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Historia de la biología
Historia del estudio de la vida
La portada del poema sobre la evolución de Erasmus Darwin The Temple of Nature muestra
a una diosa que retira el velo de la naturaleza (en la persona de Artemisa). La alegoría y la
metáfora han desempeñado a menudo un papel importante en la historia de la biología.
La historia de la biología narra y analiza la historia del estudio de los seres vivos, desde la
Antigüedad hasta la época actual. Aunque la biología moderna es un desarrollo
relativamente reciente (siglo XIX), las ciencias relacionadas e incluidas en ella se han
estudiado como filosofía natural desde la antigüedad —antiguas civilizaciones de
Mesopotamia, Egipto, subcontinente indio, China—, pero los orígenes de la biología
moderna y su enfoque del estudio de la naturaleza se creen originados en la antigua
Grecia.Mag. 114 Si bien el estudio formal de la medicina se remonta al Egipto faraónico —ver:
Āyurveda y medicina en el Antiguo Egipto—, fue Aristóteles (384-322 a. C.) quien
contribuyó más ampliamente al desarrollo de la biología. Especialmente importantes son su
Historia de los animales y otras obras donde mostró inclinaciones naturalistas, y luego
obras más empíricas que se enfocaron en la causalidad biológica y la diversidad de la vida.
El sucesor de Aristóteles en el Liceo, Teofrasto, escribió una serie de libros sobre botánica
(De historia plantarum) que sobrevivieron como la contribución más importante de la
antigüedad a las ciencias de las plantas, incluso hasta la Edad Media.15
A lo largo de los siglos XVIII y XIX algunas ciencias biológicas, como la botánica y la
zoología, se convirtieron en disciplinas científicas cada vez más profesionales. Lavoisier y
otros científicos físicos comenzaron a unir los mundos animados e inanimados a través de
la física y química. Los exploradores-naturalistas, como Alexander von Humboldt
investigaron la interacción entre organismos y su entorno, y los modos en que esta relación
depende de la situación geográfica, iniciando así la biogeografía, la ecología y la etología.
Los naturalistas, a partir de los resultados obtenidos en los campos de la embriología y la
paleontología, comenzaron a rechazar el esencialismo y a considerar la importancia de la
extinción y la mutabilidad de las especies. La importancia creciente de la teología natural,
en parte una respuesta al alza de la filosofía mecánica, y la pérdida de fuerza del argumento
teleológico impulsó el crecimiento de la historia natural. Mientras tanto, la taxonomía y la
clasificación de la diversidad de la vida y el registro fósil se convirtieron en el centro de
atención de los historiadores naturales, así como el desarrollo y el comportamiento de los
organismos. Carl Linnaeus publicó una taxonomía básica para el mundo natural en 1735
(cuyas variaciones se han utilizado desde entonces), y en la década de 1750 introdujo
nombres científicos para todas sus especies.Ma. 1 Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon,
trató las especies como categorías artificiales y las formas vivas como maleables,
sugiriendo incluso la posibilidad de una descendencia común. Aunque se opuso a la
evolución, Buffon es una figura clave en la historia del pensamiento evolucionista; su
trabajo influyó en las teorías evolutivas tanto de Lamarck como de Darwin.Ma. 2
El pensamiento evolutivo serio se originó con las obras de Jean-Baptiste Lamarck, quien
fue el primero en presentar una teoría coherente de la evolución.21 Postuló que la evolución
era el resultado del estrés ambiental sobre las propiedades de los animales, lo que
significaba que cuanto más frecuente y rigurosamente se usaba un órgano, más complejo y
eficiente se volvería, adaptando así al animal a su entorno. Lamarck creía que estos rasgos
adquiridos podrían luego transmitirse a la descendencia del animal, que los desarrollaría y
perfeccionaría aún más.22 Sin embargo, fue el naturalista británico Charles Darwin, que
combinando el enfoque biogeográfico de Humboldt, la geología uniformista de Lyell, los
escritos de Malthus sobre el crecimiento de la población y su propia experiencia
morfológica y extensas observaciones naturales, quien forjó una teoría evolutiva más
exitosa basada en la selección natural; un razonamiento y pruebas similares llevaron a
Alfred Russel Wallace a llegar de forma independiente a las mismas conclusiones.Ma. 3La. 1
Aunque fue objeto de controversia (que continúa hasta el día de hoy), la teoría de Darwin
se extendió rápidamente a través de la comunidad científica y pronto se convirtió en un
axioma central de la ciencia de la biología en rápido desarrollo. El final del siglo XIX vio la
caída de la teoría de la generación espontánea y el nacimiento de la teoría microbiana de la
enfermedad, aunque el mecanismo de la herencia genética fuera todavía un misterio.
La biología, que tras el establecimiento del dogma central de la biología molecular y del
descifrado del código genético, se había dividido fundamentalmente entre la biología
orgánica —los campos que trabajan con organismos completos y grupos de organismos— y
los campos relacionados con la biología molecular y celular, a finales del siglo XX, con la
aparición de nuevos campos como la genómica y la proteómica, invertía esa tendencia, con
biólogos orgánicos usando técnicas moleculares, y biólogos moleculares y celulares
investigando la interacción entre genes y el entorno, así como la genética de poblaciones
naturales de organismos.
Historia de la vida en la Tierra
Las formas de vida más antiguas sobre la faz de la Tierra son posibles microorganismos,
cuyos fósiles fueron encontrados en rocas formadas en antiguas fuentes hidrotermales, que
podrían haber vivido hace 4.280 millones de años, poco después de que se formaran los
océanos hace 4.410 millones de años, y no mucho después de la formación de la Tierra
hace 4.540 millones de años26.
Con el objetivo de reconstruir el evento o los eventos que dieron origen a la vida se
emplean diversos enfoques basados en estudios tanto de campo como de laboratorio. Por
una parte el ensayo químico en el laboratorio o la observación de procesos geoquímicos o
astroquímicos que produzcan los constituyentes de la vida en las condiciones en las que se
piensa que pudieron suceder en su entorno natural. En la tarea de determinar estas
condiciones se toman datos de la geología de la edad oscura de la tierra a partir de análisis
radiométricos de rocas antiguas, meteoritos, asteroides y materiales considerados prístinos,
así como la observación astronómica de procesos de formación estelar. Por otra parte, se
intentan hallar las huellas presentes en los actuales seres vivos de aquellos procesos
mediante la genómica comparativa y la búsqueda del genoma mínimo. Y, por último, se
trata de verificar las huellas de la presencia de la vida en las rocas, como microfósiles,
desviaciones en la proporción de isótopos de origen biogénico y el análisis de entornos,
muchas veces extremófilos semejantes a los paleoecosistemas iniciales.
Existe una serie de observaciones que intentan describir las condiciones fisicoquímicas en
las cuales pudo emerger la vida, pero todavía no se tiene un cuadro razonablemente
completo dentro del estudio de la evolución de la complejidad biológica, acerca de cómo
pudo ser este origen. Se han propuesto varias teorías, siendo la hipótesis del mundo de
ARN y la teoría del mundo de hierro-azufre29 las más aceptadas por la comunidad
científica.
Según este experimento, la síntesis de compuestos orgánicos, como los aminoácidos, debió
ser fácil en la Tierra primitiva. Otros investigadores –siguiendo este procedimiento y
variando el tipo y las cantidades de las sustancias que reaccionan han producido algunos
componentes simples de los ácidos nucleicos y hasta ATP[cita requerida]. Esta experiencia abrió
una nueva rama de la biología, la exobiología. Desde entonces, los nuevos conocimientos
sobre el ADN y el ARN, condiciones prebióticas en otros planetas y el anuncio de posibles
fósiles bacterianos encontrados en meteoritos provenientes de Marte (como el ALH 84001),
han renovado la cuestión del origen de la vida.