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El sentido disciplinar: por educación se comprende una práctica social concreta, bajo su
aspecto -en términos foucaultianos- disciplinar (Foucault, 2005), históricamente
emplazada tanto como hija de la Ilustración como de la modernidad.
La ilustración moderna, seria un empuje constante hacia el progreso. Los que critican
estas ideas de progreso: 1.la consideración de las consecuencias benéficas sobre la
humanidad. Segundo, tal marcha compulsiva hacia adelante no es lineal, lejos del hacer
al hombre mas humano, lo deshumanizan, tercero, el progreso crea formas de
destructividad inéditas y novedosas.
No formales: un espacio que respeta las formas curriculares pero no esta incluido en el
sistema educativo (aprendizaje optativo, habilidades técnicas.).
En relación a la educación desde una visión reduccionista del sujeto, implica tomar el
cuerpo colectivo como si se tratara de un
problemas del aprender surgen como novedosos a partir de la praxis pedagógica debido
a que antes que esta se despliegue masivamente, el intelecto humano nunca había sido
Las funcionalistas son las que consideran, a priori, que la sociedad propende en su
desarrollo al perfeccionamiento; en otras palabras, ve en el progreso un camino lineal
hacia el “jardín perfecto” de la modernidad. Por lo tanto, no cuestiona, no ve errores,
paradojas ni contradicciones. Aca se encuentra el reduccionsmo biológico, la cura de
cualquier alteración a travez de un fármaco o desde el modelo medico hegemonico.
Las teorías criticas tienen como denominador común el “desencantamiento del mundo”.
cuestionar el mencionado camino hacia el “jardín perfecto”. Estas teorías son críticas
con la ilustración en cuanto proceso ambiguo que aloja una relación entre lo aparente y
“lo oculto”, por tal razón se las suele nominar “pensamiento de la sospecha”.
El segundo momento postula que entre lo manifiesto y lo oculto se ubica algo así como
un mediador o código de desciframiento, es decir, la acción no es directa, sino que se
somete a un código interpretativo más complejo que en el caso anterior. Es el
psicoanálisis que mayormente se ve representado en este tiempo.
El tercer y último momento, se constituye a partir del cuestionamiento hacia los otros
dos, tanto en sus enunciados teóricos y epistemológicos como en las críticas hacia sus
consecuencias políticas. Por un lado, se sigue sosteniendo la crítica radical al
capitalismo, pero, por otro lado, se ataca firmemente la matriz dogmática en la cual
recayó el pensamiento marxista en su aplicación concreta.
Perspectivas de Psicología en Educación ante los escenarios contemporáneos
Las problemáticas diversas con las cuales la psicología en educación debe enfrentarse
en la actualidad debido a la gravedad y la violencia de las situaciones que se presentan
van en consonancia con las tendencias de nuestra época, donde el hacer pareciera ser
más efectivo que el pensar.
Los cambios que se presentan en nuestra época, en lo que respecta a la demanda y sus
formas de asistencia en la Psicología en Educación, se corresponden con una mutación,
que no es más que una profundización extrema de la biopolítica en sus tecnologías de
control. Esto se manifiesta en un conflicto sumamente complejo: bajo el árbol de la
consigna de la integración, la inclusión y el respeto por los derechos del niño, se
despliega la sombra de la biologización, la sedación y la adaptación de todo aquello que
perturba el orden, tanto en el aula, como en el campo social.
Uno de los riesgos mayores del ejercicio de la profesión del psicólogo en estos tiempos
es la medicalización. La medicalización impone un ritmo paulatino de inclusión laboral,
y abstenerse de ciertas prácticas implica el temor real de la pérdida del trabajo. Ese
nuevo régimen de alienación, en términos clásicos marxistas, corroe la capacidad crítica
de discernir entre prácticas que se inscriben en un enfoque crítico, de otro funcional.
Creo que este es el desafío de nuestra época.
Epidemia y biopolítica: Las pandemias son una pieza para el progreso, se las ha tratado
a lo largo de la historia de modo diferente, hoy en da se las entiende por su correlato con
lo biológico, al modo de Foucault. Actualmente la pandemia, las medidas adaptadas por
el estado visibilizan el poder biopolítico estructurante.
Desde Freud, la cultura encierra una paradoja, por un lado, ampararnos, pero por el otro
hacernos padecer las consecuencias de nuestra renuncia a lo pulsional.
Educar en pandemia: implica pensar que tipo de sufrimiento supone la pandemia, los
niveles educativos se trasladaron al campo de lo virtual (la conectividad) que es
insuficiente para suplir el espacio en tiempo físico. (es un nuevo régimen de exclusión e
inclusión. Las desigualdades sociales en argentina quedaron aun mas expuestas en este
periodo de pandemia. Una pregunta de la educación es de qué manera la incidencia de
las redes sociales en la vida privada de las personas impacta en la psique, con que
recursos psíquicos elaboramos tales caudales de información.
De esta manera, su investigación pone en relieve que fueron las instituciones modernas
las que transformaron al cachorro humano en un objeto frágil,inocente, dócil y
postergado al futuro.
La infancia no puede menos que verse conmovida ante las nuevas tecnologías de poder
que las conforman, les dan cuerpo y las cualifican. Las diferentes prácticas que se
sostienen haciendo centro de su interés en los niños, producen efectos sociales y
subjetivos, construyen identidades, consolidan un imaginario social. Los niños son un
objeto privilegiado del Mercado y vemos una peligrosa tendencia a la clasificación de
sus modos de comportamiento que se acompaña de la creciente medicalización de los
padecimientos. Las preguntas que se inauguraron desde la modernidad y que
constituyeron al niño en un enigma a desentrañar, aun desde las vertientes más
positivistas,
se desvanecen hoy ante respuestas certeras de una ciencia que pretenden reducir la
complejidad del sujeto a fórmulas comportamentales.
En un texto clásico, Althusser denominó “Aparatos Ideológicos del Estado” a una serie
de instituciones que a través de la ideología buscan reproducir los modos de producción.
El producto, el ciudadano, reproduce aquello que lo produce, vale decir, el estado
produce un sujeto que reproduce al Estado. Entonces éste, no sólo es una organización
de prácticas sino una concepción del mundo, de la continuidad de la existencia, una
certeza acerca del modo de funcionar de la realidad, que instala una relación recursiva
entre producto y productor. En síntesis: la modernidad sólida mantiene tensiones entre
antinomias inclusión- exclusión, ciudadano-Estado. A esta modalidad se la ha
denominado Estado paternalista. La violencia es monopolizada por las formas estatales
y el padre en la escena familias, bajo mecanismos de significación que ocultan la
violencia, o el fin de la misma. El malestar de la cultura se da en la confrontación de las
pulsiones y la cultura. La destitución de lo tradicional: la Modernidad Líquida (el modo
en el que opera la violencia blanca). Lo que Bauman llama derretimiento de la M.S. nos
habla de un modo de ser del Estado, ya no como figura sólida sino líquida, cuyas
propiedades físicas serían opuestas a la solidez. La Estatalidad líquida tendría a
diferencia de la sólida: tendencia a la dispersión, al derrame, un estado fluido, tendencia
a la evaporación. Lewkowicz habla de “desfondamiento del Estado”, como el proceso
de pasaje de la condición sólida disciplinar basada en los AIE (aparatos ideológicos del
estado) a la líquida, cuya subjetividad es producto de la lógica del mercado. Al decir
“desfondamiento” no quiere decir “muerte del estado” ya que sus AIE siguen en pie, lo
que no se sostiene es el marco que contiene, por lo tanto, los AIE pierden su
consistencia como tales junto a las teorías basadas en la solidez. Estos operan en el
vacío o fragmentariamente, rompiéndose el principio recursivo de los AIE, y la eficacia
de los marcos teóricos en sus intervenciones tradicionales. Hay un cambio de
consistencia que implica repensar los postulados teóricos diseñados para funcionar
dentro de la solidez. En el pasaje de la modernidad sólida a la líquida el producto no
reproduce al productor. El individuo ha vencido, se ha emancipado del Estado bajo el
precio de haber quedado solo. La solidez tenía una legalidad trascendental, la liquidez
es inmanente, se rompe el orden dicotómico del primero, el modelo panóptico
disciplinar, el ciudadano deviene consumidor, el primero tiene derechos y obligaciones,
el segundo: poder adquisitivo. La lucha ya no es por la inclusión o la exclusión sino por
existir. La población deviene superpoblación, no hay adentro ni afuera, se existe o no,
todo individuo está sometido a las mismas condiciones de existencia. En la solidez el
agente de violencia era el Estado; en la fluidez no habría un agente de violencia
delimitado sino contingente, no habría operatoria de exceso sino de vacío o déficit, no
hay ocultamiento sino encandilamiento. Por lo tanto, las intervenciones destinadas a
develar lo oculto se tornan funcionales a un sistema que devela todo el tiempo todo. La
violencia blanca denota un inmenso no lugar, un vacío de sentido en torno a las
prácticas y sus operatorias desarticuladas. Los efectos de la condición superflua serían
las nuevas demandas en la clínica que impactan en la escena de la constitución psíquica.
En el campo social esto se manifiesta a través de modos perversos de existencia, el
trabajo ad-honorem, sistemas de formación fraudulentos que ofrecen pasantías de
especialización sin remuneración, etc. En síntesis, formas que adquiere la existencia en
donde el sujeto está sólo sin una instancia organizada que lo sostenga más que los
vínculos que el individuo puede establecer situacionalmente, que más que hablar de
condiciones de explotación, estas son vividas por el protagonista como formas de
intentar existir, habitar una identidad.
La pedagogía nueva: Estas críticas dieron origen a otra teoría de la educación, la cual
mantenía la creencia en el poder de la escuela y en su función de igualación social, con
lo cual quedan en pie las esperanzas de corregir la marginalidad. Si la escuela no venia
cumpliendo esta función, se debía a que el tipo de escuela tradicional era inadecuada.
Toma cuerpo un amplio movimiento de reforma llamado “escuela nueva”. La
marginalidad deja de ser vista desde el ángulo de la ignorancia, el marginado ahora es el
rechazado. Alguien no esta integrado cuando no se siente aceptado por un grupo.
Algunos de los principales representantes de la pedagogía se comenzaron a preocupar
por los “anormales” (como Decroly y Montessori). Con esto se pretendió generalizar
procedimientos pedagógicos para el conjunto del sistema escolar. Aparece una especie
de bio-psicologización de la sociedad, de la educación y de la escuela, donde la
anormalidad biológica se asocia a la anormalidad psíquica. Se forma una pedagogía que
aboga por un tratamiento diferencial a partir de las diferencias individuales, con la
concepción de que todos los hombres son diferentes, por lo tanto, la marginalidad no
puede ser explicada por esta diferencia, sino mas bien por el sentimiento de rechazo. La
educación será in instrumento de corrección de la marginalidad en la medida que
cumpla con la función de ajustar, inspirando en los individuos el sentimiento de
aceptación de los demás y respeto de la individualidad. En comparación con la
pedagogía tradicional, se desplaza el eje del intelecto al sentimiento, del aspecto lógico
al psicológico, del profesor hacia el alumno, del esfuerzo hacia el interés, de la diciplina
a la espontaneidad, considerando que lo importante no es aprender, sino aprender a
aprender. En lugar de clases confiadas a maestros que dominaban grandes áreas de
conocimiento y los trasmitían, ahora debe agrupar a los alumnos según áreas de
intereses. El profesor es un estimulador y orientador del aprendizaje, el cual será una
consecuencia espontanea. Este tipo de escuela, sin embargo, no consiguió alterar el
panorama organizativo, porque requería costos más elevados que los de la escuela
tradicional. La Escuela Nueva se organizó en forma de escuelas experimentales, muy
bien equipadas y para grupos pequeños de elite. Sin embargo, este ideario penetro en la
cabeza de los educadores, generando consecuencias en las redes escolares tradicionales.
Las consecuencias fueron negativas, ya que al provocar el aflojamiento de la diciplina y
la despreocupación por la trasmisión de conocimientos, acabo por rebajar el nivel de la
enseñanza destinada a las capas populares, las cuales solo tienen a la escuela como
medio para acceder al conocimiento. Con lo cual, en lugar de resolver el problema de la
marginalidad, la Escuela Nueva lo agravo. Desplazo el eje de preocupaciones del
ámbito político (relativo a la sociedad en su conjunto), al ámbito técnico pedagógico
(relativo al interior de la escuela).
Teoría del sistema de enseñanza como violencia simbólica: Esta teoría se desarrolla en
la obra de P. Bourdieu y J.C Passeron, en su libro donde hablan de los fundamentos
sobre la violencia simbólica. No se trata de un análisis de la educación como hecho
social, sino de la explicación de las condiciones lógicas de posibilidad de toda y
cualquier educación para toda y cualquier sociedad y toda y cualquier época. El axioma
fundamental que enuncia la teoría de la violencia simbólica se aplica al sistema de
enseñanza, definido como una modalidad especifica de violencia simbólica, a través de
la acción, la autoridad y el trabajo pedagógicos. Toda y cualquier sociedad se estructura
como un sistema de relaciones de fuerzas materiales entre grupos o clases. Sobre la base
de la fuerza material y por su determinación se encuentra un sistema de relaciones de
fuerzas simbólicas, cuyo papel es reforzar las fuerzas materiales. En este sentido, todo
poder de violencia simbólica, es decir, todo poder que impone significados, disimulando
las relaciones de fuerzas que están en la base, añade su fuerza simbólica para reforzar la
violencia material, produciendo y reproduciendo el conocimiento de la dominación y el
desconocimiento de su carácter de violencia explicita. Así, la violencia material
(dominación económica) ejercida por las clases dominantes sobre las clases dominadas,
corresponde a la violencia simbólica (dominación cultural). La violencia simbólica se
manifiesta como la formación de opinión publica a través de los medios de
comunicación, la predica religiosa, la actividad artística, la propaganda, la educación
familiar. Los autores se centran en la acción pedagógica institucionalizada, la cual es la
imposición arbitraria de la cultura de las clases dominantes sobre los dominados. Esta
imposición, para ejercerse, implica una autoridad pedagógica, esto es un poder arbitrario
de imposición, que, por ser reconocido como tal, se encuentra reconocido como
autoridad legítima. Esto se realiza a través del trabajo pedagógico, cuyo objetivo es
generar la interiorización de los principios de la cultura. La función de la educación,
claramente, es la reproducción de las desigualdades sociales. Por la reproducción
cultural, ella contribuye específicamente a la reproducción social. Según esta teoría,
marginados serian los grupos o clases dominados: Marginados socialmente por no
poseer fuerza material (capital económico) y marginados culturalmente porque no
poseen fuerza simbólica (capital cultural). La educación, lejos de ser un factor de
superación, constituye un elemento reforzador de ella. Todo intento de utilizarla como
instrumento para superar la marginalidad es la forma a través de la cual disimula su
función de marginación. Todos los esfuerzos, incluso los de las clases dominadas,
revierten siempre en el reforzamiento de los intereses dominantes.
prisiones) ✓ Los aparatos ideológicos del estado (AIE) (religioso, escolar, familiar,
jurídico, político, sindical, de la información, cultural) El aparato represivo del estado
funciona masivamente por la violencia y secundariamente por la ideología; mientras que
los aparatos ideológicos lo hacen a la inversa. La ideología existe siempre arraigada en
prácticas materiales reguladas por rituales materiales definidos por instituciones, es
decir que la ideología se materializa en aparatos. Althusser marca que el aparato
ideológico del estado, que fue ubicado como dominante en las formaciones capitalistas,
luego de la violenta lucha de clases contra el antiguo aparato ideológico del estado
dominante, es el aparato ideológico escolar. La escuela constituye el mejor instrumento
para la reproducción de las relaciones de producción capitalistas, para esto atrae a niños
de todas clases sociales y les inculca por años “saberes prácticos” que son obligatorios,
envueltos en la ideología dominante. Se trata de reproducir las relaciones de
explotación. La marginación se inscribe en el propio seno de las relaciones de
producción, que se basan en la expropiación de los trabajadores por los capitalistas.
Marginación es la clase trabajadora. El AIE escolar, en lugar de ser un instrumento de
igualación social constituye un mecanismo construido por la burguesía para garantizar y
perpetuar sus intereses. Althusser no niega la lucha de clases, pero cuando describe el
funcionamiento del AIE escolar, las luchas quedan prácticamente diluidas, por el gran
peso que adquiere la dominación burguesa. La lucha de clases resulta heroica, pero sin
gloria ya que no tienen chance de éxito.
MODERNIDAD
Esfera del poder: El poder, dice la autora, pasó de tener una direccionalidad descendente
a una ascendente. Durante el medioevo y el absolutismo (siglos XI al XVIII), el poder
político se fundamentó en un principio metafísico o natural que le otorgaba al poder de
los que mandaban una direccionalidad descendente: era Dios o el Orden natural el
origen y la fuente de su poder. Dado que este era el origen del poder, estaba fuera del
alcance de los hombres cuestionar la legitimidad del mandato y realizar acciones
destinadas a cambiar tanto las cabezas del gobierno como el contenido de sus mandatos.
Las democracias modernas, en cambio, construyen un sentido ascendente para el poder
político cuando depositaron la soberanía en el ciudadano. La democracia adolece de una
debilidad en su legitimación que exige el montaje de dispositivos especiales para
contrarrestarla. Si el poder se origina en el pueblo y resulta de la voluntad contractual de
los ciudadanos, entonces estos mismos tienen la posibilidad de cuestionar tanto al orden
social como el político. El sistema carece del sustento legitimador que antes le
proporcionaba la religión o la tradición. Se seculariza el orden social y político.
Esfera económica: El origen del capitalismo suele atribuirse al crecimiento del capital
mercantil y el comercio exterior. La fase industrial se abrió con el auge de la maquinaria
motriz que se conoce como revolución industrial. El desarrollo del industrialismo
estuvo acompañado por un desarrollo paralelo de las ciencias y tuvo un profundo
impacto en la conformación de una nueva sociedad. Cabe señalarse la consolidación de
la burguesía como clase dominante y la constitución de lo que se llama sociedad
burguesa. El desarrollo industrial estuvo acompañado de los sistemas educativos, es
decir, que la organización escolar aporto al disciplinamiento de sus alumnos en relación
a las necesidades de disciplina de la producción industrial. En el caso de Argentina, el
sistema educativo estuvo asociado a la consolidación del Estado Nacional y a un
proyecto de dominación basado en la extensión de la ciudadanía a la población.
GLOBALIZACION
Época histórica: El origen del fenómeno de globalización no está claro, pero se puede
rastrear desde la crisis del modelo de desarrollo Keynesiano en los años 70, debido a
que la tecnología brindo al capitalismo la posibilidad de emanciparse de las exigencias
de los trabajadores y del consumo interno, y se comenzó a cuestionar la idea de seguir
manteniendo el gasto social del estado. Se planteo entonces, que un estado en continua
expansión requería de un permanente aumento de la extracción impositiva, y desde
muchos sitios se hicieron propuestas destinadas a privatizar el estado. La globalización
se intensificó desde los años 80 por los avances en el transporte y la tecnología que
facilitaron el movimiento de bienes, servicios, capitales, información y personas por el
mundo. También en este periodo, Regan en EEUU y Thatcher en Inglaterra,
proporcionaron políticas de privatización que luego fueron difundidas y adoptas en
América Latina durante la década de los 90’. De esta manera, los sectores no
gubernamentales deben hacerse cargo de una gran parte de las funciones que estaban a
cargo del estado.
Esfera del poder: a era de globalización del orden mundial afecto fuertemente la
soberanía de los estados nacionales. Esto se debe a que, por un lado, hay una
disminución de la capacidad del Estado para controlar el conjunto de procesos
económicos y sociales que afectan a quienes habitan ese territorio, y, por otro, se da un
estrechamiento de los márgenes de autonomía para definir políticas públicas. En
Argentina, en la década de los 90’, la primacía otorgada al mercado como organizador
del campo social modifico las funciones del Estado y debilito su papel como articulador
de sentidos. Hace que el Estado se corra de la esfera pública y se coloque como
proveedor de las condiciones sociales y políticas requeridas por el modelo de desarrollo
vigente. Desde esta perspectiva, el Estado deberá controlar el conflicto social y
desarrollar políticas sociales que atiendan a las crecientes tendencias expulsivas del
mercado, sumado a controlar con represión la delincuencia que surge de la ampliación
de la marginalidad. También apoyar a la expansión de las esferas controladas por el
mercado, Introducir sus valores y generar espacios de formación de los recursos
humanos que el mercado necesita. Así el estado deja de ser un actor capa combinar
intereses particulares a favor de un interés abarcador de todos los que se ponen en juego
en la sociedad. Por el contrario, aparece como operador de intereses particulares y es
incapaz de incorporar una gran parte de la población a la red social.
Debemos tener en cuenta que nuestro continente está atravesado por profundas
condiciones de desigualdad económica, social y cultural, en suma, los excluidos
estructurales del mercado de producción y consumo son productos de políticas que
buscaron ese fin. ¿Qué consecuencias en la salud mental producen estas condiciones
socioeconómicas e históricas?
Esta pedagogía termina de producir un sujeto al que se le impone obedecer; con esta
educación el niño es acosado, pero como la misma comienza desde muy temprano por
lo general ha sido olvidada por el sujeto.
- Puigrós, A.: Qué Pasó en la educación argentina (cap. IX)
De la dictadura al presente
Tres flagelos asediaron a la educación a partir del golpe militar que derrocó a Isabel
Perón en 1976: la represión dictatorial, el desastre económico-social y la política
neoliberal. Estos factores sumados produjeron la situación más grave vivida en cien
años de educación pública en la Argentina, echaron abruptamente del sistema educativo
a los nuevos pobres y aumentaron los problemas endémicos, como la deserción escolar
y la repitencia. Los síntomas más graves fueron la reaparición del analfabetismo, un
problema ya casi inexistente en el país, y el enorme aumento de la delincuencia infanto-
juvenil, que acompaña otro nuevo problema, el de los centenares de "chicos de la calle".
La voluntad de los docentes y directivos no alcanza para superar los problemas
edilicios, presupuestarios y burocráticos, y para contener a los adolescentes que
provienen de una sociedad en la cual los valores fundamentales se están perdiendo sin
ser sustituidos por otros nuevos.
Dictadura en la educación: a. La derecha peronista atacó al Ministerio de Educación del
doctor Jorge Taiana, quien debió renunciar en 1974.
La oligarquía, los sectores financieros, los capitales transnacionales y las fuerzas
armadas se proponían acabar con la alteración de las normas de vida tradicionales y la
convulsividad crítica de la sociedad, como condición para regresar al pasado. Pero el
viejo país de las vacas gordas y la escuela sarmientina ya no podía resucitar.
El 24 de marzo de 1976, se produjo el golpe de Estado, apoyado por sectores civiles
adversos a los cambios. La represión más brutal de la historia argentina actuó contra el
movimiento obrero atacando sus bases económicas y sociales de sustentación y sus
expresiones políticas y sindicales, y contra el conjunto de las vertientes progresistas y
de los grupos revolucionarios. La dictadura produjo decenas de miles de muertos,
desaparecidos, presos y exiliados. La figura del desaparecido pasó a ocupar un lugar
siniestro en el imaginario de los argentinos y marcó una huella profunda en su cultura.
La dictadura consideró la educación un campo que había sido especialmente apto para
el florecimiento de la "subversión". Para contrarrestar tal antecedente, supo establecer
una profunda coherencia entre la política económico-social, la represión y la educación
Se levantan algunas voces: Durante los primeros años de la dictadura, las críticas a la
gestión educativa del gobierno expresaban sobre todo las diferencias existentes en el
seno del bloque dominante y sus aliados más cercanos. La Federación Universitaria
Argentina se reorganizó cuando aún seguían las persecuciones a estudiantes. En marzo
de 1980 comenzaron a resurgir las comisiones organizadoras de los centros de
estudiantes, luchando por reivindicaciones específicas y participando de actos de
resistencia popular, tales como la Marcha a la Iglesia de San Cayetano, convocada por
la Confederación General del Trabajo contra el régimen. En la misma época, algunos
centros de estudiantes retomaron experiencias de alfabetización y apoyo comunitario
que comenzaban a realizarse nuevamente en parroquias o con militantes de base
independientes, experiencias que habían quedado interrumpidas desde la instalación de
la dictadura militar.
Rodríguez entregó la política educativa nacional a las directivas de equipos externos que
conocían superficial y en ocasiones prejuiciosamente nuestra realidad, pero que poseían
la fuerza otorgada por información convenientemente clasificada y fondos
internacionales condicionados a la ejecución de las reformas que indicaran.