MORAL, ETICO, VALORES ENTRE EL BIEN Y EL MAL DESDE LA SOCIEDAD
Uno de los conceptos más complejos e importantes de la filosofía es la ética. La
palabra ética se deriva de la palabra griega ethos, que significa costumbre o carácter. Al evaluar la calidad de vida, los seres humanos tienen que evaluar sus propias acciones y las acciones de los demás para determinar la calidad de vida. Esto se llama pensamiento moral. La moralidad implica pensar en la moral, actuar sobre esos pensamientos y elegir lo que es mejor tanto para uno mismo como para los demás. Esencialmente, la moralidad es un sistema de pensamiento y acción que da forma a nuestras vidas y determina si vivimos felices, exitosos y saludables o no. El término 'ética' tiene varios significados, incluida la ciencia de los valores, las normas o las virtudes. Los valores se refieren a lo que es bueno o malo, es decir, su brújula moral. Hay tres facetas principales en la brújula moral de uno: el concepto de correcto e incorrecto, bueno y malo. Además, hay dos aspectos importantes del juicio moral: la ética de la virtud y la ética de la no virtud. La ética de la virtud se refiere a tomar decisiones éticas basadas en lo que es mejor para usted y para los demás. La ética no virtuosa se refiere a tomar decisiones basadas en lo que es mejor para ti a expensas de los demás. Los tres están interrelacionados y pueden verse como una sola unidad de ética. Los filósofos morales analizan cómo debemos actuar aplicando conceptos como la honestidad, el altruismo y la compasión a nuestra vida cotidiana. Estos se denominan principios morales y, por lo general, se enseñan en las escuelas y contienen conceptos que se pueden aplicar a la vida cotidiana. Por ejemplo, la honestidad describe decir la verdad con respecto a sus características o motivos personales al tratar con los demás. El altruismo es dar tu tiempo, dinero o atención a los demás sin esperar nada a cambio, un concepto comúnmente conocido como caridad. La compasión implica sentir preocupación por los demás, un concepto comúnmente ilustrado a través de actos de bondad, como proporcionar comida/consejería a los necesitados o atender las necesidades físicas de un animal. La ética se refiere a un conjunto de principios que nos ayudan a tomar decisiones éticas. Por lo general, los enseñan los padres o los ancianos y contienen conceptos que se pueden aplicar a la vida cotidiana, por ejemplo, tratar a todos con amabilidad sin importar la raza, el género o el estado; ser honesto contigo mismo; o atender sus necesidades antes de atender las necesidades de los demás (es decir, prioridades). Al tomar decisiones éticas, es crucial considerar las consecuencias tanto a corto plazo (es decir, este instante) como a largo plazo (es decir, tantos años) antes de actuar o tomar decisiones. Además, es crucial actuar con respeto hacia uno mismo y sus seres queridos al momento de tomar decisiones sobre ellos; hacerlo lo afectará positivamente tanto ahora como en el futuro. Esencialmente, la moralidad es un aspecto del pensamiento humano que prueba nuestros valores internos contra estándares universales para guiar nuestro comportamiento hacia la bondad y el bienestar de otras personas. Los seres humanos tienen un sentido natural del bien y del mal que aplican a través del pensamiento moral cada vez que toman decisiones o emprenden acciones. Los tres aspectos -pensamiento, comportamiento y afecto- conforman un círculo virtuoso que nos ayuda a actuar éticamente cada día hacia una mayor paz en mente, cuerpo y alma. El bien y el mal son conceptos que definen la moral del ser humano. Los valores ético-morales son los principios morales que determinan la conducta de las personas. La ética es la ciencia de la moralidad y consiste en el estudio de los principios morales que hacen al sujeto una persona justa o injusta. La ética es un conjunto de ideas sobre el bien y el mal, así como un conjunto de creencias acerca de la manera correcta de actuar en ciertas circunstancias. El bien es aquél que trae beneficios para las personas y/o para la sociedad en general; por ejemplo, el trabajo honesto, la amistad sincera y la solidaridad entre los miembros de una comunidad humana. El mal es aquél que trae costos para las personas y/o para la sociedad en general; por ejemplo, el robo o actos ilícitos comunes, teniendo en cuenta que los valores ético-morales son aquellas conductas que nos ayudan a crecer personas más sabias y mejores. Estos valores ético-morales incluyen los principios morales: la lealtad (verdad), la libertad (no tener que hacer nada) y la responsabilidad (poner algo en su lugar cuando lo hagamos). Ejemplo... El mundo es un lugar cruel, pero si lo miramos con arrepentimiento podrás ver que muchas veces nos hemos convertido en los prisioneros de nuestra mente. Cuando nos damos cuenta de que no estamos haciendo nada por salvar al mundo, sino simplemente por salvar nuestro ego, entonces tendremos la oportunidad de cambiar este mundo para mejorarlo y hacerlo más habitable para los demás. En otro aspecto vivir en una sociedad ética y moral significa que todos tenemos la responsabilidad de defender ciertos valores para hacer del mundo un lugar mejor. Significa que debemos tener una comprensión básica de lo que está bien y lo que está mal, y estar dispuestos a defender aquello en lo que creemos. Debemos esforzarnos por hacer lo correcto, aunque no sea fácil o conveniente. Debemos estar dispuestos a alzar la voz cuando veamos que otros hacen algo que es moralmente incorrecto y se aprovechan injustamente de los demás. Una sociedad ética y moral significa que debemos tratarnos unos a otros con respeto y amabilidad. Debemos estar dispuestos a escuchar las opiniones de nuestros conciudadanos, aunque no siempre estemos de acuerdo. También debemos esforzarnos por tratar a todas las personas con dignidad y respeto, independientemente de su raza, sexo o creencias. Nunca debemos juzgar a nadie por su aspecto o sus antecedentes, sino por su carácter y sus actos. En una sociedad ética y moral, todos deben estar sujetos a las mismas normas. Nadie debe recibir un trato especial por su estatus social o su riqueza. Debemos esforzarnos por crear un mundo en el que todos sean tratados con equidad y justicia. Debemos esforzarnos por eliminar la desigualdad y la injusticia dondequiera que existan. Una sociedad ética y moral también significa que no debemos aprovecharnos de los demás ni utilizarlos en nuestro propio beneficio. Siempre debemos esforzarnos por hacer lo que es correcto y justo, incluso si eso significa sacrificar nuestra propia comodidad o conveniencia. Debemos estar dispuestos a defender aquello en lo que creemos y a defender a quienes son demasiado débiles o vulnerables para hacerlo por sí mismos. Vivir en una sociedad ética y moral no es fácil, pero es esencial. Debemos esforzarnos por ser mejores personas y tratar a los demás con el mismo respeto que nos gustaría que nos mostraran a nosotros. Debemos estar dispuestos a defender lo que está bien y a denunciar lo que está mal. Debemos esforzarnos por crear un mundo en el que todos sean tratados con equidad y justicia y en el que nadie se quede atrás. Viviendo ética y moralmente, podemos hacer del mundo un lugar mejor.
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