Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los árboles son realmente asombrosos. Cada uno de ellos puede proveer la
ración diaria de oxígeno que necesitan cuatro personas y puede absorber hasta
450 litros de agua del suelo y liberarlos en forma de vapor para enfriar el
ambiente. En Estados Unidos, un estudio realizado por científicos del Servicio
Forestal en el año 2014 calculó que los árboles salvan más de 850 vidas al año
en ese país y evitan que más de 670 mil personas sufran síndromes
respiratorios.
Pero además de salvar vidas, los árboles tienen otras capacidades increíbles:
ellos pueden revertir los impactos de la degradación del suelo, proporcionar
alimentos, filtrar el aire y ayudar a evitar los efectos del cambio climático. Se
sabe mucho sobre ellos, pero todavía se siguen descubriendo cosas
sorprendentes, como su misteriosa manera de comunicarse.
Hace algunas décadas atrás, afirmar que los árboles se comunicaban entre
ellos o con otras especies parecía algo totalmente descabellado. Sin embargo,
diferentes estudios realizados en los últimos años demuestran que las
capacidades del mundo vegetal fueron subestimadas. A pesar de que no
poseen neuronas ni cerebros, las plantas tiene un asombroso lenguaje propio,
compuesto por señales químicas, que les permite protegerse mutuamente.
Los botánicos Ian Baldwin y Jack Schultz estudiaron que los arces que se
encontraban cerca de otros que habían sido mordidos por insectos, activaban
sus sistemas de defensa.
Existen bastantes pruebas para afirmar que las plantas pueden sentir entre
ellas sus mensajes bioquímicos, pero lo que aún es un misterio –y en esto se
centran las investigaciones actuales– es en el porqué de esta comunicación y
cómo la realizan.