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DERECHO

CONSTITUCIONAL

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TEMA # 11

SEPARACION DE PODERES

Cabe señalar que el artículo 12 de la Constitución Política del Estado,


claramente establece que: “el Estado se organiza y estructura su poder
público a través de los órganos Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral.
La organización del Estado está fundamentada en la independencia,
separación, coordinación y cooperación de estos órganos”; lo que significa
que ningún Órgano del Estado es superior al otro, sino que todos son iguales en
jerarquía, cada uno con sus funciones específicas.

En este sentido, revisando las ideas del profesor italiano Riccardo Guastini[1], en
su ensayo denominado: “Los Poderes del Estado ¿separados o equilibrados?”,
realiza algunas precisiones importantes sobre esta temática[2].

Así, por ejemplo, en el acápite referido a la Separación de Poderes, el profesor


Guastini sostiene que, en sentido estricto, el modelo de la separación de los
poderes resulta de la combinación de dos principios: 1) el principio
de especialización de las funciones (que atiende a la distribución de las funciones
estatales), y 2) el principio de independencia recíproca de los órganos (que se
refiere a las relaciones entre los órganos competentes para ejercerlas). En otras
palabras, “separar” significa “especialización” cuando está referido a las
funciones; y también significa otorgar recíproca independencia, cuando se
refiere a los órganos.

A) En lo que respecta a la especialización de las funciones, una función puede


decirse “especializada” cuando es ejercida por un cierto órgano (o conjunto de
órganos) de modo exclusivo. Entonces, una función es especializada -es decir,
constituye atribución exclusiva de un órgano dado- sólo si existen reglas que
prohíban a cada órgano del Estado: 1) ejercer aquella función; 2) interferir en el
ejercicio de esa función por parte del órgano al que está atribuida
(obstaculizando o impidiendo el ejercicio), y 3) privar de eficacia los actos de
ejercicio de esa función.

Así por ejemplo: se puede decir que la función legislativa es especializada, a


condición de que: a) esté prohibido a los jueces y al Ejecutivo producir normas
(generales y abstractas); b) esté prohibido a los jueces anular (o negar la
aplicación de) actos legislativos (incluso si son inconstitucionales), y c) esté
prohibido al Ejecutivo oponer el veto a la promulgación de actos legislativos. Así
también, se puede decir que la función jurisdiccional es especializada a
condición de que esté prohibido al Legislativo y al Ejecutivo resolver
controversias y, además, que esté prohibido al Legislativo y al Ejecutivo privar a
una decisión jurisdiccional de la autoridad de cosa juzgada. Finalmente, se
podrá decir que la función ejecutiva es especializada con la condición de que esté
prohibido al Legislativo cumplir actos de ejecución material y/o adoptar
medidas individuales o concretas, como también privar retroactivamente de
eficacia actos del Ejecutivo, y que esté prohibido al Judicial anular actos del
Ejecutivo. (Guastini, 2010)

B) En lo que se refiere a la independencia de los órganos, dos órganos pueden


decirse recíprocamente “independientes”, cuando cada uno de estos está libre de
cualquier interferencia por parte del otro en cuanto a su formación, a su
funcionamiento y a su duración. Entonces, un órgano (A) es independiente de
otro órgano (B), si, y sólo si, el titular de A no es nombrado por B, y, además, el
titular de A no puede ser revocado por B.

Así por ejemplo: se puede decir que el Ejecutivo es independiente del


Legislativo, con la condición de que: a) el Ejecutivo no sea nombrado (elegido)
por el órgano Legislativo, y b) no pueda ser revocado (por pérdida de confianza)
por el órgano Legislativo. Así también, se puede decir que la Asamblea
Legislativa es independiente del Ejecutivo, con la condición de que: a) sus
miembros no sean nombrados por el Ejecutivo, y b) no pueda ser disuelta por el
Ejecutivo. Finalmente, se podrá decir que el Judicial es independiente de los
otros dos órganos, con la condición de que los jueces: a) no sean nombrados por
el Ejecutivo ni por la Asamblea Legislativa, y b) no puedan ser revocados o
removidos o por el Ejecutivo o por la Asamblea Legislativa. (Guastini, 2016)

Como se puede ver, muchas de estas condiciones precisadas acertadamente por


el profesor italiano, lamentablemente no han sido recepcionadas en el contexto
boliviano, dado que por mandato constitucional: si bien las Magistradas y los
Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia serán elegidas y elegidos
mediante sufragio universal, la misma Constitución establece que: “Serán
elegidas y elegidos las candidatas y los candidatos que obtengan mayoría simple
de votos. La Presidenta o el Presidente del Estado ministrará posesión en sus
cargos” (art. 182). Así también, la Constitución prevé que la Asamblea Legislativa
Plurinacional, por dos tercios de votos de los miembros presentes, elegirá a seis
de los miembros del Órgano Electoral Plurinacional, y que además: “La
Presidenta o el Presidente del Estado designará a uno de sus miembros” (art. 206).

Entonces, es evidente que en algunos casos, la configuración constitucional


perjudica seriamente la vigencia y efectividad del principio de separación de
funciones, establecido por la misma Constitución, que requiere una revisión en
este aspecto, debiendo evitarse que el Presidente siga designando y
posesionando autoridades, porque ello afecta seriamente la independencia que
debe existir entre todos los órganos del Estado.

[1] Riccardo Guastini es uno de los más destacados exponentes de la llamada “Escuela Genovesa”, dedicada
sobre todo a exponer una sólida teoría analítica del derecho. Discípulo de Giovanni Tarello y de Norberto
Bobbio, Riccardo Guastini ha dedicado muchos de sus textos a temas de teoría general del derecho; en
particular, han sido muy afortunadas sus aportaciones sobre las fuentes del derecho y sobre la
interpretación de las normas jurídicas. En este enlace se pueden encontrar una serie de libros y artículos
para lectura en PDF: http://www.miguelcarbonell.com/docencia/Riccardo_Guastini_jurista.shtml
[2] Este ensayo, ya se encontraba presente en sus: Estudios de Teoría Constitucional. México: Universidad
Nacional Autónoma de México – Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2001. Págs. 59-72. Asimismo, se
halla incluido en el volumen Nº8 de la colección de Filosofía y Teoría del Derecho: Riccardo
Guastini. Interpretación, Estado y Constitución. Lima, Perú: ARA Editores, 2010. Págs. 117-129. Finalmente,
ha sido incluido en su reciente obra: Lecciones de Derecho Constitucional. Presentación de Domingo García
Belaúnde. Traducción de la obra italiana “Lezioni di teoría costituzionale” por César E. Moreno More. Lima,
Perú: Editora y Distribuidora Ediciones Legales E.I.R.L., 2016. Págs. 25-45.

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