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UNIDAD 1

De Certeau, “La belleza de lo muerto: Nisard”, 1999.

De Certeau es foucaultiano. En este texto es seguidor del Foucault hasta Vigilar y Castigar. Para Foucault el saber
expresa poder y el poder habilita un tipo de saber. SABER Y PODER pueden verse como las dos caras de una misma
moneda.
Lo fundamental es su pregunta sobre la cultura popular: ¿existe la cultura popular fuera del gesto que la suprime?,
es decir, ¿existe la cultura del otro por fuera del saber del dominante que va por fuera a investigarlo?
Hay siempre algo de censura política: a cada gesto de poder hay un gesto de censura política. Al constituir algo
como otro, hay poder. La palabra la toma aquel que le es permitido el poder.

La cultura popular supone una operación que no se confiesa. Ha sido necesario censurarla para poder estudiarla.

Nisard es un sensor que captura toda la literatura popular. Pero la lee, la analiza, le parece bella.

De Certau, M - "La belleza de lo muerto: Nisard" - Seminario de


Cultura Popular y Cultura Masiva - Cátedra: Alabarces
De Certau, M - "La belleza de lo muerto: Nisard" - Seminario de Cultura Popular y Cultura Masiva - Cátedra:
Alabarces

La cultura popular supone una operación que no se confiesa: fue necesario censurarla para comenzar a estudiarla,
y es por eso que como dice el título de este capítulo, en este caso un fenómeno aparece interesante para los
científicos sólo cuando ya no entraña ningún peligro.

El nacimiento de los estudios dedicados a la literatura de cordel (que inicia Nisard con un libro de 1854, a partir de
su cargo de secretario adjunto de policía) está ligado a la censura de esa literatura. Es así como una curiosidad
científica nace de una represión política que implicó la censura de esos libros, que fueron retirados al pueblo y
reservados a letrados o aficionados.

Una cosa similar demostró Soriano en los tiempos de la Fronda, entre 1647 y 1653. Este sistema todavía funciona.
Si otrora era movilizados por convicciones conservadoras, como Nisard, hoy los estudios vinculados con la cultura
popular son de inspiración marxista o, al menos, populista. El saber sigue ligado a un poder que lo autoriza. Para
que esta tendencia dentro del campo científico cambie, no basta con cambiar la metodología, sino que es preciso
una acción política.

Nacimiento de un exotismo
Dos momentos permiten ver el nacimiento de un sentimiento de exotismo por lo interior: finales del s. 18 y
1850/1890.

La aristocracia liberal e ilustrada del s. 18 tenía cierto entusiasmo por lo popular, que se encontraba en las
campiñas, dado que en la ciudad las jerarquías tradicionales se estaban diluyendo y había que retornar a la pureza
original.  Allí estaba el “salvaje del interior” que contaba con la ventaja de estar civilizado en costumbres cristianas.

A su vez, la unidad nacional se logrará a través de la instrucción, que es lo mismo que decir una resistencia a la
ignorancia.

Nisard
El período 1850/1890 definió la segunda etapa de esta estrategia de castración contra un pueblo que de allí en
más se constituye como objeto de ciencia, a partir del folklorismo.
Se decía que los escritos llamados populares se encargaban de dividir a la sociedad en dos clases: ricos tiranos y
pobres víctimas, generando disgregación en una época donde debía imperar la unión en Francia.

Es por eso que se crea en Francia hacia 1852 una comisión de examen de los libros de Cordel., mientras que
Charles Nisard es designado secretario de esta comisión, y es quien hace el primer estudio de la cultura popular.
La prohibición pesaba sobre obreros y campesinos, pero no sobre eruditos, bibliófilos y coleccionistas.

La belle époque del folklore


Veinticinco años más tarde, la primera oleada folclórica es contemporánea de los comienzos de la Tercera
República. Su interés es como la contracara de la censura: en lugar de eliminar pretende integrar de manera
razonada. Esto “empaca” a la cultura popular, que deja de ser inquietante.

Aquí lo popular  está asociado a lo natural, ingenuo, espontáneo, verdadero, infancia. Y es razonable que a partir
de aquí popular sea asimilado a campesino: las elites –junto con su cultura- eran amenazadas por las clases
trabajadoras de la ciudades, sobre todo en París, mientras que el campo no estaba contaminado por estas
influencias de la ciudad. Ante esta amenaza, el pueblo es el buen salvaje que constituye la reserva o el museo.
Esto puede parecer una postura simpática, pero en realidad es violenta.

El origen de la cultura popular ejerce gran presión sobre el concepto. La eliminación de la amenaza popular, dice
De Certau, está en el origen de su constitución como objeto de estudio. La crítica es que la literatura científica
oculta el acto inicial que le dio origen, y  no va resolver sus contradicciones internas –que hoy se pueden apreciar a
la hora de buscar definiciones sobre lo popular- hasta que no recupere este principio.

Una obra se juzga por lo que calla, y los estudios científicos callan mucho. Tres temas aparecen muy poco
estudiados: el niño, la sexualidad y la violencia.
Niño. Para Soriano, la literatura infantil sería una forma de sustitución de la presencia de los padres. En realidad,
muchos signos indican lo contrario. Hay muy pocos niños en la literatura relevada. Cuando aparece, el niño tiene
las características del adulto (el pequeño brujo, el niño sabio). Confirma que no hay dos sabidurías o dos morales,
sino que la de los padres seguirá siendo la de los niños en el futuro.
Sexualidad.  En la mayoría de los estudios impresiona el silencio que hay sobre la sexualidad. Las relaciones
amorosas caen dentro de la esfera de lo  mágico.
Violencia: no hay ninguna aparición en esta literatura de referencias a las clases amenazantes, peligrosas, e
incluso llegan a olvidarse, por ejemplo, las revueltas campesinas. En el s. 19 ocurrió lo mismo, dado que los
folkloristas borraban las guerras. Las sublevaciones populares sólo emergen en los estudios de los eruditos como
una objeto lastimoso a preservar.

La violencia ha sido  erradicada de la literatura porque esta fue antes objeto de violencia. Por ejemplo, los estudios
de Nisard sobre la literatura de Cordel, en 1854, son posibles contragolpes a la derrota de los movimientos
republicanos y socialistas de 1848 y las instalación del Imperio en 1852. la violencia política explica la desaparición
de la violencia en el estudio de la cultura popular.
El tema es averiguar desde dónde se habla cuando nos referimos a la cultura popular, y desde dónde habla la
comunidad científica. El problema se convierte en político, ya que pone en cuestión la función social y el principio
represivo de la cultura letrada.
Los científicos que se encargan de estudiar lo popular, por definición, están parados en la cultura letrada, y es por
esto la pregunta: ¿Existe la cultura popular más allá del acto que la suprime?

Reflexiones sobre la violencia. Presentación /Inés Izaguirre

Al igual que ocurre con todos los conceptos, incluso aquellos de uso cotidiano que nos parecen sintetizar hecho de
evidencia directa, tampoco para la violencia existen observables directos. Un hecho es siempre el producto de una
composición de una parte provista por los objetos y otra construida por el sujeto.
Se reconoce así la posibilidad de existencia de formas reales de violencia no visible que, sin embargo, operan
sobre lo que es esencia l vínculo violento: el sometimiento de una de las partes. La violencia es un vínculo, una
forma de relación social por la cual uno de los términos realiza su poder acumulado.
Usualmente cuando hablamos de violencia nos referimos a la fuerza material, pero la fuerza de estas imágenes
encubre las relaciones violentas más frecuentes y que por ello han sido naturalizadas. Acá podemos colocar la
violencia del acto científico de conocer lo popular.|
Otro componente esencial de las relaciones violentas es la negación al otra  a existir como diferente o disidente.
Por ejemplo, en el fascismo esta negación alcanza a los cuerpos portadores de diferencias, la base del genocidio.

Sin trabajo vivo,  sin cuerpos, no hay valor ni poder. La teoría logró objetivar las instancias que constituyen el
“espacio del valor”, pero no ha pasado todavía lo mismo con las instancias que constituyen el espacio del poder. El
poder es fuerza material, pero todavía es difícil  verlo, y por lo general lo localizamos en el Estado o como atributo
de ciertas personas.
La relación de poder es resultante de una situación inicial de violencia. Hay violencia cada vez que se destruyen
relaciones sociales establecidas, pero también cada vez que se construyen en su lugar nuevas relaciones, que no
sólo impiden reconocer la situación anterior, sino que producen nuevos lazos de obediencia.

Cosas dichas: los usos del pueblo

Antes de iniciar las discusiones sobre el pueblo o lo popular hay que tener bien claro que es una apuesta en la
lucha de los intelectuales. Ser o sentirse autorizado para hablar del pueblo puede constituir una fuerza cada vez
más grande cuanto más débil es la autonomía relativa del campo considerado. Esto se ve claro en el campo
político, donde se puede jugar con todas las ambigüedades de la palabra pueblo: clases populares, proletariado,
nación. A la vez, en el campo literario o artístico es mínima, que llegado a un alto grado de autonomía donde el
éxito popular entraña una forma devaluada del productor.

Si lo popular negativo, es decir, lo popular entendido como vulgar, se define ante todo como el conjunto de los
bienes o de los servicios culturales que presentan el obstáculo para la imposición de legitimidad por la cuales los
profesionales tienden a producir el mercado,  lo popular  positivo, como la pintura ingenua o la música folk, es el
producto de inversión de signo que ciertos clérigos operan con una preocupación de rehabilitación que es
inseparable de la preocupación pos su propio ennoblecimiento.
Los escritores salidos de las regiones dominadas del espacio social peguen, con posibilidades de éxito tanto más
débiles cuanto mayor es la autonomía del campo considerado, jugar con su supuesta proximidad al pueblo. En
esos casos, la relación con los orígenes es vivida de manera tan dramática que es difícil describir esta estrategia
como el resultado de un cálculo cínico.

El análisis de la relación previa con el objeto es necesidad para el investigador que pretende escapar del
etnocentrismo de clase y del populismo. El populismo puede hacer desaparecer los efectos de la dominación, dado
que cuando se interesa en mostrar que el pueblo no tiene nada que envidiar a los burgueses en cuanto a cultura y
distinción, olvida que participa en un juego donde los dominantes determinan a cada momento la regla.
Aquellos que por la preocupación de rehabilitarla hablan de cultura popular o lengua popular son víctimas de la
lógica que lleva a los grupos estigmatizados a reivindicar el estigma como signo de su identidad.

Cuando la búsqueda dominada de la distinción lleva a los dominados a  afirmar eso según lo cual ellos mismo son
constituidos como dominados y vulgares, no es posible hablar de resistencia.  Cuando a la inversa, los dominados
trabajan para perder las características que los constituyen de esa manera y para apropiarse de eso en cuya
comparación aparecen como vulgares, puede haber liberación. Esta contradicción no quieren admitirla quienes
hablan  de cultura popular.  La resistencia puede ser alienante y la sumisión liberadora. La resistencia toma las
formas más inesperadas, a punto tal que ni el ojo entrenado puede a veces verla.

OTRO RESUMEN:

Hay muy pocos niños en la literatura


relevada, los adultos se dan en el
espejo de los relatos
supuestamente destinados a los niños
la imagen se sí mismos tal como la
sueñan. Y además el
niño cuando aparece tiene el saber y
las virtudes de los adultos.
2. La sexualidad
Ej: se platea una edad de comenzar a
hacer el amor mayor a la de las
costumbres campesinas. El
adulto tiene la necesidad de la
inocencia que le otorga a los niños,
niega lo que se le opone a la
ilusión. Estudios con silencio con
respecto a la sexualidad. Los
conocimientos de las relaciones
amorosas entran en el inconsciente de
la literatura ilustrada.
3. La violencia
De las clases peligrosas, de las
reivindicaciones amenazantes , no hay
ninguna aparición en esta
literatura. En este punto es
fundamental la articulación de los
textos con la historia política.
Incluso se olvidan revueltas
campesinas y las guerras.
Pero la historia demuestra que la
violencia ha sido erradicada de la
literatura porque ésta antes ha
sido objeto de una forma de violencia.
Una violencia política explica la
eliminación de la violencia
en el estudio de la cultura popular. Lo
que ha permitido ofrecer este paraíso
perdido al campo de
los letras, y esto es una victoria del
poder.
Tampoco podría reprocharse a esta
literatura el articularse sobre la base
de una violencia, sino no
haberla confesadp.
Ciencia y política: un interrogante
¿???
Aportes del práctico
Trata de explicar el proceso represivo
sobre la cultura. Se pregunta si la
cultura popular existe más
allá del gesto que la suprime. Cultura
popular reprimida y luego recuperada
por la clase dominante
de acuerdo a sus intereses.
El texto se dedica a explicar porque es
imposible estudiar la cultura popular.
Cuándo se inicia la cultura popular?
(según la cátedra) es el resultado de la
burguesía en ascenso.
Carácter clasista.
Según De Certau desde los primeros
estudios de la cultura popular hay un
intento de fijación de
esas prácticas en un pasado que se
intenta congelar desde la curiosidad
científica.
1871: Comuna de París. Es derrotada
y se funda la 3° República.
La cultura popular no existe fuera de
esa violencia que la suprime.
Diferencia con Guinzbur
Hay muy pocos niños en la literatura
relevada, los adultos se dan en el
espejo de los relatos
supuestamente destinados a los niños
la imagen se sí mismos tal como la
sueñan. Y además el
niño cuando aparece tiene el saber y
las virtudes de los adultos.
2. La sexualidad
Ej: se platea una edad de comenzar a
hacer el amor mayor a la de las
costumbres campesinas. El
adulto tiene la necesidad de la
inocencia que le otorga a los niños,
niega lo que se le opone a la
ilusión. Estudios con silencio con
respecto a la sexualidad. Los
conocimientos de las relaciones
amorosas entran en el inconsciente de
la literatura ilustrada.
3. La violencia
De las clases peligrosas, de las
reivindicaciones amenazantes , no hay
ninguna aparición en esta
literatura. En este punto es
fundamental la articulación de los
textos con la historia política.
Incluso se olvidan revueltas
campesinas y las guerras.
Pero la historia demuestra que la
violencia ha sido erradicada de la
literatura porque ésta antes ha
sido objeto de una forma de violencia.
Una violencia política explica la
eliminación de la violencia
en el estudio de la cultura popular. Lo
que ha permitido ofrecer este paraíso
perdido al campo de
los letras, y esto es una victoria del
poder.
Tampoco podría reprocharse a esta
literatura el articularse sobre la base
de una violencia, sino no
haberla confesadp.
Ciencia y política: un interrogante
¿???
Aportes del práctico
Trata de explicar el proceso represivo
sobre la cultura. Se pregunta si la
cultura popular existe más
allá del gesto que la suprime. Cultura
popular reprimida y luego recuperada
por la clase dominante
de acuerdo a sus intereses.
El texto se dedica a explicar porque es
imposible estudiar la cultura popular.
Cuándo se inicia la cultura popular?
(según la cátedra) es el resultado de la
burguesía en ascenso.
Carácter clasista.
Según De Certau desde los primeros
estudios de la cultura popular hay un
intento de fijación de
esas prácticas en un pasado que se
intenta congelar desde la curiosidad
científica.
1871: Comuna de París. Es derrotada
y se funda la 3° República.
La cultura popular no existe fuera de
esa violencia que la suprime.
Diferencia con Guinzburg.
De Certau. La
belleza de lo
muerto
La cultura p
La cultura popular supone una operación que no se confiesa: ha sido necesario censurarla para poder
estudiarla. Desde entonces se a convertido en un objeto de interés porque su peligro ha sido eliminado.
Nacimiento de los estudios ligados a la literatura de cordel(el libro iniciador de Nissard es de 1854) está
ligado a la censura social de su objeto. Este nacimiento desarrolla un sabio diseño de policía. Una
represión política se halla en el origen de una curiosidad científica: la eliminación de los libros
considerados subversivos o inmorales. En el comienzo hay un muerto Los estudios consagrados a esta
literatura han sido posibles por el gesto que ha retirado al pueblo y la ha reservado a los letrados o
aficionados. Sus resultados y métodos no traicionan estos orígenes, de los cuales la censura de 1852 no es
más que un caso particular. Los trabajos recientes ignoran el lugar desde el que se sostienen estos
discursos. El propio Nissard no lo ignoraba: se vanagloriaba de su lugar de secretario adjunto de la policía.
En toda Francia el ministro de la policía general ejecutó una comisión permanente para el examen de esos
libros en 1852. Esto sucedió en la instauración del Imperio en Francia. Los sustratos populares, de
momento útiles, se volvían temibles en la medida que se desarrollaban levantamientos populares. La burla
mide el fracaso del pueblo, cuya cultura es tanto más curiosa cuanto menos se teme a sus sujetos. El
sistema funciona todavía, aunque sobre otras modas (año del texto?). Ayer era conservadoras con pasión y
desde 1960 la erudición puesta al servicio de la cultura popular es de inspiración marxista o al menos
populista. Lo que se encuentra en la causa no son ni las ideologías ni las opiniones, sino las relaciones que
un objeto y sus métodos científicos mantienen con la sociedad que los permite. Y si los procedimientos
científicos no son inocentes, si sus objetivos dependen de una organización política, el discurso mismo de
la ciencia debe revelar una acción que le es encomendada por la sociedad: ocultar lo que se pretende
mostrar. Para este ocultamiento es necesaria una acción política. Nacimiento del exotismo (Siglo XVIII)
Dos momentos son reveladores des esta óptica: los finales del siglo XVIII, por una parte, y los años 1850-
1890 por otra. Una suerte de entusiasmo por lo popular agitaba la aristocracia liberal e ilustrada a finales
del SXVIII. Pero es también a la inversa un temor: el de la ciudad amenazada y corrupta porque las
jerarquías tradicionales de van a pique. De allí este retorno a la pureza original de las campiñas, símbolo
de las virtudes conservadas desde los tiempos más remotos. Pero este salvaje del interior que es el
campesinado francés presenta las ventajas de ser, al mismo tiempo, civilizado en sus costumbres
cristianas: la proximidad de la naturaleza ligada a siglos de moral cristiana produce “estos sujetos fieles,
dóciles y laboriosos”. La moda de las fiestas de los rosales a partir de los años 1770 es el regreso del
pueblo al cual se ha despojado de la palabra para mejor domesticarlo. La idealización de lo popular es
tanto más fácil cuando se efectúa bajo la forma de monólogo. El placer demostrado respecto de halo
popular es el elemento fundador de una concepción elitista de la cultura. La emoción nace de la distancia
misma que separa al oyente del supuesto compositor. Se trata a la vez de coleccionar y de reducir. Charles
Nisard (1854) El período 1850-1890 definió una segunda etapa de este culto castrador librado a un pueblo
que queda constituido, de allí en más, como objeto de “ciencia”. Es en el momento mismo en que
literatura de cordel el perseguida con el mayor vigor que los bellos espíritus se inclinan sobre los libros o
argumentos populares. En 1852 creación del ministro de Policía general de una comisión de examen de los
libros de cordel. Controlaba por el otorgamiento de estampillas el contenido de las obras para verificar que
no fueran contrarias al orden, a la moral y a la religión. El pueblo es un niño al cual conviene mantener en
su pureza original preservándolo de malas lecturas. El interés de las colecciones folkloristas es correlativo
a la represión que exorciza el peligro revolucionario en las jornadas de junio de 1848 había mostrado que
estaba siempre próximo y latente. La belle époque del folklore (la Tercera República) 25 años más tarde,
la primera oleada folklorista es contempóranea a los comienzos de la tercera república. La preocupación
foklórica no está exenta de dobles pensamientos: quiere situar, integrar, garantizar. Su interés es como la
contracara de la censura: una integración razonada. La cultura popular se define así como un patrimonio,
según una doble grilla histórica y geográfica. La genealogía y el comparativismo vienen así a reforzar la
existencia de una unidad del repertorio francés en el cual se expresa la mentalidad francesa. El folklore
asegura la asimilación cultural de un museo tranquilizador. Esté interés es ambiguo en otro sentido. Las
connotacioe del término popular que se encuentran en las revistas de la época son esclarecedoras: lo
popular está ligado aquí a lo natural, a lo verdadero, lo ingenuo, lo espontáneo, a la infancia. No es por
azar que de aquí en más lo popular sea siempre identificado con el campesino. La cultura de las elites está
amenzada desde el frente de las clases trabajadores y peligrosas de las ciudades, sobre todo de París .
Renovación social que debía encontrar el campesino en el obrero.
Espontáneo, inocente, el pueblo es un niño una vez más. Ya no ese niño vagamente amenazante y brutal
que se ha querido mutilar: el hijo pródigo vive lejos y se adorna con los atractivos del exotismo. El pueblo
es en suma el buen salvaje: en la reafirmación cultural puede acontecerle la reserva y el museo. La
perspectiva de los eruditos puede quererse neutra , es la más secreta violencia del primer folklorismo la
que debió camuflar su violencia. La misa que nos conduce al presente. El mito del origen de lo popular
Dónde encontrar lo popular en una Francia con el 60% de analfabetismo. Unos lo buscarán en el tesoro
oculto de la tradición oral, fuente primitiva que desemboca en la literatura escrita. Otros postularán una
unidad de la cultura. Hay muchos sistemas de explicación. Estos estudios sobre cultura popular se dan por
objeto su propio origen. Persiguen en la superficie de los textos delante de sí lo que es solo su condición
de posibilidad: la eliminación de la amenaza popular. No es sino suprimiendo este objeto de interés que
toma la figura de origen perdido: la ficción de una realidad que debe encontrarse guarda el trazo de la
acción política que la organizó. Lecturas ilustradas de temas populares Se encuentra la ambigüedad del
objeto cultura popular ya que deja surgir las formaciones contrarias, y sin embargo solidarias, respecto del
problema de origen. El primer momento es el de inventario, repertorios de temas que se encuentran en los
almanaques o en los libros. Acá aparece el problema del proclamado rechazo de toda interpretación, pero
los inventarios no están libres de las opiniones del autor. Lo popular en la historia social los problemas de
inventario remiten más profundamente a la interpretación de los temas y al status mismo de la
interpretación. La temática de la cultura popular se presenta como la manifestación de otra cosa que
soportaría lo popular. (cita a varios historiadores) Una geografía de lo eliminado Tres regiones parecen
ausentes de estos estudios: el niño, la sexualidad y la violencia. 1. El niño Parece paradójico mientras
estos trabajos se basan en la asociación entre el niño y el pueblo. Por una parte pasan a menuda de la
literatura infantil a la literatura popular. Lo que se dice del niño sirve de alegoría a lo que se dice del
pueblo.
Hay muy pocos niños en la literatura relevada, los adultos se dan en el espejo de los relatos supuestamente
destinados a los niños la imagen se sí mismos tal como la sueñan. Y además el niño cuando aparece tiene
el saber y las virtudes de los adultos. 2. La sexualidad Ej: se platea una edad de comenzar a hacer el amor
mayor a la de las costumbres campesinas. El adulto tiene la necesidad de la inocencia que le otorga a los
niños, niega lo que se le opone a la ilusión. Estudios con silencio con respecto a la sexualidad. Los
conocimientos de las relaciones amorosas entran en el inconsciente de la literatura ilustrada. 3. La
violencia De las clases peligrosas, de las reivindicaciones amenazantes , no hay ninguna aparición en esta
literatura. En este punto es fundamental la articulación de los textos con la historia política. Incluso se
olvidan revueltas campesinas y las guerras. Pero la historia demuestra que la violencia ha sido erradicada
de la literatura porque ésta antes ha sido objeto de una forma de violencia. Una violencia política explica
la eliminación de la violencia en el estudio de la cultura popular. Lo que ha permitido ofrecer este paraíso
perdido al campo de los letras, y esto es una victoria del poder. Tampoco podría reprocharse a esta
literatura el articularse sobre la base de una violencia, sino no haberla confesadp. Ciencia y política: un
interrogante ¿??? Aportes del práctico Trata de explicar el proceso represivo sobre la cultura. Se pregunta
si la cultura popular existe más allá del gesto que la suprime. Cultura popular reprimida y luego
recuperada por la clase dominante de acuerdo a sus intereses. El texto se dedica a explicar porque es
imposible estudiar la cultura popular. Cuándo se inicia la cultura popular? (según la cátedra) es el
resultado de la burguesía en ascenso. Carácter clasista. Según De Certau desde los primeros estudios de la
cultura popular hay un intento de fijación de esas prácticas en un pasado que se intenta congelar desde la
curiosidad científica. 1871: Comuna de París. Es derrotada y se funda la 3° República. La cultura popular
no existe fuera de esa violencia que la suprime. Diferencia con Guinzburg.

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