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Título: El palacio de los escurridizos: Descripción de Anfibios y Reptiles del cerro Tatarcuna

Entradilla:
El cerro de Tatarcuna, ubicado en las proximidades de la frontera entre Panamá y Colombia, al
norte del Chocó, presenta ser una de las zonas más interesantes en cuanto a diversidad de
anfibios y reptiles. Compuesto por densos bosques maduros que recubren un complejo sistema
montañoso entre los 0 y 1900 msnm, éste cerro es hogar de variados anuros, lagartos y
serpientes, donde predominan las familias Craugastoridae, Dactyloidae y Colubridae
respectivamente. La cantidad de especies encontradas en este territorio lo hace un espacio
clave para la observación y comparación de características biológicas y ecológicas entre
individuos, dándole un valor no solo científico sino endémico para el país, por lo que éste cerro
representa una oportunidad para tener una experiencia apreciativa única.
Características biológicas generales de anfibios y reptiles:
En su totalidad se encuentran 8 familias de anfibios (una de salamandras), 9 de lagartos y 4 de
serpientes. Al menos un 89% de las especies tienen una coloración críptica, lo que le permite al
individuo pasar desapercibido en su ambiente, mezclándose con él; el resto se divide en
coloraciones aposemáticas, como Micrurus dumerilii y Dendrobates auratus, con esos azules,
rojos y negros vibrantes; o miméticas, como Siphlophis compressus y Oxyrhopus petolarius que
imitan la coloración de las serpientes de coral. El tegumento de los anfibios varía bastante:
Bufonidae es de piel tuberculada, Caugastroridae de piel áspera y tuberculada fina,
Dendrobatidae con una piel lisa brillante, Hylidae y Leptodactylydae poco más de lo mismo,
aunque en la segunda tenemos la única especie de tegumento pustulado. Si observamos sus
extremidades, veremos un claro dominio de dedos con disco truncado, lo cual guarda
coherencia con sus hábitos terrestres y arborícolas como veremos más adelante. Por último,
respecto a los reptiles, su escamado dorsal es bastante diferente al observar el de los lagartos
versus serpientes: unas son de forma granular y posición yuxtapuesta (lagartos), mientras que
las otras son romboidales, lisas e imbricadas (serpientes). Además, sobre su cabeza el
escamado también es diferente, pues en los lagartos se aprecian múltiples escamas pequeñas,
y en las serpientes pocas escamas y de mayor tamaño que las encontradas en su cuerpo.
Características ecológicas:
Los hábitos y estilos de vida de éstos anfibios y reptiles no se quedan atrás en cuanto a
diversidad se refiere. La mayoría habitan en bosques o variantes de bosque, como riberas o
vegetación secundaria. Por ejemplo, la familia de anuros Leptodactylidae se presenta en
diferentes sectores además de bosques, como estructuras humanas, potreros y cultivos, mismo
caso en la familia de reptiles Phyllodactylidae; con un microhábitat en componentes del sustrato
como hojarasca, rocas y troncos caídos. Si hablamos del hábito, encontramos una clara
dicotomía entre la vida arborícola y terrestre, aunque muchos anuros y escamados se
establecen en ambas. Oedipina complex, única salamandra en esta zona, es un caso particular,
dado que es el único anfibio del cerro Tatarcuna que también tiene un hábito semifosorial. Entre
los reptiles es un poco más común éste tipo de hábito; contrario a la vida semiacuática, apenas
presente en tres especies: El anuro Engystomops Pustulosus y los lagartos Anolis Poecilopus y
Echinosaura palmeri. Sobre su dieta, los artrópodos son el alimento más común en anfibios. Los
lagartos, además de artrópodos, añaden a su dieta frutos y lagartijas de menor tamaño. Las
serpientes por otro lado se alimentan comúnmente de éstos dos animales, además de anfibios,
mamíferos y aves pequeñas, contando con un caso especial en Sibon anulatus y nebulatus,
que se alimentan exclusivamente de gasterópodos (caracoles y similares). Finalizando, la
actividad de los anfibios es en casi su totalidad nocturna, mientras que los lagartos son de
actividad diurna, y las serpientes de actividad nocturna y crepuscular.
Aspectos de la biología reproductiva de anfibios y reptiles:
Respecto a su reproducción, los anfibios del cerro Tatarcuna son todos ovíparos, por lo que
colocan huevos en los que se desarrollará un individuo inmaduro o una larva previa. A tal
diferencia se le categoriza como desarrollo directo e indirecto respectivamente. De las familias
de anuros, Craugastoridae tiene un desarrollo del primer tipo, mientras que Dendrobatidae,
Hylidae y Leptodactylidae del segundo tipo. Otra característica es el cuidado parental, que entre
familias también se diferencia de forma clara, siendo la ausencia de dicha característica lo
común, exceptuado en Dendrobatidae, donde sí lo hay. Por el lado de los reptiles, casi todos
tienen nuevamente modo reproductivo ovíparo. En lagartos, Diploglossus monotropis y
Marisora unimarginata son excepciones dada su naturaleza vivípara, osea, el embrión se
desarrolla dentro del vientre de la hembra; inclusive Marisora tiene una de las placentas más
elaboradas y desarrolladas entre todos los reptiles; mientras que, entre las serpientes, solo
Corallus annulatus y Bothriechis schlegelii son vivíparas.
Relevancia del estudio de anfibios y reptiles:
Animales tan importantes para la riqueza taxonómica colombiana como los anfibios y reptiles no
pueden pasar desapercibidos, pues hacen parte de la cultura propia de las poblaciones
oriundas desde tiempos aún más previos a su clasificación “formal”. Por otro lado, tales
estudios, le brindan a la sociedad una visión más amplia de la fauna que habita con él su
territorio, fauna que lleva consigo las respuestas e interpretaciones a las preguntas de cómo ha
evolucionado esta tierra, los cambios del paisaje colombiano, y el producto de la conservación
nacional de especies nativas, además de aportar de forma significativa al seguimiento de la
evolución y distribución de las formas de vida tanto primitivas como recientes.
Conclusiones:
Modos reproductivos ultrasofisticados como el del lagarto Marisora unimarginata, pieles
pustulares sorprendentes como el anuro Engystomops pustulosus o dietas tan exclusivas como
la de las culebras Sibon annulatus y nebulatus, reiteran la gran diversidad de anfibios y reptiles
en el cerro Tatarcuna en cuestiones morfológicas, ecológicas y reproductivas, que van desde
los aspectos crípticos más precisos hasta las combinaciones de colores aposemáticos más
abrumantes para el ojo, con hábitats, microhabitats y hábitos altamente diferenciados, entre
bosques, riberas, potreros y vegetación secundaria. Por lo que se debe reconocerse como un
ecosistema palacial de anfibios y reptiles, con un impacto invaluable para la ciencia, la cultura y
la sociedad del territorio colombiano.
Bibliografía:
Medina-Rangel, G. F., G. Cárdenas-Arévalo & L. E. Rentería-Moreno. 2017. Herpetofauna del
Cerro Tatarcuna. Serranía del Darién, Unguía, Chocó, Colombia. Guía de Campo. IIAP-Instituto
de Investigaciones Ambientales del Pacífico y Expedición Colombia-Bio 2016-2017-
COLCIENCIAS. Quibdó, Chocó, Colombia. 146 pp.

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