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Cultura de Paz

En un contexto mundial lleno de violencia, conflictos y guerras, la cultura de paz se traza como una
excelente alternativa para aminorar todos estos males del planeta.
Históricamente la humanidad ha aceptado el uso de la fuerza como un recurso para resolver
disputas. Así, perpetuándose como único mecanismo, ha originado una sociedad que usa la
violencia en nombre de la razón y verdad. Lamentablemente cuando esto sucede, es mucho más lo
que pierde una sociedad, comparado al bienestar y progreso que logra cuando usa la paz.
A finales de los 90, la ONU consciente del daño que ha significado la violencia para la humanidad,
aprobó la resolución “Hacia una cultura de paz”.

Qué significa la paz.

Para la ONU, La paz no sólo es la ausencia de conflictos. Convivir en paz consiste en aceptar las
diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás, así como
vivir de forma pacífica y unida. Es un proceso positivo, dinámico y participativo en que se promueva
el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos.
Definir el concepto de paz, resulta interesante pero complejo, ya que no solo se refiere a la ausencia
de guerra. En base a ello, la paz es una manera de interpretar las relaciones sociales y una forma de
resolver conflictos. Entendiéndose por conflicto a una contraposición de intereses entre personas o
grupos, que no necesariamente pueden ser bélicos.
Los desacuerdos son hechos naturales que se originan en las relaciones sociales, no siendo su mejor
solución el uso de la violencia. Tampoco un mecanismo para solventar una situación puede ser la
dilatación de un conflicto, ya que generan un enfrentamiento armado.
En base a esto, la paz debe ser una estructura preventiva que garantice los mecanismos apropiados
para resolver desacuerdos. Que vienen dados por el empleo de las capacidades de la inteligencia
humana como la comunicación, diálogo y cooperación. Tres elementos que son básicos para la
aplicación de una cultura de paz, permitiendo el bienestar y desarrollo humano.
El derecho internacional define la paz como la resolución no violenta de conflictos internacionales,
mediante tratados o convenios.

Qué es la cultura de paz.

La cultura de paz implica el esfuerzo realizado para modificar pensamientos y actitudes con el fin de
promover la armonía. En consecuencia, significa la transformación de conflictos, restauración de la
paz y generación de confianza.

De acuerdo a la ONU, la cultura de paz “es el conjunto de valores, actitudes y comportamientos, que
reflejan e inspiran la interacción social basándose en los principios universales de libertad, justicia,
solidaridad, tolerancia e igualdad de género”. Así como, “el respeto o promoción de los derechos
humanos y el arreglo pacífico de los conflictos”.
En base a ello, la ONU ha cooperado en la solución de confrontaciones, mediante las actuaciones
del Consejo de Seguridad. Siendo el principal órgano responsable de mantener la paz y seguridad
internacional conforme a la Carta de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el propósito de la cultura de paz traspasa los límites de los conflictos internacionales.
Haciéndose extensivo a las escuelas, oficinas, parlamentos, familias y todos aquellos lugares que
generan una convivencia social. Lo que implica la compresión y el respeto hacia las demás personas,
rechazando la violencia como una seria amenaza a la paz.
Entonces, la cultura de paz encarna una respuesta que debe surgir de la propia sociedad. En este
sentido, la paz implica encontrar la armonía interior que debe conducir a respetar y tolerar al
prójimo. A medida que se refuerce la no violencia y el respeto a las libertades y derechos
fundamentales de cada individuo, una sociedad vivirá en un ambiente de equilibrio y progreso.

Ahora, la cultura de paz internacional, se nutre de las diferentes tradiciones, religiones y


perspectivas políticas de cada nación. Siendo su objetivo que estas sociedades convivan en una
atmósfera marcada por la compresión, tolerancia y solidaridad intercultural.

Los derechos humanos y la cultura de paz.

Una cultura de paz está basada en el respeto a los derechos humanos, y la primera referencia a ello,
se encuentra en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Este documento
recoge 30 artículos relativos a los derechos individuales que obliga a las naciones firmantes a
cumplirlos. Entre los que se encuentran el derecho a la vida, igualdad, libertad, integridad individual,
justicia, seguridad jurídica, inviolabilidad del hogar y comunicaciones, propiedad, sexuales, acceso a
la información, ciudadanía, educación, salud, vivienda, agua, alimentación, trabajo, niños,
comunidades indígenas, entre otros.

Igualmente, la promoción de las libertades y derechos como un ideal común, debe realizarse a
través de la educación. Debido a que es la que desarrolla tanto la personalidad humana como el
fortalecimiento al respeto de los derechos consagrados. Al respecto, ha sido la UNESCO, el
organismo que ha asumido esta labor a nivel internacional. De forma que sea una materia dentro
de los programas en las escuelas primarias y secundarias. Entonces, los derechos humanos y la
cultura de paz deben constituir los ejes principales de la educación moderna.

Importancia de cultura de paz.

La mejor forma de comprender la importancia de la cultura de paz es aplicando este concepto tanto
a nivel individual como en los grupos humanos. En el ámbito personal, la paz involucra una ausencia
de sentimientos negativos que pueden alcanzarse a través de recursos como la razón o la fe. En
cambio, la paz social consiste en el establecimiento de buenas relaciones con los grupos de la
sociedad. Pero, la paz individual es el camino para dar lugar a la cultura de paz dentro de una
sociedad. Así, la cultura de paz abarca desde el estado de estabilidad personal hasta su extensión a
lo social.

Esto nos conduce a decir que, cuando los espacios se comparten dentro de una convivencia pacífica
de respeto, el diálogo y la comunicación, constituyen los pilares en la solución de los conflictos. Algo
que debe empezar a nivel familiar, proyectarse en la escuela y por ende extenderse a todo un
país. Todo ello forma la exigencia de una cultura de paz.
De igual manera, es necesario promover la cultura de paz en el mundo, desterrando el
armamentismo y fomentando los valores democráticos, el respeto al medio ambiente y la justicia
social. En síntesis, la cultura de paz integra varios tópicos que girando en torno a los derechos
humanos tiene como objetivo principal sentar las bases para el uso de la no violencia.

Sostenibilidad y sustentabilidad ética


La ética para la sustentabilidad plantea la necesaria reconciliación entre la razón y la moral, de
manera que los seres humanos alcancen un nuevo estadio de conciencia, autonomía y control sobre
sus mundos de vida, haciéndose responsables de sus actos hacia sí mismos, hacia los demás y hacia
la naturaleza en la deliberación de lo justo y lo bueno. La ética ambiental se convierte así en un
soporte existencial de la conducta humana hacia la naturaleza y de la sustentabilidad de la vida.

La ética para la sustentabilidad es una ética de la diversidad donde se conjuga el ethos1


(comportamiento) de diversas culturas. Esta ética alimenta una política de la diferencia. Es una ética
radical porque va hasta la raíz de la crisis ambiental para remover todos los cimientos filosóficos,
culturales, políticos y sociales de esta civilización. Es una ética para el reencantamiento y la
reerotización del mundo, donde el deseo de vida reafirme el poder de la imaginación, la creatividad
y la capacidad del ser humano para transgredir (Actuar en contra de una ley, norma, pacto o
costumbre), para indagar por lo desconocido, para pensar lo impensado, para construir el por-venir
de una sociedad convivencial y sustentable, y para avanzar hacia estilos de vida armónicos

La ética de la sustentabilidad entraña un nuevo saber capaz de comprender las complejas


interacciones entre la sociedad y la naturaleza. El saber ambiental reenlaza los vínculos indisolubles
de un mundo interconectado de procesos ecológicos, culturales, tecnológicos, económicos y
sociales. El saber ambiental cambia la percepción del mundo basada en un pensamiento único y
unidimensional, que se encuentra en la raíz de la crisis ambiental, por un pensamiento de la
complejidad. Esta ética promueve la construcción de una racionalidad ambiental fundada en una
nueva economía –moral, ecológica y cultural– como condición para establecer un nuevo modo de
producción que haga viables estilos de vida ecológicamente sostenibles y socialmente justos.

Compilado: Ana Victoria Madrigal Mesa

Bibliografía:
Naciones unidas: https://www.un.org/es/

Naciones unidas. (s.f.). Convivir en paz: un proceso necesario para el desarrollo sostenible.
https://www.un.org/es/observances/living-in-peace-
day#:~:text=La%20paz%20no%20s%C3%B3lo%20es,de%20forma%20pac%C3%ADfica%20y%20uni
da.

Castro Pulido, Giovanny – Gómez, Ricardo Enrique Barón. Curso ética pública del servidor
penitenciario. http://epn.gov.co/elearning/etica/unidad3/33_cultura_de_paz.html,

Redacción. Cultura 10 .org. Cultura de paz https://www.cultura10.org/paz/

1
Ethos es una palabra griega que significa comportamiento. De ethos deriva el término ética, que es el estudio de la actividad
o conducta humana en relación con los valores. El ethos refiere al modo de comportamiento o rasgos de la conducta
humana que forman su personalidad y su carácter.
Manifiesto por la Vida. Por una Ética para la Sustentabilidad. Pensamiento ambiental
latinoamericano. http://rio20.net/propuestas/manifiesto-por-la-vida-por-una-etica-para-la-
sustentabilidad/

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