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SHOSTAKÓVICH

Y LA CENSURA
SOVIÉTICA

CICLO DE MIÉRCOLES
15 MAR – 29 MAR 2023
1
SHOSTAKÓVICH
Y LA CENSURA
SOVIÉTICA
CICLO DE MIÉRCOLES
DEL 15 AL 29 DE MARZO DE 2023

EN PARALELO A LA REPRESENTACIÓN DE
LA NARIZ DE DMITRI SHOSTAKÓVICH EN EL TEATRO REAL

march.es
D
urante casi todo el régimen político de la Unión
Soviética, estar a bien con los poderes fácticos
al tiempo que se buscaba un lenguaje innovador
constituía una ecuación casi imposible que,
además, ponía en riesgo constante −literalmente
incluso− la vida de los compositores. En este
contexto, la figura de Dmitri Shostakóvich ha pasado a la
historia de la música como el paradigma de relación multiforme
y conflictiva con el régimen estalinista, hasta el punto de
eclipsar los nombres y las tragedias de otros autores olvidados,
deportados, exiliados, destinados al ostracismo o ignorados
por las autoridades. A través de Shostakóvich y su entorno, este
ciclo realiza una radiografía de la música soviética a lo largo de
cincuenta años con el fin de revelar las complejas relaciones con
el poder y los vínculos entre creación y censura.

Fundación Juan March

Por respeto a los demás asistentes, se ruega limitar el uso de los móviles
y no abandonar la sala durante el acto.
ÍNDICE

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SHOSTAKÓVICH Y LA CENSURA SOVIÉTICA
De un tiempo y de un lugar
La década de las utopías: 1917-1927
Revolución versus emigración
La muerte de las libertades
La maldición de Lady Macbeth
De la Guerra Patria a la Guerra Fría
A modo de epitafio
Juan Manuel Viana

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Miércoles, 15 de marzo
CON LA APROBACIÓN DE STALIN
Cuarteto de Leipzig

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Miércoles, 22 de marzo
A ESPALDAS DE LA UNIÓN SOVIÉTICA
Ilya Gringolts, violín
Daniel Haefliger, violonchelo
Peter Laul, piano

45
Miércoles, 29 de marzo
BAJO EL YUGO SOVIÉTICO
Varvara, piano

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Bibliografía
Autor de las notas al programa
Shostakóvich y la censura soviética

Juan Manuel Viana

Desde hace casi medio siglo, pero espe- los cataclismos que sacudieron a su tierra
cialmente a consecuencia del hundimien- natal, pues, tal y como expresó Guennadi
to del régimen comunista y la posterior Rozhdéstvenski: “El conjunto de su obra,
descomposición de la Unión Soviética, en gran parte autobiográfica, es una cró-
gracias a los numerosos documentos nica de su vida, no sólo de la suya, sino
que, a partir de entonces, han sido ac- de la de todo un pueblo y de su país. Así
cesibles al escrutinio de historiadores, es como debe verse, siempre y cuando
ensayistas, críticos y musicólogos occi- no olvidemos las decenas de millones de
dentales, la siempre controvertida figu- desdichados que fueron exterminados
ra de Dmitri Shostakóvich ha suscitado por el régimen”.
un interés inusitado –sólo comparable al
protagonizado, a partir de los años sesen- DE UN TIEMPO Y DE UN LUGAR
ta, por Gustav Mahler y la Viena de 1900–,
hasta el punto de convertir su nombre, La ciudad natal de Shostakóvich, cuan-
acaso como el de ningún compositor de do este llegó al mundo en septiembre de
cualquier otra época pasada, en símbolo 1906, se llamaba –igual que lo sería de
máximo del artista en el cual vida y obra nuevo a partir de 1991 y hasta la fecha–
se encuentran indisolublemente ligadas San Petersburgo. Cuando el músico, to-
a la realidad política y social en que am- davía adolescente, compuso en 1919 la
bas nacieron y se desarrollaron. Un fiel primera obra oficial de su catálogo, el
reflejo, pese a sus ambigüedades y a la Scherzo op. 1, esa misma localidad –des-
necesidad de “escuchar entre líneas”, de de el inicio de la Gran Guerra, en 1914,
aún bajo el dominio zarista– atendía al
nombre de Petrogrado. Seis décadas más
tarde, a la muerte del compositor en
Dmitri Shostakóvich trabajando agosto de 1975, apenas un mes después
en su piano, 1950. de haber concluido su testamento artís-

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tico, la Sonata para viola y piano op. 147, fe y las esperanzas iniciales depositadas
que no llegaría a ver estrenada, la ciudad en la Revolución de Octubre, más bien
fundada por Pedro el Grande y que fuera pronto que tarde, se verían defraudadas.
capital del imperio ruso durante más de “Quienes han vivido en la Unión
dos siglos era conocida desde 1924, tras Soviética saben cuánto coraje hacía falta
la muerte de Lenin, como Leningrado: para defender en ese contexto sus propias
no por casualidad, el título de una de las convicciones”: estas palabras de Irina,
obras más discutidas y, a la vez, más po- tercera esposa y viuda de Shostakóvich,
pulares de todo el abundante legado de sitúan la figura del autor de Babi Yar en
su autor. medio del encendido debate que, más
Al igual que la ciudad que lo viera na- candente que nunca tras la voluminosa
cer hace ciento diecisiete años –la ciu- bibliografía surgida, sobre todo, desde
dad que sufrió y presenció el “domingo la publicación en 1979 de Testimonio –las
sangriento” de 1905, el asalto al Palacio supuestas memorias dictadas por el com-
de Invierno en 1917 y el implacable ase- positor al musicólogo Solomon Volkov y
dio nazi en la Gran Guerra Patria–, el hoy por completo desacreditadas– per-
legado musical de Shostakóvich, el com- siste aún en torno a su polémico y con-
positor más universalmente conoci- tradictorio legado. ¿Fue Shostakóvich
do y el que más literatura de todo tipo un conformista demasiado tibio y obe-
ha generado de entre cualquiera de los diente o, por el contrario, fue víctima de
muchos colegas que desarrollaron su ca- un forzoso exilio interior? ¿Un “Hijo fiel
rrera –de principio a fin– dentro de las del Partido”, como fuera saludado tras su
cerradas fronteras de la extinta Unión muerte? ¿Un sumiso servidor del régimen
Soviética, trasluce las vicisitudes de una o un artista secretamente disidente que,
época particularmente convulsa y trá- por pura supervivencia, firmó cartas co-
gica, secuestrada y sometida a las pre- lectivas sin mirarlas, leyó discursos que Borís Kustódiev, El bolchevique (1920). después, en su Sinfonía nº 12, “El año
siones, los caprichos y la censura de un no había escrito y publicó artículos de Óleo sobre lienzo. 101 x 141 cm. Galería 1917”, cómo presenció el asesinato de un
régimen totalitario cuyas víctimas en contenido sugerido por otros? A la luz de Tretiakov, Moscú. Representación adolescente abatido a sablazos cuando
el ámbito artístico (Yevgueni Zamiatin, lo que ahora sabemos, buena parte del emblemática de la visión megalómana un grupo de soldados dispersaba a una
Kazimir Malévich, Borís Pasternak, inmenso catálogo de Shostakóvich, y en incipiente respecto a la Revolución multitud. En los prometedores inicios del
Mijaíl Bulgakov, Vladímir Mayakovski, particular su corpus camerístico, testi- Bolchevique, la obra de Kustódiev retrata a nuevo Estado, los movimientos artísti-
Serguéi Eisenstein, Andréi Platonov y, monia una lucha titánica por apropiarse un líder gigante que ondea una bandera roja cos de vanguardia que habían comenza-
además de otros muchos, los siete mú- un espacio de libertad –por reducido que a través de una calle atestada de gente que do a florecer pocos años antes gozaron
sicos programados en este ciclo), víc- fuera– dentro del asfixiante sistema cen- marcha para unirse a la revolución, si bien de la protección del autocalificado como
timas incluso en el sentido más literal sor soviético. el artista nunca fue testigo de ella, ya que “poeta de la Revolución”, el conciliador
del término (como Vsévolod Meyerhold, por aquel entonces un tumor lo mantenía y cultísimo Anatoli Lunacharski, máxi-
Ósip Mandelshtam, Borís Pilniak, Isaak LA DÉCADA DE LAS UTOPÍAS: 1917-1927 paralizado. mo responsable desde noviembre de
Bábel o Marina Tsvetáyeva), fueron in- 1917 del Comisariado del Pueblo para la
calculables. Como escribiera el citado O r i u n d o, c om o Í gor S t r av i n s k i o Educación, que confió a artistas e in-
Mandelshtam en El ruido del tiempo, pu- Mieczysław Weinberg, de una fami- gada de Lenin a la estación de Finlandia telectuales como Kazímir Malevich,
blicado en 1925, “los chicos de 1905 iban a lia de raíces polacas e ideas liberales, en Petrogrado. Testigo de las algaradas Vasili Kandinski, Aleksandr Ródchenko,
la revolución con la sensación de que era Shostakóvich contaba tan solo diez años y revueltas de aquellas jornadas inicia- El Lisitski, Vsévolod Meyerhold, Iliá
una cuestión de amor y de honor”. Pero la cuando asistió a la multitudinaria lle- les, Shostakóvich evocará muchos años Ehrenburg, Aleksandr Blok o Arthur

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Lourié (a quien encomendó la jefatura Krilov (1922), Trío con piano nº 1 (1923), de par en par las puertas a una inespe- dades, tuviera que disimular y resistir,
del Departamento de Música, el MUZO) Scherzo (1924), Aforismos (1927)–, las pre- rada celebridad mundial: Bruno Walter, mantener su espíritu libre hibernado en
la construcción de una nueva cultu- ferencias artísticas de Shostakóvich se encandilado con la partitura, la dirigió un constante ejercicio de funambulis-
ra soviética. Como escribiría Vladímir orientaban hacia el constructivismo prac- en Berlín en 1928, Leopold Stokowski en mo que más de una vez estuvo a punto
Mayakovski: “Hoy están puestos en no- ticado por el colectivo multidisciplinar Filadelfia el mismo año y Hamilton Harty de costarle la vida, “desdoblando hasta la
sotros los ojos del mundo entero”. LEF (Frente de Izquierda de las Artes), en Manchester en 1931; y Stokowski, Artur esquizofrenia su personaje público”, en
En esa época, en la que vieron la luz sus creado en 1923 y aglutinado en torno a Rodziński y Arturo Toscanini la grabaron palabras de Tzvetan Todorov.
primeras composiciones –Dos fábulas de Mayakovski, Eisenstein y Ródchenko. El en 1933, 1941 y 1944, respectivamente. La
joven músico saboreará muy pronto las obra fascinó a Darius Milhaud, y Alban LA MUERTE DE LAS LIBERTADES
mieles del triunfo. Pianista destacado, Berg, otro de sus insospechados admira-
Shostakóvich obtendrá en 1927 un di- dores, escribió una carta entusiasta a su El décimo aniversario de la Revolución de
ploma de honor en la primera edición colega soviético. Octubre, para cuya celebración compuso
Liubov Popova, El magnífico cornudo, 1922. del Concurso Chopin de Varsovia que Shostakóvich su Sinfonía nº 2, “Octubre”,
En 1922 se representó El magnífico cornudo ganó su amigo Lev Oborin. “Los rusos REVOLUCIÓN VERSUS EMIGRACIÓN marcó para muchos creadores el fin de
de Fernand Crommelynck, dirigida por han venido, han tocado y han vencido”, una época en la que todas las utopías
Vsévolod Meyerhold y para el que la pintora exclamaría Karol Szymanowski. Un año Si la Revolución, como apunta Frans podían imaginarse. La segunda déca-
y diseñadora rusa Liubov Popova ideó antes, en mayo de 1926, el estreno en su Lemaire, “va a acoger esa modernidad da de la esperanza revolucionaria iba a
tanto la escenografía como el vestuario. ciudad natal a cargo de Nikolái Malko de como el reflejo profético de sus propias convertirse, por el contrario, y citando
Los suyos fueron los primeros decorados la Sinfonía nº 1, compuesta como trabajo utopías”, los desórdenes que provocó sus- de nuevo a Frans Lemaire, en “la lenta
constructivistas de la época. de graduación entre 1924 y 1925, le abría citarán también la inquietud y su primera agonía de las libertades y de las prome-
década de vida significará para no pocos sas, transformando el arte y el sueño en
artistas resolver una decisión, en mu- propaganda, haciendo creer que la uto-
chos casos, irrevocable y dolorosa: per- pía se hacía realidad”. La dimisión en
manecer en Rusia o emprender el camino 1929 de Lunacharski, que morirá en 1933
del exilio. A diferencia de figuras como –”nadie sabe de qué”, según el testimo-
Serguéi Rajmáninov, Ígor Stravinski y nio de Guennadi Rozhdéstvenski– en la
Serguéi Prokófiev, de vanguardistas de localidad francesa de Menton, cuando
nuevo cuño como Nikolái Obuhov, Iván se dirigía a España como embajador so-
Vishnegradski y Arthur Lourié, curtidos viético, y las crecientes disputas entre
conservadores como Aleksandr Glazunov, la Asociación Rusa (luego Soviética) de
Nikolái Médtner, Serguéi Liapunov y Músicos Proletarios y la Asociación de
Aleksandr Grechanínov, críticos y ensa- Música Contemporánea –a la que per-
yistas como Leonid Sabanéev o Nicolas tenecían Nikolái Roslavets, Aleksandr
Slonimsky, cantantes como Fiódor Mosólov, Vissarión Shebalín, Gavriil
Chaliapin, solistas como Nathan Milstein, Popov, Lev Knipper, Dmitri Kabalevski
Gregor Piatigorsky y Vladimir Horowitz o y el propio Shostakóvich–, que ha-
directores como Nikolái Malko, Aleksandr bía establecido fructíferos intercam-
Siloti o Serguéi Kusevitski, Shostakóvich bios con sus colegas occidentales de la
nunca abandonó Rusia. Al igual que Sociedad Internacional para la Música
Pasternak, Bulgákov o Eisenstein, Contemporánea y editoriales de prestigio
Shostakóvich rechazó exiliarse. Prefirió como la vienesa Universal Edition, lo que
permanecer en su tierra, aunque, bajo la permitió la publicación e interpretación
sospecha casi permanente de las autori- de las primeras obras soviéticas, pusie-

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ron de manifiesto que la efervescencia Desde el 23 de abril de 1932, la disolu-
creadora y el pluralismo artístico que ha- ción de todas las asociaciones literarias y
bía caracterizado a esa verdadera década artísticas impulsadas por Lunacharski y
prodigiosa en la historia de la cultura so- su sustitución por las diferentes Uniones
viética llegaban a su fin. Muchos artistas, de Creadores, controladas estrictamen-
y entre ellos desde luego Shostakóvich, te por el Partido Comunista de la Unión
podían suscribir ya la terrible afirmación Soviética, condicionará la vida y la obra
de Mandelshtam: “Me he sumergido en de los intelectuales y artistas soviéticos
un tiempo que hace enmudecer”. –y, en particular, las de Shostakóvich–
Con el estreno en 1930 de La na- durante las próximas décadas. ¿Cómo
riz (1927-1928), una de las pocas obras eludir las envidias de los insidiosos
maestras cómicas del siglo, inspirada gerifaltes que dominaban la Unión de
en el relato satírico de Nikolái Gógol, Compositores, el organismo que reser-
Shostakóvich creó una ópera experimen- vaba sólo a los más dóciles camaradas la
tal y corrosiva, inspirada tanto en las ex- posibilidad de conseguir el papel pauta-
periencias modernistas de las vanguar- do, editar partituras, disponer de una sala
dias vienesa y alemana (Ernst Krenek, o lograr que una orquesta se prestara a
Paul Hindemith) como en las aporta- estrenar cualquier obra?
ciones teatrales de Vsévolod Meyerhold, Shostakóvich contempla el fracaso
para cuyo montaje con escenografía de consecutivo de los estrenos de dos de
Aleksandr Ródchenko de La chinche de sus partituras escénicas más ambicio-
Vladímir Mayakovski escribió en 1929 la sas, los ballets La edad de oro (1929-1930)
música incidental. La nariz fue, sin em- y El perno (1930-1931) y, a falta de encar-
bargo, atacada con saña por la crítica pro- gos de mayor enjundia, compone para
letaria, que reprochó a su autor la elec- el cine La nueva Babilonia (1929), Sola
ción de un argumento demasiado alejado (1930) y Las montañas de oro (1931). Pero
de las preocupaciones de obreros y cam- rechaza escribir música para la opereta
pesinos y el uso y abuso de una música in- El negro y la película El hormigón fragua-
comprensible y ajena al pueblo. Pese a su do, al tiempo que en un amargo artículo
controvertido éxito, La nariz –que incluía titulado “Comentario sobre los deberes
el primer interludio para instrumentos de un compositor”, aparecido en la revis-
de percusión solistas de la historia– sería ta Rabotschy i teatr, se lamenta de haber
retirada tras dieciséis representaciones, trabajado durante casi tres años “exclusi-
permaneciendo durante décadas para la vamente como compositor de música uti-
musicología soviética como ejemplo de lo litaria”. Un artículo ciertamente arries-
que no debía hacerse. La primera ópera gado que le valió críticas muy duras y en
de Shostakóvich no volvió a representarse el que, como indica Krzysztof Meyer en
en Rusia hasta 1974 gracias a una produc- Shostakóvich. Su vida, su obra, su época,
ción del Teatro de Cámara de Moscú (que,
felizmente, pudimos disfrutar en el hoy
clausurado Teatro de Madrid, junto con Yuri Pímenov,
la cantata Rayok antiformalista, en enero Construimos el socialismo (1928).
de 1993). Litografía. 70 x 52,5 cm.

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“refleja con toda claridad su decepción, las orientaciones modernistas antipopu- Mtsensk, un drama brutal y descarna- tra el orden establecido. Y su arriesgada
su descontento y su sensación de encon- lares que caracterizan la decadencia del do sobre la condición de la mujer en la apuesta le sale mal.
trarse en un callejón sin salida”. arte burgués contemporáneo”. Yevgueni Rusia profunda con el que Shostakóvich, El “caso Lady Macbeth”, que significará
E n e n e r o d e 1 9 3 3 , l a Un i ó n d e Zamiatin, el autor de la gran novela dis- desde su triunfal estreno en el Teatro la drástica interrupción de la que podría
Compositores publicaba en el primer tópica Nosotros y colibretista de La nariz, Maly de Leningrado el 22 de enero de haber sido una de las carreras operísti-
número de la revista Sovietskaia Muzyka escribirá tras salir de la Unión Soviética 1934, había cosechado en numerosos co- cas del siglo, a la altura de un Britten, el
un artículo que no dejaba lugar a dudas que “el escritor no es más que un perri- liseos de Europa y América (Cleveland, único verdadero amigo de Shostakóvich
sobre la correcta aplicación del denomi- to que debe aprender a sostenerse sobre Nueva York, Filadelfia) una acogida cla- en Occidente, representa, en expresión
nado realismo socialista, la nueva doc- las patas traseras si quiere recibir un morosa y que suscitaría los elogios, en- de Piotr Kaminski, “la pena de muerte
trina estética de obligado cumplimiento trozo de carne”. Frase que, por desgra- tre otros, de Benjamin Britten, Francis para cualquier libertad artística e inte-
para el ejercicio de cualquier manifesta- cia, tendría también su equivalente en Poulenc u Otto Klemperer. La historia lectual en la Unión Soviética”. Al citado
ción artística: “La principal atención del el terreno musical. Y, en el caso concreto posterior es de sobra conocida. Dos días artículo sigue otro, publicado el 6 de fe-
compositor soviético debe estar dirigi- de Shostakóvich, lo peor estaba aún por después, Pravda publica un artículo anó- brero, contra su ballet El arroyo luminoso
da hacia los principios victoriosos de la llegar. nimo (probablemente escrito por David (1934-1935). Tras otras tres representa-
realidad, en particular hacia lo heroico y Zaslavski, futuro ariete en la campaña ciones en Moscú y cinco en Leningrado,
bello. Eso es lo que caracteriza el universo LA MALDICIÓN DE LADY MACBETH contra El doctor Zhivago de Pasternak) Lady Macbeth de Mtsensk es retirada del
del hombre soviético y debe concretarse titulado “Caos en lugar de música” que cartel para no reaparecer hasta 1963, en
por medio de imágenes musicales llenas El 26 de enero de 1936, Iósif Stalin acu- condena la obra sin paliativos: sonori- una nueva versión revisada por su au-
de belleza y de fuerza. El realismo socia- de a una representación en el Teatro dades voluntariamente confusas y dis- tor tras la muerte de Stalin con el títu-
lista exige un combate implacable contra Bolshói de Moscú de Lady Macbeth de cordantes, desorden, estridencias, her- lo de Katerina Ismailova. Y el estreno en
metismo, originalidad forzada y pura Leningrado de la compleja, monumental
cacofonía son sus imperdonables peca- y muy mahleriana Sinfonía nº 4 (1935-
dos. Además de suponer una vulgar y 1936), previsto para el 11 de diciembre de
grosera exaltación de la lubricidad y la 1936, se cancela repentinamente. La obra,
degradación: una auténtica pornofonía, que habría de ser reconstruida, no verá la
en suma. En la novela corta original, luz hasta 1961. Temeroso, deprimido, ate-
Nikolái Leskov relataba con sobriedad, morizado ante una posible deportación,
como recuerda Tzvetan Todorov, “la his- Shostakóvich duerme vestido y con una
toria de una persona perdida por la fuer- maleta al pie de la cama, pero aún reú-
za de su deseo, pero Shostakóvich elogia ne el coraje suficiente para escribir a su
a una mujer que decide vivir su pasión y amigo, el escritor y crítico literario Isaac
muere por culpa de un orden masculino Glikman: “Y si me cortan las manos, su-
odioso”. El músico presenta a la desga- jetaré mi pluma entre los dientes y con-
rrada protagonista como una heroína: tinuaré escribiendo música”.
“Aunque Katerina se convierte en la ase-
sina de su marido y de su suegro, siento DE LA GUERRA PATRIA
Artículo “Caos en simpatía por ella. […] Personalmente, A LA GUERRA FRÍA
lugar de música”, veo en Katerina a una mujer hermosa,
probablemente fuerte y hábil que sucumbe al lúgubre El estreno en Leningrado, el 21 de noviem-
escrito por David y cruel entorno doméstico propio de bre de 1937, de la Sinfonía nº 5, recibida en
Zaslavski, publicado Rusia”. Shostakóvich interpreta el re- la prensa como “respuesta constructiva
en la revista Pravda el lato de Leskov como una apelación a la de un artista soviético a una crítica justa”,
28 de enero de 1936. anarquía, a la revuelta individual con- de escritura mucho más complaciente –a

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Reunión del Comité de la
Unión de Compositores
Soviéticos celebrada en
Moscú, 1946. Sentados,
de izquierda a derecha:
Aram Jachaturián,
Uzeyir Hajibeyov, Dmitri
Shostakóvich, Reinhold
Glière y Serguéi Prokófiev.
De pie, de izquierda a
derecha: Yuri Shaporin,
Dmitri Kabalevski, Ivan
Dzerzhinski, Marian
Koval y Vano Muradeli.

la postre no sólo su sinfonía más inter- debido a “las tendencias antidemocráticas


pretada, sino una de las más populares de su música”, caracterizadas por “la nega-
de todo el siglo xx–, pero cuya ambigua ción de los principios fundamentales de la
interpretación ha suscitado y suscita aún música clásica, el recurso a la atonalidad,
comentarios muy dispares, junto con la el rechazo de la melodía y la pasión por
desmedida expectación mediática gene- una cacofonía neurótica” ajenas al pueblo
rada por la Sinfonía nº 7, “Leningrado”, soviético y a su gusto artístico. Y añadía
que dará la vuelta al mundo en microfilm el decreto: “El Comité Central considera Serguéi Prokófiev, Dmitri Shostakóvich y 1948) y el Cuarteto de cuerda nº 4 (1949), y
hasta llegar a Nueva York e inspirará no que tales tendencias ya no son tolera- Aram Jachaturián, tres de los estigmatizados escribe el punzante ciclo vocal De la poesía
poca literatura posterior, reconcilian a bles. El pueblo soviético exige composi- por el Decreto Zhdánov, en el pleno del comité popular judía (1948) y la cantata satírica
Shostakóvich con las autoridades. tores de obras de calidad y de contenido organizador de la Unión de Compositores Rayok antiformalista (1948-1968), escon-
Pero esa tregua relativa, que coincide ideológico correcto en todos los géneros. Soviéticos el 4 de octubre de 1946. dida durante décadas y estrenada final-
con los durísimos años de guerra, durará La Dirección de Propaganda del Comité mente en 1989 por Mstislav Rostropóvich,
muy poco. Apenas tres años después de Central debe ser capaz de corregir las de- en la que se ridiculiza ferozmente a Stalin,
acabada la contienda contra la Alemania ficiencias actuales de la música soviética y perversiones sexuales”. Con evidente Zhdánov y Jrénnikov. Y cuando, en 1969,
de Hitler, el tristemente célebre decreto y encarrilarla en el camino correcto del sarcasmo, Prokófiev –uno de los mayores el país entero se dispone a celebrar el
redactado por Andréi Zhdánov –brazo de- realismo”. Tijon Jrénnikov, que inaugu- damnificados por este decreto, al que sólo centenario del nacimiento de Lenin,
recho de Stalin en materia cultural– sobre raba entonces su sempiterno mandato quedaban cinco años de vida– definirá Shostakóvich entrega su Sinfonía nº 14,
el “formalismo” en música, publicado el como todopoderoso secretario general como formalista “cualquier música que la penúltima de su catálogo: una abismal
10 de febrero de 1948 con una tirada “de de la Unión de Compositores, escribe en no se entienda a la primera”. meditación sobre la angustia de la muerte.
millones de ejemplares para la edificación Sovietskaia Muzyka: “Es difícil citar un solo Aun así, Shostakóvich, obligado en
de las masas”, como recordaba Guennadi compositor importante de Occidente que el otoño de 1948 a abandonar sus tareas A MODO DE EPITAFIO
Rozhdéstvenski, condena de nuevo su obra no esté infectado por el virus del forma- docentes en los Conservatorios de Moscú
de forma indiscriminada, junto con las de lismo, por el subjetivismo, el misticismo y Leningrado, resiste. En plena ola anti- Durante casi medio siglo, la trayectoria
Nikolái Miaskovski, Serguéi Prokofiev, y la ausencia de todo principio ideológico. semita de posguerra, introduce motivos creativa de Shostakóvich –la crónica de su
Vissarión Shebalín, Aram Jachaturián, No se encuentra en ellos más que conglo- del folclore judío en su Trío con piano nº 2 resistencia, en definitiva, frente al poder
Gavriil Popov, Dmitri Kabalevski y otros, merados de armonías salvajes, erotismo (1944), el Concierto para violín nº 1 (1947- establecido– pareció regirse por un extra-

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Preludio fúnebre y triunfal (1967); el poema Tzvetan Todorov, la pagó muy cara: “Una
sinfónico Octubre (1967), o la Marcha de la máscara que se lleva durante cuarenta
milicia soviética (1970), en su mayoría pia- años se convierte en un rostro. La muer-
dosamente olvidadas, pero que ayudaron te de Stalin, en 1953, no le supone una
a Shostakóvich a conseguir recompensas liberación. Pero a partir de esa fecha es
y cargos oficiales, le permitieron sumer- posible, si no expresarse libremente, sí
girse confidencialmente en otras partitu- al menos ser honesto consigo mismo sin
ras que, ya sin disimulos, mostraban su temer por la vida”.
más íntimo y auténtico semblante: el de “Las palabras no son mi fuerte: es
un hombre abatido, angustiado, aterro- mi música lo que hay que escuchar”.
rizado incluso. Ahora que disponemos de suficientes
¿Es una casualidad que Shostakóvich útiles sonoros y documentales sobre “el
reservara su música más enfática y ba- Beethoven del siglo xx”, como con evi-
nal para los encargos propagandísticos dente exageración se lo denominó un
del Partido que lo aduló tanto como lo día, podemos valorar con mucha mayor
maltrató? ¿Habrá dos Shostakóvich, objetividad el verdadero significado de un
como se preguntaba Stokowski, o esa era legado tan abundante como inevitable-
tan solo su personal forma de sabotaje mente desigual, pero que, en sus páginas
contra un régimen siniestro: entregar- más memorables, ha conseguido sin duda
le los frutos menos granados de su ta- triunfar sobre las tiranías. Pues, como
lento? Seguramente esa duplicidad –el advierte Frans Lemaire, “la cobardía de
Shostakóvich “público” que apoya al po- la que se acusaba el propio Shostakóvich
der, el “privado” que lo denigra– le salvara no le impidió ser uno de los que inten-
la vida en más de una ocasión. Pero esa taron devolver al siglo xx un poco de la
maniobra, como reconoce con crudeza dignidad que le faltó”.

Dmitri Shostakóvich tras el reestreno Pueblo para Asuntos Internos); el coro


de la ópera La nariz. Sentados delante Nuestra Rusia se ha curtido en las tormen-
de él, Mieczysław y Olga Weinberg. tas (1945); los tres cantos con orquesta La
Teatro de Música de Cámara de Moscú. victoria de la primavera (1946), compues-
14 de septiembre de 1974. Crédito: DSCH tos para el Conjunto de Coros y Danzas
Publishers. del NKVD; la cantata Poema de la patria
(1947); la Obertura festiva (1947); el ora-
torio El canto de los bosques (1949), en ala-
banza a Stalin como artífice de la política
ño principio de alternancia en el que las de reforestación soviética; la cantata El
obras de encargo, aquellas que avalaron sol brilla sobre nuestra patria (1952); los
su etiqueta de “músico oficial”, como la Tres Coros para el 40º aniversario de la
Sinfonía nº 3, “Primero de Mayo” (1929); el Revolución de Octubre (1957); la Sinfonía
Juramento al comisario del pueblo (1941), nº 12, “1917” (1961); la Obertura sobre te-
escrito para el NKVD (Comisariado del mas populares rusos y kirguises (1963); el

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MIÉRCOLES 15 DE MARZO DE 2023, 18:30

Con la aprobación de Stalin


CUARTETO DE LEIPZIG
Stefan Arzberger
y Tilman Buening, violines
Ivo Bauer, viola
Peter Bruns, violonchelo

El concierto se puede seguir en directo en Canal March, YouTube, Radio Clásica y RTVEPlay.
El audio estará disponible en Canal March durante 30 días.

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I Nikolái Roslavets (1881-1944)
Cuarteto nº 3 II Arthur Lourié (1892-1966)
Cuarteto nº 3, “Suite pour quatuor à cordes”
Prélude
Aleksandr Mosólov (1900-1973) Choral
Cuarteto nº 1, op. 24 Hymne
Andante non troppo Marche funèbre
Adagio. Tempo di Gavotta
Scherzo. Vivace alla marcia Dmitri Shostakóvich (1906-1975)
Finale. Allegro molto risoluto Cuarteto nº 8 en Do menor, op. 110
Largo
Allegro molto
Allegretto
Largo
Largo

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Con la aprobación de Stalin

Juan Manuel Viana

En plena efervescencia de la vanguar- co, que quedará obsoleto”. Él mismo se


dia ruso-soviética, Nikolái Roslavets, consideraba un “academicista innova-
Arthur Lourié y Aleksandr Mosólov dor” y sus ideas musicales discurrieron
–junto con el hoy casi olvidado Iván en paralelo a las de Arnold Schönberg,
Vishnegradski (1893-1979), cuyo pri- a quien elogió como “el abogado de
mer ensayo en el género data de 1924– una nueva belleza”. Miembro des-
figuran entre los escasos compositores tacado de la Asociación de Música
que tuvieron la oportunidad de incluir Contemporánea, Roslavets fue criti-
cuartetos de cuerda en sus por enton- cado severamente por la Asociación de
ces incipientes catálogos antes de que Músicos Proletarios, denunciado como
las consignas estéticas del realismo “enemigo del pueblo” y erradicado de
socialista propugnado por Stalin cer- la vida musical a finales de la década
cenaran todo intento de connivencia de 1920. Tras su exilio en Uzbekistán,
con las diversas corrientes innovado- Roslavets regresó a Moscú en 1933.
ras europeas alumbradas en las prime- Pocos años después, con las purgas Retrato de
ras décadas del siglo xx. estalinistas en su apogeo, su familia Aleksandr
Nacido en la localidad ucraniana de destruyó una maleta con numerosos Mosólov
Dushatin, cercana a las fronteras rusa manuscritos de sus primeras obras. en 1927.
y bielorrusa, Nikolái Roslavets (1881- Inaccesibles sus archivos hasta 1988,
1944), músico fundamentalmente au- la edición de algunas de sus partituras
todidacta e independiente, elaboró a recuperadas ha permitido reivindi- mera mitad del siglo xx, incluye cinco construcción unitaria deriva de las so-
partir de 1913 un “nuevo sistema de car a una de las voces más originales cuartetos de cuerda, fechados entre natas tardías de Skriabin. La tensión
organización de los sonidos” inspira- y fascinantes surgidas en torno a la 1913 y 1942, de los que sólo los impa- dramática del discurso y la poderosa
do en el acorde sintético del último Revolución de Octubre. res se han conservado. De similar ex- expresividad de su atmósfera densa y
Skriabin, que partía de un acorde fun- Cercana al medio centenar de pie- tensión al Cuarteto nº 1, el Cuarteto de enrarecida –que se tornará angustiosa
damental de seis notas y engendraba zas, la abundante producción came- cuerda nº 3, compuesto en 1920, está en el magistral Concierto para violín de
series de sonidos simétricos, que es- rística de Roslavets, al que Stravinsky integrado como aquel por un úni- 1925– emparentan la pieza con páginas
taba destinado, según sus palabras, a consideró como uno de los composi- co movimiento, marcado Moderato, coetáneas de la Segunda Escuela de
“reemplazar al antiguo sistema clási- tores rusos más interesantes de la pri- en forma sonata con desarrollo cuya Viena. Aunque de estructura más seg-

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mentada que el cuarteto anterior, en público y a la crítica conservadores por troppo cuajado de contrastes (accele- pentagrama en numerosas ocasiones,
el Cuarteto nº 3 –como señala Bernard su inventiva rítmica y la crudeza de sus randi imprevistos, saltos dinámicos y Lourié asumió en 1918 la jefatura de la
Fournier– “las texturas son más varia- timbres, Mosólov interpretaba al pia- súbitas retenciones de tempo) y efec- Comisaría de la Música por encargo
das, los motivos y ritmos mejor carac- no a autores de la vanguardia occiden- tos sonoros (sul ponticello, pizzicati, de Lunacharski, Comisario del Pueblo
terizados, las voces más independien- tal como Béla Bartók, Alfredo Casella, con sordino, col legno, trinos y dobles para la Educación y propulsor infati-
tes, la escritura recurre en mayor me- Paul Hindemith y Hanns Eisler. Con cuerdas) distribuidos en breves se- gable de los movimientos vanguar-
dida al contrapunto y, sobre todo, a un Stravinsky, Prokófiev y Lourié en cuencias yuxtapuestas en las que todo distas. Pero el ambiente de tensión
lenguaje armónico aún más complejo”. Occidente, todo hacía suponer que cabe: del lamento fúnebre al más exal- propiciado por las disputas entre la
Ucraniano como Roslavets, Mosólov estaba llamado a ser uno de tado arrebato rítmico. Sigue un lángui- Asociación de Musica Contemporánea
Aleksandr Mosólov (1900-1973) nació los nombres capitales de la música de do Adagio. Tempo di Gavotta dominado y la Asociación de Músicos Proletarios
en Kiev, pero residió en Moscú des- su tiempo, pero la llegada de Stalin al por una ondulante melodía tradicional provocó una rápida y honda desilusión
de niño. Al igual que su compatriota, poder truncaría su carrera. Tildado kirguís, que evidencia la atracción de en Lourié, hombre de gustos refinados
Mosólov fue un marxista convencido de “burgués y contrarrevolucionario”, Mosólov hacia el folclore. Un conciso y e ideas políticas y estéticas avanzadas,
y entusiasta de primera hora de la Mosólov fue expulsado en 1936 de la contundente Scherzo. Vivace alla mar- pero también profundamente religio-
Revolución de Octubre. Miembro del Unión de Compositores. En el otoño de cia, de acentos irónicos subrayados por so, a quien se reprochaba su pasado
Partido Bolchevique, se alistó como 1937 era arrestado y condenado a ocho indicaciones como glissando spiccato, burgués, sus tendencias futuristas
voluntario en el Ejército Rojo, comba- años de trabajos forzados, aunque fue col legno o quasi glissando y sometido y su ascendencia judía. En noviem-
tiendo en la Guerra Civil, donde resul- liberado a los pocos meses merced a a una constante aceleración, condu- bre de 1921, en la Libre Asociación
tó herido y condecorado. Alumno de la intervención de sus dos maestros. ce al Finale. Allegro molto risoluto, que Filosófica de Petrogrado, Lourié dio
Reinhold Glière y Nikolái Miaskovski Durante ese período, un baúl con mu- recupera los perfiles más estridentes una conferencia titulada “En la encru-
en el Conservatorio de Moscú, donde chos de sus manuscritos desapareció. y acerados del primer movimiento, cijada”, que probablemente reflejaba
en sólo tres años concluyó sus estu- Y con él, el espíritu inconformista de junto con frases melódicas de inspira- su estado de ánimo: pocos meses des-
dios, en 1925 fue elegido miembro de un músico que, a partir de entonces, ción popular. En la misteriosa sección pués abandonaba Rusia. Lourié viajó
la recién creada Asociación de Música se convirtió en un oscuro trabajador conclusiva, el violín desgrana un tema a Berlín para reencontrarse con su
Contemporánea y nombrado jefe de la sometido a los modos de expresión lamentoso sobre ostinati apenas audi- admirado Ferruccio Busoni y en 1924
sección de música de cámara, repre- oficiales y que sólo sería rehabilitado bles de sus compañeros. se estableció en París, donde colaboró
sentado a dicha entidad en los festiva- –ya a título póstumo– a comienzos de Natural de Bielorrusia, el autodi- estrechamente con Stravinsky y desa-
les de la Sociedad Internacional para la la década de 1980. dacta Arthur Lourié (1892-1966) fue, rrolló una importante carrera como
Música Contemporánea en Fráncfort En el reducido legado camerísti- al igual que Roslavets y Mosolov, una pianista-compositor a semejanza de
(1927) y Lieja (1930). La segunda mitad co de Mosólov (integrado por apenas de las personalidades más atracti- Prokófiev. Invitado por Kusevitski,
de la década de 1920 contempló el rápi- una docena de partituras) sobresale vas de la vanguardia ruso-soviética. afincado en Boston desde aquel año,
do nacimiento de un puñado de obras con fuerza su Cuarteto de cuerda nº Descendiente de un célebre rabino, Lourié se instaló en Estados Unidos
que convirtieron a su autor en una de 1 en La menor op. 24, una de las más pero reconvertido en 1912 al catoli- en 1941 tras la ocupación alemana de
las grandes promesas del modernismo ignoradas obras maestras del géne- cismo, iconoclasta y místico, musi- Francia. Morirá en Princeton, en el
soviético: Sonatas para piano núms. 4 y ro, compuesto en 1926 e interpretado cógrafo erudito y pintor de talento, domicilio de su gran amigo, el filósofo
5 (1925), Cuarteto nº 1 (1926), Concierto con gran éxito el 30 de junio de 1937 entusiasta de Picasso y de los artistas católico Jacques Maritain, sin poder
para piano nº 1 (1926-1927), La fábrica o por el Cuarteto Kolisch en el concierto renacentistas, admirador de Debussy, realizar su mayor deseo: volver a ver
La fundición del acero, episodio del ba- de cámara inaugural de festival de la Skriabin y Schönberg, pero también de su añorado San Petersburgo (entonces
llet Acero (1926-1927) que muy pronto Sociedad Internacional para la Música Monteverdi, Lourié fue la viva imagen Leningrado). La evolución estilística
adquirió celebridad mundial, y Cuatro Contemporánea en Fráncfort. De es- del dandi y esteta de los años dorados de Lourié, autor de un variadísimo ca-
anuncios de periódico (1928). Al tiem- tructura clásica en cuatro movimien- de la revolución artística en Rusia. tálogo de enorme peso en su apartado
po que sus composiciones más icono- tos pero discurso nada convencional, Íntimo de los poetas Aleksandr Blok vocal, parte de una extremada sofisti-
clastas y disonantes escandalizaban al debuta con un amplísimo Andante non y Anna Ajmátova, cuyas obras llevó al cación armónica próxima a la atona-

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nes en la atonalidad dividida en dos abordó esta formación instrumental
extensos movimientos, y el Cuarteto hasta una fecha relativamente tardía
nº 2 (1923-1924) consta de uno solo re- en su producción: el Cuarteto nº 1 apa-
lativamente breve que alía la densidad reció cuando el músico petersburgués
de la obra anterior con una ligereza ya había compuesto cinco sinfonías,
de corte neoclásico, el Cuarteto nº 3, tres ballets y su segunda ópera, Lady
“Suite” (1924-1926), compuesto por Macbeth de Mtsensk.
Lourié durante su estancia parisiense, El Cuarteto de cuerda nº 8 en Do me-
revela su entusiasmo –compartido en nor op. 110 es, a considerable distancia,
esas fechas con Stravinsky y no pocos el más interpretado de toda la serie.
colegas franceses o afincados tam- Nada extraño pues, al margen de su
bién en París– por las formas barro- excepcional calidad musical, consti-
cas y clásicas. Recreación estilizada de tuye una de las obras de Shostakóvich
la antigua suite de danzas, la obra se en las que el contenido autobiográfico
articula en cuatro movimientos de len- se refleja de forma más explícita. Su
guaje modal (Prélude, Choral, Hymne y vertiginosa gestación tuvo lugar en
Marche funèbre) y tintes, especialmen- Gohrisch, cerca de Dresde, entre el 12
te en las secciones pares, sombríos y y el 14 de julio de 1960. El músico había
pesimistas. viajado a la devastada capital sajona de
La composición de los cuartetos la hoy extinta República Democrática
de cuerda de Dmitri Shostakóvich Alemana para escribir la banda sonora
(1906-1975) se extiende a lo largo de de Cinco días, cinco noches, una copro-
treinta y seis años –de 1938 a 1974–, ducción de Mosfilm y la Deutsche Film
que cubren el período de madurez de AG que relataba la salvación del tesoro
una carrera creadora de más de medio artístico de la llamada Florencia del
siglo. La cronología de estas composi- Elba gracias a la intervención de los
ciones abarca tres períodos: el primero soldados rusos durante la destrucción
(Cuartetos núms. 1-6) explora diver- de la ciudad provocada por los bom-
sos modelos, de Beethoven a Bartók, bardeos aliados en febrero de 1945. Si
en una estética que oscila entre la he- la dedicatoria oficial de la obra, “A las
rencia clasicista y una peculiar expre- víctimas del fascismo y de la guerra”,
sividad de ascendencia mahleriana. no parecía dejar lugar a dudas respecto
Lev Bruni, Retrato de Arthur Lourié (1915). hasta la austeridad, pero bella como la De mayor libertad formal, el segundo a sus intenciones, el constante empleo
Óleo sobre lienzo. 138,5 x 127 cm. Museo noche y la soledad”. (Cuartetos núms. 7-10) revela de forma de autocitas subraya, sin embargo, la
Estatal Ruso de San Petersburgo. Tres cuartetos de cuerda y la ver- inequívoca las angustias y el pesimis- idea de réquiem personal, lo que co-
sión para violín y cuarteto de cuerda mo casi constantes del músico, que rrobora el comentario que hiciera a
(violín, viola, violonchelo y contraba- finalmente reflejaría su rostro más su hija Galia: “Esta obra me la he de-
jo) de su conocido Concerto da camera amargo y desesperado, mediante es- dicado a mí mismo” y el ofrecido a su
lidad en sus primeras obras hasta lle- (1946-1947) conforman el núcleo cen- tructuras alejadas de la construcción amigo Isaac Glikman: “Pensé que, una
gar al despojamiento absoluto de sus tral del legado camerístico de Lourié. canónica en cuatro movimientos, en vez muerto, nadie dedicaría una obra
composiciones postreras, fundamen- Si el Cuarteto nº 1, publicado en 1921, un tercer período (Cuartetos núms. a mi memoria. Así que decidí escri-
talmente diatónicas y modales. Julien es una obra de gran aliento dramático 11-15) teñido por la desolación y la cer- birla yo mismo”. El elemento autobio-
Green diría de su música que es “seria y lenguaje expresionista con incursio- canía de la muerte. Shostakóvich no gráfico aparece dominado, desde los

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primeros compases del Largo inicial, rácter fúnebre, realzado por los insis- Cuarteto de Leipzig
por el motivo de cuatro notas Re-Mi tentes acordes agresivos del arranque.
bemol-Do-Si que, en su notación ale- La escena de la ejecución de la película
mana (D-Es-C-H), se corresponde La joven guardia, el canto revoluciona-
con la transcripción a este idioma de rio Torturado hasta la muerte en cruel
la inicial del nombre y las tres prime- cautiverio y el arioso de Katerina ca-
ras letras del apellido del compositor. mino de la prisión, perteneciente a
La fuga sombría elaborada sobre este Lady Macbeth de Mtsensk –tocado en
diseño recoge citas de la introducción el registro agudo del violonchelo–,
de la Sinfonía nº 1 y del tema central constituyen los referentes temáticos.
del primer movimiento de la Quinta. El motivo generador D-Es-C-H con- Se ha perfilado como uno de cuerda de Brahms, Mendelssohn
Sin solución de continuidad, el furio- duce al Largo final, de nuevo otra fuga, los conjuntos más solicitados y y Mozart, así como de la Segunda
so Allegro molto, de ritmo trepidante, que devuelve al oyente a la amarga y polifacéticos de la actualidad. Escuela de Viena. Aclamadas por la
desenfrenado y opresivo, se empa- desolada atmósfera inicial. El Cuarteto Fundado en 1988, hasta entonces crítica internacional, sus grabaciones
renta con el segundo movimiento nº 8, página de intensidad desespera- tres de sus miembros pertenecían han recibido distinciones como
de la Sinfonía nº 10, mientras que su da y extrema tristeza, fue estrena- a la Orquesta de la Gewandhaus el Diapason d’Or, el Premio CD-
sección central recoge una melodía do por el Cuarteto Beethoven el 2 de de Leipzig como solistas de sus Compact, el Indie Award y el ECHO
judía del Finale del Trío con piano nº 2. octubre de 1960, en la Sala Glinka de respectivas secciones, hasta que en Klassik en las ediciones de 1999, 2000,
La tensión, casi insostenible, se relaja Leningrado. La popularidad de la obra 1993 decidieron concentrarse en 2003, 2008 y 2012. Desde el año 1992
mediante un Allegretto, una suerte de pronto se vio incrementada gracias a la música de cámara. Previamente el conjunto graba en exclusiva para el
vals grotesco que, en su segunda par- la excelente transcripción –muy elo- habían realizado estudios con sello discográfico Musikproduktion
te, emplea el tema inicial del contem- giada por el mismo Shostakóvich– que Gerhard Bosse en Leipzig, con el Dabringhaus und Grimm (MDG).
poráneo Concierto para violonchelo nº efectuó Rudolf Barshái para orquesta Cuarteto Amadeus en Londres
1. El segundo Largo, algo más extenso de cuerda en 1962, con el nuevo título y Colonia, con Hatto Beyerle en
que el anterior, posee un ominoso ca- de Sinfonía de cámara op. 110a. Hannover y con Walter Levin.
El grupo ha recibido numerosos
premios y distinciones y ha ofrecido
conciertos en más de cuarenta
países en Europa, América del Norte
y del Sur, Australia, Japón, Asia y
África. Actuaciones en renombrados
festivales y ciclos temáticos propios,
tanto en Alemania como en el
extranjero, forman parte de sus
actividades habituales. Su discografía
comprende casi noventa discos,
con composiciones de Mozart a
Cage y de Haubenstock-Ramati a
Beethoven, e incluye la grabación
integral de la obra para cuarteto de

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MIÉRCOLES 22 DE MARZO DE 2023, 18:30
I Dmitri Shostakóvich (1906-1975)
Trío nº 1 en Do menor, op. 8

A espaldas de la Unión Soviética Mieczysław Weinberg (1919-1996)


Trío con piano, op. 24
Ilya Gringolts, violín Preludio y aria. Larghetto
Daniel Haefliger, violonchelo Toccata. Allegro marcato
Peter Laul, piano Poema. Moderato
Finale. Allegro moderato

II Nikolái Roslavets (1881-1944)


Sonata para violín y piano nº 4

Dmitri Shostakóvich
Trío nº 2 en Mi menor, op. 67
Andante - Moderato
Allegro con brio
Largo
Allegretto - Adagio

El concierto se puede seguir en directo en Canal March, YouTube, Radio Clásica y RTVEPlay.
El audio estará disponible en Canal March durante 30 días.

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A espaldas de la Unión Soviética

Juan Manuel Viana

Durante el mes de agosto de 1923, a obra en octubre y, junto con sus ami-
punto de cumplir los diecisiete años, gos Veniamen Sher y Grigori Pekker,
Dmitri Shostakóvich (1906-1975) ini- la interpretó en el cine Harlequinade porta. El mayor interés de esta extraña Fotografía de Mieczysław Weinberg
ció la composición del Trío con piano de Petrogrado el 25 de octubre de 1923, composición radica precisamente en de alrededor de 1965 facilitada por su
nº 1 en Do menor op. 8, obra con la que aunque su estreno oficial no llegaría la indeterminación de su escritura, va- mujer, Olga Rajalskaia.
iba a quedar inaugurado uno de los le- hasta el 20 de marzo de 1925 en la sala cilante entre un lirismo reminiscente
gados camerísticos más trascenden- pequeña del Conservatorio de Moscú, a del pasado y la introducción de esos
tales del siglo xx. Por aquellas fechas cargo del violinista Nikolái Fedorov, el ritmos insistentes y toques grotescos bre-diciembre de 2012 [disponible
el joven músico, todavía alumno en el violonchelista Anatoli Egorov y el pia- tan característicos de la obra poste- en www.march.es en formato PDF],
Conservatorio de Petrogrado, se repo- nista Lev Oborin, en un concierto que rior de Shostakóvich y que tanto des- firmado igualmente por el autor de
nía en la ciudad balneario de Gaspra, incluyó obras de Vissarión Shebalín agradaban a su profesor Maksimilian estas líneas. Tan solo recordaremos
en la costa meridional de la península junto con otras páginas recientes de Steinberg. La tibia acogida del Trío que la atormentada peripecia vital de
de Crimea, de una intervención qui- Shostakóvich, como las Tres danzas en su estreno moscovita propició que Weinberg, marcada sucesivamente
rúrgica tras contraer una tuberculosis fantásticas y la Suite para dos pianos. Shostakóvich desistiera de editarlo. por el nazismo y el estalinismo, propi-
ganglionar. La escritura de esta pieza Titulado originalmente Poème, el La publicación en 1983, ya a título pós- ció que su copiosa producción (ciento
–de proporciones modestas, pero cier- Trío con piano nº 1, que se abre (mar- tumo, correría a cargo de su alumno cincuenta y cuatro obras con número
tamente más que una simple curiosi- cado Andante) con una doliente célula Borís Tischchenko, que completó los de opus y varios centenares de piezas
dad– aparece indisolublemente ligada de tres notas a cargo del violonchelo, veintidós últimos compases de la parte fuera de catálogo) permaneciera su-
al nombre de su dedicataria, Tatiana consta de un único y concentrado mo- de piano, ausentes del manuscrito. mergida en un injustificado olvido
Glivenko, hija de un filólogo mosco- vimiento en forma sonata clásica, si Sobre las vicisitudes biográficas de al que sólo en las últimas décadas –y
vita que pasaba en dicha localidad las bien los abundantes cambios de tem- Mieczysław Weinberg (1919-1996), de forma ciertamente espectacular–
vacaciones estivales y –todo hace su- po y estados de ánimo contribuyen a compositor judío de origen polaco es- ha logrado sobreponerse. La llegada
poner– constituyó la primera relación dotarle de un cierto aire rapsódico. Si tablecido en territorio soviético desde en 1943 de Weinberg a Moscú, donde
sentimental del músico. Shostakóvich, los arrebatos de intensidad romántica, la huida de su país natal tras la inva- transcurriría el resto de su existencia,
que tras la temprana muerte de su pa- casi a la manera de Rajmáninov, que sión alemana, remitimos al progra- constituyó el inicio de su amistad con
dre en 1922 contribuía a paliar la mal- afloran en algunos pasajes, y que muy ma de mano publicado con ocasión Shostakóvich, que perduraría hasta la
trecha economía familiar trabajando pocas veces encontraremos en el futu- del ciclo de tres conciertos, pionero muerte de este en 1975. Menospreciado
como pianista acompañante en pro- ro catálogo del músico, fueron motiva- en España, consagrado a este músico sistemáticamente por un régimen que
yecciones de películas mudas, acabó la dos por aquel primer amor, poco im- por la Fundación March en noviem- sólo vio en él a un músico semisovié-

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dactara el segundo de los suyos para sigue, marcado Moderato, representa
la misma plantilla instrumental. Su un relativo oasis de sosiego, por más
estructura en cuatro movimientos que el inquietante monólogo pianísti-
de tempi similares (reposados los co inicial y los fantasmales pizzicati del
impares, más agitados los pares), su violín que arropan un solo de violon-
desarrollo dramático semejante, una chelo, más tenebroso que tranquiliza-
extensión parecida y una expresividad dor, no arrojen demasiadas luces sobre
indudablemente próxima plantean una atmósfera casi siempre sombría y
el ya mencionado juego de deudas y amenazante hasta su evanescente con-
parentescos recíprocos entre ambos clusión, sostenida por el lúgubre canto
músicos. De un impulso estilístico del violín sobre pizzicati del violonche-
abarcador por parte de Weinberg pro- lo y notas graves y aisladas del piano.
cede acaso la denominación de los Al igual que Shostakóvich, Weinberg
movimientos, de resonancias barro- reserva el movimiento más extenso de
cas y románticas. Como bien señala la obra para el contrapuntístico Finale.
Alexander Weksler, “en esta obra se Y, como en aquel, lo introduce el piano
agrupan las monodías medievales, (Allegro moderato), aunque aquí con un
las imitaciones polifónicas barrocas, sesgo menos danzable que dramático,
las cantilenas instrumentales moder- si bien las alusiones al folclore judío
nas, las pantonalidades cromáticas de son también perceptibles. La reapari-
Prokófiev y un principio casi dodeca- ción, en la sección conclusiva, del tema
Dmitri Shostakóvich y Mieczysław próximas confirma que las influencias fónico de renovación de las tonalida- introductorio del primer movimiento
Weinberg reunidos en Moscú, entre ellos transitaron en ambos sen- des”. El Preludio y aria inicial, marcado enfatiza el vínculo con la partitura de
probablemente en 1960. tidos. El enorme legado camerístico de Larghetto, arranca con un insistente su mentor. Weinberg dedicó el Trío
Weinberg abarca más de medio cente- unísono de la cuerda reforzado por el con piano a su esposa Natalia Vovsi-
nar de obras: entre ellas, un soberbio piano. El enérgico tema principal se al- Mijoels. Dmitri Tsiganov (violín) y
tico, Weinberg halló en Shostakóvich a ciclo de diecisiete cuartetos de cuerda, terna sucesivamente entre el teclado Serguéi Shirinski (violonchelo), miem-
un maestro espiritual, un confidente y seis sonatas para violín y piano, tres y los otros dos instrumentos en una bros del Cuarteto Beethoven y partí-
un amigo desinteresado que lo prote- sonatas para violín, dos sonatas para escalada de tensión que cede única- cipes igualmente en la primera ejecu-
gió, aun con riesgo de su vida, duran- violonchelo y piano, cuatro sonatas y mente cuando el violín, a solas con un ción del Trío op. 67 de Shostakóvich,
te las sangrientas purgas antisemitas veinticuatro preludios para violonche- estático acompañamiento pianístico, estrenaron la obra en Moscú, con el
de posguerra. Thomas Sanderling, lo, cuatro sonatas para viola, un quin- entona un motivo más lírico adorna- autor al piano, el 9 de enero de 1947.
que mantuvo una estrecha colabora- teto con piano, un trío con piano, un do por pizzicati (primero en el violín, Como antes sucediera con su cole-
ción con Shostakóvich y estrenó en trío de cuerda y diversas páginas para luego a cargo de violín y violonchelo) ga Arthur Lourié, Nikolái Roslavets
Mannheim en 2013 El idiota, la últi- instrumentos de viento. en los últimos compases. Un solo de (1881-1944) –que ya en la década de
ma ópera de Weinberg, definió a este En 1945, dos años después de su piano agresivo y martilleante, ampli- 1910 experimentó con nuevas técnicas
como “un ser humano de una pureza llegada a Moscú y a poco de dar a luz ficado después por la cuerda, dirige el de composición que dejaban atrás la
increíble; no vivía en un país, ni en la dos de sus primeras obras maestras curso del segundo movimiento, una tonalidad tradicional– sería también
realidad que lo rodeaba”. Si, errónea- en el campo camerístico –el Quinteto arrolladora Toccata cuyo carácter te- víctima de los ataques de la Asociación
mente, Weinberg fue considerado en con piano op. 18 y el Cuarteto de cuer- naz (Allegro marcato) la emparenta con de Músicos Proletarios. “La música es
un principio como un simple epígono da nº 4 op. 20–, Weinberg compuso el movimiento análogo del Trío op. 67 la música, no la ideología”, escribió
de Shostakóvich, el estudio comparado el Trío con piano op. 24, tan solo un de Shostakóvich. En abierto contraste en la revista Cultura musical, fundada
de la cronología entre sus obras más año después de que Shostakóvich re- con el tiempo anterior, el Poema que por él mismo. “Si cambiamos el títu-

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lo de Cántico de acción de gracias en el Danzas (1923), un extenso conjunto de
Cuarteto op. 132 de Beethoven por el Veinticuatro Preludios (1941-1942) –su
de Obertura de una línea de tranvía en testamento musical– y un muy atracti-
Bakú, ¿en qué cambiará el contenido vo conjunto de seis sonatas (la última,
del cuarteto?”. Entre la ironía y la pro- inédita hasta 1996), elaboradas entre
vocación, el llamado “Schönberg ruso” 1913 y 1940, de las que las números 3 y
escribió: “Soy un proletario activo en 5 se consideran perdidas. Compuesta
la creación intelectual. Pero no soy un y publicada en 1920, la Sonata para vio-
compositor proletario en el sentido de lín y piano nº 4 se articula, al igual que
escribir mala música para las masas. Al las dos primeras –y siguiendo el ejem-
contrario, soy hasta tal punto burgués plo de las últimas sonatas para piano
que deseo a los proletarios rusos la de Skriabin– en un único movimiento
mejor de todas las músicas que consi- marcado Allegro con spirito (non troppo
dero válidas. Es para ellos para quienes allegro) basado en la forma sonata y con
escribo mis sinfonías, mis cuartetos un tercer tema lento adicional. El moti-
o mis canciones, aunque algunos crí- vo de apertura es, como apunta Arthur
ticos ignorantes se rompan la cabeza Greene, “un gesto marcial con amplios
con ellas”. Otro artículo de Roslavets, saltos melódicos, los trinos se utilizan
titulado “A propósito de la música con frecuencia para evocar una sensa-
proletaria”, suscitó una vigorosa res- ción titubeante y huidiza, y los ritmos
puesta: “A propósito de la ideología ar- cruzados son un componente esencial
chiburguesa del ciudadano Roslavets”, del material melódico”. Como en otras
que venía a decir que no valía la pena obras de Roslavets, el recuerdo del últi-
intentar convertir a Roslavets y a sus mo Skriabin, a través del cromatismo
semejantes, sino que había que extir- de las texturas, la densidad de su len-
parlos a fin de proteger a la música guaje armónico y el empleo de líneas
soviética de su influencia. En conse- melódicas serpenteantes y angulosas,
cuencia, a partir de 1929 su nombre fue está muy presente.
barrido de la vida musical de su país. Veintiún años después de componer
Roslavets fue alumno del eminente su primera obra para violín, violon-
violinista bohemio Jan Hřímalý, profe- chelo y piano, y en una Rusia exhaus- Fotografía del compositor cuando me enteré de la muerte de
sor durante más de cuatro décadas en ta tras varios años de guerra, Dmitri ucraniano Nikolái Roslavets, Iván Ivanovich. Era mi amigo más
el Conservatorio de Moscú y maestro Shostakóvich redactaba el Trío con probablemente alrededor de 1920. íntimo y querido. Le debo toda mi
también de Iosif Kotek, Reinhold Glière, piano nº 2 en Mi menor, op. 67, última educación. Me va a ser increíblemen-
Paul Juon y Piotr Stoliarski (que ten- de sus obras para esta formación y sin te difícil vivir sin él”: son las pala-
dría como discípulos a David Óistraj y duda una de las piezas maestras de recuerdo de Chaikovski), Shostakóvich bras de Shostakóvich, desolado ante
Nathan Milstein). En el catálogo came- una parcela de su catálogo –la came- dedicó su composición a la memo- el impacto de la noticia, en una carta
rístico de Roslavets para dúo de violín rística– pródiga en ellas. Fiel a la tra- ria de su gran amigo y defensor Iván dirigida a Olga, la viuda del brillante
y piano se acumulan –y ello demuestra dición elegíaca consagrada años atrás Sollertinski, fallecido repentinamente erudito fallecido, que sólo cinco días
su dominio de los recursos técnicos y por los tríos con piano de Chaikovski de un ataque cardíaco en Novosibirsk antes había presentado a la audiencia
las posibilidades expresivas del instru- (en homenaje a Nikolái Rubinstein), el 11 de febrero de 1944, a los cuaren- de Novosibirsk, sede de la Filarmónica
mento– una veintena de piezas breves, Arenski (compuesto en memoria de ta y un años. “No puedo expresar con de Leningrado, una ejecución a cargo
la mitad de ellas anteriores a 1910, Tres Karl Davidov) y Rajmáninov (escrito en palabras todo el dolor que he sentido de Yevgueni Mravinski de la Sinfonía

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nº 8 de su amigo. El 15 de febrero de grave antes de que la cuerda desplie- Ilya Gringolts
1944, a los cuatro días de la muerte de gue su canto fúnebre y desesperanza-
Sollertinski, Shostakóvich iniciaba la do. Cabe entender la referencia a la
redacción de su Trío en Mi menor, que Novena de Mahler en las últimas va-
quedaría concluido el 13 de agosto en riaciones como un guiño emocionado
Ivanovo, cerca de Moscú. de gratitud hacia Sollertinski, divulga-
Una suerte de doble réquiem, indi- dor de su música. El extenso Allegretto
vidual y colectivo, tanto por el amigo final engloba, a modo de danza maca-
muerto como por el dolor que asolaba bra trágica y cínica a la vez, todas las
a un país destruido por la guerra y las atmósferas anteriores: la austeridad
campañas de exterminio estalinis- del inicio, la amarga ironía del scher- Formado con Itzhak Perlman e
tas contra la población judía, la obra zo y la solemne lamentación de la interesado en el gran repertorio
se inicia con un afligido Andante ex- passacaglia, a las que se agrega una orquestal, la música contemporánea
puesto por el violonchelo con sordina expresividad y sonoridad de inspira- y la interpretación historicista, su
en su registro más agudo. Tras la en- ción klezmer –por primera vez en el repertorio abarca desde Tartini
trada del violín, que repite el motivo catálogo de Shostakóvich y quizá por y Leclair a estrenos de Augusta
luctuoso, secundado enseguida por el influencia de Weinberg– inmediata- Read Thomas, Andréi Tchaikovsky
piano, la segunda sección (Moderato) mente reconocibles. Según comenta y Nicolaus Richter de Vroe, entre
exacerba el clima de angustia pese a Bernd Feuchtner, “el tema ostinato de otros. Ha trabajado con orquestas de
la animación de algunos episodios. El la passacaglia vuelve a aparecer tam- la talla de las Sinfónicas de la Radio
trepidante Allegro con brio constituye bién hacia el final del último movi- de Baviera o la BBC y como primer
uno de esos feroces, mordaces y obse- miento: y esto simboliza que la fata- violín del Cuarteto Gringolts ha sido
sivos scherzos en los que Shostakóvich lidad se perpetúa”. Dmitri Tsiganov, invitado a festivales como los de
–a excepción de Weinberg– no cono- Serguéi Shirinski y el propio compo- Salzburgo, Lucerna o Edimburgo y
ce rival a la hora de desplegar, con la sitor al piano estrenaron la obra en a salas como el Concertgebouw de
mayor concisión, su rabia contenida. Leningrado, liberada ya del asedio Ámsterdam o el Teatro La Fenice de
Cumbre emocional de la composición, nazi, el 14 noviembre de 1944 junto con Venecia. En 2018 publicó la segunda
el tercer movimiento (Largo) adopta el recién compuesto Cuarteto nº 2 op. parte de su grabación de la integral
la forma de una passacaglia. El tecla- 68. El concierto se repitió en Moscú el para violín de Igor Stravinsky con
do expone ocho acordes en el registro 28 de noviembre. la Orquesta Sinfónica de Galicia y
la dirección de Dima Slobodeniouk,
galardonada con el Diapason d’Or.
En la actualidad, da clases en la
Universidad de las Artes de Zúrich y
en la Accademia Chigiana de Siena.
Toca el Stradivarius ex-Prové de 1718.

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Daniel Haefliger Peter Laul

Músico polifacético, es reconocido de compositores suizos. Con el Graduado en el Conservatorio de San


como solista, músico de cámara cambio de milenio, inició la mayor Petersburgo, ha obtenido premios en
y profesor, así como organizador, temporada de música de cámara de los concursos pianísticos de Bremen
conferenciante y traductor, labores Suiza, con conciertos regulares en y Skriabin de Moscú. Su trayectoria
desde las que ha puesto en marcha Ginebra, Zúrich, Basilea y Lugano, le ha llevado a actuar en la práctica
numerosos proyectos educativos y conocidos como los Conciertos totalidad de los países europeos,
musicológicos. Como violonchelista, de Cámara Suizos, de los que es incluyendo salas como el Théâtre du
formado por Pierre Fournier y André director musical y administrativo. Châtelet de París, la Concertgebouw
Navarra, ha actuado regularmente También ha sido violonchelo de Ámsterdam, el Lincoln Center
en importantes centros musicales solista del Ensemble Modern de de Nueva York o en el Suntory
como Berlín, Londres, Lucerna, París, Fráncfort, la Camerata de Berna Hall de Tokio. Ha sido invitado a
Tokio o Sídney con compañeros y el Ensemble Contrechamps. Es prestigiosos festivales, como los de
como Heinz Holliger, Dénes Várjon o miembro fundador de las ediciones Colmar y Saint-Riquier en Francia
Patricia Kopatchinskaja y directores de musicología que llevan su nombre o el Progetto Martha Argerich de
como Thierry Fischer, Pascal Rophé, y, entre otros proyectos, ha traducido Lugano, y colabora regularmente
Peter Eötvös o Magnus Lindberg. al francés la correspondencia con la Orquesta Filarmónica de San
Ha viajado por toda Europa con el Schönberg-Kandinski. Imparte la Petersburgo y la Orquesta del Teatro
Cuarteto Zehetmair, que ha ganado clase de Música de Cámara en la Mariinski. Su discografía a solo o
importantes premios internacionales sede de Sion del HEMU de Lausana y como músico de cámara incluye
con sus grabaciones y cuya fundó la Academia de Cámara Suiza obras de Skriabin, la integral de
especialidad es tocar cada programa en 2014, seguida de la Camerata de tríos y sonatas para violonchelo de
de memoria. Profundamente Cámara Suiza en 2017, que reúne a los Brahms y la integral de las obras para
implicado en la música de su tiempo, talentos más prometedores del país. violín de Stravinsky. Es profesor del
ha colaborado estrechamente con Numerosas grabaciones radiofónicas Conservatorio de San Petersburgo.
todos los compositores que dejaron y en cedé en los sellos Forlane,
huella en su generación, como György Stradivarius, Claves, Neos, ECM o
Kurtág, Brian Ferneyhough, György Genuin dan fe de sus actividades
Ligeti, Elliott Carter, Heinz Holliger, como intérprete. Toca un violonchelo
Helmut Lachenmann, Klaus Huber, construido por Giovanni Grancino en
Luciano Berio, Franco Donatoni, Milán en 1698.
Pascal Dusapin o George Benjamin,
y sigue estrenando numerosas
obras de la nueva generación

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MIÉRCOLES 29 DE MARZO DE 2023, 18:30

Bajo el yugo soviético


Varvara, piano

El concierto se puede seguir en directo en Canal March, YouTube, Radio Clásica y RTVEPlay.
El audio estará disponible en Canal March durante 30 días.

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I Mieczysław Weinberg (1919-1996)
Nana, op. 1 II Sofiya Gubaidúlina (1931)
Chaconne

Sonata nº 3, op. 31 Dmitri Shostakóvich (1906-1975)


Allegro tranquillo 24 Preludios, op. 34
Adagio Moderato
Moderato con moto Allegretto
Andante
Cuaderno para niños, volumen 1, op. 16 Moderato
Larghetto Allegro vivace
Allegro Allegretto
Moderato maestoso Andante
Tempo di valse Allegretto
Allegretto Presto
Presto Moderato non troppo
Andante tranquillo Allegretto
Larghetto Allegro non troppo
Moderato
Vsévolod Zaderatski (1891-1953) Adagio
Veinticuatro preludios y fugas Allegretto
Preludio y fuga nº 2 en La menor Andantino
Preludio y fuga nº 23 en Fa mayor Largo
Allegretto
Andantino
Allegretto furioso
Allegretto poco moderato
Adagio
Moderato
Allegretto

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Bajo el yugo soviético nal de disonancias, secuencias frené-
ticas de gran virtuosismo, lejanas re-
Fanning, “se inicia de una manera líri-
co-neoclásica que Weinberg podría ha-
miniscencias religiosas, evocaciones ber heredado fácilmente de la Quinta
del folclore judío y ocasionales guiños Sonata de Prokófiev o de la Segunda
neoclásicos a los que se superponen, de Shostakóvich”, compuesta cuatro
con más o menos intensidad, las hue- años antes. Tras la sección de desarro-
llas de Prokófiev y de Shostakóvich. llo, sobresale un episodio reposado de
Compuesta el 24 de octubre de 1935, carácter improvisatorio, similar a una
durante sus años de estudiante en cadencia de concierto, que desemboca
Varsovia, la Nana op. 1 inaugura ofi- en una coda pródiga en trinos. El mo-
cialmente el catálogo de Weinberg, vimiento central es un estoico Adagio,
si bien sus primeras piezas para pia- entre plácido y lamentoso, constituido
Juan Manuel Viana no que se han conservado son Dos por un conjunto de variaciones a par-
Mazurcas sin número de opus, fecha- tir de un tema de inspiración popular
Bastaría con escuchar alguna de sus gía. La invasión nazi de Polonia frus- das en noviembre de 1933 y dedicadas que aparece seis veces, “con pequeñas
grabaciones de obras de Shostakóvich traría aquel plan y Weinberg huyó a pie a su maestro, Józef Turczyński. Con alteraciones melódicas pero un acom-
–el Quinteto con piano junto con el hacia el este, en dirección a Minsk. Su sus líneas cristalinas y su cadencioso pañamiento hábilmente variado”, se-
Cuarteto Borodin, las dos Sonatas para proyectada carrera como concertista movimiento ondulante, la escritura gún Per Skans. Una austera fuga a tres
violonchelo y piano con Alla Vasilieva, quedaría truncada a causa de la tuber- neoimpresionista de la Nana recuerda voces, marcada Moderato con moto,
la Sinfonía nº 10 (en reducción para culosis vertebral contraída durante la –muy simplificada– a la de otro gran concluye la obra con una repetición del
piano a cuatro manos) en compañía guerra, que le obligó a centrarse en la músico polaco, Karol Szymanowski, tema introductorio del movimiento
del propio compositor o el estreno composición, aunque nunca abandonó director del Conservatorio de Varsovia anterior. La Sonata nº 3 fue estrenada
de las Siete Romanzas sobre poemas de la práctica pianística, por más que su hasta 1931. en la Sala Pequeña del Conservatorio
Aleksandr Blok de su inseparable ami- amplísimo catálogo muestre curio- A diferencia de las dos primeras de Moscú por la gran pianista ucrania-
go donde, sustituyendo al indispuesto samente largos períodos en los que sonatas para piano, sonatas de guerra na Mariya Grínberg, responsable de la
Sviátoslav Ríjter, tocó al lado de Galina el piano está ausente o su presencia compuestas en 1940 y 1942, respecti- primera grabación efectuada en Rusia
Vishnévskaya, David Óistraj y Mstislav queda limitada a ciertas parcelas. vamente, y divididas en cuatro movi- (Melodiya, 1960-1974) de las treinta y
Rostropóvich– para confirmar la esta- De 1940 a 1981 Weinberg eligió el mientos, la Sonata nº 3 op. 31 distribu- dos Sonatas de Beethoven, pero casi
tura de Mieczysław Weinberg (1919- piano como el instrumento de más de ye su desarrollo en tan solo tres, por desconocida en Occidente por una
1996) como intérprete. El piano, en una veintena de ciclos vocales, pero más que su extensión sea levemente sencilla razón: no se le permitió salir
efecto, desempeñó en la vida y la obra entre sus diez partituras concertantes mayor que la de las sonatas anterio- al extranjero hasta 1958, un lustro des-
del músico polaco un papel decisivo. no destinó ninguna a dicho instru- res. Weinberg redactó la obra en tan pués de la muerte de Stalin. En 1937, su
Weinberg ingresó en el Conservatorio mento. En el terreno camerístico, sin solo dos semanas, del 29 de enero al marido y su padre habían sido ejecuta-
de Varsovia como alumno de Józef embargo, resulta casi omnipresente 4 de febrero de 1946, y la dedicó a su dos como “enemigos del pueblo”.
Turczyński. La visita de Józef Hofmann desde sus primeros años hasta 1959. amigo, el compositor bielorruso Lev Como la mayoría de compositores
a Varsovia en 1939, durante una gira El legado para piano solo de Weinberg Abeliovich, a quien conoció años atrás del período soviético –desde Serguéi
de conciertos, estuvo a punto de cam- ocupa únicamente una quincena de en el Conservatorio de Varsovia y con Prokófiev hasta Sofiya Gubaidúlina,
biar la vida de Weinberg. Turczyński obras (fechadas entre 1933 y 1983), quien había coincidido en Minsk, ha- pasando por Aram Jachaturián, Gavriil
presentó a su joven alumno al gran cuyo núcleo central, al lado de diver- cía apenas un lustro, en las clases de Popov, Dmitri Kabalevski o el propio
virtuoso y éste, impresionado por sus sas piezas didácticas y otras de menor composición de Vladislav Zolotariov. Shostakóvich, por citar sólo algunos–,
dotes pianísticas, lo invitó a proseguir entidad, está constituido por un ciclo La sonata debuta con el movimien- Weinberg escribió también piezas bre-
su formación en el Curtis Institute of de seis sonatas en las que se dan cita to más dilatado de todos: un Allegro ves para piano dedicadas a la infancia
Music de Filadelfia, que entonces diri- múltiples elementos: empleo ocasio- tranquillo que, en opinión de David con afanes didácticos. Los tres volú-

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menes que, con el título conjunto de atmósfera del primero y concluye la Aunque la prohibición de interpre- tas durante una década y establecido
Cuaderno para niños, agrupan un total colección. tar o editar su música seguía vigente, en la ucraniana Leópolis desde 1949,
de veintitrés piezas (ocho cada uno de La figura del ucraniano Vsévolod pudo participar en las actividades de la Zaderatski falleció el mismo año que
los dos primeros y siete el último) fue- Zaderatski (1891-1953) es otro ejem- Asociación de Música Contemporánea vio morir también a Serguéi Prokófiev
ron compuestos por Weinberg entre plo más –y uno de los más estreme- junto con su amigo Aleksandr Mosólov. y Iósif Stalin. Las primeras ediciones
1944 y 1945, es decir, al mismo tiem- cedores– de la brutal represión esta- Desplazado desde 1934 a Yaroslavl, de su obra habrían de esperar aún otro
po que Shostakóvich redactaba su linista padecida en la Unión Soviética donde dirigió la Escuela de Música y cuarto de siglo. Publicados en 2012, los
Cuaderno de niños op. 69. Si este com- durante las décadas de 1930 y 1940. formó una orquesta, Zaderatski fue veinticuatro Preludios y fugas fueron
puso la colección para su hija Galina, Zaderatski estudió composición con arrestado de nuevo en 1937 por “acti- tocados íntegramente por primera vez
Weinberg destinó las suyas –más Serguéi Tanéyev en el Conservatorio vidad antisoviética” y “difusión de mú- en público, dos años más tarde, en la
avanzadas en sus exigencias técnicas– de Moscú. De sus años de formación sica fascista”. Zaderatski fue enviado a Sala Rajmáninov del Conservatorio de
a su hija Victoria, que nunca llegó a to- cabe recordar su estrecho contacto un campo del gulag en la inhabitable Moscú.
carlas. El Cuaderno para niños, volumen con Skriabin y la elección de La nariz región de Kolimá, protagonista de los Si en la década de 1960 los jóvenes
1, op. 16 arranca con un Larghetto de de Gógol como libreto para una ópe- relatos de Varlam Shalámov. compositores soviéticos de inclinacio-
tono grave para seguir con un Allegro ra presentada como examen final de En aquel infierno blanco, sopor- nes más vanguardistas tuvieron que
de ritmo saltarín e intensidad crecien- composición, trece años antes de que tando las condiciones de vida más padecer aún –y prácticamente hasta
te, al que sucede un sombrío Moderato Shostakóvich basara su primera ópera atroces, con la única ayuda de unos el derrumbe de la Unión Soviética–
maestoso de inquietante e inesperado en el mismo relato. Durante la guerra lápices, formularios de telegramas y las constantes injerencias de la cen-
dramatismo en contraste con la cuarta civil que siguió a la revolución bolche- otros trozos de papel y el recuerdo del sura oficial, en el caso de Sofiya
pieza, un Tempo di valse de acentos iró- vique, Zaderatski luchó en las filas del sonido de un piano en su memoria Gubaidúlina (1931), como ocurrió
nicos. El Allegretto posterior recuerda ejército blanco hasta 1920. Fue enton- devastada por el hambre y las enfer- también con la otra gran composito-
a la ingenua sonoridad de una caja de ces cuando su esposa y su hijo huye- medades, Zaderatski logró componer ra de aquella época, la petersburguesa
música. Continúa un breve y amena- ron a Francia. Todo hace pensar que entre 1937 y 1938 una monumental Galina Ustvólskaya, este bloqueo se
zante Presto, que parece avanzar al su primer arresto, en 1926, obedeció al serie de veinticuatro Preludios y fu- agravó por el creciente interés de la au-
galope, dando paso a la pieza más de- descubrirse que diez años atrás había gas, primera tentativa de recrear esta tora tártara por los temas religiosos y
sarrollada, un melancólico Andante impartido clases de piano al zarévich. forma barroca en la pasada centu- la búsqueda de una espiritualidad aje-
tranquillo de reminiscencias chaiko- A raíz de esa detención, todos sus ma- ria, anterior al Ludus tonalis de Paul na por completo a los dictados estéti-
vskianas que Weinberg reelaboró en nuscritos fueron destruidos. Tras dos Hindemith y, por supuesto, al céle- cos dominantes. Alumna en Moscú de
1955 para su ballet La llave dorada. Un años de cautiverio, Zaderatski obtuvo bre ciclo de Shostakóvich. Como es- Nikolái Peiko y de Vissarión Shebalín,
lírico Larghetto recupera la recogida autorización para residir en Moscú. cribe Étienne Barilier en su reciente ambos en la órbita de Shostakóvich
ensayo Exil et musique: “El regreso a –que le aconsejó “continuar su ca-
Bach no tiene nada que ver, para un mino equivocado”–, su nombre fue
Ejemplo de uno de prisionero del gulag, con una manía incluido en 1979 en la lista negra de
los formularios de neoclásica, y todo que ver con el de- la Unión de Compositores, si bien su
telegrama en blanco seo, en lo más profundo del exilio in- música estaba prohibida oficialmente
que Vsévolod Zaderatski terior, de situarse bajo la invocación desde 1970 para su ejecución pública.
y utilizó para componer y la protección de una figura tutelar Habría que esperar hasta 1981, con el
sus veinticuatro de la música”. También, y sobre to- estreno en Viena de su Offertorium
preludios y fugas das las cosas, una asombrosa mues- por Gidon Kremer, para reconocer a
para piano durante su tra de coraje y afán de supervivencia, Gubaidúlina como una de las voces
destierro en el Gulag un milagroso anhelo por no sucum- más originales de su generación: la de
de Kolimá entre 1937 y bir a la desesperación. Liberado en Edison Denísov, Aleksandr Schnittke,
1939. 1939, errabundo por ciudades remo- Viacheslav Artiomov y Víktor Suslin.

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muy dinámica”. Pese a que fuera califi- ballet El perno y la ópera Lady Macbeth
cada con severidad por su autora como del distrito de Mtsensk, recién acabada–,
un trabajo de estudiante, esta tempra- se desenvuelve con idéntica fortuna en
na Chaconne –su primera obra conoci- esta preciosista sucesión de microcos-
da fuera de la Unión Soviética– revela mos pródigos en invención melódica,
ya, en su inesperado dramatismo e referencias a otros autores, parodias
impulso rítmico, la poderosa perso- de géneros y contrastes anímicos.
nalidad de Gubaidúlina. Al aire improvisatorio y relajado,
Con sus Aforismos op. 13, un conjun- evocadoramente chopiniano, del pri-
to de diez miniaturas de carácter expe- mer preludio sucede el ritmo ligero
rimental al estilo de las Visiones fugiti- y danzable del adornado segundo. El
vas de Prokófiev, Dmitri Shostakóvich tercero, por el contrario, se asemeja a
(1906-1975) clausuraba en 1927, año en un nocturno elegíaco con un arrebato
que fue galardonado en el Concurso de intensidad en su sección central.
Chopin de Varsovia, la primera etapa La serena fluidez bachiana del cuarto
de su producción pianística tras los precede al vertiginoso quinto, un bri-
tanteos iniciales con las formas breves llante y brevísimo movimiento perpe-
representadas por los Preludios op. 2, tuo para la mano derecha. El humor
las Tres Piezas y las Tres Danzas fantás- punzante de Shostakóvich caracteriza
ticas op. 5 junto con un primer ensayo al sexto preludio, que tiene algo de pol-
a mayor escala encarnado en la Sonata ca circense. La indiferente placidez del
nº 1 op. 12. Entre el 30 de diciembre de séptimo conduce al velado homenaje a
La compositora Sofiya Gubaidúlina de Emil Gilels, ganadora del Concurso 1932 y el 2 de marzo de 1933 compuso Schubert en el octavo a través de uno
junto a su piano Marguerite Long de París en 1961 y que Shostakóvich, en el mismo orden en de sus Momentos musicales. Un ritmo
daría a conocer en 1964 la Sonata nº 6 que fueron publicados, los veinticua- de tarantela atraviesa el noveno, cu-
de Weinberg–, que, según la composi- tro Preludios op. 34, cuya estructura si- yas frenéticas cabalgadas dejan paso
El piano ocupa una posición muy tora, “tocaba acordes enérgicos y tenía gue fielmente la adoptada casi un siglo al lirismo reposado del décimo prelu-
discreta en un catálogo, que sólo se un temperamento vivaz”. La Chaconne antes por Chopin en sus veinticuatro dio. La afilada escritura de Prokófiev
nutre de cinco composiciones fecha- se inicia con el enunciado (Andante Preludios op. 28: un círculo de quintas asoma en los nítidos perfiles del undé-
das en las décadas de 1960 y 1970, es maestoso) de un tema de ocho com- ascendentes en el que cada tonalidad cimo. El preludio siguiente es un estu-
decir, en los inicios de su carrera. A pases, al que sigue una serie de varia- mayor es sucedida de su relativa me- dio de arpegios con aspecto de alegre
la formidable Sonata de 1965, su obra ciones de diferente carácter; la pieza nor. A saber: Do mayor, La menor, Sol tocata, que anticipa una especie de
más ambiciosa en este terreno, y al evoluciona hacia una tocata (var. 5) y, mayor, Mi menor, Re mayor, Si menor marcha sarcástica de reminiscencias
ciclo de catorce encantadoras minia- posteriormente, un fugato (var. 6) que y así sucesivamente hasta cerrar el chaikovskianas en el decimotercero.
turas titulado Juguetes musicales, que conduce, tras la séptima variación círculo de las doce notas de la escala Otra marcha, esta vez fúnebre, atravie-
Gubaidúlina escribió en 1969 para su –que contiene el clímax más intenso cromática con Fa mayor y Re menor. sa el dramático preludio decimocuarto
hija pequeña, ha de sumarse su inau- de la partitura–, al retorno del tema de Un esquema idéntico al que había em- que da paso al incisivo vals en staccato
gural Chaconne, compuesta en 1962 apertura. Como escribe Gubaidúlina: pleado Skriabin en fechas más cerca- del decimoquinto. El preludio inme-
por encargo de la pianista georgiana “Contrariamente a la chacona tradicio- nas en su análoga serie de veinticuatro diato, deliberadamente vulgar, adopta
Marina Mdivani, que la estrenó el 1 de nal, esta es muy virtuosística y rica en Preludios op. 11. El lenguaje musical de de nuevo un aire de marcha, a la que
marzo de 1966 en Moscú. Gubaidúlina contrastes; está compuesta esencial- Shostakóvich, plenamente maduro y sucede un vals lento de curso indeciso
se inspiró en las facultades técnicas y mente de variaciones de acordes que, original, como demostraban sus últi- y final inquietante. El preludio deci-
la personalidad de Mdivani –alumna hacia el final, presentan una tendencia mas grandes creaciones escénicas –el moctavo es una animada invención

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Varvara

Nacida en Moscú, se formó en la Además, ha ofrecido numerosos


Escuela de Música Gnessin y en el recitales en el Festival de Lucerna,
Conservatorio Estatal Chaikovski la Tonhalle de Zúrich, Auditorio
de Moscú con Mijaíl Voskressenski Nacional de Madrid, Conservatorio
y posteriormente en Hamburgo de Moscú, Philharmonie de París,
con Evgueni Koroliov. En 2006 Palau de la Música de Barcelona, Le
fue galardonada en el Concurso Corum de Montpellier, Conservatorio
Internacional Bach de Leipzig y Verdi de Milán, Auditorio Lingotto
en 2012 ganó el Primer Premio del de Turín, Auditorio de Lyon, Teatro
Concurso Géza Anda de Zúrich. Mariinski de San Petersburgo,
Dmitri Shostakóvich con diecinueve ra entre el público, pues solo un año Varvara siente un gran interés por el Rudolfinum de Praga, Mozarteum
años junto a un manuscrito de su después componía su propia serie de arte en cualquiera de sus expresiones de Salzburgo o el Konzerthaus de
Primera Sinfonía. veinticuatro preludios. Los Preludios y tiene un amplio repertorio que Dortmund. Junto a sus aclamadas
op. 34 tuvieron éxito muy pron- incluye música de todas las épocas. grabaciones de Mozart y Handel,
to. Heinrich Neuhaus, Lev Oborin y Ha colaborado con orquestas de recientemente ha presentado un
a dos veces con episodios de danza y Arthur Rubinstein los incluyeron en gran prestigio, como la del Teatro álbum dedicado a Franz Liszt,
el decimonoveno una delicada barca- su repertorio y de muchos de ellos Mariinski, la de la Tonhalle de interpretado en directo en la
rola. El tono del vigésimo, cuajado de se hicieron transcripciones: Leopold Zúrich, Orquesta Sinfónica de la Philharmonie de Paris y publicado
disonancias, es airado y violento. El Stokowski orquestó en 1933 (y grabó Radio de Viena, Orquesta Sinfónica por sello discográfico DisCamera.
del siguiente, inocente y juguetón. Al en varias ocasiones) el decimocuarto; de la SWR, Orquesta de la Radio Con el mismo sello, Varvara
preludio vigesimosegundo, impreg- Dmitri Tsiganov, fundador y primer Húngara, Orquesta Nacional de presentará próximamente una nueva
nado de una profunda melancolía, violín del Cuarteto Beethoven, arre- Lille, Orquesta Sinfónica de Bilbao, grabación con obras de Schumann.
le sucede una suerte de intermezzo gló diecinueve para violín y piano con Orquesta Sinfónica Nacionald de la
de ritmo moderado que conduce al la aprobación del compositor, que lo Radio Polaca, Orquesta Sinfónica
preludio vigesimocuarto, una gavota acompañó al teclado en numerosos de Valencia, Orquesta Sinfónica
cuyo desenfado remite nuevamente conciertos; Vadim Borísovski, fun- Chaikovski, Orquesta Sinfónica de
a Prokófiev. Shostakóvich interpretó dador y violista del mismo conjunto, Galicia, Filarmónica de Santiago
por primera vez la colección com- transcribió siete para viola y piano; y de Chile o la Orquesta Gulbenkian,
pleta el 24 de mayo de 1933 en la Sala el clarinetista de jazz Artie Shaw grabó actuando bajo la dirección de Valeri
pequeña del Conservatorio de Moscú. en 1950 (en un arreglo de Hershy Kay) Guérguiev, David Zinman, Cornelius
Probablemente Zaderatski estuvie- el decimoséptimo. Meister, Alexander Liebreich, Yaron
Traub, Clemens Schuldt, Eliahu Inbal,
Tamás Vásáry o Vladímir Fedosseyev.

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Selección bibliográfica Juan Manuel Viana,
autor de las notas
al programa

Étienne Barilier, Exil et musique, Francis Maes, A History of Russian


París, Fayard/Mirare, 2018. Music. From Kamarinskaya to Babi
Yar, trad. ing. de Arnold y Erica
Malcolm Hamrick Brown (ed.), A Pomerans, Berkeley, University of Estudió Arquitectura en la ópera. Fue jefe de prensa y promoción
Shostakovich Casebook, Bloomington, California Press, 2002. Universidad Politécnica de y jefe de producto de Sony Classical.
Indiana University Press, 2003. Madrid. Ha publicado numerosos Ha sido colaborador de ABC Cultural
Bruno Monsaingeon, Les bémols de artículos de temática musical en y ha escrito en las revistas musicales
Vitali Chentalinski, De los archivos Staline. Conversations avec Guennadi revistas especializadas, periódicos Doce Notas, Amadeus, Ritmo, Diverdi
literarios del KGB, trad. de Vicente Rojdestvensky, París, Fayard, 2020. (ABC), enciclopedias (Planeta), y elartedelafuga.com. Miembro del
Cazcarra y Helena S. Kriúkova, colecciones discográficas (El País, jurado internacional de los premios
Barcelona, Anaya & Mario Muchnik, Amy Nelson, Music for the Revolution. Le Monde), sellos discográficos, discográficos MIDEM Classical, ha
1994. Musicians and Power in Early Soviet monografías y programas de mano sido jefe de la sección de discos de
Russia, University Park, Penn State para diversas orquestas, festivales Scherzo, donde ejerce como crítico
Laurel E. Fay, Shostakovich: A Life, University Press, 2004. y ciclos sinfónicos, de cámara y discográfico y escribe la sección
Oxford, Oxford University Press, Lied. Ha pronunciado conferencias Músicas sumergidas. Colaborador
2000. Richard Taruskin, On Russian Music, y ponencias, realizado entrevistas y de Radio Clásica, ha dirigido y
Berkeley, University of California locuciones, presentado grabaciones presentado los programas Los raros,
Laurel E. Fay (ed.), Shostakovich Press, 2009. discográficas, participado en mesas Temas de música, Paisajes nórdicos,
and his World, Princeton, Princeton redondas y traducido libretos de Sala de cámara, La isla de Viana (en
University Press, 2004. Richard Taruskin, Defining Russia Sinfonía de la mañana) y Estudio
Musically, Princeton, Princeton 206. Es locutor de los programas de
Pascal Huynh (ed.), Lénine, Staline et University Press, 1997. intercambio internacional a través
la musique, París, Fayard/Cité de la de la UER en Los Conciertos de Radio
musique, 2010. Tzvetan Todorov, El triunfo del artista. Clásica y transmite la temporada de
La revolución y los artistas rusos: conciertos sinfónicos de la Orquesta
Frans C. Lemaire, Le destin russe et 1917-1941, trad. de Noemí Sobregués, y Coro Nacionales de España.
la musique. Un siècle d’histoire de la Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2017.
Révolution à nos jours, París, Fayard,
2005. Grégoire Tosser, Les dernières
œuvres de Dimitri Chostakovitch. Une
André Lischke, Histoire de la musique esthétique musicale de la mort (1969-
russe. Des origins à la Révolution, 1975), París, L’Harmattan, 2000.
París, Fayard, 2006.
Elizabeth Wilson, Shostakovich. A life
remembered, Londres, Faber & Faber,
1994.

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CRÉDITOS Desde 1975, la Fundación Juan March BIBLIOTECA DE MÚSICA
organiza en su sede de Madrid una
La Biblioteca y centro de apoyo a la
temporada de conciertos que actualmente
investigación de la Fundación Juan March
está formada por unos 160 recitales
está especializada en el estudio de las
Los textos contenidos en este programa TEMPORADA DE MÚSICA (disponibles también en march.es, en
humanidades, y actúa además como centro de
pueden reproducirse libremente citando la DE LA FUNDACIÓN JUAN MARCH directo y en diferido). En su mayoría,
apoyo a la investigación para las actividades
procedencia. estos conciertos se presentan en ciclos en
desarrolladas por la Fundación. Su fondo
Director torno a un tema, perspectiva o enfoque
especializado de música lo forman miles de
© Juan Manuel Viana Miguel Ángel Marín y aspiran a ofrecer itinerarios de escucha
partituras, muchas manuscritas e inéditas,
innovadores y experiencias estéticas
grabaciones, documentación biográfica y
ISSN: 1989-6549, marzo 2023 Coordinadores distintivas. Esta concepción curatorial de
profesional de compositores, programas de
DL: M-30498-2009 Juan Antonio Casero Gallardo la programación estimula la inclusión de
concierto, correspondencia, archivo sonoro de
Daniel Falces Pulla plantillas y repertorios muy variados, desde
la música interpretada en la Fundación Juan
Diseño Sonia Gonzalo Delgado la época medieval hasta la contemporánea,
March, bibliografía y estudios académicos,
Guillermo Nagore Celia Lumbreras Díaz tanto de música clásica como de otras
así como por revistas y bases de datos
culturas. En los últimos años, además,
bibliográficas. Además ha recibido la donación
se promueve un intensa actividad en el
Maquetación Coordinador de Auditorio de los siguentes legados:
ámbito del teatro musical de cámara con la
Rosana G. San Martín César Martín Martín
puesta en escena de óperas, melodramas,
Román Alís
ballets y otros géneros de teatro musical.
Impresión Producción escénica y audiovisual Salvador Bacarisse
Ágata, S. L. Madrid Scope Producciones, S. L. Agustín Bertomeu
ACCESO A LOS CONCIERTOS Pedro Blanco
Documentación y archivo Solicitud de invitaciones para asistir a los Delfín Colomé
José Luis Maire conciertos en march.es/invitaciones. Antonio Fernández-Cid
Julio Gómez
Los conciertos de miércoles, sábado y Ernesto Halffter
domingo se pueden seguir en directo por Juan José Mantecón
march.es y YouTube. Además, los conciertos Ángel Martín Pompey
de los miércoles se transmiten en directo por Antonia Mercé “La Argentina”
Radio Clásica de RNE y RTVEPlay. Gonzalo de Olavide
Elena Romero
RECURSOS EN MARCH.ES Joaquín Turina
Los audios de los conciertos están disponibles Dúo Uriarte-Mrongovius
en march.es /musica durante los 30 días Joaquín Villatoro Medina
posteriores a su celebración. En la sección
Ciclo de miércoles: “Shostakóvich y la censura soviética”, marzo de 2023 [notas al “Conciertos desde 1975” se pueden consultar
programa de Juan Manuel Viana]. - Madrid: Fundación Juan March, 2023. las notas al programa de más de 4000
PROGRAMA DIDÁCTICO
conciertos. Muchos de ellos se pueden disfrutar La Fundación organiza, desde 1975, los
64 pp.; 20,5 cm. (Ciclo de miércoles, ISSN: 1989-6549, marzo 2023). en Canal March (canal.march.es) y el canal de “Recitales para jóvenes”: 18 conciertos
YouTube de la Fundación. didácticos al año para centros educativos de
Programas de los conciertos: [I.] Con la aprobación de Stalin “Obras de N. Roslavets, A. secundaria. Los conciertos se complementan
Mosólov, A. Lourié y D. Shostakóvich”, por el Cuarteto de Leipzig; [II.] A espaldas de la Unión con guías didácticas, de libre acceso en march.
Soviética “Obras de D. Shostakóvich, M. Weinberg y N. Roslavets”, por Ilya Gringolts, violín, es. Más información en march.es /musica/
Daniel Haefliger, violonchelo y Peter Laul, piano; y [III.] Bajo el yugo soviético “Obras de M.
Weinberg, V. Zaderatski, S. Gubaidúlina y D. Shostakóvich”, por Varvara, piano, celebrados en
la Fundación Juan March los miércoles 15, 22 y 29 de marzo de 2023. CANALES DE DIFUSIÓN
Suscríbase a nuestros boletines electrónicos
También disponible en internet: march.es /musica para recibir información del programa de
conciertos en march.es /boletines.
1. Cuartetos de cuerda -- S. XX.- 2. Tríos de piano – S. XX.- 3. Música para violín y piano – S.
XX.- 4. Sonatas.- 5. Música para piano – S. XX.- 6. Preludios.- 7. Fugas.- 8. Chaconas.- 9. Síganos en redes sociales
Comunismo y música.- 10. Censura y música.- 11. Música – Unión Soviética.- 12. Programas
de conciertos.- 13. Fundación Juan March - Conciertos.

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La Fundación Juan March es una institución familiar y patrimonial creada
en 1955 por el financiero Juan March Ordinas con la misión de fomentar
la cultura en España sin otro compromiso que la calidad de su oferta y el
beneficio de la comunidad a la que sirve.

A lo largo de los años, las cambiantes necesidades sociales han inspirado,


dentro de una misma identidad institucional, dos diferentes modelos de
actuación. Fue durante dos décadas una fundación de becas. En la actualidad,
es una fundación operativa con programas propios, mayoritariamente a largo
plazo y siempre de acceso gratuito, diseñados para difundir confianza en los
principios del humanismo en un tiempo de incertidumbre y oportunidades
incrementadas por la aceleración del progreso tecnológico.

La Fundación organiza exposiciones y ciclos de conciertos y de conferencias.


Su sede en Madrid alberga una Biblioteca de música y teatro español
contemporáneos. Es titular del Museo de Arte Abstracto Español, de Cuenca,
y del Museu Fundación Juan March, de Palma de Mallorca. Promueve la
investigación científica a través del Instituto mixto Carlos III/Juan March de
Ciencias Sociales, de la Universidad Carlos III de Madrid.

60
PRÓXIMOS CONCIERTOS DE MIÉRCOLES

IMPROVISANDO
19 ABR
Vittorio Forte, piano
Obras de C. P. E. Bach, M. Clementi, F. Liszt, G, Martucci, S.
Rachmaninoff/E. Wild y E. Wild

26 ABR
Eva Saladin, violín
Johannes Keller, clave
Obras de W. Byrd, J. Schop, J. U. Steigleder, O. di Lasso, J. Dowland,
G. Frescobaldi, F. Rognoni Taeggio y J. P. Sweelinck

3 MAYO
Anthony Romaniuk, piano, clave y teclados
Obras de E. Satie, M. Ravel, J. S. Bach, I. Stravinsky, P. Glass,
Penguin Cafe Orchestra, G. Ligeti, F. Schubert, J. Adams, R.
Schumann, H. Purcell, D. Shostakóvich, L. van Beethoven y J. H.
Fundación Kapsberger
Juan March
Castelló, 77
Notas al programa de Luca Chiantore
28006 Madrid

musica@march.es
+34 914354240 POLIFONÍAS NÓRDICAS
Entrada gratuita.
Parte del aforo 10 MAYO
se puede reservar
por anticipado.
Barcelona Ars Nova
Conciertos en directo Mireia Barrera, dirección
por Canal March
(web, AndroidTV y Obras de J. Sibelius, E. Grieg, Z. Kodály, J. Carlstedt, S. D.
AppleTV) y YouTube. Sandström, E. Rautavaara, I. Stravinsky, I. Lidholm, K. Nystedt y V.
Los de miércoles,
también por Radio Tormis
Clásica y RTVEPlay.

Accede a toda la 17 MAYO


información de la
temporada en
VOCES8
march.es/madrid/ Obras de O. Gjeilo, A. Pärt, P. Smith, E. Esenvalds, V. Miskinis, R.
conciertos.
Dubra, M. Janssons, F. Sixten, H. Alfvén, E. Grieg, J. Sibelius y Þ
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código QR:
24 MAYO
Svanholm Singers
Obras de S. Söderberg, H. Dahlgren, P. Nørgård, P. Mealor, P. Cooke,
N. W. Gade, J. Sibelius, H. Alfvén, A. Hovden y G. Pedersen

Notas al programa de Albert Torrents

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