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La compatibilidad de nuestros aromas

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Rating: Explicit
Archive Warning: No Archive Warnings Apply
Category: M/M
Fandom: Blue Lock (Manga), Blue Lock (Anime)
Relationship: Bachira Meguru/Isagi Yoichi
Character: Bachira Meguru, Isagi Yoichi, Barou Shouei, Michael Kaiser, Yukimiya
Kenyuu, Kunigami Rensuke, Hiori You, Kurona Ranze, Oliver Aiku,
Niko Ikki, Alexis Ness, Teieri Anri
Additional Tags: Alpha/Beta/Omega Dynamics, Non-Traditional Alpha/Beta/Omega
Dynamics, Omega Isagi Yoichi, Omega Bachira Meguru, Top Isagi
Yoichi, Bottom Bachira Meguru, Alternate Universe - Canon
Divergence
Language: Español
Stats: Published: 2023-10-03 Words: 5,489 Chapters: 1/1

La compatibilidad de nuestros aromas


by EgoistFire

Summary

Isagi entra en celo durante el partido de Bastard vs. Ubers.

Pero no quiere ser acompañado por ningún alfa.

Notes

⚠️ Esta historia es un OmegaxOmega si no les gusta no lean ⚠️

En este omegaverse los alfas no se descontrolan cuando huelen a un omega en celo, se


pueden sentir extremadamente atraídos pero no cometerán abusos. A su vez lo omegas
tampoco pierden el control en sus celos, por lo que pueden dar su consentimiento.
También advierto que hay otros personajes secundarios que se enamoran de nuestro
protagonista. No influye en la pareja principal que es Bachisagi pero si hay corazones rotos
de estos otros personajes.

El partido estaba en un punto crucial cuando Isagi empezó con los síntomas del celo.
Iban 1-1 en el partido de Bastard vs. Ubers. Los goles fueron metidos por Isagi y por Barou
respectivamente.

Sumado a eso, el aroma de Isagi estaba haciéndose más y más dulce. A los alfas que lo rodeaban se
les estaba haciendo agua a la boca, incluso algunos betas lo miraban con curiosidad.

Isagi sabía que lo mejor seria irse, sobre todo siendo que siempre fue muy discreto con su aroma
por lo que nadie estaba acostumbrado a sentirlo.

Al principio, cuando llego a Blue Lock, ocultó su género secundario. Poniéndose supresores de
olor se hizo pasar por un beta. No es que se avergüence de su verdadero ser, pero era para no
llamar la atención de forma innecesaria de gente que todavía no conocía. Ya tenía la mala
experiencia de su equipo pasado donde algunos alfas y betas lo menospreciaban por su género
secundario.

Eso mismo hicieron otros compañeros omegas cuando llegaron a Blue Lock.

Así fue como se hizo más cercano a Bachira, cuando descubrió que también era un omega que se
ocultaba.

Con el tiempo, fue entrando en confianza con sus otros compañeros y expusieron sus identidades
como omegas. Junto a Bachira fueron bien aceptados en aquel equipo Z.

Una oleada de calor ardiente trajo a Isagi al presente. Tenía como objetivo meter por lo menos un
gol más.

Si a los alfas que los rodeaban le incomodaba su presencia era su problema. Ninguna regla le
obligaba a salir del campo por tener un celo próxima.

A los alfas les gustaba siempre dejar salir su aroma sin tener en consideración a los omega,
entonces Isagi dejaría que su aroma también sea libre.

Definitivamente, meteré otro gol pensó Isagi mientras veía las piezas de rompecabezas formarse en
su cabeza.
Para eso usaría como ventaja que sus compañeros y rivales eran hiper concientes de su presencia a
causa de su aroma, eso provocaba que tuvieran sumo cuidado de no tocarlo. Como si temieran ser
irrespetuosos con un omega.

Tontos.

Isagi roba la pelota gracias a la Metavisión, arma jugada con Kurona de forma sincronizada. Niko
y Aiku estaban atentos a su jugada pero por un instante dudan. Pero al final, interceptan a Isagi.

Isagi creía que el Ubers recuperaría la pelota para hacer un contra pero de repente un fuerte aroma
a rosas se impone en su rango, aprovechando que todos los defensas estaban más atentos en el
omega. Sobrepasando a todos los rivales, Kaiser realiza su caracteristico impacto.

Así es como Kaiser marca su gol en el partido.

Isagi siente como el calor interno es más constante y lo toma como señal de no seguir presionando.
Si esta vez, ocurre un desmayo en el medio del partido sería muy humillante.

Resignado a no poder meter otro gol, se retira voluntariamente sintiendo como varios pares de ojos
siguen su silueta. Pero prefiere ignorarlos.

Se acerca a Noa quien lo libera de la cancha. Isagi se dirige al sector designado a pasar los celos.

Sabía que se aproximaba esta molesta situación. Su anterior celo fue justo unos días antes de
ingresar a Blue Lock. Como siempre, siendo alguien sin pareja, lo volvería a pasar en soledad.

Isagi no era tonto, sabía que algunos de sus compañeros estarían más que dispuesto a acompañarlo
en este momento. Pero no quería, atarse a un alfa no estaba en sus planes.

Llegando al lugar se encuentra con Bachira que parece haber corrido todo el camino allí. Tenía el
flequillo despeinado, con unas gotas de sudor cayendo por su rostro sonrojado. Isagi no pudo evitar
tragar ruidosamente.

—¡Isagi!— Se para frente suyo y lo mira preocupado.— ¿Entraste en celo?—


Isagi no puede evitar temblar al escuchar la voz agitada, pero aún así contesta sin problema:

—Asi es. Pero estoy bien, solo debo recostarme.—

A decir verdad, Isagi estaba ardiendo. Lo que más quería era llegar a una habitación, sacarse su
ropa, hacer un nido y saciar su calor de la mejor manera. Bachira lo entendía perfectamente.

—Quieres... ¿Quieres que busque a algún alfa en particular para que te haga compañía?— Dice
algo titubeante, como si no quiciera decirlo en realidad.

Isagi se siente disgustado sin saber porqué. Ambos son omegas, este tipo de conversaciones son
normales, ayudarse entre si para conseguirle un buen alfa al otro. Pero de alguna forma sentía un
nudo en su pecho al escuchar a su amigo decir eso.

—De ningún manera. Sería muy malo apegarme a alguno en este momento de mi carrera.— Dice
con lógica.

— Entonces...— Bachira hace un silencio.— ¿Un beta?—

Eso sería lo más razonable en su situación. Aunque no tendría un nudo que lo calme rápidamente,
le ayudaría apaciguando un poco su calor.

Pero aun le desagrada la idea.

—Prefiero que no sea ni alfa ni beta.— Sentencia sin más.

Bachira asiente, sin ganas de insistir. Mira a Isagi con esos ojos color miel, tan intensos que
parecen absorberlo. Con dudas se acerca a él para agarrarlo ligeramente de la remera, como si no
quiciera ser demasiado invasivo.

Isagi siente como ese ardor interno desbordada.


—Entonces ¿Quieres pasar tu celo junto a mí?—

Isagi se quedó estático en el lugar. La frase que dijo su amigo hizo eco en su mente por unos
segundos antes de que pudiera contestar.

— Bachira ¿Tu...— Detiene su pregunta, dudando si es una broma.— ¿Tu lo dices enserio?—

Bachira sonríe sinceramente y asiente.— Claro que sí. Yo... Estaría muy a gusto si me aceptas.—

Isagi duda un momento. No por que no quisiera, su fuego interno grita por pasar su celo con
Bachira. Pero una parte de él piensa que su amigo se siente forzado a acompañarlo, dejando su
entrenamiento de lado por quién sabe cuantos días.

—No me mires así, tonto.— Ríe Bachira.— No me siento obligado a acompañarte en tu celo,
genuinamente es algo que quiero, porque...—

Deja de hablar, con miedo de lo que puede ocasionar la confesión que estaba por dar. Mira a Isagi a
los ojos, con un brillo cariñoso en la mirada.

No necesita que diga más para entenderlo.

Isagi se le acerca y lo toma de las manos, haciendo que su amigo se sobresalte.

—Si hay alguien con quién quero estar en este momento, eres tu. Y solo puede ser tu.—

Lentamente se acerca para darle un beso. Uno casto al principio, pero tierno. Sus labios se mueven
con torpeza. Bachira entre abre su boca e Isagi lo toma como una invitación para meter
tímidamente su lengua.

Es obvio que ninguno tiene experiencia, pero poco a poco van dejando la timidez de lado para
hacerlo más pasional.

Isagi toma a su compañero de la nuca para profundizar más el beso. Sus movimientos se vuelven
desesperados, llenos de deseo.

Pierden la noción del entorno, tan concentrados el uno en el otro, que no escuchan unos pasos de
tacones. Pero salen de su ensoñación cuando una voz los interrumpe.

— Chicos.— Al darse vuelta se encuentran con Anri parada a cierta distancia.— Lamento
interrumpirlos pero, Isagi, tu celo esta empezando. No es prudente quedarse en el pasillo. V a una
habitación designada.—

La mánager los mira a ambos. Les sonríe con cariño.

— Bachira ¿Quieres ir con él?— El nombrado asiente.— Entonces también serás exonerado de las
actividades del club por este tiempo.—

Anri los acompaña hacia la puerta de la habitación que será su lugar privado por unos días. Los
deja prometiendo volver dentro de unas horas con sus cenas.

Cuando ingresan lo primero que hace Isagi es ir a darse un baño rápido mientras Bachira se queda
inspeccionando la habitación. Lo principal en el espacio es una cama doble, bastante amplia, pero
también hay algunos muebles al rededor. Se ve como una acogedora habitación de hotel.

Bachira se dirige a una mesada. No puede evitar reírse cuando ve la inmensa cantidad de diferentes
tipos de preservativos y lubricantes que hay encima.

De repente, unos brazos rodean su cintura. Siente como le besan el cuello mientras unas manos se
adentran en su remera acariciando su vientre.

En un movimiento rápido, le sacan la remera. Bachira siente un torso desnudo pegarse a su espalda
expuesta.

Isagi estaba completamente desnudo.

Se voltea y rápidamente se reanuda el beso del pasillo. El ritmo era tan hambriento que los
consumía.
A estas alturas el aroma a arándanos de Isagi se iba extendiendo por todo el lugar, dejando a
Bachira intoxicado.

Sin perder el contacto de bocas se dirigen hacia la cama. Cuando llegan, se separan un instante
para que Bachira se recueste de espaldas. Enseguida Isagi se sube encima para devorar el cuello de
su pareja.

Desesperado, baja hasta encontrarse con la entrepierna de Bachira. A través del pantalón olfatea.
El aroma es ligeramente almizclado con una mezcla del aroma a miel tan característico del omega.

Para Isagi ese aroma es la gloria. Queriendo profundizar, amasa el lugar con el rostro haciendo que
Bachira gima con una voz melodiosa.

Necesitaba a esta persona desnuda ya mismo.

Retira el pantalón para encontrarse con todo el esplendor de Bachira desnudo.

Primero acaricia los pálidos muslos que se sentían tan suaves al tacto. Isagi no pudo evitar besarlos
y dejar algunos chupetones en el camino.

Bajando, se encuentra de cara con el rosado miembro erecto de su compañero. Era pequeño y
bonito como la mayoría de los penes de omegas. Aunque comparando, el de Isagi parecía ser
ligeramente más grande que el de un omega promedio.

Pero Isagi no llegaba a pensar en esas comparativas en un momento así. Haciéndose agua a la boca,
el omega dominante no puede evitar chupar la cabeza del pene, saboreando el salado sabor del pre
semen que escurría. Metiendolo hasta el fondo de su garganta, bombeo algunas veces mientras con
sus dedos tanteaba la entrada de Bachira.

Parando un momento con su degustación, Isagi se concentra en preparar la cavidad del joven
debajo de él. Estaba muy húmedo, completamente lubricado. Isagi inserta un dedo disfrutando del
gemido sorprendido que genera, su propia verga esta hinchado de deseo. Pero es detenido de
repente.
— Isagi, espera...—

Bachira apoya una mano en su hombro para alejarlo un poco pero sin apartarlo por completo.

— ¿No prefieres que sea yo quién la meta dentro de ti?— Dice eso sin una pizca de vergüenza.

Realmente, lo que dice no es descabellado. Después de todo, es Isagi el omega en celo, es normal
que sea el que termine siendo cogido hasta la saciedad.

Pero su mayor necesidad es metérsela a Bachira en ese instante.

—No, tranquilo. Esto es lo que deseo.— Isagi besa el muslo del otro omega para asentar sus
palabras.

Bachira mira esos ojos ardientes y entiende perfectamente las intenciones de Isagi. No puede evitar
estremecerse.

— Entonces metelo ahora.— Dice sin dudar.— No esperes más.—

Isagi lo mira expectante.— ¿Seguro?—

Algo en su expresión entusiasmada hace que Bachira sonría.— Claro que sí.—

Isagi pone una almohada debajo de la cadera de Bachira para hacerlo más cómodo. Lleno de
lubricante su miembro y poco a poco fue penetrando.

Se sentía apretado. Tenía muchas ganas de moverse pero aguardo hasta que Bachira estuviera
listo.

Luego de solo un par de minutos, su compañero movió sus caderas dando el aviso que que estaba
preparado.
Isagi empezó un vaivén de entrada y salida, lento en un comienzo.

Estaba en la gloria. Las paredes internas de Bachira lo apretaban y succionaba de una forma que se
sentía delicioso.

También amaba ver como Bachira disfrutaba lo que hacía.

En sus celos pasados, a Isagi siempre le gustó más estimular su pene. Meterse dedos le resultaba
incómodo y agotador. La sensación se le hacía muy diferente al placer que otros omegas
describían.

Sumado a que no le atraían mucho los alfa, incluso resultandole molesto sus aromas espesos, le
hizo pensar que era un omega dañado.

A diferencia de él, Bachira es un omega que disfruta de ser penetrados.

Pero pensándolo bien, Isagi tampoco vió a Bachira interesado en los alfas.

Una serie de gemidos continuos lo sacan de su nube de pensamientos. Bachira agita sus caderas
con más rapidez, nota que esta cerca del climax. Isagi aumenta su ritmo sabiendo que también está
por alcanzar su orgasmo.

Se recuesta hacía adelante. Toma las manos de Bachira, entrelazando sus dedos.

Disfrutando de insertarse en Bachira y viendo como su compañero de cama también lo gozaba,


siente una conexión inmensa entre ambos.

Isagi se agacha más para unir sus labios en un beso devorador.

Definitivamente, ellos están destinados a estar juntos.

-
En otro lugar de Blue Lock, el partido terminó en con un 2-3 con una victoria del Ubers sobre el
Bastard.

Luego de que Isagi dejara la cancha, la ventaja que había conseguido Kaiser se revirtió en unos
instantes.

Después de todo, Isagi era uno de los armadores principales del partido. Su ausencia se notó
demasiado.

Y no solo como jugador.

Por lo general, el aroma de dulce de arándanos que emanaba la esencia omega de Isagi era muy
leve, incluso después de un largo partido era apenas notoria. Él siempre buscaba ser discreto.

Pero ese gol que metió pareció desencadenar una serie de emociones que adelantaron su celo ya
próximo.

El aroma de arándanos maduros y jugosos se extendió por todo el campo haciendo difícil la
situación. Muchos alfas se desconcentraron, incluso algunos betas. Su salida de la cancha debía
traer algo de alivio.

Pero se encontraban todavía más nerviosos.

Luego de que Barou metiera el tercer gol para su equipo, varios integrantes de ambos bandos se
apuraron a bañarse.

Por el lado del Bastard, había varios ansiosos que se encontraban por salir del vestuario hasta que
un fuerte aroma de alfa dominante los detuvo.

— Quédese aquí, no me estorben.— Hablo el líder alemán haciendo que varios retrocedan.

— No te creas la gran cosa, Kaiser. No pienso perder en esta.— Dijo Yukimiya, liberando sus
fuertes feromonas alfas también.

Los enfrentamientos que se dieron antes no habían terminado, solo había mutado de objetivo.

El ambiente era tenso, ambos alfas estaban parados en la puerta mirándose intensamente como
desafiando al otro a animarse a salir primero.

Todos miraban a los dos preocupados por una posible pelea. Entre ellos, Ness miraba angustiado
todo el desarrollo, indignado por ser un simple beta incapaz de intervenir.

Maldijo a Yoichi por ser el causante de esta situación.

En medio de toda la situación sale Kunigami del baño que se dirige a su casillero con mucha
tranquilidad, sin inmutarse por la disputa.

—Es inútil.— Dice el de pelo naranja mientras se pone desodorante.— Isagi no está interesado en
nadie de acá.—

Sin mirar a nadie, el ambidiestro sigue con su ritual de higiene.

Todos se quedan callado. Lo que dijo puede ser verdad, Isagi nunca demostró interés en alguno de
ellos.

— Ya veremos.— Dijo Kaiser para luego retirarse. De cerca lo siguió Yukimiya sin querer quedar
atrás.

Ness ve a Kaiser marcharse sintiendo impotencia. Sabe que no podrá hacerlo cambiar de opinión
por lo que decide no seguirlo.

Solo espera que el maldito Yoichi se consiga a alguien más.

Por su parte, los dos alfas sigue su camino rumbo a las habitaciones designadas a pasar los celos y
calores.
Ninguno sabía porque estaban tan desesperados. Isagi era su rival, uno muy molesto e insistente,
vencerlo se volvió en su mayor objetivo actual.

Había algo en esa figura ágil que se movía por la cancha que los mantenía tan al pendiente.

Y cuando sintieron ese dulce aroma entendieron el porqué.

No podían quedarse sentados sin intentar acompañar a Isagi en este celo. Incluso si solo es una
vez, no se quedaría de brazos cruzados viendo como alguien más le quita la posibilidad.

Cuando llegan a la proximidad del lugar ven la espalda de Barou parado. Sin decir nada apresuran
el paso. Cuando estan cerca ven que frente a él esta la mánager de Blue Lock.

—¿Cómo que ya esta siendo acompañado por alguien?— Cuestiona el auto proclamado rey a Anri.

— Como te dije, Barou-kun. Ya tiene una pareja que lo acompaña en este mismo momento.—

Los tres alfas se quedan helados al escuchar esa confirmación, incrédulos de que algun alfa les alla
ganado.

—Pero... ¿Quién?— Cuestiona Yukimiya.

—Eso no es de su incumbencia, ustedes no tienen permiso de estar en este lugar. Retirense.—Dijo


la mujer con su voz autoritaria.

Sin nada más que hacer, los tres se van. Piensan en cuál será el maldito alfa que se gano la
confianza de Isagi para acompañarlo.

Esto no se quedará así, enfrentarán al maldito alfa que tuvo suerte de llegar antes y verá quien es
verdaderamente superior.
Horas después descubren que la única persona faltante entre todos los estratos es Bachira, un
omega.

Entonces se dan cuenta que nunca tuvieron una oportunidad.

Pasaron seis días desde que el celo de Isagi comenzó.

En realidad, finalizó al tercero como la mayoría de los celos omegas. Pero a la mañana de ese
último día comenzó el celo de Bachira.

Entonces la estadía dentro de su habitación se extendió más de lo planeado.

Era la mañana del sexto día cuando se despertaron finalmente sin los síntomas de celo. Bachira
descansaba sobre el pecho de Isagi mientras este le acariciaba la espalda descubierta. Estaban
aguardando un rato antes de ir a bañarse para al final retirarse.

Ansiaban volver a entrenar pero una parte de ellos no quería separarse por quien sabe cuantos días.

Después de dudar unos instantes, Isagi toma el valor para preguntar.

— Bachira, yo...—

El mencionado levanta la cabeza para mirarlo mientras sonreía dulcemente, dándole aliento a
seguir hablando.

—Se que quizás estoy yendo muy rápido, pero estos días fueron maravillosos y siento que nuestra
conexión es muy solida. Tu...— Duda un poco de sus palabras. Toma la mano del chico con aroma
a miel, entrelazando sus dedos.— ¿Qué somos?—

Bachira lo mira confundido por un momento antes de reír con voz melodiosa.— ¿Cómo que
somos? ¡Obvio que somos novios!—
Esa declaración tan segura trajo paz al corazón de Isagi. Se sentía feliz de no haber malinterpretado
su relación. Sonriendo tontamente, no pudo evitar darle un rápido beso a su pareja.

— Que malo, Isagi. Robaste la flor de mi inocencia ¿Planeabas huir sin hacerte responsable?—
Declara con un dramatismo exagerado.

Isagi ríe por las ocurrencias de su pareja.— No planeaba huir. También quiero que seamos novios.

Luego de establecerse como pareja oficial, vinieron una serie de besos, acompañado de una última
ronda de hacer el amor, antes de darse un baño juntos.

Finalmente tenian que irse cada uno a su estrato.

Con una sonrisa que no lo abandona en ningún momento, Isagi se dirige hacia el área de
entrenamiento con sus compañeros.

Sabe que está atrasado por estar varios días inactivo. Tiene mucho por hacer.

Llegando a una de las canchas se encuentra a Hiori y Kurona tomando agua, cuando lo ven le dan
una bienvenida animada. A lo lejos, ve a algunos compañeros que todavía estan entrenado y les
saluda a lo lejos.

— Isagi ¿Te sientes mejor?— Le pregunta Hiori.

—Si, fue un imprevisto. No volverá a pasará pronto.—

— No tienes que justificarte. Es natural, natural.— Acota Kurona.

Los tres hablan amenamente. El par de betas le cuentan algunas trivialidades que ocurrieron esos
días y ríen cuando mencionan algunas tonterías que hicieron sus compañeros.
Luego de un rato de charla, Yukimiya entra al lugar también. Estaba algo sudado, liberando
algunas de sus feromonas con aroma a té rojo. Cuando lo ve a Isagi se sorprende y un brillo
atraviesa su mirada.

— Oh, apareciste.— Comenta el alfa.

Había algo tenso en el ambiente, Isagi intuía que podría ser por lo ocurrido en el partido. Después
de todo en ese momento Isagi era un omega entrando en celo con hipersensibilidad a las miradas
lujuriosas que le mandaron algunos, Yukimiya entre ellos.

El alfa se acerca al trio pero se detuvo en seco a cierta distancia.

El aroma del dulce de arándanos se mezclaba con el de la miel.

Dentro de la cultura popular se decía que para ver si la pareja era destinada tenía que sentir que tan
compatible eran sus aromas entrelazados. Claro que había quienes no se dejaban guiar por esos
estereotipos, había parejas muy solidas cuyos aromas no se mezclaban tan bien, pero lo que si era
notorio es que cuando dos esencias personales se superponen de forma tan armónica esas personas
tienden a ser extremadamente compatibles.

Y la deliciosa miel se fundía perfectamente con el dulce arándano.

Yukimiya sintió una incomodidad en el pecho que le hizo aflojar sus piernas.

Originalmente, no era muy cercano de Isagi. Lo veía como un omega con la suerte de meter un gol
definitivo, otorgando el beneficio a Blue Lock de continuar con el proyecto. Cuando vió que era
tratado con con cierta prioridad se enfureció. Es un simple jugador con habilidades un poco por
encima de la media, quizás era sorprendente por no haber muchos omegas así pero que tenga el
privilegio de jugar un partido solo para complacer al público le parecía injusto.

Que equivocado estaba.

Durante el partido contra el Mashine City vió todas las habilidades de su compañero puestas sobre
el tablero. Isagi era capaz de controlar el campo junto a todos los jugadores presentes. No tuvo más
opción que reconocer su talento. Dejó de verlo como un mediocre con suerte y lo convirtió en su
rival a desafiar.
Pero cuando en el partido contra el Ubers sintió ese intenso aroma a arándanos cambió toda su
mundo en un instante.

No era la primera vez que un omega entraba en celo frente a él, en la escuela secundaria es un
hecho relativamente común. Algunos aromas le resultaban atractivos, pero no para querer
acompañar a los omegas en sus celos. Incluso cuando esas personas se lo pedían, Yukimiya eligió
rechazarlas. Su mayor prioridad era centrarse en el fútbol.

Hasta que llegó el celo de Isagi y lo cautivó. No sabía porqué, pero había algo en ese fragancia de
arándanos que lo hizo pensar que quedaría bien con su aroma a té rojo. Quería comprobar que sus
aromas se mezclaran. Si no fuera por el partido, hubiera corrido tras la figura de su compañero para
ofrecerse acompañarlo.

Por lo poco que conocía de Isagi no cree que haya estado con alguien más en su celo, si tenía la
fortuna de ser el primero tendría la oportunidad de cautivar al omega. No perdería frente a Kaiser o
ninguno de esos alfas.

Y no sucedió, porque le ganó Bachira. Un omega cuyo aroma se entrelazaba perfectamente con el
de la persona que le gustaba.

Estaba condenado a ser derrotado por omegas.

Su enamoramiento repentino estaba condenado al fracaso. No había nada que hacer. Solo podía
esperar que por lo menos ellos sean felices.

—Isagi, me alegro que hayas vuelto.— Dice con sinceridad.

— Gracias, Yuki. Estoy feliz de volver.— Menciona con una amable sonrisa.

Aunque el ambiente seguía siendo tenso tuvieron una corta conversación que fue amena. El grupo
entero estaba por volver a practicar cuando de repente un aroma a rosas invadió el lugar. De
repente, la conocida voz del líder alemán le habla directamente.

—Ah, Yoichi. Por fin te veo ¿Cómo fue tu apasionante semana?—


Por lo general, Isagi no tenía muchos ánimos de hablar con Kaiser. Aunque ahora estaba de buen
humor, eso no significaba que le contestaría bien a una pregunta con doble sentido.

—Eso no es de tu incumbencia, Kaiser.—

Lejos de alejarlo, esto provoca más su sonrisa burlona.

—Aah, vamos. No te pongas así.— El alemán se colocan frente a Isagi y su grupo.— Venía a
felicitarte, realmente lograste cautivar a un lindo omega.

Felicitar a alguien por "cautivar a un lindo omega" es una frase que suelen decirse entre alfas. Se le
hacía raro escucharla dirigida a él pero tampoco lo siente incorrecto.

Aún así, le incomodaba saber que era de público conocimiento que había estado con Bachira.

—¿Y solo viniste a decir eso?— Por lo general, los alemanes solían entrenar separado de ellos, la
llegada de Kaiser y los suyos no era casual.

—jaja hombre ¡No seas así! Solo me parecía curioso, no sabía que te gustaran los desquiciados.—

Solo esa frase le basto para para hacer enojar a Isagi que se acercó desafiante a Kaiser.

—Será mejor que no vuelvas a referirte a mi pareja de esa forma.—

Un brillo oscuro atravesó la mirada de Kaiser sumado a que su sonrisa se volvía más amplia y
forzada. En el ambiente, el aroma a rosas y té rojo se había agriado.

Los alfas son tan obvios.

Entre el medio de los dos se posiciona Ness. El beta estaba de un particular buen humor que no se
molestaba en ocultar.
—Aah, Yoichi. No te lo tomes a mal.— Le toma la mano a Isagi para darle un pequeño apretón.—
Felicidades por formalizar pareja ¡Sus aromas coincidan bien!—

Lo que decía no parece ser dicho con maldad, aunque sonaba como si fuera un alivio, Isagi no
pudo más que decir un "gracias" seco.

Kurona le toca el hombro repetidas veces.

—Isagi, no nos dijiste que era oficial tu relación con Bachira. ¡Felicidades! ¡Felicidades!—

— Si, amigo. Te tardaste en decirnos. Hacen linda pareja.— Comenta Hiori con una suave sonrisa.

Ver que sus dos amigos le deseaban lo mejor alegro mucho a Isagi.

La parejas entre omegas no siempre eran bien aceptadas. Después de todo, la fertilidad entre una
pareja de dos omegas es extremadamente baja o a veces nula, muy al contrario de su contraparte
idónea que es la pareja entre un alfa y un omega. Frente a las parejas del mismo género secundario,
frases como "que desperdicio" eran comunes de escuchar.

Pero esta gente lo apoyaba.

—Gracias. Realmente es muy reciente, fue algo que surgió en... en estos días.—

A Isagi se le hacía vergonzoso aludir a lo que estuvieron haciendo con Bachira, especialmente
cuando era obvio que todos los presentes lo sabían.

Pero no tendría que avergonzarse. El coito durante el celo era lo normal y era libre de hacerlo.
Sobre todo, con su pareja.

—Pues, bien por ti, Yoichi. Te deseo lo mejor con tu abejita.— Dice Kaiser, sorprendiendo a todos.
Isagi ve que esta vez, lo dice de manera sincera. No había animosidad de pelearlo por ese lado.

—De todas formas, será mejor que te pongas al día, Yoichi. Recuerda que dijimos de competir por
quien mete más goles. Para la próxima, trata de no salir huyendo del campo ¿Quieres?— Comentó
con su tan característica voz burlona.

Por fin, el ambiente tenso se aliviano. Ese comentario mordaz era remarcar que su rivalidad
seguiría estando con normalidad, sin cruzar la linea de lo personal. Isagi le dió su sonrisa mas
socarrona al alemán.

— Que no te quepan dudas.—

En el estrato italiano, todos seguían con su rutina de entrenamiento. Luego de ganar el último
partido, todavía debían seguir entrenando para ganar el siguiente.

Uno de los más concentrados era Barou. Siempre demostraba diligencia a la hora de entrenar, pero
últimamente parecía que estuviera desquitando todas sus frustraciones en el ejercicio.

El grupo estaba empezando a preocuparse, pero como no estaba haciendo algo que le pueda
provocar una lesión no se arriesgaron a hacerlo enojar.

Obviamente, el único capaz de arriesgarse sería Aiku. El ex capitán de la sub-20 se acerca


tranquilamente para hablar con el auto denominado rey.

— Ey, Barou-chan. Te veo ansioso ¿Quieres hablar de lo que te aqueja?— Pregunta Aiku de forma
amistosa.

—No, estoy perfecto.— Contesta secamente.

Sin inmutarse, continúa con su entrenamiento pateando pelotas con una fuerza demoledora.
Aiku lo mira algo apenado, un corazón roto nunca es algo que se tome a la ligera. La tristeza de un
amor no correspondido podría superarse algún día, pero transitarlo nunca era sencillo.

Por eso decidió encargarse de dar las nuevas noticias.

—Isagi ya salió de su aislamiento.— Suelta sin dar vueltas. Ve como la espalda de Barou tiembla
ligeramente ante lo dicho.

—¿Y qué con eso?— Dice sin voltearse.

—Bueno, que anunciaron junto a Bachira que estan en una relación.— Tira la bomba mientras
mira a su compañero que tiene enfrente.

Barou se queda allí parado, sin mostrar demasiada reacción ante lo dicho. Por un momento, se
forma un silencio.

—¿Y porqué me dices esto a mí?— Se volte de perfil, solo para darle una de sus típicas miradas
amenazantes.

— Barou-kun, no nos engañemos. Se perfectamente que tenías cierto interés en isagi-kun.—

Se detiene un instante para mirar a su compañero de equipo, pero no parece querer interrumpirlo.

— Se está comentando mucho al rededor de la relación de esos dos. Aparentemente, lo van a


mostrar como el romance de BLTV.—

— No necesito que te compadezcas se mi. Vete.—

Apenado por su amigo, Aiku decide dejarlo solo no sin antes decirle unas últimas palabras medio
en broma para tratar de relajarlo.
— Barou-chan, mira el lado positivo de que esté con otro omega. Quizás nunca tengas una
oportunidad con él pero ningun alfa la tendrá.— Menciona sonriente antes de irse.

Barou continúa con su entrenamiento de tiros restándole importancia a lo que dijo Aiku.

¿Qué clase de consuelo era ese?

Quizás nunca tenga que aguantar el aroma de un apestoso alfa sobre la persona que le gusta, pero
por lo menos no sentiría esta sensación de derrota absoluta. Ahora que sabe que a Isagi solo le
gustan los omega pierde cualquier pizca de oportunidad.

Patea la pelota anotando con un tiro desde lateral. Luego se detiene.

Por primera vez, Barou esta considerando aceptar la derrota...

No.

No lo hará.

Porque su objetivo nunca fue enamorar a Isagi. No, eso solo fue un bago deseo adolescente. Su
verdadero objetivo siempre fue derrotar a Isagi.

Y ese bastardo escapó de la cancha antes de que marcara su segundo gol.

Eso no puede quedarse así.

— Ya verás, inútil. La próxima vez te ganaré completamente.—

Sintiendo como un peso se le quitara de encima, camina tranquilamente en busca de la pelota.


-

Dos días después, las redes estallaron con la noticia de la relación de Isagi y Bachira.

Al principio había gente incrédula. Incluso con la existe de un video donde Bachira dice
expresamente que quiere acompañar a Isagi durante su celo y luego mostrando cuando besan,
todavía había personas que lo minimizaba a un acto típico de amigos omegas.

Pero incluso estos negadores no pudieron sostener su afirmación cuando Isagi y Bachira
anunciaron a sus compañeros que eran pareja.

Hubo varias reacciones por parte del público:

Estaban los conservadores que no entendían como dos omegas preferirían estar juntos antes que
con alguno de los alfas que lo rodeaban. También había quienes decían, a modo de burla, que al ser
dos omegas que juegan un deporte tan del alfa como es el fútbol obviamente les gustaran otros
omegas. Pero esos comentarios negativos eran callados frente a la inmensa cantidad de personas
que le deseaban lo mejor y estaban felices por ellos.

Al decir verdad, a Isagi le dolía la cabeza de solo leer a gente hablando de su relación. Siempre fue
alguien muy reservado y no estaba acostumbrada a que su privacidad fuera expuesta.

Bueno, debo acostumbrarme si quiero ser un futbolista reconocido. Se dijo a si mismo para
restarle importancia.

Aún así, estaba preocupado por Bachira. Pensó en llamarlo pero prefirió ir a visitarlo en el estrato
español. Luego de pedir su permiso de visita se dirigió hacia allí.

En el camino se encontró con algunos jugadores del Barcha y compañeros de Blue Lock. Algunos
le sonreían con picardía y otros le decían comentarios alargadores en cuanto a su relación, luego
estaba Otoya que lo trató normalmente con su típico saludo amigable de agitar su pulgar y meñique
extendidos.

También había unos pocos que lo miraron con recelo. Por lo que pudo intuir, que su abejita dejara
la soltería también rompió algunos corazones.

Avanzando un poco más llega a la cancha donde se encuentra su novio entrenando.

— Bachira.—

El mencionado se da vuelta, su cara demuestra una clara sorpresa antes de sonreír ampliamente.

— Isagi, no me dijiste que vendrías.—

— Si, quería sorprenderte.—

Bachira se acerca trotando hasta lanzarse encima de su pareja, quien lo recibe con gusto mientras
abraza su cintura. Luego de un largo abrazo no pudo evitar preguntar.

—¿Miraste las redes?—

— jajaaa~ si~ la gente ama el drama y hablar de chisme.—

Esa risa despreocupada le trajo alivio. Lo que menos quería era traerle angustia a la persona que
tenía entre sus brazos. Mirándolo a los ojos pudo ver una sincera tranquilidad.

— Isagi, no importa lo que otros diga. Lo importante es que estamos juntos.—

Su corazón no pudo evitar latir ante esas palabras. Le trajeron paz y seguridad de seguir adelante,
enfrentándose a todo. Rápidamente le dió un suave beso en los labios. No le importó si lo estaban
grabando, solo quería transmitir el amor que sentía.

Luego de unos segundos se separan. Bachira sale corriendo mientras reía dulcemente.

—¿Entrenamos?—
Isagi asintió sin dudarlo. Después de todo, jamas le negaría algo a su otra mitad.

A su alma gemela.

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