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LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

TEMA: CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS

COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

CRISIS DE LA MONARQUÍA

El Antiguo Régimen era el sistema político, económico y social que perduraba en España a
comienzos del siglo XIX. Caracterizado por una monarquía absolutista, donde el monarca
ostentaba todos los poderes, no estaba sujeto a ninguna ley y sólo rendía cuentas a Dios
(Derecho Divino), una economía, fundamentalmente, agraria y ganadera con instituciones
medievales como el señorío y el mayorazgo, así como con latifundio en el sur y una gran cantidad
de tierras pertenecientes a lo que se denominaba “Manos Muertas”. Una sociedad dividida en
estamentos: nobleza y clero como grupo privilegiado (10% de la población) y el Estado Llano
como estamento no privilegiado (90%de la población). En estas circunstancias se van a
desarrollar una serie de acontecimientos políticos que harán desaparecer el Antiguo Régimen y
van a permitir el nacimiento de un nuevo sistema: el liberalismo. Estos acontecimientos serán la
Guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz.

Carlos IV hereda el trono en 1788, que será

continuista con el Antiguo Régimen, pero ocurrirá algo
que hará que se tambalee en España y Europa: la
Revolución Francesa (1789) que supondría el final del
Antiguo Régimen y de la monarquía en Francia y la
instauración de una nación liberal y republicana.
Carlos IV teme que las ideas revolucionarias se
extiendan y que el Antiguo Régimen acabe en España,
para frenar esas ideas contará con una serie de
políticos, destacando entre otros al ministro
Floridablanca que practicaría el “cordón sanitario”
persiguiendo publicaciones francesas, prohibía
estudiar en universidades extranjeras e incluso
estudiar francés. Esto supuso un aislamiento y que no
llegaran los conocimientos técnicos por la extensión
de la Revolución Industrial, además España necesitaba
a Francia para hacer frente a Gran Bretaña en
América.
Carlos IV

Luis XVI juró la constitución, Floridablanca pensó que la juró privado de libertad, esto
supuso la oposición de ilustrados y franceses. Carlos IV le retiraría su apoyo a Floridablanca en
1792 nombrando como jefe de gobierno al conde de Aranda, que intentará negociar con los
revolucionarios franceses para salvar la vida de Luis XVI, practicaría una política más abierta con
Francia que no partiera los Pactos de Familia, se deseaba declarar la guerra a los franceses ante el
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encarcelamiento de Luis XVI pero el conde Aranda dilató su decisión de declarar la guerra a
Francia, siendo sustituido por Godoy que era un antiguo guardia de corps y valido de Carlos IV.

El rey no formó parte del grupo de consejeros de

su padre y Godoy era alguien creado por él, así el
monarca le facilitó ascenso social casándolo con la
marquesa de Chinchón (prima del rey), le concedió el
título de duque de Alcudia. Con treinta años era jefe de
gobierno, arribista e ilustrado, dominó la política
española y a los reyes hasta 1808 siendo bien recibido
por los privilegiados pues era como un freno a las ideas
revolucionarias.

Luis XVI fue ejecutado y Godoy declaró la guerra

a Francia dando comienzo a la Guerra de Convención o
Guerra de los Pirineos (1793), un año más tarde las
fuerzas francesas ocupaban parte de Cataluña, Navarra
y Álava. En 1795 se pondrá fin al conflicto firmando la
Paz de Basilea por la que España entregaría a Francia
parte de la isla de Santo Domingo (los franceses la
llamaron Haití), los franceses abandonarían parte del
Manuel Godoy
País Vasco y de Cataluña, también España le debería
fidelidad a Francia firmando el Tercer Pacto de Familia o Tratado de San Ildefonso (1797) de
carácter defensivo y ofensivo: Francia mantendría el sistema colonial de España en América y
España sería neutral en las guerras de Francia. En 1801 tendrá lugar “la guerra de las naranjas”
contra Portugal que se negaba a entrar en la política de bloqueo a Gran Bretaña, España
consiguió la plaza de Olivenza y recuperó la isla de Menorca que estaba en manos inglesas.

La alianza franco-española sufrirá una gran derrota en la batalla de Trafalgar, en la costa

de Cádiz (1804-1805), a manos de los ingleses. Esta derrota supuso la destrucción de la flota
aliada con repercusiones negativas para la Hacienda española. Napoleón decidirá hacer un
bloqueo a Inglaterra y que ningún país europeo pudiera comerciar con las islas británicas,
Portugal no obedecerá a Napoleón, siempre aliada de Inglaterra, Napoleón decidirá castigar a
Portugal declarándole la guerra. En 1807 se firmará el Tratado de Fontainebleau por el que el
ejército francés tendría permiso para entrar en España camino de Portugal, el acuerdo también
recogía que el sur de Portugal sería para Godoy. Las tropas francesas llevarían a cabo su
acantonamiento en suelo español. El general Junot entra en Lisboa, el príncipe Juan de Braganza
tendrá que huir a Brasil.

La Hacienda española se encontraba maltrecha, con merma de ingresos y deterioro del

comercio con América, había que reformar el sistema de impuestos afectando a los privilegiados,
aplicando una serie de medidas desamortizadoras sobre bienes eclesiásticos. Godoy era criticado,
más cuando planeó llevar a la familia real al sur y de allí a América. Ante estas tensiones políticas
se producen unos hechos importantes que significarán el apoyo al príncipe de Asturias. Fernando
se sentía aislado ante su padre que prefería a Godoy antes que a él. En 1807 se produciría la
Conjura de El Escorial que fracasó, pero en 1808 si triunfó el Motín de Aranjuez, fue una revuelta

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popular de privilegiados asaltando el palacio de Godoy. Carlos IV destituyó a Godoy y abdicó en
su hijo y mediante una carta le explicó a Napoleón el porqué de su decisión pidiéndole además su
ayuda para recuperar el trono.

Ante la marcha del rey y de su hijo el pueblo se siente abandonado, el 2 de mayo de 1808
el descontento del pueblo de Madrid desatará un levantamiento antifrancés participando, junto
al pueblo, militares españoles como Daoiz o Velarde que fueron asesinados por los franceses.

El 3 de mayo fueron
ejecutados los
responsables del
levantamiento, así
comenzaría la Guerra de la
Independencia. En Bayona,
se producirán las
Abdicaciones: Napoleón
engañaría a Fernando y a
Carlos, pasando la corona
del hijo al padre. Napoleón
le entregaría la corona a su
hermano José I Bonaparte
que sería rechazado por
Fusilamiento del 3 de mayo, Goya (1814)
muchos españoles por
rey extranjero e impuesto por las armas y por un engaño. José I se presentará como un rey
ilustrado que intentará ganarse a los españoles mediante la publicación del Estatuto de Bayona,
carta otorgada que reconoce a España como un Estado confesional, amplias atribuciones para el
rey, no recogía una clara división de poderes y concedía algunos derechos y libertades al pueblo.

Las Abdicaciones de Bayona y la insurrección a José I significaron una situación de “vacío

de poder”, estableciéndose 17 Juntas Provinciales, que asumirán la soberanía en nombre del rey
ausente. En septiembre de 1808 las juntas se coordinaron surgiendo la Junta Central Suprema
con sede en Aranjuez actuando como un gobierno legítimo, la mayoría de sus miembros eran
partidarios del Antiguo Régimen. Se estableció una Regencia tomando medidas revolucionarias:
la alianza con Gran Bretaña, una contribución extra para la guerra, formar un nuevo ejército y
legislar y gobernar España. Había dos gobiernos: el de José I aceptado por franceses y
afrancesados, españoles que preferían al hermano de Napoleón, los ilustrados que querían un
futuro mejor para España, y pensaban que este pasaba por José Bonaparte que podía ir
introduciendo las reformas de la Revolución Francesa en España (acabar con la sociedad
estamental, reformar la economía, etc) y el gobierno de la Junta Central Suprema apoyado por la
mayoría de los españoles (formado por partidarios del Antiguo Régimen y liberales)

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL

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 La Guerra de la
Independencia comenzó el 3 de
mayo de 1808, tenía un carácter
nacional, popular e internacional,
se desarrolló desde mayo de 1808
a 1814 cuando regresa al trono
Fernando VII. La contienda tendrá
tres etapas:
• 1808-1809, las batallas de
Bruch y sobre todo la de Bailén,
con enfrentamientos entre los
generales Castaño (español) y
Dupont (francés), los franceses
vencieron en Ocaña en 1809.
• 1809-1812, se producirán
una serie de victorias francesas a
cargo de la Grande Armèe (ejército
francés), iniciándose la “guerra de guerrillas”, desestabilizando al ejército francés por la
actuación de bandoleros, guerrilleros y antiguos militares. Destacan Espoz y Mina, el cura
Merino y el Empecinado. Las emboscadas contra retaguardias y caravanas de
abastecimiento hacía imposible, al ejército francés, controlar a la guerrilla.
• 1812-1813, Wellington y los ingleses entran por Lisboa liberando a Portugal y a España. las
batallas de Albuera, Arapiles, San Marcial o Vitoria suponen el triunfo para los españoles.
Napoleón decide marcharse de Rusia y de España y así firmará con Fernando VII, el 11 de
diciembre de 1813, el Tratado de Valençay: la corona será devuelta a Fernando VII, las
tropas francesas abandonarían España llegando la Guerra de la Independencia a su fin.

La Junta Central Suprema se trasladará de Aranjuez a Sevilla y luego a Cádiz, ciudad con un
marcado carácter liberal, comercial, fácil de defender por su situación (se podía acceder a ella por
una pequeña lengua de tierra), ciudad con provisiones, núcleo burgués, clero liberal, prensa,
cafés, teatros, tertulias. En la isla de San Fernando (isla de León) en 1810 la Junta Central
convocaría Cortes siendo inauguradas, el 24 de septiembre de 1810, a cargo del sacerdote liberal
Muñoz Torrero, defendiendo la separación de poderes, las Cortes representarían al pueblo y se
reconocía a Fernando como rey. El alto clero y la nobleza apenas estuvieron representados por
las dificultades de la guerra siendo sustituidos por gaditanos, sobre todo, intelectuales y liberales
contrarios al Antiguo Régimen, tampoco asistieron delegados de las provincias ocupadas ni
representantes de los territorios españoles en América. Las Cortes tenían aproximadamente 300
diputados repartidos entre dos grupos: los absolutistas con nobleza, clero que defendían el
Antiguo Régimen (absolutismo, economía agraria y sociedad estamental) y los liberales contrarios
al Antiguo Régimen que defendían la libertad de expresión, fin de la censura, la división de
poderes, el sufragio universal y la soberanía nacional.

Los liberales serán el grupo más numeroso, por ello la obra legislativa de las Cortes tendrá
un marcado carácter liberal. Entre 1810 y 1812 aparecerán los primeros decretos, incluso en la

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primera reunión el 24 de septiembre de 1810, se aprobó la libertad de imprenta, abolición de
señoríos, de gremios, de la Mesta y de la Inquisición y la aplicación de una tímida
desamortización eclesiástica en la provincia de Cádiz además de no devolver a los religiosos las
propiedades o rentas incautadas por José I.

LA CONSTITUCIÓN DE 1812

Proclamación de la Constitución de 1812 en la puerta del Oratorio de San Felipe Neri en Cádiz. Autor:
Salvador Viniegra.
La obra más importante de las Cortes reunidas en Cádiz fue la elaboración de la
Constitución que fue aprobada el 19 de marzo de 1812, conocida como “La Pepa”, primer texto
legal de carácter liberal de la historia de España, la más extensa de todas las constituciones
históricas españolas con 384 artículos repartidos en 10 títulos que se dividen en capítulos. De
carácter muy rígido, difícil de reformar, ofrece la novedad de una completa organización del
Estado basada en principios liberales.

La Constitución recogía la soberanía nacional: “reside en la Nación y esta establece sus

leyes”. No representaba democracia o soberanía popular pues el sufragio no era del todo
universal, se excluía a mujeres, sirvientes domésticos y a los grupos étnicos esclavos de América y
era indirecto: se elegían candidatos en parroquias, de partido, provincia y diputados a Cortes. La
forma de gobierno era la monarquía liberal, el Rey estaría limitado y sometido a la Constitución
que debía jurar y guardar. Las Cortes serían unicamerales con representantes elegidos por
sufragio universal masculino indirecto. Se recoge la división provincial y la de poderes: ejecutivo
para el rey, legislativo en Cortes y judicial en tribunales. Posee una amplia declaración de
derechos y libertades por ejemplo: derecho a la propiedad, igualdad ante la ley, prohibición de
detenciones arbitrarias, inviolabilidad del domicilio, abolición del tormento como pena corporal.
También se crearán las Milicias Nacionales formadas por voluntarios encargados de que la
Constitución fuera respetada. La religión oficial sería la católica y se prohíbe el ejercicio de
cualquier otra religión.

Era un texto muy difícil de reformar, para cambiar algún artículo era necesario que
hubieran pasado 8 años, cambios propuestos por unas segundas y terceras Cortes por mayoría y
el rey no podía proponer una reforma de la Constitución. La Constitución de Cádiz estuvo vigente
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de 1812 a 1814 en zonas no ocupadas por los franceses, en 1814 Fernando VII la derogará,
durante el Trienio Liberal de 1820-1823 y de 1836 a 1837 hasta la Constitución de 1837.

A la Constitución de 1812 no le dio tiempo a implantar sus ideales liberales, los siguientes
textos constitucionales se inspirarían en ella, su ideario liberal se transmitió a América del Sur
propiciando su emancipación en el siglo XIX.

REINADO DE FERNANDO VII

El reinado de Fernando VII atravesará por tres

etapas:
• El Sexenio Absolutista, 1814-1820: Fernando
VII vuelve al trono y derogará la Constitución tras
pedírselo los nobles con el Manifiesto de los Persas.
Con el Decreto de Valencia el rey anulará toda la
labor legislativa de las Cortes, incluida la Constitución,
volviendo al absolutismo, se establece de nuevo la
Inquisición. Gobernó personalmente auxiliado por
una “camarilla” formada por sus amigos. Se tomaron
medidas contra los afrancesados por traidores y
contra los liberales por revolucionarios. Periodo
marcado por una serie de pronunciamientos, uno de
ellos triunfará pasando a la segunda etapa.
• Trienio Liberal, 1820-1823: se sublevó el
ejército acantonado en las Cabezas de San Juan (Sevilla) dirigido por el teniente coronel
Rafael de Riego, que debía ir a Buenos Aires a reprimir la insurrección americana.
Fernando VII juró la Constitución de 1812 que supone la abolición perpetua de la
Inquisición y también la división de los liberales entre moderados (doceañistas) y radicales
(veinteañistas). El rey pedirá ayuda a la Santa Alianza que enviará a los Cien Mil Hijos de
San Luis que pondrá fin al trienio liberal pasando a su última etapa.
• La Década Ominosa, 1823-1833: se implanta el absolutismo, se sustituirá la Inquisición
por los “autos de fe” y comenzarán las depuraciones de los liberales, con exiliados a
Londres, EEUU o Latinoamérica. España vuelve a cerrarse, con una severa censura, con un
arcaico plan de estudios universitarios a cargo del ministro Calomarde (estricta censura
bibliográfica, control de estudiantes y con sumisión de los profesores al absolutismo). El
rey tenía miedo del ejército popular nacido de la Guerra de la Independencia y lo
sustituyó con los Voluntarios Realistas para así destituir a la Milicia Nacional. En 1830,
Fernando enfermó y sin sucesor varón publica la Pragmática Sanción, aprobada por Carlos
IV en 1789, que permitía la sucesión femenina al trono y por tanto quedó anulada la Ley
Sálica que solo permitía heredar el trono al varón, así las aspiraciones del infante don
Carlos se vieron truncadas con el nacimiento de Isabel dando lugar a la primera guerra
carlista (1833-1839). En 1833 muere Fernando VII y también el absolutismo, su viuda

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 María Cristina, heredará, en nombre de su hija, la corona de España, dando paso a un
Estado liberal.

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