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Tips para diseñas una Web

Una de las cosas más fascinantes de la tecnología es que está en constante


desarrollo. Siempre hay cosas nuevas que aprender, los horizontes están en
constante expansión. Si quieres permanecer en el mercado, ya sea que te dediques al
diseño, al desarrollo o ambos, debes mantener “mente de principiante”, debes querer
aprender cosas nuevas. Claro que no te volverás un experto en todo, pero al menos
debes saber un poco de diseño, de desarrollo, de SEO, de estándares… esas son las
cosas que marcarán la diferencia… o no.

En fin, ni esta lista ni las que vienen pretenden -ni mucho menos- ser la última palabra
sobre este tema, hay cosas que faltan, cosas que pueden profundizarse y quizá cosas
inútiles. Si les place, me encantaría saber su opinión al respecto.

Nota: Este post es parte de una serie titulada Consejos para Enfrentar un Proyecto Web y
viene después de Intro.
Bien, comencemos con consideraciones que debemos tener en cuenta incluso antes de
comenzar a trabajar. Debo decir que esta lista la he hecho pensando en freelancers (porque
yo mismo lo soy), pero muchas de las cosas que están aquí son válidas para no-freelancers
también:

1. Procura hacer un cuestionario corto y preciso, que te permita luego


crear un brief.

La clave de un buen cuestionario es usar pocas preguntas, fáciles de contestar. Por


lo general, tu cliente quiere dejar la mayor parte del trabajo tedioso de tu parte;
además, si es una persona ocupada, no querrá agregar a su lista de tareas la de tener
que hacer grandes cuestionarios o supervisar lo que estás haciendo, así que lo mejor
para él (y para ti) es que le facilites lo más posible su parte del trabajo en la creación
del proyecto. Eso sí, una vez que tengas el brief listo, no olvides enviárselo para que
te dé su visto bueno.

2. Ten al menos una reunión con tu cliente para hablar sobre el


proyecto.

Esta puede ser presencial, vía telefónica u online (Skype, GTalk, Messenger, etc.)
La reunión no puede ser por escrito. No significa que todas deban ser de esta
manera, pero al menos la primera debe serlo. Todos sabemos que una conversación
donde pueda -al menos- escucharse la voz de la contraparte resulta más fluida y
productiva que una conversación escrita, que es más estructurada pero no permite la
inmediatez de la primera; a eso hay que incluir ese “extra” que significa el tono de
la voz y la capacidad de ganar la confianza de tu cliente a través de una buena
conversación. Si puedes tener un par de conversaciones más con tu cliente, no las
desaproveches. Ese tipo de contacto genera relaciones que duran en el tiempo (si te
portas bien, claro).

3. Prepara un contrato y no comiences el trabajo hasta tener la


aceptación del mismo, por escrito, de parte del cliente.

No hace falta tampoco que generes páginas y páginas para tu contrato, sólo procura
que no falten los puntos esenciales: Descripción del Proyecto, Presupuesto,
Forma(s) de Pago y Tiempos de cada etapa. Siempre es buena idea que te asesores
con alguien sobre las formalidades requeridas en tu país. Por supuesto, para que un

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