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INTRODUCCIÓN AL DERECHO TRIBUTARIO.

INTRODUCCIÓN AL DERECHO TRIBUTARIO.

INTRODUCCIÓN AL DERECHO TRIBUTARIO.

1. EL TRIBUTO.

2. HECHO IMPONIBLE.

3. SUJETO PASIVO.

4. DETERMINACIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA.

5. CONTENIDO DE LA DEUDA TRIBUTARIA.

6. EXTINCIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA.

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1. EL TRIBUTO
1. EL TRIBUTO

1. EL TRIBUTO

El art. 2 de la Ley General Tributaria (en adelante LGT) define el tributo como los ingresos públicos que consisten en
prestaciones Pecuniarias (Relativo al dinero efectivo) exigidas por una Administración Pública como consecuencia de la
realización del supuesto de hecho al que la ley vincula el deber de contribuir, con el fin primordial de obtener los ingresos
necesarios para el sostenimiento de gastos públicos.

El tributo pues se establece en una norma, que determinará nuestra obligación al pago de una cantidad a la Administración
Pública si realizamos un determinado hecho; esta obligación se justifica en la necesidad de la Administración de recibir
ingresos para poder realizar sus fines.

Por lo dicho, podemos sintetizar las siguientes características de los tributos:

● Son prestaciones coactivas, pues se tienen que cumplir ineludiblemente con independencia de la voluntad del obligado.
● El tributo tiene origen siempre en una ley.
● Son prestaciones pecuniarias: se satisfacen con dinero.
● El fundamento de los tributos es la financiación del gasto público. Además se utilizan como instrumento de política
económica y social (pleno empleo).
● La recaudación que se consigue cubre el gasto público, pero no tiene una afectación concreta, se distribuye desde el arca
común según las necesidades.

Normalmente se equipara el concepto de tributo con el de impuesto. Sin embargo, si bien es cierto que todos los impuestos
son tributos, existen dos modalidades tributarias más: las tasas y las contribuciones especiales. Pasamos ahora a analizar
cada uno de estas tres figuras.

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1.1 Impuestos.
1.1 Impuestos.

1.1 Impuestos.

Son los tributos exigidos sin contraprestación, cuyo hecho imponible está constituido por
acontecimientos que ponen de manifiesto la capacidad económica del contribuyente. Es
decir, estaremos obligados a realizar un pago sin recibir nada a cambio por parte de la
Administración, si bien es cierto que al pagar un impuesto contribuimos al sostenimiento del
gasto público, con el que se financian servicios públicos como la educación, justicia,
sanidad,…; se dice que con los impuestos se paga por nada y por todo al mismo tiempo.

Por otro lado, estamos obligados al pago de un impuesto cuando disponemos o demostramos
capacidad económica, entendida esta como la aptitud o posibilidad económica de una
persona para contribuir al sostenimiento del Estado: al recibir rentas (por ejemplo, el sueldo),
al realizar compras, etc.…

En el sistema tributario español, existen impuestos estatales, autonómicos o locales. A su


vez, los impuestos se pueden clasificar en directos o indirectos:

● Impuestos Directos: gravan la capacidad económica que directamente manifiesta el


contribuyente mediante la percepción de rentas y tenencia de patrimonio. Como ejemplo
citar al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), Impuesto sobre Sociedades o
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
● Impuestos Indirectos: son los que gravan manifestaciones indirectas de la capacidad
económica a través del consumo o gasto de la renta y de la transmisión de bienes. Los
principales impuestos indirectos son el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y el Impuesto
sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, pero también tenemos
los impuestos especiales (Impuesto sobre el Alcohol, Impuesto sobre el Tabaco, Impuesto
sobre Hidrocarburos,…).

Los impuestos también se pueden distinguir en su modalidad personal o real. Así:

● Impuestos Personales: son aquellos en los que el hecho imponible sólo se puede
entender en relación a una persona concreta. Suele afectar a la capacidad económica global
de la persona. A su vez, los impuestos personales suelen ser subjetivos, ya que para
determinar la deuda tributaria se tienen en cuenta las circunstancias personales de los
sujetos obligados. El más claro es el IRPF.
● Impuestos Reales: el hecho imponible es independiente de la persona que lo realiza,
recae sobre un bien o servicio. En este caso se consideran objetivos pues no se tienen en
cuenta las circunstancias personales del obligado. El más significativo es el IVA.

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1.2 Tasas.
1.2 Tasas.

1.2 Tasas.

Tasas: Son los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa del dominio
público, la prestación de servicios o la realización de actividades en régimen de derecho
público. En este caso, ese uso del dominio público, servicio o actividad de la Administración
está afectado de modo particular al obligado (a diferencia de los impuestos, con las tasas sí
pagamos por algo en concreto).

Además, el servicio o actividad debe ser obligatorio y no ser prestado por el sector privado.
Así, se grava que el sujeto recurra directamente al organismo público. Tienen limitada su
cuantía, por cuanto deben tender a cubrir los costes del servicio prestado. No obstante no
existe afectación concreta de las mismas.

Como ejemplo de tasa tenemos, en el caso de uso privativo del dominio público el vado
permanente de un garaje. Por otro lado, cuando hablamos de la prestación de un servicio por
parte de la Administración, encontramos las tasas para el examen del carné de conducir: con
el importe de la tasa la Administración sufraga el coste del examinador y es obligatorio su
pago si queremos obtener dicho permiso (además este servicio no se presta por el sector
privado, no hay alternativa). En ambos casos vemos que la persona que paga este tributo
obtiene una utilidad de manera directa y particular.

Resulta necesario en este punto señalar las diferencias entre tasas y precios públicos. Tienen
la consideración de precios públicos las contraprestaciones pecuniarias que se satisfacen a
cambio de servicios en régimen de derecho público, cuando se prestan también por el sector
privado. Los precios públicos no son tributos, son prestaciones patrimoniales no coactivas ya
que son voluntarias.

Por ejemplo, la matrícula de una universidad pública es un precio público, ya que la persona
que lo abona lo hace para recibir un servicio de la Administración, pero puede recibir ese
mismo servicio por parte de una universidad privada

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1.3 Contribuciones Especiales.
1.3 Contribuciones Especiales.

1.3 Contribuciones Especiales.

Las contribuciones especiales son tributos cuyo hecho imponible consiste en la obtención por
el obligado tributario de un beneficio o aumento de valor de sus bienes como consecuencia
de la realización de obras públicas o servicios públicos. En este tributo siempre media
actividad pública que produce un beneficio para el obligado al pago. Este beneficio es lo que
gravan.

La cuantía de una contribución especial está limitada ya que no se puede recaudar por
encima del coste de la obra. En este caso existe afectación de la recaudación: ésta se destina
a cubrir el coste de la obra directamente.

Ejemplo:

Un ayuntamiento decide realizar obras en una calle, con cambio del alumbrado y
construcción de un parque. Para sufragar parte del coste de estas obras, se exige el pago de
una contribución especial a los vecinos; la justificación es que ellos soportan el coste debido
a que serán los que se beneficien de esta actuación de la Administración.

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2. HECHO IMPONIBLE
2. HECHO IMPONIBLE

2. HECHO IMPONIBLE

El hecho imponible es un presupuesto de hecho fijado por ley que configura cada tributo y
cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria principal.

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2.1 Elementos del Hecho Imponible
2.1 Elementos del Hecho Imponible

2.1 Elementos del Hecho Imponible

Cuando la ley delimite el hecho imponible de un tributo tendrá que determinar cuatro
aspectos: objetivo, subjetivo, espacial y temporal.

● Objetivo: Se trata de determinar qué grava el tributo, o sea, la situación o acción que se
pretende gravar por ser indicativa de capacidad económica. Por ejemplo, en el IRPF es la
obtención de renta por parte de una persona física, en el IVA es la entrega de bienes o la
prestación de servicios.
● Subjetivo: Quién se considera el autor del hecho imponible. Al realizar el hecho imponible,
se le conocerá como Sujeto Pasivo y quedará obligado al pago del tributo.
● Espacial: Hace referencia al lugar donde debe realizarse el hecho imponible para que
origine el nacimiento de la obligación tributaria.
● Temporal: con este elemento la ley nos indicará el momento en que se considera realizado
el hecho imponible. Esto se conoce como Devengo y determina el momento del nacimiento
de la obligación tributaria.

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2.2 Exención y no sujeción
2.2 Exención y no sujeción

2.2 Exención y no sujeción

En determinados supuestos, se realiza el hecho imponible sin que nazca la obligación


tributaria. Es lo que se conoce como exención. Realizamos el hecho imponible pero la ley
nos exime expresamente del pago del impuesto. Por ejemplo, la indemnización por despido,
es una renta que recibe una persona y encaja en el hecho imponible del IRPF, pero la
normativa declara esa renta exenta (hasta un límite).

Las exenciones se pueden distinguir entre:

● Objetivas y subjetivas. Las exenciones objetivas se establecen en relación directa al


aspecto material del hecho imponible, es decir, en función del hecho gravado. En cambio,
en las subjetivas, la exención depende del sujeto que realiza el hecho imponible.
● Temporales y permanentes. Las temporales son las que se conceden por un período de
tiempo determinado, mientras que las permanentes nacen con vocación de continuidad.
● Totales y parciales. Las primeras se identifican con la exención en sentido estricto y son
las que no hacen surgir la obligación tributaria en absoluto. En cambio, las parciales no son
exenciones propiamente dichas, sino que son términos desgravatorios, de forma que la
obligación tributaria nace, pero en menor medida, ya que se disminuye la deuda tributaria
final.

Por otro lado, no debemos confundir la exención con la no sujeción. Como hemos explicado,
en el caso de la exención se realiza el hecho imponible. Sin embargo, en un supuesto de no
sujeción el hecho imponible no se realiza, ya que el supuesto no encaja en la definición del
hecho imponible que ofrece la ley. Por ejemplo, la ley de IRPF al delimitar su hecho imponible
(la obtención de renta) declara expresamente que las rentas sujetas al Impuesto de
Sucesiones no están sujetas al IRPF (si un contribuyente recibe una herencia, ésta queda no
sujeta al IRPF, pese a ser una renta para él).

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2.3 Devengo.
2.3 Devengo.

2.3 Devengo.

El devengo es el momento en el que se entiende realizado el hecho imponible y, en


consecuencia, se produce el nacimiento de la obligación tributaria principal.

En este sentido, podemos dividir a los tributos en grupos de tributos periódicos y tributos
instantáneos:

● Periódicos : Aquellos en los que el supuesto de hecho perdura o se reproduce en el


tiempo. Se suele acotar el tiempo en períodos impositivos. Por ejemplo, en IRPF el devengo
es durante todo el período impositivo, el año natural en este caso.
● Instantáneos: El presupuesto de hecho se realiza en un momento preciso devengándose
entonces el impuesto. En el IVA, el devengo se produce, por ejemplo, con la prestación de
un servicio.

La Ley propia de cada tributo podrá establecer la exigibilidad de la cuota o cantidad a


ingresar, o de parte de la misma, en un momento distinto al del devengo del tributo. Por
esto, distinguimos entre el devengo del tributo y el devengo de la cuota. Cuando se devenga
el tributo nace la obligación de pagar el tributo, lo cual no implica necesariamente que se
tenga que pagar en ese momento. Por ejemplo, el IRPF se devenga al recibir rentas durante
un año concreto, finalizando a 31 de diciembre; la cuota, se paga en el año siguiente,
durante la campaña de renta en junio.

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3. SUJETO PASIVO
3. SUJETO PASIVO

3. SUJETO PASIVO

Atendiendo al sujeto pasivo, debemos desarrollar:

● Concepto. Obligados tributarios


● Pagos a cuenta
● Representación
● Domicilio fiscal
● Transmisión de la deuda

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3.1 Concepto. Obligados tributarios
3.1 Concepto. Obligados tributarios

3.1 Concepto. Obligados tributarios

El sujeto pasivo es el obligado tributario que debe cumplir la obligación tributaria principal,
así como las obligaciones formales inherentes a la misma. No perderá la condición de sujeto
pasivo quien deba repercutir la cuota tributaria a otros obligados (veremos esta circunstancia
con más detalle en el capítulo dedicado al IVA). El obligado a la obligación tributaria principal
(pago del tributo) es el contribuyente, que será el sujeto pasivo que realiza el hecho
imponible.

Las características del sujeto pasivo son:

● Viene determinado por ley.


● Es indisponible: la posición del sujeto pasivo no podrá ser alterada por actos o convenios
entre las partes.
● Puede ser persona física o jurídica.
● Están obligados al cumplimiento de la deuda tributaria principal y también de las accesorias
(como son las obligaciones formales).

La concurrencia de varios obligados tributarios en un mismo presupuesto de una obligación


determinará que queden solidariamente obligados frente a la Administración tributaria al
cumplimiento de todas las prestaciones, salvo que por ley se disponga expresamente otra
cosa. Esto significa que la Administración puede exigir el pago de la deuda completa a
cualquiera de ellos. El pago de uno de los obligados tributarios libera a los demás deudores.
El sujeto pagador tendrá acción de regreso contra los demás obligados. La finalidad de esta
solidaridad tributaria es garantizar el crédito. Esta solidaridad se extiende al cumplimiento de
todas las obligaciones.

Además del contribuyente, existen otros obligados tributarios:

● Los obligados a realizar pagos fraccionados.


● Los retenedores.
● Los obligados a soportar la retención.
● Los obligados a practicar ingresos a cuenta.
● Los obligados a soportar los ingresos a cuenta.
● Los obligados a repercutir.
● Los obligados a soportar la repercusión.
● Los sucesores.

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3.2 Pagos a cuenta
3.2 Pagos a cuenta

3.2 Pagos a cuenta

Los pagos a cuenta de un tributo son anticipos de una deuda tributaria. Sus modalidades son:

● Retención.
● Ingresos a cuenta.
● Pagos fraccionados.

Retención

Es el mecanismo jurídico en virtud del cual determinados sujetos se hayan obligados por ley
a detraer una parte de las cantidades que deben abonar a otras personas, estando obligados
a ingresar estas cantidades en el Tesoro. La finalidad principal que tienen los pagos a cuenta
y con ellos la retención es de dotar a la Administración de financiación anticipada, es decir,
se recibe el importe de los Tributos antes de que nazca la obligación de pago. La otra
finalidad es facilitar a la Administración las tareas recaudatorias a bajo coste. También
facilita la función de control. La retención se hace a cuenta de la cantidad que finalmente
resulte a pagar. Su incumplimiento es una infracción grave. El ejemplo es claro. Los
contribuyentes de IRPF que perciben rentas del trabajo soportan en su nómina una retención
que la empresa ingresa en Hacienda en nombre del trabajador y a cuenta de la deuda final
del año por IRPF que el trabajador tendrá que declarar. Es habitual encontrar que al realizar
la declaración, la deuda final es inferior a las cantidades retenidas por lo que la liquidación
por el impuesto resultará a devolver.

Ingresos a cuenta

Son el equivalente a la retención en el caso de que hablemos de rentas en especie en lugar


de rentas dinerarias. Un ejemplo de renta en especie puede ser el caso de un trabajador que
recibe como plus un viaje al caribe. El empresario tiene que valorar ese rendimiento en
especie para calcular la retención. Por tanto el viaje le cuesta lo que paga a la agencia más la
retención. Si el viaje está valorado en 2.500 € y resulta de aplicación una retención del 10 %,
el empresario deberá ingresar 250 € como ingreso a cuenta.

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Pagos fraccionados

Son obligaciones que se imponen a empresarios y profesionales. Los empresarios no tienen


sueldo, por tanto deben calcular lo que han ganado, hacer una liquidación e ingresarlo en la
Agencia tributaria. La finalidad y objetivos es igual a la retención.

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3.3 Representación
3.3 Representación

3.3 Representación

Existen distintas posibilidades a la hora de actuar frente a la Administración. En principio,


todos tenemos la capacidad de actuar, pero cada persona elige si actúa el mismo o lo hace
representado por otra persona. Está persona actuará por nombre y cuenta del representado.
Hay 2 tipos de representación, representación legal (art. 45 LGT) y representación voluntaria
(art. 46 LGT).

Representación legal

● Para personas con capacidad para obrar limitada (menores) la ley exige su representación
legal. Esta representación legal será ejercida por sus padres o tutores legales.
● También es necesaria la representante legal en personas jurídicas. En nombre de estas
actuarán las personas que ostenten la autoridad en los puestos de administración.

Representación voluntaria

Con la representación voluntaria un sujeto con capacidad de obrar decide actuar libremente
por medio de representante. En la concesión de la representación hay que cuidar aspectos
formales para poder acreditar su validez:

● Si los actos para los que se nombra un representante son de mero trámite el
consentimiento para la representación se presume.
● En cambio, será exigible que la representación se acredite mediante cualquier medio válido
en derecho con constancia fidedigna (por ejemplo, poder notarial, documento
administrativo firmado,…) o mediante comparecencia personal, en los siguientes casos:
● Interponer y desistir de recursos o reclamaciones.
● Renunciar a derechos.
● Asumir o reconocer obligaciones.
● Solicitar devoluciones o reembolsos.

Cuando hay varios titulares en una misma obligación, Hacienda presume de entrada que
cualquiera de ellos representa a los demás, salvo que llegue el titular y diga que va a actuar
él mismo o nombre a un representante.

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3.4 Domicilio Fiscal
3.4 Domicilio Fiscal

3.4 Domicilio Fiscal

Estamos obligados a disponer de un domicilio fiscal y a notificar los cambios de domicilio. El domicilio fiscal es el lugar de
localización del obligado tributario en sus relaciones con la Administración tributaria.

Para las personas físicas, el domicilio fiscal es el lugar donde tengan su residencia habitual. No obstante, para las personas
físicas que desarrollen principalmente actividades económicas la Administración tributaria puede considerar como domicilio
fiscal el lugar donde esté efectivamente centralizada la gestión administrativa y la dirección de las actividades
desarrolladas. Si no pudiera establecerse dicho lugar, prevalecerá aquel donde radique el mayor valor del inmovilizado en el
que se realicen las actividades económicas.

En el caso de las personas jurídicas, el domicilio fiscal corresponderá con su domicilio social (por ejemplo, en una sociedad
limitada será el establecido en la escritura de constitución), siempre que en él esté efectivamente centralizada su gestión
administrativa y la dirección de sus negocios. En otro caso, se atenderá al lugar en el que se lleve a cabo dicha gestión o
dirección. Cuando no pueda determinarse el lugar del domicilio fiscal de acuerdo con los criterios anteriores, prevalecerá
aquel donde radique el mayor valor del inmovilizado.

Para las personas o entidades no residentes en España, el domicilio fiscal se determina en la normativa reguladora de cada
tributo.

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3.5 Transmisión de la deuda
3.5 Transmisión de la deuda

3.5 Transmisión de la deuda

La deuda tributaria se transmite en caso de muerte del contribuyente (personas físicas) o disolución (personas jurídicas). En
estos casos, la deuda pasa a los sucesores del sujeto pasivo.

● Sucesores de personas físicas: A la muerte de los obligados tributarios, las obligaciones tributarias pendientes se
transmiten a los herederos o legatarios. Las sanciones no se transmiten, sólo la deuda.
● Sucesores de personas jurídicas: Las obligaciones tributarias pendientes de las sociedades y entidades con
personalidad jurídica disueltas y liquidadas se transmiten a los socios, partícipes o cotitulares:

❍ En las que la Ley limita la responsabilidad patrimonial de los socios, partícipes o cotitulares, éstos quedan obligados
solidariamente hasta el límite del valor de la cuota de liquidación que les corresponda. Por ejemplo, dos socios de una
sociedad anónima que aportaron 40.000 € cada uno como aportación al capital social estarán obligados de manera
solidaria frente a la deuda tributaria, pero con el límite de esa aportación; si la deuda es de 200.000 € sólo se les puede
exigir como máximo 40.000 a cada uno.
❍ En las sociedades y entidades con personalidad jurídica disueltas y liquidadas en las que la Ley no limita la responsabilidad
patrimonial de los socios, partícipes o cotitulares se transmitirán íntegramente a éstos, éstos quedan obligados
solidariamente a su cumplimiento, y pueden llegar a responder por toda la deuda sin límites (con su patrimonio personal).
❍ En los supuestos de extinción o disolución sin liquidación de sociedades mercantiles, las obligaciones tributarias
pendientes de las mismas se transmitirán a las personas o entidades que sucedan o que sean beneficiarias de la
correspondiente operación. Por ejemplo, en una fusión de dos sociedades una de ellas se extingue y todo queda bajo la
otra; se transmite todo el patrimonio de la sociedad extinguida pero también las deudas, entre las que puede encontrarse
una deuda tributaria.

● Sucesores de entidades sin personalidad jurídica: En caso de disolución de fundaciones o entidades sin
personalidad jurídica, las obligaciones tributarias pendientes de las mismas se transmitirán a los destinatarios de los
bienes y derechos de las fundaciones o a los partícipes o cotitulares de dichas entidades.

Para los casos de los apartados b) y c) las sanciones que pudieran proceder por las infracciones cometidas por las
sociedades y entidades sí serán exigibles a los sucesores de las mismas hasta el límite del valor de la cuota de liquidación
que les corresponda.

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4. DETERMINACIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA
4. DETERMINACIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA

4. DETERMINACIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA

Hemos estudiado hasta ahora la existencia en una ley de un hecho imponible cuya realización por parte del sujeto pasivo
origina una obligación tributaria. Esta obligación se ha de cuantificar para conocer la cantidad que el sujeto pasivo ha de
pagar a la Administración y extinguir así la mencionada obligación.

Existen tributos de cuota fija con la cantidad a pagar establecida directamente y en los que no hay necesidad de realizar
ningún cálculo (tasas) pero también tenemos los tributos de cuota variable, en los que la ley determina el hecho imponible,
la base imponible y el tipo de gravamen. Cuya conjugación nos llevará a la cantidad que habrá de pagarse. A partir de ahora
nos centraremos exclusivamente en estos segundos tributos.

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4.1 Base imponible
4.1 Base imponible

4.1 Base imponible


Es la magnitud dineraria o de otra naturaleza que resulta de la medición o valoración del
hecho imponible. La ley de cada tributo ofrecerá los parámetros necesarios para fijarla.

Se puede determinar mediante los siguientes métodos:

● Estimación directa. Cuando en el año anterior la cifra de negocios supere 600.000 euros.
● Estimación directa simplificada. Cuando en el año anterior la cifra de negocios no supere
600.000 euros.
● Estimación objetiva. Para las actividades recogidas en la Orden del Ministerio de Hacienda y
que no rebasen los límites establecidos en ella para cada actividad.
● Estimación indirecta.

La regla general es que las bases imponibles se determinen a través del método de
estimación directa. No obstante, la Ley de cada tributo puede establecer los supuestos en
que sea de aplicación el método de estimación objetiva, que tendrá, en todo caso, carácter
voluntario para los obligados tributarios.

El método de estimación indirecta tiene carácter subsidiario, aplicándose como último


recurso en los supuestos que veremos en el apartado dedicado a este procedimiento.

Estimación directa

Se puede aplicar por la Administración o por el contribuyente. Normalmente todos los


tributos son autoliquidables y es el contribuyente el que aplica la estimación directa. Esta

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liquidación es provisional porque debe ser revisada por la Agencia tributaria.

Por éste método la cuantificación de la base imponible, parte de los datos aportados por el
contribuyente y que expresan el hecho imponible. Estos datos pueden estar contenidos en la
contabilidad, certificados y la propia declaración del sujeto pasivo. El aportar correctamente
los datos reales se traduce en unas obligaciones fiscales indirectas que soporta el sujeto
pasivo, según su contabilidad, libros de facturas, certificados de retenciones, etc.…

Ejemplo:

Un trabajador recibe todos los meses una nómina de su empresa. En su declaración de IRPF
deberá fijar la base imponible indicando la renta real que ha cobrado (suma de todas las
nóminas), no una estimación, y debe conservar las nóminas y certificados que le emita su
empresa para acreditar la exactitud de esa renta. Por otro lado, su propia empresa, si está
sujeta al Impuesto sobre Sociedades, deberá llevar una contabilidad donde se expresen
todos los gastos y todos los ingresos de la se obtendrá un beneficio (renta) que será la base
imponible de este impuesto; además, debe conservar las facturas para poder probar la
realidad y exactitud de esos gastos e ingresos.

Estimación objetiva

Será la ley de cada tributo la que establezca los requisitos para que la base imponible se
pueda determinar mediante este método. Su aplicación, cuando se cumplan los requisitos, es
voluntaria para el contribuyente, que puede renunciar para utilizar el método de estimación
directa.

Extraemos pues las siguientes características para este método:

● Es necesaria manifestación expresa de la ley para poder aplicarlo.


● Una vez previsto por la ley es voluntario para el contribuyente. Si está previsto por ley y el
contribuyente no se pronuncia, se considerará en estimación objetiva. Para pasar a directa
tendrá que renunciar.
● Simplifica las obligaciones formales del contribuyente
● La determinación de la Base Imponible se realiza mediante magnitudes, índices, módulos y
datos previstos en la ley.

Este método está previsto solo para tres impuestos: IRPF, Impuesto sobre Sociedades e IVA.
Si bien estudiaremos su mecánica en el apartado correspondiente de cada uno de estos
impuestos, vamos a presentarlo ahora mediante un breve ejemplo:

Imaginemos una peluquería con las siguientes magnitudes: local de 100 metros cuadrados, 2
empleados, consumo de electricidad 2000 KW, dueño dedicación completa. Ingresos reales:
40.000 €, gastos: 9.000 €, amortización: 6.000 €.

Para la estimación objetiva los datos no son reales, sino que el cálculo de la Base Imponible
se guía por índices que fija la norma, y la Base será una base promedia.

Si realizáramos el cálculo de la base imponible por estimación Directa (Ingresos–Gastos):

BASE IMPONIBLE = 40.000 – (9.000 + 6.000)= 25.000 €

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En cambio, mediante estimación objetiva, los ingresos se determinan aplicando unas
cantidades establecidas por módulos para cada una de las magnitudes que se tienen en
cuenta:

*estas cantidades se encuentran en la normativa y vienen establecidas en unas tablas para


distintos tipos de actividad. Supongamos que estas son las cantidades establecidas para la
actividad de peluquería.

Se demuestra que el legislador utiliza datos que no se relacionan directamente y no son


datos reales. Vemos que los ingresos resultantes de la estimación objetiva son inferiores a
los reales. También es cierto que pueden encontrarse límites a la deducibilidad de los gastos
soportados.

Estimación indirecta

Es un método subsidiario que se usa como último recurso cuando no es posible aplicar los
anteriores. Lo utiliza de manera exclusiva la Administración, porque el contribuyente no
colabora o no aporta datos como consecuencia de:

● Resistencia, obstrucción o negativa a una posible inspección.


● No presentar declaración o hacerlo con datos falsos.
● Incumplimiento sustancial de obligaciones contables o formales.
● Desaparición de libros contables, por causa del empresario o fuerza mayor.

La Administración tributaria realiza en estos casos una valoración unilateral de aquellos datos
a su alcance, y estima por aproximación aquellos que no lo están. Esta aproximación se
puede basar, por ejemplo, en comparaciones con el volumen de negocio de empresas en
circunstancias similares, en consumos de materiales, etc.…

Imaginemos una empresa de venta de libros por internet que en un incendio pierde toda su
contabilidad y los archivos de facturas. La Administración podría utilizar este método para
hallar la base imponible del Impuesto sobre Sociedades tomando como referencia el número
de paquetes enviados por mensajería.

El procedimiento para aplicar este método consiste en la emisión por parte de la


Administración de un informe razonado sobre:

● Las causas determinantes de la aplicación del método de estimación indirecta.


● La situación de la contabilidad y registros obligatorios del obligado tributario.
● La justificación de los medios elegidos para la determinación de las bases, rendimientos o
cuotas.

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● Los cálculos y estimaciones efectuados en virtud de los medios elegidos.

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4.2 Base Liquidable
4.2 Base Liquidable

4.2 Base Liquidable

Es la magnitud o cantidad resultante de practicar en la base imponible las reducciones establecidas en la ley.

Si la ley del tributo no establece reducciones la base imponible será igual a la base liquidable.

El ejemplo más claro es la del Mínimo Personal y Familiar del IRPF, que son unas cantidades que dependen de las
circunstancias personales del Contribuyente (Persona que legalmente esta obligada a pagar impuestos estatales,
autonómicos o locales) y que reducen la base imponible para llegar a la base liquidable.

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4.3 Tipo de Gravamen
4.3 Tipo de Gravamen

4.3 Tipo de Gravamen

Es la cifra, porcentaje o coeficiente que se aplica a la base liquidable para obtener la cuota íntegra. Con la base imponible se
cuantifica la capacidad económica del contribuyente y mediante el tipo de gravamen se halla la porción de tal capacidad
económica que se paga a la Administración.

Así pues,

Base Liquidable x Tipo de gravamen = cuota íntegra

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4.4 Cuota Tributaria
4.4 Cuota Tributaria

4.4 Cuota Tributaria

La cuota tributaria tiene tres momentos: la cuota íntegra, la cuota líquida y la cuota
diferencial.

Cuota íntegra = Base Liquidable x Tipo de gravamen

Cuota Líquida = Cuota íntegra- Deducciones y Bonificaciones

Cuota Diferencial = Cuota Líquida - Retenciones y Pagos a cuenta

La cuota diferencial es lo que finalmente tenemos que ingresar. Para su cálculo, hemos
descontado las cantidades que ya habríamos pagado del impuesto (las retenciones y pagos a
cuenta), y es posible que resulte negativa (a devolver).

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5. CONTENIDO DE LA DEUDA TRIBUTARIA
5. CONTENIDO DE LA DEUDA TRIBUTARIA

5. CONTENIDO DE LA DEUDA TRIBUTARIA

La deuda tributaria estará constituida por la cuota o cantidad a ingresar que resulte de la
obligación tributaria principal o de las obligaciones de realizar pagos a cuenta.

Además, en ciertos casos la deuda tributaria puede estar integrada, en su caso, por:

● El interés de demora.
● Los recargos por declaración extemporánea.
● Los recargos del período ejecutivo.
● Los recargos exigibles legalmente sobre las bases o las cuotas, a favor del Tesoro o de otros
entes públicos.

Las sanciones tributarias que puedan imponerse por infracciones tributarias no formarán
parte de la deuda tributaria, pero en su recaudación se aplicarán los mismos criterios que los
de la deuda tributaria.

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5.1 Interés de demora
5.1 Interés de demora

5.1 Interés de demora

El interés de demora es una prestación accesoria que se exige a los obligados tributarios
como consecuencia de la realización de un pago fuera de plazo o de la presentación de una
autoliquidación o declaración de la que resulte una cantidad a ingresar una vez finalizado el
plazo establecido al efecto en la normativa tributaria, del cobro de una devolución
improcedente o en el resto de casos previstos en la normativa tributaria.

Para exigir el interés de demora tributario no es necesario el requerimiento previo de la


Administración ni la concurrencia de un retraso culpable en el obligado

Cualquier interés depende de dos factores: el importe sobre el que se calcula y el período
que se liquide. En terreno fiscal, el interés de demora se calcula sobre el importe no
ingresado en plazo o sobre la cuantía de la devolución cobrada de forma improcedente,
exigiéndose durante el tiempo al que se extienda el retraso del obligado.

El interés de demora tributario es el interés legal del dinero vigente a lo largo del período en
el que aquél resulte exigible, incrementado en un 25 %.

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5.2 Recargos por declaración extemporánea
5.2 Recargos por declaración extemporánea

5.2 Recargos por declaración extemporánea

Los Recargos por declaración extemporánea son prestaciones accesorias que deben
satisfacer los obligados tributarios como consecuencia de la presentación de
autoliquidaciones o declaraciones fuera de plazo sin requerimiento previo de la
Administración tributaria.

A estos efectos, se considera requerimiento previo cualquier actuación administrativa


realizada con conocimiento formal del obligado tributario conducente al reconocimiento,
regularización, comprobación, inspección, aseguramiento o liquidación de la deuda tributaria.

El recargo es diferente en función del tiempo transcurrido desde la finalización del plazo para
la presentación y correspondiente ingreso:

● Hasta 3 meses de retraso, 5%.


● De 3 a 6 meses, 10%.
● De 6 a 12 meses, 15 %.
● Pasados 12 meses, el recargo es del 20% y comienzan a computarse intereses.

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5.3 Recargos del período ejecutivo
5.3 Recargos del período ejecutivo

5.3 Recargos del período ejecutivo

Los recargos del período ejecutivo se devengan con el inicio de dicho período y son de tres
tipos: recargo ejecutivo, recargo de apremio reducido y recargo de apremio ordinario. Estos
recargos son incompatibles entre sí y se calculan sobre la totalidad de la deuda no ingresada
en período voluntario.

● El recargo ejecutivo será del 5 % y se aplicará cuando se satisfaga la totalidad de la deuda


no ingresada en período voluntario antes de la notificación de la providencia de apremio.
● El recargo de apremio reducido será del 10 % y se aplicará cuando se satisfaga la totalidad
de la deuda no ingresada en período voluntario y el propio recargo antes de la finalización
del plazo previsto para las deudas apremiadas.
● El recargo de apremio ordinario será del 20 % y será aplicable cuando no concurran las
circunstancias de los dos puntos anteriores.

El recargo de apremio ordinario es compatible con los intereses de demora. Cuando resulte
exigible el recargo ejecutivo o el recargo de apremio reducido no se exigirán los intereses de
demora devengados desde el inicio del período ejecutivo.

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6. EXTINCIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA
6. EXTINCIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA

6. EXTINCIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA

Las formas de extinción de la deuda son las siguientes:

● Pago.
● Prescripción.
● Compensación.
● Condonación.

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6.1 Pago
6.1 Pago

6.1 Pago

El pago de la deuda tributaria se efectuará en efectivo. Actualmente, el pago pueda


efectuarse utilizando técnicas y medios electrónicos, informáticos o telemáticos (banca
electrónica).

Plazos de pago

La deuda tributaria se entiende pagada en efectivo cuando se haya realizado el ingreso de su


importe en las cajas de los órganos competentes, oficinas recaudadoras o entidades
autorizadas para su admisión.

Las deudas tributarias resultantes de una autoliquidación deberán pagarse en los plazos que
establezca la normativa de cada tributo. Por ejemplo, el IRPF se paga durante la campaña de
renta, en los meses de mayo y junio del año siguiente.

Si la deuda tributaria proviene de una liquidación efectuada por la Administración, el pago en


período voluntario deberá hacerse en los siguientes plazos:

● Si la notificación de la liquidación se realiza entre los días uno y 15 de cada mes, desde la
fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 del mes posterior o, si éste no fuera
hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.
● Si la notificación de la liquidación se realiza entre los días 16 y último de cada mes, desde la
fecha de recepción de la notificación hasta el día cinco del segundo mes posterior o, si éste
no fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.

El no efectuar el pago en período voluntario puede iniciar el período ejecutivo, en cuyo caso
se notifica una providencia de apremio, que de no ser atendida, da paso al embargo de
bienes. El pago de la deuda tributaria en período ejecutivo debe efectuarse en los siguientes
plazos:

● Si la notificación de la providencia se realiza entre los días uno y 15 de cada mes, desde la
fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 de dicho mes o, si éste no fuera hábil,
hasta el inmediato hábil siguiente.
● Si la notificación de la providencia se realiza entre los días 16 y último de cada mes, desde
la fecha de recepción de la notificación hasta el día cinco del mes siguiente o, si éste no
fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.

Consignación del pago

Los obligados tributarios pueden consignar el importe de la deuda tributaria en la Caja


General de Depósitos u órgano equivalente de las restantes Administraciones públicas, o en
alguna de sus sucursales, con los efectos liberatorios o suspensivos que las disposiciones
reglamentarias determinen.

Ejemplo:

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El señor Antonio recibe una herencia, por la que según su cálculo debe de tributar por 8.000
€, no obstante, la liquidación de Hacienda asciende a 9.000 €.

El señor Antonio puede:

● Pagar los 9.000 € que Hacienda le reclama.


● Consignar los 9.000 €. Llevarlos a la Caja General de Depósitos hasta que se resuelva quien
lleva razón: Si es el contribuyente le devolverán 1.000 € y si es la Administración, ésta se
queda con la consigna.

Aplazamiento y fraccionamiento del pago

Las deudas tributarias que se encuentren en período voluntario o ejecutivo podrán aplazarse
o fraccionarse previa solicitud del obligado tributario, cuando su situación económico-
financiera le impida, de forma transitoria, efectuar el pago en los plazos establecidos. Sin
embargo, no pueden aplazarse o fraccionarse las deudas correspondientes a obligaciones
tributarias que deban cumplir el retenedor o el obligado a realizar ingresos a cuenta.

Para garantizar los aplazamientos o fraccionamientos de la deuda tributaria, la


Administración tributaria podrá exigir que se constituya a su favor Aval (Firma que se pone
en el pie de una letra u otro documento de crédito para responder de su pago,en caso de no
hacerlo la persona que esta obligado a ello) solidario de entidad de crédito o sociedad de
garantía recíproca o certificado de seguro de caución.

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6.2 Prescripción
6.2 Prescripción

6.2 Prescripción

Se produce por inactividad de la Administración. Si la Administración no reclama la deuda


tributaria durante el período de prescripción, la deuda prescribe y ya no se podrá exigir. Por
tanto el pago de una deuda indebida prescrita otorga al contribuyente el derecho a solicitar
su devolución.

En este sentido, el art. 66 de la LGT establece que prescriben a los cuatro años los siguientes
derechos:

● El derecho de la Administración para determinar la deuda tributaria mediante la oportuna


liquidación. El plazo para la prescripción empieza a computarse desde el día siguiente a
aquel en que finalice el plazo reglamentario para presentar la correspondiente declaración o
autoliquidación.
● El derecho de la Administración para exigir el pago de las deudas tributarias liquidadas y
autoliquidadas, computándose el plazo desde el día siguiente a aquel en que finalice el
plazo de pago en período voluntario.
● El derecho a solicitar las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo, las
devoluciones de ingresos indebidos y el reembolso del coste de las garantías. En estos
casos, el plazo comienza a computar desde el día siguiente a aquel en que finalice el plazo
para solicitar la correspondiente devolución derivada de la normativa de cada tributo; desde
el día siguiente a aquel en que se realizó el ingreso indebido o desde el día siguiente a la
finalización del plazo para presentar la autoliquidación si el ingreso indebido se realizó
dentro de dicho plazo; o desde el día siguiente a aquel en que adquiera firmeza la sentencia
o resolución administrativa que declare total o parcialmente improcedente el acto
impugnado.

El plazo de prescripción se interrumpe:

● Por cualquier acción de la Administración tributaria, realizada con conocimiento formal del
obligado tributario, conducente al reconocimiento, regularización, comprobación,
inspección, aseguramiento y liquidación de todos o parte de los elementos de la obligación
tributaria.
● Por la interposición de reclamaciones o recursos de cualquier clase, por las actuaciones
realizadas con conocimiento formal del obligado tributario en el curso de dichas
reclamaciones o recursos, por la remisión del tanto de culpa a la jurisdicción penal o por la
presentación de denuncia ante el Ministerio Fiscal, así como por la recepción de la
comunicación de un órgano jurisdiccional en la que se ordene la paralización del
procedimiento administrativo en curso.
● Por cualquier acción de la Administración tributaria, realizada con conocimiento formal del
obligado tributario, dirigida de forma efectiva a la recaudación de la deuda tributaria.
● Por la interposición de reclamaciones o recursos de cualquier clase, por las actuaciones
realizadas con conocimiento formal del obligado en el curso de dichas reclamaciones o

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recursos, por la declaración del concurso del deudor o por el ejercicio de acciones civiles o
penales dirigidas al cobro de la deuda tributaria, así como por la recepción de la
comunicación de un órgano jurisdiccional en la que se ordene la paralización del
procedimiento administrativo en curso.
● Por cualquier actuación fehaciente del obligado tributario que pretenda la devolución, el
reembolso o la rectificación de su autoliquidación.

Producida la interrupción, se iniciará de nuevo el cómputo del plazo de prescripción.

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6.3 Compensación
6.3 Compensación

6.3 Compensación

Es necesario que el contribuyente sea a la vez deudor y acreedor de la Administración


Tributaria. Al tener una cantidad a devolver y otra a ingresar se compensa entre ambas y no
hay pago.

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6.4 Condonación
6.4 Condonación

6.4 Condonación

Una ley puede establecer la condonación de una deuda para determinadas circunstancias (la
deuda “se perdona”).

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6.5 Baja provisional por insolvencia
6.5 Baja provisional por insolvencia

6.5 Baja provisional por insolvencia

Las deudas tributarias que no hayan podido hacerse efectivas en los respectivos
procedimientos de recaudación por insolvencia de los obligados se darán de baja (créditos
incobrables) en tanto no se rehabiliten dentro del plazo de prescripción.

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