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Lynn Margulis, la bióloga que reinterpretó la evolución

Lynn Margulis fue considerada durante mucho tiempo como una radical, sin embargo, su teoría
Endosimbiótica enfrentó algunos de los postulados más sólidos de la teoría de la Evolución de Charles
Darwin, y le daría para siempre un nuevo matiz.
Actualizado a 10 de marzo de 2023, 12:51

NATIONAL PORTRAIT GALLERY / JOHN FELDMAN

Héctor Rodríguez – EDITOR Y PERIODISTA ESPECIALIZADO EN CIENCIA Y NATURALEZA.


La teoría de la Evolución por Selección Natural de Charles Darwin marcó un antes y un después en el modo en que
entendemos la vida en la Tierra. Desde su aparición, sin embargo, muchos fueron los detractores que buscaron
refutarla o, al menos, ponerla a prueba. Tampoco faltaron defensores acérrimos de la misma que se encaminaron a
apuntalar sus puntos más débiles. De entre todos ellos, no obstante, destaca el nombre de Lynn Margulis, una
bióloga cuyo trabajo, por contradictorio que pueda resultar, conseguiría ambas cosas a la vez.
La historia de Margulis, considerada justamente una de las biólogas más importantes del siglo XX, comienza un 5 de
marzo de 1938 en la ciudad de Chicago. Cursó sus primeros años de formación en el Instituto Hyde Park de su ciudad
natal, tras lo cual, a la temprana edad de 16 años, sería aceptada en el programa de alumnos adelantados de la
Universidad de Chicago donde, según la propia Margulis, adquiriría "un título, un marido -el astrónomo y divulgador
científico Carl Sagan- y un mayor escepticismo crítico".
Durante los años siguientes, en 1960, Margulis obtendría una maestría en zoología y genética en la Universidad de
Wisconsin. Ocho años y dos hijos después, Sagan y Margulis se divorciarían en 1964. Al año siguiente, en 1665, la
bióloga se doctoraría en genética por la Universidad de Berkeley y en 1966 se incorporaría al departamento de
genética de la Universidad de Boston, donde ejerció de profesora durante más de 20 años.

LYNN MARGULIS Y LA TEORÍA ENDOSIMBIÓTICA


Desde muy temprano Margulis se sintió atraída por un campo que hasta el momento había sido objeto de escasa
atención por parte de la biología: el mundo bacteriano. Entonces consideradas las bacterias poco más que gérmenes
o agentes infecciosos, una de las mayores virtudes de la bióloga fue precisamente dirigir el foco del estudio de la
evolución hacia la microbiología, dando, no con escasa oposición, una nueva vuelta de tuerca a la teoría propuesta
por Charles Darwin.
Así, tras 15 intentos fallidos, Margulis consiguió en 1967 que su artículo Origin of Mitosing Cells, fuera publicado en
la revista Journal of Theoretical Biology. Durante los años siguientes Margulis seguiría trabajando en la que el
profesor experto en protistas de la Universidad de la Columbia Británica, Max Taylor, denominaría con el acrónimo
de SET (Serial Endosymbiosis Theory o Teoría de la Endosimbiosis seriada), hasta que su trabajo adquirió las
dimensiones de un libro, Origyn of Eukariotik cells, que, tras nuevos rechazos, sería publicado por la Universidad de
Yale.
A grandes rasgos, lo que la teoría Endosimbiótica de Margulis proponía era que las células eucariotas, es decir las
células con núcleo, evolucionaron a partir de la simbiosis entre bacterias que habían existido hasta el momento de
manera independiente. Se trataba de una de las explicaciones a uno de los mayores dilemas de la biología, el "salto"
de la célula procariota a eucariota.
Sin embargo, su teoría llegaba en un momento en el que la Síntesis evolutiva moderna, es decir, la integración de la
teoría de la Evolución de las especies por selección natural de Charles Darwin, la teoría Genética de Gregor
Mendel como base de la herencia genética, y el concepto de mutación aleatoria como fuente de variación genética
en las poblaciones, estaban firmemente consolidados. También, además, en un momento en el que el evolucionismo
estaba dominado por zoólogos y un profundo énfasis en el reino animal.

Darwin, el padre de la teoría de la Evolución


Por todo ello Margulis fue considerada durante mucho tiempo como una radical: su teoría, la cual postulaba
la cooperación como uno de los principales motores de la evolución en una de las etapas más tempranas de la
historia de la vida en la Tierra, chocaría de frente con los enfoques tradicionales darwinianos, que en un plano
opuesto postulaban la supervivencia del más apto. Desde entonces, no obstante, la SET se ha ido abriendo camino
hasta el día de hoy, y en la actualidad su validez respecto a la aparición de la célula eucariota es un hecho
ampliamente aceptado.

LA BIOLOGÍA A TRAVÉS DE LOS OJOS DE LYNN MARGULIS


Con sus trabajos Margulis no solo proponía un nuevo enfoque a la teoría de la Evolución, si no un modo
completamente diferente de entender la biología, lo que se materializaría en otras de sus teorías más conocidas:
la teoría simbiogenética, en la que defendía que animales y plantas, hasta entonces considerados organismo
individuales, son en realidad comunidades de organismos menos complejos (células y bacterias) que cooperan para
sobrevivir.
Sin embargo, aunque si bien es cierto, como decíamos unas líneas atrás, que en la actualidad la comunidad científica
acepta la importancia de la endosimbiosis seriada en el salto de procariotas a eucariotas, también rechaza la
simbiogénesis como un hecho generalizado en el proceso evolutivo.
Entre otros de los trabajos de Margulis, cabe destacar la publicación en 1982 de Five Kindoms, libro escrito en
colaboración con la bióloga estadounidense, Karlene V. Schwartz, en el que clasificó la vida en la Tierra en cinco
reinos, agrupados en dos grandes grupos: bacterias y eucariotas. Este modelo sería aceptado hasta el
descubrimiento del dominio arqueobacteria, lo que postuló el sistema de tres dominios formado
por Bacteria, Archaea y Eucarya empleado en la actualidad para la clasificación de los seres vivos.

Una arquea proporciona nuevas pistas del origen de la vida


Además de varias publicaciones académicas, Margulis escribiría también numerosos libros interpretando conceptos
y dilemas científicos para una audiencia popular, como el caso de la controvertida Hipótesis Gaia de James Lovelock,
que defiende que la Tierra es un super organismo.
Como reconocimiento a una vida dedicada a la ciencia y a sus valiosas aportaciones, fue elegida miembro de
la Academia Nacional de Ciencias en 1983 y uno de los tres miembros estadounidenses de la Academia Rusa de
Ciencias Naturales. También recibiría en 1999, el mismo año que el Premio William Procter de Sigma Xi, la Medalla
Nacional de Ciencias de Estados Unidos, y en 2008 sería galardonada con la Medalla Darwin-Wallace de la Sociedad
Linneana de Londres. Como consecuencia de un derrame cerebral sufrido mientras trabajaba con uno de sus
estudiantes, fallecería 3 años después, en 2011, a la edad de 73 años, pasando a la historia como una de las figuras
que puso patas arriba, para bien, la teoría de la Evolución.

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