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La luz es susceptible de usarse como un material.

Desde la antigüedad hasta nuestros días hay


grandes ejemplos de arquitecturas que utilizan la luz como instrumento.

Arquitectos como Le Corbusier, Alvar Alto, Louis I. Kahn o Luis Barragán, por mencionar solo
algunos, le dieron especial importancia al manejo de la luz, la sombra y la penumbra,
entendidos como elementos primordiales de la experiencia espacial. Para ellos, el arte de
construir radicaba también en hacerlo con elementos intangibles.

La luz pertenece al dominio de lo visual, lo perceptivo, y por tanto tiene que ver con aquella
parte de la arquitectura que interacciona con el ojo, es decir, con la experiencia visual de la
arquitectura que interacciona con la experiencia vital. Además de ser imprescindible para ver,
la luz natural permite al arquitecto agregar cualidades a los distintos espacios que conforman
el proyecto o incluso al conjunto de este.

La luz se puede utilizar como material. Desde la antigüedad hasta la actualidad, son muchos los
ejemplos de arquitectura que utilizan la luz como herramienta. Arquitectos como Le Corbusier,
Alvar Aalto, Louis I. Kahn o Luis Barragán ponen especial énfasis en resolver la luz, la sombra y
la penumbra, que se perciben como elementos básicos de la experiencia espacial. Para ellos, el
arte de la arquitectura reside también en construir con elementos inmateriales.

La luz pertenece al campo de la visión y la percepción, por lo que se relaciona con la parte del
edificio que interactúa con los ojos, es decir, interactúa con la experiencia visual y la
experiencia de vida del edificio. Además de la luz visible esencial, la iluminación natural
permite a los arquitectos añadir calidad a los distintos espacios que componen un proyecto, o
incluso a todo el proyecto.

Las dimensiones de la arquitectura se componen de los espacios observables, las tres


dimensiones espaciales, el diseños exclusivo e inclusivo, el primero intenta mostrar una gran
simplicidad limitando el conjunto de imágenes y formas que emula, el otro intenta abarcar
referencias impares en su movimiento hacia el catolicismo.

La dimensión arquitectónica consta de un espacio observable, tres dimensiones espaciales, un


diseño exclusivo e inclusivo, la primera trata de expresar una gran sencillez limitando el
conjunto de imágenes y formas imitadas, la segunda trata de abrazar, curiosamente lo cita en
el movimiento católico.

La materialidad de la arquitectura es el concepto o el uso aplicado de varios materiales o


sustancias en el medio del edificio. La materialidad se entiende como el proceso a través del
cual la idea la idea o concepto arquitectónico se hace materia, o elemento tangible, de modo
que pueda ser identificable a través de la forma y las características físicas del hecho
arquitectónico.

En principio, la materialidad implicará el manejo del material como elemento base para hacer
realidad la idea arquitectónica, aplicada a la superficie de la propia arquitectura, donde la
elección del material ha sido pensada para fomentar experiencias espaciales a través del
estímulo sensorial y manejo de características acústicas por parte del usuario. (Hegger, Drexler
& Zeumer, 2010).
Existen tres tipos de materialidad: materialidad visible, materialidad interna y materialidad
asociativa. Para Hegger, Derxler y Zeumer, la materialidad visible se percibe por los sentidos,
transmite sensación de una presencia física y evidencia el dominio del material; la materialidad
interna, está referida a la misma estructura del objeto arquitectónico; la materialidad
asociativa al aspecto simbólico al que se asocian los materiales empleados en la construcción.

La Materialidad es el concepto o uso de diferentes materiales o sustancias en el centro de un


edificio. La materialización se entiende como el proceso por el cual una idea o concepto
arquitectónico se convierte en un elemento material o tangible para que pueda ser
identificado por la forma y características físicas del hecho arquitectónico.

En principio, la materialidad significa el procesamiento de materiales como elementos básicos


para realizar el concepto arquitectónico, aplicado a las superficies del edificio mismo, se
considera que la elección de los materiales contribuye a la experiencia del espacio a través de
la estimulación sensorial y las propiedades de procesamiento. La acústica la define el usuario.
(Hegger, Drexler y Zeumer, 2010). Hay tres tipos de materialidad: materialidad visible,
materialidad interna y materialidad asociativa. Para Heger, Derxler y Zeumer, la materialidad
visible se siente, crea una sensación de presencia material y demuestra el dominio de la
materia; la materialidad interna se refiere a la estructura de los objetos arquitectónicos; El
significado asociado del aspecto simbólico asociado con el material.

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