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ASPECTOS GENERALES DE LA GANADERÍA BOVINA EN GUATEMALA

Mgtr. Daniel Macz

La crianza de ganado bovino en Guatemala remonta sus orígenes cuando el ganado


vacuno fue introducido en América Latina por los conquistadores españoles,
quienes trajeron animales de diferentes razas, las cuales paulatinamente fueron
adaptándose a las diversas regiones de nuestro país.

Los primeros hatos ganaderos en Guatemala se formaron con las importaciones


realizadas por los españoles desde la Península Ibérica a las islas Canarias y de
ahí a la isla de Santo Domingo en el año 1,493. Posteriormente, en el año 1,521
nuevos hatos ganaderos fueron trasladados de Santo Domingo al Puerto de
Veracruz, México. Guatemala en 1,900 abasteció de ganado vacuno a los países
de México y Honduras. Posteriormente, en la década de los veinte, la ganadería en
el país fue un sector muy importante de la economía guatemalteca. En 1922 hubo
importaciones a Guatemala de razas de ganado vacuno como: Holstein, Jersey,
Ayrshire, Hereford y Angus; procedentes de otros países europeos. Posteriormente
se introducen de España razas como la Avileña, Asturiana y Catalana que poco a
poco fueron cambiando a los denominados hatos criollos al ir perdiendo su pureza.

La ganadería en Guatemala contribuye a las actividades agrícolas de muchos


pequeños productores pobres. Los hogares rurales pueden mejorar sus medios de
vida mediante la cría de una gran variedad de animales: vacas, búfalos, ovejas,
cabras, cerdos, aves de corral, camellos, llamas, alpacas, caballos, burros, conejos
e incluso abejas.

Se estima que la demanda de productos ganaderos tendrá un crecimiento


exponencial en los próximos años, como consecuencia de la urbanización, el
crecimiento económico y un cambio en los patrones de consumo de los países en
desarrollo. La ganadería es uno de los subsectores agrícolas que crece con más
rapidez en los países en desarrollo y representa en Guatemala un aporte
considerable al producto interno bruto (PIB) agrícola, claro esta que dentro de
dichos datos se encuentran incluidos productores grandes y medianos más no así
productores de traspatio que son los que más predominan en nuestro país.

Sin embargo alrededor del 50 % de los ganaderos siguen viviendo en condiciones


de pobreza. Los pequeños productores deberán ser más productivos, eficientes y
sostenibles desde el punto de vista ecológico para cumplir las exigencias de la
creciente demanda del mercado, que proviene en su mayor parte de las zonas
urbanas. Estas exigencias se relacionan con la calidad de los alimentos, la
seguridad alimentaria y la regularidad del suministro. Convirtiéndose esto en un
factor decisivo para las familias rurales y donde el Perito Agrónomo de ENCA juega
un papel relevante como agente de asistencia técnica.

La posesión de ganado bovino puede marcar una gran diferencia en los ingresos de
las mujeres y los hombres, además de fortalecer la seguridad alimentaria y
nutricional de los hogares y aumentar la resiliencia, pero sobre todo lo anterior la
reducción de la desnutrición infantil es el factor principal a resolver mediante el
aporte de proteína de origen bovino.

El ganado bovino proporciona productos alimenticios ricos en proteínas y nutrientes.


Esta cualidad contribuye a la diversificación de las dietas y la generación de
ingresos. El ganado es una fuente de cuero y pieles. El estiércol se utiliza como
abono para los cultivos y como combustible para la cocina y puede convertirse en
compost o aprovecharse para producir metano en biogás. Por último, la ganadería
proporciona tracción animal para la producción de cultivos y el transporte de
personas y mercancías a los mercados.

Las familias rurales pobres que no tienen acceso a servicios financieros suelen
utilizar el ganado como método de gestión de activos. Dichas familias invierten en
animales cuando les sobra algo de dinero y los venden cuando necesitan disponer
de efectivo o cubrir otras necesidades. Esto refuerza la resiliencia de esas familias
frente a crisis económicas y climáticas, lo que les permite hacer planes para el
futuro.

El Perito Agrónomo de ENCA cuenta con los principios elementales técnicos para
aprovechar al máximo el potencial de la ganadería, convirtiéndose en un agente de
cambio que ayuda a los pequeños productores a sacar el máximo partido a su
ganado protegiendo la salud de los animales, aumentando la productividad y la
sostenibilidad y ayudando a vincular a los productores con mercados rentables.

Gubernamentalmente, la Política Pública para la Ganadería Bovina de Guatemala


tiene, en sus orígenes, el deseo legítimo del Gobierno de Guatemala, a través del
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación -MAGA-, de contribuir al
bienestar de los guatemaltecos, desarrollando el subsector de la ganadería bovina
nacional mediante el impulso de las cadenas de la carne y la leche. El proceso de
formulación procura la combinación del conocimiento técnico, antecedentes
históricos y una consulta amplia de los actores vinculados a las agro-cadenas,
incluyendo a los consumidores de productos cárnicos y lácteos, a efecto de
identificar los desafíos que debe afrontar y las oportunidades que puede aprovechar
para su pleno desarrollo. La Política busca aumentar la producción nacional de
carne y de leche, impulsado un subsector ganadero bovino y su agroindustria
organizado, responsable, con capacidades múltiples que le permitan alcanzar la
competitividad y así poner a disposición de la población más vulnerable del país,
empleo, ingresos y contribuir con su seguridad alimentaria.

La ganadería bovina en Guatemala en los últimos años ha recibido el aporte de


muchos técnicos Peritos Agrónomos que han puesto en práctica sus conocimientos
en las ramas elementales como lo son las áreas matemáticas, biológicas y químicas
y también ramas especializadas como lo son manejo y uso adecuado del suelo y
agua, manejo de pasturas y diseño de sistemas rotacionales, conservación de
forrajes, nutrición animal, manejo animal, administración, comercialización etc.

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