Puntos críticos en las comunidades religiosos

Se presentan situaciones que debilitan la fidelidad de los consagrados, y a los que será prudente
atender desde la formación inicial y durante toda la formación permanente.

- Escucha atenta a los malestares de los formandos y religiosos solemnes en las distintas
situaciones personales e institucionales.
- Opacidad de la atracción: la vida cotidiana, reflejada en la vida y actividades de los
religiosos en general que no resulta atractiva, coherente, burocratizada, antitestimonios
en la vivencia de los votos, “individualismo, espiritualismo, encerramiento en pequeños
mundos, dependencia, instalación, repetición de esquemas ya prefijados, dogmatismo,
nostalgia, pesimismo, refugio en las normas”.
- Inadecuada valoración de las dificultades: reticencia a hablar de las dificultades, en la
comunidad y en el acompañamiento. Terrorismo de las habladurías, chismes y
frecuentes comentarios poco fecundos.
- Contraposición entre fidelidad y libertad: fragilidad de la identidad religiosa, de los
compromisos adquiridos, y de los vínculos establecidos.
- Pertenencia y vínculo orientado por la norma: las normas, instituciones demás
mediaciones vistas únicamente desde el deber, que lleva a vivir desde el cumplimiento
o desde la carga.
- Utilización del tiempo y el espacio: madurez de la elección y de la utilización del
tiempo y el espacio.
- Experiencias de soledad: aislamiento y ensimismamiento, o soledad habitada y
acompañada.
- Relación con el poder y las seguridades económicas: “aferrarse a seguridades
económicas o a espacios de poder y de gloria humana que se procuran por cualquier
medio, en lugar de dar la vida por los demás en la misión”.