Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El surgimiento y posterior consolidación del estado nación liberal estuvo íntimamente vinculado con
la posibilidad de desarrollar los sistemas educativos nacionales. A partir de entonces la educación
fue concebida más como un servicio público y como una necesidad del estado que como un derecho
individual a la vez el estado débil hacerse cargo de muchas de las funciones educativas que hasta el
momento desempeñaba la iglesia e inculcar por este medio los valores liberales y democráticos.
El principal mérito del estado benefactor fue haber transformado la educación en un derecho social
y por lo tanto haber generado, las condiciones para que efectivamente se universalizara. A medida
que se fueron conformando los estados nacionales las sociedades europeas generaron sistemas
educativos que se constituyeron en uno de los principales factores de integración política, de
identidad nacional, de cohesión social, de transmisión de los valores de la clase dirigente y de
selección y legitimación de las elites dominantes.
Una de las principales características fue la fuerte relación entre estado, sociedad y educación a lo
largo del siglo. En cada periodo histórico esta relación se articuló en torno a modelos educativos
dirigidos a atender las prioridades sociales definidas como tales principalmente por quienes tuvieron
a su cargo la conducción del aparato estatal.
A diferencia del estado liberal- nacional europeo, el estado en américa latina se consolido como
estado oligárquico, es decir, como una organización donde solo tuvo posibilidad de participar el
sector dirigente de la sociedad. Este grupo estuvo constituido por una alianza entre productores de
bienes para el mercado, exportadores e importadores y financistas.
En aquellos países que tuvieron poco que ofrecer a la demanda internacional, tendieron a replegar
su forma de organización, política, económica y social hacia el pasado. No resulto necesaria la
educación para la producción y tampoco como mecanismo de legitimación política.
Los países como argentina integro el grupo de países que ha sido denominado como “modernización
temprana”. Fueron los países menos marcados por la etapa colonial, más influidos por una larga y
heterogénea inmigración europea que presentaron aptitudes ecológicas para producir aquellos
bienes altamente demandados por las economías centrales. Fue necesario integrar importantes
sectores sociales al modelo productivo e incorporar un volumen significativo de mano de obra a
partir de la inmigración.
En estos países con mayor heterogeneidad y fluidez social exigió una presencia más importante del
estado como agente integrador y hegemónico. Lo que implicó una apertura del estado a la
incorporación de nuevos sectores sociales en la conducción del poder público, denominado “orden
conservador”. Un modelo excluyente en lo económico y lo político, encontró en la educación el
mecanismo más idóneo para integrar y modernizar las sociedades; el sistema educativo se
constituyó con características fuertemente estatistas y centralizadoras. En su dinámica concreta
fortaleció al estado en la búsqueda de una homogeneidad formal que no correspondió con una
realidad social marcadamente desigual y heterogénea.
Es posible afirmar que para nuestro país la función encomendada al sistema educativo en sus
orígenes estuvo vinculada más a la esfera de lo político que de lo económico, ya que jugó un papel
importante en la integración social, la consolidación de la identidad nacional, la generación de
consenso y la construcción del propio estado.
a) La estructura escolar permitió generar un sistema de estratificación social acorde con los
intereses de los sectores dirigentes. Una base numerosa donde se distribuyen los elementos
básicos para establecer un núcleo homogeneizador de contenidos culturales compartidos. El
sistema de enseñanza media más restringido que dotaba de personal idóneo para la
administración pública y al sector de transportes y servicios, y por otro seleccionaba a la
elite que se incorporaba al sector de dirección de la sociedad y del aparato estatal.
b) La vinculación con la economía se estableció a partir del papel ideológico del sistema
educativo. Una estructura y un curriculum excesivamente centralizados y elaborados desde
el puerto, contribuyo a que el proyecto económico agroexportador de la generación de los
80 adquiriese rápida hegemonía en todo el territorio nacional. Los sectores medios
encontraron en el sistema educativo una alternativa eficaz para aumentar sus posibilidades
de participación.
Con el inicio del siglo XX estas iniciativas fueron perdiendo peso frente a la expansión del
sistema educativo oficial y quedando cada vez más bajo control del estado que se constituyó
en el principal y casi excluyente agencia educativa.
En esta etapa de génesis del estado nacional se generó esta contradicción entre los ideales
del liberalismo cuyos principios educativos estuvieron planteados en la constitución nacional
y en la ley 1420 y un modelo económico, político y social, que a pesar de mostrarse
modernizador no logro incorporar a grandes sectores de la población.
Una de las principales consecuencias de esta contradicción fue el papel que comenzaron a
desempeñar los sectores medios, estos grupos fueron los que posteriormente encabezaron
los reclamos por producir un proceso democratizador similar al de la estructura del poder
político. La segunda consecuencia fue que a pesar de los grandes esfuerzos realizados para
alcanzar la ampliación de las oportunidades educativas no alcanzo a los sectores más
postergados de la población.
Las principales diferencias con el modelo anterior fue que en e estado oligárquico liberal, la
intervención oficial en materia educativa constituyo una excepción respecto a la abstención
de participar en otras políticas sociales. En el caso del modelo benefactor, significo una de
las estrategias que formo parte de una política social más general dirigida a incorporar a
nuevos sectores a la participación social. En este contexto la educación fue incorporada non
solo como un derecho de los ciudadanos sino también como estrategia de capacitación de
mano de obra para satisfacer la demanda de la surgente industria. La “formación de
ciudadanos” fue remplazada por la idea de “formación para el trabajo”. De la mano de la
teoría de capital humano la educación dejo de ser vista como un gasto y paso a ser una
inversión.
A partir del derrocamiento de perón esta concepción se profundiza con el surgimiento del
modelo de estado desarrollista, que ante una realidad en la que no parecía posible la idea de
crecer y distribuir al mismo tiempo, centro su acción en la promoción y conducción del
desarrollo económico, según esta perspectiva la recuperación del crecimiento será el motor
que permitirá consolidar la democracia política, la justicia social, y la modernización de la
sociedad. Estas concepciones economicistas de la educación como inversión fueron
hegemónicas hasta la década del 70. Con el posterior derrocamiento de Arturo Frondizi, la
nueva alianza integrada por sectores empresariales más vinculado al capital extranjero,
concibió a la participación de los sectores populares como un peligro para el modelo de
acumulación propuesto. La restricción de la participación política a través de la democracia
condicionada o de los gobiernos militares que el signo del principal periodo.
En el periodo de en qué los gobiernos militares el modelo definido por Guillermo O’ Donell
como estado burocrático autoritario, la combinación entre el discurso modernizante
económico y la aplicación de las teorías de seguridad nacional en lo político también impacto
en el deterioro de la calidad educativa. La intervención de las universidades 1966, la
discriminación ideológica y política en los contenidos curriculares y en la selección de
maestros y profesores y el éxodo masivo de docentes e investigadores al exterior son el
ejemplo de la mencionada contradicción.
La segunda de las funciones políticas está vinculada con la distribución de ideologías que
explícita o implícitamente se efectuó a través del sistema educativo. Esta función fue
claramente manifiesta en los contenidos ideológicos- partidarios que contuvieron tanto el
diseño curricular como los textos de la época peronista. El gobierno también utilizo al
sistema educativo para distribuir sus concepciones políticas, visible en los cambios del
diseño curricular, como en las practicas escolares, la acentuación del carácter burocrático,
jerarquizador y disciplinador de las normas permite observar el rol encomendado a la
escuela en torno a la construcción de un orden autoritario.
El periodo del modelo de estado benefactor concluirá sin que las promesas en torno a las
funciones del sistema educativo se cumplieran totalmente. La escolaridad se expandió en
forma notable, sin embargo, muchos niños todavía quedaban fuera del sistema escolar. El
rendimiento del sistema también mostraba grandes déficits ya que en la escuela media la
mitad de los alumnos abandonaban la escuela.
A mediados de la década del 70, este modelo a nivel internacional comenzó a mostrar
marcados signos de agotamiento, con la imposibilidad de sostener políticas redistributivas
en el marco de profundas crisis fiscales, agravadas por la brusca subida de los precios del
petróleo provoco que por primera vez no era posible salir de la crisis a partir de la
intervención del estado.
En nuestro país tres gobiernos administraron la crisis del estado benefactor, el Gob.
Peronista (1973-76), el gobierno militar (1976-83), y el radical (1983-89). Aplicando políticas
diferentes comienzan a generar las condiciones para el posterior surgimiento del estado
post-social.
a) Educar para la liberación (1973- 74)
De acuerdo a lo afirmado por tiramonti es posible afirmar que las principales políticas
desarrolladas en este periodo fueron, la clausura de los mecanismos de participación
social en la conducción y orientación del sistema de enseñanza, el disciplina miento
autoritario de todos los agentes comprometidos en la actividad educativa y la
transferencia de la lógica burocrática al ámbito escolar.
Este gobierno genero las condiciones pata que la crisis del estado benefactor adquiriera
características irreversibles, dos factores parecen ser determinantes:
La década del 80, fue definida por la CEPAL como la década perdida para américa latina. El PBI por
habitante descendió, también descendieron la tasa de inversión. La tasa de inflación, el
endeudamiento externo y la desigual distribución de la riqueza, se colocaron entre los más altos del
mundo. El estado benefactor se encontraba en una crisis sin precedentes. En lo administrativo se le
atribuye un alto nivel de ineficiencia, de burocratización y de centralismo. En lo social se le critica la
escasez de recursos para distribuir y su tendencia a favorecer las tendencias asistenciales. En lo
político se cuestiona su capacidad para sostener la gobernabilidad en el marco de las demandas
corporativas y sectoriales insatisfechas. En lo económico se señala su imposibilidad de sostener el
pleno empleo. La marcada tendencia hacia la globalización también disminuye la capacidad de
decisión del estado nacional.
El estado emergente ha sido denominado de diferentes formas: estado post- social, estado
neoliberal, estado democrático liberal, etc. Se trata de un estado que abandona su papel interventor
en la economía para pasa a cumplir un rol de garante de las reglas de juego, privatizando sus
empresas y transfiriendo al mercado la capacidad de conducir el modelo de desarrollo y de
distribución de bienes, tiende a favorecer un modelo de acumulación orientado más a la
competitividad externa que al mercado interno. Fija como uno de sus objetivos principales el
equilibrio fiscal reduciendo el gasto público y aumentando su capacidad de recaudación impositiva.