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Resumen:
Gran parte de la complejidad en la arquitectura está notoriamente ligada al lenguaje con la
que los autores nos logran comunicar sus propuestas, las que no son más que el resultado
de un profundo análisis conceptual y factores técnicos. La materialidad es uno de los
principios fundamentales de comunicación directa de un edificio hacia el contexto
inmediato. Por tal motivo, la necesidad por alcanzar notoriedad lleva a los proyectistas a
una carrera por lograr la innovación constante, así como dejar un sello característico que
llena de identidad a las obras realizadas, con el fin de perdurar en el tiempo. A ello
corresponde que con el pasar del tiempo los materiales vienen alcanzando ilimitadas
posibilidades para su utilización, así como nuevas reflexiones dentro de su concepción
hacia las obras arquitectónicas realizadas. El presente artículo intenta organizar algunas
reflexiones sobre el óptimo uso de los materiales, así como el efecto que estos producen
hacia las personas, teniendo en cuenta la reflexión intuitiva, el gran conocimiento de datos
concretos y una vasta sensibilidad para poder optar por la mejor opción, la cual está
obligada a satisfacer todas las necesidades.
Palabras clave: Materialidad, arquitectura, textura, construcción.
Abstract:
Introducción
La necesidad por lograr una revolución en la arquitectura, llevó a los proyectistas a
profundizar más en las reflexiones destinadas a la concepción de los edificios, por lo que
se generó una necesidad más grande que solo resolver los espacios interiores o lograr
volumetrías impresionantes, si no que se logró comunicar ideas mediante un lenguaje
intuitivo, hacia el común de las personas, de esta manera obtener valor en cada una de las
propuestas realizadas, asimismo poner un sello distintivo a sus obras, que a su vez
consiguen perduran en el tiempo.
Desde el siglo XX hasta la actualidad, se pueden encontrar numerosas posibilidades para
las aplicaciones de los materiales en la arquitectura, por lo que esto conllevo a que los
arquitectos optaran por nuevas propuestas en su aplicación, algunas muchas más creativas
y con mejores resultados que otras, asimismo este incremento en la variedad de materiales
generó una corriente de numerosas posibilidades en el planteamiento de las propuestas.
Cada propuesta arquitectónica tiene un sello particular en cuanto al diseño planteado, por
lo que con el paso de los años se logra identificar algunos requisitos necesarios para el uso
de materiales, los que parten de las necesidades particulares encontradas en el análisis
previo a la propuesta.
Por otro lado, en los últimos años se vienen tomando con mayor énfasis en el análisis de
las propiedades técnicas de los materiales requeridas, lo cuales deben responder a ciertos
factores climáticos y de contexto propio a cada lugar, con esto se busca lograr mejores
resultados finales.
Desarrollo
Lograr obtener una buena elección del material en la concepción de un proyecto, es parte
fundamental de lograr una aceptación por parte del observador, de esto dependerá los
efectos que se lograran producir hacia los observadores y del rol que asumirá el edificio
en el contexto urbano construido.
Hegger, Drexler y Zeumer (2010, p. 11) en la obra “Materiales” definen un término usado
para describir a un área de trabajo, que no precisamente es una profesión:
Existen especialistas, en ingles llamados Material scouts (cazamateriales), que ofrecen
información a los arquitectos sobre materiales y novedades. Asimismo, con el incremento
de materiales disponibles también se ha ampliado el campo de aplicaciones posibles.
En cuanto a la percepción de los materiales, se entiende por un efecto que es percibido por
medio de todos los sentidos conocidos, que son:
Dentro de los requisitos para la clasificación de los materiales, se plantea que estos deben
cumplir algunos requisitos específicos para los que fueron seleccionados. Se dividen en
cuatro los requisitos que deberán cumplir:
• Requisito de confort
• Protección contra factores ambientales
• Mantenimiento
• Baja contaminación medioambiental
Del análisis de estos cuatro requisitos de clasificación, se puede identificar al que tiene
mayor relación con el sentido de sensación del observador hacia el material, es el requisito
de confort por, tener contacto directo con los usuarios u observador, por lo que la
percepción que tengamos sobre ellos es de vital importancia, los otros tres requisitos son
la relación directa de las propiedades físicas del edificio.
En relación a las Propiedades técnicas de los materiales, se define como criterios que
deciden la clasificación de un material, las que, según sus propiedades físicas, químicas,
termodinámicas o relativo a la humedad, serán seleccionadas, esto debe responder a la
necesidad técnica del objeto arquitectónico. Para esta clasificación se deberá tener en
cuenta una gran variedad de características como: densidad, conductividad térmica, calor
especifico, capacidad térmica, escala de dureza, resistencia a la compresión, resistencia a
la tracción, módulo de elasticidad, coeficiente de dilatación térmica, factor de resistencia y
otros relacionados. Para esta propiedad el factor climático y de emplazamiento es muy
importante, ya que será la que demande las características necesarias.
Conclusiones
La materialidad como manifestación arquitectónica contribuye a la comunicación entre el
edificio, los habitantes y el contexto inmediato:
Los materiales “hablan” del edificio, de su estructura y su función[...]Los edificios comunican
con el mundo a través de los materiales; pueden ser ligeros y transparentes, o tener una
apariencia maciza y monolítica. La elección de los materiales forma parte del proceso de
proyecto para conseguir la expresión deseada en términos de lenguaje arquitectónico.
(Hegger, Drexler y Zeumer, 2010, p. 7)
Referencias