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El concepto de belleza es hoy en día uno de los elementos en relación al

arte que más confusión causa al momento de identificarla en nuestro entorno y


principalmente en las obras que se crean actualmente, por eso se hace la
siguiente pregunta, ¿qué proceso histórico ha producido este hecho?

Para contestar hay que tener en claro el concepto de belleza y más aún la
existencia de la teoría general que a través de la historia ha evolucionado para
bien o para mal y lo que intenta es que a través de cánones establecidos
acerca de la belleza se intente explicar y hacer comprender de forma universal
proporciones, medidas e interrelaciones, que se aplican a determinados objetos
que se desarrollan en el espacio o piezas musicales que crea relaciones no
espacialmente sino que temporalmente.

Desde la antigüedad clásica se ha tenido un concepto de belleza, este se


define como “… Este concepto era más amplio que el nuestro, y comprendía
no sólo las cosas bellas, figuras, colores y sonidos, sino también los
pensamientos y costumbres bellas…”1, o sea lo que nos quiere decir este
fragmento es que para los griegos, antiguamente la belleza no se aplicaba sólo
en su arte mimético, sino que en su actuar y su idiosincrasia. Concluyendo esta
idea podemos afirmar que el arte era su motor de acción, su filosofía, ya que
ellos comprendían el mundo a través de la naturaleza y de su imitación, esta
podría considerarse su influencia más importante la especie de gasolina que
impulsaba ese motor. Por consecuencia no estaban alienados, apoyándose en
el concepto de Hegel, ya que el decía que la Alienación era el no saber porqué
estamos haciendo lo que hacemos sin un previo cuestionamiento de la acción,
el cual era el caso de la Edad Media, pero primero esta el Imperio Romano, el
cual básicamente estaba constituido por la influencia de diversas culturas, la
imitación de estas, claro es el ejemplo del coliseo el cual usa el estilo
arquitectónico desarrollado anteriormente en la antigüedad clásica (Dórico,
Jónico y Corintio), esto no propone ningún avance o aporte a la teoría.

Adentrándonos en la Edad Media, se producía el siguiente pensamiento, que


por carencia de pensadores del arte se tienen que adoptar partes de las
concepciones clásicas, entonces se pensaba lo siguiente “Sólo la belleza
agrada; y en la belleza, las formas; y en las formas, las proporciones; y en las
proporciones, los números”2. O sea además de la temática que las obras
trataban, había una búsqueda de medidas, forma y orden, que como
anteriormente se menciona se conservan las concepciones de la teoría general
de la belleza desarrolladas en la antigüedad.

Aunque después de la Edad Media, viene su más grande opositor o sea el


Renacimiento impulsado por el artista Leonardo da Vinci, que desde fines del
siglo XV y durante el XVI, sucede un cambio con respecto a la doctrina
religiosa que era imperante en aquella época, es decir pasamos de un
pensamiento teocentrista a uno antropocéntrico, lo que por consecuencia
desarrolla el individualismo del ser y la búsqueda de la trascendencia, pero en
términos de la exploración de la belleza eran los mismos elementos clásicos los
que predominaban.
“La consonancia e integración mutua de las partes”3, profundizando podemos
decir, que a través de la historia, hasta este periodo lo único que cambia en la
temática y no los cánones de la teoría.

Llegando al siglo XVII, en el Barroco nos encontramos con Durero, quien


escribe. “Sin una proporción adecuada, ninguna figura puede ser perfecta”3,
como vemos se seguía teniendo esta antigua concepción adaptada al igual que
lo que pensaba Lomazzo quien decía, “Si algo agrada, es porque tiene orden y
proporción”4, en estas últimas citas se aprecia lo que se pensaba acerca de la
belleza y que requisitos decían cumplir ciertas cosas, para ser calificadas de
poseer una real pulcridad, pero esto cambiaría, la teoría general del arte
comenzaría a decaer en el siglo XVIII, puesto que era difícil de hacer calzar los
antiguos cánones a las nuevas corrientes que comenzaban a asomarse, los
tiempos habían cambiado y la literatura romántica había hecho su aparición y
ganaba partidarios, ésta corriente difería completamente de lo clásico, así que
se dejo de lado, ya que no buscaban el mismo fin. Además a la teoría general
de la belleza se le fue descubriendo defectos que no habían sido observados
anteriormente. Centrándose en el Romanticismo, ya en el siglo XVIII, este
periodo esta marcado por romper con términos, como la armonía, que se
refiere al equilibrio proporcionado. Existe una cita que ejemplifica lo recién
mencionado, dice “… los románticos llegaron incluso más lejos, afirmando que
la belleza consiste realmente en la ausencia de regularidad, en la vitalidad, lo
pintoresco y la plenitud, así como en la expresión de las emociones que tienen
poco que ver con la proporción”5, de partida los románticos niegan el orden a
aceptan el azar, aplicado al concepto de belleza, lo que significa un cambio
total en las artes, un giro que cambia su sentido. Ahora lo que rige ya no es la
proporción, sino que los sentimientos, emociones y la idealización de sus
metas, por ejemplo la revolución francesa que rompe con el concepto de
alineación social a través de la demostración del descontento por la injusticia
que se estaba cometiendo.

Otro fragmento a destacar es el siguiente “…la belleza se afirma ahora, es un


concepto imperfecto que constituye una base inadecuada para cualquier otra
teoría. No es este el objetivo más importante del arte. Es más importante que
una obra de arte produzca un choque en la gente que el que los deleite con su
belleza; o incluso con su fealdad”6. Analizando desde la primera idea, podemos
afirmar que desde el punto de vista idealista romántico, esta afirmación que
establece que la belleza es un término sin trascendencia a pesar de que el
idealista siempre está en base al progreso y al dinamismo basándose en
Parménides, el cual proponía el cambio constante de las cosas. Ahondando en
la segunda idea del fragmento podemos decir que analizando históricamente la
definición de la teoría general de la belleza, desde que comenzó, nunca había
cambiado en esencia y significación, o sea siempre había sido estática, lo que
no se acomoda al pensamiento idealista de los románticos. Ya hablando de la
última idea podemos concluir que la demostración del descontento a través de
una obra de arte ya no buscaba embellecer, sino que buscaba crear impacto y
empatía en el receptor. Eso es lo que se puede afirmar de la belleza en el siglo
XVIII. En el siglo XIX ya hubo un periodo de receso, ya que los teóricos de la
época se enfocaron a el nuevo significado de la teoría general de la belleza,
pero al llegar el siglo XX sucede una nueva crisis que se debió a que a que el
antiguo concepto no es un concepto que determine a este periodo o en otra
palabras lo que la sociedad de esta época buscaba, ya que el contexto de las
guerras, las crisis económicas a nivel mundial y la industrialización que crecía a
pasos agigantados le daban un nuevo sentido a la sociedad imperante, por
consecuencia nace un sentimiento por romper con toda regla establecida
según un código, como es el caso del dadaísmo, creacionismo, futurismo, entre
otros, los Cuales venían para darle una nueva forma a esta sociedad. Las
vanguardias marcaron un hito importante en la historia del significado de la
belleza.

Para concluir este ensayo es necesario tener en claro que la belleza ha


experimentado bastantes cambios a nivel histórico, debido a los importantes
golpes que ha recibido la sociedad moderna como recientemente se
mencionaba, además cabe mencionar que incluyendo estos traumas sociales
también regían los intereses del ser humano como un ente crítico frente al
descontento. Entonces podemos decir que la belleza es esencial para
conformar la historia, ya que es uno de los elementos constituyentes del
contexto en el cual nos basamos al referirnos a alguna estación cronológica,
por conclusión podemos llegar al consenso que la belleza configura el pasado,
el presente y el futuro de la humanidad, ya que gracias a esta podemos
expresar lo sensible de cada persona, pero adverso a esto existe la dualidad, la
subjetividad que existe frente a este concepto tan amplio.

CITAS:

1. pág. 154, cap. Cuarto, parte 1, Tatarkiewicz, W, Historia de Seis Ideas.


2. pág. 160, cap. Cuarto, parte 2, Tatarkiewicz, W, Historia de Seis Ideas.
3. pág. 160, cap. Cuarto, parte 2, Tatarkiewicz, W, Historia de Seis Ideas.
4. pág. 160, cap. Cuarto, parte 2, Tatarkiewicz, W, Historia de Seis Ideas.
5. pág. 170, cap. Cuarto, parte 6, Tatarkiewicz, W, Historia de Seis Ideas.
6. pág. 177, cap. Cuarto, parte 9, Tatarkiewicz, W, Historia de Seis Ideas.
7. pág. 177, cap. Cuarto, parte 9, Tatarkiewicz, W, Historia de Seis Ideas.

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