Está en la página 1de 4

William Gustavo Meneses Villanueva

Cálculo II
Ensayo No. 3

Las plantas… ¿Realmente son seres pensantes?

Primero que nada, antes de dar mi veredicto, quiero que nos familiaricemos con el
concepto general, así que… ¿Que son las plantas en primer lugar?
Las plantas son los seres vivos capaces de fabricar materia orgánica usando
elementos minerales y de liberar oxígeno. Al haberse extendido por toda la tierra,
esos dos factores son permitieron la aparición de los animales y su asentamiento,
al igual que para el hombre.
Ellas constituyen el eslabón más importante de la cadena alimentaria. De hecho,
existen más de 300000 especies conocidas, siendo un número menor al de las
especies animales, lo cual es muy curioso.
Las plantas pertenecen al reino Plantae, antes conocido como reino vegetal,
incluye organismos tan variados como árboles, arbustos, hierbas, césped,
trepadoras, helechos, musgos y algas verdes.
En el caso de las plantas verdes, obtienen la mayor parte de su energía usando la
luz solar a través del proceso llamado fotosíntesis, eso se debe a que, a diferencia
de los animales, las plantas son autótrofas. Las plantas nos proporcionan
alimentos, medicinas, madera, combustible y fibras. Además, brindan cobijo a
multitud de otros seres vivos, producen el oxígeno que respiramos, mantienen el
suelo, regulan la humedad y contribuyen a la estabilidad del clima.
Las plantas verdes pueblan toda la Tierra. Son los únicos seres vivos capaces de
captar la energía del sol para fabricar materia orgánica y liberar oxígeno. Por esta
razón, son indispensables para la vida de otros organismos. Tenemos una enorme
variedad de plantas, algunas muy simples, otras muy evolucionadas. Forman parte
de todos los ecosistemas y se han adaptado a diversos climas y condiciones del
suelo. Algunas pueden vivir en sitios muy secos, otras necesitan agua abundante.
La mitad de los alimentos que consume la humanidad procede de sólo tres
especies de plantas, por ejemplo, el trigo, el maíz y el arroz.

Con todo esto en mente y ya bien establecido nuestro concepto base, mi


respuesta a la pregunta planteada: ¿Las plantas son seres pensantes?, es un
rotundo sí. Pero, ¿Cómo llegue a esta conclusión? A continuación, mis
argumentos.

Resulta que las plantas poseen un vocabulario sensorial mucho más amplio que lo
que nuestra percepción de ellas como objetos casi inanimados o estáticos podría
sugerir: pueden oler la madurez de sus propios frutos, distinguir entre diferentes
tactos, entre otras características.
Se ha descubierto que los vegetales transportan la información por todo su cuerpo
inducidos por la luz que ilumina una hoja y que se producen unas reacciones
químicas que pasan de una hoja a otra en secuencia. Un estudio presentado en la
convención anual de la Sociedad de Biología experimental en Praga, República
Checa, mantiene que las plantas pueden pensar, recordar y actuar en función de
información que tienen retenida:
“Estas señales electroquímicas se transportan por las células que actúan como los
nervios de las plantas”.

Esto lo indico el estudio. Los científicos han mostrado en el experimento cómo


mientras la luz brillaba en una hoja, el resto del cuerpo respondía en forma de
reacciones químicas en todas las hojas, que permanecían oscuras y no se
iluminaban. Como se llega a notar en la investigación, la planta quería recibir toda
la luz en su cuerpo, así que reacciono de esta manera para lograr ese objetivo.
“Sólo pusimos luz en la parte inferior de la planta y observamos cambios en la
parte superior de la misma. Además, a pesar de apagar la luz, los efectos se
mantenían en el vegetal”.

¿No son suficientes pruebas? Bien, hasta ahora, los científicos parten de la base
de que el sistema nervioso es exclusivo de los animales. Hubo a principios del
siglo XX un investigador británico de origen hindú, Jagdish Chandra Bose, que
descubrió que las plantas también emitían unas señales de naturaleza eléctrica
causadas por diferentes estímulos, lo que abrió el debate de si en el reino vegetal
también está presente el sistema nervioso.

Regresando al punto, recientemente el investigador arandino Sergio Miguel Tomé


acaba de publicar un estudio realizado junto al prestigioso neurofisiólogo Rodolfo
Llinás, de la Universidad de Nueva York, en el que realizan una detallada revisión
sobre los mecanismos para la generación, transmisión y procesamiento de las
señales eléctricas empleados por las plantas junto a un profundo análisis del
concepto de sistema nervioso, planteando una nueva definición del mismo que
evita la exclusión, a priori, del reino vegetal.
Para afirmar que las plantas tienen sistema nervioso, el estudio de Miguel y Llinás
parte de que la definición del concepto debe basarse en la funcionalidad y no en la
genética.

Sentada esta base, los investigadores no consideran que se pueda afirmar que las
plantas tengan un sistema nervioso como el de los animales, porque hay
importantes diferencias, empezando por las características morfológicas de las
células que envían las señales eléctricas en ambos.
Este estudio abre la puerta a lo que podría ser un nuevo campo de estudio
científico sobre la neurobiología de las plantas, ya que se desconoce mucho sobre
los mecanismos de las señales eléctricas empleados por estos seres vivos y su
papel para responder y generar comportamientos. Aún queda mucho para poder
responder a la pregunta de si las plantas son capaces de pensar.

¿Es requerida otra prueba para sustentar mi respuesta? Pues con mucho gusto:
El biólogo de la Universidad de Tel Aviv, Daniel Chamovitz, es el responsable de
brindarnos fácil acceso a esta información.
En su libro, “What a Plant Knows: A Field Guide to the Senses”, afirma que las
plantas pueden ver, oler y sentir. A su vez, son capaces, según el autor, de
defenderse y avisar a sus vecinos si están bajo peligro.

El enraizamiento, que las mantiene inmóviles, es una enorme limitación de


evolución y, como todas esas limitaciones, es responsable de un gran número de
adaptaciones. Citando a Chamovitz:

“Mientras que la mayoría de los animales puede elegir a sus entornos, buscar
refugio en una tormenta, conseguir comida y un compañero, o migrar con los
cambios de estación, las plantas deben ser capaces de soportar y adaptarse a los
constantes cambios del tiempo, invadiendo los vecinos, y la invasión de plagas,
sin ser capaces de moverse a un medio ambiente mejor. Debido a esto, las
plantas han desarrollado sistemas sensoriales y regulatorios complejos que les
permiten modular su crecimiento en respuesta a las condiciones cambiantes”.
A pesar de que las plantas no tienen un sistema nervioso central, donde este
conocimiento reside y se promulga, sus vasos sofisticados conectan sus distintas
partes. Chamovitz señala que las plantas son, en varios sentidos, mucho menos
genéticamente diferentes de nosotros de lo que tendemos a pensar. Pero sus
argumentos están asentados en la investigación, y distan de querer significar que
las plantas son tal como las personas.

Con todo y todo, y a pesar de que Chamotivz a dicho que “las plantas como tal no
piensan”, las investigaciones apuntan a que si, pues reaccionan y responden, la
cuestión aquí es que su forma de pensar o reaccionar, obviamente, no se asemeja
a la nuestra que es más compleja, pero en líneas generales… Yo sostengo un si
como respuesta final.

También podría gustarte