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ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 1

Nacimiento de una Nación Elegida


Por siglos, el pueblo elegido de Dios había sido obligado a trabajar como esclavos para el rey de Egipto. Más
de 400 años antes, Dios había prometido a Abraham, el padre de su nación, una tierra propia. Pero aún no se
había hecho realidad. Así que durante todos estos largos años ellos se habían aferrado a la esperanza de que
Dios un día los liberaría.
Los libros de Éxodo, Levítico y Números cuentan la asombrosa historia de la redención de Israel. Bajo el
liderazgo del profeta de Dios, Moisés, los hijos de Israel escaparon de Egipto y cruzaron el Mar Rojo. Ese
cruce fue un milagro. Los libero de la esclavitud y los acercó más a la Tierra Prometida.
Su viaje terminó como 40 años más tarde. En ese momento, Josué, el sucesor de Moisés, guio al pueblo al
cruzar el agua de nuevo—en esta ocasión era el Río Jordán. Finalmente pudieron entrar a la tierra que Dios le
había prometido a Abraham. Desde el Mar Rojo hasta el Río Jordán, Dios Se reveló a Sí mismo y mostró Sus
caminos a esta vasta multitud. Estos libros contienen algunos de los ejemplos más ricos de la fidelidad, el
poder y la santidad de Dios. Podemos aprender mucho acerca de Él—y acerca de la naturaleza humana—de
las historias contenidas en estas páginas.
Éxodo: Una Ilustración de la Gracia y el Poder de Dios
Éxodo relata la historia del rescate de Israel y su salida de Egipto. El libro tiene tres temas principales. El
primer tema es la redención, el concepto de ser liberado del cautiverio. En Éxodo, tenemos una ilustración
poderosa de la redención física. En la Biblia, la palabra redención también adopta un significado espiritual—
siendo redimidos del cautiverio al pecado. Pero aquí, Dios intervino en eventos terrenales y rescató a Su
pueblo de la opresión de Egipto. Al inicio del libro vemos a Israel sufriendo bajo la cruel opresión del Faraón.
Al final, los israelitas eran libres y estaban reunidos al pie del monte Sinaí para recibir el pacto de Dios.

Piensa en la necesidad de ser rescatados. Todos en algún momento necesitan ser rescatados. Los
hebreos necesitaban ser rescatados de la cruel opresión de Egipto. Los que estamos haciendo este
estudio pudiéramos necesitar liberación de patrones de pensamiento discapacitantes, hábitos
dañinos o circunstancias nocivas. Conforme
estudies Éxodo, recuerda que el Dios que rescató a los israelitas es tu redentor también. Clama a Él pidiendo
que te rescate. Posiblemente Él no actúe cuando tú lo deseas ni como tú esperas, pero puedes estar seguro de
que Él acudirá a rescatarte.

El segundo gran tema de Éxodo es el pacto. Dios le había prometido a Abraham que Él haría que su
descendencia fuera más numerosa que las estrellas del cielo. Dijo que les daría su propia tierra (véase Génesis
15).
El tercer tema importante del Éxodo es adoración. Dios redimió a Israel de una manera personal, poderosa.
Los israelitas vieron de primera mano Quién era Él. Llegaron a entender cuán digno era Él de la adoración de
ellos. Gran parte del libro de Éxodo está dedicado a la construcción y el significado del tabernáculo. Dios se
encontraba con los israelitas en esta tienda portátil. Adondequiera que iban, iba también la tienda. El pueblo
se reunía allí para adorar y para ofrecer sacrificios al Señor. Por medio del tabernáculo aprendieron acerca de
la muerte de un sustituto, la necesidad de la purificación diaria y el privilegio de comulgar íntimamente con
Dios.
Levítico: La Naturaleza y la Santidad de Dios
El nombre Levítico implica que este libro tiene relación con los levitas. Los levitas eran la tribu sacerdotal de
los israelitas. Mientras que el libro sí da detalles de los deberes sacerdotales, Levítico es más amplio que eso.
El nombre hebreo del libro significa “y Él llamó”. El libro inicia con estas palabras: “El S EÑOR llamó a
Moisés”.
El tema principal de Levítico es la santidad de Dios. De hecho, el versículo lema para el libro podría ser 19:2:
“Hablará con toda la asamblea de los israelitas y les dirá: ‘Sean santos, porque yo, el S EÑOR su Dios, soy
santo’”. La santidad está estrechamente relacionada con la pureza moral de Dios. Se aplica a nosotros
también. Ser santos es darle nuestra espalda al mal. Incluye buscar a Dios sobre todas las cosas, y reflejar Su
gloria en nuestra conducta. Jesús citó Levítico cuando expresó el segundo gran mandamiento: “Ama a tu
prójimo como a ti mismo” (19:18).

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 1 2

El sacrificio es otro de los grandes temas de Levítico. Ningún ser humano jamás podría cumplir con la norma
de santidad de Dios. Por tanto, Dios exigió purificación periódica para poder ser restaurados a una relación
íntima con Él. Esta purificación se realizaba mediante la ofrenda de sacrificios diarios, semanales, mensuales
y anuales de animales. Los sacrificios prefiguran el sacrificio supremo de Jesucristo por el pecado (véase Juan
1:29; Hebreos 10:10).
Dios no diseñó las leyes como sacrificios para cubrir la brecha entre Él mismo y la humanidad. Dios las dio
para mostrarle a la humanidad que la brecha existe. En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo lo expresó así:
“Nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley
cobramos conciencia del pecado” (Romanos 3:20).

Piensa en el requisito establecido por Dios de un sacrificio por el pecado. Levítico es un libro
sangriento. Trata de imaginar lo que hubiera sido vivir en el tiempo antes de Cristo, cuando los
sacrificios de animales eran una parte tan cotidiana de la vida. Cada pecado, intencional o no
intencional, requería un sacrificio de sangre para que el pecador pudiera
ser perdonado. A medida que leas Levítico, no evites los aspectos desagradables de los sacrificios de
animales. Más bien, pide a Dios que te ayude a entender el horror del pecado y que te dé un nuevo espíritu de
gratitud por el amoroso sacrificio de Jesús. Fue la muerte de Él en la cruz la que proveyó el sacrificio
supremo y final por el pecado (véase Hebreos 7:27).

Números: El Cuidado y la Protección de Dios


Hay cuatro temas en el libro de Números. El primer tema es preparación. Antes de que los israelitas pudieran
moverse para reclamar la tierra que Dios había prometido a sus antepasados, tenían que estar organizados para
la marcha y alistados para la batalla. Números cubre 38 años de preparación. El libro comienza y termina con
preparación—preparación a la primera generación para moverse, y preparación para la segunda generación
para entrar a la tierra.
Un segundo tema es el fracaso. La primera generación experimentó un fracaso de su fe, a pesar de haber visto
muchos milagros realizados por Dios a favor de ellos. No bastó la preparación. Dios necesitaba que ellos
supieran que cuando vienen las pruebas, la respuesta debe ser obediencia y fe.
Un tercer tema de Números es autoridad. Los capítulos centrales del libro revelan una larga serie de acciones
de rebeldía por personas que debían haber tenido mejor criterio. Hasta Miriam y Aarón, hermanos de Moisés
tenían necesidad de aprender estas lecciones. Los que se niegan a cooperar con la autoridad humana tendrán
dificultad para obedecer a Dios.
Un cuarto tema es el juicio. Los israelitas continuamente desobedecieron a Dios y dudaban de Él. Debido a
esto, Dios los hizo vagar sin rumbo por el desierto hasta que toda una generación muriera. Su rebeldía
ocasionó que perdieran el privilegio de entrar a la Tierra Prometida. Hasta Moisés, debido a sus acciones
precipitadas y desobedientes como líder, perdió el privilegio de entrar.

¡Personaliza la VERDAD!
Durante 40 años, el pueblo de Dios vagó por el desierto. Dios nunca quiso que pasaran tanto
tiempo en el desierto. Pero su rebeldía tuvo consecuencias. No obstante, Dios usó
su tiempo en el desierto para refinarlos y purificarlos, y para revelarles más de Sí mismo. ¿Sientes que tú estás
en un tiempo de vagancia por el desierto? ¿Estás experimentando consecuencias dolorosas a causa de tu
propio pecado o el de otros? No pierdas la esperanza. Aun cuando Él te pudiera permitir pasar por un tiempo
de pruebas en el desierto, Dios nunca te abandonará. Él caminará junto a ti, así como caminó junto a los
israelitas cada día de esos 40 años. ¡Y Él te sacará adelante! Si te encuentras en un desierto hoy, habla acerca
de eso con Dios. Pídele que Él te ayude a dejar de resistir y sentir resentimiento por tus circunstancias. Pide
más fe para confiar en que Él traerá algo bueno como resultado de este tiempo difícil. Y luego busca
conocerlo a Él más profunda e íntimamente.

Si no se especifica lo contrario, en esta traducción todos los pasajes bíblicos son tomados de la Nueva Versión Internacional en
español.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 2—Éxodo 1–2

Esperanza para una Nación de Esclavos


¡Memoriza la VERDAD!
“El afán sin conocimiento no vale nada; mucho y erra quien mucho corre.” Proverbios
19:2

DÍA 1: Éxodo 1:1-7—Los Descendientes de Jacob en Egipto


1. Enumera los nombres de los hijos de Israel (conocido también como Jacob—véase Génesis 32:28) que fueron con Él
a Egipto.
Ruben, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Benjamin, Dan, Neftalí, Gad y a ser, y José

2. ¿Cuántos descendientes de Jacob viajaron a Egipto con él?


70

3. ¿Qué evidencia encuentras en estos versículos de la bendición de Dios sobre el pueblo de Israel?
Se multiplicaron en descendencia, se hicieron muy poderosos

DÍA 2: Éxodo 1:8-22—Israel Esclavizado


4. ¿Qué era lo que le preocupaba al “nuevo rey”?
Que heran mas fuertes y numerosos que los egipcios

5. Enumera las diferentes maneras en las que el rey intentó atacar su preocupación. ¿Tuvieron éxito sus planes?
Explica.
1. Una de las estrategias fue ponerlos a trabajar en la construcción de los edificios de faraón, peo no sirvió de
nada. Otra fue darles mas trabajos como obligarles a hacer mezcla, ladrillos y todas las labores del campo.
Otra fue mandar a las parteras que cuando ayuden a las hebreas en sus partos si es niño, que los matasen,
pero tampoco sirvió porque las parteras temía a Dios mas que a faraón. Como ultimo recurso faraón mando
tirar a los bebes que fueran niños al río Nilo y a las niñas las dejasen con vida.

6. ¿Por qué desafiaron las parteras la orden del rey? ¿Cómo sabemos que sus acciones agradaron a Dios?
Temían a Dios más que al faraón,
Porque estas parteras fueron bendecidas con muchos hijos

¡Aprende la VERDAD!
Las parteras temían a Dios. Su santa reverencia por el Señor afectó sus decisiones.
Porque temían a Dios más que a la gente, estuvieron dispuestas a correr los riesgos para poder
honrar a Dios. ¿Tú temes a Dios? Si es así, ¿tu reverencia por Dios afecta tu manera de vivir y de tomar
decisiones? Esta semana, haz que tu temor del Señor conserve un lugar prominente en tus pensamientos y tu
conducta. ¿Qué es lo que más importa? Prepárate para hablar con tu Grupo Pequeño acerca de tu experiencia.
DÍA 3: Éxodo 2:1-10—Nacimiento de Moisés
7. ¿Por qué escondió la madre a su bebé? ¿Qué hizo cuando comprendió que ya no era posible seguirlo ocultando?
Poque faraón dio una orden de matar a los bebe varones,
Preparo un canasto de papiro y la embadurno con brea y asfalto. Después puso en ella al niño y lo dejo en el rio Nilo

8. ¿Cómo fue rescatado el bebé? ¿Cómo lo cuidaron?


La hija del fasraón estaba bañándose en el rio, y vio el canasto entre los juncos y ordenó que se la trajeran, cuando la hija de
faraón abrió la canasto y vio allí dentro un bebé que lloraba le tuvo compasión y lo rescato.
La hermana del bebé le pregunto a la hija de faraón que si quería llamar a una nodriza, hebrea para que lo crie por usted.

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 2 2

9. A pesar de que no se menciona a Dios en estos versículos, ¿puedes ver Su participación? Si es así, ¿de qué manera?
Su participación esta en muchos de los gestos: 1, en que mientras que el niño estaba en el rio no ubo que lamentar
que ningún cocodrilo se lo arrebatase, 2 Dios puso en el corazón de la hija de faraón el sentimiento de adoptar al
bebe, 3 Dios puso en la hija de faraón el escuchar a la hermana del bebe

DÍA 4: Éxodo 2:11-15—Moisés Huye de Faraón


10. ¿Qué observó Moisés cuando salió a su pueblo?
Pudo ver en la situación que estaba el pueblo hebreo, una situación muy lamentable y de maltrato por parte de los
egipcios, hasta el punto de impactar a Moises de manera que decidió actuar

11. ¿Cómo intervino Moisés?


Moises intervino matando al egipcio que estaba maltratando a un hebreo

12. ¿Por qué huyó Moisés de Egipto?


En principio se pensó que no lo vio nadie pero luego al querer separar a dos hebreos que se peleaban uno de ellos le
dijo si pensaba matarlo como al egipcio, entonces se dio cuenta Moises de que lo habían descubierto y decidió huir

DÍA 5: Éxodo 2:16-25—Moisés Se Establece en Madián


13. ¿Con quiénes se encontró Moisés mientras estaba sentado junto al pozo en Madián? ¿Cómo les ayudó?
Se encontró con las hijas del sacerdote de Marián
Defendiéndolas de los pastores y ayudando a darles de ve ver a las avejas

14. ¿Qué hizo Reuel por Moisés?


Lo invito a quedarse con el en su casa, después le dio a su hija Sefora como esposa

15. ¿Qué hicieron los israelitas debido a su esclavitud, y cómo respondió Dios?
Ellos le suplicaban a dios que les ayudara
Dios lo solo y recordó el pacto que hizo con Abraham , Isaac y Jacob

16. ¿Qué fortalezas y debilidades observas en Moisés? ¿Qué has podido aprender de él hasta aquí?
La Fortalezas: La determinación, la empatía hacia el más débil, y actúa ante las injusticias, servicial. las debilidades: falta de
dominio propio, temor,

¡Aplica la VERDAD!
Moisés sintió justa indignación ante el abuso que estaba sufriendo su pueblo. Él les quería ayudar.
Pero en su arrebato de pasión, cometió un terrible error al asesinar a un egipcio. Nuestro versículo
de memorización dice: “El afán sin conocimiento no vale nada;
mucho yerra quien mucho corre” (Proverbios 19:2). Si observas alguna injusticia en esta semana, habla con
Dios acerca del asunto antes de cualquier otra cosa. Pide Su sabiduría y entendimiento sobre la situación.
Pregunta si Él quiere que te involucres. Si es así, pregúntale cómo. Deja la situación en Sus manos.
Prepárate para hablar acerca de esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


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Lección 2 Comentario

Esperanza para una Nación de Esclavos


Éxodo 1–2
Dios sostuvo una relación personal con los patriarcas de Israel (Abraham, Isaac y Jacob) para guiarlos. Sin
embargo, la nación misma nació en otra tierra—Egipto. Lo que empezó como una visita temporal buscando
alivio de una hambruna se prolongó por 400 años. La historia del Éxodo comienza con los israelitas sufriendo
bajo las ataduras severas de la esclavitud. El comienzo turbulento de Israel no tomó por sorpresa a Dios. Él le
había dicho a Abraham que su descendencia sería oprimida (véase Génesis 15:13).
La Necesidad de Liberación
La historia inicia con un listado de los hijos de Israel (conocido también como Jacob), que viajaron a Egipto.
Los hermanos de José lo habían vendido como esclavo años antes. En Egipto José había ascendido hasta
llegar a vice-regente con autoridad inferior únicamente a la del Faraón. Mientras vivió este faraón, Jacob y su
familia prosperaron. Faraón le dio a Jacob la tierra de Gosén, donde estaban algunos de los mejores pastizales
de Egipto. Sin embargo, cuando murió José, su influencia murió con él.
Los nombres de las 11 tribus en 1:2-4 se enumeran según sus madres. Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar y
Zabulón vinieron de Lea, la esposa de Jacob. Benjamín era hijo de Raquel. Dan y Neftalí eran hijos de Bilah,
sierva de Raquel. Gad y Aser vinieron de Zilpa, la sierva de Lea. José fue el onceavo hijo de Jacob y el
primero de Raquel. Incluyendo esposas e hijos, 70 personas descendieron a Egipto para escapar de la
hambruna.
Llegó al poder un nuevo rey en Egipto, uno que no conocía a José. Como Dios había multiplicado
grandemente a los israelitas, pudieran haber parecido ser una amenaza al poder del nuevo rey. Sabemos por
Éxodo 12:37-38 y Números 1:46 que en el momento del Éxodo, los hombres hebreos llegaban
aproximadamente a 600,000. Ésta era la población que más le preocupaba a Faraón—hombres de edad militar
que podían levantarse contra el poder de él.
Comprendiendo que los israelitas eran “mayores y más fuertes” que ellos, el rey los esclavizó. Les dio la
enorme tarea de construir las ciudades de abasto: Pitón y Ramesés. Esperaba debilitar a los israelitas. Pero su
estrategia falló. A pesar de que el rey oprimió a los israelitas, sus números siguieron aumentando. Así que
ordenó a las parteras hebreas que mataran a los niños hebreos varones al nacer. Las niñas, que no
representaban ninguna amenaza militar, podían seguir con vida.
Las parteras valientemente se negaron a acatar las órdenes del rey y preservaron a los niños varones. Su
reverencia por Dios era mayor que su temor al Faraón. Dios las trató con misericordia. Las protegió y les dio
familias.

Piensa en los conflictos éticos. Las parteras tenían que escoger entre obedecer la ley de Egipto y
obedecer las leyes más altas de Dios. Para obedecer la ley más alta de Dios, se vieron en la
necesidad de desobedecer la ley menor, inmoral, del rey. Cuando enfrentamos decisiones morales
difíciles, la ley moral más alta debe tener prioridad sobre
la menos importante (Hechos 5:29). Todas las leyes menores deben ceder ante las leyes más altas de Dios.

El Libertador Elegido por Dios


La primera trama fallida de Faraón condujo a otro plan más extenso. “Mandó a toda su gente” que asesinara a
los niños hebreos recién nacidos, arrojándolos al Nilo. Bajo estas trágicas circunstancias, comenzó la historia
de Moisés en el capítulo 2. Sus padres eran levitas. Aunque aquí no se nos proporcionan sus nombres,
sabemos por Éxodo 6:20 y Números 26:59 que el nombre del padre era Amram y la esposa de Amram era
Jocabed.
Jocabed dio a luz a un hijo. Normalmente el nacimiento de un hijo sería un tiempo de gran regocijo. Pero en
vista de la orden cruel de Faraón, más bien significaba meses de terrible ansiedad. Finalmente, Jocabed sabía
que no podía seguir ocultando por más tiempo a Moisés. Tomó una canasta de carrizos, la impermeabilizó, y
puso a la pequeña criatura en el río. Miriam, la hija de Jocabed, observaba desde una distancia mientras
flotaba por el río. Justo en ese momento, la hija de Faraón fue al río a bañarse. Vio la canasta que flotaba e
investigó. Cuando la hija de Faraón vio al bebé comprendió—por su circuncisión y el estilo de su ropa,
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quizá—que era un bebé hebreo. Miriam observaba mientras ocurría todo esto. Pensando rápidamente, sugirió
que llamaran a una mujer hebrea para que amamantara al bebé. Obviamente, estaba pensando en su propia
madre. La hija de Faraón aceptó. Cuando Miriam volvió a casa con Moisés, Jocabed aprendió el hermoso
principio de que cuando le soltamos algo a Dios, podemos confiar en que Él hará lo que es mejor.
En el versículo 11, el texto se adelanta varios años. Moisés ahora era un hombre adulto. Hechos 7:23
menciona que su edad era de 40 años en el momento de Éxodo 2:11 e indica que de alguna manera sabía la
verdad respecto a su verdadera identidad. En ese momento desarrolló interés en lo que estaba sucediendo con
los hebreos. Mientras que probablemente estaba consciente de que eran esclavos, quizá no fue sino hasta que
los visitó personalmente que comprendió cuán infelices eran sus vidas en realidad.
Cuando vio a un mayordomo egipcio que golpeaba a un hebreo, Moisés se enfureció. Mató al egipcio y luego
enterró el cuerpo en la arena para ocultar su delito. Al día siguiente, Moisés regresó para ver a los hebreos.
Encontró a dos de ellos peleando y los confrontó. La respuesta de ellos debe haberlo aterrorizado: “¿Quién te
ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?” El esclavo vio
a Moisés como un asesino, no como un libertador (Hechos 7:25). Además, si los esclavos hebreos sabían del
homicidio, no pasaría mucho tiempo antes de que lo supieran las autoridades también. Y así fue. Faraón
pronto se enteró del homicidio y buscó vengarse de Moisés.
Moisés huyó para salvar su vida. Pudiera haber viajado casi 500 kilómetros para llegar hasta Madián. Allí se
detuvo junto a un pozo. Pronto había conocido a siete hijas del “sacerdote de Madián”. Se menciona a este
mismo hombre con varios nombres en las Escrituras. En Éxodo 2:18 y en Números 10:29, se le llama Reuel.
En Éxodo 18:6, aparece como Jetro. Pudiera ser el que se menciona en Jueces 4:11 como Jobab.
Probablemente éstos hayan sido apodos y Jetro haya sido su nombre propio.
Las hijas de Jetro cuidaban de los rebaños de su padre cuando llegó Moisés. Algunos pastores esperaban hasta
que las muchachas hubieran terminado el trabajo pesado de llenar los bebederos. Luego los hombres corrían a
las ovejas de Jetro para que bebieran los de ellos. Moisés vio que los hombres habían tratado mal a las
jovencitas. Él se opuso a los hombres y defendió a las hijas de Jetro.
A Jetro le sorprendió que sus hijas regresaran tan pronto. Explicaron que un egipcio las había defendido y les
había ayudado a sacar agua para su rebaño. (Deben haber dado por hecho que Moisés era egipcio por su
vestimenta y por su manera de hablar.) El que finalmente salvaría a toda una nación, comenzó por salvar a
siete jovencitas.

Piensa en ser fiel en las cosas pequeñas. Los que quieren hacer grandes cosas por Dios pueden
aprender de la experiencia de Moisés. La realización de una obra espiritual importante típicamente
comienza con hacer bien las cosas pequeñas. La mejor manera de servir a Dios es hacer énfasis en
la calidad del servicio antes que su alcance. Pon
atención a la profundidad de tu ministerio y Dios se encargará de su anchura.

Jetro invitó a Moisés a acompañar a su familia en una comida. Con el paso del tiempo le entregó a Moisés a
una de sus hijas, Séfora, como esposa. Juntos tuvieron un hijo, al que Moisés le puso Gerson. Durante los
siguientes 40 años, Moisés permaneció en Madián. Quizá creía que pasaría el resto de su vida allí como
pastor. Si alguna vez había tenido ambición por salvar al pueblo hebreo, esos sueños pudieran haber muerto
en Madián.
Mientras Moisés estuvo en Madián, murió el faraón. Israel clamó a Dios. Él los oyó y recordó Su pacto con
los antepasados de ellos. Pronto les respondería en formas tan asombrosas que nadie hubiera sido capaz de
imaginarlas.

¡Personaliza la VERDAD!
¿Alguna vez te has sentido como si Dios se hubiera olvidado de ti? Así podrían haberse sentido
los israelitas mientras sufrían como esclavos. Pero Dios no se había olvidado de
ellos. Cuando ellos clamaron a Él, Dios envió a un libertador. Dios no te ha olvidado a ti tampoco.
¿Le has contado acerca de tu sufrimiento? Aparta tiempo en esta semana para derramar tu corazón ante Dios.
Sé honesto respecto a tus sentimientos. Cuando hayas compartido tu dolor, espera en silencio para oírle a Él.
Ten la seguridad de que Él te oye, te recuerda, te ve y sabe lo que estás sintiendo. ¡Él tiene cuidado de ti!
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 3—Éxodo 3–4

Dios Llama a un Libertador


¡Memoriza la VERDAD!
“YO SOY EL QUE SOY —respondió Dios a Moisés—. Y esto es lo que tienes que decirles a los
israelitas: “YO SOY me ha enviado a ustedes.” Éxodo 3:14

DÍA 1: Éxodo 3:1-10—Dios Llama a Moisés


1. ¿Qué espectáculo extraño vio Moisés? ¿Qué hizo cuando lo vio?
Sele aparecio el angel del Señor
Le picó la curiosidad y se detuvo a ver que el arbusto no se consumía

2. ¿Qué le dijo Dios a Moisés acerca de Su pueblo, Israel? ¿Qué te enseña esto acerca de Dios?
Lo llamo, y le dijo que se quitara el calzado porque estaba pisando tierra santa, e visto lo mucho que a sufrido mi
pueblo en Egipto, y e escuchado su lamento.
Que escucha las peticiones de su pueblo y el lamento , que actúa para responder a su peticion

3. ¿Qué plan tenía Dios, y qué papel tenía en mente para Moisés?
Ahora voy a bajar y salvar a mi pueblo de los egipcios, los voy a sacar de allí para llevarlos a una tierra buena y
espaciosa donde flulla leche y miel.

DÍA 2: Éxodo 3:11-22—Moisés: ¿Quién Soy Yo? ¿Quién Eres Tú?


4. ¿Cuál fue la primera objeción de Moisés al llamado de Dios? ¿Por qué crees que esto le preocupaba a Moisés?
Quien soy yo para ir ante el faraón y sacar a los israelitas
Él pensaba que por la accion que tubo al matar el egipcio y al intentar separar a los hebreos que se pelaban y no tubo
la autoridad sobre ellos,

5. ¿Cómo respondió Dios? ¿Qué seguridad crees que Dios quería que recibiera Moisés de esta promesa?
Iras porque yo estaré con tigo.
La seguridad de que estando Dios con el todo es posible

6. ¿Cuál fue la siguiente objeción de Moisés? ¿Por qué crees que esto le preocupaba a Moisés?
Que ellos le iban a preguntar qué nombre tiene el Dios de sus antepasados
Moises no sabia cual es el nombre de Dios

7. ¿Cómo respondió Dios? ¿Qué promesa le hizo a Moisés?


Yo Soy el que Soy, dile esto al pueblo de Israel: Yo Soy me mando a ustedes, Yave, el Dios de sus antepasados, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me mando a ustedes
Que los iba a llevar a una tierra donde abría provisión

¡Aprende la VERDAD!
Dios llamó a Moisés a una tarea muy difícil. Moisés no quería obedecer. Sin embargo, no hizo
caso omiso al mandamiento de Dios. Cuando Dios le pidió a Moisés que hiciera algo
que él no quería hacer, Moisés habló con Dios acerca del asunto. Le contó a Dios todos sus temores. Y
permitió que Dios le impartiera la confianza que necesitaba para obedecer. Esta semana, si Dios te pide que
hagas algo que no quisieras hacer, habla con Él acerca del asunto. Sé honesto con Él respecto a tus temores.
Permite que Él te dé lo que necesitas para obedecer.
Prepárate para hablar acerca de esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 3: Éxodo 4:1-12—Moisés Sigue Protestando


8. ¿Cuál fue la tercera objeción de Moisés?
Que ago si no me creen,

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 3 2

9. ¿Cuáles tres señales le dio Dios a Moisés en respuesta a esta objeción?


La conversión del bastón en serpiente, la mano leprosa que se sana, y el agua del Nilo que se convierte en sangre al
tocar el suelo.

10. ¿Cuál fue la cuarta objeción de Moisés y cómo le respondió Dios?


Que nunca fue de fácil palabra, que era lento y aburrido, echar balones fuera para no hacerlo

DÍA 4: Éxodo 4:13-17—La Última Objeción de Moisés


11. Todas las objeciones previas de Moisés condujeron a una sola petición. ¿Cuál fue? ¿Cómo respondió Dios?
La de mandar a otro
El Señor se enojo con Moises y le dijo que Aron lo ayudaría,

12. Piensa en las cinco objeciones de Moisés. ¿Qué te enseña esto acerca de Moisés? ¿Qué te enseña acerca de Dios?
Que no se veía capaz de hacerlo, y que estaba muy acomodado con su vida actual
Que ante la respuesta de Moises Dios le suple lo que pide

13. ¿Dios alguna vez te ha pedido que hicieras algo que no querías hacer? ¿Cómo le respondiste a Dios? ¿Cómo te
respondió Él a ti?
Si, me veo muy reflejado en la actitud que tuvo Moises
Recordándome que con el todo es posible

DÍA 5: Éxodo 4:18-31—Moisés Regresa a Egipto


14. ¿Cómo apoyó Jetro a Moisés cuando éste obedeció al llamado de Dios? ¿Qué le costó a Jetro proporcionar este
apoyo?
Le dio permiso y lo bendijo con paz
Dejar marchar a su hija y a sus nietos

15. ¿Cómo tranquilizó y preparó Dios a Moisés antes de que él saliera para Egipto?
Le recordó toda las señales que iban con el

16. Cuando Moisés y Aarón llegaron a Egipto, ¿cómo reaccionó el pueblo de Israel a lo que les dijo Aarón?
El pueblo les creyó y se dieron cuenta que el señor les había escuchado su clamor y se inclinaron y adoraron al Señor

¡Aplica la VERDAD!
Moisés enfrentó una tarea abrumadora. Guiar a más de un millón de personas habría sido intimidante.
Probablemente haya sido incluso más difícil porque Moisés era conocido
como asesino y fugitivo de la justicia—¿podría alguien confiar en él? Los israelitas habían rechazado su
liderazgo cuando había estado en Egipto (véase Hechos 7:25) Además, no era elocuente para hablar. ¡No es
sorprendente que Moisés se haya sentido incapaz de guiar! Pero las ineptitudes de Moisés no le importaban a
Dios. Según Dios, lo único que importaba era que Él iría con él. ¿A qué tarea difícil te ha llamado Dios? Así
como Dios prometió acompañar a Moisés, también promete acompañarte a ti (véase Mateo 28:20). Así que,
cuéntale a Dios tus temores y preocupaciones. Permite que Él te ayude con ellos. Luego confía en Él. Confía
en Su presencia, y haz lo que Él te ha llamado a hacer. Comenta esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 3 3

Lección 3 Comentario

Dios Llama a un Libertador


Éxodo 3–4
Durante 40 años, la vida diaria de Moisés había sido cuidar ovejas. Sus pensamientos de Egipto y la difícil
situación de su pueblo pudieran haberse extinguido. Sin embargo, un día todo cambió. Empezó como
cualquier otro día. Moisés estaba cuidando ovejas. Pero súbitamente se le apareció a Moisés “el ángel del
Señor” en una zarza ardiendo. Se identificó ante Moisés como “el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, Isaac
y Jacob”. Dios le advirtió a Moisés que se quitara las sandalias y que no se acercara demasiado a la zarza
ardiente. ¡Esto era tierra santa! Era santa porque Dios estaba presente allí.
Después de conseguir la atención de Moisés, el Señor le explicó que Él había visto el sufrimiento de Su
pueblo y había oído su clamor. Había llegado el tiempo para librarlos. Dios estaba listo para cumplir las
promesas que había hecho a los patriarcas años antes. Él sacaría a Israel de Egipto y lo llevaría a la Tierra
Prometida. Él haría esto por medio de Moisés.
Moisés Protesta
No obstante, Moisés había estado fuera de Egipto por 40 años. En este momento no era más que un simple
pastor de ovejas. No se sentía confiado para confrontar al rey de Egipto con una exigencia tan osada. Y aun
cuando el rey lo escuchara, ¿los israelitas tendrían suficiente confianza en él como para seguirlo? Moisés
presentó varias objeciones al llamado de Dios.
¿Quién soy yo para ir ante el Faraón? Primero, Moisés cuestionó su aptitud para la tarea. Se sentía
inadecuado. Dios le aseguró a Moisés que estaría con él en su tarea. La evidencia de ese apoyo vendría
muchos meses más tarde, después de que Moisés hubiera sacado al pueblo de Egipto. Llegarían a este mismo
monte, Horeb, y le adorarían y le servirían a Él por su liberación. Aun así, Moisés se resistía a ir.
¿Qué diré si preguntan cuál es Tu nombre? Luego, Moisés cuestionó su credibilidad. Moisés había perdido su
influencia con los egipcios. Y su propio pueblo, los israelitas, no lo habían visto como su libertador. ¿Cómo
les podría explicar que el Dios de sus padres lo había enviado? Él predijo que dudarían de su legitimidad y lo
pondrían a prueba con una pregunta obvia: ¿Cuál es su nombre? La respuesta de Dios fue: “YO SOY EL QUE
SOY. Di a este pueblo de Israel, YO SOY me ha enviado a ustedes”. Dios le estaba diciendo a Moisés lo que
era Su naturaleza. Él era, y es, por Sí mismo, eterno e inalterable. Él era, y es, y siempre será. Todo esto
estaba implícito en el nombre que Él le reveló a Moisés.

Piensa en el nombre de Dios. Hasta el día de hoy, muchos judíos consideran que el nombre de
Dios es demasiado santo como para pronunciarlo o escribirlo. Al referirse a Jehová, suelen sustituir
la palabra hebrea Adonai—que significa “Señor”—como para no tomar en vano el santísimo
nombre de Dios. Las Escrituras mencionan con frecuencia el
“santo nombre” de Dios. Debemos confiar en, dar gracas a, bendecir, alabar, glorificar y jamás profanar ese
nombre (Salmo 33:21; 106:47; 145:21; 103:1; 1 Crónicas 16:10; Levítico 22:32). La manera en que usamos
el santo nombre de Dios manifiesta nuestro amor y reverencia por Él.

Después de revelarle Su nombre a Moisés, Dios reveló el primer paso de Su plan. Moisés debía reunir a los
ancianos de Israel e identificarse a Sí mismo cono uno enviado por el Dios de sus antepasados. Él les daría el
mensaje de la liberación de parte de Dios y Su promesa de guiarlos a una “tierra que fluye leche y miel”. Dios
dijo que los ancianos de Israel recibirían su mensaje. Ellos le explicarían al Faraón que el Señor les había
llamado a ellos para encontrarse con Él en adoración y sacrificio. Faraón rechazaría esta petición. Pero el
Faraón descubriría que los israelitas tenían lealtades más altas que las que le debían a él.
¿Y qué hago si no me creen? A pesar de todo lo que Dios le había dicho, Moisés aún dudaba. Ahora estaba
cuestionando si los israelitas le creerían, a pesar de que el Señor había dicho que sí le creerían. Dios usó dos
señales dramáticas para contestar a la pregunta de Moisés. Primero, le dijo a Moisés que arrojara su vara al
suelo. Al hacerlo, se transformó en serpiente. Luego Dios le ordenó a Moisés que lo tomara por la cola. Al
tomarlo, se convirtió de nuevo en una vara inofensiva. Luego Dios le dio a Moisés una segunda señal. A la
instrucción de Dios, Moisés colocó su mano en su túnica. Al sacarla, estaba cubierta de lepra. Luego Dios
restauró la mano a su condición normal. Dios le aseguró a Moisés que Él ayudaría a Israel a creer. Y Dios le
dijo a Moisés que Él estaba preparado para hacer aún más. Si aun así no creyeran a Moisés, él debía tomar
agua del Nilo y derramarla sobre la tierra seca, donde se convertiría en sangre.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 3 4

¿Y qué de mi dificultad para hablar? Luego Moisés puso objeción al plan de Dios debido a su incapacidad
para hablar. Con una serie de preguntas, Dios tiernamente reprendió a Moisés. Al fin y al cabo, Dios había
hecho la boca de Moisés. Él podía darle a Moisés las palabras que debía decir y la capacidad para decirlas
bien. Él estaría con Moisés y compensaría por sus debilidades.
Por favor envía a otra persona. Moisés finalmente llegó a su verdadera razón: simplemente no quería ir. Dios
había respondido pacientemente a cada una de las objeciones de Moisés, pero Moisés se seguía resistiendo. El
versículo 14 dice que Dios se enojó contra Moisés. No obstante, Dios aceptó permitir que Aarón hablara por
Moisés. Dios estaría con ellos dos y les enseñaría lo que tenían que hacer.
Regreso a Egipto
Por fin Moisés aceptó obedecer. Regresaría a Egipto, pero primero necesitaba buscar el permiso de su suegro,
Jetro. Jetro consintió en su salida. Aun antes de que Moisés se fuera, Dios le aseguró que aquellos que habían
querido matarlo en Egipto ya estaban muertos. Con este obstáculo eliminado, Moisés tomó a su esposa y a sus
hijos y salió para Egipto. Moisés también llevó consigo su vara que sería el instrumento que Dios usaría para
realizar Sus maravillas.
Dios le advirtió a Moisés que a pesar de que Él mostraría Su poder por medio de Moisés y su vara, Faraón no
cedería. Los esclavos hebreos eran un gran beneficio económico para Egipto. Ningún gobernante dejaría ir
voluntariamente a 600,000 esclavos sin salario. Faraón ya estaba decidido a no soltarlos, y Dios fortalecería
aún más esa determinación. El rey no permitiría que los israelitas salieran hasta que Dios estuviera listo para
que salieran.
A estas alturas el viaje de Moisés tomó un rumbo inesperado. Un día, cuando se habían detenido por el
camino, el Señor se encontró con Moisés y estaba a punto de matarlo, posiblemente por medio de una
enfermedad. Dios había ordenado a los israelitas que circuncidaran a sus hijos (Génesis 17:14), pero Moisés
no había obedecido. Estaba intentando guiar a Israel cuando había sido negligente como líder de su propia
familia. Por alguna razón, a Séfora le había parecido desagradable el requisito de la circuncisión. Pero lo
aceptó para salvar la vida de Moisés.

Piensa en integridad en el liderazgo. Liderazgo es más que sólo palabras. Los mejores líderes
guian con su ejemplo. A la gente se le olvida fácilmente lo que los líderes enseñan, pero recordarán
por mucho tiempo lo que los líderes hacen. Por eso Santiago 3:1 advierte: “Hermanos míos, no
pretendan muchos de ustedes ser maestros, pues, como saben,
seremos juzgados con más severidad”. ¿Tienes una función de liderazgo en tu familia, centro de trabajo,
iglesia o comunidad? Entonces puedes tener la certeza de que la gente te está observando. Pide a Dios que te
ayude a vivir con integridad de tal manera que cualquiera que siga tu ejemplo aprenda a vivir de una manera
que honra a Dios.

Dios envió a Aarón para encontrarse con Moisés en Horeb, el mismo lugar en el que Moisés se había
encontrado con Dios en la zarza que ardía. Aarón recibió a Moisés cálidamente. Los dos hermanos
comentaron todo lo que el Señor le había dicho a Moisés. Siguiendo los mandamientos de Dios, Moisés y
Aarón fueron a Egipto. Aarón informó a los ancianos respecto al plan de Dios de rescatar a Israel. Moisés
demostró las señales que Dios le había dado para exhibir. Los israelitas creyeron, tal como Dios había
prometido. El Señor había visto sus aflicciones, había oído su clamor, y estaba listo para actuar a su favor.
Ellos respondieron con adoración.

¡Personaliza la VERDAD!
Dios no le habló a Moisés desde la zarza que ardía hasta que Moisés se apartó para ver el
“fenómeno increíble”. ¿Qué hubiera sucedido si Moisés no hubiera tomado el tiempo
para reflexionar sobre esta maravilla? ¿Será posible que en ocasiones te pierdas un encuentro con Dios porque
no apartas el tiempo? Pide a Dios que te ayude a estar más consciente de las maneras en las que Él trata de
conseguir tu atención. ¿Es por medio de la belleza o el poder de la naturaleza? ¿Los eventos de tu vida diaria?
¿Un pensamiento o idea inesperada de la Escritura?
Cuando sucede algo así, deja lo que estés haciendo. Toma tiempo para reflexionar en oración. Pregunta a
Dios qué es lo que Él quiere que veas. Luego adórale en “tierra santa”.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 4—Éxodo 5:1–7:13

Dios Llama a un Libertador


¡Memoriza la VERDAD!
“La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida.” Proverbios
13:12

DÍA 1: Éxodo 5:1-14—Aumenta el Sufrimiento de los Israelitas


1. ¿Qué petición le hicieron Moisés y Aarón al Faraón? ¿Qué razón dio para hacer esta petición?
Que dejara ir a su pueblo
para celebrar una fiesta en el desierto en honor al Señor

2. ¿Qué razones dio Faraón para negar la petición de Moisés y Aarón?


Ni conoce al Señor, ni iba a dejar que se fuese

3. ¿Cómo castigó Faraón a los israelitas por la petición que le habían hecho Moisés y Aarón?
Incrementándoles las tareas y teniendo que buscar ellos mismos el material para hacer ladrillo sin bajar la
producción y decían que eran unos holgazanes

DÍA 2: Éxodo 5:15-23—Acusaciones y Reproches


4. Al principio, ¿a quién responsabilizaron los mayordomos por el aumento del sufrimiento de los israelitas? ¿Cuál era
su queja?
A los jefes de cuadrillas egipcios. Por culpa de ustedes somos unos apestados delante de faraón y nos da mas trabajo
del que podemos llevar a cabo.

5. ¿A quién culpó el Faraón? ¿Cuál era la queja de él?


al pueblo, que eran unos holgazanes y querían ir al desierto para no trabajar

6. Después de hablar con Faraón, ¿a quién culparon los mayordomos? ¿Cuál era la queja de ellos?
a Moisés y Arón, Así que, al encontrarse con Moisés y Aarón, que los estaban esperando a la salida, 
les dijeron: «¡Que el SEÑOR los examine y los juzgue! ¡Por culpa de ustedes el faraón y sus siervos nos odian!
¡Ustedes mismos les han puesto la espada en la mano, para que nos maten!».

7. ¿A quién culpó Moisés? ¿Cuál era la queja de él?


Al Señor, —¡Ay, Señor! ¿Por qué tratas tan mal a este pueblo? ¿Para esto me enviaste? Desde que me
presenté ante el faraón y le hablé en tu nombre, no ha hecho más que maltratar a este pueblo, que es tu
pueblo. ¡Y tú no has hecho nada para librarlo!

¡Aprende la VERDAD!
Es fácil culpar a otras personas cuando las circunstancias se vuelven difíciles. Pero acusar a otros
no ayuda en nada, ni tampoco honra a Dios. ¿Cuál sería una mejor manera de responder a las dificultades?
Esta semana, cuando vengan las pruebas, decide no responsabilizar a nadie más. Más bien, pregunta a Dios
cómo puedes responder a la dificultad de una manera que le agrade a Él. Prepárate para hablar sobre esto en
tu grupo pequeño.
DÍA 3: Éxodo 6:1-13—Dios de Nuevo Promete Librar
8. ¿Cómo respondió Dios a la queja que había hecho Moisés en 5:22-23?

El SEÑOR respondió:—Ahora verás lo que voy a hacer con el faraón. Realmente, solo por mi mano

poderosa va a dejar que se vayan; solo por mi mano poderosa va a echarlos de su país.

9. ¿Con qué nombre se había revelado Dios a Abraham, Isaac, y Jacob? ¿Con qué nombre se reveló a Moisés y a Su
pueblo? ¿Qué significan estos nombres para ti?
Dios todopoderoso,
Yo soy el Señor,
El primero: me habla del poder que tiene Dios ante cualquier situación
El segundo: de que el tiene el Señorío de todo
10. ¿Qué detalles reveló Dios respecto a la manera en la que planeaba librar a los israelitas de Egipto? ¿Cómo
respondieron ellos, y por qué respondieron de esta manera?
voy a quitarles de encima la opresión de los egipcios. Voy a librarlos de su esclavitud; voy a liberarlos con
gran despliegue de poder y con grandes actos de justicia.
 pero por su desánimo y las penurias de su esclavitud ellos no hicieron caso.

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 4 2

11. Dios le dijo a Moisés que visitara a Faraón de nuevo. ¿Cómo respondió Moisés? ¿Cómo crees que hubieras
respondido tú si hubieras estado en el lugar de Moisés?
—Ve y habla con el faraón, el rey de Egipto. Dile que deje salir de su país a los israelitas.
Pero Moisés respondió al SEÑOR: —¿Y cómo va a hacerme caso el faraón si ni siquiera los
israelitas me creen? Además, no tengo facilidad de palabra.
Viendo el resultado de la primera vez reaccionaria como Moisés, que no me haría caso

DÍA 4: Éxodo 6:14-25—Genealogía de Moisés y Aarón


12. ¿Cuál de los hijos de Jacob fue el ancestro de Moisés y Aarón? ¿Qué lugar de nacimiento ocupó? ¿Cuál era el
nombre del abuelo de Moisés y Aarón y su orden de nacimiento?
Amiran, el primero de los hijos de Coat, que es el abuelo de Moisés y Arón

13. En Génesis aprendemos que los primeros tres hijos de Jacob le acarrearon desgracia (véase Génesis 34:30 y 35:22).
Cuando consideras este hecho, así como la importancia del orden de nacimiento en Israel en la antigüedad, ¿qué es
lo que resulta sorprendente respecto al linaje de los hombres a quienes Dios llamó para guiar a Israel? ¿Cómo podría
esto alentarte a ti?
Que no tenía en cuenta la primogenitura para elegir al libertador,
Dios al escoger a alguien no mira su posición de rango en la jerarquía familiar

DÍA 5: Éxodo 6:26–7:13—Moisés y Aarón and Faraón


14. ¿Cómo respondió Moisés cuando Dios le ordenó que se presentara ante Faraón de nuevo? ¿Por qué crees que Moisés
luchó para obedecer?
Que faraón no le aria caso porque no tenía facilidad de palabra
Una vez mas no se veía capacitado para hacerlo

15. ¿Qué dijo Dios que sucedería cuando Moisés y Aarón fueran con Faraón en esta ocasión? ¿Cómo dijo Dios que
respondería?
Yo endureceré el corazón del faraón y, aunque haré muchas señales milagrosas y prodigios en Egipto,
él no les hará caso. Entonces descargaré mi poder sobre Egipto; ¡con grandes actos de justicia sacaré de
allí a los escuadrones de mi pueblo, los israelitas! 

16. ¿Por qué crees que algunas personas se niegan a creer en Dios, aun cuando lo ven hacer milagros? ¿Cómo podemos
protegernos contra tal incredulidad?
Les ciega tener el corazón endurecido,
No dejándonos llevar por su incredulidad y tener presente los milagros que Dios a hecho en nuestras vidas

¡Aplica la VERDAD!
Las circunstancias difíciles y los espíritus quebrantados de los israelitas hacía difícil que oyeran el
aliento que Moisés intentaba darles. Pero Dios no los reprendió por no recibir
Su aliento. Él simplemente siguió trabajando para cumplir Sus promesas hechas a ellos. ¿Alguna vez has
intentado alentar a tus amigos o miembros de la familia que están tan desalentados que parecen no escuchar?
No te dejes abatir por el desaliento de ellos. Y no seas impaciente con ellos. Dios comprende su dolor.
Permite que Él manifieste Su misericordia por medio de ti, sigue orando por ellos, y luego observa cómo Dios
los libra. “Si somos infieles, Él sigue siendo fiel” (2 Timoteo 2:13). Comenta esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 4 3

Lección 4 Comentario

Una Petición ante el Rey


Moisés Crece Como Líder
Éxodo 5:1–7:13
La primera tarea de Moisés había salido bien. Él y su hermano Aarón habían compartido el mensaje de Dios
con los israelitas, y ellos habían creído. Ahora era tiempo de ir ante Faraón. Ellos empezaron por decirle al rey
a quién representaban: “el SEÑOR, el Dios de Israel.” Estas sencillas palabras amenazaban a Faraón. Él era
visto como un dios en Egipto. Desde su perspectiva, otra deidad estaba amenazando su poder. Los esclavos
que él consideraba que le pertenecían, en realidad le daban su lealtad a esta potencia “externa”. Faraón
respondió con desdén: “¿Y quién es el SEÑOR —respondió el faraón— para que yo le obedezca y deje ir a
Israel? ¡Ni conozco al SEÑOR, ni voy a dejar que Israel se vaya!”
La palabra conocer aquí significa más que sólo estar enterado. Faraón seguramente que estaba enterado de
que los hebreos adoraban a su propio Dios, y probablemente había oído Su nombre. La declaración de Faraón
era una de desafío. Este Dios de los hebreos no significaba nada para él, y él para nada iba a seguir Sus
instrucciones.
Moisés y Aarón le advirtieron a Faraón que si él no los dejaba salir para ir a adorar a Dios, Dios pudiera
azotarlos con pestilencia o espada. Obviamente eso afectaría su capacidad para trabajar. Faraón respondió con
una acusación contra Moisés y Aarón de incitar a su fuerza de trabajo a la pereza. Faraón ordenó a los
mayordomos que exigieran que los esclavos recogieran su propia paja como parte de sus labores. Tendrían
que hacer esto además de su trabajo normal de hacer ladrillo. Los mayordomos hebreos sufrieron como
resultado de esta nueva exigencia. Cuando no pudieron mantenerse al corriente del trabajo adicional, eran
golpeados. Se creó una división entre Moisés y el pueblo hebreo. La gente empezó a desconfiar de Moisés y
Aarón.

Piensa en la oposición a nuestra fe. Satanás suele colocar obstáculos en nuestro camino cuando
damos pasos para confiar en Dios. Precisamente cuando empezamos a intensificar nuestras
oraciones y ejercitar nuestra fe, el enemigo intenta derrotarnos. No seas engañado por la astucia del
enemigo. A veces Dios tarda un poco en librarnos. A
veces pareciera que las cosas empeoran antes de que llegue la respuesta de Dios. Sin embargo, Dios sí oye
nuestras oraciones. Él nos apoyará y nos alentará mientras esperamos en Él—¡y Sus promesas siguen
siendo válidas!

El Pueblo Reprende a Moisés


Los mayordomos hebreos se quejaron con Faraón respecto a la injusticia. Faraón no les hizo caso. Acusó a los
hebreos de ser ociosos. Si trabajaran más duro, ¡no tendrían tiempo de estar pensando en salir a adorar a Dios!
Faraón les ordenó que fueran y trabajaran, y que siguieran haciendo ladrillos mientras se abastecían de su
propia paja.
Los mayordomos culparon a Moisés y Aarón por su situación dolorosa. Clamaron al Señor para que juzgara a
Moisés y Aarón por ocasionar más problemas para los esclavos. No comprendían que Dios había enviado a
los hermanos a Faraón. Ellos sólo sentían el dolor de su carga y desesperanza. Ésta fue la primera de muchas
quejas con las que los israelitas cargarían a Moisés. Moisés respondió cuestionando a Dios: “¿Por qué me
enviaste a mí?”
Desde la perspectiva de Moisés, él sólo había logrado causar más sufrimiento. Pero Dios estaba preparando la
situación conforme a Su plan. Cuando Él se empezara a mover, Su gloria sería manifiesta para todos—Faraón,
Egipto, los israelitas y Moisés. A Dios le encanta manifestar Su grandeza cuando el objetivo parece ser
totalmente inalcanzable.

Dios Se Revela con un Nuevo Nombre


Cuatro veces en los siguientes ocho versículos, Dios dijo: “Yo soy el S EÑOR”. Dios le declaró a Moisés que
Él, el Dios del antiguo pacto con Abraham, ahora se estaba preparado para hacerlo efectivo. La generación
actual de Israel, aquellos que gemían bajo la carga de la opresión egipcia, serían los beneficiarios de ese paco.
El SEÑOR rescataría a Israel de la servidumbre de una manera dramática, con brazo extendido y poderosos
juicios. Esta promesa, por improbable que pareciera en ese momento, era segura, gracias al carácter confiable
de Dios.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 4 4

Moisés les dijo todo esto a los israelitas. Pero ellos no querían escuchar porque sus espíritus estaban
quebrantados. Aquellos que antes habían adorado a Dios después de recibir el mensaje de Moisés, ahora no
podían ni siquiera oírlo. “La esperanza frustrada aflige al corazón” (Proverbios 13:12), y la nación de esclavos
estaba demasiado entristecida para escuchar nada de lo que tuviera que decir Moisés.
Moisés estaba descorazonado también. Cuando Dios llamó a Moisés y Aarón para que visitaran de nuevo al
rey, Moisés respondió con desaliento. ¿Por qué había el rey de escucharlo a él cuando él no podía conseguir
que ni siquiera su propio pueblo escuchara? Moisés se sentía incapaz de hacer lo que el Señor le ordenaba.
Pero Dios pacientemente le recordó a Moisés que Él sacaría a Su pueblo de Egipto. Y Él usaría a Moisés y a
Aarón para hacerlo.

El Linaje de la Familia de Moisés


Moisés interrumpió la narración para dar la genealogía de él y de Aarón. Quizá Moisés hubiera querido
referirse a sus credenciales hebreas, ya que él no se había criado entre su propio pueblo. Pero los eruditos
consideran que la razón más importante de este relato es para mostrar precisamente cuán descalificado era
Moisés en su propio derecho. Observa que Moisés no era descendiente de Rubén, el hijo primogénito. Ni
siquiera era del segundo nacido, Simeón. Era de Leví, el tercer hijo de Jacob, y ni siquiera del primogénito de
Leví, (Gersón), sino de Coat, el segundo nacido. De la familia de Coat, un hombre llamado Amram se casó
con su tía, hermana de su padre. Ellos fueron los padres de Moisés. Aun así, él no era su hijo primogénito—
ése era Aarón. El orden del nacimiento era muy importante en el mundo antiguo, pero Dios estaba cambiando
las reglas.
Moisés concluyó su genealogía y luego continuó con las objeciones que había mencionado en 6:12. A pesar
de que Dios había prometido ir con él, Moisés seguía cuestionando sus propias habilidades y efectividad.

Dios le Da una Señal a Faraón


A pesar de que a veces se quejaban y protestaban, Moisés y Aarón hicieron lo que Dios les pidió que hicieran
en Egipto. Moisés y Aarón fueron de nuevo al Faraón. Él respondió exactamente como Dios había predicho.
Faraón les pidió que dieran pruebas de su autoridad con señales milagrosas. Aarón respondió en obediencia al
mandato de Dios y la petición de Faraón, y arrojó su vara en presencia de Faraón y sus sirvientes. Se convirtió
en una serpiente.
En lugar de creer, Faraón llamó a sus magos. Los magos egipcios fueron capaces de reproducir—o crear la
ilusión de duplicar—la señal de convertir las varas en serpientes. El texto no nos dice si esto fue un truco o si
era sobrenatural. Satanás es un mentiroso y un engañador. Él es capaz de realizar “falsas señales y
maravillas” (2 Tesalonicenses 2:9). Cualquiera que haya sido la realidad de lo que sucedió, el Señor tuvo la
última palabra. Él avergonzó a los magos, haciendo que la serpiente de Aarón se tragara a las serpientes de
sus hechiceros. No obstante, Faraón seguía indiferente. Se negaba a escuchar a los mensajeros de Dios. Y su
corazón fue endurecido.

Piensa en los corazones endurecidos. Muchas personas han luchado con el concepto del corazón
endurecido de Faraón. ¿Lo endureció él? ¿Lo endureció Dios? No hay respuesta sencilla a esta
pregunta. Sin embargo, ésa no es en realidad la raíz de la preocupación de la mayoría de las
personas. Nuestra verdadera preocupación es que nosotros pudiéramos
tener un corazón tan duro que jamás se pueda volver a ablandar. Esa es una preocupación innecesaria. ¡La
conciencia de un corazón endurecido es el primer paso para que Dios lo pueda ablandar! Si a ti te preocupa
que tu corazón se vaya a endureceer, cuéntaselo a Él. Recuerda que Dios puede quitar tu “corazón de piedra”
(Ezequiel 36:26) y darte un corazón que sea más sensible y responda a Él.

¡Personaliza la VERDAD!
Dios pidió mucho de Moisés. Pero también equipó a Moisés y mostró gran paciencia para con él
mientras su fe y su obediencia se fortalecían. Reflexiona sobre tu propia
vida. ¿Qué ha requerido Dios de ti? ¿De qué manera te ha equipado y ha sido paciente contigo? Da gracias a
Dios por Su bondad, y luego pídele todo lo que tú sientas que aún te falta para poder seguirle en el camino
que Él ha puesto delante de ti.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 5—Éxodo 7:14–9:7

Las Primeras Cinco Plagas


¡Memoriza la VERDAD!
“¿Quién, SEÑOR, ¿se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú,
hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.” Éxodo 15:11

DÍA 1: Éxodo 7:14-25—Agua Convertida en Sangre


1. ¿Qué razón se menciona para que Faraón se negara a permitir que el pueblo de Dios saliera?
Vv22,Tal como el Señor lo había advertido, no hizo caso ni a Aarón ni a Moisés
Vv23, como si nada nada hubiera pasado, se dio media vuelta y regresó a palacio

2. ¿Qué le dijo el Señor a Moisés que hiciera debido a la obstinación de Faraón? ¿Por qué seguía endurecido el corazón
de Faraón, aún después de esto?
1, como no quiso obedecer el Señor dice ahora, y pone en marcha la primera plaga.
2, porque al ver que sus magos realizaban los mismos milagros no hizo efecto en el faraón la primera plaga

3. ¿Alguna vez ha obrado Dios pacientemente para persuadirte a ti cuando has sido obstinado? ¿Qué sucedió?
1, si
2, le dije a Dios que nunca mas tendría un coche viejo, y luego tuve que aceptar un reglo de un coche viejo

DÍA 2: Éxodo 8:1-15—Ranas


4. ¿Qué razón le dijo Dios a Moisés que le diera a Faraón por la que debía dejar ir a los hebreos?
Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto, y lo Amenaza con una nueva plaga

5. ¿Cómo estaría obstaculizada la persona esclavizada para no poder servir plenamente a Dios?
El pueblo de Israel al estar esclavizados por faraon no pueden servir plenamente a Dios

6. Cuando Faraón se negó a escuchar, ¿qué plaga mandó Dios después?


La de los mosquitos, piojos

7. ¿Qué les suplicó Faraón a Moisés y Aarón que hicieran? ¿Qué sucedió como resultado?
1, Que oraran a su Dios para que se alejen las ranas de mi y mi pueblo
2, el Señor contesto pero cuando sintió alivio faraon se volvió a endurecer

¡Aprende la VERDAD!
Faraón le dijo a Moisés que obedecería a Dios, si Él librara a Egipto de la plaga de las ranas. Dios
sí los libró, pero Faraón no cumplió su promesa. Como resultado, su corazón se endureció aún más. ¿Tú le has
hecho alguna promesa a Dios que no has cumplido todavía? Pide a Dios que te ayude a cumplir las promesas
que le has hecho. Ser fiel en esto te ayudará a conservar blando tu corazón. Prepárate para platicar sobre esto
en tu Grupo Pequeño.

DÍA 3: Éxodo 8:16-19—Piojos o mosquitos


8. ¿Cuál fue la tercera plaga, y qué habrá sido eso para el pueblo de Egipto?
La de los mosquitos, y fueron afectados el pueblo y los animales

9. ¿En qué fue diferente esta plaga a las plagas anteriores?


En que los magos no pudrieron copiar la plaga
10. ¿Qué comprendieron los magos? ¿Faraón escuchó a sus magos? ¿Qué te dice esto acerca de su carácter?
1, que esto era obra de Dios
2, no
3, que faraon no escuchaba a sus consejeros y que era terco
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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 5 2

DÍA 4: Éxodo 8:20-32—Moscas


11. ¿Qué dijo Dios que haría en esta ocasión si Faraón no dejaba ir a Su pueblo?
Que aviaria enjambres de moscas, por todo las casas y suelo

12. ¿En qué era diferente esta plaga a las anteriores? ¿Qué quería Dios que comprendiera Faraón como resultado de esta
diferencia?
1, en que menciona que en la única región de gosen no habría moscas, porque allí vivía el pueblo hebreo
2, la diferencia es que menciona que al pueblo hebreo no le afectaría.

13. Cuando Faraón por fin le dijo a Moisés que permitiría que los hebreos hicieran sacrificios, ¿por qué se negó Moisés
a aceptarlo? ¿En qué insistió Moisés en lugar de lo que había ofrecido Faraón?
1, porque el faraón quería que lo hicieran en Egipto
2, insistió en que los dejara ir por tres días para adorar a su Dios pues así se lo avía ordenado

DÍA 5: Éxodo 9:1-7—Plaga en el Ganado


14. ¿Qué plaga mandó Dios en esta ocasión? ¿Cómo protegió Dios a Su propio pueblo contra esta adversidad?
1, mando que murieran todo el ganado de los egipcios
2, de nuevo protege a todo el ganado del pueblo hebreo

15. ¿Alguna vez has visto que Dios muestre misericordia especial a Su propio pueblo, que otros no experimentan?
Explica.
Si, la provisión, sanidad y protección
El Señor nos a provisto de las cosas que necesitábamos, me a sanado de una adicción y de algunas cosas más, y e
visto la mano de Dios protegiéndome de algunas cosas

16. Al estudiar las primeras cinco plagas, ¿qué has observado acerca de Moisés? ¿Acerca de Dios? ¿Cómo quieres
responder a lo que Dios te está enseñando?
1, la paciencia, la actitud de orar por faraón, deja de cuestionar las ordenes de Dios
2, la misericordia hacia faraón, la protección hacia su pueblo, el poder de hacer lo imposible para doblegar el corazón duro de
faraón
3, con la actitud de humildad y obediencia, respeto a las obras que Dios puede hacer a través de nosotros

¡Aplica la VERDAD!
Obedecer a Dios le honra a Él, pero no siempre trae los resultados que nosotros esperamos. Moisés
persistió en obedecer a Dios, aun cuando Faraón obstinadmente se
negaba a escuchar. Los resultados desalentadores no disuadieron a Moisés—él confió en que Dios cumpliría
Su palabra. ¿En qué áreas te has visto tentado a darte por vencido porque los resultados no han sido lo que tú
esperabas? Pide a Dios que te conceda la fe para perseverar. Él es fiel. Él cumplirá Su palabra. Confía en Él y
sigue obedeciendo. Él responderá en Su propio tiempo perfecto. Comenta sobre esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 5 3

Lección 5 Comentario

Las Primeras Cinco Plagas


Éxodo 7:14–9:7
Dios no le presentó a Moisés un plan maestro cuando lo envió al Faraón para pedir la liberación de Su pueblo.
Moisés tuvo que dar un paso de fe a la vez. Conforme el Dios supremo trajo una plaga tras otra contra Egipto,
Moisés y los israelitas vieron más de Su santo poder. Nosotros podemos ver crecer la fe de Moisés a medida
que Dios revelaba más y más de Sus juicios soberanos. No obstante, el corazón de Faraón simplemente se
endurecía más.

La Primera Plaga: Agua Convertida en Sangre


Dios le ordenó a Moisés que se reuniera con Faraón en el río para anunciar la primera plaga. Posiblemente el
rey haya ido al río a bañarse, pero también pudiera haber ido para adorar. El Nilo era tan importante para los
egipcios, que lo adoraban como deidad. Dios le dijo a Moisés que le recordara a Faraón la obstinada terquedad
que había mostrado hacia Israel desde el principio. Faraón dijo que él no conocía al Dios de Israel. Dios
respondería a eso. Se revelaría mediante un golpe al Nilo, sustento de la vida de Egipto.

La primera plaga fue tan sorprendente como incapacitante. Tan pronto como la vara de Aarón golpeó el Nilo,
el agua se convirtió en sangre. No era sólo el río el que se vio afectado, sino también el agua extraída del río
en cubos de madera o de piedra. El lenguaje de 7:20-21 sugiere que sucedió rápidamente, a la vista de Faraón
y sus siervos. El efecto fue devastador: peces muertos, un río putrefacto y agua no consumible.

Admirablemente, los magos de Faraón de alguna manera duplicaron este milagro. La Escritura no explica
cómo lo hicieron. Pero sí dice cuál fue el efecto que tuvo sobre Faraón. Su corazón fue aún más endurecido.
Faraón parece haber desechado a Moisés como sólo un hábil mago.

La Segunda, Tercera y Cuarta Plaga: Ranas, Piojos y Moscas


Siete días más tarde, Faraón recibió otra visita de parte de Moisés y Aarón. Ellos advirtieron al rey que si se
negaba a ceder, Dios golpearía su tierra con ranas. Así como con la primera plaga, los efectos parecen
manifestarse de inmediato. En cuanto se le había advertido a Faraón, Dios le dijo a Moisés—quien a su vez le
dijo a Aarón—que extendiera su mano y su vara sobre todas las aguas de la tierra que contuvieran ranas. Las
ranas salieron del agua, “y cubrieron toda la tierra de Egipto.” Se metieron a las casas, camas, hornos y
recipientes. Incluso llenaron el palacio de Faraón. Una vez más, los magos pudieron reproducir la misma
señal.

Piensa en señales y maravillas. No todo “milagro” es de Dios. Muchos actos aparentemente


sobrenaturales son sólo trucos diseñados para aprovecharse de gente inocente. Otros, quizá como
los que realizaron los magos de Faraón, son actos realizados por el poder de Satanás. Dios sí actúa
de maneras poderosas y sobrenaturales. Pero no
debemos suponer que por el solo hecho de que algo parezca milagroso, Dios siempre es la causa de ello. La
mejor protección contra el engaño es buscar a Dios por lo que Él mismo es, y no sólo por las cosas poderosas
que Él hace.

En medio de esta segunda plaga, Faraón mandó llamar a Moisés y Aarón. Les pidió que rogaran al Señor de
parte de él. Si Dios respondía y las ranas se alejaban, dijo que él permitiría que los hebreos salieran para hacer
sus sacrificios a Dios. Moisés aceptó orar por Faraón y le permitió a él escoger el momento para hacerlo. Al
decidir el tiempo preciso, Faraón se vería obligado a reconocer la relación entre la oración de Moisés y el
alivio de la plaga.

En el momento indicado, Moisés clamó al Señor respecto a las ranas. Dios escuchó su oración. Por todas
partes empezaron a morir las ranas. Eran tantas que la gente las juntaba en apestosos montones. Sin embargo,
en el momento que el rey vio que hubo alivio, faltó a su promesa. Endureció su corazón de nuevo y no quiso
dejar ir a los esclavos.

La tercera plaga siguió rápidamente a la segunda. En esta ocasión vino en forma de pequeños insectos que
infestaban por igual a la gente y a los animales. La palabra hebrea para estos insectos no es clara. Podría
referirse a piojos, mosquitos o zancudos. En esta ocasión los magos egipcios no pudieron duplicar el milagro,
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 5 4

ni tampoco pudieron detenerlo. Ellos declararon a su rey: “Esto es el dedo de Dios.” Pero el corazón de
Faraón permaneció endurecido en su resistencia ante las evidencias de que Dios estaba obrando.

La cuarta plaga, lo mismo que la primera, empezó con una confrontación matutina cercana al Nilo. Moisés
repitió el mandato de Dios de dejar ir a Israel. Si Faraón no cedía, el Señor enviaría enjambres de moscas
sobre Egipto y sobre la casa real. Las moscas serían tan abundantes que cubrirían el mismo suelo en el que se
paraba Faraón. Con la cuarta plaga, Dios agregó una distinción entre Su pueblo y los egipcios. Él apartó a la
tierra de Gosén, donde vivían los israelitas. Los israelitas quedarían libres de las moscas que cubrirían a
Egipto. De esta manera, Dios mostraría tanto su favor hacia Israel, como su poder a Faraón.

Tan pronto como descendieron las densas nubes de moscas sobre Faraón, vaciló de nuevo en su decisión.
Faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dio permiso de adorar su Dios. No obstante, se negó a dejarlos salir al
desierto como ellos habían pedido. Dijo que tenían que realizar su adoración dentro de la tierra de Egipto. Este
ofrecimiento era inaceptable, porque los egipcios verían lo que estaban haciendo y reaccionarían de manera
negativa. Mientras los egipcios de la antigüedad sí practicaban sacrificios de animales, evitaban sacrificar
cabras y ovejas. Según Génesis 46:34: “Los egipcios detestan el oficio de pastor,” lo cual sugiere que al
mencionar Moisés una abominación en Éxodo 8:26 pudiera haberse estado refiriendo a ovejas. Por otra parte,
la “abominación” podría haber sido simplemente las prácticas religiosas de Israel en general. Moisés predijo
que la reacción de los egipcios sería violenta y que podrían hasta apedrear a los hebreos. Moisés insistió en
que Israel debía salir a tres días de camino en el desierto para adorar a Dios.

La respuesta de Faraón muestra que él todavía creía estar en control. Respondió: “Voy a dejarlos ir para que
ofrezcan sacrificios al SEÑOR su Dios en el desierto, con tal de que no se vayan muy lejos”. El rey agregó una
petición de que Moisés orara a Dios por él. A pesar de la duplicidad de Faraón, Moisés no se negó a orar por
él. Él pediría a Dios que eliminara las moscas, pero antes de hacerlo, le advirtió al rey que no volviera a tratar
con engaños a Israel. Sin embargo, en cuanto desaparecieron las moscas, Faraón endureció su corazón y no
dejó ir al pueblo.

Piensa en la oración por líderes impíos. Es fácil criticar a los funcionarios de gobierno que se
oponen a los caminos de Dios. Pero en lugar de criticar, Dios nos llama a orar. Jesús nos ordena que
oremos por los que nos persiguen y nos maltratan (Mateo 5:44; Lucas 6:28). Y el apóstol Pablo nos
insta a interceder por “los gobernantes y por todas las
autoridades” (1 Timoteo 2:1-2). Si Moisés estuvo dispuesto a orar por Faraón, quizá nosotros también
debemos estar dispuestos a orar por aquellos que nos ridiculizan—aún cuando nos hagan más difícil la vida.

La Quinta Plaga: Muerte del Ganado


La quinta plaga afectaría al ganado, los caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas. Estos animales proveían
alimento, trabajo y vestimenta para los egipcios, y la pérdida de ellos sería un golpe muy duro. Pero resulta
claro que Faraón no estaba luchando por su pueblo. Él estaba luchando por proteger su propio orgullo. E
incluso después de cinco plagas devastadoras, no estaba preparado para rendirse. Tal como Dios lo había
asegurado, al siguiente día empezaron a morir animales por toda la tierra de Egipto, pero el ganado de los
israelitas no fue afectado.

¡Personaliza la VERDAD!
¿En tu corazón hay algún punto endurecido? El Salmo 95:8 dice: “Si ustedes oyen hoy su voz, no
endurezcan el corazón”. El endurecimiento del corazón no sucede en un
instante. Es una condición gradual, y evitable. Lo único que tenemos que hacer es pedir a Dios que nos
muestre dónde se empieza a endurecer nuestro corazón, y luego arrepentirnos sinceramente de esas cosas. Las
posibles causas de endurecimiento del corazón incluyen ingratitud, orgullo, dudas, quejas, egoísmo y no
perdonar. Escucha lo que Dios te revele, luego pídele que Él ablande de nuevo tu corazón.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 6—Éxodo 9:8–11:10

Cuatro Plagas Más


¡Memoriza la VERDAD!
“El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.” Proverbios
29:1

DÍA 1: Éxodo 9:8-12—Úlceras


1. Describe la sexta plaga.
Dios mando a Moisés recoger ceniza de un horno y en presencia de Faraón las hecho al aire y se esparcieron por
todo el territorio y al contacto con as personas y los animales, les provoco las ulceras.

2. ¿Cuál es una razón por la que los magos de Faraón no podían duplicar este milagro?
Porque los magos y totos los egipcios habían sido dañados con ulceras, por eso no podía enfrentar a Moisés.

DÍA 2: Éxodo 9:13-35—Granizo


3. ¿Qué le dijo el Señor a Faraón que podría haber hecho con él y con Egipto? ¿Por qué no hizo esto?
Destruirlo completamente, para demostrar su poder y para darles tiempo a que se arrepientan

4. ¿En qué aspecto le ofreció el Señor misericordia a Faraón, en el mismo momento de anunciar la siguiente plaga?
En darle mas tiempo para que cediera a dejar ir a su pueblo

5. ¿Cómo fue esta tormenta de granizo? ¿En qué fue diferente a granizadas comunes?
Nunca se había visto nada igual, eran granizos enormes acompañados de rayos, no toco la tierra de Gosen

6. ¿Qué dijo Faraón que sugiere que posiblemente se estuviera ablandando su corazón? ¿Era un verdadero
ablandamiento? Explica.
Reconoció su pecado y suplico que parara de caer granizo, que ya tuvieron de sobra
No, en cuanto vieron que ceso la tormenta volvieron a endurecer su corazón

¡Aprende la VERDAD!
Faraón reconoció que había pecado. Pero no estaba auténticamente arrepentido. Quería librarse de las
consecuencias dolorosas del pecado, pero no quería cambiar sus
caminos. El verdadero arrepentimiento incluye pesar por el pecado y abandono del pecado. Esta semana,
cuando hagas algo malo, pide a Dios que te ayude a arrepentirte verdaderamente. No sólo confesar tu
pecado a Él y a otros, sino abandonarlo. Prepárate para compartir acerca de esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 3: Éxodo 10:1-20—Langostas


7. ¿Qué plaga amenazó Dios con mandar en esta ocasión? ¿Qué clase de devastación causaría?
Langostas, arrasarían con lo poco que quedo des pues de los granizos

8. ¿Quién más intentó persuadir a Faraón? ¿Qué querían que hiciera él y por qué?
Los funcionarios, que dejara ir al pueblo a adorar a Dios por que Egipto estaba arruinado
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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 6 2

9. ¿Cómo intentó Faraón negociar con Moisés? ¿Por qué crees que Moisés rechazó sus condiciones?
Os dejo, pero quiero saber quién va air, porque solo dejaba ir a los hombres, según Dios tenia que salir todo el
pueblo y sus animales

10. ¿Qué confesó Faraón? ¿Qué le pidió a Moisés? ¿Crees que Moisés le creyó? Explica.
E pecado contra el Señor su Dios y contra ustedes, les pidió perdón y le rogo que rueguen al Señor con la intención
de que alejase de donde el estaba la plaga, puede ser que si porque enseguida Moisés intercedió de nuevo por faraón

DÍA 4: Éxodo 10:21-29—Oscuridad


11. ¿Cuál fue la novena plaga que Dios mandó sobre Egipto? ¿Cuáles hubieran sido las consecuencias de semejante
plaga?
Durante tres días se oscureció de tiniebla muy espesa que se podía palpar, 1 era tan densa que nisiquiera se veían
entre ellos incluso dentro de la casa, pero en las casas de los israelitas si tenían luz

12. ¿Cómo intentó Faraón negociar con Moisés? ¿Qué razones dio Moisés para no aceptar las condiciones de Faraón?
Dejando marchar al pueblo menos al ganado, por que necesitaban al ganado para hacer los sacrificios o ofrendas

13. ¿Con qué amenazó Faraón a Moisés? ¿Cómo respondió Moisés?


Que si vuelve a presentarse delante de faraón lo mataría, jamás volvería a verlo

DÍA 5: Éxodo 11:1-10—Amenaza de la Última Plaga


Nota: Muchos eruditos creen que los eventos del capítulo 11 ocurrieron mientras Moisés aún estaba en presencia de
Faraón (véase 10:21-29).
14. ¿Qué les dijo Dios a Moisés y al pueblo que hicieran para prepararse para su salida de Egipto?
Que les pidieran a sus vecinos piezas de oro y plata

15. Describe los detalles de la décima plaga que estaba a punto de ocurrir.
Hacia la media noche pasare por todo Egipto y todo primogénito morirá, incluso de los animales y de los esclavos

16. ¿Cómo respondió Faraón a la advertencia de Moisés en esta ocasión?


Volvió a endurecerse y no permitió que se fueran,

¡Aplica la VERDAD!
Dios quería que Moisés se asegurara de que su hijo y su nieto estuvieran tomando nota de las
maravillas que Él estaba realizando. ¿Para qué? Para que supieran que “Yo soy el
Señor”. ¿Qué “historias acerca de Dios” podrías relatar tú? ¿Cómo ha obrado Dios personalmente en tu vida y
en la de tu familia? Asegura que tus hijos, nietos, familia más extensa y amistades conozcan estos relatos.
¿Cómo y con quién podrías compartir alguna de estas historias en la próxima semana? Comenta esto con tu
Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 6 3

Lección 6 Comentario

Cuatro Plagas Más


Éxodo 9:8–11:10
Moisés era un líder en desarrollo. Mientras Dios demostró Su poder ante Egipto y obró para librar a Su pueblo
de la esclavitud, también estaba formando un líder valiente en Moisés. En las manos de Dios, las debilidades
de Moisés no tenían importancia.
La Sexta y la Séptima Plaga: Úlceras y Granizo
Las primeras cinco plagas habían ocasionado dificultad, pero no dolor físico. Eso cambió con la sexta plaga.
Brotaron úlceras dolorosas en la gente y los animales de Egipto. Por orden de Dios, Moisés y Aarón tomaron
cenizas de los hornos de ladrillo y lo arrojaron al aire en presencia de Faraón. Inmediatamente, brotaron las
úlceras en las personas y en los animales. Esta plaga calló a los magos. El dolor de sus úlceras era tan intenso
que ni siquiera podían estar de pie ante Moisés.

Piensa en los efectos de la obstinación. Los magos de la corte de Faraón sufrían porque sus líderes
obstinadamente se negaban a obedecer a Dios. La nación entera sufrió. De hecho, hasta la naturaleza
sufrió debido a la terca desobediencia del rey. Cuando una persona se niega a temer y a obedecer a
Dios, no es él o ella solamente que sufre las
consecuencias—gente inocente suele sufrir también.

Las úlceras pudieran haber estado todavía abiertas cuando Dios envió a Moisés a Faraón una vez más. En este
encuentro, Dios claramente anunció Sus propósitos al rey. Moisés, hablando de parte de Dios, exigió la
liberación de los israelitas, y luego añadió el propósito de Dios: “para que sepas que no hay en toda la tierra
nadie como yo.”

La séptima plaga traería una severa granizada. Sin embargo, en esta ocasión, Dios le dio al pueblo una
oportunidad para escapar. Entre el momento de la advertencia de Moisés y el primer granizo, podían proteger
a sus esclavos y a su ganado para que no fueran destruidos. Algunos de los egipcios escucharon el consejo.
Otros no lo hicieron y sufrieron pérdida.

Piensa en el hecho de que otros están observando. No todos los egipcios eran tan obstinados
como lo era Faraón. Ellos estaban observando cómo vivían los israelitas. Estaban observando el
poder de Dios en acción. A medida que observaban, algunos de ellos empezaron a creer en el
poder del único Dios verdadero. Conforme las personas
vean a Dios obrando en ti, ellos también pudieran depositar su confianza en Él. ¿Tu vida encamina a las
personas a Dios?

Al día siguiente, Dios le ordenó a Moisés que extendiera su brazo hacia el cielo. Inmediatamente, Dios envió
truenos y granizo mezclado con fuego. A pesar de que Egipto había visto granizo antes, jamás había ocurrido
algo tan severo como esto. Mató a todos y a todo lo que quedó expuesto. Cultivos y árboles fueron destruidos.
Sin embargo, Dios protegió a la tierra de Gosén, donde vivían los israelitas. Por primera vez, Faraón confesó
que el Señor tenía razón y que él estaba en el error. Le dijo a Moisés que dejaría ir a los hebreos, si tan solo
Moisés le pidiera a Dios que detuviera el granizo.

Moisés concedió la petición del rey, pero él sabía que el corazón de Faraón no había cambiado. “Yo sé que tú
y tus funcionarios aún no tienen temor de Dios el S EÑOR,” dijo Moisés al salir. Aun así, en cuanto Moisés
salió de la ciudad, elevó sus manos a Dios, aparentemente en una petición para que Dios pusiera fin a la plaga.
Dios actuó de inmediato. La lluvia, los truenos y el granizo se detuvieron. Lo abrupto del final del juicio, así
como su espantoso comienzo, dio testimonio de que la tierra pertenecía al Señor. No obstante, cuando el
granizo se detuvo, Faraón “reincidió en su pecado, y endureció su corazón” tal como Moisés lo había
predicho.

La Octava Plaga: Langostas


La intención de Dios era que las plagas mostraran a los egipcios Su poder, pero también cumplieron con un
propósito en relación con Israel. Los versículos 10:1-2 dicen que Dios quería que el hijo y el nieto de Moisés
conocieran Su poder. Dios no sólo estaba mostrando Su cuidado por la generación actual de Israel, sino por
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 6 4

las generaciones futuras. La resistencia de Egipto y el poder aún más grande de Dios habían sido diseñados
para convencer a Israel de que su Dios era y es el Dios verdadero.
En preparación para la octava plaga, Moisés y Aarón visitaron de nuevo a Faraón. Le advirtieron que vendría
una nube de langostas si se negaba a humillarse ante Dios. Los insectos acabarían con la destrucción que
había iniciado el granizo. Por primera vez, los siervos de Faraón confrontaron al rey. ¿Iba a permitir la
destrucción total de Egipto? Sus palabras surtieron efecto en Faraón. Mandó llamar a Moisés y Aarón y
preguntó quiénes exactamente irían a adorar al Señor. Si fueran únicamente los hombres y si dejaran atrás a
sus esposas y a sus hijos, quizá él aceptaría.
Moisés respondió que irían todos—jóvenes y ancianos, hijos e hijas, rebaños y ganado. Faraón sabía que los
hijos de los hebreos serían garantía de que sus esclavos regresarían. Si iban todos, el rey suponía que sería
más que una excursión breve al desierto. Faraón negó el permiso y despachó a Moisés y Aarón.
Como resultado de la obstinación de Faraón, vinieron las langostas. Los efectos fueron devastadores.
Destruyeron la exuberante vegetación del valle del río Nilo. La destrucción fue tan completa que Faraón llamó
apresuradamente a Moisés y Aarón. Él sabía que la única manera de poner fin a la plaga era que Moisés orara.
Rápidamente confesó su pecado y suplicó ser perdonado. Sin embargo, una vez que desaparecieron las
langostas, Faraón de nuevo estaba decidido a no permitir que Israel saliera.

La Novena Plaga: Oscuridad


La novena plaga ocasionó una oscuridad absoluta sobre toda la tierra. La vida en Egipto se paralizó por
completo. La gente no podía ver en el interior de sus casas. Nadie se atrevía a salir. El único lugar donde había
luz era entre los israelitas. Pero Dios libró a Israel de esta oscuridad, que era símbolo de cómo salva Él a todo
el que confía en Jesús.
De nuevo Faraón pareció ceder. Dijo que todos los hebreos podían salir, pero que debían dejar atrás su
ganado. Moisés se negó a aceptar esa condición. Los animales servirían como sacrificios y holocaustos. Israel
no iba a dejar atrás nada. La negativa de Moisés hizo que Faraón se enojara. Con un corazón aún más
endurecido, ordenó que Moisés se retirara. Amenazó con matarlo si se atrevía a regresar. Moisés aceptó. No
volvería a hacerle ninguna petición al rey.
Sin embargo, todavía venía una plaga más. En esta ocasión el rey literalmente expulsaría a Israel de Egipto
por completo. Pero, antes de que Israel saliera, los egipcios les darían regalos. Gracias al duro trabajo de los
israelitas, los egipcios habían acumulado grandes riquezas. Parte de esa riqueza ahora la devolverían. Dios les
dijo a los hebreos que pidieran a sus vecinos joyería de plata y oro. Esto sería fácil de cargar y podría ser
usado en la tierra nueva. Esto sería esencial para los israelitas, quienes no poseían ninguna riqueza excepto sus
modestos rebaños y hatos de ganado.
Antes de que Moisés saliera de la presencia de Faraón, le reveló al rey la última plaga que Dios enviaría. Dios
personalmente visitaría a Egipto y mataría a todo primogénito varón. Llegaría la muerte a toda familia egipcia,
desde el primogénito de Faraón hasta el primogénito de la sirvienta, incluyendo a los primogénitos de los
animales. La nación haría luto como nunca antes había hecho. Por su obstinación y resistencia contra Dios,
Faraón llegaría a ser un ejemplo viviente de nuestro versículo de memorización.
Mientras la plaga atormentaría a los egipcios, los israelitas estarían a salvo. Dios de nuevo haría distinción
entre Su pueblo y sus opresores. Moisés predijo que los mismos siervos de Faraón se inclinarían ante Moisés,
suplicándole que se llevara a los hebreos y se fuera. Se les cumpliría su deseo. Después de la décima plaga,
nada ni nadie—ni el rey mismo—detendría a Israel para que no saliera de Egipto y fuera libre.

¡Personaliza la VERDAD!
Faraón había hecho promesas vacías en tantas ocasiones que ya nadie le creía más.
Por otra parte, Jesús dijo que nosotros seríamos conocidos por cumplir nuestras promesas. Según
Sus palabras en Mateo 5:37, nuestro “Sí” debe significar “Sí”, y nuestro “No” debe significar “No”. ¿Tú
cumples tu palabra? Si le dices a alguien que vas a hacer algo, ¿cumples tu promesa? Si dices que vas a dejar
algún hábito dañino, ¿realmente cambias? Cuando prometes orar por alguien, ¿lo haces en realidad? Si
existen áreas en las que debes fortalecer tu integridad, pídelo a Dios. Con gusto Él te ayudará a llegar a ser
una persona que cumple su palabra.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 7—Éxodo 12:1–13:16

¡Libres de Esclavitud!
¡Memoriza la VERDAD!
“Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: ¡Aquí tienen al Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo!” Juan 1:29

DÍA 1: Éxodo 12:1-14—Preparación


1. Basado en 12:3-11 resume las instrucciones que Dios dio a Israel respecto a la Pascua.
Tenían que ponerse en contacto con toda la comunidad de Israel y preparar un cordero al decimo día, esto lo tendrían
que hacer el primer mes del año, tomaran un cordero o un cabrito, por cada familia, si la casa es demasiado pequeña
compártanlo con el vecino, el cordero debe tener buena salud y tener un año de edad, lo tienen que cuidar hasta el día
14 de ese mes y al atardecer toda la comunidad sacrificara el animal. Luego tomaran un poco de sangre y la untaran
por todo en marco de la puerta de la casa en la que estén comiendo al animal, se comerán esa misma noche la carne
asada al fuego con hierbas amargas y pan sin levadura. Tendrán que comerse todo lo de adentro y no dejaran nada
para la mañana siguiente, sino que quemaran todo lo que sobre, tendrán que estar vestidos con la ropa ceñida a la
cintura, las sandalias puestas y el bastón en la mano, se lo tienen que comer rápido porque es la Pascua del SEÑOR

2. Según 12:13, ¿qué dijo Dios que sería la sangre de los corderos? ¿Qué lograría?
La sangre en los marcos de sus puertas será mi señal: cuando la vea pasaré de largo. No habrá ninguna plaga que los
destruya a ustedes cuando yo ataque a Egipto.

3. Lee el versículo de memorización, junto con 1 Corintios 5:7: “Desháganse de la vieja levadura para que sean masa
nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado.”
¿Hacia quién señalaban los corderos pascuales de Éxodo 12? ¿Cómo redimiría a las personas este Cordero pascual
supremo?
Cristo redimirá al mundo sacrificándose como un cordero y nos libra de todo pecado
DÍA 2: Éxodo 12:29-42—La Última Plaga del Éxodo
4. ¿Qué sucedió a medianoche cuando los israelitas observaron la Pascua? ¿Quiénes se vieron afectados?
Que todo primogénito egipcio Moria e incluso los primogénitos de los animales
Desde es hijo del faraón hasta los hijos de los que estaban encarcelados,

5. ¿Qué les dijo Faraón a Moisés y Aarón? ¿Te sorprende algo de lo que él dijo? Si es así, ¿qué cosa?
Les dijo a gritos que se fueran, que los dejaran en paz y que se llevaran a todos los israelitas a todo su ganado.
que al salir los bendijeran. Entendieron que el Dios de los israelitas podía maldecirlos o bendecirlos. La maldición la
experimentaron, ahora querían la bendición, posiblemente para contrarrestar la maldición

6. ¿Cómo pudieron los israelitas despojar a los egipcios?


Obedeciendo a una orden de Moisés los israelitas pidieron a los egipcios ropa y objetos de oro y plata

¡Aprende la VERDAD!
Por fin Faraón hizo lo que Dios había ordenado. Pero su larga tardanza le costó a él—y a todo
Egipto—mucho dolor, pesar y muerte. ¿Tú obedeces a Dios de inmediato? ¿O tiene Dios que decirte las cosas
muchas veces y hacerte advertencias repetidas? Esta semana, decide obedecer a Dios de inmediato. No
demores. Prepárate para compartir tu experiencia con tu Grupo Pequeño.

DÍA 3: Éxodo 12:43-50—Dios Instituye la Pascua


7. ¿Qué requería Dios de todo varón que quería participar en la Pascua?
Que todo el que quiera celebrarla tendrían que estar circuncidado, un barón incircunciso no podrá celebrar la pascua

8. ¿Se les permitiría a los extranjeros comer alguna vez de la Pascua? (Compara 12:43-45 con 12:48.)
Si pero tenían que estar circuncidados todos los barones de la casa
9. En Génesis 17:10 Dios le dijo a Abraham: “Y éste es el pacto que establezco contigo y con tu descendencia, y que
todos deberán cumplir: Todos los varones entre ustedes deberán ser circuncidados.” ¿Cuál era la importancia de la
circuncisión?
Seria la señal del pacto eterno que hacia Dios con el pueblo de Israel

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 7 2

DÍA 4: Éxodo 12:15-20; 13:3-10—La Fiesta de los Panes sin Levadura


Nota: La Pascua y los Panes sin Levadura son observaciones relacionadas pero diferentes.
10. Describe los detalles de la Fiesta de los Panes sin Levadura.
a. ¿Cuándo se debía observar?
Son fiestas que la intención es de recordar la liberación de Israel de egipto
b. ¿Por cuánto tiempo se debía observar?
7 dias
c. ¿Qué se requería?
No comer pan sin levadura
d. ¿Qué sucedería con la persona que comiera pan con levadura?
Será excluido de la comunidad de israel
11. ¿Cómo quería Dios que las generaciones futuras conocieran el significado de esta observación?
Que supieran que el pueblo de Israel estaba esclavo de los egipcios y que El los libero con mano fuerte

12. Dios usó su “mano fuerte” para librar a Israel de la esclavitud. ¿De qué maneras siguen esclavizadas las personas
hoy? ¿Cómo has visto que Dios libra a una persona con su mano extendido?
Siguen en no reconocer su desobediencia a Dios y por eso siguen esclavizados al pecado
Cuando una persona entrega su vida completamente al Señor Jesucristo y decide seguirle sin condiciones

DÍA 5: Éxodo 13:1-2, 11-16—Consagración de los Primogénitos


13. ¿Quiénes debían consagrarse a Dios?
los primogénitos barones incluso de los animales

14. ¿Cuál era la importancia de su consagración?


El recordar que Dios los saco de la esclavitud con mano fuerte

15. ¿Tú eres primogénito? ¿Conoces primogénitos a quienes amas? ¿Cómo afecta esa realidad tu reacción ante la última
plaga y la consagración de los primogénitos?
Si, no e tenido la experiencia porque solo tengo hijas, pero e visto como no se valora este principio de la bendición a los
primogénitos, y me atrevería a decir que se hace todo lo contrario, yo personalmente intento que las dos se sientan igual de
querida y atendidas.

¡Aplica la VERDAD!
Cuando Dios estableció las observaciones de la Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura, Él
hizo énfasis en Su deseo de que Su pueblo recordara Su milagrosa
liberación y que contara a generaciones futuras acerca de Su tierno cuidado de ellos. ¿Cómo podrías
conmemorar la bondad de Dios para contigo? ¿El Señor ha hecho algo por ti o por tu familia que quisieras
celebrar cada año y dejar para generaciones futuras? Planea una celebración. Comenta sobre esto en tu Grupo
Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 7 3

Lección 7 Comentario

¡Libres de Esclavitud!
Éxodo 12:1–13:16
A través de la Pascua, Dios quería que los israelitas aprendieran que la redención tenía un precio, y que ese
precio era la sangre de un tercero.

Preparaciones para la Pascua


Dios introdujo la Pascua para conmemorar la manera en la que Él protegió al pueblo y los libró de la
esclavitud. Aquí vemos su origen. La celebración de la Pascua era tan importante que Dios reorganizó el
calendario hebreo basado en ella.

Cada año, el décimo día del mes de Abib, toda cabeza de hogar hebreo debía seleccionar un cordero que
sirviera como sacrificio pascual. El sacrificio era tan sagrado que ninguna parte de él debía quedar para el día
siguiente. Cualquier parte que quedara debía ser quemada para evitar que se echara a perder. Junto con la
carne, los israelitas debían consumir hierbas amargas. Éstas eran para recordarles su dolorosa esclavitud en
Egipto. Para completar la cena, los israelitas también debían comer pan sin levadura. El pan simbolizaba la
prisa con la que saldrían de Egipto. Su partida sería tan apresurada que no tendrían tiempo para esperar a que
el pan se leudara.

Por medio de la Pascua Dios estaba estableciendo el fundamento para Su plan más grande de salvación. Era
un plan que libraría a todo el mundo del pecado. El cordero pascual serviría como un anticipo del Cordero
supremo de Dios, el Señor Jesucristo: “Cristo, nuestro cordero pascual, ya ha sido sacrificado” (1 Corintios
5:7).

Preparativos para la Fiesta de los Panes sin Levadura


La liberación de Israel de Egipto fue un evento que ocurrió una sola vez. Sin embargo, Dios ordenó que los
israelitas celebraran la Pascua anualmente. Dios declaró: “Éste es un día que por ley deberán conmemorar
siempre. Es una fiesta en honor del SEÑOR, y las generaciones futuras deberán celebrarla”. Sin semejante
recordatorio detallado, Israel sólo recordaría vagamente el evento. Pudieran llegar a creer, erróneamente, que
ellos mismos habían sido responsables del Éxodo. O pudieran olvidar por completo la liberación divina.
La cena pascual se celebraba el día 14 del mes de Abib. Durante la semana siguiente, la fiesta continuaba
bajo el nombre de Fiesta de los Panes sin Levadura. Durante este tiempo, los israelitas no debían comer nada
de pan leudado. La Fiesta de los Panes sin Levadura empezaba y concluía con una asamblea santa. Todo el
pueblo de Israel asistía a estas asambleas. Juntos adoraban al Señor y recordaban lo que Él había hecho por
ellos. En estos días no hacían ningún trabajo excepto la preparación esencial de alimentos.

Preparación para la Pascua


Moisés les dijo a los israelitas cómo aplicaran la sangre de los corderos a sus casas. Les dijo que pusieran
parte de la sangre en una palangana, mojaran un manojo de hisopo en la sangre, y la aplicaran al dintel de la
puerta. El hisopo es una planta como pasto que sirve como brocha. Después de marcar sus casas con sangre,
las personas debían permanecer en el interior hasta el amanecer. El Señor mismo pasaría por Egipto.
Cualquier casa protegida por sangre sería librada. Cualquier casa sin sangre sería visitada por el “destructor”
de Dios. Los eruditos creen que el “destructor” era un ángel, posible un ángel de la muerte.
Esta sección concluye con dos imágenes importantes. Primero, la gente inclinó el rostro para adorar. Ésta era
una señal de su sumisión al plan de Dios y su gratitud por él. Adoraron, luego obedecieron. Las Escrituras
muestran una relación constante entre la adoración y la obediencia. Obediencia sin adoración conduce a un
vacío cumplimiento de reglas. Pero la adoración sin obediencia conduce a la hipocresía.

La Última Plaga
Después de muchas advertencias y nueve terribles plagas, cayó el golpe final sobre Egipto. Todos los hijos
primogénitos de Egipto fueron muertos en una misma noche. Faraón reaccionó exactamente como Dios había
dicho que lo haría. El rey no sólo permitió que los israelitas salieran, sino que les ordenó que salieran. Por fin
el rey se sometió al plan de Dios, pero fue un camino muy triste el que lo llevó hasta allí. La muerte había
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 7 4

tocado cada hogar de Egipto. Pero ni una sola familia hebrea estaba haciendo luto por la pérdida de un hijo.
La diferencia no podía haber sido más clara.

El Éxodo
Más de 400 años después de su llegada a Egipto, los descendientes de Jacob salieron de esa tierra. Los
600,000 hombres descritos en 12:37 probablemente se refiere a los varones israelitas con edad de pelear, 20
años o más (véase Números 1:3). Suponiendo que la mayoría de estos hombres eran casados, el número total
de israelitas que salieron de Egipto habría sido más de 1.5 millones y posiblemente hasta 2 millones de
personas.

El tiempo que pasó Israel en Egipto fueron 430 años. Habían llegado como campesinos azotados por una
hambruna. Con el tiempo llegaron a ser una fuerza de trabajo esclavizada por Egipto. Sin embargo, al salir,
eran “los escuadrones del Señor”. Este término es una identificación militar. Por ellos mismos, habían sido un
pueblo fácilmente oprimido. Con el poder de Dios detrás de ellos, se convirtieron en una fuerza imposible de
detener.

Consagración de los Primogénitos


Dios les había quitado la vida a todos los primogénitos de humanos y del ganado en Egipto para poder librar a
Israel. Después de eso, le ordenó a Moisés que consagrara para Él a todos los primogénitos de Israel.
Consagrar significa “hacer santo alguna cosa mediante una entrega a Dios”. En este caso el término se
aplicaba a gente y animales. De esta manera, los israelitas recordarían lo que Dios había hecho por ellos al
librar a sus primogénitos.

Habría otra conmemoración asociada a los primogénitos. Israel debía celebrar la ceremonia formal de
“redimir” del Señor a las personas y los animales primogénitos que le pertenecían a Él.

Piensa en la redención. Redimir significa “volver a comprar” o “rescatar”. Ser rescatado de la


muerte cuesta algo. El rescate de los israelitas costó la vida de animales “perfectos”.
Estos animales representaban la muerte del Mesías venidero. Como creyentes bajo el Nuevo Pacto,
nuestra redención le costó a Jesús, el Cordero perfecto de Dios, su vida. Nuestra salvación no fue barata. Le
costó a Jesús todo. La redención ceremonial de los primogénitos es una ilustración de esto. Un día el cielo
cantará un himno de alabanza a Jesús por este gran sacrificio, porque con Su sangre Él “compró para Dios
gente de toda raza, lengua, pueblo y nación” (Apocalipsis 5:9).
Éxodo 13 no nos dice cómo debía ser redimida una vida humana. Números 3:11-13 describe cómo Dios
decidió tomar la tribu de Leví en lugar de los varones primogénitos de todas las demás tribus, cuando los
israelitas empezaron a observar este mandamiento, para que ellos realizaran la obra de Él dentro de la
comunidad israelita. Esto parece haber sido un evento único. Después de esto, los primogénitos eran
redimidos mediante el pago de un precio de redención de cinco ciclos de plata (véase Números 3:47 y 18:15-
16). Estos pagos eran únicamente temporales e incompletos. El único pago perdurable sólo podía ser
realizado por el Hijo de Dios, Jesucristo. En Él, toda la humanidad—no sólo los primogénitos—por fin
encontrarían redención cabal y completa.

¡Personaliza la VERDAD!
Por Éxodo 13, vemos que Moisés mencionó “la mano fuerte del Señor” cuatro veces. La mano de
Dios es poderosa. Es fuerte. El Salmo 136 recuerda la manera en la que Dios
libró a Su pueblo de la esclavitud egipcia. Dice que Él “sacó de Egipto a Israel; su gran amor perdura para
siempre. Con mano poderosa y con brazo extendido; su gran amor perdura para siempre” (versículos 11-12).
¿Cuándo has experimentado la “mano poderosa” de Dios en tu vida?
¿Dónde necesitas que Él te toque con Su mano poderosa el día de hoy? Pídele que Él haga eso por ti. Luego
dale gracias por las maneras en que Él te ha rescatado en el pasado y las maneras en las que Él te ayudará el
día de hoy y en el futuro.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 8—Éxodo 13:17–15:21

Un Milagro en el Mar Rojo


¡Memoriza la VERDAD!
“El SEÑOR es mi fuerza y mi cántico; él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de
mi padre, y lo enalteceré.” Éxodo 15:2

DÍA 1: Éxodo 13:17-22—Nube y Fuego


1. Cuando Dios sacó a los israelitas de Egipto, ¿por qué no los llevó por la ruta más corta?
Porque no estaban preparados para enfrentarse a los filisteos, tendrían dudas y podrían volver a tras

2. El patriarca José murió 400 años antes del Éxodo. Pero Génesis 50:25 registra una petición que él hizo a sus hijos
justo antes de morir. Él dijo: “Pueden contar ustedes con que Dios vendrá en su ayuda. Cuando eso suceda, llévense
de aquí mis restos.” Según 13:19, ¿qué hizo Moisés? ¿Cómo muestran estos versículos la fe de José y la fidelidad de
Dios?
Moisés hizo según la petición de Jose, Jose tenía claro que Dios vendría a ayudarles, Dios cumple sus promesas

3. ¿De qué maneras estaba Dios con Su pueblo? ¿Qué les proveyó la presencia de Dios?
Formando una columna de nube y fuego, protección ante el ataque de los egipcios y alumbraba de noche y los protegía del sol
de día

¡Aprende la VERDAD!
Dios nos conoce. Dios conoce los peligros y las oportunidades que tenemos ante nosotros. Él
quiere ser nuestra luz y nuestro guía. Él desea guiarnos en los caminos mejores. No tenemos una columna de
nube y fuego que nos guíe, pero Él nos ha provisto un guía aún mejor— Su Santo Espíritu viviendo en
nosotros. Esta semana, haz un esfuerzo consciente por permitir que Él te guíe. Antes de tomar una decisión,
¡ora! Pide a Dios que te guíe. Escucha y espera que Él te dé instrucciones. ¡Luego síguelo! Prepárate para
hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Éxodo 14:1-18—Los Egipcios Persiguen a Israel


4. Según 14:3-4, Dios hizo cinco afirmaciones respecto a lo que Él, Faraón, y los egipcios estaban a punto de hacer.
Enumera las cinco afirmaciones en el orden que Dios dijo que sucederían.
1, confusión, 2, acorralados, 3, endurecer el corazón de faraón, 4, cubrirme de gloria, 5, sabrán que yo soy el Señor

5. Según 14:5-9, ¿cuál de las cinco predicciones de Dios se cumplió de inmediato? ¿Cuál seguía pendiente de
cumplirse?
1, La confusión, 2, la manifestación de la gloria de Dios

6. Cuando el pueblo de Israel vio que se acercaba el ejército de Faraón, ¿qué hicieron?
Tuvieron miedo y clamaron a Dios, también reclamaron a Moisés

7. Frente al temor de la gente, ¿cómo manifestó Moisés su fe en Dios?


No tengan miedo, que se quedasen quietos y viesen la salvación de Dios, jamás que volverían a ver a los egipcios
DÍA 3: Éxodo 14:19-31—Dios Libra a los Israelitas

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 8 2

8. ¿Qué hizo Dios cuando Moisés extendió su mano sobre el mar? ¿Qué detalle de esto te llama la atención de manera
especial?
Las aguas se separaron y se formaron dos muros de aguas a cada lado, la tierra se secó y se convirtió en tierra firme
para que pudieran pasar,
Que cuando terminaron de pasar y Moisés elevo la vara se volvieron a cerrar las aguas y anegaron a los egipcios

9. ¿Cómo destruyó Dios a los egipcios que perseguían a los israelitas?


se volvió las aguas a su estado normal y se ahogaron sin poder salvarse

10. ¿Qué efectos tuvo sobre los israelitas la liberación que obró Dios, según 14:31?
Se llenaron de temor reverente y pusieron su fe en el Señor y en su siervo Moisés

DÍA 4: Éxodo 15:1-18—El Canto de Moisés


11. El canto de Moisés está lleno de alabanzas para Dios. ¿Qué atributos de Dios alabó Moisés? ¿Qué acciones de Dios
contra Sus enemigos registró Moisés? ¿Qué actos de salvación por Su pueblo recordó Moisés?
El señor es mi fuerza, es un guerrero, hacedor de maravillas, levantaste tu mano derecha y la tierra se tragó a
nuestros enemigos, con tu amor inagotable guías al pueblo que redimiste. Con tu poder los guías a tu hogar sagrado

12. ¿Qué efecto esperaba Moisés que tuviera la liberación de Dios sobre las naciones de alrededor, según 15:14-16?
Que les viniese miedo, terror, respeto y perdieran el animo

13. Según 15:13 y 15:17, ¿qué creía Moisés que Dios aún tenía planes de hacer por Su pueblo?
Para que tu vieran la vida eterna reservada para ellos

DÍA 5: Éxodo 15:19-21—El Canto de Miriam


14. ¿Cómo se describe a Miriam en 15:20?
Como profetisa

15. ¿Cómo celebraron Miriam y las mujeres la victoria de Dios?


Cantando, danzando y tocando panderetas

16. ¿Cómo celebras tú una respuesta a la oración o una victoria que Dios te da?
Con verdadero gozo y cantando y dando testimonio

¡Aplica la VERDAD!
Los israelitas se encontraban en una situación imposible. Por temor, clamaron a Dios primero,
luego se quejaron con Moisés. Por lo menos se acordaron de orar primero—pero
sus quejas no les ayudaron a ellos ni a nadie más. ¿Qué haces tú cuando tienes temor? ¿Tu reacción es orar?
¿Quejarte? ¿Las dos cosas? Esta semana, si algo te causa ansiedad o temor, frena tu impulso de quejarte. Pide
a Dios que te ayude a cultivar una respuesta de oración. Dios es un poderoso libertador. Las quejas nunca te
ayudarán, ¡pero Él sí puede ayudarte!

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 8 3

Lección 8 Comentario

Un Milagro en el Mar Rojo


Éxodo 13:17-‐15:21
Faraón cambió de opinión—una vez más. A pesar de que le había dicho a Moisés que dejaría ir al pueblo de
Dios, cuando habían salido, se arrepintió. Así que envió a su ejército a perseguirlos. Pero Dios ganó la victoria
para los israelitas, tal como había dicho que lo haría.

Hacia el Mar Rojo


Dios sabía que los israelitas no estaban listos para una batalla, así que evitó llevarlos por la tierra de los
filisteos. Como una nación de esclavos recién liberados, no contaban con ningunas armas ni armadura militar.
Quizá lo que era más importante, no estaban preparados para enfrentar un enemigo agresivo. Tenían 400 años
cuidando ovejas y haciendo ladrillos. Por tanto, Dios los llevó hacia el sur a través del desierto y hacia el Mar
Rojo.

Piensa en las demoras y las desviaciones. Dios es quien mejor sabe cómo llevarnos a salvo hasta
nuestro destino. Pero no siempre es la ruta más rápida ni la más directa. A Él le interesa tanto el
viaje como el destino. En sabiduría y amor, Él traza para nosotros
nuestros caminos, pensando, tanto en lo que es mejor para nosotros como en lograr Sus propósitos divinos.
Las demoras y las desviaciones, aun cuando sean inconvenientes, incómodas y hasta espantosas, son maneras
en las que Él nos protege y nos cuida, conduciendo al ideal de Él para todos los involucrados.
Es imposible determinar la ruta exacta que siguió Israel. Lo que sí sabemos es que los israelitas acamparon
junto a la ribera del Mar Rojo. Con el desierto de un lado y el mar del otro, parecían estar atrapados. Pero la
trampa en realidad era para Faraón. Dios estaba preparando una última oportunidad para manifestar Su gloria
al rey de Egipto y a través de él, que aún no había entendido el poder y la autoridad de Dios. Faraón pronto
se lanzaría a la persecución de los israelitas, y Dios usaría la persecución del Faraón para realizar un
poderoso milagro.

Cuando los israelitas vieron venir a los egipcios, su primera reacción fue clamar al Señor. En Egipto habían
aprendido acerca del poder de Dios para protegerlos. Pero pronto fueron inundados por temor. Cayeron en
pánico. Se volvieron contra su líder, Moisés, y lo culparon a él por lo que parecía que sería su muerte
inminente.

Meses antes, Moisés pudiera haberse desalentado bajo la presión. Sin embargo, en esta ocasión, se sostuvo
firme. Exhortó a su pueblo a confiar en Dios. Les dijo que los egipcios que venían a destruirlos serían
destruidos ellos mismos. Estaba a punto de realizarse su salvación de parte del Señor—una vez más—ante sus
propios ojos. Dios pelearía por ellos, y los israelitas sólo tenían que permanecer en silencio y observar cómo
sucedería.

Cruzando el Mar Rojo


Dios le dijo a Moisés de antemano lo que sucedería. Lo que normalmente sería una barrera infranqueable
desaparecería cuando Moisés, usando la vara de Dios, extendiera su mano sobre el agua. Los israelitas
cruzarían en tierra seca. Cuando los egipcios intentaran seguirlos, ellos se ahogarían en el mar.

En cuanto Dios terminó de explicar lo que estaba a punto de suceder, el ángel de Dios—apareciendo como
una columna de nube y de fuego—cambió de lugar. En este momento los israelitas necesitaban una
retaguardia aún más de lo que necesitaban un guía. Así que eso fue lo que llegó a ser la columna para ellos. En
lugar de moverse delante de ellos, el Señor se colocó atrás de ellos. Se puso como escudo entre Su pueblo y el
ejército y los carros de Egipto. La columna produjo tinieblas para los egipcios. Mientras tanto, iluminó la
noche para el pueblo de Dios mientras se preparaban para caminar hacia las espantosas aguas.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 8 4

Piensa en Dios como nuestro escudo. El asombroso relato de la Biblia es que Dios rescata a
quienes no podían rescatarse a sí mismos. Se puso como escudo entre Su pueblo y sus enemigos.
Como una columna de nube, Dios se puso entre Israel y Egipto, salvando a Israel de la destrucción.
De una manera aún más grande, Jesús nos escuda de
Satanás, el más grande enemigo de todos. Satanás nos persiguió, buscando tomar nuestras almas para la
destrucción y para el infierno. Pero Jesús se colocó entre nosotros y Satanás. Por medio de Su preciosa sangre
y Su muerte en la cruz, Jesús funcionó como nuestro escudo. Todo el que cree en Él será rescatado de
nuestros más grandes enemigos: el pecado, la muerte y el infierno.

Dios usó un fuerte viento oriental para dividir el mar. Se amontonaron muros de agua a la izquierda y a la
derecha. Dios hizo un gran camino para que Su pueblo pasara. ¡Incluso tenía tierra seca! Con lo que debe
haber sido admiración y asombro increíble, el enorme grupo de personas inició la travesía. Luego, el ángel de
Dios aparentemente se hizo a un lado. Cuando se eliminaron las tinieblas, los egipcios pudieron ver a los
israelitas delante de ellos, y de nuevo iniciaron la persecución.

Pero los egipcios no fueron suficientemente veloces. Cuando los israelitas terminaron la travesía a salvo, Dios
le dijo a Moisés que de nuevo extendiera su mano sobre el mar. Al hacerlo, los niveles de agua empezaron a
volver a su normalidad. Al amanecer el siguiente día, las aguas volvieron a su lugar, ahogando así al ejército
egipcio. El temible ejército egipcio fue aplastado. Dios había triunfado. Una vez más había mostrado a Su
pueblo que Él es digno de confianza.

Un Canto de Celebración
Para celebrar y agradecer a Dios el milagro que acababan de experimentar, los israelitas adoraron a Dios por
medio del canto. Éste es el primer canto de alabanza registrado en la Biblia. Es tan significativo que un día los
santos lo entonarán de nuevo cuando conquisten a Satanás (véase Apocalipsis 15:3-4). El canto relata la
asombrosa liberación que Dios realizó. También habla de Su fama ante otras naciones. No eran sólo Egipto e
Israel los que reconocieron la gloria de Dios. El canto también menciona a los filisteos, edomitas, moabitas y
cananeos. Todas estas naciones pronto temblarían ante el Dios de Israel. La prostituta, Rahab, confirmó esta
predicción como 40 años más tarde cuando ella confesó a los espías que todos en Canaán habían oído acerca
de la gran victoria de Israel en el Mar Rojo (véase Josué 2:9-11).

Cuando toda la comunidad había terminado de entonar su canto, Miriam, hermana de Aarón y Moisés, dirigió
a las mujeres en una animada celebración. Usando panderos, que deben haber traído con ellas desde Egipto,
las mujeres danzaron y cantaron al Señor. Su canto hacía eco a la primera línea del canto anterior: “Cantaré al
SEÑOR, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes.”

Miriam es identificada como profetisa. El mismo término se usa también para referirse a Débora (Jueces 4:4),
Huldá (2 Reyes 22:14), Noadías (Nehemías 6:14), la esposa de Isaías (Isaías 8:3), y Ana (Lucas 2:36). Estas
mujeres no sólo eran esposas de profetas; ellas hablaban de parte de Dios en su propio derecho. Sin embargo,
cabe señalar que a Miriam se le llama hermana de Aarón y no hermana de Moisés, lo cual también era. Nadie
compartía el mismo nivel que Moisés. Él no tenía igual entre los profetas. Posteriormente, la envidia de
Miriam por Moisés crearía grandes problemas para ella y para Aarón (véase Números 12).

¡Personaliza la VERDAD!
¿Qué parte juega Dios en la pelea de tus batallas? ¿Qué parte juegas tú? Dios prometió pelear por
Su pueblo—ellos sólo tenían que guardar silencio. Dios tiene Su parte en pelear las batallas nuestras. Por
supuesto que la parte de Él es más grande y más importante que la nuestra. Pero también nosotros tenemos
nuestra parte. Moisés dijo al pueblo: “No tengan miedo.
Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el Señor realizará en favor de
ustedes.” Debemos depositar nuestra confianza en el amor eterno de Dios por nosotros (Romanos 8:31-32).
También tenemos que vestir la armadura, tomar nuestros escudos, y usar espadas (véase Efesios 6:10-18).
¿Qué luchas enfrentas? ¿Estás confiando en Dios para que Él haga Su parte? ¿Estás haciendo tu parte
valientemente? Habla con Él respecto a cualquier cosa que necesita balancearse. Luego enfrenta tus batallas
sabiendo que Él está a tu lado, peleando por ti y contigo.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 9—Éxodo 15:22–17:16

El Camino al Monte Sinaí


¡Memoriza la VERDAD!
“Háganlo todo sin quejas ni contiendas.” Filipenses 2:14

DÍA 1: Éxodo 15:22-27—Aguas Amargas


1. ¿Qué crisis se relata en 15:23? ¿Cómo empeoró la situación, según 15:24?
No pudieron beber el agua porque eran amargas
Empezaron aquejarse a Moisés de que tenían sed y no había agua para beber

2. ¿Qué hizo Moisés en respuesta a las quejas del pueblo? ¿Qué hizo Dios? ¿Cuál era el mandamiento y la promesa de
Dios?
Clamo al Señor por ayuda, le mostro la solución, si ustedes escuchan atentamente la voz del Señor su Dios y hacen
lo que es correcto ante sus ojos, obedeciendo sus mandamientos sus mandatos y cumpliendo todos sus decretos,
entonces no les enviare ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios; porque yo soy el Señor, quien los
sana.

3. ¿A dónde guio Dios al pueblo, según 15:27? ¿Cómo mostró este lugar la provisión y cuidado de Dios?
Viajaron hasta el oasis de Elim, donde encontraron 12 manantiales y setenta palmeras, símbolo de provisión y
cuidado, abundancia de agua y gran cantidad de sombra con las palmeras.

DÍA 2: Éxodo 16:1-12—Quejas Amargas


4. Después de que el pueblo salió de Elim, pronto se empezaron a quejar de nuevo. En esta ocasión, ¿cuál era su queja?
Parece ser que estaban sintiendo que tenían hambre de carne y de pan,

5. ¿De qué acusó el pueblo a Moisés y Aarón? ¿Crees que en realidad creían esto? ¿Por qué crees que lo dijeron?
Parece ser de que pensaban de que morirían en el desierto de hambre, y hubieran preferido morir en Egipto, no, fue
su manera de expresar la necesidad que tenían de comer algo más sólido.

6. Según 16:8, ¿contra quién se estaba quejando el pueblo en realidad?


Contra el Señor,

7. ¿Cómo respondió Dios a las quejas del pueblo?


Demostrando que Él estaba escuchando sus quejas y mandando lo realmente querían.

¡Aprende la VERDAD!
¿Cómo te hace sentir cuando piensas que Dios te oye cada vez que te quejas? Esta semana, pide a
Dios que te ayude a substituir quejas por gratitud. ¿Cómo cambia esto tu relación con Dios? ¿Con otros?
Prepárate para hablar sobre esto en tu grupo pequeño.

DÍA 3: Éxodo 16:13-36—Carne y Maná


8. ¿Cómo cumplió Dios con la promesa que vemos en 16:12?
Con codornices por la tarde y roció por la mañana también llamado el mana

9. ¿Cuántos días de cada semana envió Dios maná? ¿Qué era diferente en la recolección de maná el sexto día?
Seis días, la diferencia era que tenían que recoger el doble para tener alimento el día séptimo
10. ¿Qué nos dice la instrucción que Dios dio respecto al sexto día sobre la manera que Dios quiere que viva Su pueblo?
Cada grupo familiar juntará todo lo que necesite. Recojan dos litros por cada persona en su carpa, el séptimo día será un día de
descanso absoluto, un día sagrado y reservado para el Señor
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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 9 2

DÍA 4: Éxodo 17:1-7—Agua de la Roca


11. ¿Qué problema enfrentó el pueblo de Dios al moverse a Refidim? ¿Cómo respondieron a este problema?
Que no había agua en todo el trayecto, como siempre empezaron a quejarse a Moisés

12. ¿Qué acusación hizo Moisés contra el pueblo según 17:2? ¿A qué crees que se refería?
Porque se quejan contra mí y ponen a prueba al Señor, de alguna manera estaban poniendo a prueba una vez más al
Señor reclamando una necesidad, pero no lo hacían directamente al Señor sino arremetían contra Moisés

13. ¿Cómo manejó Moisés esta crisis?


A mi criterio Moisés aprendió a lidiar con la situación hablándoles con autoridad y al mismo tiempo intercediendo a
Dios

14. ¿Cómo respondió el Señor?


Le dijo a Moisés que tomara la vara y que con algunos testigos le acompañasen, Dios se paró con ellos frente a la
roca en el monte Sinaí y le dio a Moisés la orden de golpear la roca, salió agua a chorros para que pudieran beber el
pueblo de Israel

DÍA 5: Éxodo 17:8-16—El Señor Nuestro Estandarte


15. ¿Qué nueva crisis enfrentaron los israelitas en Refidim?
El ataque de los amalecitas, descendientes de Esaú hijo de Abraham

16. ¿Cómo ayudó Dios a Moisés y a Josué en esta crisis?


Mientras Josué y los israelitas escogidos para la batalla peleaban Moisés, Hur y Arón subieron a la montaña para
interceder por los que peleaban, Moisés extendía sus brazos al cielo para apelar por la victoria al Señor, mientras los
brazos tenía en alto el pueblo ganaba, cuando se cansaba Moisés de tenerlos en alto y los bajaba el pueblo perdía,
Hur y Arón le ayudaban a Moisés a mantener los brazos en alto, así consiguió Josué aplastar al ejército de Amalec
en batalla, al parecer duro hasta la anochecer

17. ¿Qué nombre le puso Moisés al altar que construyó para el Señor? ¿Qué crees que significa este nombre?
Lo llamó Yahveh-nisi (que significa “el Señor es mi estandarte o venderá”,

¡Aplica la VERDAD!
Moisés era el líder espiritual de Israel, y Josué era el líder militar. Pero Israel no hubiera ganado la
victoria en Refidim sin Aarón y Hur. Aarón y Hur sostuvieron los brazos de
Moisés cuando él se cansó. Sin el apoyo de estos dos hombres, Josué no hubiera ganado la batalla. ¿Cuál de
los líderes en tu vida necesita de tu humilde apoyo? ¿Están cansados? ¿Qué servicio les podrías ofrecer para
ayudarles a llevar sus cargas? ¿Están desalentados? La oración es una manera obvia en la que los puedes
alentar. Pide a Dios que te muestre quién necesita que le sostengan los brazos en la batalla que enfrentan.
Luego, para brindar apoyo y aliento, haz lo que Él te ordene.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 9 3

Lección 9 Comentario

El Camino al Monte Sinaí


Éxodo 15:22–17:16
El viaje a la Tierra Prometida no sería fácil. Más de un millón de personas, incluyendo pequeños y ancianos—
y el ganado también—tendrían que atravesar el desierto hostil para encontrar su nuevo hogar. Dios les estaba
enseñando a confiar en Él y a depender de Él para todas sus necesidades.

Las Aguas Amargas de Mara


Anteriormente los israelitas habían soportado trabajo forzado y brutalidad. Pero ahora enfrentaban una batalla
dentro de sus mismos corazones. Dios había hecho milagro tras milagro para librarlos de Egipto. Él los había
protegido a cada paso en el camino. Pero los israelitas enfrentaban una prueba nueva. Al llegar a un lugar
identificado como Mara, encontraron únicamente agua amarga, no potable. En lugar de confiar en Dios, sólo
tres días después de la gran liberación que Él había realizado en el Mar Rojo, se quejaron.

El pueblo dirigió sus quejas contra Moisés. En lugar de defenderse, Moisés clamó a Dios por ayuda. Dios
respondió inmediatamente. Señaló un tronco, o un árbol que Moisés debía arrojar al agua inservible. Al
hacerlo, el agua se volvió dulce y potable. Dios le demostró a Su pueblo que Él podía usar algo tan común
como un tronco para proveer para ellos, siempre y cuando ellos se volvieran hacia Él como lo había hecho
Moisés.

Luego, a través de Moisés, Dios estableció una regla general que había de normar las jornadas de Israel y su
vida futura. Si ellos obedecían Sus mandamientos y escuchaban Su voz, Él los protegería contra las terribles
enfermedades que habían visto entre los egipcios. Aquí vemos que Dios era su sanador—Rafa. Esta era la
primera vez que Dios se aplicaba este nombre a Sí mismo. En este contexto se refería a sanidad física. Más
adelante en la Biblia, Rafa también se usó para referirse a sanidad en un sentido más amplio. Isaías 53 predijo
que un día el Mesías traería, no sólo sanidad física, sino también sanidad espiritual—por medio de Sus propias
heridas. Dios siempre ha sido el sanador de Su pueblo, y nunca fue exhibida esta realidad más dramáticamente
que en la cruz.

Alimento del Cielo


Siguiendo hacia el sur, se le empezó a agotar el alimento al pueblo. Poco después entraron al desierto de Sin.
Y pronto reanudaron sus quejas, en esta ocasión por la falta de alimento. Se vieron afectados también los
recuerdos que tenían los israelitas respecto a Egipto. En lugar de recordar su miseria y esclavitud allí, se
quejaron, recordando las ollas de carne. En lugar de las golpizas de los mayordomos, recordaban haber
comido pan hasta llenar.

Piensa en las quejas. Es fácil quejarse por el clima, la economía, el gobierno u otras situaciones
que no nos gustan. ¿Pero qué dicen realmente nuestras quejas respecto a nosotros? En este pasaje
vemos que las quejas son una ofensa contra Dios. Él toma muy personalmente nuestras
inconformidades. ¿Por qué? Porque Él es el que decide nuestras
circunstancias. Él es el que promete cuidar de nuestras necesidades y asegurar nuestros futuros. Cuando nos
quejamos manifestamos nuestra ingratitud por Su provisión. Expresamos nuestra desconfianza en Su cuidado
de nosotros. Vez tras vez Dios había rescatado a Su pueblo y les había provisto. Pero en cada ocasión que
ellos enfrentaban una nueva prueba, olvidaban Su fidelidad pasada. Aprendamos de los errores de ellos. En
lugar de quejarnos, podemos presentarle nuestras preocupaciones a Dios. Él es fiel. Él nos escuchará y nos
responderá.

Pero Dios proveyó: Cada día, los israelitas encontraban el alimento que necesitaban allí en el mismo centro
del campamento. Comían carne por la noche y pan en la mañana.

Esta admirable provisión tenía un propósito más grande que el de meramente nutrir sus cuerpos. Les enseñaba
también la importancia de observar el sábado, algo que con el tiempo los distinguiría de las demás naciones.
Cinco días de la semana tendrían exactamente lo que requerían para comer cada día. Todo lo que sobrara se
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 9 4

echaría a perder. Este era un recordatorio de que Dios supliría cada día lo que necesitaran. Pero el sexto día, la
gente encontraría el doble de maná en el campo, suficiente para durarles dos días, para que pudieran reposar
el séptimo día.

Piensa en lo vasto de la provisión de Dios. Por lo menos un millón de personas necesitaban


alimento y agua cada día. Trata de imaginar cuánto sería eso. Los eruditos estiman que pudieran
haberse requerido hasta 2,000 toneladas de alimento todos los días
durante 40 años. ¡Eso no es ninguna tarea pequeña! Y piensa en la clase de alimento que Dios proveyó.
Podría haber sido nutriente pero insípido. Pero lo hizo agradable al paladar, como hojuelas con miel. Los
isralitas podían confiar en que Dios les daría exactamente lo que necesitaran, por muy grande que fuera la
necesidad. Y nosotros también.

Las Aguas de Meriba


Su siguiente prueba se debería de nuevo a la falta de agua. Cualquiera que haya terminado un largo viaje con
sed podrá simpatizar con la queja de los israelitas. Cuando llegaron a Refidim, necesitaban agua para ellos
mismos y para su ganado. Pero no había agua. Dios sabía que necesitaban agua, pero quería que esperaran en
Él para proveerla. Pero en lugar de volverse a Él, discutieron con Moisés.

Manifestando gran paciencia, el Señor le dijo a Moisés que tomara su vara y llamara a algunos de los ancianos
y le siguieran a Él. Por instrucción de Dios, Moisés golpeó cierta roca, y fluyó agua de ella. En 1 Corintios
10:4, Pablo nos dice que esa roca era Cristo. Pudiera ser que este incidente en Horeb sea una imagen de Jesús
golpeado por nuestros pecados para que nosotros pudiéramos recibir el agua que produce vida para satisfacer
nuestra sed espiritual. Comoquiera que sea, el pueblo bebió todo lo que quiso, y Moisés le puso a ese lugar un
nombre que les recordaría su necedad. Le puso por nombre “Masah” que significa prueba, y “Masah” que
significa rencilla.

Peleando contra los Amalecitas


En cuanto se resolvió un problema, Israel estaba enfrentando otro. Los amalecitas eran un pueblo nómada
descendiente de Esaú. Ocupaban la región noreste de la Península de Sinaí en ese tiempo, y se conocían por
sus asaltos contra otras tribus. Aunque eran pocos en número y jamás hubieran podido enfrentar a todo el
pueblo de Israel, trataron de tomar ventaja de los débiles e indefensos en la periferia del campamento de
Israel.

Dios les mostró lo que debían hacer. Moisés puso a Josué—mencionado aquí por primera vez—en el mando.
Le dijo a Josué que escogiera hombres que pudieran pelear contra Amalec. Mientras Josué y sus hombres
peleaban mano a mano, Moisés jugó un papel espiritual clave. Él estaba en la cima del monte con su vara, el
instrumento escogido por Dios para revelar Su poder. Mientras Moisés sostuviera en alto la vara en su mano,
Josué y sus hombres prevalecían. Cuando caían las manos de Moisés, los enemigos empezaban a prevalecer
en la batalla. Reconociendo rápidamente que los brazos elevados de Moisés eran la clave del éxito militar de
Israel, Hur y Aarón se pararon a cada lado de Moisés y apoyaron sus brazos. Su esfuerzo en equipo permitió
que Israel hiciera su parte peleando la batalla, pero su victoria comoquiera dependía de la ayuda de Dios.

¡Personaliza la VERDAD!
Moisés declaró que el Señor era su estandarte. Un estandarte es como una bandera. Es un símbolo
de la nación a la que representa. Para los ciudadanos bajo ese estandarte, representa identidad, protección,
poder, honor, y pertenencia. Jesús es el estandarte para todo el que le confía su vida a Él. Somos ciudadanos
de Su reino. Somos titulares de todos los beneficios que provee.
¿Qué significa para ti vivir bajo el estandarte de Cristo? Considera los beneficios que son tuyos por ser
ciudadano del reino de Dios. ¿Qué diferencia hay en tu vida por el hecho de que el Señor es tu estandarte?
Habla con Él sobre el asunto. Dale gracias por Su compromiso contigo. Expresa tu amor y compromiso con
Él.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 10—Éxodo 18–19

Moisés Consagra al Pueblo


¡Memoriza la VERDAD!
“Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.” Éxodo 19:6

DÍA 1: Éxodo 18:1-12—Moisés Es Reunido con Su Familia


1. Con base en estos versículos, ¿qué tipo de relación parecen haber tenido Moisés y Jetro? ¿Qué detalles te condujeron
a esta opinión?
La de un padre con un hijo, por la conversación y el recibimiento de Moisés a Jetro

2. ¿De qué hablaron Moisés y Jetro (18:7-8)?


De las maravillas que hizo Dios con el pueblo de Israel

3. ¿Cómo respondió Jetro a todo lo que le dijo Moisés (18:9-12)?


Se alegro, alabo al Señor y hizo sacrificio al Señor

4. ¿Qué te dice la respuesta de Jetro a Moisés respecto al tipo de influencia piadosa que tenía Moisés sobre su suegro?
Ya no le queda más dudas a Jetro de que el Señor es más grande que los demás dioses, después de lo que Moisés le
conto

DÍA 2: Éxodo 18:13-27—Jetro Aconseja a Moisés Respecto al Liderazgo


5. ¿Qué estaba haciendo Moisés que motivó a Jetro a ofrecer consejo?
Estaba atendiendo a los conflictos del pueblo todo el día y eso agotaba a Moisés y al pueblo

6. ¿Qué consejo dio Jetro?


Que delegara en otros el poder resolver situaciones de conflicto

7. Además de quitarle parte de la carga a Moisés, ¿puedes pensar en algún otro beneficio que tendrían los israelitas por
seguir el consejo de Jetro?
Estos responsables estaban siempre disponibles para el pueblo y no tenían que esperar a que Moisés los atendieran
Y la gente regresaría a su casa en paz

8. ¿Qué cualidades aconsejó Jetro que buscara Moisés en los hombres que escogiera para ayudar a juzgar?
Hombres con capacidad y honestidad, temerosos de Dios y que odien el soborno

¡Aprende la VERDAD!
Números 12:3 dice que Moisés era más humilde que todos los demás hombres sobre la tierra. Una
de las evidencias de humildad es la disposición para ser enseñado y recibir consejo.
Moisés aceptó consejo de su suegro. Esta semana, si alguien te ofrece consejo, debes estar dispuesto a
aprender, y escuchar. Ora y revisa la Escritura para discernir si es buen consejo. Si lo es, ponlo en práctica.
Prepárate para hablar sobre esto con tu Grupo Pequeño.

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 10 2

DÍA 3: Éxodo 19:1-6—Un Reino de Sacerdotes


9. Según 19:4, ¿qué imagen verbal usó Dios para describir la manera en la que Él había cuidado de los israelitas? ¿Qué
pensamientos o sentimientos evoca esta imagen verbal para ti?
Como alas de águila, que Él nos eleva por encima de todo y nos lleva hacia su presencia

10. ¿Qué prometió Dios que Él haría por los israelitas si obedecían Su voz (19:5)?
Ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra;

11. ¿Qué papel dijo Dios que tendría el pueblo de Israel, según 19:6?
El papel de sacerdocio y nación santa

DÍA 4: Éxodo 19:7-15—Preparación para el Encuentro con Dios


12. ¿Qué prometió el pueblo en respuesta a las cosas que había dicho Dios?
Haremos todo lo que el Señor a ordenado

13. ¿Cómo dijo Dios que Él vendría a Moisés y al pueblo? ¿Qué dijo Dios que se lograría con que Él viniera de esta
manera?
Yo me presentare ante ti en una densa nube, para que el pueblo oiga como Dios habla con Moisés y así confiaran en
Moisés

14. ¿Cómo le dijo el Señor al pueblo que se preparara para este encuentro?
Conságralos hoy y mañana, y haz que laven sus ropas. Que se preparasen para el tercer día y se abstuvieran de tener
relaciones sexuales

DÍA 5: Éxodo 19:16-25—El Monte Santo de Dios Humea y Tiembla


15. Describe la escena donde ocurrió el encuentro de Dios con Su pueblo. ¿Cómo crees que te hubieras sentido si tú
hubieras estado presente?
Creo que me hubiera sentido en primer lugar con temor y reverencia, pero al mismo tiempo me hubiera sentido
impresionado y agradecido por estar en la presencia de Dios.

16. ¿Qué advertencia le dijo Dios a Moisés que hiciera al pueblo?


Que no intentaran traspasar los límites que Moisés establecían obedeciendo las normas de Dios, solo pudieron subir Moisés y
aron

¡Aplica la VERDAD!
No sabemos mucho acerca de la relación de Jetro con Dios antes de que conociera a Moisés. Sí
sabemos que no era israelita. Era un sacerdote. Era un hombre espiritual.
Pero pareciera que pudiera haber adorado a múltiples dioses. Sin embargo, después de 40 años de vivir al
lado de Moisés en Madián, y luego ver cómo era la relación de Moisés con Dios mientras guiaba al pueblo de
Israel, Jetro adoraba a Dios junto con Moisés y reconoció: “Ahora sé que
el SEÑOR es más grande que todos los dioses” (Éxodo 18:11). La fe que Moisés tenía en Dios era una
influencia positiva sobre la fe de su suegro. ¿Cómo te motiva Moisés cuando piensas en tu propia familia?
¿Tu vida da expresión tangible de tu fe en Dios y en Su bondad? ¿Qué pudiera querer Dios que hagas
mientras procuras vivir por Jesús frente a tu familia en esta semana?

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 10 3

Lección 10 Comentario

Moisés Consagra al Pueblo


Éxodo 18–19
Después de varias semanas de viaje, Moisés y los israelitas llegaron a Sinaí. Aquí el Señor haría Su pacto con
el pueblo y les daría leyes que los ligaría con Él. Sin embargo, primero Moisés se reunió con su familia.

Una Familia Reunida

Después de salir de Refidim, los israelitas llegaron a la región del Sinaí. Aquí es donde Moisés había oído por
primera vez el llamado de Dios desde la zarza que ardía (véase 3:12). Dios había cumplido Su promesa de
sacar a Su pueblo de Egipto para que pudieran adorar en el Monte Sinaí. Uno de los temas recurrentes de las
Escrituras es la fidelidad de Dios a Sus promesas.

Cuando Moisés salió de Egipto, su esposa, Séfora, y sus dos hijos fueron con él. Sin embargo, con el tiempo
Moisés los envió de nuevo a Madián. Madián era donde vivía la familia de Séfora. Según Éxodo 18:1, su
padre, Jetro, había oído acerca del tiempo de Moisés en Egipto y cómo había sacado al pueblo de allí. Así que
se llevó a Séfora y a sus nietos y fue a Sinaí para encontrarse con Moisés. Una vez que los israelitas habían
llegado al desierto de Sinaí, Moisés fue reunido con su familia.

Moisés mostró respeto y afecto por su suegro Jetro. Moisés le dijo a Jetro acerca de las dificultades y cómo
había librado Dios al pueblo de Israel de Egipto. Moisés dio un gran ejemplo de la importancia de recordar y
celebrar las victorias que Dios ganó para su pueblo y lo que estas victorias comunican acerca de Dios.

Jetro escuchó con entusiasmo el relato de Moisés. Se gozó, diciendo: “¡Alabado sea el SEÑOR, que los salvó a
ustedes del poder de los egipcios! ¡Alabado sea el que salvó a los israelitas del poder opresor del faraón!”
Incluso fue más allá y declaró su propia creencia en el Dios de Israel: “Ahora sé que el S EÑOR es más grande
que todos los dioses.”

Moisés Acepta el Consejo de Jetro

Gran parte del tiempo de Moisés se consumía con las disputas del pueblo unos contra otros. No es
sorprendente que más que un millón de personas que trataban de vivir juntas en el desierto tuvieran algunos
desacuerdos. Moisés, su líder, era el indicado obvio para resolver esas disputas.

Pero Jetro le recordó Moisés su papel vital entre los israelitas: “Tú debes representar al pueblo ante Dios y
presentarle los problemas que ellos tienen.” En otras palabras, Moisés debía hacer lo que sólo él podía hacer.
Él debía servir de mediador entre el pueblo y Dios. También debía instruir al pueblo. Como señaló Jetro: “Los
debes instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las
obligaciones que deben cumplir.” Sin embargo, en los asuntos menores, Moisés podía (y debía) compartir la
tarea con otros.

Piensa en el hecho de que el pueblo llevaba sus disputas ante Moisés. La intención de Dios es que
Su pueblo resuelva sus diferencias entre ellos mismos (véase 1 Corintios 6:1- 7). Cuando el pueblo
de Dios logra reconciliar sus diferencias sin escándalo—cuando
vivimos con justicia y paz unos con otros—mandamos un poderoso mensaje al mundo. ¿Será que tendríamos
menos conflictos, menos guerra y divisiones, si el pueblo de Dios hoy manejara sus disputas como Dios
manda?

Jetro aconsejó a Moisés que encontrara ayudantes capaces. Estos hombres debían contar con tres cualidades
principales. Primero, debían temer a Dios y respetar y obedecer Su palabra. Segundo, debían ser confiables.
Debían tener una trayectoria comprobada de fidelidad. Y, tercero, debían ser incorruptibles—debían aborrecer
el soborno. Moisés hizo lo que le aconsejó Jetro. Estableció un sistema de tribunales inferiores. De esta
manera, él quedaba libre de la carga de los asuntos legales rutinarios.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 10 4

Preparación para el Encuentro con el Señor

Los israelitas estaban a punto de establecer un pacto con Dios, pero Dios no les pidió que lo hicieran a ciegas.
Ellos habían visto lo que Dios había hecho por ellos. Ahora Él les estaba pidiendo que reconocieran esos
beneficios y que entraran a una relación de pacto con Él. Les ofreció un lugar único entre las naciones si ellos
escogían obedecer Su voz y guardar Sus leyes. Si ellos aceptaban, ellos llegarían a ser Su especial tesoro.
Ellos serían para Dios “un reino de sacerdotes y una nación santa”. Aún no había sido establecido el
sacerdocio levítico, así que esto no se refería a una sola tribu. El plan de Dios era que toda la nación de Israel
sirviera como “sacerdotes”. Habían de ser mediadores de Su gracia para las naciones vecinas.

Seguir las leyes de Dios los distinguiría de todos los demás. Pueblos de otras naciones tomarían nota. La
presencia de Dios entre Israel sería evidente. Los israelitas serían un puente, un medio para que la gente que
anduviera en las tinieblas de la idolatría podrían venir a la luz de Dios. El apóstol Pedro posteriormente usaría
este mismo lenguaje para la iglesia neotestamentaria: “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó
de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9). No existe ningún propósito más grande que el de servir
como representantes de Dios en el mundo.

Piensa en lo que significa ser parte de un sacerdocio. Dios les dijo a los israelitas que ellos eran
un reino de sacerdotes. Pedro llamó a todos los creyentes “real sacerdocio”.
Piensa en los deberes que tiene un creyente como sacerdote. Ellos interceden por el pueblo ante
Dios. Pastorean al pueblo y lo guían espiritualmente. Enseñan a la gente acerca de Dios. Quizá nunca te has
identificado como sacerdote, pero el Nuevo Testamento sí lo hace, si eres seguidor de Jesús. ¿Cómo estás
expresando en la práctica tu vocación de sacerdote?

Encuentro con el Señor en el Monte Sinaí

El día señalado, Dios descendió sobre el Monte Sinaí. El pueblo vio relámpagos y una espesa nube. Oyeron
truenos y un sonido de trompeta tan fuerte que los hizo temblar. Dios estaba convocando a la reunión.

Dios vino con fuego, humo, truenos y relámpagos. Hebreos nos dice: “Tan terrible era este espectáculo que
Moisés dijo: ‘Estoy temblando de miedo’” (Hebreos 12:21). En una manifestación poderosa, Dios atrajo a Su
pueblo hacia Sí mismo, declarando que ellos eran de Él. Pero a pesar de que podían acercarse a los límites, no
la podían cruzar. El límite los distanciaba de Dios.

Posteriormente un segundo pacto derribaría esa barrera. Bajo ese pacto Dios manifestaría poder aún más
espectacularmente que lo que había manifestado en Sinaí. Él enviaría a Su Hijo para morir por los pecados
del mundo. Luego lo levantaría de los muertos. Finalmente sería eliminada la barrera que separaba a todos de
Dios. Por medio de Jesús, el mediador de este nuevo pacto, ahora podemos acercarnos libremente a Dios.

¡Personaliza la VERDAD!
Ya no tenemos que lavar nuestra ropa literalmente antes de encontrarnos con Dios.
Pero sí necesitamos ser limpiados. La limpieza que practicaban los israelitas sí simboliza la limpieza que hace
Jesús de nosotros. Cuando confiamos en Él para que nos perdone, Su sangre “nos limpia de todo pecado” (1
Juan 1:9). Y Él no sólo nos viste de ropa nueva—¡Él nos viste de Sí mismo! Romanos 13:14 nos ordena:
“revístanse ustedes del Señor Jesucristo”. ¿Qué conducta en tu vida necesita ser lavada? (Véase Colosenses
3:5-9 para algunas sugerencias útiles.) ¿De qué nuevas actitudes necesitas ser vestido? (Véase Colosenses
3:12-17.) Habla con Jesús. ¡Permite que Él te haga nuevo!
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 11—Éxodo 20, 24

Dios Confirma un Pacto con Su Pueblo


¡Memoriza la VERDAD!
“Yo soy el SEÑOR tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo. No tengas otros
dioses además de mí.” Éxodo 20:2-3

DÍA 1: Éxodo 20:1-11—Los Términos del Pacto, Primera Parte


1. ¿Cómo se identificó Dios, según 20:2? ¿Por qué habrá escogido recordar al pueblo de esto en este momento?

2. Enumera los cuatro mandamientos que dio Dios según se registra en 20:3-11. ¿Con quién se ocupan principalmente
estos mandamientos?

3. Dios dio Sus mandamientos para nuestro bien. Escoge dos de estos cuatro mandamientos y explica el beneficio que
experimentaría una persona con obedecerlas.

¡Aprende la VERDAD!
El primer mandamiento de Dios es que no debemos tener ningún otro dios delante de Él.
Pregúntale si hay cualquier cosa que quita tu concentración de Él. ¿Confías en algo o alguien fuera de Él para
proporcionarte seguridad? ¿Tu principal fuente de deleite viene de algo o de alguien fuera de Él? ¿Qué o
quién recibe lo mejor de tu tiempo, talento, o tesoro? Si Dios te muestra cualquier cosa que está compitiendo
por el lugar que por derecho le corresponde a Él en tu vida, confiésalo a Él. Luego haz algo específico y
práctico cada día de esta semana para demostrar tu deseo de darle a Él el primer lugar en tu vida. Prepárate
para compartir respecto a esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Éxodo 20:12-17— Los Términos del Pacto, Segunda Parte


4. Enumera los seis mandamientos que Dios dio en 20:12-17. ¿Con quién se ocupan principalmente estos
mandamientos?

5. ¿Por qué crees que Dios dio estos mandamientos específicos en esta etapa temprana de la historia de Israel como
nación?

6. Piensa en uno de estos mandamientos que hayas obedecido o desobedecido. ¿Qué bendición experimentaste por
obedecer? O, ¿qué dificultad experimentaste por haber desobedecido?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 11 2

DÍA 3: Éxodo 20:18-21—La Montaña Humea, el Pueblo Tiembla


7. ¿Qué vistas, sonidos y olores presenció el pueblo al estar al pie del monte?

8. ¿Qué crees que tú pudieras haber sentido, pensado o hecho si hubieras estado presente en esta misma escena
dramática?

9. ¿Qué le preocupaba a la gente que les pudiera suceder?

10. ¿Qué dijo Moisés que Dios quería lograr con esta exhibición de Su poder?

DÍA 4: Éxodo 24:1-8—Se Confirma el Pacto


11. Describe la ceremonia con la cual Dios confirmó Su pacto con Su pueblo.

12. ¿Qué dijo el pueblo que mostró que aceptaban los términos del pacto de Dios con ellos?

13. Muchos siglos más tarde, Jesús nos dio un nuevo pacto. En la última cena, Jesús dijo que la copa era Su sangre, la
“sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados” (Mateo 26:28). ¿Por qué era necesario
este nuevo pacto?

DÍA 5: Éxodo 24:9-18—En el Monte con Dios


14. En tus propias palabras, describe lo que vieron Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y los 70 ancianos.

15. ¿Dónde moraba la gloria del Señor? ¿Qué aspecto tenía?

16. ¿Cuánto tiempo permaneció Moisés en la cima de la montaña con Dios?

¡Aplica la VERDAD!
El décimo mandamiento resulta difícil de obedecer para muchos de nosotros. Es difícil no desear las
cosas buenas que tienen otros—sus posesiones, posición o relaciones. Sin
embargo, podemos combatir la codicia mediante el cultivo de la gratitud. En lugar de concentrarte en lo que
no tienes, concéntrate en lo que sí tienes. Dale gracias a Dios por ellas. Entre más agradecidos seamos, más
contentamiento tendremos también. Y cuando tengamos contentamiento y gratitud, no estaremos consumidos
con el deseo de tener lo que otros tienen. Prepárate para hablar sobre esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 11 3

Lección 11 Comentario

Dios Confirma un Pacto con Su Pueblo


Éxodo 20, 24
Dios se encontró con los israelitas en una demostración de poder que los dejó temiendo por sus vidas. Dios ató
a Su pueblo a Sí mismo pactando un acuerdo. Él prometió cuidar de ellos. Prometió darles una condición
singular y santa en el mundo. A cambio, Él les pedía que ellos le amaran y confiaran exclusivamente en Él.

Los Términos del Pacto


Dios quería que los israelitas entendieran la importancia de este pacto. Así que se lo dio de una manera que
jamás podrían olvidar. Las maravillas del espectáculo podrían haber causado una gran impresión. ¿Habló Dios
audiblemente a Israel? El texto no dice si literalmente oyeron su voz o no. Sin embargo, pasajes posteriores
indican que sí lo oyeron.

Piensa en lo que significa acercarse a Dios. Dios advirtió a los israelitas que si ellos se acercaban
demasiado a Él, morirían. No es sorprendente, entonces, que ni siquiera querían oír la voz de Dios
debido a las consecuencias aterradoras. Pero es diferente para
los creyentes en la actualidad. Efesios 2:13 dice que “en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios
los ha acercado mediante la sangre de Cristo.” La Escritura nos insta a acercarnos a Dios (véase Santiago 4:8).
Como ovejas de Jesús, nos toca oír la voz de Dios (véase Juan 10:27). Dios nos invita a acercarnos
“confiadamente” al trono de la gracia de Dios siempre que tengamos alguna necesidad. (véase Hebreos 4:16).
¡Qué gran diferencia ha hecho Jesús! Nosotros tenemos acceso directo a Dios debido a Su muerte y
resurrección. Podemos—y debemos—acercarnos a Él.

En una ocasión Jesús resumió la totalidad del contenido del Antiguo Testamento—“la Ley y los Profetas”—
con dos grandes mandamientos (véase Mateo 22:35-40). El primero es amar al Señor con todo nuestro
corazón (véase Deuteronomio 6:5). El segundo es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (véase
Levítico 19:18). Los 10 Mandamientos amplían estos dos elementos esenciales. Los primeros cuatro se
enfocan sobre nuestra relación con Dios, y los últimos seis sobre nuestras relaciones unos con otros.

Ningún otro dios. Dios ya había demostrado Su amor por Su pueblo. No les pidió que se comprometieran con
Él a ciegas. En respuesta a Sus actos repetidos de cuidado por ellos antes del encuentro en el Monte Sinaí, Él
quería que ellos demostraran su devoción por Él. Él insistió en no ser considerado el primero entre varios
dioses; Él es el único Dios.

No te hagas ningún ídolo. El Segundo mandamiento se desprende de manera natural del primero. Los egipcios
habían hecho imágenes visuales de sus dioses. Los israelitas se encontrarían con muchas diferentes culturas
que harían lo mismo, pero a Israel se le prohibió estrictamente fabricar o inclinarse ante cualquier objeto
hecho por hombres.

El uso del nombre del Señor. El tercer mandamiento de Dios literalmente prohíbe “pronunciar el nombre del
SEÑOR tu Dios a la ligera.” El pueblo de Dios no debía hacer declaraciones falsas y fingir que eran ciertas por
haber usado el nombre del Señor. Debían respetar a Dios, usando honorablemente Su nombre—jamás
irreverentemente, irrespetuosamente ni con ligereza.

Observar el Sábado. Dios ordenó formalmente un día de reposo. Mediante la observación de ese día de
reposo, los israelitas manifestarían su dependencia del Señor y se distinguirían claramente de otras naciones.
La observación del sábado los identificaría abiertamente como pueblo de Dios por pacto.

Honrar a los padres. El fundamento de las comunidades son las familias. Dios ordenó a los israelitas que
amaran a sus padres, honrándolos. Los hijos debían mostrar respeto por sus padres en sus palabras y acciones,
y debían cuidar de sus padres ancianos.

Homicidio. El sexto mandamiento recalca el valor que Dios le asigna a la vida humana. El verbo hebreo usado
en este sexto mandamiento típicamente se usa para el asesinato intencional con intención maliciosa.

Adulterio. El adulterio es una violación del pacto matrimonial mediante la participación intencional en
cualquier clase de actividad sexual fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 11 4

Robo. Dios les confía a los individuos ciertos recursos y posesiones. Él quiere que la gente esté protegida
contra personas que pudieran engañar o robarles esas cosas.

Falso testimonio. El falso testimonio se puede dar en público o en privado. Este mandamiento tiene que ver
con acusaciones falsas públicas, hechas en un tribunal de justicia. También se aplica a la calumnia, que suele
ocurrir en privado.

Codicia. Desear lo que le pertenece a otro—con más frecuencia ocurre en secreto. Aunque pudiera parecer la
menos dañina de las prohibiciones de Dios, puede ser precursor de otros pecados, además de ser un pecado en
su propio derecho.

El Pacto Confirmado
Había llegado el momento de que Dios pidiera un compromiso de parte de Israel. ¿Estarían dispuestos a
seguirle a Él exclusivamente? ¿Vivirían conforme a Sus mandamientos? Moisés leyó el libro del pacto frente
a toda la asamblea. De nuevo, todo el pueblo prometió hacer todo lo que el Señor había pedido. Ambas partes
quedaban así ligadas por “la sangre del pacto” (24:8)

Piensa en la confianza del pueblo en sí mismo. No dudaron ni titubearon cuando Dios dio Sus
santos mandamientos. Rápidamente respondieron: “Haremos todo lo que el Señor ha dicho, y le
obedeceremos”. ¿Realmente sabían a lo que se estaban comprometiendo?
Simplemente el último mandamiento—“No codiciarás”—es difícil de cumplir para cualquier ser
humano. ¿Tan seguros se sentían de sí mismos? ¿Considerarían en algún momento suplicar: “¡Dios, ten
misericordia! ¡Eso es más de lo que nosotros somos capaces de hacer! Tu Ley es buena—pero nosotros
somos pecadores. A menos que Tú nos ayudes, fracasaremos!”? Muy pronto se darían cuenta de que las
buenas intenciones no serían suficientes para santificarlos.

Hoy día, los cristianos están unidos con Dios por medio del pacto de la sangre de Su Hijo, Jesús. Esta era la
única manera en que podíamos ser realmente reconciliados con Dios. La Ley, que resultaría imposible de
cumplir, demostró que no bastaban las acciones humanas. El nuevo pacto hace más que sólo refinar nuestra
conducta. Nos purifica interiormente también (véase Hebreos 10:22). Hace por nosotros lo que ningún código
moral jamás podría hacer.

En el Monte con Dios


El pueblo aceptó el pacto y prometieron obedecerlo. Después de esto, Dios convocó a los ancianos, junto con
Moisés, Aarón, Nadab y Abiú para que subieran de nuevo al monte. Cuando subieron en esta ocasión, “vieron
al Dios de Israel”. Debe haber sido una experiencia increíble. Allí, en la presencia de Dios, los hombres
comieron y bebieron juntos.
Después de la comida, Dios llamó a Moisés y Josué a subir más arriba. Una espesa nube—la gloria del Señor
—cubrió la montaña. Durante seis días, Moisés esperó. El séptimo día, Dios llamó a Moisés desde la nube,
que tenía aspecto de un “fuego consumidor”. Dios invitó a Moisés a entrar a la nube de fuego—lo cual él
valientemente hizo. Mientras tanto, el pueblo esperó abajo. Resultó ser una larga espera, porque Moisés
estuvo con Dios durante 40 días. Como veremos en la siguiente lección, esta espera fue demasiado para ellos,
y su fe se colapsó.

¡Personaliza la VERDAD!
Maldecir no es la única manera de tomar el nombre del Señor en vano. Cualquier referencia
insincera a Dios podría ser una manera de deshonrar Su nombre. Es fácil
decir “Voy a orar por ti” o “hay que confiar en Dios”. Pero si nuestro corazón no es honesto y no le damos
seguimiento, estamos tomando el nombre de Dios en vano. Cuando hablamos como cristianos pero no
vivimos vidas que honren a Dios, abusamos del nombre de Dios. Esta semana, pide a Dios que te haga
consciente de cada vez que pronuncias, cantas, escribes o piensas en Él. Pídele que te dé un sentido de
asombro por lo que Él es y todo lo que Su nombre representa.
¿Cómo afecta esto tu manera de pensar acerca de Dios y relacionarte con Él?
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 12—Éxodo 32–34

La Crisis de la Ley Violada


¡Memoriza la VERDAD!
“Pasando delante de él, proclamó: ‘El Señor, el Señor, clemente y compasivo, lento para la ira y
grande en amor y fidelidad” Éxodo 34:6.

DÍA 1: Éxodo 32:1-10—El Pueblo Hace un Ídolo


1. ¿Qué demandó el pueblo de Aarón, y por qué demandaron eso?

2. ¿Cómo respondió Aarón, el líder de Israel, ante su demanda? ¿Cómo respondió el pueblo?

3. ¿Cómo se enteró Moisés de lo que había hecho el pueblo?

4. ¿Qué dijo Dios que Él haría debido a la rebeldía del pueblo?

DÍA 2: Éxodo 32:11-29—Moisés Intercede por el Pueblo


5. ¿Qué le pidió Moisés a Dios? ¿Sobre qué base hizo su apelación?

6. ¿Cómo respondió Dios a la intercesión de Moisés por el pueblo? ¿Qué te dice esto respecto a la importancia de la
oración?

7. A pesar de la misericordia que había mostrado Moisés al interceder por el pueblo, ¿cómo manifestó también su justa
indignación contra ellos?

8. ¿La misericordia y la justa indignación son opuestos? ¿Cómo pueden ser compatibles entre sí?

¡Aprende la VERDAD!
El pueblo sabía que estaba pecando. Como sumo sacerdote, Aarón especialmente lo sabía.
Realmente no habían olvidado quien había sacado a Israel de Egipto. No obstante, cuando la gente se volvió
impaciente, exigieron que Aarón les hiciera un dios, y Aarón cedió a la presión. En lugar de sostenerse a
favor de Dios, Aarón conspiró con el pueblo y condujo a la nación a la idolatría. ¿Qué hubiera sucedido si
Aarón hubiera resistido a la pecaminosa petición del pueblo? Hubiera podido librar a Dios, Moisés y a toda la
nación de mucho dolor y pesar, y su propio legado no hubiera sido manchado. Se requiere integridad y valor
para hacer lo que no es popular ni fácil, diciendo “no” al mal—pero eso es lo que Dios nos llama a hacer.

DÍA 3: Éxodo 32:30–33:23—Continúa la Intercesión de Moisés


9. ¿Cómo actuó Moisés de nuevo como mediador entre el pueblo y Dios? ¿Qué petición abnegada hizo de parte de
ellos?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 12 2

10. ¿Cómo respondió Dios? ¿Qué te dice Su respuesta acerca de Su manera de ver la responsabilidad individual?

11. Según 33:12-15, ¿cómo expresarías en tus propias palabras las peticiones que Moisés le hizo a Dios?

12. ¿Cuál fue la última petición de Moisés, según 33:18? ¿Cómo respondió Dios a esta petición?

DÍA 4: Éxodo 34:1-27—El Pacto Renovado


13. ¿Qué le dijo Dios a Moisés que hiciera?

14. ¿Qué reveló Dios acerca de Sí mismo cuando pasó frente a Moisés?

15. ¿Cómo tranquilizó Dios a Moisés, según 34:10?

16. ¿Cómo resumirías en pocas palabras los puntos principales del pacto que Dios renovó con Israel, según 34:11-27?

DÍA 5: Éxodo 34:28-35— El Rostro de Moisés Resplandece


17. ¿Por qué temía la gente acercarse a Moisés cuando bajó del monte?

18. Lee 2 Corintios 3:7-18, y responde a las siguientes preguntas:


a. ¿Por qué resplandecía el rostro de Moisés?

b. ¿Cómo se refiere este pasaje a la ley que estaba grabada en piedra?

c. ¿Qué es lo que vendrá con gloria mayor?

d. ¿Qué es lo que hace que sea quitado el velo del corazón de una persona?

¡Aplica la VERDAD!
Nuestras oraciones son importantes. Moisés intercedió valiente y apasionadamente por un pueblo
muy rebelde. A pesar de que Dios había declarado que Él los destruiría, oyó la petición de Moisés
y desistió de enviar el juicio severo que justamente merecían. ¿A
quién conoces tú que necesite de un intercesor? Para todos hay esperanza. Analiza de nuevo la oración de
Moisés. Anota algunas cosas que te llaman la atención. Luego empieza a orar por alguien que conozcas que
necesita urgentemente de la misericordia de Dios.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 12 3

Lección 12 Comentario

La Crisis de la Ley Violada


Éxodo 32–34
No pasó mucho tiempo antes de que los israelitas violaran su promesa de obedecer a Dios. Antes de que
Moisés siquiera hubiera bajado del Monte Sinaí, el pueblo de Dios ya le había desobedecido abiertamente y le
habían deshonrado. Moisés actuó como un verdadero sacerdote. Apeló a Dios pidiendo misericordia y
reprendió la infidelidad del pueblo.

La Violación del Pacto por Israel


Mientras Moisés estuvo en el Sinaí, la gente pidió que Aarón les hiciera ídolos que “fueran delante de ellos”.
Aarón hizo una colecta de joyería de oro e hizo un becerro de oro. Ellos adoraron ese becerro, con una gran
fiesta, ofrendas, y borrachera disipada. Fue una flagrante violación de los primeros dos mandamientos que
ellos habían prometido de todo corazón guardar apenas hacía unas semanas.

Los israelitas se estaban rebelando contra los mandamientos específicos que Dios les había dado. Como
resultado, Dios le dijo a Moisés que Él iba a destruir a toda la población y en su lugar haría de Moisés una
gran nación. Moisés inmediatamente intercedió por su pueblo. No basó su apelación sobre mérito, ni siquiera
sobre misericordia, sino en el carácter y la gloria de Dios mismo.

Dios escuchó a Moisés y prometió concederle lo que él había pedido. La Escritura reporta que el Señor
“escuchó a Moisés y prometió darle lo que había pedido. La Escritura reporta que el Señor “desistió del
desastre que había hablado de traer sobre Su pueblo”.

Piensa en lo que hizo que la intercesión de Moisés fuera tan poderosa. Moisés no basó su
apelación sobre la justicia del pueblo. Ellos eran completamente culpables. De hecho, más tarde
veremos lo enojado que estaba Moisés con ellos. Moisés tampoco basó su apelación sobre ninguna
justicia de él mismo. Más bien, Moisés pidió a Dios que desistiera
de destruir al pueblo por amor a Su propio nombre. Moisés sentía celo por el honor de Dios. No quería
que se viera comprometida la reputación de fidelidad de Dios. La oración motivada por el honor de Dios y
enfocada sobre la reputación de Diios es muy poderosa.

Cuando Moisés llegó al campamento y vio a la gente bailando alrededor del becerro de oro, estaba tan
enojado que rompió las tablas sagradas. A pesar de que Moisés rompió las tablas con ira, es muy significativo
que el pueblo estaba violando los mandamientos de Dios. Él tomó la estatua, la quemó y lanzó los restos al
agua potable. Luego obligó a los israelitas a beberla.

Después de esto, Moisés le hizo a Aarón la pregunta que debe haber estado ardiendo en su mente desde que
Dios le dijo por primera vez acerca de la idolatría. ¿Cómo se había atrevido Aarón a introducir semejante
pecado al campamento? Aarón le echó la culpa al pueblo, pronunciando lo que pudiera ser la declaración más
ridícula registrada en la Escritura: “Ellos me dieron el oro, yo lo eché al fuego, ¡y lo que salió fue este
becerro!”

Aun cuando Dios había prometido no destruir por completo al pueblo, comoquiera habría consecuencias
serias de su rebelión. Moisés llamó al campamento, buscando a los que aún estaban “de parte del Señor”.
Este era el momento para que los inocentes fueran separados de los culpables. La tribu de Leví respondió. No
se nos dice, pero posiblemente otros de los que no habían participado en el adulterio se pasaron al lado de
Moisés también. Moisés ordenó a los levitas que se armaran y que recorrieran el campamento, matando a
hermano, compañero y vecino—a todo el que fuera culpable de la rebelión. Para cuando terminaron los
levitas, 3,000 habían muerto. Al día siguiente, Moisés intercedió de nuevo por el pueblo delante del Señor.
Dios desistió de Su plan de destruirlos a todos y dijo que juzgaría únicamente a aquellos que realmente habían
pecado contra Él. Luego Dios le dijo a Moisés que era tiempo de seguir avanzando hacia la Tierra Prometida.
Sin embargo, le informó a Moisés que Él no iría con ellos, “porque ustedes son un pueblo terco, y podría yo
destruirlos en el camino”. Cuando el pueblo oyó esto, se lamentaron.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 12 4

La Intercesión de Moisés por Israel


Una vez más Moisés reanudó su papel como mediador. Para estar a solas delante del Señor, Moisés levantó
una tienda fuera del campamento de los israelitas. Esta “tienda de reunión” no debe confundirse con el
tabernáculo, que aún no había sido construido. Aparentemente era una tienda cualquiera, pero Moisés lo
apartó como un lugar santo en el que él y Dios se pudieran encontrar. La columna de nube mediante el cual
Dios se manifestaba, vino y se posó sobre la tienda. Allí era donde Moisés hablaba con Dios “cara a cara,
como habla el hombre con su amigo.”

Mientras el pueblo observaba desde cierta distancia, Moisés suplicó a Dios que no abandonara a Israel: “O vas
con nosotros, o mejor no nos hagas salir de aquí.” Luego Moisés agregó otra petición: “Déjame verte en todo
tu esplendor.” Dios aceptó ambas peticiones. Como Moisés había hallado gracia ante Sus ojos, Dios prometió
guiarlos hasta la tierra que Él les había prometido. Además, prometió mostrarle a Moisés toda Su bondad, y
proclamar Su nombre delante de Él. Dios le dio a Moisés instrucciones respecto a cómo encontrarse con Él, y
le dijo que subiera al Sinaí de nuevo la siguiente mañana.

Piensa en lo que hace grande a un líder. Cuando Dios le informó a Moisés que Él no tenía
intenciones de acompañar a Su pueblo a la Tierra Prometida, Moisés protestó enérgicamente. En
esencia dijo: “Si Tú no vas con nosotros, ¡nosotros no vamos!” Moisés muy sabiamente desconfiaba
de su propia capacidad para guiar. Él conocía la verdad de
Juan 15:5, que registra las palabras de Jesús: “Sin mí nada pueden hacer.” Los mejores líderes no son las
personas que tienen mucha confianza en sí mismos—sino los que manifestan la más grande confianza en
Dios.

En una escena que supera cualquier cosa que pudiéramos imaginar, Dios le reveló a Moisés Su esencia
divina. El Señor pasó delante de Moisés, proclamando Su nombre. Reveló Su misericordia, gracia, paciencia,
amor, fidelidad, perdón, justicia y amor perdurable. No obstante, Dios dijo que eso no significa que pasaría
por alto al pecador culpable. Su justicia requiere que el pecado sea castigado. Sin embargo, Dios demostró Su
grande misericordia cuando dio a Su Hijo como pago por nuestro pecado. Por medio de Jesús, Él ha abierto
un camino para que el pecador culpable pueda estar delante de Él, completamente perdonado.

La Renovación del Pacto


Luego Dios renovó Su pacto con Israel por medio de Moisés. Prometió hacer cosas asombrosas que ninguna
nación jamás había visto antes. Él expulsaría a los residentes actuales de la tierra de Su pueblo, y les daría a
ellos un hogar allí. Sin embargo, Israel no debía participar en alianzas con los habitantes locales. Para
permanecer fieles a Dios, debían derribar sus altares religiosos y los símbolos de culto pagano. No debían
tener nada que ver con los sacrificios de los nativos. Y, sobre todo, no debían casar a sus hijos e hijas con los
cananeos.
Moisés permaneció en el monte con el Señor durante 40 días y noches. Durante este tiempo, ni comió ni
bebió. Dios los sostuvo milagrosamente con Su sola presencia. Al final de ese tiempo, Moisés volvió al
pueblo con las tablas nuevas con los 10 Mandamientos grabados en ellos. Dios le concedió a Israel otra
oportunidad y renovó Su pacto con ellos.

¡Personaliza la VERDAD!
Moisés y Dios tenían una relación formidable. “Y hablaba el SEÑOR con Moisés cara a cara, como
quien habla con un amigo” (Éxodo 33:11). ¿Puede un ser humano ser amigo de Dios? Por increíble que parezca,
¡Sí! Jesús recalcó esta verdad cuando dijo: “Ya no los llamo siervos … los he llamado amigos” (Juan 15:15).
Piensa en la relación que tenía Dios con Moisés—las conversaciones que tuvieron, las expectativas que tenían uno
del otro, la estima que sentían uno por otro. ¿Qué podrías aprender de la manera en que Moisés se relacionaba con
Dios que puedes incorporar a tu propia relación con Él? Escoge una cosa, coméntalo con Dios, y luego empieza a
practicarlo en tus interacciones diarias con Él.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 13—Éxodo 25–31, 35–40

Construcción del Tabernáculo


¡Memoriza la VERDAD!
“Después me harán un santuario, para que yo habite entre ustedes” Éxodo 25:8

DÍA 1: Éxodo 25:1-8; 35:4-29; 36:2-7—Dios Revela Su Plan de Habitar con Su Pueblo
1. ¿Qué quería Dios que el pueblo construyera?

2. ¿Por qué quería que construyeran esto? (Véase también 29:45-46.)

3. ¿Cómo se debía financiar este enorme proyecto de construcción?

4. ¿Qué detalle de Éxodo 36:2-7 muestra el entusiasmo del pueblo para este proyecto?

¡Aprende la VERDAD!
¿Qué concepto tienes tú de la ofrenda para la obra de Dios? ¿Es un privilegio y un deleite participar
en lo que Él está haciendo? ¿O es sólo un deber? Pide a Dios que te dé gozo al dar y al servir en Su obra.
Prepárate para hablar con tu Grupo Pequeño acerca de esto.

DÍA 2: Éxodo 31:1-6; 35:30-35—Los Artesanos


5. ¿A quiénes les asignó Dios las tareas artesanales de la construcción del tabernáculo?

6. Según 31:1-6, ¿qué era lo que calificaba a estas personas para su trabajo?

7. ¿Qué detalle respecto a su calificación se agrega en 35:34? ¿Por qué crees que esto era importante?

8. ¿Crees que Dios ve cierto trabajo como más santo o más sagrado que otros tipos de trabajo? ¿Cómo afecta el estudio
de hoy tu manera de ver eso?

DÍA 3: Pasajes Seleccionados de Éxodo 27, 30, 38—Planes para el Tabernáculo y Su Mobiliario
9. Lee 27:9-19; 38:8-20. Anota abajo las dimensiones del atrio del tabernáculo de reunión.

10. Se consideraba que un codo era la longitud del antebrazo de un hombre, desde el codo hasta la punta del dedo
medio. ¿Cuánto estimas que sería esa medida en centímetros?

11. Convierte la respuesta que diste a la pregunta 10 a medidas modernas. ¿De qué tamaño era el atrio del tabernáculo?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 13 2

12. Dios le dio instrucciones a Moisés para dos muebles que debían ser colocados en el atrio exterior del tabernáculo.
Lee los siguientes pasajes, luego menciona y describe los muebles a los que se refieren.
a. 27:1-8; 38:1-7

b. 30:18; 38:8

DÍA 4: Pasajes Seleccionados de Éxodo 25, 30, 37—El Lugar Santo y el Lugar Santísimo
13. Dios le dio instrucciones a Moisés para tres muebles que debían ser colocados en el “Lugar Santo” del tabernáculo.
Lee las siguientes Escrituras, luego menciona y describe los muebles a los que se refieren.
a. 25:23-30; 37:10-16

b. 25:31-40; 37:17-24

c. 30:1-10; 37:25-29

14. Dios le dio instrucciones a Moisés para el único mobiliario que debía colocarse dentro del “Lugar Santísimo” del
tabernáculo. Lee Éxodo 25:10-22; 37:1-9, luego enumera y describe el mobiliario mencionado.

DÍA 5: Éxodo 40—La Gloria de Dios Llena el Tabernáculo


15. ¿Cuál es el proceso de consagración descrito para el tabernáculo, su contenido y los que servirían allí?

16. ¿Qué sucedió una vez que el tabernáculo ya estaba construido y consagrado?

17. ¿Qué crees que la gente habrá pensado y sentido cuando ocurrieron los eventos descritos en 40:34-38?

¡Aplica la VERDAD!
El tabernáculo era un proyecto masivo que requería muchas horas de trabajo físico de muchas
personas. Hombres y mujeres aportaban sus habilidades en carpintería,
metalmecánica, perfumería, tejido, costura y mucho, mucho más. Si ellos no hubieran puesto su parte, se
hubieran perdido la oportunidad de ser parte de la adoración que Dios ordenó. ¿Quiénes son los que están tras
bastidores haciendo posible que tú adores a Dios? Piensa en uno o dos de ellos. Dale gracias a Dios por ellos.
Pídele que Él los llene de Su Espíritu. Luego encuentra una manera de agradecerles y alentarles—escríbeles
una carta, expresa algún pensamiento amable, presenta un regalo como símbolo de tu aprecio. Pero de
cualquier manera posible, ¡comunícales que sabes que su trabajo es valioso para ti y para Dios!

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 13 3

Lección 13 Comentario

Construcción del Tabernáculo


Éxodo 25–31, 35–40
Moisés anhelaba ver la gloria de Dios. Y Dios concedió el deseo de Moisés. Pero Dios anhelaba revelar Su
gloria, no sólo a Moisés, sino a todo Israel. Así que Dios le dio a Moisés instrucciones para la construcción de
un lugar en el que pudiera habitar Su gloria—Su tabernáculo. El tabernáculo sería importante, no sólo para
Israel, sino para todo el pueblo de Dios en el futuro. A través de esta tienda y su mobiliario, Dios presagiaba
un nuevo tipo de relación que Él quería tener con Sus hijos. La descripción del tabernáculo está repleto de rico
simbolismo. Al considerar el propósito de cada parte del tabernáculo, podemos entender mejor lo que Cristo
hizo por nosotros y cómo podemos entrar a la presencia del Señor ahora mismo.

Dios Mora entre Su Pueblo


Uno de los temas dominantes en las Escrituras es que Dios desea vivir entre Su pueblo. Después de que Dios
estableció Su pacto con Israel, Él quería un lugar definido donde Él pudiera estar entre Su pueblo. Así que
instruyó a Moisés que le hiciera un santuario. Él tenía planes de “morar entre ellos”. El lugar donde Dios
moraría era esencialmente una gran tienda portátil. No obstante, su portabilidad de ninguna manera restaba a
su belleza y extravagancia. Los artesanos más diestros de la nación la elaboraron de los materiales más finos y
costosos.

El pueblo proveyó estos materiales que incluían oro, plata, bronce, telas finas, piedras preciosas, especias
exóticas e incienso fragante. Dios le dijo a Moisés que recogiera una ofrenda, pidiendo a “todos los que en su
interior se sintieran movidos a hacerlo,” a dar ofrendas. Éxodo 35:21-29 nos dice que el pueblo obedeció
generosamente y con corazones dispuestos. Cada mañana dieron ofrendas voluntarias hasta que finalmente los
artesanos le pidieron a Moisés que suspendiera las ofrendas: “La gente está trayendo más de lo que se necesita
para llevar a cabo la obra que el SEÑOR mandó hacer.” Así que Moisés les dijo que se detuvieran porque ya
tenían más que suficiente para hacer la obra que Dios había ordenado.

Piensa en las actitudes hacia la ofrenda. ¿Por qué fueron tan entusiastas las personas para dar?
¿Era porque sabían que estaban aportando para algo realmente importante?
¿Era porque querían devolverle a Dios algo por haberles bendecido tan abundantemente?
La Escritura dice que Dios ama al dador alegre (véase 2 Corintios 9:7). Los israelitas son un
ejemplo maravilloso de esto.

Cada detalle del tabernáculo tenía un propósito específico. Cada detalle requería de una gran cantidad de
trabajo de precisión. Había que tejer telas. Había que forjar piezas metálicas. Había que cortar madera y
cubrirla de oro, plata y bronce. Se tenían que mezclar aceites e incienso. Una vez completadas cada una de las
piezas, los artesanos tenían que armarlos en la forma exacta que Dios había ordenado. Dios dio a muchas
personas el privilegio de trabajar sobre este sagrado santuario, y todos podían aportar para él mediante sus
donativos.

El tabernáculo era un recordatorio visual de la santidad de Dios. Nadie podía ver el interior desde afuera. El
atrio exterior estaba cercado con una cortina de lino fino. Esta gruesa cortina aseguraba que nadie entrara de
manera no autorizada. La única manera de entrar era a través de la Puerta de Entrada. Ésta también estaba
cerrada por una cortina, pero era de lino rojo, azul y púrpura. Esta coloración característica señalaba el camino
mediante el cual un pecador podía entrar al santuario de Dos.
El Atrio. Cualquier israelita podía entrar al atrio, pero sólo Aarón, sus hijos y los descendientes sacerdotales
de ellos podían entrar a la tienda. El atrio representaba juicio por el pecado. Antes de que el pueblo pudiera
adorar apropiadamente al Señor, tenían que lidiar con su pecado primero mediante dos de los muebles del
atrio.

El Altar del Holocausto. Los sacerdotes ofrecían la sangre de los corderos y cabras sacrificados sobre este
altar. Como primer mueble en el atrio, esta sangre comunicaba un mensaje muy claro: Nadie entra a la
presencia de Dios sin un sacrificio.

El Lavamanos de Bronce. Los sacerdotes usaban este lavabo, que estaba hecho de espejos de bronce y lleno
de agua, para lavarse. Los pecadores no sólo necesitaban perdón para poderse encontrar con Dios—también
necesitaban ser limpiados. Es importante tomar nota del detalle de que el altar aparece antes que el lavamanos.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 13 4

No era posible expiar el pecado mediante lavamientos—intentando vivir una vida más santa. El pecado sólo
podía ser expiado con un sacrificio de sangre. El perdón tiene que venir antes de la limpieza.

El Lugar Santo. El atrio era el único lugar al que podía entrar el ciudadano común. El tabernáculo mismo
estaba dividido en dos piezas. La cámara exterior se llamaba el Lugar Santo. La cámara interior se llamaba el
Lugar Santísimo. Dios sólo permitía que entraran los sacerdotes a la tienda.

En el Lugar Santo estaba un candelabro, una mesa y un altar para incienso. Los sacerdotes usaban este
mobiliario dorado para la adoración del Señor. El candelabro simboliza a Jesús, la luz del mundo. La mesa,
sobre el cual había 12 panes (uno por cada tribu de Israel), representa la mesa del Señor y a Jesús, el pan de
vida. El altar, donde se quemaba incienso fragante delante del Señor cada día, representa las oraciones de los
santos.

El Velo. Un hermoso pero imponente velo estaba entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. El término “velo”
indica que algo se está ocultando. En este caso, el velo hacía separación entre Dios santo y seres humanos
pecaminosos.

El Lugar Santísimo. Este era el lugar donde moraría Dios. Debido a que Él es espíritu y no tiene forma física,
Él Se haría representar mediante el Arca del Pacto. El propiciatorio era la tapa del arca. El día de la Expiación,
el sumo sacerdote rociaba la sangre del sacrificio sobre el Propiciatorio, buscando misericordia por los
pecados de Israel.

Piensa en lo que presagiaba el tabernáculo. Hebreos nos dice que “Cristo, al presentarse como
sumo sacerdote de los bienes definitivos en el tabernaculo más excelente y perfecto, no hecho por
manos humanas (es decir, que no es de esta creación), entró una sola vez y para siempre en el Lugar
Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros,
sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno.” (Hebreos 9:11-12). La sangre de animales no pagó
por nuestro pecado—lo hizo la propia sangre preciosa de Jesús. Hebreos procede a explicar que “Cristo no
entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo
mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro” (9:24). El tabernáculo es un cuadro precioso de lo
que Jesús hizo en última instancia por nosotros por medio de Su muerte y resurrección—una vez por todas.

Consagración y Gloria
Dios dio a Moisés instrucciones detalladas respecto a la colocación de todo. Dios le ordenó que consagrara el
tabernáculo, su mobiliario y todos sus utensilios con un aceite de unción especial. De esta manera, todo era
santificado. De manera similar, Moisés ungió a Aarón y a sus hijos, apartándolos como sacerdotes.

El primer día del primer mes, Moisés y el pueblo levantaron el tabernáculo. El santuario terrenal de Dios
estaba preparado, los sacerdotes estaban lavados, y el Señor vino, tal como había dicho que lo haría. Vino en
una nube que cubrió la tienda de reunión, y “la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo” (Éxodo 40:35).

¡Personaliza la VERDAD!
Dios prometió que Él habítaría con Su pueblo. Sin embargo, ellos no podían obligarlo a que lo
hiciera. Lo único que podían hacer era preparar un lugar y un espacio para Él. De
manera similar, Dios ha prometido estar presente con nostros también. Nosotros somos Su templo, Su
tabernáculo, el lugar en el que Él mora por medio del Espíritu Santo. A veces estamos poderosamente
conscientes de Su presencia. En otras ocasiones no estamos tan conscientes.
Pero, como los israelitas, podemos preparar un camino para Él. Podemos crear un lugar y un espacio para que
Él esté con nosotros para que podamos experimentar Su presencia. ¿Qué es lo que te ayuda a ti a
experimentar la presencia de Dios? ¿La oración? ¿La adoración? ¿Esperar al Señor en silencio? ¿Meditar en
Su Palabra y Sus obras de creación? ¿La práctica de períodos de reposo sabático? Aparta tiempo
intencionalmente para hacer alguna de estas cosas en esta semana? Pide a Dios que Él haga que Su presencia
sea real para ti.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 14—Levítico 1–7

Dios Enseña a Israel a Adorar


¡Memoriza la VERDAD!
“Sin derramamiento de sangre no hay perdón” Hebreos 9:22b.

DÍA 1: Levítico 1—El Holocausto


1. ¿Qué tipo de animales permitía Dios que se ofrecieran como holocausto?

2. ¿Qué dijo Dios acerca de cada uno de los siguientes temas en relación con los holocaustos?
a. El propósito del holocausto (versículo 4)

b. ¿Qué parte del animal debía ser consumido sobre el altar (versículos 9, 13, 17)

c. El efecto que tenía sobre Dios al recibirlo (versículos 9, 13, 17)

3. ¿Qué detalles del pasaje sugieren que tanto los ricos como los pobres debían participar para ofrecer holocaustos a
Dios?

DÍA 2: Levítico 2—La Ofrenda de Cereal


4. Describe cada una de las tres maneras en las que se podía hacer la ofrenda de cereal.
a. 2:1-2

b. 2:4-8

c. 2:14-15

5. ¿Qué se hacía con la parte de la ofrenda que no se quemaba sobre el altar?

6. ¿Qué se debía agregar al cereal cuando era ofrecido a Dios? ¿Qué se debía omitir?

¡Aprende la VERDAD!
Dios ya no exige holocaustos. Jesús cumplió todos los requisitos de los sacrificios. Sin embargo,
quizá podrías pensar en alguna manera de hacer una ofrenda especial simbólica para Dios. ¿Cómo podrías
hacer esto? ¿Qué significaría para ti? Prepárate para hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 3: Levítico 3:1-17; 7:11-21—La Ofrenda de Paz


7. Según 7:12, ¿para qué caso específico pudiera presentarse una ofrenda de paz? ¿Qué se debía agregar para tales
ocasiones?
8. ¿Qué advertencia estricta se dio en 7:26-27? (Véase también 17:11.)

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 14 2

9. Las ofrendas de cereal y de paz no se requerían para el pecado. Eran ofrendas voluntarias para Dios. ¿Por qué crees
que las personas hacían estas ofrendas? ¿Qué crees que significaban para los adoradores?

DÍA 4: Levítico 4:1–5:13—La Ofrenda por el Pecado


10. Según 4:2, ¿qué clases de pecados requerían de las ofrendas que se describen aquí en el capítulo 4?

11. ¿Qué tipos de personas pudieran necesitar hacer esta ofrenda, según los siguientes versículos? ¿Qué clase de
ofrendas se requerían de cada uno?
a. 4:3

b. 4:13-14

c. 4:22-24

d. 4:27-33

12. ¿Qué pensamientos y sentimientos tienes al considerar cómo ve Dios el pecado no intencional?

DÍA 5: Levítico 5:14–6:7—La Ofrenda Expiatoria


13. Si una persona ha pecado inadvertidamente contra “las cosas santas del SEÑOR,” ¿qué ordenó Dios?

14. Según 6:2-3, ¿de qué otras maneras podría una persona cometer “una falta y pecar contra el SEÑOR”?

15. ¿Qué tipo de restitución se debía hacer por el daño ocasionado a otra persona? ¿Qué te dice este requisito respecto al
concepto que Dios tiene de nuestras relaciones con otras personas?

16. Hebreos 10:10 dice que “somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para
siempre.” Dios ya no nos pide que ofrezcamos sacrificios de animales por nuestros pecados. ¿Qué reacción despierta
en tu corazón esta maravillosa verdad?

¡Aplica la VERDAD!
Para Dios es importante que estemos en una correcta relación con Él y con otras personas. Ya no es
necesario que sacrifiquemos animales cuando pequemos contra Dios.
Jesús fue el sacrificio supremo, ofreciéndose a Sí mismo por nuestro pecado. No obstante, cuando pecamos
contra nuestro prójimo, sigue siendo nuestra obligación arreglar las cosas. Eso no ha cambiado. Pide a Dios
que te muestre si has dañado a otra persona intencional o no intencionalmente. Si Él te muestra algo,
pregúntale cómo hacer restitución. Luego hazlo. ¿Cómo afectará esto tu relación con la otra persona? ¿Con
Dios? Prepárate para compartir sobre esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 14 3

Lección 14 Comentario

Dios Enseña a Israel a Adorar


Levítico 1–7
El pueblo construyó el tabernáculo como Dios lo había ordenado. La gloria del Señor lo llenó. Sin embargo, el
pecado del pueblo aún les impedía tener comunión con Dios. Seres humanos pecaminosos no pueden
acercarse a un Dios santo sin un sacrificio. Dios les enseñó a los israelitas cómo santificarse, por medio de
ofrendas, para que pudieran adorarle a Él.

Ofrendas Voluntarias
Holocaustos. Como da a entender el nombre, el holocausto era totalmente consumido por el fuego (excepto la
piel, que se entregaba a los levitas). La ofrenda podía ser un toro joven, un cordero, una cabra, una tórtola o
una paloma, dependiendo de los recursos que tuviera el adorador. El animal tenía que estar perfectamente
sano y sin defecto. Ofrecer a Dios cualquier cosa que no fuera de lo mejor sería un insulto terrible.
Cuando el adorador colocaba su mano sobre la cabeza del animal, se identificaba con el castigo que el animal
estaba a punto de sufrir. En efecto, era como si el adorador dijera: “La muerte que este animal está a punto de
padecer, debía ser la mía, pues yo soy culpable ante mi Dios santo.” Estas ofrendas servían como
recordatorios constantes de que el pecado requiere de un sacrificio. Los animales ofrecidos en el tabernáculo
satisfacían ese requisito. Sin embargo, no podían resolver el problema más grande de la relación eterna del
humano con Dios. Se necesitaba mucho más que la sangre de animales para reconciliar con Dios a hombres y
mujeres caídos. Eso solamente podía ocurrir por medio del sacrificio del perfecto Cordero de Dios, Jesucristo,
el Hijo de Dios.
El holocausto, como todas las ofrendas en Levítico, nos señalan a Jesucristo. Jesús mismo fue un holocausto.
Él se ofreció en Su totalidad como un sacrificio por nuestro pecado. Él entregó todo Su cuerpo al Padre (véase
Hebreos 10:10). Dios quiere que nosotros nos entreguemos por completo. Sin Cristo, seríamos totalmente
consumidos como castigo por nuestro pecado. En respuesta a lo que Él ha hecho, nosotros nos podemos
entregar por completo a Él (véase Romanos 12:1-2), sin reserva alguna.
Ofrenda de cereal. La única ofrenda no animal que se ofrecía en el tabernáculo era la ofrenda de cereal.
También se conocía como la ofrenda de flor de harina. El grano, probablemente de trigo o de cebada, se usaba
para hacer panes o tortas. La ofrenda de grano debía cubrirse con aceite e incienso. El incienso produciría un
“olor grato para el Señor.”
Igual que con el holocausto, sólo lo mejor era aceptable. Dios requería “las primicias,” lo mejor de lo que
tuviera el pueblo. El pan no podía contener nada de levadura ni miel. Sin embargo, sí debía contener sal. Una
vez preparada, la ofrenda no se quemaba por completo. Una parte de la ofrenda, la “ofrenda memorial,” se
quemaba, pero los sacerdotes consumían el resto.

Piensa en las ofrendas voluntarias a Dios. La ofrenda de cereal no hacía expiación por el pecado.
No se requería de nadie. Simplemente era un regalo para Dios. Asociado a la cosecha, ayudaba a
los adoradores a expresar su gratitud por la generosa y fiel provisión de Dios. La adoración no es
únicamente asunto de dar lo que se requiere—se trata de dar
a Dios porque deseamos hacerlo, en vista de toda Su bondad para con nosotros.

Como esta era la única ofrenda que no requería de muerte, los eruditos asocian la ofrenda de cereal con la vida
pura de Cristo. El esfuerzo invertido en moler el grano para hacer harina sirve como símbolo de la devoción
de Cristo a la voluntad de Su Padre. El aroma fragante del incienso pudiera representar las oraciones de Jesús
al Padre. Se considera que el aceite simboliza la presencia del Espíritu Santo.

La ofrenda de paz. A diferencia de las demás ofrendas, se le permitía al adorador consumir una porción de la
ofrenda de paz (o de comunión) durante un tiempo de comunión con el Señor. El tipo de animal que se ofrecía
variaba, pero en cada ocasión, la sangre, la grasa y los riñones se presentaban a Dios. El sacerdote recibía el
pecho y el muslo derecho como su porción. Lo demás se asaba sobre el altar y se devolvía, para que lo
disfrutara el adorador en una comida de comunión con su familia y sus invitados.

La última cena de Jesús con Sus discípulos fue simbólica porque era una cena de Pascua, y Él era el cordero
pascual. También fue simbólica como una ofrenda de comunión. En las últimas horas de Su vida, mientras se
preparaba para ser la ofrenda suprema de una vez por todas, Jesús se sentó con Sus amigos más íntimos y
compartió una cena con ellos.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 14 4

Piensa en la comunión con Dios. La ofrenda de paz invitaba al pueblo de Dios a adorarle
alrededor de una mesa. Dios recibía parte del sacrificio, y los adoradores disfrutaban lo demás.
Jesús frecuentemente compartió comidas con Sus discípulos. Y aún ahora, Él invita a todos a “abrir
la puerta de su corazón para que Él pueda entrar a él y cenar con él
y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Nosotros no adoramos a un Dios distante, lejano y apartado de nosotros.
Adoramos a un Dios que anhela acercarse a nosotros para tener comunión.

Ofrendas Obligadas
Ofrenda por el pecado. Mientras las primeras tres ofrendas descritas en Levítico eran opcionales, las últimas
dos no lo eran. Se requería que cada israelita hiciera una ofrenda por el pecado para cubrir cualquier violación
inadvertida de la ley de Dios. Los pecados intencionales se castigarían más severamente (véase Números
15:30), pero Dios sabía que frecuentemente el pueblo pecaría sin saberlo.
Si el sacerdote o la nación entera pecaba, la ofrenda era compleja y costosa. Los sacerdotes llevaban parte de
la sangre al interior del tabernáculo. Sacaban al toro mismo del campamento y lo quemaban en una fogata. En
el caso de una violación cometida por la comunidad entera, los ancianos servían de representantes. Al
presentar la ofrenda por el pecado, los representantes colocaban sus manos sobre la cabeza del animal,
reconociendo que servía como sustituto. Las ofrendas por el ciudadano común y por los líderes eran similares,
aunque se requería que los líderes ofrecieran una cabra. Una persona común más pobre podía usar un cordero,
un ave o una ofrenda de harina como ofrenda. Dios impone a los líderes una norma más elevada (véase
Santiago 3:1).
La ofrenda por el pecado nos imparte una lección muy valiosa. Sea que intencionalmente violemos los
mandamientos de Dios o que cometamos pecados inadvertidos, Dios exige expiación. Pudiéramos vernos
tentados a comparar algunos pecados con otros y verlos como inadvertidos o pequeños, y por tanto no
importantes ante los ojos de Dios. Sin embargo, seríamos sabios si no nos concentramos en el tamaño de
nuestro pecado ni en la intención que esté detrás. Más bien, debemos concentrarnos en el tamaño del pago que
se tuvo que hacer por él. Todo pecado debe ser expiado—y Jesús hizo eso por su muerte en la cruz.
La ofrenda por la culpa. La ofrenda por la culpa hacía que el pueblo se concentrara en el daño ocasionado por
su pecado. Hacía restitución cuando alguien había dañado a otra persona. También restauraba la relación de la
persona con Dios mismo si el daño había sido ocasionado contra “las cosas santas del Señor.” Esta ofrenda
consistía de tres partes: (1) se ofrecía a Dios un carnero, (2) se hacía restitución por la ofensa cometida, y (3)
se agregaba a la restitución una sanción del 20 por ciento. Cualquiera que no pagara podía ser vendido como
esclavo a otro israelita (véase Éxodo 22:3). Dios quiere que amemos a nuestro prójimo tanto como nos
amamos a nosotros mismos (véase Levítico 19:18). La ofrenda por la culpa enseñaba este principio de una
manera práctica. El carnero sin mancha de la ofrenda por la culpa presagia la manera en la que Jesús pagaría
por todos los pecados del mundo y quitaría la culpa de todos los que Le reciban (véase Isaías 53:6-7).
Estas cinco ofrendas, todas requeridas, señalan directamente a Cristo. Jesús no sólo cumplió los requisitos
para la adoración, sino que les dio significado. Él fue totalmente consumido por nosotros, como una ofrenda
que expía nuestro pecado. Él es el “cordero sin mancha ni arruga” (1 Pedro 1:19). Como la ofrenda de cereal,
Él es las “primicias” (1 Corintios 15:20). Él es nuestra “paz” (Juan 16:33). Él nos ofrece comunión perdurable
en la mesa del Señor (véase Apocalipsis 3:20). Él nos limpia (véase 1 Juan 1:7). En la cruz, Él cumplió
perfectamente y satisfizo todos los requisitos de la ley y del culto. Nosotros ya no practicamos los rituales de
sacrificios del Antiguo Testamento porque nosotros seguimos a Cristo.

¡Personaliza la VERDAD!
Permite que la verdad de esta lección penetre profundamente en tu corazón. ¿Cómo habría
sido tener que matar un animal cada vez que pecaras? Considera el costo, la
sangre, lo que sería que el público se enterara de tu pecado. ¿En qué ha cambiado Jesús todo eso? Medita
Su sacrificio por ti y lo que realmente significa. Pídele que Él te ayude a amar y apreciarlo aún más por
todo lo que Él ha hecho por ti.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo Lección 15—Números 1–4


Dios Organiza a Su Pueblo
¡Memoriza la VERDAD!
“Porque Dios no es Dios de desorden, sino de paz.” 1 Corintios 14:33b

DÍA 1: Números 1—Dios Ordena un Censo


1. ¿Dónde estaban los israelitas cuando inicia el libro de Números? ¿Cuánto tiempo hacía que habían salido de Egipto?

2. ¿Qué le ordenó Dios a Moisés que hiciera? ¿Qué detalles específicos incluyó en esta instrucción?

3. ¿Cuál tribu tenía el mayor número de hombres? ¿Cuántos eran? ¿Qué tribu tenía menos? ¿Cuántos eran? ¿Cuál era el
número total de hombres de 20 años y más que Moisés contó en este censo?

4. ¿A quiénes exentó Dios de este censo? ¿Por qué?

DÍA 2: Números 2—Dios Organiza a Su Pueblo


5. Las tribus estaban organizadas en grupos de tres. ¿Cuáles tres acamparon en el lado oriental? ¿En el lado sur? ¿En el
lado occidental? ¿En el lado norte?

6. ¿Dónde ordenó Dios que acamparan los levitas?

7. ¿Qué era lo que estaba en el centro del campamento? ¿Por qué es importante esto?

8. ¿Crees que a Dios le preocupan tanto los detalles de dónde vives y cómo organizas tu vida ahora como le interesaba
en tiempos de Moisés? Explica tu respuesta.

¡Aprende la VERDAD!
Dios es un Dios de orden. A Él le interesan los detalles de nuestra vida. ¿Hay algún aspecto de tu vida o
ministerio que requiere que Él lo organice? Toma el tiempo en esta semana para hablar con Dios acerca de tus
recursos, fortalezas y oportunidades como un siervo en Su reino. Habla con Él también acerca de cualquier
debilidad, obstáculo y peligro que enfrentes en tu andar con Él. Pide a Dios que te “organice” para que puedas ser
más efectivo para Él. Prepárate para hablar acerca de esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 3: Números 3:1-39—El Papel Especial de los Levitas


Nota: Dos de los hijos de Aarón murieron debido a su pecado flagrante. Aprenderemos más acerca de esto en la lección
22.

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 15 2

9. ¿Cómo se llamaban los hijos de Aarón? ¿Cuáles eran los deberes de Aarón y sus hijos?

10. ¿Qué declaró Dios respecto a los levitas, según 3:11-13? ¿Qué razón dio Él para esto?

11. ¿Cuáles eran los deberes de los levitas que no eran sacerdotes?

DÍA 4: Números 3:40-51—Redención de los Primogénitos


12. ¿A quiénes dijo el Señor a Moisés que debía contar? ¿A quiénes debían sustituir estas personas (véase Éxodo 13:2)?

13. Compara Números 3:39 con 3:43. ¿Cuál era la diferencia entre el número de levitas y de varones primogénitos
mayores de un mes de edad? ¿Cómo le indicó Dios a Moisés que compensara por esta diferencia?

14. Efesios 1:7 dice que en Cristo “tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a
las riquezas de la gracia.” ¿De qué manera simboliza el “precio de redención” lo que hizo Jesús por nosotros?

DÍA 5: Números 4—Las Responsabilidades de los Levitas


15. Según 4:1-3, 21-22, y 29-30, ¿de quiénes ordenó Dios que se hiciera un censo después? ¿Qué tareas asignó a cada
grupo?

16. ¿Qué instrucciones dio Dios respecto al cuidado y transportación de las “cosas sagradas”? ¿Qué le sucedía a
cualquiera que miraba a estas cosas sagradas, aun cuando fuera por sólo un instante?

17. ¿Cómo pudieran haber afectado los mandamientos de Dios respecto a las “cosas sagradas” la actitud de los levitas
hacia Dios mismo?

¡Aplica la VERDAD!
Números 4:49 concluye diciendo que “Conforme al mandato del SEÑOR por medio de Moisés, a cada
uno se le asignó lo que tenía que hacer y transportar.” Los levitas fueron apartados
para las tareas sagradas—no para predicar ni dirigir—sino para servir y cargar. Desde nuestra perspectiva,
servir y cargar no siempre es importante. Pero ante los ojos de Dios, sí son importantes. Esta semana, pide a
Dios oportunidades de servir o ayudar a llevar la carga de otros. Cualquier cosa que Él te asigne, ten la
seguridad de que es importante y santo. Prepárate para compartir acerca de esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 15 3

Lección 15 Comentario

Dios Organiza a Su Pueblo


Números 1–4
Por primera vez desde que habían llegado a Egipto, generaciones atrás, los descendientes de Jacob fueron
contados. Este primer censo nos ayuda a estimar cuántas personas cruzaron el Mar Rojo y acamparon en el
Monte Sinaí. (Números 26 registra otro censo tomado décadas más tarde, antes de la repartición de la tierra de
Canaán.) Este primer censo cumplió con tres propósitos importantes. Ayudó a organizar el ejército israelita en
subgrupos manejables. Impuso el orden en el campamento diario. Y puso de manifiesto el cumplimiento de la
promesa de Dios a Abraham de darle un vasto número de descendientes.
El Censo
Es de esperarse que un libro titulado “Números” contenga muchas estadísticas, como encontramos en el
capítulo 1. Pero Números también muestra una etapa importante en el desarrollo de Israel como nación. Hasta
este momento los israelitas se habían ocupado principalmente con escapar de Egipto y sobrevivir en el
desierto. No obstante, Dios tenía para su pueblo un propósito más grande que el de solamente sobrevivir. Ellos
tenían un futuro glorioso—un futuro que alcanzarían por medio de conflictos.
Trece meses después de salir de Egipto, Dios le ordenó a Moisés que tomara un censo de Israel. Le dijo a
Moisés que contara a los hombres en edad de combatir. Dios quería que los israelitas estuvieran preparados
para las batallas que tenían por delante. Necesitarían de estructura y estrategia. Dios quería que Moisés
estableciera una jerarquía en la que él mismo estuviera en la cima y que un representante de cada tribu que le
reportara a él. El ejército constaría de tres niveles de mando: el clan, la casa paterna, y el individuo.
Comenzando en 1:20, Moisés registró los números contados de cada tribu. La información es idéntica en cada
caso, excepto por los números mismos. La única excepción es la tribu de José, que recibió una doble porción
de la herencia de Jacob (véase Génesis 48:5-6). Los dos hijos de José, Efraín y Manasés, lo sustituyen a él en
la lista. De los 603,550 hombres que contó Moisés, sólo dos, Caleb y Josué sobrevivirían para entrar a la
Tierra Prometida. Todos los demás morirían a lo largo de un período de 40 años debido a su incredulidad
(véase Números 14:20-35).
El censo registrado en Números 1 no incluye mujeres, varones menores de 19 años, ni hombres que eran
físicamente incapaces de pelear. Tampoco incluye a los hombres de la tribu de Leví. Contando a estas
personas, los eruditos de la Biblia han llegado a la conclusión de que la población total de Israel debe haber
sido entre 2 y 3 millones de personas. La logística de una población de semejante tamaño que huía de Egipto,
cruzaba el Mar Rojo, y sobrevivió durante 40 años en el desierto de Sinaí, indica claramente que Dios
proveyó de manera sobrenatural para Su pueblo. La historia de Israel es verdaderamente milagrosa.
Dios no excluyó a los levitas del censo militar porque fueran incapaces de pelear o defender. Al contrario,
ellos eran defensores de lo que Israel valoraba más. Dios separó a los levitas del resto de Israel y les encargó
el tabernáculo. No les dio tierras. Pero la herencia de ellos era la mejor de todas las tribus. Ellos eran los más
cercanos al Señor mismo, en el mero centro del campamento.
La Colocación de las Tribus
Números 2 habla de la organización de las tribus de Israel. Conforme a las instrucciones de Dios, mientras
acampaban, tres tribus debían instalarse en cada uno de los cuatro lados del tabernáculo. Dios viviría en el
centro de Su pueblo. Los levitas, que vivirían más cerca del tabernáculo, servían como límite físico entre el
pueblo y Dios.

Piensa en Dios en el centro. Dios ordenó que el tabernáculo—donde moraba la presencia de Él—
estuviera en el centro del campamento. Las tiendas en las que vivía la gente tenían el frente hacia el
tabernáculo. Al salir de sus tiendas cada mañana, lo primero que veían era el tabernáculo con la
columna de nube arriba. Lo último que veían antes de acostarse
en la noche era el fuego de la presencia de Dios iluminando el tabernáculo (véase Éxodo 40:38). La vida con
Dios en el centro es la manera como Dios la diseñó. ¿Cuál es el centro de atención en tu vida? ¿Qué es lo
primero que ves cada mañana y lo último que ves en la noche?

Dios también dio a Israel instrucciones acerca de la manera de avanzar. Cuando Él los movía, el grupo del
oriente, encabezado por la tribu de Judá, debía salir primero. Este grupo contenía el número más grande de
hombres de guerra: 186,400. Les seguía la tribu de Rubén. El tabernáculo mismo, rodeado por los levitas iba
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 15 4
después. El tabernáculo permanecía en el centro, aun cuando estaban en movimiento. Era seguido por las
tribus de Efraín, con el grupo del norte, encabezado por Dan, en la retaguardia.
Dios apartó a los Levitas para que fueran Sus representantes en Israel. Los tres hijos de Leví llegaron a ser tres
grandes clanes: Gersón, Coat y Merari. Los gersonitas acampaban del lado occidental del tabernáculo. Ellos
eran responsables de la estructura del tabernáculo. Los parientes de Merari acampaban del lado norte del
Tabernáculo. Ellos se encargaban de las tablas, barras y columnas del tabernáculo.
Aarón, el primer sumo sacerdote de Israel, era de la tribu de los coatitas. Todos los futuros sumos sacerdotes
vendrían de este clan y descendían directamente de Aarón. Los sacerdotes que servían en el tabernáculo, eran
todos de Coat. Este segmento sacerdotal de los levitas era el que ocupaba la posición de mayor honor en el
campamento. Ellos protegían la entrada del tabernáculo en el lado oriente del campamento. También había
coatitas que no eran sacerdotes. Ellos estaban encargados del lado sur del tabernáculo. Ellos cuidaban del arca
del pacto y el resto del mobiliario, así como los altares y los utensilios sacerdotales.
Cualquier israelita podía entrar al atrio del tabernáculo. Sin embargo, sólo los sacerdotes podían entrar a la
tienda misma, el lugar santo. Ellos estaban encargados de “las cosas más santas,” incluyendo el arca, el
candelero y los altares. Cuando el campamento se preparaba para moverse, Aarón y sus hijos debían empacar
estos artículos sagrados. Envolvían cada pieza en telas de colores. Si alguien que no fuera sacerdote se atrevía
siquiera a mirar a estas cosas sagradas, moriría. Una vez que los artículos sagrados estuvieran envueltos y a
salvo, los coatitas que no eran sacerdotes los transportaban, usando varas o un armazón para cargarlos. ¿Por
qué se requería de tanta precaución? Las cosas sagradas representaban al Dios santo. Como tales, no debían
manejarse descuidadamente, como se manejarían cosas comunes. Eran una clara demostración de la santidad
y separación de Dios.

Piensa en la santidad de Dios. El arca del pacto era el lugar donde moraba la presencia de Dios.
Sólo Aarón y sus hijos podían ver y cuidar del arca y las otras cosas sagradas utilizadas en el culto a
Dios. Si alguien más llegara a mirar estas cosas, moriría.
Diariamente, estas severas instrucciones recordaban claramente al pueblo quién es Dios.
Él es alto y exaltado. Él es absolutamente perfecto. Él es completamente impecable. Nadie se puede
comparar con Él. Él no debe ser tomado a la ligera ni con descuido.

Dios le dijo a Moisés que tomara un censo separado de los varones levitas mayores de un mes de edad.
Durante la décima plaga de Egipto, Dios quitó la vida a todos los varones primogénitos de Egipto mientras
que libró a los primogénitos de Israel por medio de la sangre del cordero pascual. Como recordatorio, Dios
requirió que los primogénitos de Israel—tanto de hijos como de animales—le fueran dedicados a Él (véase
Éxodo 13:2). Cuando los levitas fueron ordenados para servicio al Señor después del incidente del becerro de
oro, (véase Éxodo 32:28- 29), Dios los usó para sustituir a los primogénitos. Sin embargo, había 22,273 hijos
primogénitos pero sólo 22,000 levitas. Dios ordenó que los faltantes fueran completados redimiéndolos a un
precio de cinco ciclos cada uno.
Números 4 describe otro censo más. Éste también era para los levitas. Sin embargo, en este censo eran
contados únicamente los hombres entre las edades de 30 y 50 años. Para ser contados, los varones también
debían ser físicamente capaces de hacer todo el trabajo del tabernáculo. Desarmar, empacar y transportar el
tabernáculo requería de mucho trabajo y coordinación. Los coatitas tenían el trabajo más pesado y más
peligroso. Si ellos manejaban mal los artículos sagrados, la pena era muerte. Los clanes de Gersón y Merari
también tenían funciones importantes. En total, eran 8,580 hombres los que estaban involucrados en el
ministerio del tabernáculo.

Personaliza la VERDAD!
El cuidado del lugar donde moraba la presencia de Dios era una responsabilidad enorme. Se hacía con
reverencia y gran cuidado. En la actualidad, Dios mora en nosotros (véase Juan 1:14). Al reflexionar
sobre esta asombrosa verdad, considera el cuidado que dedicas al
tabernáculo de tu corazón. ¿Tu corazón está libre de impurezas y distracciones? ¿Recibes a Dios con reverencia y
sin prisas? Al encontrarte con Dios en esta semana, recuerda Su santidad. Prepara adecuadamente tu corazón.
¿Cómo afecta esta preparación tu manera de experimentarlo a Él y relacionarte con Él?
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 16—Números 5:1–8:26

Pureza y Dedicación
¡Memoriza la VERDAD!
“Sean santos, porque yo, el SEÑOR su Dios, soy santo.” Levítico 19:2a

DÍA 1: Números 5—La Purificación del Campamento


1. ¿Qué grupos de personas dijo el Señor que debían ser expulsados del campamento? ¿Por qué dio esta orden?

2. ¿Dónde ves aplicado en la actualidad el principio descrito en 5:1-4? ¿Por qué es importante?

3. En pocas palabras, resume los principios que Dios dio a Israel en 5:5-10.

4. ¿Cómo proveyeron justicia, tanto para el hombre como para la mujer, las instrucciones que Dios dio en 5:11-31?

¡Aprende la VERDAD!
Dios quería que Su pueblo se tratara entre ellos de manera justa. ¿Él no quería que los cónyuges fueran
infieles unos con otros. No quería que las personas se robaran unos a otros.
Cuando las personas se ofendían unos a otros, Él quería que repararan la relación. ¿Tienes tú alguna relación
que necesita ser reparada? ¿Necesitas confesar pecados? ¿Tienes algo que debes restituir? Pide a Dios que te
muestre cualquier relación que Él quiere que atiendas. Luego haz lo que Él te indique para corregir las cosas.
Prepárate para hablar acerca de esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 6:1-21—El Voto Nazareo


5. ¿Por qué razón desearía un hombre o una mujer hacer el voto de nazareo, según 6:2? ¿Qué pudiera significar esto?

6. ¿Cómo afectaba este voto la apariencia y el estilo de vida de una persona?

7. ¿Qué te sugiere este pasaje respecto a lo serio de hacer un voto para Dios?

DÍA 3: Números 6:22-27—La Bendición de Aarón


8. Enumera las diversas partes de la bendición que Dios ordenó que Aarón pronunciara sobre el pueblo.

9. ¿Qué aspecto de esta bendición es más significativa para ti y, por qué?

10. ¿Alguna vez has pronunciado o recibido una bendición verbal? ¿Cómo fue esa experiencia para ti?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 16 2

DÍA 4: Números 7:1–8:4—Dedicación del Tabernáculo


11. Este pasaje describe muchas diferentes ofrendas que el pueblo traía al Señor. Enumera todas las que puedas
encontrar. Asegúrate de incluir las que presentaban los jefes de Israel (7:2-3).

12. Los israelitas acababan de salir de la esclavitud en Egipto. ¿Cómo eran capaces de presentar ofrendas tan
espléndidas al Señor? (Repasa Éxodo 12:35-36.)

13. Al terminar la dedicación del tabernáculo, ¿adónde fue Moisés para hablar con el Señor? ¿Desde dónde respondió el
Señor?

DÍA 5: Números 8:5-26—Limpieza de los Levitas


14. ¿Cómo ordenó el Señor que fueran purificados los levitas?

15. Describe la ceremonia pública en la que los levitas debían ser consagrados a Dios.

16. Primera de Pedro 2:9 dice que todo el que confía en Jesús es parte del “sacerdocio real” de Dios. ¿De qué maneras
ha sido consagrada a Dios tu vida? ¿En qué sentido estás “separado” de los demás?

¡Aplica la VERDAD!
Cuando Dios sacó a los israelitas de Egipto, les dio favor ante los egipcios para que cuando les
pidieran plata u oro, los egipcios lo dieran. En esta lección vemos por qué:
Dios había bendecido a Su pueblo para que posteriormente, ellos pudieran bendecirlo a Él devolviéndole lo
que les había sido dado. Piensa en maneras en las que Dios te ha bendecido. ¿Te ha dado dones espirituales?
¿Más posesiones o dinero del que necesitas? ¿Tiempo de sobra? Él te da estas cosas para que puedas ser
bendición para Él y para otros. Pídele que Él te muestre cómo puedes compartir estos dones con alguien más
en esta semana—luego aplica lo que Él te muestre. Prepárate para compartir acerca de esto con tu Grupo
Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 16 3

Lección 16 Comentario
Pureza y Dedicación
Números 5:1–8:26
Para preparar a los israelitas para entrar a Canaán, Dios puso aparte tanto al pueblo como al tabernáculo donde
ellos lo buscarían. Esta consagración requirió de limpieza, y Dios es el único que puede proveer tal
purificación.

La Purificación del Campamento


Dios es santo. Él no puede coexistir con lo que es pecaminoso o impuro. Vivir con Dios requiere de
separación de las cosas inmundas. Por eso Dios le dijo a Moisés que mandara fuera cualquier cosa impura. Él
no quería que el campamento fuera contaminado.

La inmundicia a la que se refieren estos versículos es ceremonial, no moral. Los israelitas podían
contaminarse ceremonialmente por alguna enfermedad o emisión corporal y aun así amar a Dios y querer
tener comunión con Él. Pero no se les permitía acercarse a la presencia del Señor. Más bien, tenían que vivir
fuera del campamento hasta que dejaran de estar impuros.

Piensa en contener infecciones. La lepra es contagiosa. Al enviar a los leprosos fuera del
campamento, lejos de la población sana, se evitaba que la enfermedad se diseminara. Vemos la
sabiduría práctica del mandamiento de Dios cuando, aún hoy, aislamos a las personas que
tienen infecciones peligrosas hasta que se recuperen.
Además, la lepra es una imagen fuertemente representativa de la naturaleza destructiva del pecado. Si no se
confronta al pecado, se disemina. Dios quiere que Su pueblo sea puro y esté protegido física y
espiritualmente.

En 5:5, la instrucción de Dios pasa de la limpieza ritual a la infidelidad espiritual. Él requería que cualquiera
que se hubiera apartado de la fe en Él y hubiera pecado, confesara su pecado e hiciera restitución. Si habían
robado, tenían que devolver lo robado y agregar otra quinta parte como castigo (véase también Levítico 6:1-
7). Ellos pagaban la sanción a la persona cuyos bienes habían robado, o a sus parientes cercanos. Si no
hubiera pariente cercano, el pago se hacía al sacerdote.
Los versículos 11-20 se refieren a la sospecha de adulterio. La infidelidad al cónyuge es una ofensa seria
contra Dios. Como el adulterio típicamente ocurre sin testigos, Dios diseñó una prueba para determinar si ha
habido infidelidad. Si un marido sospechara que su esposa hubiera sido infiel, no debía acusarla públicamente.
Más bien debía llevarla al sacerdote para una prueba de fidelidad. La esposa no sería juzgada por su marido ni
por la opinión pública. Más bien, estaba en manos del Dios justo y santo. Una mujer inocente no tenía nada
que temer.

El Voto Nazareo
Números 6–8 desarrollan el tema de la consagración. Consagrar es apartar para el servicio a Dios. Los
israelitas pertenecían a Dios. Vivían en una relación de pacto con Él. Sin embargo, en ocasiones los
individuos querían tomar un voto personal de consagración a Dios. Estos votos eran voluntarios y
generalmente temporales.

Números 6:2 introduce este tipo especial de voto. El que los hace es un “nazareo,” que significa “separado.”
La mayoría de las personas hacían este voto por un tiempo limitado. Sin embargo, tres personas mencionadas
en las Escrituras fueron nazareos de por vida: Sansón, Samuel y Juan Bautista.

Durante el período de su voto, el nazareo evitaba ciertas cosas. Ayunaban de todos los productos de la vid:
vino, vinagre, jugo de uva, uvas. También evitaban cortarse el pelo. Finalmente, el nazareo debía evitar
contaminarse ritualmente por acercarse a un cuerpo muerto. Si el nazareo llegaba a estar en presencia de
alguna persona que muriera súbitamente, el voto tenía que suspenderse y tomarse de nuevo.

Piensa en ir más allá de los que Dios requiere. Dios no exigía que las personas tomaran el voto de
nazareo. Pero algunas personas, por amor a Él, eligieron hacerlo. Para mostrar su amor compromiso
con Él, hicieron más de lo que Él exigía. Aunque la mayoría de nosotros no eligiremos tomar
semejante voto en la actualidad, hay un principio que hay
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 16 4

que considerar. ¿Ofrecemos nuestro amor a Dios y nuestro servicio a Él por deber o por devoción? Dios se
agrada cuando hacemos más de lo que Él nos pide, tan sólo porque le amamos.

Después de estas instrucciones, el Señor les dio a Aarón y a sus hijos una bendición especial. Era para toda la
congregación. Al dar esta bendición, los sacerdotes debían usar el nombre personal de Dios, Yahvé. Luego
debían pronunciar las siguientes palabras: “El S EÑOR te bendiga y te guarde; el SEÑOR te mire con agrado y te
extienda su amor; el SEÑOR te muestre su favor paz.”

La última palabra de esta bendición en hebreo, shalom, es muy rica. Además de ausencia de conflicto,
significa “prosperidad, bienestar, salud, seguridad.” Sugiere plenitud. Dios anhelaba poner aparte a Israel, no
sólo por Sus reglas, sino por Su bondad y tierno cuidado al suplir sus necesidades. Dios prescribió esta
bendición sacerdotal como una manera de colocar Su nombre sobre Su pueblo. Él los identificó como Su
pueblo mediante todos los beneficios que están asociadas a pertenecer totalmente a Él.

Dedicación del Tabernáculo


Números 7 celebra la generosidad. Las doce tribus habían financiado el tabernáculo con sus ofrendas. Ahora,
esas mismas tribus decidieron dar aún más al dedicar el tabernáculo. La belleza de esta ofrenda es que parece
haber sido iniciada enteramente por el pueblo. Dios no pidió estos regalos, sin embargo la gente los daba
libremente.

Los regalos eran muy espléndidos: platos de plata, ollas de oro, harina fina, incienso, y muchos animales.
Números 7 nos ayuda a apreciar la medida de los regalos que los egipcios dieron a los israelitas al salir (véase
Éxodo 12:35-36). Éstos no eran artículos que típicamente hubieran poseído unos esclavos. Procedían de los
egipcios, cuyos corazones habían sido movidos por Dios para dar generosamente a Su pueblo.

La ceremonia de las ofrendas fue un evento grandioso que se prolongó por 12 días. Números 7 menciona al
líder de cada tribu por nombre. Se hizo un registro meticuloso de cada ofrenda. Este listado nos enseña algo
acerca de Dios: Él tomó nota de cada dádiva y de cada dador. Su generosidad tenía tanta importancia para Él
como para que lo registrara en Su santa Palabra.

Al final de esta celebración, Moisés entró al tabernáculo recién consagrado. Al hacerlo, “escuchó su voz de
entre los dos querubines, desde la cubierta del propiciatorio que estaba sobre el arca del pacto.” Moisés habló
a Dios y Dios le habló a él. Dios había bendecido el tabernáculo con Su presencia personal. Como
manifestación de esto, les dijo a Moisés y Aarón que colocaran el candelabro en el Lugar Santo. Uno de los
regalos más grandes de Dios a Israel y a todos los creyentes es iluminar nuestros lugares oscuros: “Tú,
SEÑOR, mantienes mi lámpara encendida; tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas” (Salmo 18:28).

Consagración de los Levitas


El tabernáculo había sido apartado para el Señor. Ahora los levitas que habían de ministrar allí también
fueron consagrados. Lavaron sus ropas. Se rasuraron sus cuerpos. Moisés los roció con agua. Estos actos
ceremoniales simbolizaban su purificación espiritual y su preparación para ser ofrecidos ante Dios.

Todo el pueblo participó en la ceremonia. Se reunieron frente al tabernáculo y les impusieron las manos a los
levitas, reconociendo formalmente que los levitas los representaban ante Dios. El Sumo Sacerdote Aarón los
presentó entonces a Dios como una ofrenda. Los levitas son ejemplos para nosotros de los que significa ser un
“sacrificio vivo.” El Nuevo Testamento amplía este llamamiento a todo creyente: “Por lo tanto, hermanos,
tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca
su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios” (Romanos 12:1).

¡Personaliza la VERDAD!
Números 7:89 describe una conversación entre Dios y Moisés. Moisés habló al Señor y el Señor
le habló a él. ¿Tu relación con Dios incluye tanto hablar como escuchar, como en el caso de Moisés? ¿De qué
manera podrías poner más atención sobre escuchar a Dios? Esta semana, cuando hables con Dios, invítalo a
Él a hablarte a ti también. Él hace esto por medio de Su Palabra y por medio de Su Espíritu Santo que vive en
cada creyente. ¿Cómo cambia tu capacidad para oír la voz de Dios, cuando escuchas mientras oras (véase
Juan 10:16)?
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 17—Levítico 17 y 19

Un Pueblo Santo
¡Memoriza la VERDAD!
“El SEÑOR le ordenó a Moisés que hablara con toda la asamblea de los israelitas y les dijera: Sean
santos, porque yo, el SEÑOR su Dios, soy santo.” Levítico 19:2

DÍA 1: Levítico 17:1-9—Las Ofrendas Diarias


1. ¿Qué acción haría que un israelita fuera considerado culpable de homicidio? ¿Cuál era la pena por esto?

2. ¿Qué exigía Dios siempre que los israelitas mataran animales? ¿Cómo pudiera este requisito ayudar a la gente a
recordar y a reverenciar a Dios?

3. Según 17:7, ¿qué pecado se evitaría con este mandamiento?

¡Aprende la VERDAD!
Dios mandó a los israelitas que fueran santos porque Él es santo. Ser santo significa ser diferente a
la gente que no conoce a Dios. Significa vivir conforme a una norma diferente—y más elevada. Considera
delante de Dios tu propia vida. ¿Tus palabras, hábitos, actitudes y conductas te marcan como diferente a
quienes no conocen a Dios? El pueblo de Dios no debe confundirse con el mundo—debe ser diferente.
Pregunta a Dios si Él quiere que hagas algún cambio. Luego obedécele—¡porque Él es santo! Prepárate para
hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Levítico 17:10-16—Sangre Vital


4. ¿Qué fue lo que Dios prohibió, según 17:10?

5. En tus propias palabras, ¿qué importancia le asignó Dios a la sangre?

6. ¿Qué razones crees que haya para que Dios le asigne tanta importancia a la sangre? De ser posible, menciona bases
bíblicas para apoyar tu respuesta.

DÍA 3: Levítico 19:1-10—Seréis Santos


7. ¿Cómo ordenó Dios que fuera Su pueblo, según 19:2? ¿Por qué?

8. Según 19:8, ¿qué instrucciones específicas dio Dios para vivir una vida santa?

9. ¿Cómo podríamos aplicar el principio de 19:9-10 en la actualidad, aunque no seamos viñadores o agricultores?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 17 2

DÍA 4: Levítico 19:11-18—Igualdad, Honestidad y Justicia


10. Según 19:11-12, ¿qué mandamientos dio Dios? ¿En qué se parecen? ¿En qué son diferentes? ¿Por qué son
importantes?

11. ¿Qué mandamientos encuentras en 19:13-16? ¿Qué dicen respecto al carácter de Dios y lo que Él valora?

12. ¿Cómo expresarías en tus propias palabras el mandamiento dado en 19:17? ¿De qué manera se propiciarían mejores
relaciones si obedeciéramos este mandamiento?

13. ¿Qué mandamientos y prohibiciones dio Dios, según 19:18? ¿De qué manera nos ayudaría a evitar las actitudes y
conductas negativas mencionadas en la primera parte del versículo si viviéramos conforme al mandamiento
positivo?

DÍA 5: Levítico 19:19-37—“Yo Soy el SEÑOR Su Dios”


14. Dios quería que Su pueblo fuera santo y apartado de las naciones impías que lo rodeaban. ¿Cuáles mandamientos de
este pasaje habrían ayudado a los israelitas a permanecer separados de las prácticas paganas de las naciones que les
rodeaban? Incluye referencias.

15. ¿Qué frase se repite a través de todo este pasaje? ¿Cuántas veces la encuentras? ¿Por qué podría ser que Dios quiso
recalcar este punto?

16. ¿Cuáles de los mandamientos en este pasaje muestran el cuidado de Dios por las personas a quienes la sociedad
tiende a olvidar o maltratar? ¿Alguno de estos mandamientos te desafían o te alientan a ti personalmente? Explica.

¡Aplica la VERDAD!
Esta lección muestra lo normal y lo práctico que debe ser nuestra santidad. Repasa los
mandamientos que Dios dio en Levítico 19. Anota algunos que te llamaron la atención.
Luego encierra en círculo el que Dios pareciera estarte invitando a obedecer más completamente. Pregúntale
a Dios cómo quisiera Él que aplicaras ese mandamiento esta semana en una situación específica. Luego
aplícalo. Prepárate para compartir acerca de esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 17 3

Lección 17 Comentario

Un Pueblo Santo
Levítico 17 y 19
Dios llama a Su pueblo a ser santo porque Él es santo. En Levítico 17 y 19, Dios describió cómo debían vivir
los israelitas la santidad día a día. Muchos de estos mandamientos hubieran parecido radicales en contraste
con la manera en la que vivían los pueblos de las naciones que los rodeaban. Estas distinciones marcaban a
los israelitas como pertenencia exclusiva de Dios.

Las Reglas de Dios para los Sacrificios de Animales


La idea principal que encierra la palabra santo es distinto. Los israelitas no eran como las otras naciones. Dios
les exigía una norma más elevada. Debían ser diferentes incluso en tareas como sacrificar un animal. La vida,
incluso la de un animal, era un regalo. Ningún animal debía ser sacrificado sin reconocer eso.

Cualquier israelita o extranjero que ofreciera un sacrificio fuera del tabernáculo debía ser cortado de entre su
pueblo. Sin embargo, cuando el pueblo se repartió en todo Canaán, Dios hizo provisión para sacrificio de
animales que no fuera para ofrenda sino para consumo de la carne (véase Deuteronomio 12:20-25). Los que
vivían demasiado retirado del tabernáculo (o, posteriormente, del templo) podían comer carne cuando
quisieran. Lo podían consumir en sus propios pueblos, sin tener que ofrecerlo en el tabernáculo.

La Vida Está en la Sangre


Dondequiera que fuera consumido el animal, su sangre debía ser extraída. El siguiente versículo nos da la
razón de esto: “Porque la vida de toda criatura está en la sangre. Yo mismo se la he dado a ustedes sobre el
altar, para que hagan propiciación por ustedes mismos, ya que la propiciación se hace por medio de la
sangre.” La sangre representa la esencia de la vida, y la vida le pertenece a Dios. El derramamiento de sangre
hace expiación por el pecador, o cubre su pecado, permitiéndole vivir. Los adoradores debían recordar que la
sangre era preciosa. Les salvaba del castigo que merecían. Por tanto, no debían tratarla con ligereza.

Piensa en la sangre preciosa de Jesús. El castigo por el pecado es la muerte (véase Romanos 6:23).
Como pecadores todos merecemos la pena de muerte. Pero, desde el principio, Dios manifestó
misericordia. En los tiempos de Moisés, Él permitió el derramamiento de la sangre de un animal
inocente en lugar del pecador culpable. El
animal moría por pecados que no había cometido. Muchos de nosotros nos lamentamos el
derramamiento de sangre inocente, la pérdida de una vida inocente. Pero cuánto más se conmueve
nuestro corazón por el hecho de que Jesús, impecable, “un cordero sin mancha ni arruga,” ¡dio Su
preciosa sangre vital por nosotos (1 Pedro 1:19)!

Santidad Cotidiana
Los israelitas debían ser distintos en su manera de relacionarse con Dios y unos con otros. Levítico 19
comienza con cuatro ejemplos prácticos de la conducta santa que Dios esperaba de Su pueblo. Cada una de
estas conductas marcaba a Israel como diferente a las naciones alrededor. La primera era honrar a los padres y
guardar el sábado. La santidad comienza con un respeto por los padres. La reverencia por los padres era el
primer deber social del israelita. Su primer deber religioso era observar el sábado.

El tercer mandamiento dado en Levítico 19 tenía que ver con el culto apropiado: “No se vuelvan a los ídolos
inútiles, ni se hagan dioses de metal fundido.” Los israelitas no debían adorar a ninguno de los ídolos locales,
ni debían crear sus propios ídolos. La razón de esto era muy sencilla: “Yo soy el Señor tu Dios.” El único
Dios verdadero no iba a competir por el culto de Israel. Sólo Él era digno. El cuarto mandamiento en este
capítulo especificaba que el alimento ofrecido a Dios no debía ser tratado como algo común. Las ofrendas de
paz debían ser consumidas el día que se ofrecían, o al día siguiente. Consumir una ofrenda de alimentos
después del segundo día era “profanar lo que es santo para el Señor,” en otras palabras, volverlo común.

Los versículos 9-18 contienen reglas en cuanto a la manera en que el israelita debía tratar a su prójimo.
Primero, el pueblo de Dios debía ser generoso. Debían dejar algo de la cosecha en sus campos y uvas en la vid
para que los pobres pudieran recogerlos y comer. Dios se preocupaba por los pobres, y Él quería que Israel los
cuidara también (véase también Levítico 23:22). Después de esto, Dios le recordó a Su pueblo que no robara,
que no estafara, ni se mintieran unos a otros. Hacer estas cosas sería deshonrar el nombre de Él.

El siguiente conjunto de mandamientos tenían que ver con la justicia. Los fuertes no debían explotar a los
débiles. Los amos debían pagar a sus trabajadores cada día y no retenerles nada de dinero. Los sanos y fuertes
no
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 17 4

debían maldecir a los sordos o ciegos. Los jueces debían conceder juicios justos y tratar a las personas con
imparcialidad. La comunidad debía evitar la calumnia que pudiera conducir a falsas acusaciones contra los
inocentes. El pueblo de Dios debía conducirse como si Él estuviera observando todo lo que hacían—porque de
hecho lo estaba haciendo.

El siguiente conjunto de mandamientos establecían que hasta los pensamientos de una persona debían ser
puros. Los israelitas no debían odiarse unos a otros. Cuando surgiera un conflicto, debían “razonar
honestamente” unos con otros. Pero no debían aferrarse a los resentimientos. No debían buscar venganza. Ni
siquiera debían “guardar rencor” contra otros. La última parte del versículo 19:18 resume todos estos
mandamientos: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Jesús repetiría estas palabras siglos más tarde en lo
que ahora conocemos como el segundo gran mandamiento (véase Marcos 12:31).

Piensa en la diferencia entre evitar conflictos y resolverlos. Callar para evitar un conflicto
frecuentemente conduce a ira, amargura y odio. La solución de Dios es “razonar honestamente” con
la persona o personas que nos hayan ofendido. Él quiere que resolvamos, no sólo evitemos, el
conflicto. Jesús amplió este mandamiento cuando dijo:
“Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta” (Mateo 18:15)—y luego dio
instrucciones adicionales en cuando a lo que se debía hacer si el conflicto persiste sin resolver. Dios nos
llama a hablar la verdad en amor. Él nos llama a resolver los conflictos y no sólo a evitarlos.
Más Leyes para Permanecer Diferentes
El lema principal de Levítico es: “Sean santos.” Cuando Dios creó el mundo, Él estableció límites. Él separó
la luz de las tinieblas, el hombre de la mujer. Él puso a la humanidad aparte del resto de la creación. Dios
quería que Israel respetara lineamientos y distinciones también, hasta en asuntos tan ordinarios como la
agricultura, la costura, la cría de animales y la presentación personal.
El pueblo de Dios no debía cruzar diferentes razas de ganado. No debían sembrar cultivos diferentes lado a
lado. Las prendas no debían confeccionarse de diversos tipos de géneros. Estas distinciones nos pudieran
parecer extrañas a nosotros, pero servían para recordarle a la nación que estaban apartados. El pueblo de Dios
también debía ser diferente en cuando a su apariencia. Dios estableció reglas respecto al cabello, barbas,
tatuajes y hacerse heridas en el cuerpo. No debían seguir la práctica cananea de vender a sus hijas para
prostitución. Debían proteger su tierra de la depravación. Debían evitar a los adivinos y hechiceros. Estas
leyes distinguían a Israel de las naciones paganas.
Como vimos antes, Israel sería diferente en cuanto a su manera de tratar a la gente. Dios les ordenó que
honraran a los ancianos y que fueran amables con los extranjeros. Debían amar incluso a los no judíos como a
sí mismos. Ésta sería una conducta radical para quienes vivían en clanes tan íntimamente unidos. Sin embargo,
Dios quería que ellos cuidaran a los extranjeros, ya que ellos también habían sido extranjeros en Egipto. Dios
también quería que Su pueblo hiciera tratos comerciales justos. No debían estafar a otros mediante el uso de
normas y medidas cuestionables. Sus tratos debían ser justos y honestos.
Levítico 19 termina con un último encargo: “Obedezcan todos mis estatutos. Pongan por obra todos mis
preceptos. Yo soy el SEÑOR.” En todas las cosas, los israelitas debían honrar a Dios, quien les había amado y
rescatado, mediante vidas de santidad.

¡Personaliza la VERDAD!
¿Recuerdas con cuánta frecuencia Dios dijo: “Yo soy el S EÑOR” después de dar un
mandamiento? La motivación más pura para la obediencia se puede resumir en
cuatro palabras: “Yo soy el SEÑOR.” Piensa en tu motivación para obedecer a Dios.
¿Obedeces para evitar el castigo? ¿Para recibir bendición? ¿U obedeces simplemente porque Dios es
Dios y Él merece ser honrado? Esta semana, ofrece tu obediencia a Dios como un acto de adoración.
¿Cómo afecta esto tu actitud respecto a la obediencia?
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 18—Levítico 20

La Santidad de Dios Trae Justicia


¡Memoriza la VERDAD!
“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han
recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto,
honren con su cuerpo a Dios.” 1 Corintios 6:19-20

DÍA 1: Levítico 20:1-5—Sacrificio de Infantes


1. Según 20:2, ¿por qué pecado debía ser ejecutada una persona que viviera en Israel? ¿Quién era responsable de la
ejecución de la persona?

2. ¿Qué palabra fuerte usó Dios para describir este pecado, según 20:5? ¿Por qué describiría este pecado de esta
manera?

3. ¿Hay algún pecado que toleras en tu vida? ¿Qué acción pudiera estarte pidiendo Dios que tomes en cuanto a esto?

¡Aprende la VERDAD!
Jesús valora muy altamente a los niñitos. Él dijo que cualquiera que daña espiritualmente a un niño
está en grave peligro: “Más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo
profundo del mar” (Mateo 18:6). Considera tu actitud hacia los niños en tu familia y en tu comunidad. ¿Los
proteges? ¿Les estás ayudando a crecer sanos física y espiritualmente? ¿Hay cambios que necesitas hacer?
Prepárate para hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Levítico 20:6-9, 27—Ocultismo y Deshonra a los Padres


Nota: Los médium y nigromantes son personas que tratan de comunicarse con los muertos.
4. ¿Qué dijo Dios que sucedería con las personas que consultaran con practicantes del ocultismo?

5. ¿Por qué crees que las personas buscan a quienes practican el ocultismo? ¿Por qué los seguidores de Jesús nunca
necesitan hacer eso?

6. Según 20:7, ¿por qué debían las personas ser consagradas y santas? En tus propias palabras, ¿cómo explicarías lo
que esto significa?

7. ¿Cuál era la pena para los hijos que maldecían a sus padres? Repasa Éxodo 20:12. ¿Qué prometió Dios a los hijos
que honraban a sus padres?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 18 2

DÍA 3: Levítico 20:10-16—Pecados Sexuales Castigables por Muerte


8. Enumera todos los pecados castigables por muerte que encuentres en estos versículos.

9. El pecado sexual era común en la cultura cananea alrededor de Israel. ¿Por qué es importante que el pueblo de Dios
viva conforme a normas más elevadas que las personas de la cultura impía que les rodea?

10. Israel era una teocracia—esto significa que Dios era el rey de Israel. Él hizo las leyes. En la actualidad, vivimos en
naciones gobernadas por autoridades humanas. Nosotros no tenemos la autoridad para administrar la justicia—la
tienen nuestros líderes. No obstante, el pecado sexual tiene consecuencias serias. ¿Cuáles son algunas de las
consecuencias que tú recuerdas?

DÍA 4: Levítico 20:17-21—Pecados Sexuales con Penas Menores


11. ¿De qué manera protegen a los miembros de la familia los mandamientos de este pasaje? ¿Por qué es importante
esto?

Nota: Ser “eliminado” de la comunidad pudiera referirse a ejecución, pero más probablemente se refiere al exilio.
12. ¿Por qué sería un castigo severo la exclusión de la comunidad?

13. El Nuevo Testamento también prohíbe pecado sexual. Nuestro versículo de memorización explica una razón
importante. ¿Cuál es esa razón?

DÍA 5: Levítico 20:22-26—Una Llamado a la Separación


14. ¿Por qué detestaba Dios a la nación cuya tierra pronto heredarían los israelitas?

15. ¿Cómo describió Dios la tierra que heredarían los israelitas? ¿Qué crees que significaría esto?

16. ¿Qué tema se repite en 20:24-26? ¿Por qué crees que se hace énfasis en esto?

¡Aplica la VERDAD!
Dios nos llama a separarnos del mundo para que podamos estar dedicados por completo a Él.
Pídele que Él te examine y te muestre áreas en las que te has conformado a “las
costumbres de la nación” (Levítico 20:23) en lugar de conformarte a la vida santa de Él. Si Él te muestra algo,
confiésalo, luego pídele que Él te ayude a dejarlo para que puedas dedicarte más completamente a Él.
Prepárate para compartir acerca de esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 18 3

Lección 18 Comentario

La Santidad de Dios Trae Justicia


Levítico 20
Al estarse preparando para entrar a la Tierra Prometida, los israelitas necesitaban saber cómo vivir como
pueblo de pacto con Dios. Él ya les había ordenado que se separaran de la cultura que les rodeaba. Ahora
establece las consecuencias de violar Sus mandamientos. Él llamó a Su pueblo a ser santo. Si ellos vivían
conforme a la santa ley de Él, reflejarían lo que Él es.

Llamado de Dios a la Santidad


Los cananeos—conocidos también como amorreos—habían vivido en la nueva tierra de Israel por varios siglos.
Canaán, hijo de Cam, quien a su vez era hijo de Noé, era padre de siete grupos étnicos (Génesis 10:16-18). El
más poderoso de estos grupos eran los amonitas.
Los habitantes de Canaán eran personas inmorales y paganas. Adoraban a Moloc, un ídolo de bronce con cara
de becerro y manos extendidas para recibir holocaustos. Los adoradores le ofrecían bebés humanos. Los
cananeos también ofrecían sacrificios de infantes cuando los ejércitos extranjeros amenazaban sus ciudades.
El antiguo arte egipcio representa cananeos asediados arrojando sus niños desde los muros de la ciudad para
aplacar a sus dioses. Incluso ofrecían sacrificios de infantes al colocar los cimientos de una ciudad, una
práctica perversa que un israelita imitó (véase 1 Reyes 16:34).
Tales sacrificios claramente violaban el alto valor que Dios asigna a la vida humana. Dios ordenó que
cualquiera que sacrificara a sus hijos a Moloc debía ser apedreado. El homicidio de los niños era de por sí un
pecado terrible. Al combinarlo con la idolatría se volvía algo aun peor. Dios claramente había ordenado el tipo
de ofrendas que eran aceptables para Él. Cualquier otro tipo de sacrificio para Él, o para cualquier otro “dios”
era una violación flagrante de Su 1er mandamiento.
Israel no debía tolerar a estos malvados. Dios advirtió que si Su pueblo “hace caso omiso del hombre que
haya entregado alguno de sus hijos a Moloc, y no lo condena a muerte, yo mismo me pondré en contra de él y
de su familia; eliminaré del pueblo a ese hombre y a todos los que se hayan prostituido con él, siguiendo a
Moloc.” El pecado severo requería de un castigo severo. El ofensor y cualquiera que se negara a detenerlo eran
culpables de prostitución espiritual. Dios era celoso de Su pueblo. Él era su Marido (véase Isaías 54:5;
Jeremías 31:32; Oseas 2:16, 19). Todo acto de culto pagano era adulterio contra Él.
Dios también advirtió a Su pueblo respecto al ocultismo. Dios insistió que los israelitas no debían buscar
conocimiento secreto por “médiums o nigromantes.” La nigromancia es un intento de consultar a los muertos
en busca de consejo; los médiums son personas que practican la nigromancia. Todo el que fuera culpable de
consultar a un médium sería “eliminado de su pueblo.” Esto podía significar que eran ejecutados—mediante
lapidación o por un acto sobrenatural de Dios—o que eran exiliados.
Los médiums decían tener secretos que nadie más podía conocer. Pero Dios había provisto todo el
conocimiento que requerían los israelitas. Él les habló por medio de Su profeta Moisés y hablaría por otros
profetas a lo largo del Antiguo Testamento. Ellos debían escuchar Su voz—no las voces de los psíquicos. Los
israelitas debían consagrarse a Él—para distinguirse de las culturas alrededor de ellos: “Conságrense a mí, y
sean santos, porque yo soy el SEÑOR su Dios” (Levítico 20:7). Al vivir conforme a Sus mandamientos, los
israelitas estarían dando testimonio del carácter santo de su Dios.

Piensa en la santidad. Cuando decimos que Dios es santo, nos referimos a que Él es distinto
a todo y a todos los demás. Nada ni nadie jamás podrá compararse con la perfección de Él
(véase Salmo 40:5). Pero, ¡Dios repetidas veces nos dice a nosotros también que seamos
santos! (Véase Levítico 19:2; Efesios 1:4; 1 Pedro 1:16.) ¿Cómo
puede el ser humano pecaminoso aspirar a semejante santidad? No podemos—aparte de Jesús. Pero cuando
recibimos Su salvación, Él cancela nuestro pecado, nos llena de Su Espíritu, y poco a poco, nos hace más
como es Él. A nosotros nos corresponde aceptar Su salvación y aceptar las normas de Él, no las del mundo. A
medida que nos apartamos para Él, Él nos hace santos.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 18 4

El siguiente tema que trata este capítulo es el de los hijos rebeldes. En el 5o mandamiento, Dios había
mostrado el alto valor que Él asigna al respeto por los padres. Aquí, Él enumera las consecuencias por
desobedecer este mandamiento: muerte. Esto consiste en más que sólo una palabra áspera ocasional contra
los padres. Es más probable que se refiera a un acto serio de rebeldía.

El Llamado de Dios a la Pureza


El pecado sexual era generalizado en la sociedad cananea, y hacia eso se dirigen los mandamientos de Dios
ahora. Para permanecer puros y apartados de la cultura pagana, los israelitas tendrían que evitar prácticas
sexuales comunes en la cultura cananea, pecados como adulterio, incesto, bestialidad y otros. Los códigos
legales de otras culturas orientales también prohibían estas prácticas, pero los cananeos las practicaban
desvergonzadamente. Para el tiempo del éxodo, la civilización y la religión cananea habían llegado a ser de
las más inmorales de la historia.
Las leyes de Israel establecían elevadas normas de conducta sexual. Una actitud relajada hacia el sexo dañaría
las relaciones entre las personas y con Dios. Dios quería que Su pueblo viera la vida sexual como santa. El
sexo no se debía practicar fuera de la relación del pacto matrimonial. Esta restricción se aplica al adulterio, el
incesto, la homosexualidad y la bestialidad. La gente en la cultura cananea practicaba todas estas actividades
—pero Dios las prohibía estrictamente.
Levítico 20:10-21 describe los diversos pecados y sus castigos. Algunos pecados eran castigables por muerte,
otros por “eliminación” de Israel. “Eliminación pudiera referirse a pena capital o al exilio. (Sin la seguridad y
provisión de la comunidad, el exilio de hecho puede haber sido una especie de sentencia de muerte.) Todos los
mandamientos en estos versículos hacen referencia al 7o mandamiento, contra el adulterio. La intimidad
sexual debe ser compartida únicamente entre el marido y la esposa que permanecen fieles uno al otro para
toda la vida. El matrimonio refleja la relación de Dios con Su pueblo. Como Él es fiel, Él espera lo mismo en
los pactos humanos.
Argumentos que Sustentan la Santa Separación
Dios dio estos mandamientos porque Él quería evitar que los israelitas participaran en conductas que harían
que se les confundiera con sus vecinos: “Yo soy el S EÑOR su Dios, que los he distinguido entre las demás
naciones.… Sean ustedes santos, porque yo, el SEÑOR, soy santo, y los he distinguido entre las demás
naciones, para que sean míos.”
Los israelitas habían vivido durante 400 años como esclavos del pueblo y la cultura egipcia. No habían tenido
la oportunidad de crear su propia cultura. Dios sabía lo fácil que resultaría que ellos asimilaran las costumbres
que los rodeaban cuando se establecieran en su nueva tierra. La tierra fluía “leche y miel.” No sólo los
sostendría sino que también los bendeciría. Dios quería que disfrutaran esta tierra de abundancia para siempre.
Él no quería que fueran “vomitados” por la tierra. Esta palabra fuerte describe lo que estaba a punto de
sucederles a los cananeos. Dios, asqueado por siglos de su conducta abominable, estaba a punto de echarlos de
su tierra. Él no quería que Su pueblo siguiera el ejemplo de ellos.
El final de este capítulo incluye mandamientos de separar animales limpios e inmundos. Los israelitas debían
evitar los animales que Dios llamó “inmundos.” Percibimos que Él se estaba refiriendo a algo más que sólo a
los animales inmundos. Los israelitas debían separarse de las culturas “inmundas” que los rodeaban. Debían
reflejar la santidad de Dios gracias a lo que Él había hecho por ellos y lo que les había prometido. De igual
modo, los hijos de Dios hoy deben seguir Sus mandamientos, debido a nuestra gratitud por lo que Él ha hecho
y Sus promesas para el futuro. Él nos llama a vivir vidas que sean fáciles de distinguir en fe y en acción de las
culturas a nuestro alrededor.

Piensa en la influencia que tiene el pueblo de Dios sobre su cultura. Mientras Dios quizá no llame
a todos los creyentes en la actualidad a expulsar literalmente a los malvados (véase Levítico 20:23),
sí nos llama a ser sal y luz en un mundo oscuro (véase Mateo 5:13- 16). En lugar de imitar el pecado
que nos rodea, podemos permitir que “nuestra luz brille
ante otros” para señalarles a Él por medio de nuestras vidas santas, cristianas.

¡Personaliza la VERDAD!
Los israelitas tenían ante ellos una “tierra que fluía leche y miel.” Si iban a entrar a poseerla,
necesitaban aprender a vivir como Dios manda. Si vivían conforme a las
costumbres de las naciones que los rodeaban, ¡la tierra los vomitaría! ¿Te está preparando Dios para alguna
nueva área de bendición? ¿Qué percibes que Él te está pidiendo que hagas para prepararte? Pídele que te
muestre cualquier cosa de la que debes separarte. Luego invítalo a Él a guiarte hacia las cosas buenas que Él
tiene planeadas para ti.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 19—Números 9–11

Rumbo a la Tierra Prometida


¡Memoriza la VERDAD!
“ Háganlo todo sin quejas ni contiendas.” Filipenses 2:14

DÍA 1: Números 9— El Pueblo de Dios Celebra la Pascua


1. ¿Por qué estaban descalificadas algunas personas para celebrar la Pascua?

2. ¿Cómo decidió Moisés qué hacer respecto a la petición de ellos? ¿Qué te enseña el ejemplo de él que podrías aplicar
a tu propia toma de decisiones o liderazgo?

3. ¿Qué representaba la nube sobre el tabernáculo? (Repasa Éxodo 40:34-38.) ¿De qué manera servía la nube para
guiar a la gente?

¡Aprende la VERDAD!
Dios guió a Su pueblo. Respondió a la petición de Moisés pidiendo sabiduría. Dirigió a la
congregación yendo delante de ellos en la nube. Esta semana haz un esfuerzo por seguir la dirección de Dios
y ser guiado por Él. ¿Cómo cambia esto las cosas? Prepárate para comentar acerca de esto en tu Grupo
Pequeño.

DÍA 2: Números 10:1-28—Los Israelitas Se Preparan para Salir


4. Describe el sistema de comunicación que Dios diseñó para ayudar a Moisés a dirigirse a este gran grupo de personas.
¿En qué ocasiones se iba a usar?

5. ¿Qué sucedió el día 20 del segundo mes?

6. Trata de visualizar la escena descrita en estos versículos. ¿Qué detalles vienen a tu mente?

DÍA 3: Números 10:29-36—Comienza el Viaje


7. ¿Qué petición le hizo Moisés a Hobab? ¿Por qué quería esto Moisés? ¿Qué promesa le hizo a Hobab?

8. ¿Qué puedes aprender acerca del liderazgo por la interacción de Moisés con Hobab?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 19 2

9. ¿Cómo demuestra la oración que hacía Moisés cada vez que el arca emprendía un viaje, su dependencia de Dios?

DÍA 4: Números 11:1-17—El Pueblo Se Queja


10. Según 11:1, ¿por qué se enojó el Señor? ¿Qué hizo como resultado?

11. Según 11:4-6, ¿qué indica que el pueblo aún no había aprendido su lección?

12. ¿Cómo respondió Moisés a la queja del pueblo y la ira del Señor en esta ocasión? ¿Qué te llama la atención de su
respuesta?

13. ¿Cómo respondió Dios a Moisés? ¿Te sorprende que Dios haya respondido a Moisés como lo hizo? ¿Qué te dice
esto acerca de Dios?

DÍA 5: Números 11:18-35—Dios Responde


14. ¿Qué le prometió Dios al pueblo, según 11:18-20?

15. ¿Cómo les mostró Dios al pueblo Su desagrado? ¿Por qué estaba Dios irritado?

16. ¿Cómo respondió Josué a los que hizo Dios por Elda y Medad? ¿Cómo respondió Dios a Josué?

17. El Señor respondió a la gente que demandaba carne (véase 11:4-6) pero no resultó tan bien como ellos esperaban.
¿Por qué no? ¿Qué aprendes de este incidente?

¡Aplica la VERDAD!
Cuando Dios se movía, la gente se movía. Cuando Dios se detenía el pueblo se detenía. De la
misma manera, nosotros somos llamados a “mantenernos en sintonía con el
Espíritu” (Gálatas 5:25). ¿Tiendes a adelantarte a Dios? ¿A veces te quedas atrás de Él? Toma un minuto
para reflexionar respecto a tus respuestas a estas preguntas, luego pregúntale qué podrías hacer para estar
más en sintonía con Él. Prepárate para hablar sobre esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 19 3

Lección 19 Comentario

Rumbo a la Tierra Prometida


Números 9–11
Un año después de huir de Egipto, Israel observó su primera conmemoración de la Pascua. Luego Dios les
mandó dar sus primeros pasos rumbo a la Tierra Prometida. Fue un viaje lento y difícil. Una vez más, los
israelitas desobedecieron y se quejaron, motivando a Moisés a hablar honestamente con Dios respecto a sus
frustraciones con ellos como líder. Bajo la carga de su responsabilidad por un pueblo infiel y descontento,
Moisés suplicó a Dios que le aligerara la carga. Dios respondió inmediatamente.

Celebración de la Pascua
Números no está escrito en orden estrictamente cronológico. La Pascua descrita en el capítulo 9 ocurrió el día
14 del primer mes. El censo registrado en 1:1 se realizó posteriormente, el primer día del segundo mes. Veinte
días después de que se hizo el censo, Israel salió de Sinaí. Todos los eventos ocurrieron un año después de que
los israelitas huyeron de Egipto.

Antes de que salieran para Sinaí, los israelitas celebraron su primera Pascua. Dios le había dado instrucciones
a Moisés respecto a esta Pascua en cuanto el pueblo hubo cruzado a salvo el Mar Rojo. Había llegado el
momento de seguir esas instrucciones. En el momento señalado, el día 14 del primer mes, los israelitas
celebraron la Pascua tal como Dios había ordenado.

Cuando algunos de los hombres no pudieron celebrar la Pascua porque no estaban ceremonialmente limpios,
apelaron a Moisés. No querían ser excluidos de este memorial tan importante. Moisés preguntó a Dios qué
debían hacer. Dios les permitió observar la Pascua un mes más tarde. Esta opción estaría abierta para
cualquiera que hubiera estado inmundo o anduviera en un largo viaje durante la Pascua. Pero esta fecha
alternativa para la Pascua era únicamente para aquellos que estuvieran inmundos o de viaje.

Preparación para Seguir a Dios


La presencia de Dios apareció como una nube sobre el tabernáculo de día y como fuego de noche. Números
9:17-23 describe la rutina que continuaría a lo largo de toda la peregrinación hasta la Tierra Prometida.
Cuando la nube se elevaba del tabernáculo, Israel la seguía. Cuando la nube permanecía en su lugar, Israel
hacía lo mismo. Además, Moisés usó dos trompetas de plata para dar la señal a la congregación. Si sonaba una
de las trompetas, era señal para que salieran las tribus en el lado oriental del atrio. Alarmas subsecuentes
alertaban a las otras tribus para que siguieran. Si sonaban las dos trompetas, señalaban que todo el pueblo
debía reunirse. Si sólo sonaba un sonido largo, sólo se reunían los líderes. Posteriormente, las trompetas se
usarían cuando los israelitas salieran a la batalla. Las trompetas también eran usadas para convocar a Israel a
la adoración en los tiempos de celebración y fiesta.

Salida de Sinaí
Después de acampar en Sinaí durante casi 14 meses, Israel comenzó su viaje rumbo a la Tierra Prometida.
Dios los organizó por familias, clanes y tribus. La tribu de Judá iba adelante, y las otras tribus le seguían en
orden. Moisés apeló a Hobab, (quien aparentemente era su cuñado) para que viajara con ellos. La familiaridad
de Hobab con la tierra sería útil para ellos. Jueces 1:16 sugiere que Hobab finalmente aceptó.

Cada vez que el pueblo salía, cargando con el Arca del Pacto, Moisés oraba: “¡Levántate, S EÑOR! Sean
dispersados tus enemigos; huyan de tu presencia los que te odian.” (Números 10:35). Este “grito de batalla”
les recordaba que necesitaban depender totalmente de Dios al marchar hacia una tierra por la que tendrían que
pelear para conquistarla. Además, la oración de Moisés los motivaba, recordándoles que Dios mismo iba
delante de ellos, preparando el camino. En el lugar en que se detenían cada día, Moisés oraba:
“¡Regresa, SEÑOR, a la incontable muchedumbre de Israel!” La presencia de Dios sería un consuelo al
reposar, así como Su fuerza había sido un consuelo en el viaje.

Piensa en la dependencia de Dios. Moisés era muy claro en cuanto a su dependencia de Dios. En
Éxodo 33:15 vimos que le dijo a Dios: “O vas con todos nosotros, o mejor no nos hagas salir de
aquí.” Y aquí en Números 10:35-36 vemos que inicia y concluye cada día
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 19 4

con una plegaria de que Dios esté con ellos. ¿Cómo podrías tú invitar más de la presencia de Dios a tus idas y
venidas cotidianas?

Murmurando de Nuevo
El viaje de los israelitas a través del desierto fue un gran reto. Pronto se empezaron a quejar de nuevo. Es
cierto, las condiciones eran difíciles. El agua era escasa y los enemigos abundaban. Pero Dios quería que Su
pueblo confiara en Él, no que temieran y se quejaran. Dios se enojó debido a las quejas y la desconfianza de
Israel. Él envió fuego al campamento, haciendo que la gente clamara a Moisés para que intercediera por ellos.
En cuanto Moisés oró, el fuego se apagó.

Poco tiempo después, algunos miembros de la caravana empezaron a quejarse del maná que Dios había
provisto. Llorando, clamaron: “¡Quién nos diera carne!” Mientras el pueblo se quejaba, la ira del Señor se
encendió contra ellos. En desesperación Moisés le pidió a Dios que le ayudara o lo matara. Dios prometió
ayudarle. Le dijo a Moisés que le trajera a 70 líderes al tabernáculo de reunión. Dios tomaría algo del poder
espiritual que reposaba sobre Moisés y lo compartiría con estos líderes. Serían ungidos para llevar parte de la
carga de Moisés, ayudando a guiar a la comunidad.

Pero Dios también prometió disciplinar a los israelitas quejumbrosos, dándoles lo que habían pedido. Durante
un mes tendrían carne para comer hasta que les saliera por las narices y les provocara náuseas. Moisés no
podía imaginar cómo pudiera Dios proveer carne en semejantes cantidades. La respuesta de Dios le debe
haber recordado la grandeza de aquel a quien él seguía: “¿Acaso el poder del S EÑOR es limitado? ¡Pues ahora
verás si te cumplo o no mi palabra!”

Dios cumplió Su palabra facultando a los 70 ancianos para gobernar. Cuando Su Espíritu cayó sobre ellos,
profetizaron. Dos de estos hombres habían estado afuera de la tienda cuando el Señor los comisionó. Cuando
estos dos empezaron a profetizar, Josué se alarmó. Le pidió a Moisés que los detuviera. La respuesta de
Moisés muestra su humildad y sabiduría: “¿Estás celoso por mí? ¡Cómo quisiera que todo el pueblo
del SEÑOR profetizara, y que el SEÑOR pusiera su Espíritu en todos ellos!”

Piensa en compartir la unción de Dios. Las personas en puestos de liderazgo fácilmente pueden
volverse celosos y orgullosos. Pero no así Moisés. Él sabía que Dios elige a quienes Él facultará con
Su Espíritu. Moisés se negó a ponerse celoso cuando Dios
decidió poner Su Espíritu en otras personas—de hecho, él consideraba que entre más personas hubiera con el
poder del Espíritu, mejor sería. Los más grandes líderes espirituales reconocen de dónde viene el don que han
recibido. Sienten gusto, no celos, cuando Dios dispersa Sus dones entre Su pueblo.
Dios cumplió Su promesa y le dio carne a Israel. Un fuerte viento arrastró a tantas codornices al campamento
que se acumularon sobre la tierra hasta alcanzar una altura de “dos codos” (casi un metro). Dios respondió a
su glotonería y su ingratitud con una gran plaga. La plaga cobró las vidas de los que habían sentido el “apetito
voraz.” Como un recordatorio, el lugar donde acamparon se llamó Quibrot-hatavá, un término hebreo que
significa “lugares de entierro del deseo vehemente.”

¡Personaliza la VERDAD!
Cuando el pueblo se quejó contra Dios, Él se enojó. Cuando Moisés se quejó con Dios, Dios
respondió con misericordia. La vida en ocasiones suele ser difícil—Jesús prometió eso (véase Juan 16:33).
Pero lo que hace la diferencia es nuestra manera de responder a los problemas. El pueblo se quejó contra
Dios, manifestando su falta de fe en Él. Pero Moisés llevó sus frustraciones directamente a Dios. ¿Moisés te
enseña algo respecto a la manera de responder ante los problemas? ¿Cómo podrías seguir su ejemplo en tu
propia vida? Pide a Dios que cambie tu corazón en este sentido.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 20—Levítico 23

Fiestas, Ayunos y Festivales


¡Memoriza la VERDAD!
“Prefiero recordar las hazañas del SEÑOR, traer a la memoria sus milagros de antaño.
Meditaré en todas tus proezas; evocaré tus obras poderosas.” Salmo 77:11-12

DÍA 1: Levítico 23:1-3—El Ayuno Semanal


1. ¿Quién decidía qué días festivos especiales observarían los israelitas? ¿Qué te dice esto respecto al significado de
estos días especiales?

2. Antes de describir los diferentes días festivos, ¿de qué otras observancias le recordó Dios a Moisés? ¿Por qué crees
que esto era tan importante para Dios?

DÍA 2: Levítico 23:4-14—Tres Festivales Primaverales


3. ¿Cuáles tres fiestas se describen en estos versículos?

4. Da una corta explicación de cada una de estas tres fiestas.

5. ¿Cuándo podría el pueblo celebrar la Fiesta de las Primicias por primera vez? ¿Por qué tendrían que esperar hasta
entonces?

6. ¿Por qué crees que Dios exigía que el pueblo le ofreciera a Él la primera parte de la cosecha de grano, aun antes de
que ellos mismos hubieran comido?

¡Aprende la VERDAD!
A Dios no le honran nuestras sobras. Él quiere que le glorifiquemos dándole lo primero y lo mejor
de lo que Él nos confía. Cuando le damos a Él la primera parte de nuestras ganancias, mostramos que
confiamos en Él. Podemos darle a Él nuestra ofrenda primero, sabiendo que Él suplirá todo lo que
necesitamos. ¿Cómo puedes practicar la aplicación de este principio en esta semana? Prepárate para hablar
sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 3: Levítico 23:15-22—La Cuarta Fiesta Primaveral


Nota: El nombre griego para esta fiesta es Pentecostés.
7. ¿Cómo se decidió la fecha para esta fiesta?

8. ¿Cómo se debía celebrar esta fiesta?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 20 2

9. ¿Cómo mostró Dios Su cuidado por los pobres y los forasteros durante la temporada de esta fiesta?

DÍA 4: Levítico 23:23-32—Dos Festivos Otoñales


10. ¿Qué días santos ordenó el Señor que se celebraran el día 1ero y 10o del séptimo mes?

11. ¿Cómo se debían observar cada uno de estos dos días? ¿Qué actitud debía tener la gente en cada uno?

12. Lee Levítico 16. ¿Qué otra cosa aprendiste acerca del Día de Expiación?

13. ¿Cuál hubiera sido la condición de los israelitas si Dios no hubiera provisto un medio para la expiación?

DÍA 5: Levítico 23:33-44—La Tercera Fiesta Otoñal


14. ¿Cuándo se debía celebrar la Fiesta de los Tabernáculos y por cuánto tiempo?

15. ¿Qué hacía que esta fiesta fuera diferente a todas las demás?

16. ¿Qué conmemoraba esta observación, según 23:43?

¡Aplica la VERDAD!
Los días festivos hebreos eran importantes para Dios. Él dijo: “Son fiestas solemnes en
mi honor” (énfasis añadido). Él las ordenó para Sí Mismo. Fueron idea de Él, y Él deseaba que
fueras observadas. ¿Qué festivos celebras tú? ¿Qué significan para ti? ¿Qué significan para Dios? ¿Habrá algo
que quisieras hacer para conseguir que estos festivos fueran más significativos, tanto para ti como para el
Señor? Cuando llegue el próximo día festivo, recuerda celebrarlo “como para el Señor” (Colosenses 3:23).
Prepárate para comentar esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 20 3

Lección 20 Comentario

Fiestas, Ayunos y Festivales


Levítico 23
La ley de Moisés estableció reglas para la vida diaria. Pero también proporcionó maneras de recordar. Dios
sabía cuán fácilmente Su pueblo olvidaría de dónde habían venido y lo que Él había hecho por ellos. No
obstante, esas cosas constituían su identidad nacional. Hacían que Israel se distinguiera de las culturas que la
rodeaban. Para mantenerlos conscientes de su identidad especial, Dios les dio su propio calendario singular.
Giraba en torno a siete fiestas sagradas. Estas fiestas harían que Israel recordara su relación con Él.

Los Festivales Primaverales


Aun cuando Levítico 23 hace énfasis en “fiestas solemnes en mi honor” y “fiestas que yo he establecido,” un
recordatorio acerca del sábado viene primero. En repetidas ocasiones, Dios les recordó a los israelitas que
durante un día de la semana Él quería que ellos dejaran de trabajar y reposaran.

Los tres festivales primaverales se celebraban todos en la misma semana. Primero era la Pascua. Se celebraba
el día 14 del primer mes. (El primer mes corresponde a marzo o abril en el calendario moderno.) La Fiesta de
los Panes sin Levadura le seguía inmediatamente. Este evento de siete días comenzaba el día 15 del primer
mes. Cada día el pueblo presentaba una ofrenda de alimento al Señor. El día primero y séptimo eran sábados,
cuando nadie trabajaba. Durante toda la semana, los israelitas no debían comer nada de pan leudado.

Ambas ocasiones eran recordatorios vívidos del amor de Dios por Israel. Dios había rescatado poderosamente a
los israelitas de la esclavitud en Egipto. La Pascua era un recordatorio del ángel de la muerte que había
pasado de largo a los hogares de los israelitas, librando a sus primogénitos. La Fiesta de los Panes Sin
Levadura recordaba su apresurada huida de Egipto, sin tiempo para dejar que el pan se leudara.

La tercera celebración, la Fiesta de las Primicias, se celebraba durante la semana de la Fiesta de los Panes sin
Levadura. El pueblo celebraría esta fiesta por primera vez cuando llegara a la Tierra Prometida y comenzara a
sembrar y a cosechar allí. Los israelitas debían presentar la primera parte de su cosecha de grano al sacerdote.
El sacerdote lo mecía ante el Señor como una señal de gratitud. Junto con esta ofrenda mecida, se sacrificaba
un cordero macho de un año con ofrendas de grano y vino. El pueblo no debía comer nada de sus primeras
cosechas hasta que hubieran presentado esta ofrenda. Las primicias le recordaban a Israel que Dios debe
recibir la primera prioridad en sus vidas. Debían ofrecerle a Él lo mejor de lo que tenían, y no las sobras.

Piensa en las primicias. Cuando el pueblo de Dios le ofrecía a Él lo primero de sus cosechas,
declaraban su fe en que Él les daría más. Su ofrenda manifestaba su confianza. Es interesante
que el Nuevo Testamento se refiere tanto a Jesús, como al
Espíritu Santo como “las primicias.” Romanos 8:23 dice que “tenemos las primicias del Espíritu,” y
que “esperamos ansiosamente la adopción de hijos, la redención de nuestros cuerpos.” El Espíritu de
Dios es la promesa de que aún habrá más. Y 1 Corintios 15:23 dice que Cristo es las primicias, y
“luego en su venida aquellos que son de Él.” Jesús resucitó de los muertos primero—y Su
resurrección prometió que habría más posteriormente. ¡Nosotros también experimentaremos la
resurrección!

La Fiesta de las Semanas (posteriormente llamada Pentecostés en Hechos 2:1; 20:16 y 1 Corintios 16:8) se
debía celebrar siete semanas después de que terminara la Fiesta de los Panes sin Levadura. Dios pedía a los
adoradores que le dieran dos teleras de pan a Él como una ofrenda. En este día el pan se podía hacer con
levadura. Sin embargo, la pieza central de la ofrenda, debía ser siete corderos perfectos, un toro y dos machos
cabríos. Junto con la ofrenda de grano y de bebidas, éstos serían un aroma grato al Señor. Partes de la ofrenda
se entregaban al sacerdote. Las porciones de estos sacrificios de animales y grano que correspondía a los
adoradores constituían los platillos principales de la Fiesta de las Semanas.

Al final de las instrucciones para estas cuatro fiestas, Dios les recordó a los israelitas que debían cuidar de los
pobres. Él no quería que ellos segaran absolutamente todo el producto del cultivo. Más bien, Él les ordenó que
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 20 4

dejaran una parte de la cosecha en el campo para los pobres y los extranjeros. Dios quería que todo mundo
estuviera incluido en estas santas convocaciones. Quería que hasta los más pobres entre ellos, junto con
cualquier forastero que estuviera entre ellos, fuera incluido.

Piensa en la generosidad intencional. Dios quiso que Su pueblo hiciera planes de ser
generosamente compasivos. Dios ordenó a Su pueblo que sembrara suficiente para tener algo de
sobra—los rebuscos en los límites del campo—para los pobres o forasteros. La
mayoría de nosotros en la actualidad no somos agricultores—pero aún podríamos establecer la práctica de
vivir intencionalmente por debajo de nuestras posibilidades con el fin de tener algo de sobra para compartir.

Los Festivales de Otoño


Los tres festivales restantes de Israel se celebraban en el mes de Tishrei, el séptimo mes hebreo (fines de
septiembre hasta fines de octubre). El primero de éstos, la Fiesta de las Trompetas, se celebraba en el primer
día del séptimo mes. A diferencia de las fiestas primaverales, ésta no se celebraba en el tabernáculo. Los
israelitas observaban la Fiesta de las Trompetas localmente. Se convocaba a las personas con un sonido de
trompeta a un tiempo de reposo y a abstenerse de su trabajo.
La más sagrada de las convocaciones de Israel era el Día de Expiación, conocida como Yom Kippur. En
contraste con otras celebraciones más festivas, el Día de Expiación se observaba con sobriedad. Además de la
ofrenda que se hacía en este día, Dios también le indicó al pueblo que debían de “afligir” o “negarse” a sí
mismos. Esto probablemente incluía ayuno y pudiera haber incluido el uso de vestimenta de luto. Todos los
israelitas debían observar este día importante. Si no lo hacían, serían eliminados del pueblo. ¿Por qué era tan
importante este día? Porque este era el único día del año en el que se le permitía al sumo sacerdote entrar al
Lugar Santísimo—el lugar más santo del tabernáculo—para ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo.
A pesar de que no se describe aquí, el sumo sacerdote expiaba por los pecados de la nación, ofreciendo dos
machos cabríos (véase Levítico 16). Él escogía uno de ellos para hacer un sacrificio; el otro era puesto en
libertad. Los sacerdotes rociaban la sangre del macho cabrío sobre los adoradores y sobre el propiciatorio del
Arca del Pacto. Dejaban en libertad al otro macho cabrío—el “chivo expiatorio”—para que se fuera al
desierto. Simbólicamente, se llevaba el pecado de Israel. Esta ceremonia ilustra la manera en la que Dios trata
con nuestro pecado. Primero, lo cubre (el significado de la palabra expiar) con la sangre de un sustituto—
Jesús. Luego, lo elimina y no lo recuerda más (véase Salmo 103:12).
Cinco días después del Día de Expiación, se celebraba la Fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta les recordaba
a los israelitas las moradas temporales en las que vivieron después de salir de Egipto. Era el último festival en
el calendario hebreo. Cada año comenzaba y terminaba con una celebración de la manera en la que Dios había
librado a Su pueblo. Durante la fiesta de siete días, los israelitas vivían en tiendas (tabernáculos). Esto les
recordaba cómo habían vivido en el desierto. Ésta era una de las tres fiestas que los hombres judíos
observaban en Jerusalén. Además de los numerosos sacrificios de alimentos, el ambiente festivo era acentuado
por siete días de jubiloso regocijo. En el Nuevo Testamento, encontramos que Jesús hizo Su famoso
ofrecimiento de agua viva a todo el que tuviere sed (véase Juan 7:37-39) durante la Fiesta de los
Tabernáculos.
De estos numerosos días especiales, solo uno se enfocaba sobre los pecados de Israel y la necesidad de
expiación. Es significativa la proporción entre regocijo y pesar. Es necesario identificar y pagar el pecado
contra Dios. Sin embargo, a lo largo del calendario de Israel, Dios estableció el principio de que el regocijo es
normal y el pesar es la excepción. Como escribió el salmista: “Pero que todos los que te buscan se alegren en
ti y se regocijen; que los que aman tu salvación digan siempre: ¡Sea Dios exaltado!” (Salmo 70:4).

¡Personaliza la VERDAD!
Dios ya no exige que observemos el Día de Expiación con su autonegación, sacrificios de sangre
y lamento solemne por el pecado. Jesús pagó el precio por nuestros pecados,
de una vez por todas (véase Hebreos 10:10-14). Pero, ¿no habrá algún beneficio en tomar el tiempo para
confesar nuestros pecados, lamentarlos, y conscientemente reconocer el sacrificio que hizo Jesús para hacer
expiación por nosotros? Sean 30 minutos, un par de horas o un día entero en esta semana, pasa tiempo
reflexionando seriamente sobre tus pecados. Agradece a Jesús Su costoso regalo de perdón. ¿Cómo afecta
este tiempo de reflexión y oración tu consciencia de lo serio que es el pecado? ¿Cómo afecta tu amor por
Jesús como tu Salvador?
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 21—Números 12–14

Una Trágica Actitud Desafiante


¡Memoriza la VERDAD!
“Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de ustedes como quienes tienen que
rendir cuentas. Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse
no les trae ningún provecho.” Hebreos 13:17

DÍA 1: Números 12—Miriam y Aarón Desafían al Líder de Dios


1. ¿Por qué Miriam y Aarón criticaron a Moisés, según 12:1? ¿Qué queja adicional hicieron, según 12:2? ¿Cómo
describirías la actitud de Miriam y Aarón?

2. ¿Cómo describió Dios a Moisés? ¿Cómo distinguió a Moisés de otros profetas?

3. ¿Qué juicio trajo Dios sobre Miriam? ¿Cómo respondió Aarón a esto? ¿Cómo respondió Moisés?

¡Aprende la VERDAD!
Moisés probablemente se sintió lastimado por la crítica y los celos de su hermana. Pero cuando
Dios reivindicó a Moisés y castigó justamente a Miriam, Moisés no se gozó. Más bien oró para que Dios la
sanara. Moisés nos provee un excelente ejemplo de lo que significa “amar a tus enemigos y orar por los que
os ultrajan” (Mateo 5:44). Esta semana, si alguien te llegara a ofender o lastimar, pide a Dios que te ayude a
responder como respondió Moisés. Pídele que te ayude a amarles y orar por ellos. Prepárate para comentar
acerca de esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 13—Dios Envía Espías a Canaán


4. ¿Qué dijo Dios acerca de la tierra de Canaán, según 13:2?

5. A su regreso, ¿qué cosas buenas reportaron los espías respecto a la tierra? ¿Qué cosas malas reportaron?

6. A pesar de que todos los espías habían visto las mismas cosas, tenían dos perspectivas diferentes. ¿Cuáles eran esas
dos perspectivas?

7. ¿Qué estaban olvidando los espías temerosos? ¿Qué hubiera sido diferente si hubieran recordado—y creído—esta
importante verdad?

DÍA 3: Números 14:1-19—El Pueblo Se Rebela

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 21 2

8. ¿Cómo mostró el pueblo su falta de fe en Dios? Enumera todos los detalles que puedas encontrar respecto a lo que
hicieron y dijeron. ¿Cuál te llama la atención de manera especial, y por qué?

9. ¿Cómo intentaron Josué y Caleb restaurar la confianza del pueblo en Dios? ¿Cómo respondió el pueblo a este
intento?

10. Compara las circunstancias de la oración de Moisés registrada en 14:11-19 con las circunstancias de su oración
registrada en Éxodo 32:9-13. ¿Qué similitudes puedes ver? ¿Qué diferencias?

11. ¿Qué puedes aprender sobre la oración con base en el ejemplo de Moisés?

DÍA 4: Números 14:20-38—Dios Responde


12. ¿Cómo contestó Dios la oración de Moisés a favor de los israelitas? ¿Qué consecuencias tendría que sufrir el pueblo
debido a su rebeldía?

13. ¿Por qué dijo Dios que libraría a Caleb de este juicio?

DÍA 5: Números 14:39-45—El Pueblo Se Rebela de Nuevo


14. ¿Cómo respondió el pueblo al juicio que Dios pronunció sobre ellos, según 14:39-40? ¿Cómo ofendieron a Dios?
¿Cuál fue el resultado?

15. ¿Por qué crees que Dios permitió que el pueblo fuera derrotado por sus enemigos?

16. ¿Qué te enseña este pasaje acerca de la obediencia, el arrepentimiento o las consecuencias del pecado?

¡Aplica la VERDAD!
¿Cuál es tu actitud hacia la obediencia? ¿Obedeces con prontitud? ¿O a veces demoras la
obediencia y luego sufres las consecuencias de tu desidia? Pide a Dios que te dé un
corazón que le obedezca a Él a la primera y siempre. Luego busca oportunidades para poner en práctica
esta actitud. Prepárate para comentar esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 21 3

Lección 21 Comentario

Una Trágica Actitud Desafiante


Números 12–14

Los israelitas estaban a punto de entrar a su nueva tierra de abundancia y bendición. Pero su rebeldía los hizo
demorar. Primero, Miriam y Aarón desafiaron a Moisés y sufrieron consecuencias espantosas. Luego, 10 líderes
cuidadosamente escogidos dudaron y se rebelaron contra Dios, conduciendo a una rebelión masiva y 40 años de
peregrinación en el desierto.
Miriam y Aarón Desafían a Moisés
El capítulo 12 inicia con un conflicto en la familia de Moisés. Miriam y Aarón desaprobaron la elección de
esposa que hizo Moisés. Arrogantemente insinuaron que Moisés no era mejor que ellos. Pero Dios no estaba
dispuesto a tolerar sus quejumbres. Ordenó a los tres hermanos que se presentaran ante Él. Allí, Dios confirmó
a Moisés como Su profeta elegido. Dios había hablado a otros profetas en visiones y sueños, pero se había
revelado a Moisés directamente. La actitud de Miriam y Aarón hizo enojar a Dios. Cuando Dios terminó de
hablar, se fue—pero dejó a Miriam con lepra. Aarón se alarmó. Le confesó a Moisés que él y Miriam habían
sido necios y habían pecado. Le pidió a Moisés que orara para que Dios sanara a su hermana.
Sin ninguna insinuación de venganza, Moisés oró por su hermana. Dios misericordiosamente les concedió
quitar su lepra. Pero primero Miriam tendría que vivir fuera del campamento con los demás leprosos durante 7
días. Dios le explicó que este castigo sería comparable con la de un hijo que hubiera avergonzado a su padre.
Sin embargo, Miriam no sufrió sola por su rebeldía. Todos los israelitas tuvieron que esperar para continuar su
viaje después de que hubieran pasado los siete días.
Israel Duda de la Promesa de Dios
Finalmente había pasado la larga semana y se reanudó el viaje. Al acercarse Israel a los límites de la tierra de
Canaán fueron enviados 12 espías para reconocer la tierra. Dios había dejado muy claro que Él le estaba
dando la tierra a Su pueblo, pero la conquista requeriría de conflicto militar, e Israel necesitaba saber por qué
estaban peleando.
Moisés seleccionó a 12 hombres, uno de cada tribu, para realizar esta tarea. Josué era uno de los miembros del
equipo. Moisés les dio instrucciones a los hombres de que tendrían que reunir la información que requerirían
para invadir la tierra y ocuparla. Él quería que reportaran sobre la fuerza de la milicia de los cananeos, la
utilidad de la tierra y la manera en que vivía la gente. Quería que evaluaran la calidad del suelo y que trajeran
muestras de frutas.
Los espías hicieron como Moisés ordenó. Exploraron la tierra. Observaron su productividad y tomaron muestras
del fruto de la tierra. Vieron de primera mano que lo que Dios había dicho acerca de la tierra era cierto. Sin
embargo, se fijaron más en la gente de la tierra que en su abundancia. Cuando regresaron a salvo 40 días y
350 kilómetros más tarde, sólo hablaron acerca de la fuerza y el tamaño de la gente que vivía en Canaán. Las
ciudades eran grandes y fortificadas. La gente era como gigantes—y eran numerosos y estaban prestos para
defender su tierra. En lugar de gozarse con la buena tierra que Dios había prometido darles, vieron
únicamente los obstáculos. Ante toda la congregación, pronosticaron la derrota de Israel.
Sin embargo, uno de los espías tenía una perspectiva diferente. Caleb sabía que la gente no iba a ceder su
tierra sin una lucha, pero él creía que Israel los podía conquistar. En medio de su clamor temeroso, Caleb
valientemente animó a la gente. Él quería ir de inmediato y tomar la tierra. Caleb sabía que nada era imposible
si Dios estaba con ellos.
Sin embargo, las voces de incredulidad eran fuertes y persistentes. Los reportes de los otros espías se
volvieron más exagerados: “Es una tierra que devora a sus habitantes.” Ésta era una evaluación muy
interesante, ya que los 12 espías regresaron intactos después de casi seis semanas de exploración. Los
gigantes también parecían estar haciéndose más grandes con cada minuto que pasaba. Ahora los espías se
decían “langostas” en comparación con la gente de Canaán.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 21 4

Piensa en el valor que tuvo Caleb para hablar por Dios ante una multitud airada de incrédulos.
Caleb creyó la palabra de Dios. A pesar de lo intimidante que parecían las circunstancias, él sabía
que Dios era más grande. Si Dios había podido abrir el Mar Rojo y hacer maná en el desierto,
seguramente que podía ayudarles a tomar posesión de la
tierra. Así que Caleb levantó la voz por Dios. No logró persuadir al pueblo. Pero fue un éxito ante los ojos de
Dios. Años más tarde, Caleb entró a la Tierra Prometida y dio testimonio de la fidelidad de Dios: “Todavía
mantengo la misma fortaleza que tenía el día en que Moisés me envió” (Josué 14:11). Dios es fiel para con
aquellos que depositan su fe en Él.

Israel Se Rebela Contra Dios


La incredulidad es contagiosa. Cuando los espías dieron su informe negativo, la congregación se puso a gritar
y a llorar. Nadie escuchó a Caleb. Se quejaron contra Moisés y Aarón. Con una dramática auto-compasión,
insistieron que hubieran preferido morir en Egipto o en el desierto. Estaban preocupados porque sus familias
llegarían a ser presa de los cananeos. ¡En realidad creían que hubieran estado mejor en Egipto! Hablaron de
nombrar a un nuevo líder.
En respuesta a esta rebelión flagrante, Moisés y Aarón “cayeron sobre sus rostros.” Josué y Caleb exhortaron
al pueblo a que no se rebelara, y que no temiera. Debían confiar en Dios. Él iría delante de ellos y les daría la
tierra, tal como había dicho que lo haría. Sin embargo, el pueblo no escuchó—¡intentó apedrear a Josué y a
Caleb! Pero Dios intervino. Él tomó la crítica de ellos personalmente. Acusó al pueblo de menospreciarlo a Él
y negarse a creer en Él, a pesar de todos los milagros que Él había hecho por ellos. Dios decidió destruirlos y
empezar de Nuevo con Moisés.
Moisés protestó. Como lo hizo después del incidente del becerro de oro (véase Éxodo 32), intercedió sobre
la base de la reputación de Dios mismo. Si Dios destruía a Su propio pueblo, las naciones pensarían que Él
no había podido cumplir Su palabra. Si Él destruía a Israel, Su grande nombre estaría manchado.
Recordando la ocasión en la que él había visto personalmente la gloria del Señor (véase Éxodo 33:5-7)
Moisés presentó sus argumentos ante Dios. “Tú mismo has dicho que eres lento para la ira y grande en
amor, y que perdonas la maldad y la rebeldía.” Luego le pidió que perdonara, con base en su carácter
santo.
Dios escuchó a Moisés. No destruiría por completo a los israelitas—pero comoquiera pagarían por su pecado.
En diez ocasiones, dijo Dios a Moisés, los israelitas le habían desobedecido. Consecuentemente, excepto por
Josué y Caleb, ninguno de los mayores de 20 años de edad entraría a la Tierra Prometida. Todos vagarían en
el desierto hasta que todos hubieran muerto. Esta peregrinación llevaría 40 años, un año por cada día que los
espías habían reconocido la tierra. Después de haber dicho estas cosas, cayó una plaga sobre los diez espías
infieles y murieron. Sin embargo, Josué y Caleb fueron librados debido a su fe.
Israel Derrotado en Batalla
Sin embargo, el pueblo de Israel seguía rebelándose. Reconocieron su pecado, no obstante, desafiaron
obstinadamente a Dios y decidieron que entrarían a la tierra por la fuerza. Moisés les advirtió que sin la
presencia del Señor serían muertos. Comoquiera, el pueblo siguió adelante, presumiendo que contaban con la
protección de Dios aún después de que Él la había negado. Invadieron la región montañosa del sur de Canaán,
mientras el Arca del Pacto, símbolo de la presencia de Dios, permaneció en el campamento. Los resultados
confirmaron la advertencia de Moisés: los amalecitas y los cananeos descendieron y los derrotaron
contundentemente.

Piensa en el verdadero arrepentimiento. El arrepentimiento es mucho más que un sentimiento de


culpabilidad o remordimiento. A veces la gente reconoce culpa para evitar el castigo. Suponen que
si confiesan su pecado quizá no tengan que pagar las consecuencias. Eso parece ser lo que estaban
haciendo los israelitas aquí. Se habían
rebelado en repetidas ocasiones, sufrían las consecuencias, confesaban, y habían recibido otra oportunidad.
Pero no era arrepentimiento genuino. El verdadero arrepentimiento incluye verdadero pesar por el pecado,
profunda humildad (dispuesta a aceptar las consecuencias del pecado), y un cambio de corazón y de conducta
(véase 2 Corintios 7:10-11).

¡Personaliza la VERDAD!
¿Tus problemas parecen ser tan grandes como gigantes y tan impenetrables como ciudades fortificadas? ¿Te
sientes como una langosta ante las circunstancias que enfrentas? Recuerda
que Dios aún es más grande que nuestros problemas y más fuerte que nuestras debilidades. Si cambiamos nuestro
enfoque, mirando a Jesús en lugar de contemplar nuestros problemas, nuestra perspectiva cambiará completamente.
Luego, como Caleb, podremos decir: “Podremos superarlo.” ¿Qué es lo que a ti te intimida o te hace querer darte por
vencido? Pide a Dios que te ayude a confiar en Él para hacer lo que tú no puedes hacer. Confía en que Él derrotará al
enemigo y te llevará al lugar donde Él quiere que estés.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 22—Números 15–16

Más Rebelión
¡Memoriza la VERDAD!
“Háganlo todo sin quejas ni contiendas.” Filipenses 2:14

DÍA 1: Números 15:1-31—Leyes sobre Sacrificios


1. ¿Qué ofrendas describió Moisés en 15:1-21? Escoge uno que te resulte especialmente interesante y explica por qué.

2. ¿Cómo mostró Dios que Él aceptaba a los forasteros no israelitas? ¿Qué se requería de estos no-israelitas?

3. ¿Se trataban de la misma manera los pecados intencionales y los no-intencionales? Explica tu respuesta.

4. ¿Cómo afecta este pasaje tu manera de ver tus “errores” o pecados no-intencionales?

¡Aprende la VERDAD!
Dios reveló Su amor principalmente a los israelitas durante los tiempos del Antiguo Testamento.
No obstante, incluso en ese tiempo Él ofrecía Su misericordia a todos los pueblos que creyeran en el único
Dios verdadero. Isaías declaró que el pueblo de Dios debía ser una “luz para las naciones, a fin de que lleves
mi salvación hasta los confines de la tierra” (Isaías 49:6). Dios aceptó a los gentiles que eran considerados
“extranjeros” por Israel. Ellos eran libres de adorar junto con el resto de Israel. Estaban invitados a participar
en la vida de la comunidad. ¿De qué manera estás tú recibiendo a los de fuera? Hay alguien que conoces que
necesita que tú les des la bienvenida? Pregúntale a Dios cómo puedes recibir a esta persona, familia o grupo.
Pide a Dios que otros experimenten el amor de Dios mientras tú los recibes y los alcanzas. Prepárate para
hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 15:32-41—La Lapidación de un Violador del Sábado


5. Repasa Éxodo 20:10 y 35:1-3. ¿En qué pecó el hombre mencionado en Números 15:32?

6. ¿Por qué crees que Dios ordenó que la congregación entera participara en su lapidación?

7. ¿Por qué les dijo Dios a los israelitas que pusieran flecos en los bordes de sus vestidos?

8. ¿Qué crees que significa “no dejarse llevar por los impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos”? ¿Qué
debemos hacer en lugar de esto?

Copyright © 2010 – Todos los Derechos Reservados – www.communitybiblestudy.org – Rev. 07 -‐ 2016


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 22 2

DÍA 3: Números 16:1-19—Coré Desafía el Liderazgo de Moisés


9. ¿Quién se quejó contra Moisés? ¿Qué quejas tenían? ¿Qué actitud parece estar a la raíz de sus quejas?

10. ¿Cómo respondió Moisés ante las críticas de Coré? ¿Cómo respondió a las críticas de Datán y Abiram?

11. ¿Qué les dijo Moisés a los rebeldes que hicieran al siguiente día?

DÍA 4: Números 16:20-40—Juicio Divino sobre los Rebeldes


12. ¿Qué dijo Dios que haría a la congregación que se había reunido a la entrada del tabernáculo de reunión, según
16:21?

13. ¿Cómo intervinieron Moisés y Aarón? ¿Qué sucedió como resultado?

14. ¿Cómo pudo saber el pueblo a quién juzgó Dios como justo y a quién como equivocado?

15. ¿Cómo resumirías la lección principal de 16:1-40?

DÍA 5: Números 16:41-50—Moisés y Aarón Interceden en una Crisis


16. ¿De qué se quejó la congregación el día después de la tragedia con Coré? ¿Cómo respondió el Señor ante sus quejas?
¿Por qué crees que Él respondió de esta manera?

17. ¿Cómo intervinieron Moisés y Aarón? ¿Qué hubiera sucedido si no lo hubieran hecho?

¡Aplica la VERDAD!
El pueblo de Israel tenía una mala costumbre. Siempre olvidaban obedecer. ¿Alguna vez has
batallado tú para recordar que hay que obedecer? Dios les dijo a los israelitas que
pusieran flecos en sus vestidos para ayudarles a recordar. Él quería que ellos Le obedecieran en lugar de
seguir sus propios corazones y ojos. ¿Hay cierto pecado en el que pareces caer con frecuencia? ¿Hay algo que
podrías hacer—como usar un cordón atado a la muñeca o un recado en un lugar visible—para recordar que
hay que obedecer a Dios? Un recordatorio tangible además de la oración y un constante estudio de la Palabra
es una excelente manera de ayudarte a vivir más plenamente en los caminos de Dios. Prepárate para compartir
acerca de esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 22 3

Lección 22 Comentario

Más Rebelión
Números 15–16
Los adultos de Israel jamás entrarían a la Tierra Prometida. Sin embargo, Dios quería que les enseñaran a
sus hijos cómo tener comunión con Él allí. Pero, aún mientras le daba estas instrucciones a Moisés, ¡el
pueblo se seguía rebelando!
Leyes sobre Sacrificios
Números 15 comienza con los mandamientos de Dios respecto a las ofrendas que Él quería que los israelitas
ofrecieran cuando entraran a su tierra. Dios confirmó Su promesa a Israel: “Cuando hayan entrado en la tierra
que les doy para que la habiten.” Dios dejó claro que era “cuando” no “si es que.” A pesar de su rebeldía e
incredulidad, Dios sería fiel para introducirlos a la tierra.
Luego el Señor le dijo a Moisés que hiciera ofrendas de grano y vino junto con holocaustos y ofrendas de paz.
El grano, aceite y vino no se podían producir en el desierto. Sin embargo, serían abundantes en la Tierra
Prometida. Junto con el sacrificio de carne, esta ofrenda completaría una comida. Sería similar a lo que un
anfitrión le serviría a los invitados de honor en un banquete. Estas reglas se aplicaban a los israelitas nativos,
visitantes o forasteros que vivieran entre ellos. El pueblo debía ofrecer lo primero de sus panes al Señor.
Como las ofrendas de primicias en Levítico, este mandamiento era para asegurar que los israelitas recordaran
darle a Dios lo primero y lo mejor.
Comenzando con Números 15:22, Dios explicó cómo hacer expiación por pecados no intencionales. Los
pecados corporativos (por ejemplo, cuando alguien era asesinado pero no se sabía quién fuera el asesino,
como se describe en Deuteronomio 21:1) se podían expiar con el sacrificio de un toro, un macho cabrío y
ofrendas de grano y bebida. Dios perdonaría al pueblo por semejantes “errores.” Los individuos también
podían ofrecer ofrendas por pecados accidentales. En este caso Él requería una cabra de un año de edad. Los
mandamientos, como todas las ofrendas, eran aplicables a los israelitas nativos así como también a cualquier
otra persona que viviera entre ellos. El Señor hacía diferencia entre las personas que pecaban
espontáneamente y accidentalmente y aquellos que pecaban deliberadamente. Pecados cometidos
“deliberadamente” (Números 15:30) no podían ser expiados. Estos pecadores serían “eliminados de la
comunidad.”
Un Violador del Sábado
Los israelitas pronto serían probados en relación con el tema de pecados intencionales. Detuvieron a un
hombre recogiendo leña en sábado. Claramente había desobedecido el mandamiento de Dios respecto a
encender fuego en sábado (véase Éxodo 35:3). Los testigos trajeron al hombre ante Moisés y Aarón. Moisés y
Aarón sabían que era culpable, pero no sabían cuál debía ser el castigo. Así que Moisés y Aarón fueron ante
Dios buscando una sentencia. Dios decretó que la congregación entera debía apedrear al hombre. El pecado
intencional no debía pasarse por alto. Él tenía a toda la comunidad por responsable de la conducta de sus
miembros. Él exigía que todos se unieran en la administración de la justicia. Y así lo hicieron.

Piensa en el derecho de Dios de definir lo que es el pecado. Pecado es desobedecer los


mandamientos de Dios. A veces Sus mandamientos tienen mucho sentido para nosotros.
Estamos de acuerdo con ellos. Queremos obedecer. Pero en ocasiones no entendemos porqué Él ha
dado determinado mandamiento. Es más difícil para nosotros obedecer cuando el mandamiento limita nuestra
libertad y no entendemos cuál sea el propósito de Dios en ello. Pero, como Dios es Dios, Él determina cómo
opera el universo. No nos toca a nosotros evaluar Sus mandamientos y decidir cuáles no son importantes. El
israelita recogedor de leña aparentemente decidió que no tenía que obedecer la regla de Dios respecto al
sábado. Él no confiaba en la bondad y en los caminos de Dios. Pero cuando decidimos obedecer a Dios aún
cuando no entendamos Sus razones, demostramos nuestra confianza en Él y nuestro amor por Él.
Dios no se deleita con castigar a las personas. Para proteger a Su pueblo contra la repetición de pecados tan
necios, Él ordenó a los israelitas que llevaran flecos en los bordes de sus vestidos. Posiblemente cuando la
gente bajaba la vista y los veía, pudieran recordar que debían vivir como Dios manda, y no como ellos
quisieran.
Dios Responde a un Desafío del Puesto de Moisés
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 22 4

Con Miriam, Dios había dejado claro que Él no permitiría que desafiaran el liderazgo de Su siervo, Moisés.
Pero este hecho no impidió que otros desafiaran a su líder. Un grupo encabezado por el levita Coré acusó a
Moisés y Aarón de excederse de su autoridad. Ellos sostenían que se debía permitir a todos los israelitas hacer
la obra sagrada de Dios. Ellos no aceptaban que Moisés y Aarón tuvieran más privilegios que todos los demás.
Ellos creían que Dios debía permitir que cualquiera realizara los deberes sagrados. Dios dio a la tribu de Coré,
los coatitas, la responsabilidad de cuidar de los artículos del tabernáculo. Pero no les permitía ofrecer los
sacrificios sacerdotales.
Así que Moisés ordenó una prueba. Les dijo a Coré y a sus hombres que quemaran incienso delante de Dios.
Dios había dicho que únicamente los sacerdotes podían ofrecer incienso. Pero ahora Coré y sus hombres
realizarían esta tarea sacerdotal como una prueba. Dios mostraría a quién escogía Él como Sus sacerdotes.
Moisés sabía que semejante rebelión no terminaría favorablemente para Coré y sus hombres.
Coré y sus hombres no eran los únicos que estaban desafiando la autoridad de Moisés. Dos rubenitas, Datán y
Abiram acusaron a Moisés de engañarlos. Ellos decían que en lugar de guiarlos a la tierra de leche y miel, los
había llevado al desierto para matarlos. Su calumnia enojó severamente a Moisés. Pero Moisés no les
respondió—él fue directamente a Dios. Moisés apeló a su inocencia delante de Dios y le pidió que no aceptara
las ofrendas de ellos.
Los hombres de Coré, junto con el grupo de Datán y Abiram, eran en total 250 personas. Al día siguiente se
reunieron en el tabernáculo de reunión. Allí, Dios manifestó Su Gloria—y Su ira. Los 250 hombres
presentaron su incienso. Inmediatamente, el Señor les dijo a Moisés y Aarón que se alejaran de los rebeldes y
de la congregación para que Él pudiera consumirlos. Pero Moisés y Aarón intercedieron. Rogaron a Dios que
no destruyera a toda la nación por causa de “un hombre,” probablemente Coré. Dios desistió y le dijo a la
congregación que se apartara de las tiendas de Coré, Datán y Abiram.
Moisés obedeció. Ordenó al pueblo que se alejaran de las tiendas de Datán y Abiram para que no fueran
destruidos junto con ellos. Luego Moisés explicó la prueba. Si los hombres morían catastróficamente—si la
tierra se los tragaba vivos—entonces todos sabrían que los hombres habían “menospreciado al Señor.” Si no
morían de una manera extraordinaria, entonces todos sabrían que Dios no había elegido a Moisés. Apenas
había acabado Moisés de hablar cuando Dios juzgó, tal como Moisés lo había predicho. La tierra se abrió y
consumió a los hombres, sus familias y sus posesiones.
La ira de Dios ante esta rebelión no podía haber sido más clara o dramática. Sin embargo, al día siguiente,
toda la congregación acusó a Moisés y Aarón de haber “matado al pueblo del Señor.” Dios inmediatamente
envió una plaga. De nuevo, Moisés y Aarón intercedieron. Moisés le dijo a Aarón que rápidamente ofreciera
incienso para apaciguar la ira del Señor. Con incensario en mano, Aarón literalmente se paró entre los vivos y
los muertos. La plaga se detuvo, pero no antes de que hubieran muerto 14,700 personas.

Piensa en la necesidad que tiene el pecador de un mediador. Dos veces en Números 16 vemos a
un pueblo rebelde en necesidad de un mediador que los salve del juicio de Dios. Dios había llamado
a Moisés y a Aarón para que fueran esos mediadores. Primero intercedieron para que Dios no
hiciera que la tierra se tragara a la congregación entera.
Posteriormente Moisés ordenó a Aarón que corriera entre la asamblea afligida por la plaga para expiar por
ellos. Moisés y Aarón son tipos de Cristo. Ellos se pusieron entre el pueblo y la ira de Dios. De manera
similar, pero mucho mayor, Jesús se interpuso entre nosotros y la ira de Dios. Nosotros merecíamos morir a
causa de nuestro pecado. Pero Jesús apeló a Dios de parte nuestra. Aun más, Él llevó el castigo que nosotros
merecíamos. Él murió para que nosotros pudiéramos vivir (véase 1 Pedro 2:24).

¡Personaliza la VERDAD!
La sujeción y el respeto por la autoridad es un asunto del corazón. Aun cuando las acciones
externas manifiesten nuestra desobediencia, el problema inicia en el corazón. La rebeldía está arraigada en el
orgullo, temor, o incredulidad. El orgullo, cuando pensamos que nosotros podríamos dirigir mejor que las
personas a las que Dios ha puesto al frente. Temor, cuando nos preocupa que nuestros líderes de alguna
manera nos dañarán. Incredulidad, cuando no confiamos en Dios para obrar por medio del liderazgo que
nosotros juzgamos como malo. ¿Cuál es tu actitud hacia los que están en autoridad? Si batallas para seguir a
tus líderes, pide a Dios que te muestre la causa de tu dificultad. Pídele que Él desarrolle en ti la actitud de
corazón que necesitas para obedecerle a Él sometiéndote a ellos (véase Hebreos 13:17).
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 23—Éxodo 28


y Levítico 8–10

Un Sacerdocio Santo
¡Memoriza la VERDAD!
“Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de
bondad, humildad, amabilidad y paciencia.” Colosenses 3:12

DÍA 1: Éxodo 28—Vestiduras para Gloria y Hermosura


1. Según 28:2-5, ¿cómo debían ser las vestiduras de los sacerdotes? ¿Qué cosa te llama la atención, y por qué?

2. ¿Cómo debían ser representados los nombres de los hijos de Israel en las vestiduras del sumo sacerdote (28:12-14,
29)? ¿Por qué pudiera haber querido Dios que los sumos sacerdotes llevaran los nombres de los hijos de Israel en sus
vestiduras al ministrar delante de Él?

3. ¿Qué debía usar el sumo sacerdote en su frente (28:36-37)? ¿Cuál era la importancia de este artículo?

¡Aprende la VERDAD!
Nuestro versículo de memorización describe las vestiduras que Dios ha provisto para la vestimenta
de cada creyente. Elige alguna de estas cualidades para vestirla en esta semana. Pide a Dios que te ayude.
¿Qué observas al permitir que este aspecto de Su gloria y hermosura fluya de ti hacia otras personas?
Prepárate para hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Levítico 8—La Ceremonia de Consagración


4. Según los siguientes versículos, ¿qué pasos incluía la consagración de los sacerdotes?
a. 8:3-4

b. 8:6

c. 8:7-9

d. 8:10-11

e. 8:12

5. Repasa la lista que elaboraste en la pregunta 4. ¿Qué cosa te parece especialmente importante a ti? ¿Por qué?

6. Enumera los diversos sacrificios ofrecidos en la ceremonia de consagración y el propósito de cada uno.

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 23 2

DÍA 3: Levítico 9:1-21—Los Sacerdotes Empiezan a Ministrar


7. ¿Qué le indicó Moisés a Aarón que hiciera después de su ordenación? ¿Qué dijo que sucedería cuando Aarón hiciera
esto?

8. ¿Por qué crees que se requerían sacrificios antes de que el Señor revelara Su gloria?

DÍA 4: Levítico 9:22-24—Dios Revela Su Gloria


9. ¿Qué hizo Dios después de que Aarón bendijo al pueblo? ¿Cómo respondió el pueblo?

10. Si tú hubieras sido parte de la congregación ese día, ¿qué crees que hubieras pensado, sentido, o hecho?

DÍA 5: Levítico 10—Los Hijos de Aarón Pecan y Mueren


11. ¿Qué hicieron Nadab y Abiú para enojar a Dios? ¿Cómo respondió Dios?

12. ¿Cómo respondieron Aarón y sus hijos al juicio de Dios sobre Nadab y Abiú?

13. ¿Por qué crees que Moisés estaba enojado contra Eleazar e Itamar? ¿Cuál parece haber sido su preocupación?

14. ¿Qué explicación dio Aarón por la conducta de sus hijos? ¿Satisfizo a Moisés? Explica.

¡Aplica la VERDAD!
Como sumo sacerdote, cada vez que entraba a la presencia de Dios Aarón usaba un efod y pectoral
especialmente elaborados. En su pectoral estaban los nombres de las
personas a las que él guiaba y pastoreaba. Sus nombres servían como recordatorios tangibles para presentarlos ante
Dios e interceder por ellos. ¿Por quiénes eres espiritualmente responsable tú?
¿Cómo podrías llevar contigo los nombres de ellos como recordatorio tangible para hacer intercesión por
ellos? Prepárate para platicar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 23 3

Lección 23 Comentario

Un Sacerdocio Santo
Éxodo 28 y Levítico 8–10
Los israelitas siguieron pecando y rebelándose. Esa es una de las razones por las que Dios separó a la familia
de Aarón como sacerdotes. El pueblo necesitaba a alguien que intercediera por ellos delante de Dios y que
ofreciera sacrificios para hacer expiación por su pecado. En Éxodo, cuando describió cómo construir el
tabernáculo, también dio instrucciones detalladas en cuando a la vestimenta de los sacerdotes. En Levítico, lo
vemos describiendo la manera en que los sacerdotes debían ser consagrados y cómo ofrecerían estos
sacrificios necesarios. Pero hasta los sacerdotes resultaron ser infieles. Ellos tampoco vivieron vidas santas,
como veremos en Números 10.
Vestiduras para Gloria y Hermosura
Dios había dado instrucciones detalladas y precisas para el tabernáculo. Su descripción de lo que debían vestir
los sacerdotes en su servicio en el tabernáculo era igualmente clara. Aarón y su hijo debían llevar vestiduras
sagradas, hechas “para honra y dignidad.” Éstas no serían túnicas ordinarias. Darían testimonio de la “honra y
dignidad” del Señor.
Artesanos hábiles a quienes el Espíritu Santo había capacitado confeccionarían las vestiduras sacerdotales.
Hacían la ropa de lino azul, purpura y escarlata en el cual entretejían hilos dorados. La pieza principal era un
efod, una prenda a manera de mandil que se usaba encima de una túnica. En cada hombro los artesanos
colocaban una piedra de ónice grabado. Inscribieron los nombres de seis de las tribus de Israel en cada una de
las piedras. Una faja del mismo material se ataba a la cintura del sacerdote.
El sacerdote usaba un pectoral por encima del efod. Los artesanos lo confeccionaban de un cuadro de tela que
plegaban para formar una bolsa. Dentro de esta bolsa colocaban las piedras del Urim y el Tumim. Los
sacerdotes pudieran haber usado estas piedras para discernir la voluntad de Dios. La porción delantera del
pectoral estaba cubierta con cuatro hileras de tres joyas, cada una de ellas inscritas con el nombre de uno de
los hijos de Israel. El sumo sacerdote llevaba los nombres de las tribus en sus hombros y sobre su corazón.
La túnica que llevaba el sacerdote debajo del efod y el pectoral era azul. Los artesanos lo bordaron con
dibujos de granadas, y cosieron pequeñas campanitas de oro en la bastilla. Cuando el sumo sacerdote
ministraba en el tabernáculo, las campanas le recordaban sus actividades sagradas. Las campanas también
servían como un medio de comunicación con los que esperaban afuera. Si él entraba y la gente escuchaba que
sonaban las campanitas, sabrían que el Señor había aceptado su ofrenda. Sin embargo, si las campanas
súbitamente dejaran de sonar, sabrían que el sacerdote había muerto.
El último componente de la vestimenta sacerdotal era un turbante. Su característica más importante era una
placa de oro grabada con las palabras “Santidad al Señor”. Sólo los santos pueden presentarse ante un Dios
santo, y únicamente Dios los puede santificar. Aarón no había hecho nada para santificarse, pero Dios lo había
escogido. Dios los marcó a él y a sus hijos, literalmente, con Su santidad.
Aarón y Sus Hijos
En Levítico 8, en la ceremonia de consagración para Aarón y sus hijos, leemos que los sacerdotes vistieron
sus prendas por primera vez. Después de que la congregación se había reunido para la ceremonia de siete
días, Moisés lavó a Aarón y a sus hijos con agua. Luego los vistió con la vestimenta que había sido
confeccionada para ellos de conformidad con las instrucciones de Dios. Luego Moisés ungió el tabernáculo,
su mobiliario, y finalmente, el altar. Por último, Moisés ungió a Aarón.
Luego Dios ordenó una serie de ofrendas. La primera era una ofrenda por el pecado. Aun cuando Aarón y sus
hijos eran sacerdotes, ellos también eran pecadores. No podían servir a Dios sin antes hacer expiación por sus
propios pecados. Así que se ofrecía un toro. Después de eso se sacrificaban dos carneros. El primero era
ofrecido a Dios como un holocausto. El segundo era ofrecido para el evento especial de la consagración. La
última ofrenda era una ofrenda mecida de pan no leudado.
Dios Acepta los Sacrificios de los Sacerdotes
Después de su consagración, Aarón y sus hijos permanecieron en el Lugar Santo, a solas con Dios. Ocho días
más tarde, Moisés los llamó. Era tiempo de más ofrendas. Los preparativos para esta ocasión incluían ofrendas
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 23 4

por los sacerdotes así como por el pueblo. Aunque Dios mismo los había apartado para su trabajo, los
pecadores eran meros humanos pecadores. Como todos los demás, tenían que hacer ofrendas por sus propios
pecados (véase Hebreos 5:1-3). Aarón presentó un becerro como su ofrenda. Metiendo su dedo en la sangre,
cubrió con sangre los cuernos del altar. Luego derramó la sangre sobre la base. Sólo después de hacer esto
podía Aarón realizar el trabajo de sacerdote, representando al hombre delante de Dios.

Piensa en el costo de nuestro pecado. Toros, becerros y carneros—estos animales representaban


grandes cantidades de dinero. La santidad de Dios requería de semejantes sacrificios. Jesús hizo el
sacrificio más costoso de todos. Por el hecho de que Él dio Su vida por nosotros, ya no se requiere
que ofrezcamos animales para expiar nuestro pecado.
No obstante, nuestra adoración aún se ofrece con un costo. Romanos 12:1 nos ordena presentar nuestros
cuerpos—nuestra vida entera—a Dios como sacrificio vivo. Como Jesús dio todo por nosotros, nosotros
también somos llamados a darle nuestro todo a Él.

Ofrecer sacrificios era una tarea mayormente sacerdotal. Pero Aarón también tenía otra función importante. Él
era ministro de las bendiciones del Señor sobre Israel. El texto no nos dice cuál haya sido el contenido de la
bendición de Aarón (la bendición famosa de Aarón viene posteriormente, en Números 6: 24-26), pero sí
vemos el efecto que tuvo. Después de la bendición, “apareció la gloria del SEÑOR.” Descendió fuego y
consumió la ofrenda sobre el altar. Fue una manifestación tan grande que los israelitas “cayeron sobre su
rostro.” La ordenación sacerdotal estaba completa, y Dios manifestó Su aprobación.
Una Violación Sacerdotal
Pero el gozo de esta ocasión fue muy fugaz. Al poco tiempo, los dos hijos mayores de Aarón desafiaron las
órdenes del Señor. Un día tomaron obstinadamente los censores y ofrecieron “fuego no autorizado” delante del
Señor. Ese fuego condujo a la muerte de ellos. Consumió inmediatamente a Nadab y Abiú. El mensaje era
muy claro: ni siquiera los sacerdotes deben retar Su santidad.

Piensa en lo que significa representar a Dios. Dios llamó a Aarón y a sus hijos a una norma elevada de vida y
de adoración. Sin embargo, el día de hoy, todo creyente es parte del “sacerdocio santo” de Dios (1 Pedro 2:9).
Como representantes de Dios, no nos toca decidir cuáles de Sus mandamientos queremos seguir y cuáles
podemos ignorar. Es tan vital que nosotros vivamos vidas
santas de obediencia e integridad como lo era para los hijos de Aarón.

No se le permitió a Aarón hacer luto ni contaminarse mediante contacto con los cuerpos muertos de sus hijos.
Aarón hubiera deshonrado a Dios si hubiera hecho luto como cualquier otro padre. La lealtad de los
sacerdotes a Dios siempre ocupaba primer lugar. Los primos de Aarón retiraron del campamento los cuerpos
de Nadab y Abiú. No se le permitió a Aarón ni siquiera salir del tabernáculo. No obstante, mientras estuvo
dentro de la tienda, Aarón oyó la voz de Dios mismo. Ésta es la única ocasión en la que se registra en
Levítico que Dios dio órdenes directamente a Aarón. Primero, Dios le ordenó a Aarón que evitara el consumo
de alcohol mientras estuviera sirviendo en el tabernáculo. Luego, Dios le dijo que distinguiera entre lo santo y
lo común. (Al desobedecer los mandamientos específicos del Señor, Nadab y Abiú habían hecho una ofrenda
común de lo que debía haber sido una ofrenda santa). Finalmente, Aarón debía enseñar los estatutos del Señor
al pueblo.
No sería sorprendente si Aarón y su familia perdieran el apetito en este trágico día. El Señor había hecho
provisión para que se reservaran alimentos para los sacerdotes. Pero cuando Moisés fue a ver si se había
cumplido con este mandamiento, descubrió que el sacrificio había sido quemado y no consumido. Los hijos
sobrevivientes de Aarón no habían cumplido con su responsabilidad. Moisés se enojó. Quizá le preocupaba
que el Señor destruyera a todos los hijos de Aarón que quedaran.
Aarón defendió la conducta de sus hijos. Dijo que aun cuando no se les permitía manifestar señales visibles
de luto, comoquiera estaban enlutados. Aarón razonaba que participar bajo estas condiciones pudiera haberles
hecho incurrir en la desaprobación del Señor. Moisés, satisfecho de que no estaban actuando por desobediencia,
no se opuso más a su hermano.

¡Personaliza la VERDAD!
Salmo 29:2 dice: “Tributen al Señor la gloria que merece su nombre; póstrense ante el Señor en su
santuario majestuoso.” Adorar al Dios santo no es algo que debamos tomar a la ligera.
Gracias a Jesús, no tenemos que ofrecer sacrificios para podernos acercar a Dios. Pero nuestra actitud al acercarnos a
Dios sigue siendo importante. ¿Cuál es tu actitud cuando hablas con Dios a solas, cuando le adoras en compañía de otros,
o cuando participas en observancias especiales como la Cena del Señor, o el bautismo? Pídele que Él te ayude a adorarle
como Él lo merece.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 24—Números 17–19

Dios Afirma el Sacerdocio


¡Memoriza la VERDAD!
“La sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de una novilla rociadas sobre personas
impuras, las santifican de modo que quedan limpias por fuera. Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo,
quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras
que conducern a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente!” Hebreos 9:13-14

DÍA 1: Números 17—Dios Reafirma a Aarón como Sacerdote


1. Repasa Números 16. ¿Qué tragedia acababa de ocurrir? ¿Por qué había sucedido esto?

2. ¿Qué le dijo Dios a Moisés que hiciera? ¿Qué dijo que sucedería? ¿Por qué dijo que haría esto?

3. ¿Qué milagro ocurrió al día siguiente? ¿Qué mensaje le comunicó Dios al pueblo a través de este milagro?

4. ¿Qué le dijo Dios a Moisés que hiciera con la vara de Aarón? ¿Por qué quería que Moisés hiciera esto?

¡Aprende la VERDAD!
¡Dios aborrece la murmuración! Cuando nos quejamos, mostramos que no estamos contentos de
permitirle a Él que gobierne nuestra vida como Él quiera hacerlo. Esta lección la hemos aprendido a
principios de este estudio—pero como los israelitas, pudiera ser que necesitemos que se nos recuerde. Esta
semana, nuevamente, pide a Dios que te ayude a evitar las quejas. Sé especialmente cuidadoso de no quejarte
de los líderes y otros que tienen autoridad sobre ti. Observa cómo te ayuda Dios a vencer cualquier tendencia
que pudieras tener a quejarte y murmurar. Prepárate para hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 18:1-7—Los Deberes de los Levitas


5. ¿De qué hizo Dios responsable a Aarón y su familia?

6. ¿Qué “regalos” le dio Dios a Aarón y a sus hijos, según 18:6-7? ¿En qué sentido considerarías que son “regalos”?

7. ¿En qué sentido era un privilegio ser sacerdote? ¿En qué sentido era una responsabilidad?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 24 2

DÍA 3: Números 18:8-20—La Porción del Sacerdote


8. ¿Cómo proveyó Dios para Aarón y su familia? ¿Qué incluía esto?

9. ¿Por qué era necesario que Aarón y su familia fueran sostenidos de manera diferente al resto de las tribus de Israel?

10. ¿Qué les dio Dios a Aarón y a sus hijos en lugar de darles tierras por heredad?

11. ¿Te resulta más fácil depender de ti mismo o depender del Señor para proveer para ti y cuidarte? Explica.

DÍA 4: Números 18:21-32—La Heredad de los Levitas


12. ¿De qué manera se les pagaba a los levitas por su servicio?

13. ¿Cuál debía ser la calidad de los regalos que el pueblo daba a los levitas?

14. ¿Se les permitía a los levitas quedarse con la totalidad de su compensación? Explica.

DÍA 5: Números 19—Leyes para la Purificación


15. Números 19 da instrucciones detalladas sobre la manera de limpiar a una persona de la impureza. Describe este
ritual, paso a paso.

16. Repasa el versículo de memorización de esta semana. ¿Cómo presagiaba la ceremonia de purificación lo que Jesús
hizo por nosotros?

¡Aplica la VERDAD!
No es un gran sacrificio dar a otros las cosas que ya no usamos ni necesitamos. Pero a los israelitas
se les ordenó dar lo mejor que tenían a los levitas. Los levitas, a su vez,
debían dar al Señor lo mejor que tenían. Sólo lo mejor de lo mejor era un regalo digno del Señor.
¿Cómo podrías dar lo mejor de lo mejor al Señor en esta semana? ¿Cómo afecta a tu corazón el hecho de dar
de esta manera? Prepárate para hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 24 3

Lección 24 Comentario

Dios Afirma el Sacerdocio


Números 17–19
Dios claramente había elegido a Aarón y a sus hijos para que sirvieran como sacerdotes de Israel. Él los
vistió, los consagró y los aprobó. Pero como vimos en la lección 22, no todos aceptaron Su elección divina.
Así que Dios dio otro paso para confirmar Su elección de Aarón y sus descendientes. Hizo un milagro que
permanecería en la mente de los israelitas por muchas generaciones.
La Vara de Aarón Reverdece
Aunque Dios había respondido terminantemente al reto al sacerdocio registrado en Números 16, Él quería que
los israelitas conocieran, sin lugar a dudas, Su elección para la función sacerdotal. Dios le dijo a Moisés que
ordenara a los líderes de cada una de las 12 tribus que trajeran sus varas a la tienda de reunión. Moisés debía
colocar las varas delante del Arca del Pacto. La vara del hombre que Dios hubiera elegido como sacerdote
brotaría—algo que sólo podría suceder por obra de Dios.
Cuando Moisés entró a la tienda del testimonio al día siguiente, fue exactamente como Dios había dicho: la
vara de Aarón no sólo había reverdecido y floreado—¡había producido almendras! Las demás varas
permanecían inertes. Dios había mostrado una vez más Su elección soberana de Aarón y sus descendientes
para el ministerio sacerdotal. Dios le dijo a Moisés que colocara la vara de Aarón en el Arca del Pacto, junto
al frasco de maná y las Tablas de la Ley que Dios le había dado. Además de recordar la ley de Dios y Su
provisión, Dios quería que Israel recordara que Él había elegido a Aarón para el sacerdocio.
El milagro produjo temor en el pueblo. Estaban tan atemorizados que pensaban que morirían si siquiera se
acercaran al tabernáculo. Sin embargo, malinterpretaron lo que Dios había dicho. Mientras los israelitas
respetaran la decisión de Dios respecto al sacerdocio, no era necesario que nadie muriera.

Piensa en las consecuencias de malinterpretar a Dios. El pueblo entendió correctamente que


Dios les estaba advirtiendo. Pero malinterpretaron Su advertencia. En pánico clamaron: “Todo
el que se acerca al santuario del Señor muere, ¡así que todos moriremos!” Pero Dios no había
dicho nada sobre acercarse al tabernáculo. Más
bien, Su advertencia tenía que ver con las actitudes rebeldes de ellos. Debemos tener cuidado de no
malinterpretar a Dios. Su honor y nuestro bienestar dependen de ello.

Provisión para los Sacerdotes


Obviamente, el pueblo necesitaba un sacerdote. Por sí mismos, no entendían cómo acercarse correctamente y
reverenciar a Dios. Así que Dios eligió sacerdotes que les ayudaran. Los sacerdotes tenían que manejar
correctamente las cosas santas de Dios. Él los responsabilizó de cualquier ofensa que ocurriera en el
tabernáculo. Dios dijo que si los sacerdotes hacían bien su trabajo, jamás volvería a haber “ira sobre el pueblo
de Israel”. La elección que hizo Dios de la familia sacerdotal fue un regalo para la nación de Israel. El Señor
tenía un regalo para los sacerdotes también. Les dio a sus “hermanos” los levitas, para proteger el exterior del
tabernáculo mientras ellos trabajaban en el interior. El principal trabajo de los levitas era evitar que personas
no autorizadas entraran al tabernáculo. También eran responsables de transportar el tabernáculo y su
mobiliario cuando el pueblo viajara.

Piensa en que Dios da personas como “regalos.” Los levitas eran el regalo de Dios a Aarón y sus
hijos, para ayudarles a realizar sus responsabilidades como sacerdotes de Israel. En el Nuevo
Testamento vemos que Cristo da el mismo tipo de regalos a la iglesia—es decir, apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros (véase Efesios
4:8, 11). ¿Quiénes son los “regalos” humanos que Dios te ha dado para ayudarte a conocerle, adorarle y
servirle? ¿Cómo puedes apreciarlos y valorarlos como regalos que son?
Dios proveyó para los sacerdotes y levitas de manera diferente que para el resto de Israel. Una vez que
entraron a su nueva tierra, se repartiría conforme a cada tribu. Once tribus recibirían sus propias parcelas de
tierra rica y fértil. Pero los levitas y sacerdotes no. Su heredad no sería tierra física. Sería la cercanía con Dios
mismo. Dios dijo que Él mismo sería su porción y su heredad.
Las ofrendas que hacía Israel a Dios serían Su regalo para los sacerdotes y sus familias. Ellos recibirían lo
mejor del aceite, vino y grano. Algunas de las ofrendas debían ser comidas únicamente por los sacerdotes.
Otras podían
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 24 4
ser compartidas por todos los miembros masculinos de las familias sacerdotales, y otras más eran para ser
disfrutadas por todos los miembros de sus familias.
El Señor le recordó a Su pueblo que todos sus primogénitos—humanos y animales por igual—le pertenecían
a Él. Los sacerdotes tenían derecho a toda la carne de todos los animales limpios primogénitos que eran
ofrecidos a Dios. Los animales impuros, y por supuesto, los hijos primogénitos, no serían sacrificados, sino
que más bien serían redimidos a un mes de edad, por el precio de cinco ciclos. Redimir significa “volver a
comprar.” En este caso el pago sería en dinero, entregado al tabernáculo.
La provisión de Dios para los levitas sería por medio del diezmo pagado por el resto de Israel. Una décima
parte de las cosechas de la familia sería considerada santa para Dios. De esta manera Dios proveyó un ingreso
para los levitas que trabajaban para proteger el tabernáculo. Dios también esperaba que los levitas pagaran un
diezmo. El diezmo de ellos era para sostener el ministerio de los sacerdotes.
Limpieza para los Inmundos
Otra función de los sacerdotes era ayudar a los adoradores que se habían contaminado o que estaban
inmundos. El término inmundo no significa que una persona hubiera pecado o que estuviera físicamente
sucia. Más bien, significa que la persona afectada no estaba ceremonialmente pura. El efecto de la inmundicia
era la separación de la vida en comunidad hasta el día siguiente.
Dios estableció un proceso mediante el cual las personas inmundas podían ser purificadas y restauradas. El
primer paso requería el sacrificio de una vaca de piel rojiza, sin mancha. La vaca debía ser una hembra de
color rojo. Debía ser sacrificada y quemada fuera del campamento. Debía agregarse al fuego, cedro, hisopo, y
un paño escarlata. Cuando el sacerdote regresara al tabernáculo, debía rociar una parte de la sangre en la
entrada a la tienda. Tenía que hacer esto siete veces.
Irónicamente, el proceso requerido para purificar a las personas inmundas hacía que el sacerdote fuera inmundo
por el resto del día. Mientras el sacerdote se bañaba y lavaba sus vestiduras, otro hombre, una persona limpia,
tenía la responsabilidad de juntar las cenizas de la vaca de piel rojiza de un lugar fuera del campamento. Las
cenizas se dejaban allí para ser utilizadas cada vez que Israel las necesitara, aunque el tocar siquiera las
cenizas hacía que la persona que las juntara fuera inmunda hasta la noche. Las cenizas recolectadas se
mezclaban entonces con agua, produciendo así el “agua para la impureza” que se usaría para limpiar a
cualquier persona que se hubiera vuelto inmunda.
La contaminación era ocasionada por diversas causas, pero la que se recalca en Números 19 es el contacto
con un cuerpo muerto. Cualquiera que compartiera una tienda con una persona que hubiera muerto, sería
inmunda por siete días. Cualquiera que tocara un cuerpo muerto también sería inmundo por siete días. Lo
mismo era aplicable a cualquier persona que tocara un cuerpo muerto en un campo despoblado, o que tocara
un esqueleto o una tumba. La limpieza de una persona inmunda requería que una persona limpia tomara
“agua para la impureza” y usara hisopo para rociar a la persona afectada. Este rociamiento ceremonial debía
realizarse en los días tercero y séptimo, después del cual la persona afectada se lavaba a sí mismo y su ropa y
entonces podía nuevamente ser considerada limpia de nuevo.
La inmundicia se transmitía de una persona a otra. La persona que ayudaba a restaurar a la persona inmunda
se volvía inmunda en el proceso. Así es el pecado. Es infeccioso. Una persona tenía que sacrificar su propia
pureza para poder purificar a otra. Esta es una vista previa de lo que haría Cristo para restaurarnos a nosotros.
Él llevó nuestro pecado sobre Sí Mismo y Se entregó a Sí Mismo como un sacrificio perfecto para limpiarnos
del pecado (véase Hebreos 9:13-14).

¡Personaliza la VERDAD!
Los sacerdotes no tenían su propia tierra. Ellos tenían algo aun mejor: tenían a Dios mismo. El
Señor era su “porción y su heredad.” Posteriormente en la historia de Israel,
los salmistas también declararían que Dios era su “porción.” David dijo que el Señor era su “porción y su
copa” (Salmo 16:5), y Asaf dijo que esa era su “herencia eterna” (Salmo 73:26). Si somos hijos de Dios,
entonces Dios es nuestra porción también. ¿Qué significa para ti que Dios sea tu porción?
¿Cómo puedes vivir de tal manera que se manifieste que Él es tu porción y tu heredad?
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 25— Números 20–21

Nuevas Victorias, los Mismos Errores Antiguos


¡Memoriza la VERDAD!
“Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para
advertencia nuestra.” 1 Corintios 10:11

DÍA 1: Números 20:1-9—De Nuevo, Problemas con el Agua


1. No es frecuente en escritos antiguos que se mencionen muertes y sepulturas de mujeres. ¿Qué detalles tenemos sobre
la muerte de Miriam?

2. Recuerda lo que has estudiado sobre Miriam. ¿Qué lección quisieras recordar sobre la vida de ella?

3. ¿Qué dificultad enfrentó el pueblo, según 20:2? ¿Cómo respondieron? ¿Cuál hubiera sido una mejor respuesta?

4. ¿Qué le dijo Dios a Moisés que hiciera para resolver el problema del pueblo? ¿En qué fueron diferentes Sus
instrucciones a las que había dado en una situación similar años antes? (Repasa Éxodo 17:1-6.)

¡Aprende la VERDAD!
Los israelitas seguían repitiendo los mismos errores. Pero el sabio aprende de la historia. Aprende
de los errores de otros. ¿Hay algún patrón de pecado que hayas observado en tu familia, pueblo o nación?
Pide a Dios que te guarde de repetir ese mismo patrón de pecado. Busca establecer un nuevo ejemplo para la
generación que siga a la tuya. Prepárate para hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 20:10-13—Moisés Reacciona


5. ¿Cómo describirías la actitud de Moisés cuando reunió al pueblo frente a la roca?

6. ¿En qué contradecían las acciones de Moisés las instrucciones que Dios le había dado? (Repasa tu respuesta a la
pregunta 4.)

7. Cuando el Señor reprendió a Moisés, ¿cuál era Su principal ofensa? ¿Cómo explicarías lo que significa esto?

DÍA 3: Números 20:14-29—Edom Niega el Paso a Israel, y Aarón Muere


8. ¿Qué petición le hizo Moisés al rey de Edom? ¿Qué promesa le hizo respecto a esta petición?

9. ¿Cómo respondió el rey de Edom a la petición de Moisés? ¿Qué hizo Israel como resultado?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 25 2

10. ¿Cuál es la importancia de que se le retiraran las vestimentas a Aarón y se colocaran sobre Eleazar, hijo de Aarón?

11. Piensa en lo que has aprendido acerca de Aarón en este estudio. ¿Qué lecciones quisieras recordar de su vida?

DÍA 4: Números 21:1-9—La Serpiente de Bronce


12. ¿Qué juraron los israelitas? ¿Por qué hicieron este juramento?

13. ¿Qué pecado familiar cometieron los israelitas al rodear Edom? ¿Cómo respondió el Señor?

14. ¿Qué medios de ayuda ofreció Dios en respuesta a la petición de Moisés por el pueblo?

15. En Juan 3:14-15, Jesús se refirió a este incidente. Dijo: “Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe
ser levantado el Hijo del hombre, para que todo aquel que en él cree tenga vida eterna.” ¿Qué quiso decir Jesús?

DÍA 5: Números 21:10-35—Israel Derrota a Sehón y a Og


16. ¿Cómo llegó Israel a tomar posesión de la tierra de los amorreos y la tierra de Basán? Describe lo que sucedió en
cada caso.

17. Repasa Éxodo 3:8, 17. ¿Cómo podrían los eventos de Números 21 haber alentado a los israelitas respecto a la
promesa que les hizo Dios cuando aún estaban en Egipto?

¡Aplica la VERDAD!
A pesar de que el ejército de Edom salió contra Israel con gran alarde de fuerza, Moisés se negó a
responder con violencia. Dos veces solicitó respetuosamente que le
concedieran permiso de pasar por la tierra de Edom. Dos veces el rey se lo negó. En lugar de pelear por el
asunto—especialmente puesto que Edom e Israel eran hermanos (véase Deuteronomio 23:7), Moisés decidió
tomar el camino largo y rodear. ¿Cuáles son algunas de las áreas de tensión y conflicto potencial en tu vida?
¿Qué aprendes del ejemplo de Moisés que te podría ayudar a responder respetuosamente y pacíficamente en
tus propios conflictos con otros? Prepárate para compartir sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 25 3

Lección 25 Comentario

Nuevas Victorias, los Mismos Errores Antiguos


Números 20–21
Finalmente, la generación de israelitas de mayor edad, incluyendo a los hermanos de Moisés, Aarón y
Miriam, murieron. Una nueva generación conduciría al pueblo de Dios a la Tierra Prometida. Sin embargo,
en lugar de aprender de los errores de sus padres, esta nueva generación repetiría los mismos errores y
enfrentarían severas consecuencias.
Las Consecuencias en Meriba
Como los israelitas se negaron a creer a Dios, vagaron casi cuarenta años en el desierto. Para entonces ya eran
viejos. De hecho, la mayoría de ellos estaban muriendo, incluyendo a la hermana de Moisés, Miriam. Ella
murió en el desierto de Sin.
La falta de agua fue un problema recurrente. Para este tiempo, la gente debía de haber sabido que podían
confiar en Dios para suplir sus necesidades. Sin embargo, así como lo habían hechos sus padres, ellos también
discutieron con Moisés y Aarón. Meriba, donde ocurrió este evento, significa “contienda.” Moisés y Aarón
actuaron rápidamente. Cayeron sobre sus rostros para interceder. Y el Señor también respondió rápidamente.
Él misericordiosamente le dijo a Moisés que hablara a la roca para que les diera agua fresca para beber.
Sin embargo, las palabras de Moisés al pueblo no fueron tan amables. Airado, les llamó “rebeldes.” Luego
golpeó la roca dos veces con su vara, a pesar de que ésa no había sido la instrucción de Dios. Aunque es fácil
de comprender la frustración de Moisés con su pueblo, sus acciones hicieron a un lado las claras instrucciones
de Dios. Aun así, Dios fue misericordioso con Israel. El agua fluyó abundantemente de la roca, y todos
pudieron calmar su sed.
El problema del agua se resolvió, pero como quiera Dios aún tenía que tratar con Moisés y Aarón. (A pesar
de que fue Moisés quien golpeó la roca, Dios también responsabilizó a Aarón por el pecado.) La
consecuencia fue muy severa: “Por no haber confiado en mí, ni haber reconocido mi santidad en presencia
de los israelitas, no serán ustedes los que lleven a esta comunidad a la tierra que les he dado.” Moisés y
Aarón no tendrían la oportunidad de ver el cumplimiento de la promesa de Dios.
Resistencia por Edom
Los israelitas acamparon en Cades, cerca de Edom. Los descendientes de Esaú, hermano de Jacob, vivían allí.
La ruta más directa hacia Canaán era pasar por Edom, así que Moisés le pidió permiso al rey de Edom de
pasar por allí. Le recordó que los israelitas y los edomitas eran “hermanos.” Moisés también repasó las
dificultades que Israel había enfrentado desde que Dios los había rescatado de Egipto. Moisés le aseguró al rey
que los israelitas no le harían daño a nadie ni a nada en Edom.
El rey respondió con una amenaza. Si los israelitas intentaban pasar por Edom, él pelearía contra ellos con la
espada. Moisés suplicó de nuevo, ofreciendo en esta ocasión pagar cualquier daño que ocurriera mientras ellos
pasaban. El rey se negó de nuevo. Así que, en lugar de pelear contra sus primos, Israel tomó otra ruta.

Piensa en el valor de hacer la paz. Jacob y Esaú habían contendido 500 años antes de este evento
(véase Génesis 27). La hostilidad entre los hermanos nunca se había resuelto por completo, y ahora
dos naciones enteras estaban en conflicto. Este triste patrón se
repite por todo el mundo: familia contra familia, tribu contra tribu, nación contra nación. ¡Cuán diferente sería
el mundo si perdonáramos las ofensas en lugar de transmitirlas a generaciones futuras!
Muerte de Aarón
Israel salió de Cades y se dirigieron hacia Edom. En el monte Hor, el Señor le dijo a Aarón que estaba a punto
de morir. Dios le recordó a Aarón que no entraría a la Tierra Prometida debido a su rebeldía en Meriba.
Moisés debía subir al monte Hor con Aarón y Eleazar, hijo de Aarón. Debía quitarle a Aarón su vestimenta
sacerdotal y ponérsela a Eleazar. No tenemos ninguna descripción de los últimos momentos de Aarón. El texto
simplemente dice: Aarón murió allí en la cima del monte.”
Primeras Victorias Militares
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 25 4
Dios concedió 30 días para llorar la muerte de Aarón. Sin embargo, pronto surgirían nuevos retos. Israel
estaba en los límites de Canaán, y una región amplia llamada Neguev, al suroeste del Mar Muerto. Allí, el
rey de la ciudad de Arad decidió atacar a Israel en lugar de esperar a ser atacada. A pesar de que el ejército
de Israel era mucho más grande que el de Arad, los israelitas tenían muy poca experiencia militar. Arad
capturó a algunos israelitas y los llevó a su ciudad amurallada.
El pueblo sabía que necesitaba la ayuda de Dios. Prometieron a Dios que destruirían cualquier ciudad que se
resistiera a ellos. Esto significaba que Israel aniquilaría a la población entera de estos pueblos impíos y
ofrecería los despojos al Señor, sin dejar nada para sí mismos (véase Josué 6:21). Dios de hecho les dio la
victoria, y Horma (“destrucción”) fue la primera ciudad cananea entregada a la destrucción. Seguirían muchas
más.
Debido a que Edom se negó a dejar pasar a Israel, los israelitas habían seguido una ruta más larga para llegar a
Canaán. Se impacientaron por el camino y su impaciencia condujo al pecado. El pueblo de nuevo se quejó
contra Moisés, e incluso contra el alimento que Dios les había provisto. Dios se negó a tolerar su ingratitud. Él
respondió enviando serpientes venenosas. Reconociendo su pecado, el pueblo le pidió a Moisés que orara para
que Dios quitara las serpientes. Moisés lo hizo. Sin embargo, Dios no quitó las serpientes. En lugar de eso, le
dijo a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la colocara sobre una asta. Las personas que habían sido
mordidas podían mirar a la serpiente de bronce y vivirían.
El extraño mandamiento de Dios presagiaba nuestra salvación por medio de Jesucristo. Juan 3:14-15 dice:
“Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para
que todo el que crea en él tenga vida eterna.” Así como la serpiente fue levantada para salvar a los pecadores
en el desierto, Jesús fue levantado para salvar a pecadores en todo lugar.

Piensa en como algo bueno puede convertirse en un ídolo. Dios dio a Israel la serpiente de
bronce como un medio para ser sanados. El que obedeciera a Dios y mirara a la serpiente de bronce
viviría. La serpiente misma no tenía ningún poder. Sin embargo, ¡700
años más tarde Israel presentó ofrendas a una serpiente de bronce (véase 2 Reyes 18:4)! Convirtieron el
medio de la gracia de Dios en una superstición idólatra. Debemos tener cuidado de cómo tratamos objetos y
símbolos religiosos. No debemos pensar que nos traen buena suerte o que obliguen a Dios a hacer lo que
nosotros queramos. Más bien, deben recordarnos el poder y la gracia de Dios, y animarnos a mirar a Él para
todo lo que necesitamos.

Al seguir su camino hacia Canaán, Dios siguió proveyendo para Israel. Cuando Él les dio agua fresca de pozo,
Israel cantó para celebrarlo. Finalmente llegaron a la región de Moab, hacia el oriente del Mar Muerto. Dos
reyes amorreos poseían este territorio. Israel pidió al primero, Sehón, que les permitiera pasar. Sehón
respondió con un ataque militar. Pero Dios dio la victoria a Israel. Conquistaron el territorio que
posteriormente pertenecería a las tribus de Rubén y Gad (véase 32:33). La batalla contra Sehón fue la segunda
importante victoria militar. El pueblo entonó otro canto de celebración.
Israel siguió hacia el norte, del lado oriente del Mar Muerto. Luego se encontraron con otro rey amorreo en la
región de Basán (conocida como las alturas del Golán). Allí gobernaba el rey Og. Él reunió a su ejército para
pelear contra Israel en el pueblo de Edrei. La batalla que se libró condujo a otra victoria para Israel, dada por
Dios, y agregó terreno a la que ya poseían. Después de estas victorias, Israel acampó en las llanuras de Moab
más allá del río Jordán en Jericó. Ésta sería su área de preparación para lanzar su invasión contra la tierra de
Canaán.

¡Personaliza la VERDAD!
En dos ocasiones Israel “probó” a Dios respecto a la escacez de agua (Números 20:2- 13; Éxodo
17:1-7). Se quejaron y dudaron de Su fidelidad. Muchas veces en la Escritura, Dios se enojó y sintió pesar por
la manera que Su pueblo lo ponía a prueba (véase Deuteronomio 6:16; Salmo 95:9; 106:32; 1 Corintios 10:9;
Hebreos 3:9). Cuando nos quejamos, murmuramos, dudamos y discutimos, mostramos que no confiamos en
Dios. Pide a Dios que te muestre si tú lo estás “poniendo a prueba” de alguna manera. Confiesa dudas y pídele
que Él aumente tu fe. Pídele que te sustente, y luego, ¡observa lo que Él hará!
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 26—Números 22–24

Profeta a Sueldo
¡Memoriza la VERDAD!
“Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni
lleva a cabo lo que dice?” Números 23:19

DÍA 1: Números 22:1-21—Balac Busca Contratar un Profeta


1. ¿Cuál fue el siguiente lugar en que acampó Israel? ¿Qué efecto tuvo su presencia sobre la gente que vivía allí, y por
qué?

2. ¿Por qué razón llamó Balac a Balán la primera vez? ¿Cómo respondió Balán y por qué respondió así?

3. ¿Balán acordó ir con los hombres de Balac cuando regresaron por él en una segunda ocasión? ¿Por qué sí o por qué
no? ¿Qué pista en 22:19 sugiere que Balán dudó?

4. ¿Qué le dijo Dios a Balán esa noche? ¿Por qué crees que Dios le dijo esto?

¡Aprende la VERDAD!
Cuando Dios nos dice que no hagamos algo, tiene una buena razón para decirlo. Dios le dijo a
Balán que no fuera con Balac, pero Balán dudó. Él codiciaba el dinero que Balac había prometido (véase 2
Pedro 2:15 y Judas 11). ¿Alguna vez vacilas para obedecer algún mandamiento que Dios te ha dado? En esta
semana, observa cómo respondes a lo que Dios te dice que hagas (o que no hagas). Si observas que vacilas,
pide ayuda para obedecer. Píde a Dios que te dé un corazón que abrace plenamente Sus caminos. Prepárate
para hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 22:22-41—Dios Habla por Medio de un Asno


5. Cuando Balán salió con los hombres de Balac la mañana siguiente, ¿cómo respondió Dios?

6. Compara 11:18-20, 31-34 con este pasaje. ¿Qué te enseña acerca de exigir cosas contrarias a la voluntad de Dios?

7. ¿Qué sucedió que hizo que Balán finalmente reconociera que había pecado contra Dios? Menciona detalles.

8. ¿Crees que el arrepentimiento de Balán era sincero? Explica tu respuesta.

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 26 2

DÍA 3: Números 23:1-30—Primer y Segundo Oráculo de Balán


9. ¿Qué detalles del primer oráculo de Balán te llaman la atención (23:7-10)? ¿Por qué?

10. ¿Cómo respondió Balac (23:11-14)?

11. ¿Qué detalles del segundo oráculo de Balán te llaman la atención (23:18-24)? ¿Por qué?

12. ¿Cómo respondió Balac en esta ocasión?

DÍA 4: Números 24:1-13—Dios No Permitirá que Israel sea Maldecido


13. ¿Cómo mostró el tercer oráculo de Balán lo que era el corazón de Dios y Sus intenciones para Su pueblo, Israel?
Menciona ejemplos.

14. ¿Cómo respondió Balac en esta ocasión a las palabras de Balán?

DÍA 5: Números 24:14-25—Últimos Oráculos de Balán


15. ¿Qué profecía dio Balán según 24:17? ¿A quién se refiere esta profecía? (Véase Génesis 49:10; Salmo 45:6; y
Apocalipsis 22:16.)

16. En los últimos tres oráculos de Balán, ¿qué profetizó respecto a los a) amalecitas; b) quenitas; y c) asirios?

17. El relato de Balán nos enseña que los profetas no siempre tienen motivaciones piadosas. ¿Qué te enseña la historia
de Balán y los siguientes versículos sobre profetas y profecía?

a. Lecciones de Balán

b. Mateo 7:15-23

c. 2 Pedro 2:1-3, 14-16

¡Aplica la VERDAD!
La codicia de Balán hizo que estuviera dispuesto a desobedecer a Dios. Primera Timoteo 6:10 nos
advierte que “el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo,
algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores.” ¿Alguna vez el deseo de tener más
dinero te ha tentado a hacer lo malo ante los ojos de Dios? ¿Qué podrías hacer cuando surgen esas
tentaciones? ¿Cómo quisiera Dios ayudarte? Prepárate para hablar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 26 3

Lección 26 Comentario

Profeta a Sueldo
Números 22–24
Balac, el rey de Moab, estaba muy preocupado por causa de los israelitas. Había visto cómo otros reyes
cananeos fueron derrotados cuando intentaron pelear contra Israel. Así que, en lugar de pelear contra ellos,
buscó ayuda sobrenatural. Intentó contratar los servicios de Balán, un profeta conocido en la tierra, para que
maldijera a Israel.

Balán Contratado
Después de derrotar a Og, los israelitas se establecieron en las llanuras de Moab. Al prepararse para entrar a
Canaán, Balac, rey de Moab, se enteró. Su nación “sintió mucho miedo de los israelitas.” Balac mandó llamar
a Balán, un profeta muy conocido. Por medio de sus mensajeros, Balac le pidió a Balán que maldijera a los
israelitas para que pudieran ser expulsados de la tierra. Los mensajeros llevaban “dinero para pagarle sus
conjuros,” con la esperanza de que la maldición de Balán pudiera ser comprada.

Balán es un personaje muy desconcertante. Parecía conocer a Yahvé, el Dios de Israel. Le llamó “el Señor mi
Dios.” Pero también estuvo dispuesto a considerar la petición de Balac de dañar al pueblo de Dios. En lugar
de negarse firmemente a la petición de Balac, Balán pidió a los hombres de Balac que se quedaran a pasar la
noche mientras él consultaba al Señor. La respuesta de Dios no era ninguna sorpresa: “No irás con ellos, ni
pronunciarás ninguna maldición sobre los israelitas, porque son un pueblo bendito.” Así que, a la mañana
siguiente Balán despidió a la delegación a Balac.

Piensa en maldiciones. Dios prometió a Abraham que Él bendeciría a los que le bendijeren a él y
maldeciría a los que le maldijeran (véase Génesis 12:3). Además, Proverbios 26:2 nos asegura que
“la maldición sin motivo jamás llega a su destino.”
Como pueblo de Dios, nosotros no tenemos que temer a aquellos que intentan maldecirnos. Su
amor por nosotros es más grande y más poderoso que cualquier maldición. Por eso Jesús pudo decirnos
que oráramos por nuestros enemigos y que bendijéramos a los que nos maldicen (véase Mateo 5:44).
Balac envió a un grupo más impresionante de mensajeros a Balán. Los hombres del rey hicieron énfasis en el
honor que recibiría si cooperaba. Aunque Balán rechazó el ofrecimiento de ellos, sus acciones contradijeron sus
palabras. Siguió inquiriendo del Señor. En esta ocasión, Dios cedió, y le dio a Balán lo que quería—permiso
para visitar a Balac.
Balán Reprendido
El anhelo de Balán de alinearse contra Israel enojó a Dios. El Señor envió a un ángel para encontrarse con
Balán en su viaje. El asno en el que montaba Balán vio al ángel con espada en su mano y se negó a caminar.
Más bien, el asno se desvió del camino hacia un sembradío. Balán intentó conseguir la sumisión del animal a
golpes.
Cuando el asno aplastó el pie de Balán contra un muro para evitar al ángel, Balán lo golpeó de nuevo. Al
golpear al animal de nuevo en un tercer intento frustrado, Dios humilló al profeta haciendo que el asno abriera
su boca para hablar.
En lugar de preguntar a Dios por qué había permitido que ocurriera este milagro, Balán discutió con su asno.
El asno fue dotado de razón además de lenguaje. “¿Acaso no soy la burra sobre la que siempre has montado,
hasta el día de hoy? ¿Alguna vez te hice algo así?” preguntó el asno cuando Balán había deseado tener una
espada para matarla. Si el profeta hubiera sido tan sensible como su asno, hubiera percibido el mensaje que
Dios le estaba enviando. Era cierto que, como profeta, Balán hablaba de parte de Dios, pero ejercía esta
función sólo porque Dios se la había concedido. Balán no tenía nada de especial. Dios podía usar un asno
para hablar si así quisiera hacerlo.

Piensa en cómo habla Dios. Él le habló a Balán a través de un asno. Le habló a Moisés desde una
zarza que ardía. Le habló al rey Josías de Judá por medio de un rey pagano (véase 2 Crónicas 35:20-
24). Como habla de maneras diversas y a veces sorprendentes, es importante cultivar el
discernimiento espiritual. Pablo dijo que no “despreciáramos las
profecías, sino que probáramos todo, y nos quedáramos con lo que era bueno.” (1 Tesalonicenses 5:20-21).
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 26 4

Finalmente, Dios le abrió los ojos a Balán. Balán vio al ángel del Señor con la espada desenvainada.
Comprendió lo cerca que había estado de morir. El ángel lo reprendió. Le dijo que su camino era perverso
delante de Dios. Dios conocía el corazón de Balán. A pesar de sus palabras que parecían indicar que quería
obedecer a Dios en realidad tenía la mirada puesta sobre el dinero.
Balán comprendió que Dios pudo haber decidido matarlo. Reconoció su pecado, y luego ofreció un débil
intento por aplacar a Dios: “Si es malo ante tus ojos, me regresaré.” Ofreció volver atrás si sus acciones eran
malos ante el Señor—sin embargo, Dios le acababa de advertir que sus caminos eran “perversos.”
Increíblemente, el Señor permitió que Balán hiciera lo que quisiera. Pero le advirtió a Balán: “Habla
únicamente las palabras que yo te diga.”
Mientras tanto el rey Balac no lograba entender por qué se demoraba Balán. Después de todo, le había
ofrecido al profeta riquezas y honra. Balán le recordó a Balac que sólo podía decir lo que Dios le indicara que
dijera. No obstante, Balac sacrificó bueyes y ovejas. Él no entendía que las ofrendas sin obediencia eran
inútiles para el Santo Dios de Israel.
El Primer Oráculo de Balán
A la mañana siguiente, el rey llevó a Balán a un lugar elevado, Bamot-baal, desde el cual podía ver parte del
campamento de Israel. Balán le dijo al rey Balak que construyera siete altares y que se preparara para ofrecer
sacrificios complejos. Probablemente se trataba de sacrificios paganos asociados a la hechicería. Después de
ofrecer los sacrificios, Balán fue solo a un lugar elevado para ver si Dios hablaría. Y Dios habló. Ordenó a
Balán que regresara al rey, y que en ese momento Él le daría las palabras que debía hablar a Balac. Balán hizo
como Dios le ordenó. Pero Balác no estaba contento. A pesar de que Balac había llamado a Balán para que
maldijera a esta gran nación, Balán decía que no podía maldecir ni denunciar a aquellos a quienes Dios no ha
maldecido ni denunciado.
El Segundo y Tercer Oráculo
Balac estaba molesto, pero se negó a darse por vencido. Llevó a Balán a un nuevo lugar. Después de más
sacrificios, Balán consultó de nuevo con Dios. En esta ocasión, Dios declaró tres aspectos básicos de Su
carácter. El Dios verdadero no miente. No cambia de parecer. Él le prometió a Abraham, padre de Israel, que
Él los haría una poderosa nación y que les daría la tierra de Canaán, y tenía intenciones de cumplir Su
promesa. ¡Esto no era de ninguna manera lo que quería escuchar Balac!
Frustrado, Balac llevó a Balán de nuevo a otra ubicación y ofreció más sacrificios. En esta ocasión el
Espíritu de Dios le permitió a Balán ver al pueblo de Dios espiritualmente además de físicamente. Los
comparó a un jardín floreciente. Dios había sacado a los israelitas de Egipto. Él estaba del lado de ellos. Él
los defendería en el futuro como lo había hecho en el pasado. Él bendeciría a los que los bendijeran y
maldeciría a los que los maldijeran (véase también Génesis 12:1-3). Balac estaba furioso. Ordenó a Balán
que se fuera, sin pago ni honra. Pero Balán aún tenía más qué decir.
El Último Oráculo
El ultimo oráculo de Balán fue una visión del futuro distante en el cual un rey de Israel (representado por una
estrella y un cetro) aplastaría a los moabitas. La profecía se refiere al rey David, quien siglos más tarde
derrotó a Moab (véase 2 Samuel 8:2). En última instancia, esta profecía se refiere a Jesucristo, el gran Rey
que saldría de Israel y gobernaría sobre toda la tierra (véase Salmo 2). Balán entonces pronunció destrucción
sobre los amalecitas y los quenitas. Israel permanecería en el lugar de estas naciones cananeas. Las últimas
palabras de este oráculo no son claras. Pero la idea es clara: “¡Ay!, ¿quién seguirá con vida cuando Dios
determine hacer esto?” Después de estas últimas palabras, Balán regresó a casa. La siguiente vez que Balán
aparece en la Biblia, es cuando se relata su muerte (véase 31:8).

¡Personaliza la VERDAD!
La codicia de Balán por adquirir riqueza lo condujo a comprometer pecaminosamente sus
principios, que finalmente condujo a su muerte. Algunos deseos—como el deseo de
conocer a Dios, amarle, estar satisfecho con Él y escuchar su “bien hecho”—son buenos deseos que podemos
perseguir con todas nuestras fuerzas. Sin embargo, otros deseos—como el deseo de cosas materiales,
comodidades físicas, prestigio, poder o placer—pueden desviarnos espiritualmente. Pide a Dios que te
muestre los deseos que te motivan a ti. Pídele que te limpie de deseos egoístas y los substituya por deseos
piadosos. Cuando tus deseos estén alineados con los de Él, podrás confiar en que Él te “concedará los deseos
de tu corazón” (Salmo 37:4).
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 27—Números 25–27

Un Líder Nuevo para una Nueva Generación


¡Memoriza la VERDAD!
“Porque si viven conforme a la naturaleza pecaminosa, morirán; pero si por medio del Espíritu
dan muierte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.” Romanos 8:13

DÍA 1: Números 25:1-5—Israel Adora a Baal


1. Según 25:1-3, ¿Cuáles dos pecados cometió Israel que hicieron que el Señor se enojara?

2. Lee 31:16. ¿Cómo fue conducido Israel a este pecado tan serio? (Véase también Apocalipsis 2:14.)

3. ¿Cómo respondió Dios al pecado de Israel (25:3-4)? ¿Qué respuesta adicional dio Moisés (25:5)?

¡Aprende la VERDAD!
El apóstol Pablo dijo que nos airemos, pero no pequemos (Efesios 3:26). El pecado ofende a Dios.
Es apropiado enojarse cuando está presente el pecado. Si el pecado no te molesta,
¡algo anda mal! No obstante, cuando el pecado te hace enojar, asegúrate de no reaccionar pecaminosamente.
Eso sólo complicaría más el asunto. Si se trata de tu propio pecado, confiésalo humildemente a Dios. Él te
perdonará y te ayudará a no volver a pecar de la misma manera de nuevo. Si se trata del pecado de otro, sé
cauteloso. Pregunta a Dios qué es lo que debes hacer.
Quizá Él quiera que simplemente ores y le permitas a Él tratar con el asunto. O pudiera querer que tú lo
confrontes—y si fuera así, Él te mostrará la mejor manera de hacerlo. Hablen acerca de esto en su Grupo
Pequeño.

DÍA 2: Números 25:6-18—El Celo de Finés por Dios


4. Mientras el pueblo hacía luto a la entrada de la tienda de reunión, ¿qué sucedió ante sus mismos ojos?

5. ¿Qué hizo Finés como respuesta a este flagrante acto de rebeldía? ¿Qué efecto tuvo su acción sobre el bienestar de
Israel?

6. ¿Por qué le dijo Dios a Moisés que matara a los madianitas? ¿Qué te dice esto respecto a Su lealtad a Sus hijos, aun
cuando sean desobedientes?

DÍA 3: Números 26—El Segundo Censo de Israel


7. ¿A quiénes debía incluir el censo que Dios ordenó a Moisés que levantara?

8. Repasa 1:1-4. ¿En qué ocasión anterior había ordenado Dios a Moisés que levantara un censo? ¿Cuántos hombres
contaron en esa ocasión? ¿Cómo esperarías que ese número se comparara con el número registrado en 26:51?

9. Compara 26:64-65 con 14:23-35. ¿Por qué murieron en el desierto casi todos los hombres que salieron de Egipto con
Moisés?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 27 2

10. Repasa los siguientes pasajes de Números. Además de las muertes por vejez, ¿cuáles eran algunas de las otras causas
de muerte de los israelitas?
a. 11:18-20, 31-33

b. 16:1-7, 20-35

c. 16:41-50

d. 21:4-7

e. 25:1-9

DÍA 4: Números 27:1-11—Las Hijas de Zelofejad


11. ¿Qué problema tenían las cinco hijas de Zelofejad?

12. ¿Qué le pidieron a Moisés? Por lo que sabes acerca de la historia y cultura bíblicas, ¿qué tenía de extraña su
petición?

13. ¿Cómo decidió Moisés qué hacer?

14. ¿Cómo condujo este incidente a la protección y provisión para generaciones futuras de mujeres en Israel?

DÍA 5: Números 27:12-23—Dios Nombra al Sucesor de Moisés


15. ¿Por qué iba a morir Moisés antes de que Israel entrara a la Tierra Prometida? (Véase también 20:10-13.)

16. ¿Qué petición le hizo Moisés a Dios? ¿Qué te dice esto respecto a su actitud y carácter?

17. ¿Qué detalles recuerdas acerca de Josué por lo que ya has estudiado? Repasa Éxodo 17:8-14; 24:12-14; 32:15-17;
33:7-11; y Números 11:24-30; 13:1-16; 14:1-9, 30.

¡Aplica la VERDAD!
Finés era tan celoso del honor de Dios que estuvo dispuesto a realizar una acción drástica. ¿Cuánto
celo tienes tú respecto a tu pecado contra Dios? ¿Hay ciertos pecados
que permites que permanezcan en tu vida que deben morir? La Palabra de Dios nos ordena que “hagamos morir”
los pecados que intentan conquistarnos (véase Romanos 8:13; Colosenses 3:5).
¿Existe alguna área de pecado personal en tu vida que debes hacer morir? Pide a Dios que ponga en ti tal celo
por Su santidad que tengas el valor para clavar esos pecados a la cruz. El celo por el honor de Dios es la
mejor manera de lidiar con el pecado. Prepárate para compartir acerca de esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 27 3

Lección 27 Comentario

Un Líder Nuevo para una Nueva Generación


Números 25–27
El pueblo de Dios estaba en el umbral de la Tierra Prometida. Habían esperado 40 años para llegar hasta este
lugar. Estaba tan cerca que lo alcanzaban a ver. No obstante, el pueblo se seguía rebelando. En Peor, el
mismo lugar donde Balaam había contado acerca de la bendición de Dios y las victorias futuras para Israel, los
israelitas cometieron adulterio físico y espiritual con Moab.
Israel Adora a Baal
Balac, rey de Moab, no pudo conseguir que Balaam maldijera a Israel. Así que, en lugar de eso, intentó
destruir a Israel por medio de la seducción. Los moabitas invitaron a los israelitas a sus sacrificios paganos.
Estos ritos violaban el mandamiento claro de Dios. De todas maneras, los israelitas fueron. Las ceremonias de
los cananeos solían incluir actos impíos de prostitución religiosa. De modo que la referencia a “prostituirse” en
Números 25:1 lleva un doble sentido. Aunque Israel había sido voluntariamente unida a su Dios mediante el
pacto en Sinaí, ahora se había unido al culto de Baal Peor. Esto fue tanto espiritualmente como sexualmente.
Éste fue el primero de muchos casos que ocurrirían posteriormente en los que los israelitas se volvieron hacia
el culto a Baal.
No todos los israelitas participaron en estos rituales. Sin embargo, parece que muchos de los “principales del
pueblo” sí lo hicieron. Como resultado, la ira de Dios se desató contra Israel en forma de una plaga terrible.
Dios le dijo a Moisés que colgara a los hombres culpables bajo el sol para que se apartara Su ira. Además,
Moisés ordenó a sus jueces que mataran a todo el que hubiera cometido adulterio con los moabitas.
Mientras todavía estaba ocurriendo todo esto, un israelita, Zimri, metió a su amante a su tienda. Pero Finés, el
hijo del sumo sacerdote, se opuso a la rebeldía de Zimri. Finés valientemente entró a la tienda de Zimri. Sin
titubear, Finés mató a la pareja con una sola embestida de su lanza. Instantáneamente, la plaga se detuvo. Sin
embargo, ya habían muerto 24,000 personas antes de que Dios apartara Su ira. Dios recompensó el celo de
Finés con una promesa de un sacerdocio perdurable.

Piensa en el peligro real. Israel estaba rodeada de naciones hostiles. El pueblo de Dios no entraría
a la Tierra Prometida sin una lucha. Pero la amenaza más grande que enfrentaba Israel era su propio
pecado. Cuando Israel puso a Dios en primer lugar, Él peleaba sus batallas por ellos. Pero cuando se
fueron tras la idolatría y la inmoralidad, Dios permitió
que fueran derrotados. Salmo 34:7 dice que los ángeles de Dios librarán a los que le temen. Pero Romanos
2:8 dice que “los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad,
recibirán el gran castigo de Dios.” Por eso, para protección de ellos, Dios ordenó a
Israel que destruyera a las naciones inmorales y paganas que los rodeaban.

La Nueva Generación es Contada


Desde este punto en delante, el libro de Números se enfoca sobre el futuro de Israel en la Tierra Prometida.
La primera generación de israelitas había muerto en el desierto (véase Números 14). Dios dijo a Moisés y a
Eleazar que tomaran un censo de la siguiente generación. Debían contarse los hombres mayores de 20 años de
edad, capaces de ir a la guerra, según su tribu.
Comparada con el primer censo (véase Números 1), la población de Israel había disminuido ligeramente. Los
números menores en la línea de Eliab de la tribu de Rubén dan cuenta de parte de la disminución. Números
26:8 menciona a Datán y Abiram como hijos de Eliab. Dios destruyó a sus familias debido a su rebeldía. La
tribu de Simeón fue la que más disminuyó. Zimri, el rebelde del capítulo 25, era simeonita. Posiblemente su
tribu fue la que más pérdidas sufrió en la plaga. Su tribu disminuyó de 59,300 a 22,200 entre el primer censo
y el segundo. No obstante, la tribu de Manasés creció por 20,000. El relato sobre Judá menciona a Er y Onán,
quienes habían muerto siglos antes (véase Génesis 38). Posiblemente se les haya incluido a ellos, como a
Datán y Abiram, para advertir contra la conducta impía. Dios eliminó las líneas de estos hombres rebeldes.
Cada una de las 11 tribus enumeradas en el censo de Números 26 podía contar con una asignación de
propiedad una vez que hubieran entrado a la tierra de Canaán y la hubieran conquistado. Esta propiedad era
llamada “heredad” para recordarle a Israel que era un regalo del Señor provisto conforme al pacto. La heredad
debía ser repartida proporcionalmente conforme al tamaño de las tribus.
Los levitas, la última tribu registrada, se enumeraron por separado porque ellos no recibirían tierras. Dios ya
había dicho que Él sería su heredad (véase 18:20). Moisés enumeró a las familias levitas individualmente.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 27 4

Notablemente, registró a su propia descendencia. Sus padres fueron levitas. Moisés también mencionó a
su hermana, hermano y a los cuatro hijos de su hermano. Incluyó detalles sobre las muertes de Nadab y
Abiú, quienes habían muerto cuando intentaron ofrecer a Dios un fuego no autorizado.
Este capítulo concluye con un recordatorio de que, con la excepción de Josué y Caleb, todos los miembros de
la generación anterior habían muerto. El juicio de Dios después de los eventos de Cades Barnea (véase
Números 14) se cumplió. Moisés mismo fue el último que quedó. Sin embargo, ni siquiera él cruzaría hacia la
Tierra Prometida.
Una Cuestión de Heredad
Los comentarios acerca de terreno hicieron surgir una pregunta de parte de las cinco hijas de un hombre
llamado Zelofejad. Le preguntaron a Moisés y a Eleazar si una mujer podría heredar una parcela de tierra. El
padre de las muchachas había muerto como parte de la generación anterior. Sin embargo, él no había sido
parte de la rebelión de Coré. Había muerto sin tener hijos. Si las cosas permanecían como estaban, su nombre
se acabaría. Así que las cinco jovencitas pidieron terrenos entre los de sus tíos.
Moisés le preguntó a Dios qué debía hacer. El Señor estuvo de acuerdo con las mujeres. Le dijo a Moisés que
les diera tierra entre los hermanos de su padre. El Señor agregó que esta regla también sería aplicable en el
futuro. Si un hombre muriera sin hijos, su propiedad se transferiría, primero a sus hijas, luego a sus hermanos,
tíos o finalmente al pariente más cercano de su clan,
Designación de un Nuevo Líder
Mientras los israelitas se preparaban para entrar a la Tierra Prometida, persistía una gran pregunta: ¿Quién
sería su nuevo líder? Pronto iba a morir Moisés. El Señor le permitiría escalar una montaña para ver la tierra
de la promesa. Después de eso, Dios le había dicho a Moisés, él moriría como había muerto también su
hermano Aarón. (A pesar de que este evento se relata en Números 27, el relato de la muerte de Moisés
realmente no aparece en la Biblia hasta Deuteronomio 34.) En el monte, Dios le recordó a Moisés que él no
entraría a la Tierra Prometida porque había desobedecido.

Piensa en la oración abnegada. Podemos imaginar que Moisés sintió una desilusión devastante cuando
Dios le dijo que él no podría entrar a la Tierra Prometida debido a su rebeldía pasada. Pero Moisés se
negó a permitirse ser consumido por la auto compasión.
Más bien, siguió trabajando a favor del pueblo al que Dios le había llamado a guiar. Le pidió a
Dios que designara a otro hombre para pastorear a Su pueblo—el mismo pueblo rebelde que se habían
quejado contra él durante los 40 años en el desierto.

El Señor respondió rápidamente. Le dijo que le impusiera las manos a Josué: “un hombre en quien está el
Espíritu.” Josué había sido el principal asistente de Moisés por muchos años. Josué velaba sobre la Tienda de
la Reunión mientras Moisés platicaba con Dios. Había dirigido batallas militares y misiones de espionaje.
Cuando los demás espías habían tenido temor de confiar en Dios después de haber visto los gigantes de
Canaán, Josué había intentado inspirar su fe. Josué había pasado décadas aprendiendo de Moisés. Él era uno
de sólo dos hombres de la generación anterior que cruzarían tanto el Mar Rojo como el Río Jordán con Israel.
Mientras Eleazar, el sumo sacerdote y el resto del pueblo observaban, Moisés puso su mano sobre Josué y lo
comisionó. En un tiempo en el que las transiciones políticas solían ser violentas, la primera transferencia de
poder ordenada por Dios en Israel, fue pacífica.

¡Personaliza la VERDAD!
Cuando las hijas de Zelofejad presentaron su problema a Moisés, él pudiera haber recurrido a su
propio juicio para tomar una decisión. Pero Moisés decidió no apoyarse en
su propio pensamiento. Más bien, llevó el asunto ante Dios (véase Proverbios 3:5-6). Cuando tú tienes que
tomar decisiones importantes ¿vas a Dios primero? Piensa en alguna decisión que tienes que tomar o un
problema que necesitas resolver. Antes de tratar de resolverlo por ti mismo, vé ante Dios. Pregúntale qué es lo
que debes hacer. ¡Él promete darnos sabiduría cuando se lo pedimos! (véase Santiago 1:5).
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 28—Números 28–30

Dios es la Primera Prioridad


¡Memoriza la VERDAD!
“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada
uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a
Dios.” Romanos 12:1

DÍA 1: Números 28:1-15—Ofrendas Diarias, Semanales y Mensuales


1. ¿Qué ofrendas se debían hacer al Señor cada día? ¿Qué ofrendas adicionales se hacían el sábado? ¿Qué ofrendas se
agregaban a las ofrendas regulares al principio de cada mes?

2. Una efa era como 22 litros, y un hin era como 3.5 litros. ¿Aproximadamente cuántos animales y cuánto grano, aceite
y bebida se debía ofrecer en el curso de un año para las ofrendas diarias?

3. Considera el gasto que representaban estas ofrendas. Considera también las horas del día a las que se debían hacer
las ofrendas y lo que Dios dijo acerca de ellos. ¿Qué importancia práctica sugieren estos detalles para ti y para tu
manera de adorar a Dios el día de hoy?

¡Aprende la VERDAD!
Nuestro versículo de memorización describe cómo deben adorar a Dios los creyentes en la
actualidad. Gracias a Jesús, nosotros ya no ofrecemos sacrificios de animales para cubrir nuestros
pecados. Jesús pagó por nuestros pecados una vez por todas en la cruz. Pero, ¿ofrecemos nuestras vidas
a Dios como sacrificios vivos y activos? Cada mañana de esta semana, ofrece tu adoración a Dios
presentándole tu vida para que Él la use como Él quiera. ¿Cómo afecta esto tu manera de ver la
adoración? Prepárate para hablar acerca de esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 28:16-31—Ofrendas para la Pascua y la Fiesta de las Semanas


4. ¿Qué ofrendas se debían hacer en la Pascua y los días de los panes sin levadura? Además de las ofrendas, ¿qué más
incluía la observación de estos días santos?

5. Por tus estudios anteriores de Mar Rojo al Río Jordán, ¿qué recuerdas sobre la importancia de la Pascua y lo que
conmemoraba? (Véase Éxodo 12.)

6. Repasa Levítico 23:15-16. ¿Cuál era el significado de la Fiesta de las Semanas?

7. ¿Qué recordatorio hizo Dios respecto a los sacrificios de animales que debían ofrecerse durante estas fiestas
(Números 28:19, 31)? ¿Qué te dice esto respecto al tipo de adoración que Dios merece, no sólo entonces, sino ahora?

DÍA 3: Números 29—Ofrendas para la Fiesta de Trompetas, de Enramadas y Día de Expiación


8. La Fiesta de Trompetas se observaba, entre otras cosas, hacienda sonar trompetas. A la luz de 10:7-10, ¿qué
significado piensas que podría haber tenido esta celebración para la gente?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 28 2

9. ¿Cuál era la importancia del Día de Expiación? ¿En qué difería de las demás fiestas (29:7, véase también Levítico
16:29-30)?

10. Haz los cálculos para determinar el número de toros, carneros y corderos que se requerían durante la celebración de
8 días de la Fiesta de las Enramadas.

11. Repasa Levítico 23:39-43. ¿Qué más conmemoraba la Fiesta de Enramadas?

DÍA 4: Repasa Números 28–29 con Hebreos 10:1-14—Adoración Hoy


12. ¿De qué manera cambió el sistema de sacrificios permanentemente, con la vida, muerte y resurrección de Jesús?

13. Considera el costo, compromiso de tiempo y el involucramiento emocional que Dios esperaba de los israelitas
cuando le adoraban a Él. ¿Qué es lo que piensas y sientes tú cuando comparas la adoración israelita con la manera en
que tú adoras hoy?

14. Repasa lo que cada una de las fiestas conmemoraba para el pueblo de Israel (preguntas 5, 6, 7, 8 y 10). ¿Has
experimentado el cuidado de Dios en alguna de estas maneras? ¿Cómo podría eso influir sobre tu adoración de Él?

DÍA 5: Números 30—La Importancia de las Palabras


15. ¿Qué les ordenó Moisés a los jefes de las tribus de Israel, según 30:2?

16. ¿Qué se requería de las mujeres que hacían votos? ¿Cómo afectaba el estado civil de la mujer estos requisitos?

17. ¿Por qué crees que es tan importante para Dios que cumplamos las promesas que hacemos?

¡Aplica la VERDAD!
Dios quiere que seamos personas que cumplimos nuestra palabra. Cuando decimos que
haremos algo, Él quiere que en realidad lo hagamos. Cuando prometemos no
hacer algo, Él quiere que cumplamos esa promesa. ¿Qué tan bueno eres para cumplir tu palabra? ¿Otros
dirían que tu sí significa sí y tu no significa no? (Véase Mateo 5:33-37; Santiago 5:12.) Pide a Dios que
te ayude a poner mucha atención a tus palabras. Pídele que te ayude a ser confiable en todo lo que dices.
Prepárate para comentar sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 28 3

Lección 28 Comentario

Dios es la Primera Prioridad


Números 28–30
Dios le dio la ley a Moisés mientras Israel acampaba en el Monte Sinaí. Después de eso, los israelitas habían
pasado 40 años en el desierto. Durante esos años la generación mayor, los que habían recibido la ley, murieron
todos. Al prepararse el pueblo de Dios a salir de Cades-barnea y avanzar hacia la Tierra Prometida, Él repasó
para la nueva generación algunos de los principios básicos para que todos entendieran la importancia de su
relación con Él.
Ofrendas Diarias
Dos veces al día, en la mañana y al anochecer, los sacerdotes debían sacrificar un cordero intachable en el
tabernáculo. Estos animales debían ser ofrecidos con una cantidad de harina fina mezclada con la cantidad
indicada de aceite de olivo. Dios le dijo a Moisés que era “el holocausto diario, instituido en el monte Sinaí.”
Se hace referencia a los detalles para la ofrenda dadas en Éxodo 29:38-42. Estas ofrendas diarias producirían
“un aroma grato al Señor.”
Una vez por semana, se debían hacer ofrendas para honrar el sábado de Dios. Además de las ofrendas diarias,
se daría una ofrenda adicional de grano y dos corderos adicionales. Esto era para recordarle a Israel la
importancia de guardar el cuarto mandamiento de Dios. Se les permitía a los sacerdotes hacer su trabajo en el
tabernáculo, pero todos los demás descansaban de su trabajo regular.
Cada mes nuevo requería también de sus propias ofrendas. El primer día del mes, Israel colectivamente debía
ofrecer 2 toros, un carnero y 7 corderos de un año. Se presentaban ofrendas de grano y libaciones con cada
animal. Un macho cabrío también sería ofrecido al inicio de cada mes como una ofrenda al Señor por el
pecado. Las ofrendas mensuales no sustituían las ofrendas diarias y semanales. Eran adicionales a lo que se
daba cada día. Por tanto, si el primer día del mes era un sábado, la ofrenda total sería de 11 corderos, 2 toros,
un carnero y un macho cabrío.
Las grandes cantidades de animales, grano y aceite que Dios requería de ellos era un presagio de la
abundancia futura que Él tenía guardada para ellos. Sólo una nación próspera podría satisfacer las demandas
anuales de la ley de Dios.

Piensa en el culto tan abundante. Tan sólo en los holocaustos regulares diarios, semanales y
mensuales—no relacionados con el pecado y que no eran parte de ninguna fiesta—Israel
ofrecía aproximadamente 900 corderos. Estas ofrendas, junto
con los toros y los carneros, la harina y el aceite, se daban cada mes con el único propósito de adorar a
Dios. No expiaban pecados ni culpa. No se ofrecían con la expectativa de recibir nada a cambio. Se
ofrecían únicamente porque Dios es digno. Siglos después de que Israel se hubiera establecido en la
Tierra Prometida, el Rey David afirmó este princiío: “No voy a ofrecer al SEÑOR mi Dios holocaustos
que nada me cuesten,” (2 Samuel 24:24). ¿Te cuesta algo adorar a Dios?
Ofrendas Festivas
Además de las ofrendas diarias, semanales y mensuales para el Señor, los israelitas debían celebrar ciertos días
santos con ofrendas adicionales.
Como aprendimos en nuestro estudio anterior de las fiestas de Israel, la Pascua era la primera fiesta en el
calendario hebreo. Se celebraba a los 14 días de iniciado el Nuevo Año, seguida por la fiesta de los Panes sin
Levadura. Esta fiesta de 7 días comenzaba y concluía con una santa convocación. No se debía hacer ningún
trabajo en estos días. Cada día de la fiesta se ofrecían a Dios dos toros, un carnero y 7 corderos, junto con un
macho cabrío como ofrenda por el pecado. Estos sacrificios eran adicionales a las ofrendas diarias.
La Fiesta de las Semanas ocurría siete semanas después de la Pascua. En esta fiesta Israel ofrecía al Señor sus
primicias, que correspondían al inicio de la cosecha. Al ofrecer a Dios los primeros frutos de lo que producía
la tierra en lugar de consumirlo, expresaban fe en la capacidad de Dios para proveerles durante el resto de la
cosecha.
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 28 4

La ofrenda establecida para esta fiesta eran 2 toros, un carnero, 7 corderos de un año, un macho cabrío como
ofrenda por el pecado, y la cantidad requerida de harina fina mezclada con aceite. (Este día llegaría a ser
conocido como Pentecostés—una palabra que significa 50—porque se celebraba 50 días después de la Pascua.)
La Fiesta de las Trompetas era el primero de tres festivales del otoño. El primer día del séptimo mes la gente
interrumpía su trabajo, sonaban trompetas y hacían ofrendas especiales: un carnero, 7 corderos de un año, y
ofrendas de grano. También sacrificaban un macho cabrío como ofrenda por el pecado. Las trompetas eran un
clamor a Dios para que los salvara de sus enemigos (véase 10:7-10). La Fiesta de las Trompetas conducía al
día más sagrado del año para Israel, el Día de la Expiación.
Nueve días después de la Fiesta de las Trompetas, todos los israelitas se debían humillar ante Dios y reunirse
para una santa convocación. Como en los demás días santos, hacían ofrendas especiales en este día, y no
hacían nada de trabajo. Sin embargo, a diferencia de los otros días, no había fiesta. Más bien, la gente debía
ayunar. Los sacerdotes conducían al pueblo en la celebración del ritual descrito en Levítico 16 y aplicaban la
ofrenda por la expiación por ellos. Además de las ofrendas que eran parte de la ceremonia de la expiación,
Israel también debía ofrecer un toro, un carnero, y 7 corderos de un año, sin mancha, junto con las ofrendas de
grano. Por supuesto que también se harían las ofrendas diarias.
La Fiesta de las Enramadas se celebraba ocho días después del Día de la Expiación. Duraba una semana. Se
hacían ofrendas especiales cada día. De hecho, las ofrendas durante la Fiesta de las Enramadas eran las más
abundantes de todo el año. Tan sólo en el primer día de la fiesta, los sacerdotes ofrecían 13 toros, 2
carneros, 1 macho cabrío, y 14 corderitos para sacrificio, junto con las ofrendas de grano.
Subsecuentemente, seguían ofreciendo gran número de sacrificios, aunque sólo se requería un toro cada día.
Éstos eran adicionales a las ofrendas que se requerían cada mañana y cada tarde.
Las listas de los sacrificios requeridos pudieran parecer muy repetitivas y demandantes. Pero Dios tenía Sus
razones para esto. Él quería ocupar el primer lugar en la mente de los israelitas. Los eventos de todo un año
calendario les ayudarían a no olvidar su relación con Él y Su prioridad en sus vidas. Sin embargo, estos
sacrificios no reconciliarían permanentemente al pueblo con Dios. Ni siquiera las ofrendas perpetuas podían
impartir al ser humano una justificación delante de Dios—ni era ése su propósito. Eso sólo lo podía lograr el
sacrificio de una vez para siempre hecho por el Hijo de Dios, Jesucristo (véase Hebreos 10:10).
Votos
Los votos son promesas condicionales que la gente hace a Dios. La gente suele hacer votos en momentos de
crisis. Sin embargo, cuando se resuelve la crisis, a veces se ven tentados a violar esos votos. Pero Dios le
asigna un alto valor al cumplimiento de los votos. Así que Él les dio a los israelitas reglas respecto a esto. El
principio general para los votos de los hombres israelitas aparece en Números 30:1-2. Los hombres que se
comprometían bajo un juramento o un voto estaban obligados a honrar ese voto. Las viudas y las mujeres
divorciadas también tenían que honrar sus votos. Sin embargo, si una mujer joven aún vivía en casa de sus
padres, su padre podía revocar el voto de ella si él no estaba de acuerdo con el voto. El marido podía anular el
voto de su esposa, pero tenía que actuar en el día en que él se enterara. Si demoraba, el voto permanecería.
Estas precauciones estaban diseñadas para proteger a la mujer.

Piensa en cómo ve Dios a la mujer. No era raro en tiempos bíblicos—ni ahora en algunas
culturas—que la mujer sea vista como inferior a los hombres. Pero Dios ve de muy diferente
manera a la mujer. Él creó a las mujeres a Su imagen, igual que al
hombre (véase Génesis 1:27). Dios permitía que las mujeres hicieran votos. Como Él permitía que las
viudas y las divorciadas hicieran votos sin la aprobación de un hombre, resulta claro que Él veía a la
mujer como capaz de tomar decisiones importantes. Él les dio el privilegio de tener su propia relación
con Él.

¡Personaliza la VERDAD!
La adoración de Dios era la pieza central en la vida de los israelitas. Ellos no sólo
adoraban en el sábado. Adoraban los 365 días del año, mañana y tarde, año tras año. ¿Cómo
sería si tú tuvieras un patrón diario, regular de adorar a Dios? ¿Qué
efecto tendría sobre tu fe? ¿Sobre tu santidad? ¿Sobre tu amor por Dios? Habla con Dios acerca de la
manera de incorporar más adoración en tu vida diaria. Empieza a practicar las ideas que Él te dé, y
observa cómo crecen tu fe y tu amor por Él!
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 29—Números 31–33

En la Ribera del Río Jordán


¡Memoriza la VERDAD!
“Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza,
hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo
pagaré’, dice el Señor.”
Romanos 12:18-19

DÍA 1: Números 31:1-6—Dios Ordena Venganza Contra Madián


1. ¿Qué le ordenó Dios a Moisés que hiciera, según 31:1-2?

2. Proverbios 20:22 dice: “Nunca digas: ‘¡Me vengaré de ese daño!’ Confía en el SEÑOR, y él actuará por ti.” ¿De quién
es la responsabilidad de vengar el daño? ¿Quién no debe tomar venganza? (Véase también Levítico 19:18 y tu
versículo de memorización.)

3. Repasa Números 25:6-18. ¿Cómo había dañado Madián a Israel?

¡Aprende la VERDAD!
En Mateo 18:6 Jesús hizo una fuerte advertencia a la gente de que no condujeran a otros a pecar.
Dijo: “Pero si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al
cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar.” Probablemente nosotros no
llevemos a otras personas a pecar tan intencionalmente como lo hicieron los madianitas, pero si no estamos
caminando cerca de Jesús, puede suceder. Pide al Espíritu Santo que te haga sensible a tus hermanos y
hermanas en Cristo para que no les hagas tropezar con tus palabras, actitudes o conducta. ¿Cómo hace esta
oración que cambies lo que piensas, sientes, haces y dices? Prepárate para compartir acerca de esto con tu
Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 31:7-54—Israel Derrota a Madián


4. ¿Cuál fue el resultado de la batalla? Proporciona los detalles con base en 31:7-12.

5. A pesar de esta increíble victoria, Moisés estaba enojado con los oficiales del ejército. ¿Por qué? ¿Qué les ordenó
Moisés a los oficiales que hicieran como resultado de esto? ¿Qué lección podemos aprender de esto?

6. ¿Qué sucedió con los despojos de la batalla? Menciona las diferentes maneras en que se distribuyó. ¿Ves algún
significado en lo que hicieron los israelitas con los despojos?

DÍA 3: Números 32:1-15—Moisés Reprende a Rubén y a Gad


7. ¿Qué petición le hicieron las tribus de Rubén y Gad a Moisés y los demás líderes? ¿Por qué hicieron esta petición?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 29 2

8. Según 32:6-7, ¿qué acusaciones directas e indirectas hizo Moisés contra las tribus de Rubén y Gad?

9. ¿Qué era lo que Moisés temía que sucedería, en última instancia, si se les concediera su petición a los rubenitas y los
gaditas?

DÍA 4: Números 32:16-42—Las Tribus Llegan a un Acuerdo con Moisés


10. ¿Qué promesas hicieron los líderes de Rubén y Gad para asegurarle a Moisés respecto a sus buenas intenciones?

11. ¿Sobre qué condiciones dio Moisés su aprobación a su petición? ¿Qué advertencia les hizo también?

12. ¿Cómo aseguró Moisés que el acuerdo al que habían llegado él y las dos tribus se cumplirían, aun después de que él
muriera?

DÍA 5: Números 33:1-56—Moisés Repasa el Viaje de Israel


13. ¿Cómo describe 33:2 el relato contenido en Números 33? ¿Por qué crees que Moisés llevaba ese registro?

14. Al recordar los diversos eventos que ocurrieron durante los 40 años en que Israel vagó por el desierto, ¿cuáles son
dos o tres ejemplos de la fidelidad de Dios que te llaman más la atención? Explica.

15. ¿Qué instrucciones y advertencia le hizo Dios a Moisés en la ribera del río Jordán? ¿Qué dijo Dios que sucedería si
Israel no escuchaba Su advertencia?

¡Aplica la VERDAD!
Parece que Moisés pudiera haber malinterpretado las motivaciones de los rubenitas y los gaditas. Él
reaccionó ante su petición súbita y airadamente. Él pensó lo peor de ellos,
comparándolos con hombres rebeldes del pasado de Israel, e incluso les llamó “caterva de pecadores.” Los
rubenitas y gaditas respondieron amablemente a las acusaciones de Moisés, y se llegó a un acuerdo pacífico.
No obstante, la reacción de Moisés nos recuerda la palabra sabia contenida en Santiago 1:19: “Todos deben
estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.” ¿Eres tú un buen oyente? ¿Piensas lo
mejor de otros, o eres pronto para juzagarlos? Esta semana, concéntrate en ser paciente al escuchar a otros.
Pide a Dios que te ayude a ver lo mejor en otros y no hablar o reaccionar con demasiada rapidez. Prepárate
para hablar acerca de esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 29 3

Lección 29 Comentario

En la Ribera del Río Jordán


Números 31–33
Moisés tenia tareas específicas que debía realizar en sus últimos días sobre la tierra. Una de ellas era reunir un
ejército para ejecutar la venganza del Señor sobre Madián. Luego, cuando todos estaban pensando en
establecerse permanentemente, Moisés tendría que decidir si algunas de las tribus podrían establecerse del lado
oriente del Río Jordán, con lo cual se empezaría a separar la nación. Finalmente, Dios quería que Moisés
escribiera. Números 33 contiene un relato detallado del viaje de Israel desde Egipto a Canaán.
La Venganza de Dios Contra Madián
Como recordarás de la Lección 27, después de que los madianitas fracasaran en su intento de maldecir al
pueblo de Dios, encontraron otra manera de dañarlos. Madián sedujo a Israel para que adorara a Baal. Este
pecado de idolatría amenazó a Israel más severamente que ningún ataque militar. Los israelitas eran el pueblo
singular de Dios. Un pacto los unía a Él. Él los había elegido como Su medio para bendecir al mundo. Todo
lo que Dios se había propuesto hacer por la humanidad por medio de Israel dependía de que ellos
permanecieran separados de las demás naciones por su culto únicamente a Dios.
Dios castigó a Israel por su pecado. Envió una plaga que mató a muchos de los israelitas, incluyendo a los
jefes (véase 25:4). Pero no sólo Israel había pecado. Las seducciones sexuales y espirituales en Peor estaban
encaminadas a hacer que Israel se fusionara con sus vecinos extranjeros. Dios sabía que semejante asimilación
corrompería a Israel. Su pueblo tenía que permanecer separado. Por tanto, Dios pondría fin a cualquier
amenaza a Su plan. Números 31 deja claro que el ataque contra Madián era idea de Dios, no de Israel. Sólo Él
es el vengador del mal, pero usaría a Israel como Su instrumento. “En nombre de tu pueblo tienes que
vengarte de los madianitas,” le dijo Dios a Moisés. Él envió a Israel a pelear contra Madián para “descargar
sobre ellos la venganza del SEÑOR.”
Moisés hizo como Dios le mandó. Reunió un ejército de 12,000 hombres armados, 1,000 de cada tribu.
Envió a Finés para representar al sacerdocio. Finés llevó consigo “los utensilios del santuario y las trompetas
que darían la señal de ataque,” símbolos de la presencia del Señor con ellos.
La batalla fue decisiva. No murió ni un solo israelita, pero Madián perdió todos sus guerreros. Murieron
también los cinco reyes de Madián, y las ciudades se consumieron en llamas. Los guerreros de Israel trajeron
a las mujeres, niños y valores de Madián a Moisés. Cuando Moisés vio a las mujeres madianitas, estaba
furioso.
Normalmente las mujeres eran libradas en las batallas militares fuera de Canaán. Pero estas eran algunas de
las mismas mujeres que habían conspirado contra Israel y contra Dios. Dios tenía a estas mujeres por
responsables de sus acciones. Moisés ordenó que fueran ejecutadas por sus ofensas contra Dios. También
morirían todos los niños varones, pero las niñas que eran demasiado jóvenes para haber estado con un hombre
fueron libradas. La venganza siempre es tarea de Dios. En este caso, Él decidió usar al ejército de Israel como
Su medio de venganza. Dios fue el iniciador de esta acción. Lo hizo para proteger y preservar Su santo plan y
a Su santo pueblo.

Piensa en venganza. Recuerda siempre que ni Moisés ni Israel decidieron vengarse de Madián—
Dios tomó la iniciativa. A Dios le toca la venganza, no a nosotros. Levítico 19:18 dice: “No seas
vengativo con tu prójimo,” y en Deuteronomio 32:35 Dios dijo: “Mía es la venganza.” En el Nuevo
Testamento, Pablo dice claramente: “No tomen venganza,
hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo
pagaré’, dice el Señor. ” (Romanos 12:19). Dios se encargará de hacer justicia. Pero lo hará en Su propio
tiempo y a Su propia manera. Él es un juez justo (véase Salmo 9:8).

El botín de guerra tomado de los madianitas derrotados fue enorme. Dios dijo que lo dividieran en dos partes.
Una mitad era para los 12,000 hombres de guerra que habían ido a la batalla. La otra mitad de repartió entre
todos los demás, aplicándose un tributo a cada uno para darlo a los levitas y al tabernáculo. Después de esta
repartición, los comandantes del ejército reportaron la asombrosa noticia: “Tus siervos han pasado revista, y
no falta ninguno de los soldados que estaban bajo nuestras órdenes.” Por esta razón, el ejército quería hacer
una ofrenda al Señor. Le pidieron a Moisés que aceptara el botín de oro que habían recogido. El enorme
donativo, de unas 420 libras de oro, era para reconocer la asombrosa bondad de Dios en la preservación de las
vidas de los soldados israelitas.
La Petición de Rubén y Gad
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 29 4

Israel había estado acampando al lado oriente del Jordán. La tierra de ese lado del río era buena para que
pastaran los animales. Las tribus de Rubén y Gad, ambas tenían rebaños muy grandes. Ellos querían
establecerse en estas tierras. Le preguntaron a Moisés si podían vivir allí en lugar de cruzar al otro lado del
Jordán con el resto de Israel. Pero su petición irritó e hizo enojar a Moisés. Él creyó que si ellos se quedaban
atrás podrían desalentar a los demás israelitas. Él estimaba que también reduciría el número de hombres de
guerra que Israel necesitaba para conquistar Canaán. Moisés comparó a estos hombres con los espías cobardes
en Cades-Barnea. Ellos habían infundido temor y duda al corazón de Israel y habían provocado la ira del
Señor. Moisés no permitiría que se repitiera esa situación.
Los líderes de Rubén y Gad aclararon su petición. Ellos no abandonarían a sus compatriotas. Ellos dejarían a
sus familias y su ganado al lado oriente del Jordán y acompañarían al ejército de Israel para la invasión.
Prometieron su fidelidad por el tiempo que durara la guerra, prometiendo no volver a casa “hasta que cada
uno de los israelitas haya recibido su heredad.” Moisés aceptó, pero advirtió a las tribus que Dios les exigiría
que cumplieran su promesa. Abandonar a Israel sería rebelarse contra Dios. No obstante, una vez que la tierra
al poniente del Jordán fuera colonizada, los hombres de Rubén y Gad podrían regresar a sus familias y sus
rebaños. Las tribus al lado oriente vivirían en esta tierra llamada Galaad, también conocida como
Transjordania.
Revisando el Pasado
La mayoría de los israelitas eran demasiado jóvenes para recordar el viaje de su pueblo al salir de Egipto.
Para recordarles lo que Dios había hecho por ellos, Moisés documentó el viaje completo desde el Mar Rojo
hasta el Río Jordán. La mayoría de los 40 puntos en los que acamparon no son identificables en la actualidad.
Más importante que las ubicaciones mismas es la manera en la que Dios proveyó para más de un millón de
personas en su travesía del desierto durante 40 años. Como escritor de este relato, Moisés dio testimonio de
primera mano de la fidelidad de Dios a Israel.
Números 33:50-56 contiene algunas de las palabras más importantes de Dios a Moisés. Israel no debía vivir
junto a los habitantes de la tierra. Esta tierra había sido dada a Israel en el pacto que hizo Dios con Abraham
siglos antes. Israel debía expulsar a sus habitantes y tomar posesión de ella. Israel debía destruir a todos los
ídolos que encontraran allí. El culto a los dioses falsos representaba un riesgo mucho más grande que lo que
eran los ejércitos que los defendían. Dios quería proteger a Su pueblo contra esa amenaza.

Piensa en la eliminación del pecado de nuestras vidas. Dios dijo a Israel que expulsaran a los
habitantes de la tierra y que destruyeran todo ídolo. De manera similar, si hemos de vivir las vidas
santas a las que Dios nos ha llamado, tenemos que quitar toda influencia
pecaminosa de nuestras vidas. Romanos 8:13 dice: “Si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos
del cuerpo, vivirán.” Colosenses 3:5 nos manda “hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal:
inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia.”

Sin embargo, si el pueblo no acataba Sus instrucciones, sus vidas estarían plagadas de problemas. Si toleraban
entre ellos a los idólatras, esas personas “que dejan allí, esa gente les causará problemas, como si tuvieran
clavadas astillas en los ojos y espinas en los costados.” Si toleraban el mal en su tierra, ellos mismos
enfrentarían juicio severo de parte de Dios: “Yo haré con ustedes lo que había pensado hacer con ellos.”

¡Personaliza la VERDAD!
Al final de su vida, Moisés escribió un registro completo de los lugares por los que Dios lo había
guiado a él y a los israelitas durante sus 40 años en el desierto. Imagina lo que debe haber sentido Moisés al
reflexionar sobre todas las maneras en las que Dios le había ayudado y protegido. Israel había disfrutado
experiencias increíbles del poder, la gloria y la presencia de Dios.
¿Cómo sería si tú hicieras un registro de todos los lugares por los que Dios te ha llevado en tu viaje espiritual
hasta hoy? ¿Dónde has visto más claramente Su presencia? ¿Dónde llegaste a amarlo a Él más
profundamente? Mientras haces memoria, agradece y alaba a Dios por Su cuidado de ti en todas las etapas de
tu vida hasta ahora.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Mar Rojo al Río Jordán Lección 30—Números 34–36

Una Vista Preliminar de la Herencia


¡Memoriza la VERDAD!
“Todo eso sucedió para servirnos de ejemplo, a fin de que no nos apasionemos por lo malo, como
lo hicieron ellos.” 1 Corintios 10:6

DÍA 1: Números 34:1-15—Dios Establece las Fronteras de Israel


1. ¿Cuándo estableció Dios los límites de la tierra a la que estaban por entrar los israelitas? ¿Por qué crees que escogió
hacerlo en ese momento?

2. En el Salmo 16:6, David dijo: “Bellos lugares me han tocado en suerte; ¡preciosa herencia me ha correspondido!”
¿Qué crees que significa esto? ¿Cómo se podría interpretar esto como una alabanza a Dios?

3. ¿Cuál es tu herencia de parte de Dios?

¡Aprende la VERDAD!
Hechos 17:26-27 dice que Dios escogió los momentos y lugares exactos en los que vivirían las
personas, “para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren.” Dios determinó tu “heredad”—
la familia y la nación en la que naciste, los dones y talentos que tienes. Él determinó lo que era mejor para ti,
y ése es Su regalo para ti. Esta semana, reflexiona sobre la heredad que Él ha elegido para ti. ¿De qué manera
te han ayudado los “limites” que Él ha elegido para ti, a buscarle y encontrarle a Él? Prepárate para comentar
sobre esto en tu Grupo Pequeño.

DÍA 2: Números 34:16-29—Dios Designa Líderes para Repartir la Tierra


4. ¿A quiénes eligió Dios para supervisar la repartición de la tierra? ¿Qué sabes acerca de estos dos hombres que los
calificaría como buenas elecciones para esta tarea?

5. ¿Por qué crees que Él no permitió que el pueblo seleccionara a los hombres que ayudarían a Josué y Eleazar?

6. ¿Cómo se deben elegir los líderes del pueblo de Dios hoy? (Véase Hechos 13:1-3; 1 Corintios 12:4-11; y Efesios
4:11-12.)

DÍA 3: Números 35:1-8—La Heredad de los Levitas


7. ¿Qué ordenó Dios que las tribus de Israel proveyeran para los levitas de su propia tierra heredada? Describe las
características, el tamaño y el número de lo que Dios les ordenó que compartieran.

8. Repasa 18:20-24. ¿Por qué los levitas no recibieron heredad de tierras para ellos mismos?

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Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 30 2

9. ¿Cómo se expresa la justicia de Dios en Su manera de ordenar que se hiciera esta distribución? (Véase 35:8.)

DÍA 4: Números 35:9-32—Ciudades de Refugio


10. Repasa Éxodo 21:12-14. ¿Con qué propósito ordenó el Señor que se establecieron las ciudades de refugio?

11. ¿Cómo se distinguía a la persona que “mata a alguien inadvertidamente” del “asesino” (Números 35:11, 16)?

12. ¿Quién determinaba si una persona era culpable de homicidio? ¿Cuál era el castigo y cómo se ejecutaba? ¿Por qué
era necesario esto, según 35:33-34?

13. ¿Qué sucedía con la persona que era encontrada inocente de homicidio, pero culpable de homicidio imprudencial?

14. ¿De qué manera ofrecían justicia estos mandamientos, tanto a la persona acusada como a las familias que habían
sufrido la pérdida de un ser querido?

DÍA 5: Números 36:1-13—Mujeres que Heredan Propiedad


15. Repasa 27:1-11. ¿Qué inquietudes tenían los jefes del clan de Galaad en relación con las heredades de las mujeres?
¿Cómo resolvió Moisés este problema?

16. Aun cuando estos son los versículos finales del libro de Números, ¿qué evento importante aún no había ocurrido?
(Véase 27:12-13).

17. Al recordar la vida y el ministerio de Moisés, ¿qué es lo que más te impresiona? ¿Qué has aprendido de él que
quisieras aplicar en tu propia vida?

¡Aplica la VERDAD!
La fe de Moisés, Josué y Caleb creció aun mientras la mayoría de Israel se quejaba, dudaba y se
rebelaba. Todos experimentaron pruebas duras en el desierto. Pero algunos
profundizaron más en su fe y en su obediencia, mientras otros se alejaron más de Dios. Lee 1 Pedro 2:37; y
Santiago 1:2-4. ¿Qué es lo que hace que uno crezca y se fortalezca por medio de las pruebas y otro se aleje de
Dios? ¿Cómo podrías aplicar esta verdad a tus circunstancias el día de hoy? Prepárate para compartir acerca
de esto con tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 30 3

Lección 30 Comentario

Una Vista Preliminar de la Herencia


Números 34–36
Los últimos capítulos de Números muestran cómo preparó Dios a Su pueblo para vivir en la tierra prometida.
Les indicó cómo debían repartir la tierra. Les dio más instrucciones respecto a las tierras heredadas por
mujeres. Describió la provisión de ciudades especiales para los levitas. Estableció una manera de proteger a
las personas que habían sido acusados equivocadamente de cometer homicidio. Con estas últimas instrucciones,
Israel estaba lista para poseer la tierra que Dios les había prometido a sus padres, Abraham, Isaac y Jacob.
La Tierra Prometida Definida
Mientras los israelitas acampaban al lado oriente del Jordán, Dios definió las fronteras de la tierra al otro lado
del río. Era una tierra que Moisés vería desde lejos, pero al que no entraría. Repetidas veces, Dios describió
esta tierra como una heredad—era un regalo de parte de Él. Era la tierra que Él les había prometido a los
patriarcas siglos antes. Los límites descritos en 34:3-12 no incluyen los territorios al oriente del Jordán.
Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Manasés se asentarían allí. Como vimos antes, estas tribus escogieron
recibir su tierra antes de que Israel cruzara a Canaán.
La frontera sur de la Tierra Prometida corría desde el extremo sur del Mar Muerto hacia el poniente hasta el
arroyo de Egipto. Incluía la región de Cades-Barnea, donde la primera generación de israelitas se había
rebelado contra Dios (véase Números 14). La frontera occidental estaba establecida por el Mar Grande, que
ahora conocemos como el Mar Mediterráneo. La frontera norte corría hasta Lebó Jamat, pasando por el Monte
Hor, (no el monte Hor donde murió Aarón, que estaba cerca de Edom). Incluía el Líbano moderno y una gran
parte de Siria moderna. La frontera oriental corría hacia el sur por el mar de Quinéret (también conocido como
el Mar de Galilea) por el río Jordán hasta el extremo noreste del Mar Muerto (Salado).
Después de definir las fronteras de Israel, la siguiente tarea era repartir la tierra entre las tribus. Dios escogió a
Josué y a Eleazar para que supervisaran el proceso. Ellos distribuyeron la tierra mediante suertes. Representantes
de cada tribu fungieron como supervisores. Así dispuso Dios que se aseguraran de que todo se hiciera
equitativamente.
Los levitas habían sido excluidos del censo de la nueva generación (véase Números 26). Ellos no iban a
heredar propiedad con el resto de la nación porque Dios mismo sería su heredad. Pero, de todas maneras,
ellos necesitaban un lugar para vivir y pastizales para su ganado. Dios suplió esta necesidad ordenando que
cada una de las demás tribus contribuyeran pueblos para que vivieran los levitas. Las tribus, a su vez, tendrían
la bendición de tener levitas cercanos a ellos para que les enseñaran los caminos del Señor.
Ciudades de Refugio
Las tribus dieron 42 ciudades a los levitas. Además, Dios ordenó que 6 ciudades más fueran apartadas como
refugio para cualquier israelita acusado de homicidio. Habría tres ciudades de refugio de cada lado del Jordán.
Ellos proveerían seguridad y justicia para las personas falsamente acusadas de homicidio. Según la ley de
Moisés, el pariente masculino más cercano de la víctima de homicidio debía servir como el “vengador de la
sangre.” No obstante, si la muerte había sido por accidente, esa persona no sería homicida. Dios dijo que no
tendría que morir. Así que Dios estableció ciudades de refugio adonde pudieran huir los acusados de
homicidio hasta que pudieran recibir un juicio justo.

Piensa en que la verdadera justicia requiere tanto la protección del inocente como el castigo del
culpable. La condenación del inocente es una falla de la justicia. Pero también lo es el pasar por
alto o absolver los delitos de los culpables. Mediante el establecimiento
de las ciudades de refugio, Dios proveyó justicia, tanto para el culpable como para el inocente.

Las ciudades de refugio no eran diseñadas para proteger a los asesinos. Más bien, proveían refugio para las
personas que no habían tenido intenciones de matar. Una vez que hubieran huido a una ciudad de refugio, la
persona acusada sería juzgada. Si era encontrado culpable, el “vengador de la sangre” lo ejecutaría.
No había ningún sacrificio que pudiera hacer expiación por el homicidio. La sangre de un animal no podía
expiar por el pecado de privar a un ser humano de su vida. Dios había dejado claro este principio desde los
tiempos de Noé: “Si alguien derrama la sangre de un ser humano, otro ser humano derramará la suya, porque
el ser humano ha sido creado a imagen de Dios mismo” (Génesis 9:6). No traer al homicida a juicio sería
robarle a la humanidad la dignidad de ser hechos a la imagen de Dios. También contaminaría la tierra que
Dios había separado para Israel.
Homicidios no intencionales se manejaban de manera diferente a los asesinatos. Si el pueblo determinaba que un
hombre había ocasionado la muerte de alguien, pero no lo había hecho a propósito, se le perdonaba la vida. La
Del Mar Rojo al Río Jordán – Lección 30 4

ciudad de refugio sería su residencia hasta la muerte del sumo sacerdote. El homicida perdería la libertad, pero
podría seguir viviendo una vida normal dentro de los muros de la ciudad.
Si el homicida salía de la ciudad, el vengador podría matarlo. Pero después de la muerte del sumo sacerdote
de Israel, el homicida estaba en libertad para regresar a su lugar de origen. Algunos eruditos piensan que este
punto es importante. Piensan que presagia al Sumo Sacerdote supremo, Jesucristo, y la libertad del pecado
que Él adquirió para nosotros por Su muerte.

Piensa en Jesús como nuestra “Ciudad de Refugio.” Todos hemos cometido delitos que
ameritan la muerte (véase Romanos 3:23; 6:23). Nuestro pecado ocasionó la muerte de Jesucristo
(véase Isaías 53:4-5; 1 Corintios 15:3). Plenamente consciente de nuestra
culpabilidad, el acusador, Satanás (véase Apocalipsis 12:10), busca la ejecución de todos nosotros.
¡Pero Jesús es nuestro refugio! Hebreos 6:18 nos asegura que cuando nos refugiamos en Él, tenemos
una “firme y segura ancla del alma.” ¡Estamos seguros en Jesús, nuestra gran sumo sacerdote, para
siempre! ¿Has recurrido a Él para tu seguridad?

La Transferencia de la Tierra
El libro de Números termina con una descripción de la manera en que se traspasaría la tierra a las nuevas
generaciones. Como vimos en Números 27, Dios había dicho que las hijas que no tuvieran hermanos vivos
podían recibir la heredad de su padre después de la muerte de él. Luego los miembros de la tribu de Manasés
preguntaron qué debía suceder cuando tales mujeres—específicamente las hijas de Zelofejad—se casaban con
alguien de otra tribu.

La pregunta no era si las mujeres tenían derecho a heredar la propiedad—Dios ya había explicado eso. La
pregunta era respecto a los derechos a la propiedad en las generaciones futuras. La heredad de las mujeres
sería transferida a las tribus de sus maridos. A los líderes de Manasés les preocupaba que esto haría que
perdieran parte la tierra de su heredad. El año del jubileo (véase Levítico 27:17-25) no ayudaría. Cada 50
años, los derechos a la propiedad volvían a los dueños originales y se cancelaban todas las deudas. Sin
embargo, en el caso de matrimonio, la propiedad de una mujer se convertía en propiedad de su marido para
siempre.

Así que, Moisés consultó el asunto con Dios. Dios les indicó a tales mujeres que encontraran maridos de sus
propias tribus. Dios luego emitió el siguiente principio más amplio: “Ninguna heredad en Israel podrá pasar de
una tribu a otra.” Este reglamento llegó a ser parte de los mandamientos permanentes que el Señor dio a Israel
mientras acampaban en las llanuras de Moab.

Sólo le quedaba a Moisés una última tarea por completar. Predicó un largo sermón relatando todo lo que Dios
había hecho por Israel y lo que tenía planeado hacer por ellos—si tan sólo le seguían y le obedecían. Este
sermón constituye la mayor parte del libro de Deuteronomio. Cuando terminó el sermón, Dios le permitió ver
la Tierra Prometida desde el Monte Nebo en Moab. Luego, a los 120 años de edad, murió. Dios mismo lo
sepultó, pero nadie sabe dónde. Deuteronomio 34:7 dice que al final de su larga y admirable vida, “no se había
debilitado su vista ni había perdido su vigor.”

¡Personaliza la VERDAD!
Nuestro versículo de memorización y también 1 Corintios 10:11-12 explica que las cosas que les
sucedieron a los israelitas en el desierto son ejemplo para nosotros: “Todo eso les sucedió para servir de
ejemplo. . . Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.” Recuerda todo tu estudio
de Mar Rojo al Río Jordán. ¿Qué has aprendido del ejemplo de los israelitas? ¿Qué advertencias estás
tomando a pecho? ¿Cómo piensas aplicar estas cosas a tu vida? No permitas que las experiencias de ellos se
desperdicien—aprende y crece por ellas.

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