedimiento que implica una transgresión al
derecho de igualdad procesal, también conocido como equilibrio procesal o
igualdad de armas, debido a que, me condena al cumplimiento del pago y del
interés del 6% seis por ciento, sin que ordene el otorgamiento de la escritura
de la propiedad y la posesión del inmueble materia de la compraventa.

No obstante todo lo anterior que, acredité mis excepciones y defensas, el juez


primigenio, me condeno al cumplimiento del contrato de compraventa de
fecha 5 cinco de diciembre de 2016 dos mil dieciséis, así como, de las
adiciones y modificaciones al mismo, de fechas 4 cuatro de agosto de 2017
14

dos diecisiete y 29 veintinueve de noviembre de 2017 dos diecisiete, ejercitada


en la vía ordinaria civil, por los CC. Raúl, Ema, Luz María del Rocío, J. Andrés
y Rosa María, todos de apellidos Quintanilla Medrano, frente al suscrito, Ángel
Muñoz Mosqueda, respecto del bien inmueble ubicado en la calle Guerrero,
número 530 quinientos treinta, de la zona centro, de Salamanca, Guanajuato,
con una superficie de 197.21 ciento noventa y siete punto veintiún metros
cuadrados, con las siguientes medidas y colindancias; al Norte, 7.00 siete
metros, con calle Guerrero; al Sur: 6.95 seis metros noventa y cinco
centímetros con Marina Quintanilla (Mariana Quintanilla según avalúo); al
Oriente, 28.25 veintiocho metros con veinticinco centímetros, con calle
Emiliano Carranza y al poniente, 28.30 veintiocho metros con treinta
centímetros, con Adalberta Venegas.

Así como, al cumplimiento del citado contrato de compraventa sus


modificaciones y/o adiciones antes citadas, por lo que ve, al pago a favor de
los accionantes de la cantidad de $400,000.00 (cuatrocientos mil pesos 00/100
m.n.) por concepto de la cantidad que falta por cubrir del precio de la
compraventa base de la acción, así como, al pago de un interés legal del 6%
seis por ciento anual, sobre la suerte principal.

Ello sin estudiar a fondo la cuestión planteada en mi escrito de contestación de


demanda y reconvención, toda vez que, no condena a los CC. Raúl, Ema, Luz
María del Rocío, J. Andrés y Rosa María todos de apellidos Quintanilla
Medrano, a otorgarme, la escritura pública del inmueble citado y como
consecuencia, la desocupación y entrega real, material y jurídica del inmueble
materia de la litis.

Por ello, solicito a ese H. Tribunal de apelación, tenga a bien, modificar la


sentencia impugnada, a fin de que, se condene a los actores CC. Raúl, Ema,
Luz María del Rocío, J. Andrés y Rosa María, todos de apellidos Quintanilla
Medrano, a otorgar a mi favor la escritura pública del inmueble materia de la
litis y como consecuencia, la desocupación y entrega real, material y jurídica,
del mismo.

SEGUNDO. Me causa agravio el considerando quinto de la sentencia


definitiva, mediante el cual resuelve el juez primigenio que, el suscrito en
cuanto parte reconventora, no demostré estar legitimada como parte
reconventora, para demandar de los CC. Raúl, Ema, Luz María Del Rocío, J.
Andrés y Rosa María todos de apellidos Quintanilla Medrano, el cumplimiento
del contrato de compraventa y demás prestaciones reclamadas, y, por
consiguiente, se les absolvió de todas las prestaciones reclamadas.
15

Al respecto, debe precisarse a su Señoría que, dichos argumentos vertidos por


el juez de origen, carecen totalmente de fundamentación, motivación y razón
jurídica, vulnerando mis derechos humanos de legalidad, debido proceso y
seguridad jurídica, previstos en los artículos 1º, 14, 16 y 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Dado que, resulta notoria la arbitrariedad y marcado error en que incurrió el


juez natural, al analizar la acción reconventora, toda vez que, con los medios
de prueba que fueron desahogados en juicio, acredité los elementos de mi
acción reconventora, esto es:

a) La existencia del contrato de compraventa y las condiciones de tal pacto y;

b) Que se cumplió con los términos del mismo, lo que conlleva su exigibilidad.

El primer elemento, lo acredité con la pruebas documentales privadas


consistentes, el contrato de compraventa de fecha 5 cinco de diciembre de
2017 dos mil dieciséis, así como, las modificaciones y/o adiciones realizadas
el día 4 cuatro de agosto de 2017 dos mil diecisiete y 29 veintinueve de agosto
de 2017 dos mil diecisiete, que fueron presentadas por los actores y
reconvenidos, mismas que, no fueron materia de objeción por ninguna de las
partes, además de ser robustecida con la prueba confesional desahogada por
los actores y reconvenidos, Raúl, Ema, Luz María Del Rocío, J. Andrés y Rosa
María todos de apellidos Quintanilla Medrano, quienes recocieron la existencia
del pacto de voluntades.

El segundo elemento, fue debidamente acreditado, con la prueba testimonial a


cargo de los CC. Ana Laura Serrano Alfaro, Mónica Cornejo Rivera y María del
Socorro Razo Peña, atestes que, fueron uniformes en sus dichos, declararon
que, les consta la existencia del contrato de compraventa materia de la litis,
por haberlo tenido a la vista, no obstante que, no es materia de controversia
entre las partes, así como, que conocen el inmueble objeto del contrato y les
consta que el suscrito, he pagado la cantidad de $873,000.00 (ochocientos
setenta y tres mil pesos 00/100 m.n.) a los C.C. Raúl, Ema, Luz María del
Roció, J. Andrés y Rosa María, todos de apellidos Quintanilla Medrano, además
conocen que, el resto del monto adeudado es de $325,000.00 (trescientos
veinticinco mil pesos 00/100 m.n.), lo que les consta por haber estado
presentes en las ocasiones que acudí al domicilio de los reconvenidos para
pedirles el cumplimiento del contrato, y que el monto restante no se ha
16

cubierto, por la negativa de los actores para escriturar a mi favor el inmueble


materia de litis.

Así como, con la prueba documental privada, consistente en los recibos que
acompañé a mi escrito de contestación de demanda, a los cuales, el juez
primigenio no les otorgó valor probatorio, sin embargo, los mismos fueron
reconocidos por los actores Raúl, Ema, Luz María del Roció, J. Andrés y Rosa
María, todos de apellidos Quintanilla Medrano, en la prueba confesional a su
cargo y en el escrito de contestación de reconvención.

Finalmente, no obstante que mediante, auto de data 13 trece de junio de 2019


dos mil diecinueve, se tuvo por aceptando al Licenciado J. Inés Rico Ramírez,
Notario Público número 15, de la ciudad de Salamanca, Guanajuato, el
contenido y firma que calzaba como de su autoría, el recibo de pago, de fecha
24 veinticuatro de enero de 2017 dos mil diecisiete, por la cantidad de
$27,000.00 (veintisiete mil pesos 00/100 m.n.) por concepto de pago para
elaboración de escritura pública, el juez primigenio, no le otorgó valor
probatorio alguno a dicha prueba documental, señalando que, es ineficaz e
inútil, que no tiene trascendencia legal para probar la existencia del contrato
cuyo cumplimiento se reclama, las condiciones del pacto y que éste se cumplió
en sus términos.

Sin embargo, dicho instrumento, sí es susceptible de ser valorado, contrario a


lo esgrimido por el juez primigenio, debido a que, se prueba que el suscrito, ya
había realizado el pago de la escritura y que al escriturarme los actores,
cubriría el resto del monto de la compraventa, por lo que, se le debió dar valor
probatorio, pues en conjunto con la prueba testimonial desahogada, se
acredita que, cumplí con el pago pactado en el contrato de compraventa
materia de la litis y que fueron los actores y reconvenidos, quienes se negaron
a recibir el resto del monto adeudado, por consiguiente, yo no incumplí con el
contrato base de la acción.

Por consiguiente, es incongruente que el juez primigenio, resuelva que,


carezco de legitimación para demandar de los ciudadanos RAÚL, EMA, LUZ
MARÍA DEL ROCÍO, J. ANDRÉS y ROSA MARÍA todos de apellidos
QUINTANILLA MEDRANO, el cumplimiento del contrato materia de la litis,
debido a que, supuestamente aún no nace el derecho para demandarlos,
cuando se acreditó con las pruebas desahogadas, el pago del precio pactado y
como consecuencia, el cumplimiento del contrato, sumado a que, dentro de la
17

sentencia, se me condena al pago del monto restante de la compraventa


materia de la litis, por lo que mi derecho nace desde el momento en que
cumplo con mis obligaciones y me es condenado al pago restante.

Atento a lo anterior, solicito a ese H. Tribunal de apelación, tenga a bien,


modificar la sentencia impugnada, a fin de que se declare procedente la
acción reconvencional sobre cumplimiento de contrato de compraventa, el
otorgamiento de la escritura, la desocupación y entrega, real y material del
inmueble materia de la litis, y se condené a los actores CC. Raúl, Ema, Luz
María del Rocío, J. Andrés y Rosa María, todos de apellidos Quintanilla
Medrano, a otorgar a mi favor la escritura pública del inmueble materia del
juicio y como consecuencia, la desocupación y entrega real, material y jurídica,
del mismo.

Tercero. De igual forma, me causa agravio, el considerando sexto de la


aludida sentencia definitiva, mediante el cual, el juez natural, me condena al
pago de las costas que los actores C.C. Raúl, Ema, Luz María del Rocío, J.
Andrés y Rosa María, todos de apellidos Quintanilla Medrano, hayan erogado
con motivo de esa instancia; mismo que, resuelve lo siguiente:

“SEXTO. Con fundamento en lo previsto por el artículo 11 del Código de Procedimientos


Civiles del Estado y, toda vez que la parte actora original acreditó su acción y el
demandado original no probó sus excepciones, así como que el actor reconvencional
ÁNGEL MUÑOZ MOSQUEDA no acreditó su acción reconvencional, se condena a
ÁNGEL MUÑOZ MOSQUEDA al pago de costas que sus contrarios hayan erogado
con motivo de esta instancia, pues al no haber realizado en tiempo y forma el
cumplimiento de su obligación de pago, dio origen al presente
juicio.-----------------------------------------------------------------------------

Lo anterior es así en virtud de que el sistema de imposición de costas que establece el


citado artículo 11 del código procesal civil del estado de Guanajuato, adopta la teoría del
hecho objetivo de la derrota o del vencimiento. La justificación de esta institución radica en
que la actuación de la ley no debe representar una disminución patrimonial para la parte en
cuyo favor tiene lugar y la obligación de indemnizar en costas debe recaer en el causante
del pleito”.

Al respecto, debe precisarse a su Señoría que, dichos argumentos vertidos


por el juez de origen, carecen totalmente de fundamentación, motivación y
razón jurídica, violentando las leyes del raciocinio, así como, el recto juicio y,
por ende, los derechos humanos de legalidad, debido proceso y seguridad
jurídica, previstos en los artículos 1º, 14, 16 y 17 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.
18

Lo anterior en virtud a que, contrario a lo razonado por el juez primigenio, en el


caso que nos ocupa, nos encontramos en el supuesto previsto por el artículo
12 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Guanajuato, que a
la letra señala:

Artículo. 12.- Cuando la parte que pierda no haya, con su actitud, provocado el
juicio, y haya en este procedido con ecuanimidad, sin alterar las cuestiones ni
provocar dilación o entorpecimiento injustificados, puede el juez exonerarla, en todo
o en parte, del pago de las costas. En caso contrario, además de los daños y
perjuicios ocasionados por el litigio, puede el juez, al condenar en costas, agravar
estas en un diez por ciento.

Toda vez que, de su interpretación se desprende que, no será condenado en


costas, el que haya procedido con ecuanimidad, sin alterar las cuestiones, ni
provocar dilación o entorpecimientos injustificados, lo cual, en el caso concreto
aconteció, pues, la resolución de fecha 8 ocho de julio de 2019 dos mil
diecinueve, dictada por ese H. Juzgado Tercero Civil de Partido, dentro de los
autos que integran el juicio ordinario civil número C-0079/2019, que
promueven en mí contra, los CC. Raúl, Ema, Luz María del Rocío, J. Andrés y
Rosa María, todos de apellidos Quintanilla Medrano, resultó procedente para
los actores.

De lo anterior, se advierte que, nunca actué con temeridad, ni de mala fe y no


realice ninguna acción dentro del procedimiento para dilatarlo o entorpecerlo
injustificadamente, puesto que como en autos consta, no interpuse recurso
alguno, infundado e inoperante, obteniendo en consecuencia, una resolución
favorable a las pretensiones de los actores, motivo por el cual, es claro que, el
juez primigenio no debió condenarme al pago de los gastos y costas judiciales
erogados por los actores, debido a que, vulnera los derechos humanos de
legalidad, seguridad jurídica y debido proceso, consagrados en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Además, a los actores no les resultaron procedentes, la totalidad de sus


prestaciones planeadas en el escrito inicial de demanda, toda vez que,
demandaban, lo siguiente:

1. “El cumplimiento total, del contrato de compraventa y sus modificaciones,

2. La cantidad de $400,000.00 (cuatrocientos mil pesos 00/10 m.n.), que es la cantidad


que faltaba para cubrir el precio de la compraventa,

3. El pago de $680,00.00 (seiscientos ochenta mil pesos 00/100 m.n.) por concepto
de intereses, que señalaban era a razón de $40,000.00 (cuarenta mil pesos
00/100 m.n.) mensuales, por los 17 diecisiete meses que señalaban habían
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transcurrido desde la fecha en que la parte compradora se obligó al día de hoy,


y las que se siga generando hasta la total resolución del juicio.

4. El pago de gastos y costas.”

Ahora bien, de acuerdo a la resolución de fecha 8 ocho de julio de 2019 dos


mil diecinueve, dictada por ese H. Juzgado Tercero Civil de Partido, dentro de
los autos que integran el juicio ordinario civil número C-0079/2019, no resultó
procedente el pago de $680,00.00 (seiscientos ochenta mil pesos 00/100 m.n.)
por concepto de intereses, que señalaban era a razón del 10% diez por ciento
mensual, por la cantidad de $40,000.00 (cuarenta mil pesos 00/100 m.n.)
mensuales, por los 17 diecisiete meses que señalaban habían transcurrido.

En cambio, resulté condenado al pago de un interés legal del 6% seis por


ciento anual, sobre la cantidad de suerte principal a que fui condenado dentro
de la presente resolución, siendo ésta la cantidad de $400,000.00
(cuatrocientos mil pesos 00/100 m.n.) a partir del 8 ocho de marzo de 2018
dos mil dieciocho.

Por consiguiente, a los actores, Raúl, Ema, Luz María del Rocío, J. Andrés y
Rosa María, todos de apellidos Quintanilla Medrano, no les prosperó la
prestación reclamada, lo que trae como resultado que no haya obtenido una
sentencia completamente favorable, dado que no lograron todo que lo
pretendían, por tanto, contrario a lo resuelto por el juez primigenio, no procede
el pago de los gastos y costas del juicio.

Cobra aplicación al respecto, la siguiente jurisprudencia que a la letra señalan:

“GASTOS Y COSTAS. NO PROCEDE SU CONDENA EN EL JUICIO ORDINARIO CIVIL


CUANDO EL DEMANDADO ES CONDENADO PARCIALMENTE (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE VERACRUZ). Acorde con el criterio sustentado en la jurisprudencia 1a./J.
122/2012 (10a.), (1) de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
rubro: "COSTAS EN EL JUICIO CIVIL HIPOTECARIO. NO SE ACTUALIZA LA FRACCIÓN
III DEL ARTÍCULO 140 DE LAS LEGISLACIONES DEL DISTRITO FEDERAL Y DEL
ESTADO DE COAHUILA, CUANDO EL DEMANDADO HUBIERA SIDO CONDENADO
PARCIALMENTE POR LAS PRESTACIONES RECLAMADAS.", sobre el tema de la
condena al pago de los gastos y costas, en caso de vencimiento parcial y de la
interpretación del artículo 104, primer párrafo, del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado, vigente hasta el veintisiete de enero de dos mil quince, que establece que siempre
será condenado al pago de gastos y costas, que incluirán los honorarios del abogado
patrono de la contraparte, el litigante que no obtuviere resolución favorable, ya en la
principal, ya en los incidentes que surgieren; se considera que dicho precepto se apoya en
la teoría del vencimiento puro, en función de la cual el triunfo en una controversia judicial
es, por sí mismo, causa generadora y suficiente para la condena en costas a cargo de la
parte vencida, al margen del comportamiento procesal inapropiado de alguna de las partes
20

y del propósito de retribuir a quien injustificadamente ha sido obligado a actuar ante un


tribunal, ya que únicamente obedece a la cuestión objetiva de que exista una parte vencida
en el juicio. En ese orden de ideas, si el parámetro que estableció el legislador para la
procedencia de la condena en costas es el "no obtener sentencia favorable"; se concluye
que es a la parte vencida en el litigio a quien corresponde el pago respectivo. Sin embargo,
cuando en el juicio ordinario civil existe una condena parcial, aun si se declaran
procedentes una o más de las prestaciones exigidas por el actor, el hecho de que
otra u otras no hayan prosperado, trae como resultado que no haya obtenido una
sentencia completamente favorable, dado que no logró todo lo pretendido; y ello
implica que, en tal caso, ambas partes obtienen sentencia parcialmente favorable a
sus pretensiones, lo que significa, bajo la teoría del vencimiento puro, que en ese
caso -condena parcial- no existe parte vencida y, por tanto, no procede el pago de
los gastos y costas del juicio”.

Por lo expuesto y con apoyo en los artículos 236, 237, 238, 239, 246, 247,
248, 249, 256 y demás relativos del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de Guanajuato.

A USTED, SU SEÑORIA, ATENTAMENTE PIDO:

Primero.Tener por interpuesto, en tiempo y forma, recurso de apelación, en


los términos propuestos.

Segundo. Tener por señaladas las constancias para su substanciación y en


su momento, remitir los autos originales al Supremo Tribunal de Justicia del
Estado, para que sean turnados a la Sala de segunda instancia que
corresponda.

Tercero.Tener por señalado domicilio para oír y recibir notificaciones, así


como, autorizados para tal efecto.

Cuarto.Correr traslado a los demandados.

Quinto.Al Magistrado de segunda instancia que conozca del presente recurso


apelación, solicito, tenga a bien, revocar la sentencia en los términos
propuestos.

Salamanca, Guanajuato a la fecha de su presentación.

___________________
Ángel Muñoz Mosqueda

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