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PLANEAMIENTO DE LA VIVIENDA
GRUPO 02
toma como referencia la casona O’ Higgins y el Conjunto Habitacional La Muralla, los cuales
Chabuca Granda, ubicado en el tradicional distrito del Rímac. En las siguientes páginas se
hablará acerca del ámbito histórico en el que surgen dichos edificios, la situación actual en la
utilizarán para el análisis referencias fotográficas, referencias orales de los usuarios y datos
Lima es una ciudad que desde la época virreinal ha luchado con problemas de la
vivienda social, es necesario tener esto en cuenta, porque tendemos a pensar que la
producto de las migraciones producidas en el siglo pasado. Dicho dilema, el cual venimos
solución en cada etapa de la historia de la ciudad de Lima, pero todas con un claro objetivo,
continente con mayor contraste social en el planeta, las diferencias en la vivienda de los
problemática en la vivienda no. Como resultante de ello, aparecen distintas tipologías, ambas
del habitante.
adquirir una vivienda por sus bajos ingresos, resulta en programas sociales que contemplan la
hacinamiento y tugurización que se producen ante el déficit arrastrado durante siglos y que
persiste en Lima. Uno de los retos de este tipo de vivienda, son los pocos metros cuadrados
que se otorga por familia, y como con este limitante, cubrir con todas las necesidades para
que puedan vivir en confort. Por otro lado la necesidad de crear espacio público es imperiosa
para que la sensación de tugurio quede disipada y los usuarios puedan gozar del mínimo de
Con esta visita y el respectivo análisis arquitectónico podremos apreciar las distintas
hogar del libertador chileno, Bernardo O´Higgins Riquelme. La casa, originalmente construida
a fines del siglo XVI o principios del siglo XVII, ha sufrido enormes cambios en el transcurso
Originalmente la casa tenía un solo piso, conformada por un zaguán, tiendas, un gran patio y
las habitaciones que rodeaban el mismo. Luego del sismo de 1746 el segundo piso fue
construido.
modificaciones, como la reducción del gran patio y la demolición de una escalera imperial
que se encontraba en él, para así adecuar su uso al banco. En la década del setenta se instala
ahí el Museo Josefina de la PUCP2 y utiliza el primer piso para tal fin y los espacios delanteros
que daban al Jirón de la Unión fueron alquilados para ser locales comerciales.
Al año 2006, los usos se mantenían en el primer nivel pero el segundo piso era
utilizado como vivienda por lo cual estaba tremendamente deteriorado. Es entonces que en
cooperación con el gobierno chileno, se decide hacer una restauración integral de la casona,
sí, el cual es un salón ocupado por las muestras y las columnas estructurales. Seguido de este
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Anexo 1: Fotografía referencial
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PUCP: Pontificia Universidad Católica del Perú
gran espacio, se encuentra un segundo patio interior, rodeado de habitaciones. La casona
cuenta con un segundo nivel y según lo que el guardia nos comentó, son de uso
recuperación y restauración era delicado. Se tuvo que hacer un exhaustivo estudio tipológico
y estilístico, de cada uno de los elementos, para así restaurar las piezas que se encontraban
aporte a nivel tipológico y estilístico, convirtiéndose en un elemento histórico vivo que aún
patio, era característica de las personas de un estrato social alto que podían costear el precio
de la construcción y mantenimiento. Esta vivienda, ocupada por una sola familia tenía un
gran número de habitaciones que se encuentran en torno a un patio central, el cual permite
una iluminación y ventilación óptima en todos los ambientes. Esta vivienda, en su tiempo,
otorgó confort a aquellos que hacían uso de ella, pero al irse vaciando el Centro Histórico
para habitar distritos más alejados, quedó deshabitada y se le dieron diferentes usos al
original. Hasta hace poco, el segundo piso de la casona estaba ocupado por más de cinco
familias que vivían hacinados en dormitorios. Esta inmueble reflejaba la terrible problemática
de la tugurización que podemos hallar en los distritos donde estas casonas concebidas para
una sola familia cobijan a un número excedente de personas, evitando que las condiciones
necesidad de cobijo, las personas no dudan en hacinarse, sin importar las consecuencias que
recuperación y puesta en valor del centro histórico de Lima, declarado Patrimonio Cultural de
vivienda infrahumana que se encuentra presente aún en el Centro de Lima. Para tal hecho la
Municipalidad de lima en el año 2003 inicia un plan de acción con ayuda de la Universidad
Ricardo Palma y las Naciones Unidas. Las premisas eran, generar una vivienda digna y con los
conjunto no tiene ni punto de comparación con la que presentaban aquellos tugurios antes
de su intervención
cumplían con la función de vivienda. Muchas veces estas se limitaban a esteras y techos de
calamina. Las condiciones salubres son deplorables, no existe un acceso regular a agua
potable y el acceso a la electricidad es limitado. Estos tugurios, muchas veces producto de las
invasiones, dentro de las cuales estaba incluido el lugar donde próximamente se erigiría el
Conjunto Habitacional la Muralla, eran el lugar de cobijo de más de 200 personas que a diario
tenían que enfrentar una inseguridad inimaginable. Dichos callejones eran cobijo de
que había sido partícipe del proyecto desde su concepción, hasta su finalización y posterior
inauguración. Su nombre es Iris Huamanchuco, y ella vivió en los antiguos callejones que
estaban antes de que la iniciativa esté ni si quiera pensada. Nos comenta, que antes del
proyecto la vida era un martirio todos los días: “Era terrible vivir aquí, nos daba miedo todo.
Los rateros se escondían aquí porque ni los policías se atrevían a meterse por estos huecos.
Todas las noches los borrachos gritaban y rompían botellas. Era terrible, terrible.” Así que
cuando vio que el alcalde de turno estaba preparando un plan para darles un techo digno,
pero sobre todo propio, se sumó inmediatamente al plan. Las familias que iban a ser
era que si querían hacerse acreedores de una vivienda tenían que contribuir siendo mano de
obra. “Como teníamos que trabajar para poder tener la casita nuestra, muchos de los flojos y
las gentes malas se fueron, solo quedamos los buenos, los que en verdad queríamos salir
adelante.” Gracias a esta estrategia, aquellas personas que hagan uso de las viviendas
tendrían un cariño especial por sus hogares, ya que ellos mismos fueron partícipes de la
construcción.
“Ahora vivimos felices, aún los jóvenes se quedan tomando hasta tarde y gritan, pero
son buenos, ya la gente mala no hay, los vecinos nos conocemos todos. También los chicos
nos rompen vidrios con la pelota, pero más que eso no. Vivimos tranquilos, eso es lo que más
me gusta, vivir sin el miedo.” Es necesario saber el impacto social que este tipo de proyectos
tiene. La vivienda de este tipo puede resultar una salvación para aquellos que la adquieren,
manera que los usuarios disfrutan de un gran espacio o plaza pública en la que pueden hacer
sus eventos, reuniones y demás. La densificación vertical ha permitido tener esa cantidad de
área libre, ya que los departamentos proyectados son dúplex y tríplex. Conectados también
por pasajes aéreos, todos los apartamentos gozan de área verde. Era delicado insertarse en
un contexto como el centro Histórico, pero el conjunto supo introducirse sin causar
a que se mimetice.
La experiencia de visita a este complejo fue la más intensa de las tres. El complejo
habitacional Chabuca Granda, ubicado frente a la Alameda de los Descalzos, en el distrito del
arquitecto peruano José García Bryce, durante el segundo gobierno de Fernando Belaúnde
departamentos, flats y dúplex, de entre dos a tres dormitorios respectivamente (según nos
comentó una residente se han creado dos departamentos más haciendo un total de 50); una
tienda interior y dos patios que sirven de áreas comunes, también una zona
resguardado las 24 horas debido a su proximidad con Palacio de Gobierno y por encontrarse
en la zona monumental. Este último, a pesar de encontrarse en la zona tradicional del Rímac,
Efectivamente, al momento de llegar a la puerta del complejo, nos dimos cuenta que
seguridad, pero este, se encontraba cerrado y un vigilante muy hosco lo resguardaba. Nos
presentamos con las debidas formalidades, pero por ningún motivo, quisieron dejarnos
entrar. De repente, el guardia, decidió ayudar a una de las residentes a dejar los víveres que
había traído y descuidó su puesto, fue en ese instante que decidimos ingresar al complejo
Lo que nos sorprendió fue el tamaño de las dos áreas comunes3 que presentaba el
patio era clarísima. Los bloques de vivienda giraban en torno a los dos patios, en el que
pudimos contemplar una pequeña gruta4 y una buena cantidad de mobiliario. Parecía que el
interior. Fue entonces que el guardia nos vio, y nos corrió del complejo inmediatamente, no
lo juzgamos. Es entonces que pedimos hablar con la presidenta y ante muchos regaños, el
vigilante la llamó.
Su nombre es Fulvia Vera, y fue elegida hace poco presidenta por la comitiva del
complejo. Fue muy cordial al explicarnos las razones por las cuales no podíamos ingresar.
Según ella la inseguridad que se vive a tan solo dos cuadras del complejo es inaudita. “Este
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Anexo 3: Imagen referencial
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Anexo 4: Imagen referencial
lugar parece una isla, te vas dos cuadras detrás y te pueden asaltar en cualquier momento, es
una zona en la que no patrullan mucho. Es recontra tranquilo aquí dentro, aquí y la alameda,
pero después no. (…) Yo vivo en el complejo con mi esposo desde el momento de su
inauguración, que ya son casi 32 años, siempre fue un poco insegura la zona, pero nunca
como ahora y eso nos obliga a cerrar las rejas todo el día. Ya varias veces con el mismo
discurso han tratado de encañonar a dos de los vecinos de aquí. Por suerte no pasó a
mayores. (…) Si pudiéramos, sacaríamos este bonito lugar de aquí, sin duda; pero no me
arrepiento de vivir aquí, ni un minuto. Ya estoy acostumbrada, los departamentos son bonitos,
conozco a todos los vecinos y nos gusta. Mis hijos ya están fuera, ya crecieron, pero mi esposo
alcanzarse con tan solo cerrar los dos accesos que tiene (peatonal y vehicular) debido a la
cercarse la zona, genera mayor percepción de inseguridad, pero es la única solución para
CONCLUSIÓN
La vida de barrio en una ciudad tan grande e impersonal se ha vuelto algo del pasado.
Lo bueno de los dos últimos complejos es que se rescata eso, el barrio. La gente realmente se
conoce y crean una pequeña comunidad. Este tipo de vida no debería estar limitado a ciertos
sectores socioeconómicos, ya que a medida que podemos, buscamos mucho más nuestra