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Ingresado en la Compañía de Jesús en 1754, Juan Nuix estudió Retórica, Filosofía y

Teología en Gerona. Tras la Expulsión de los jesuitas de los territorios del


Imperio español se estableció en Ferrara, ciudad en la que permaneció hasta su
prematura muerte, en 1783. Allí empezó a dedicarse al estudio de las Ciencias
Exactas y Económicas.

La obra principal de Juan Nuix, escrita originalmente en italiano, son las


Riflessioni imparziali sopra l’umanità degli spagnoli nell’Indie, contro i pretesi
filosofi e politici, per servire di lume alle storie dei signori Raynal y Roberston
(Venecia, 1780), traducida en 1782 por Pedro de Varela Ulloa y, al año siguiente,
por su hermano Jose Nuix. En ella se plantea una defensa y apología de la Conquista
contra las tesis antiespañolas formuladas mayormente por filósofos y eruditos
ingleses y franceses, y ello a través de una atenta crítica de las fuentes, sobre
todo de la Brevísima relación de la destrucción de las Indias de Bartolomé de Las
Casas. Como recuerda el historiador argentino Rómulo D. Carbia, "Nuix abordó la
realización de un empeño que por entonces se imponía, desde que no resultaba lógico
que se sindicase de exagerado cuanto afirmaba Las Casas, sin ofrecer una
demostración de la realidad de lo que se sostenía" .1 La supuesta imparcialidad de
las Reflexiones de Nuix, como él mismo declara en el Prólogo, se debe a su origen
catalán (la Corona de Aragón no participó en la Conquista). Su defensa se
estructura en cinco disertaciones:

Las crueldades que se atribuyen a los españoles en la conquista de América o son


falsas o han sido abultadas por testigos sin calidad para ser tales.
Los atentados contra la libertad y los bienes de los aborígenes, ejercidos aquí por
los peninsulares, son calumnias sin fundamento.
Las violencias, si las hubo, de las que habrían echado mano los conquistadores, ni
fueron tan graves, ni distintas, en todo caso, de las que otras naciones ejecutaron
al realizar empresas semejantes a las acometidas por los oriundos de España.
Todos los excesos advertidos en la conquista del Nuevo Mundo fueron acciones
privadas que los monarcas condenaron y reprimieron.
Los males de cualquier naturaleza que los españoles pudieron producir en América,
resultaron compensados con creces con los beneficios que reportó su acción
civilizadora.
No se conocen otras obras publicadas de Nuix. En su Biblioteca jesuítico-española,
Lorenzo Hervás cita dos títulos de carácter filológico-literario, fruto de la
exquisita preparación humanista del americanista catalán: la Risposta ad una satira
dell’accaduto in Parnasso, &c. (Ferrara, 1782) y el Specimen veteris romanae
litteraturae (Ferrara, 1783).2

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