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A partir de la belleza clásica ¿por qué lo bello es atemporal y universal?

Por Nathali Herrera Paredes

¿Qué pasaría si todos los individuos alrededor del mundo que nos encontramos inmersos
en el estudio de las artes, no nos importara en absoluto la idea de “belleza”?, ese
concepto que, por siglos ha sido tema de discusión y ha producido tanta polémica en la
sociedad. Si hacemos una pausa en nuestro pensamiento, sin tener razonamiento alguno,
cabría preguntarnos ¿Qué es la belleza?, porque las cosas son bellas? realmente sabemos
por qué le aportamos tanta importancia? Muchos críticos y teóricos nos han dado la
respuesta, y ellos a su vez la han encontrado en cada pieza de arte, en cada elemento
de la naturaleza, y porque no, en la rutina de sus vidas.

Lo anteriormente expuesto, nos lleva a la siguiente pregunta: ¿ por qué lo bello es atemporal y
universal?. Para apuntar a la respuesta más certera e ideal, debemos tener en cuenta como eje
principal, el estudio y la trayectoria que tuvo el arte griego y romano, tratándose de arte clásico en
todos los sentidos.

Para Bettany Hughes-Historiadora Clásica, la escultura clásica griega era considerada


como una fantasía perfeccionista, un ideal imposible. A este respecto, podemos decir
que el elemento de perfección era de suma importancia, para los artistas de esa época.
En efecto, existiría un vínculo entre el hecho de esculpir una escultura totalmente óptima y
la idea de poseerla o no pasaría a ser algo muy personal para cada persona. Lo último
refiere a lo que Umberto Eco menciona en sus teorías sobre la belleza: En este análisis de
las ideas de belleza que se han ido sucediendo a lo largo de los siglos, intentaremos
identificar ante todos aquellos casos en que una determinada cultura o una determinada
época histórica han reconocido que hay cosas que resultan agradables a la vista,
independientemente del deseo que experimentemos ante ellas.

En consecuencia, personalmente, refiero la obra de Miguel Ángel como un buen ejemplo


para responder al concepto de atemporalidad, en otras palabras, el deseo de perfección
en el tiempo. De alguna manera si nos acercamos a la máxima optimización de algo en
específico, sabremos que perdurará en el tiempo. Quien esculpiría, posteriormente a
Miguel Ángel de manera tan precisa y excepcional? Por ejemplo, al observar el David, se
podría decir que es bello porque causa fascinación por tan increíble monumentalidad en
cuanto a trabajo escultural, pero por otra parte, no nos interesaría poseerla o hacerla
nuestra, ya que seguiría siendo bella con el fin de permanecer como ente fijo de
admiración a través del tiempo, la escultura no se encuentra atada a alguna ley, ya que
la técnica con que se elaboró, el material, y la forma de expresión a partir de lo poético y
conceptual, seguirán vigentes.

Sin embargo, para disentir con lo arriba señalado, Umberto Eco señala: la belleza no es un
concepto absoluto ni puede plantearse en términos atemporales, “varia
extraordinariamente en función de los tiempos, de las modas, de las épocas y de las
culturas”. En este sentido, el David pasaría a segundo plano, puesto que habría que
considerar como aprecian la belleza, si aplicaría solo para la moda y tener buena
apariencia, que reglas habría en dicha cultura, y que vanguardias propondría la época.
Ahora bien, la misión de Miguel Ángel era esculpir caballeros perfectos, y por ende, estos
pasarían a la historia como objeto de belleza o como algún canon para el hombre, dicho
canon respondería al concepto de universal, es decir siempre habrá algo en común que
permita conectar el deseo de querer aspirar a ese “algo” frente a lo que estamos
observando. Esto lo vemos en el David que posee todos los atributos de una belleza
excepcional, es decir, refleja lo que sería el hombre ideal en cualquier sociedad,
haciendo que se identifique el espectador con la escultura. Además es general para
todos, el hecho de que sea una pieza fundamental en la historia del arte, y otras áreas,
como por ejemplo, el estudio anatómico.

Referencias:

Articulo para la BBC Mundo, titulado ¿Habrías sido hermoso en la Grecia antigua? Por
Bettany Hughes.

Revista Descubrir el Arte, Nª 71, artículo titulado la Belleza según Umberto Eco, por
Umberto Eco

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