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Como se propone identificar las casas de inquilinos como parte del Patrimonio Cultural de
este país, se busca reconstruir a su vez, la historia campesina del Valle Central. Presentando
información sobre la vida cotidiana de las familias inquilinas, quienes han sido históricamente lxs
verdaderos responsables del éxito agrícola tanto de ayer, como de hoy. Y cuyas identidades se han
ocultado de la historia oficial.
Para este estudio se entenderá la arquitectura como una “práctica que responde a
determinadas elecciones sociales, ideológicas y políticas, y que da como resultado una serie de
procesos dinámicos de construcción” (Moro, 2019). Asumiendo de esta manera, que al estudiar la
arquitectura habitacional de la hacienda, será posible seguir la pista de las diferencias sociales,
ideológicas y políticas que cimentarón la actual realidad del mundo agrícola en el Valle Central.
Mientras que al preguntarnos por el uso cotidiano de los espacios domésticos, estaremos
preguntándonos también, por las relaciones sociales entre lxs sujetxs que los habitan.
De esta manera, al estudiar las casas inquilinas se busca desmistificar la romantización que se
tiene de la época hacendal, y robustecer la información que se presenta sobre el mundo rural, y sus
históricos habitantes. Se propone así, analizar comparativamente tanto materialidades, como sujetos
rurales. Donde, al interrogar las construcciones habitacionales, se busca finalmente visualizar las
identidades y relaciones de poder existentes en la transición de la hacienda rural.
Para esto, nos guiremos por herramientas metodológicas tanto de la disciplina arqueológica,
como antropológica. Desarrollando estudios de las estadios arquitectónicos de las construcciones,
análisis de sus materialdiades, mapeos socio-espaciales, recopilación de registros fotográficos y
entrevistas semi-estructuras, acompañado además, por un trabajo etnográfico.
DIAGNÓSTICO TERRITORIAL
El complejo hacendal cuenta con alrededor de 2000 hectáreas, las que se distribuyen entre
viñedos, un loteo inmobiliario y el núcleo arquitectónico, donde se encuentran; la casa patronal, las
caballerizas, la capilla, los salones, jardines y parques. Si bien, por más de tres siglos la Hacienda Los
Lingües funcionó bajo el sistema del inquilinato, y con una producción basada en la agricultura
tradicional y la ganadería. En el año 1965 la familia Claro Lyon toma el control de la Hacienda, y
comienzan una intensa restauración arquitéctónica para preservar el Patrimonio Histórico en que se
había transformado su propiedad2. Restauración que se hizó de la mano de arquitectos especializados,
con el objetivo de que las construcciones e instalaciones se conservaran lo más fidedignas a la
tradicional arquitéctura colonial. De esta manera se da el primer paso, para convertir la Hacienda en
un destacado Hotel Boutique, tanto a nivel nacional, como internacional. Que hoy entrega múltiples
servicios de hospedajes, retiros espirituales, misas, bautizos, matrimonios, eventos empresariales y
celebraciones privadas.
De esta manera, una de las identidades culturales más reconocibles en torno a esta Hacienda
sigue siendo la figura de los patrones latifundistas. Los cuales, por más de cuatrocientos años siguen
conservando bajo su dominio el complejo hacendal. Encontrándose actualmente en manos de la
generación número 17, liderada por Germán Claro Lira (91 años) y María Elena Lyon Valverde (84
años), padres de cuatro hijos. Quienes se han involucrado de diferentes formas en el desarrollo y
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https://www.loslingues.com/es/history/
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http://gda.com/detalle-de-la-noticia/?article=4267889
administración de la hacienda, pero ha sido su primogénito Germán Arturo Claro (61 años) el pionero
del Hotel Boutique y quien ha dedicado su vida ha convertir la hacienda en una destino turístico a
nivel mundial3.
Ahora, si bien los integrantes de esta familia latifundista son los sujetos e identidades
culturales más fáciles y comúnes de reconocer. No se puede dejar de mencionar a otros sujetos
sociales importantes en la historia de la hacienda Los Lingues, como lo son; las familias inquilinas y
lxs trabajadores rurales que han dedicado también su vida al trabajo en esta hacienda, y hoy en día,
sus descendientes siguen siendo la mano de obra que este espacio requiere para seguir funcionando.
Entonces, siguiendo esta línea y teniendo en consideración las transformaciones históricas del mundo
rural, se pueden identificar como identidades culturales relevantes para este estudio a: lxs inquilinxs,
familias campesinas y actuales trabajadores rurales de la hacienda.
ANTECEDENTES
Primero, debemos tener en consideración que para nuestro caso de estudio las construcciones
habitacionales, no pueden ser entendidas sin el componente productivo. Entendiendo que en el caso de
los inquilinos, estos podían vivir en la hacienda sólo a cambio de entregar su mano de obra y vida, al
trabajo hacendal que se requiriera. Era por tanto, un imperativo ser trabajadxr para poder acceder a
una vivienda. Dicho esto, las construcciones arquitectónicas principales de este estudio, guardan
relación con la casa inquilina y la casa patronal.
La casa patronal por su parte, cuenta con un total de 14 habitaciones de lujo, un comedor
central, el salón amarillo, y el salón rojo -lugar que tiene una biblioteca selecta, y un bar construido
completamente con maderas de alerces milenarios-. Los materiales que más destacan en estas
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http://gda.com/detalle-de-la-noticia/?article=4267889
construcciones, son las tejas, el adobe, y las maderas de roble, coligue y patagua. Además, de muros
construidos con calycanto y piedra rosada. Por otra parte, como el sello del Hotel Boutique es
“entregar un auténtico viaje al pasado”, la decoración tanto de interior, como exterior, son
exclusivamente con objetos de época, tales como; adornos coloniales, retratos históricos, vajillas de
fina plata, cristalerías, lámparas de época, escritorios de madera milenaria, platos alemanas de
porcelana, cubiertos de plata y juegos de mesas. Además, de contar con el cristo de marfil más grande
de Chile, y un cristo Florentino del siglo XVI -perteneciente al oratorio privado del papa Pio XI-.
Por contraparte, las casas inquilinas que aún quedan en pie, dan cuenta de una historia
habitacional completamente diferente a la de lxs patrones. Si bien, en los inicios del periodo hacendal
predominaba un componente indígena en las construcciones habitacionales, en tanto se construía con
barro y paja. Con el paso de los siglos los peones mestizos y empobrecidos, buscaron imitar en forma
modesta la casa patronal (Del río y Gutierrez, 2000). Incorporando así, tanto el adobe como material
de construcción, como también, las tejas y maderas -en este caso de: álamo, pino y/o eucalipto-. No
obstante, las dimensiones, objetos e inmediaciones domésticas, no eran equiparables (Soto, 2015) en
términos de tamaño, calidad, ni cantidad, con las de la casa patronal
Es importante mencionar que las familias inquilinas nunca lograron tener una seguridad
habitacional aún cuando se les entregaron estos terrenos, ya que su permanencia en estas viviendas
estaba condicionada a su rendimiento laboral, a la obediencia, y la sumisión a las órdenes del patrón.
Por lo mismo, era común que fueran expulsados, obligados a recibir otras personas, o simplemente
desplazados a otros terrenos. Por otra parte, con el -aparente- fin del sistema de inquilinato en el Valle
Central, algunas familias inquilinas lograron acceder a la propiedad de tierra, y dejaron de depender
habitacionalmente de la hacienda. Pero no así, de la oferta laboral que esta siguio entregando.
De esta manera, algunas viviendas inquilinas fueron destruidas, o abandonadas ante el paso
del tiempo. Pero, en el caso de la Hacienda Los Lingues, algunas de ellas han sido reperadas
posteriormente a los terremotos, restauradas y reconstruidas, para ahora ser parte de las instalaciones e
infraestructura a disposición del actual Hotel Boutique “Hacienda Los Lingües”. Lugar donde ya no
viven sus trabajadores, pero si, siguen entregando su mano de obra los descendientes de las familias
inquilinas, que vivieron ahí siglos atrás.
MARCO TEÓRICO
El marco conceptual que sustenta este proyecto de investigación, guarda relación por un lado,
con la noción de patrimonio cultural, y por otro, con el trimonio disciplinar de
arqueología-arquitectura-antropología. Así, los referentes teóricos que se presentarán buscan cimentar
nuestra propuesta de reconocimiento patrimonial, y al mismo tiempo evidenciar desde el estudio
arqueológico de la arquitectura, los elementos sociales que se pueden desprender de la materialidad y
los usos de los espacios habitacionales.
En nuestro caso, las construcciones habitacionales de la hacienda son los bienes materiales
portadores de memoria e identidad. Las casas inquilinas por su parte, se entenderán como parte de un
Patrimonio modesto, puesto no son edificaciones construidas por arquitectos especializados, sino más
bien, surgen como respuesta directa a las necesidades funcionales, sociales y ambientales, haciendo
uso de la aplicación de sistemas, oficios y técnicas tradicionales de construcción (Soto, 2015).
Sumado a esto, bajo el lente de la arqueología se visualizará como el tiempo se configura o adquiere
forma a través de los espacios construidos (Steadman,2015). Dando cuenta, de que estas
construcciones habitacionales son una “topografía de las complejas constelaciones cotidianas''
(Teyssot, 1996), donde se fueron tejiendo las relaciones sociales (Azkarate y Solaun 2012) propias de
la época hacendal.
Por último, no podemos dejar de mencionar la importancia que tiene para este estudio la
comprensión histórica y sociológica de la hacienda. Por este motivo, el conjunto de relaciones sociales
propias de este periodo serán conceptualizadas como un campo de poder, donde se ejercen distintas
fuerzas sociales, atracciones y repulsiones (Bourdieu, 2002). Así, la hacienda se constituye como un
campo social, ya que dentro de él, se generan relaciones de poder bajo el principio generador y
unificador de la competencia, y la lucha entre las distintas posiciones existentes de los sujetos sociales
(Morales, 2009).
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
El estudio del pasado, ha implicado durante mucho tiempo una lectura selectiva de lo que
queremos recordar -selecciónes donde la arqueología ha sido cómplice-. Muy de la mano con lo que
los Estados han querido identificar como parte de su cultura, y Patrimonio, priorizando de esta manera
momentos, objetos, fechas o eventos sobre los que han construido su pasado imaginario (Azkarate,
2020). Por lo mismo, esta propuesta busca una nueva forma de ver el pasado desde el presente, y al
mismo tiempo, poner en tensión los clásicos Patrimonio Culturales de este país. Donde ha primado
una visión elitista y clasista, opacando las prácticas sociales, representaciones culturales, y por tanto,
la herencia cultural de las capas más miserables del mundo tradicional.
Teniendo en cosideración los antecedentes presentados hasta aquí, y al mismo tiempo los
lentes teóricos con los cuales se observará el caso de estudio. Es hora de manifestar que le
preguntaremos a la materialidad, de esta manera, en nuestro caso la pregunta de investigación que
guiará el proyecto, si bien debe ser entendida desde una lectura comparativa entre los espacios
habitacionales que componen la hacienda, nuestro objeto de estudio predilecto es la casa inquilina
-acorde principalmente al componente político de esta propuesta-. Dicho esto, la pregunta de
investigación, es la siguiente:
Dando paso además, a los objetivos generales y específicos de la investigación. Los cuales
guardan relación directa con los intereses finales de este estudio.
Objetivo General: Evidenciar desde los usos y cambios de los espacios habitacionales de lxs
inquilinos y los patrones, las relaciones sociales que constituyen el funcionamiento de la hacienda.
Específicos:
1. Describir las construcciones habitacionales y sus materiales, tanto de la casa de los inquilinos,
como de la casa patronal.
2. Caracterizar los usos de tales espacios, como también, a lxs sujetxs que los habitaron y
habitan.
3. Analizar desde las condiciones de habitabilidad y trabajo, las relaciones sociales establecidas
entre lxs diferentes sujetxs de estudio.
METODOLOGÍA
Para poder concretar nuestros objetivos de investigación, este proyecto contará con
herramientas metodológicas, tanto de la arqueología, como de la antropología. En una primera
instancia se desarrollará un mapeo socio-espacial del complejo hacendal, identificando en él: las
construcciones que lo componen, su distribución espacial, el tamaño de cada construcción, como
también, la distribución habitacional de los actuales habitantes del sector y los espacios productivos
de la hacienda. Con este primer ejercicio, se logrará tener un mapeo actual del complejo hacendal, sus
alrededores, y una visualización geográfica de la casa patronal y las casas inquilinas.
Trás estos análisis de las materialidades, se dará inicio a la recopilación de datos en torno a
los usos de estos espacios, y sobre los sujetos sociales que los habitaron, y habitan. Para ello, en una
primera instancia, se realizará un análisis de fuentes secundarias y terciarias buscando registros
historiográficos y visuales de la hacienda, lxs patrones y sus trabajadorxs. En esta etapa de la
investigación, ya se debiera contar con actores claves (quienes deben ser antiguos inquilinos,
descendientes de familias inquilinas y/o actuales trabajadores de la hacienda), con quienes nos iremos
involucrando con el territorio y su historia. Con la ayuda de estos actores claves se dará paso al
proceso más antropológico de esta investigación.
Las primeras actividades que se realizarán con estos actores será una búsqueda de registros
fotográficos familiares, con los cuales podamos ir reconstruyendo visualmente el complejo hacendal,
y principalmente sus espacios habitacionales. Tras esto, se comenzará el proceso de recopilación de
datos primarios, mediante la ejecuación de un total de diez entrevistas en profundidad, tanto
semi-estructuras como abiertas, con las cuales se irá robusteciendo -desde testimonios de vida-, la
información sobre las materialidades, sus usos y lxs sujetxs que las habitaron.
Finalmente, trás la ejecuación de las herramientas metodológicas los datos serán analizados a
partir de un análisis de contenido. Con el cual se crean categorías y subcategorías de análisis, para
luego ir decodificando y saturando la información, y así, poder darle respuesta a nuestra pregunta de
investigación. En el proceso de cierre y evaluación del proyecto, se incluirán de manera directa a lxs
actores claves y la comunidad participante. Mediante un taller expositivo se les presentarán los
resultados de investigación -y los productos que pudieran haber sido desarrollados-, para que sean
estos quienes evaluen también la respuesta a la pregunta y objetivos de investigación. Y de esta
manera, se pueda evaluar colectivamente, el impacto del proyecto y una proyección de acciones
futuras.
BIBLIOGRAFÍA