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RESOLUCIÓN 8

1. ¿Cuáles son las motivaciones jurídicas que se deberían alegar para la aplicación
indebida del artículo 1116 del Código Civil?

Es preciso señalar que el artículo 1116 del Código Civil busca que el deudor pueda
reducir el monto de su hipoteca por haber cancelado una parte de la totalidad de la deuda.
sobre ello Beamount (2020) menciona que dicho artículo establece la posibilidad que tiene
el deudor de recurrir ante el juez a fin de solicitarle reduzca el monto de la hipoteca; esta
acción es de última ratio y siempre tras la negativa del acreedor a reducir
convencionalmente el monto de la hipoteca; conforme lo dispone el artículo 1115 del Código
Civil.

Pero en contraposición al artículo 1116 del Código Civil y respondiendo la pregunta


de cuáles son las motivaciones jurídicas que se deberían alegar para la aplicación indebida
del artículo 1116 del Código Civil son los artículos 1355 y 1362 del Código Civil.

El artículo 1355 del Código Civil señala “La ley por consideraciones de interés
social, público o ético puede imponer reglas o establecer limitaciones al contenido de los
contrato” esta norma hace referencia que la ley puede restringir el contenido de los
contratos en los supuestos de interés social, interés público o interés ético. Sobre ello
Bulllard (2020) señala que se trata del reconocimiento de una excepción al principio general
que rige la esfera contractual, es decir, el principio de autonomía privada, que inspira gran
parte del Código y que tiene sus expresiones más claras en el artículo 1354 (que reconoce
la libertad de las partes de determinar el contenido del contrato).

Respecto al artículo 1362 del Código Civil el cual señala que “Los contratos deben
negociarse, celebrarse y ejecutarse según las reglas de la buena fe y común intención de
las partes”. Se entiende que la buena fe sería catalogada como un remedio, al evitar no solo
cualquier actuación desleal sino también injusta. sobre el particular Buendia (2020) señala
que la buena fe se aplica en tres momentos diferentes: “en la etapa de tratativas; en la
etapa de ejecución del contrato; y, la buena fe en la etapa posterior al “cum¬plimiento” de
las obligaciones derivadas del contrato.

2. ¿Cuál es el fundamento jurídico del aforismo latino pacta sum servanda?


El artículo 1361 del Código Civil Este dispositivo jurídico recoge el principio pacta
sunt servanda el cual significa que los acuerdos entre las partes o pactos deben
cumplirse en sus propios términos, no pudiendo exigirse algo distinto de lo
convenido salvo que ellas mismas, expresa o tácitamente acuerden modificar los
alcances de lo convenido.
Haciendo un breve comentario sobre el indicado normativo, podemos inferir lo
siguiente: la libertad contractual que tienen las partes es indispensable al momento
de establecerse, ello dando la facultad a las partes pactar y estipular de acuerdo a
los intereses que estas tienen, pero lo indispensable es que, los acuerdos y
concertados deben someterse al cumplimiento de estos mismos. Por lo tanto, las
partes están sometidas a las cláusulas establecidas.
En Derecho Civil este principio viene definido como una regla tradicional la cual,
jurídicamente, los pactos deben ser siempre cumplidos en sus propios términos.
Para la rama del Derecho Internacional, pacta sunt servanda se emplea para obligar
a las partes a seguir lo que se disponga en los tratados que los vinculen. Una forma
de oponerse a la aplicación del principio pacta sunt servanda es alegar que lo que
realmente prima ante una determinada situación es la máxima de rebus sic
stantibus. Con ella, se pretende revisar los contratos siempre que hubiera nuevas
circunstancias que alteraron el contexto inicial en el que se firmó el contrato. Jofes L.
(1996), sostiene los siguiente: “La cláusula Rebus sic stantibus, tiene que hacerse
un hincapié a ello, igualmente es un problema del derecho positivo, distinto del
problema político que implica la revisión de los tratados, en cuanto a los particulares
la revisión del contrato”
Pacta sunt servanda es uno de los principios que preside la teoría general del
contrato y que expresa que los contratos vinculan a las partes. Los contratos son
obligatorios, tienen fuerza de ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse al
tenor de los mismos (art. 1091 CC). Su obligatoriedad es independiente de la forma
en que se hayan celebrado y se producirá siempre que concurran los elementos
esenciales (art. 1278 CC), salvo los casos en los cuales la forma sea elemento
esencial. La fuerza vinculante deriva de la voluntad de ambos contratantes, no por
ejemplo del juramento que pudiera haber (art. 1260 CC), y desde luego no existirá
cuando sólo haya voluntad de uno, como ocurriría si la validez y el cumplimiento del
contrato se hubiera dejado al arbitrio de uno de los contratantes, supuesto éste de
nulidad del contrato (art. 1256 CC).
Los contratos son obligatorios desde el consentimiento contractual (art. 1258 CC),
salvo que exijan alguna formalidad para su perfección, como ocurre en los contratos
reales como el préstamo (art. 1740 CC), el depósito (art. 1755 CC) o la prenda (art.
1863 CC). Los contratos son evidentemente irrevocables. Sólo las partes
contratantes mediante un acuerdo mutuo, y siempre que no haya perjuicio para
tercero, podrán modificar o incluso privar de eficacia al contrato mediante un nuevo
contrato cuyo objeto sea éste, que se denomina mutuo disenso. Las excepciones a
la irrevocabilidad del contrato son: la resolución (señaladamente el art. 1124 CC); la
alteración extraordinaria de las circunstancias (cláusula rebus sic stantibus); la
rescisión; la revocación de las donaciones y el desistimiento unilateral cuando se
permite por la ley o se ha pactado.

3. ¿Cuál es el fundamento jurídico del aforismo latino rebuc sic stantibus?

El término de rebuc sic stantibus es una expresión latina que tiene un significado de
“estando, así las cosas” el cual, se entiende que las partes quienes celebran, constituyen el
contrato teniendo en cuenta que al momento de su celebración puede ocurrir cualquier
alteración sustancial y a razón de esas circunstancias se puede dar modificaciones de las
estipulaciones celebradas en el contrato. Es decir, que los contratos por voluntad de las
partes contratantes, contenían alguna cláusula que permitía la modificación del contrato en
caso de que cambiaran las circunstancias iniciales a la celebración del contrato.

Recordando un poco de historia, en el corpus juris civiles y el digesto de Justiniano, se


encontraba consagrado el principio de “pacta sunt sevanda”, que significa “el pacto es ley
para las partes”, lo que significa es que todo lo convenido y señalado en el contrato de
manera voluntaria debe cumplirse en su totalidad hasta que se extinga, pues justamente en
mérito a lo que querían se pactó. En relación a este principio o aforismo, hay una excepción,
el cual es el principio “rebus sic stantibus”, “contractus qui habent tractum succesivum et
dependiam de futuro rebus sic stantibus inteliguntur” (los contratos estipulados, para actos
sucesivos de resultados sobre un período futuro, deben ser entendidos con la condición de
que las circunstancias continúen siendo las mismas, o se mantengan). En tal sentido, lo que
este aforismo significa según Sidney Bravo Melgares (2020) es que “(…) los términos de un
contrato conservan su vigencia, en cuanto no varíen las circunstancias fácticas bajo las
cuales se negoció.”, por lo que, si surge alguna variación posterior, faculta a cualquiera de
las partes a que demande la revisión del contrato, a efectos de variar sus efectos. Es por
ello que este principio se sustentaba bajo la buena fe, pues se buscaba mínimamente evitar
que el contrato se convierta en una fuente de lucro desmedida para una de las partes y en
contrapartida, un menoscabo patrimonial para la otra.

La rebuc sic stantibus tiene su fundamento jurídico en los siguientes:


- La buena fe: El contrato celebrado se tiene que ejecutar de buena fe, la
obligación no es solo lo que está expresado en el contrato, sino todas las
consecuencias que se puedan dar del contrato, porque la buena fe a
través del tiempo es de relevancia en todos los ámbitos contractuales.

- La equidad: Por la idea de equidad se da a entender que una persona no


debe de enriquecerse en perjuicio de otra persona, es así que permite por
otro lado justificar la intervención del juez en el contrato que permite
restablecer el equilibrio contractual para la equiparación de las
presentaciones de manera equitativa.

4. ¿Cómo se deben aplicar ambos aforismos latinos al presente caso concreto?

Es necesario mencionar que “Rebus sic stantibus” y “Pacta sunt servanda” son dos
aforismos latinos utilizados en todo el mundo. El primero se traduce como “estando así
las cosas”. Jurídicamente implica que las estipulaciones de los contratos, pueden
modificarse ante alteraciones sustanciales de las circunstancias que los motivaron; por
otro lado, el segundo se interpreta como que los acuerdos entre las partes o pactos
deben cumplirse en sus propios términos, no pudiendo exigirse algo distinto de lo
convenido salvo que ellas mismas, expresa o tácitamente acuerden modificar los
alcances de lo convenido

Si bien el aforismo “Pacta sunt servanda” refiere al cumplimiento de los contratos y se


avala en el artículo 1361 del Código Civil, y por otro lado el aforismo “Rebus sic
statibus” que busca el equilibrio de las obligaciones contractuales. Lo mencionado es
más explicado en las preguntas resueltas que anteceden a esta.

En el presente caso, al ser la hipoteca un derecho real accesorio y por como este
depende de una obligación principal que respalde a este ante posibles variaciones de
condiciones en la que se constituyó, como lo es en el presente caso la reducción del
importe de la obligación y con el fin de evitar algún perjuicio al deudor hipotecario, es
justificable la reducción de la garantía. Al respecto Esquivel (s.f.) nos menciona que
“(...) en aras de la equidad que debe primar en casos como este, pues lo contrario
significaría un abuso en el ejercicio del derecho por el acreedor que aun con la
reducción encontraría suficientemente respaldado su crédito. En suma, el principio del
pacta sun servanda encuentra su limitación en otro principio como es el contenido en el
aforismo rebuc sic stantibus”.

En conclusión, de acuerdo a lo expuesto, y como se declaró fundado el recurso de


casación interpuesto por la parte demandante, pues en este caso debe primar el
aforismo rebuc sic stantibus,por lo tanto, el contrato debe reajustarse reduciendo la
hipoteca, una vez acreditado que la obligación pendiente pueda ser cancelada con la
hipoteca restante

5. Redacte la parte resolutiva de la Casación

DECISIÓN:
Por las consideraciones expresadas y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 396
del Código Procesal Civil, declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la
parte demandante, de fecha tres de enero de dos mil diecinueve, obrante a fojas ciento
veinte del expediente principal, porque existe el suficiente respaldo a la obligación debida
con la reducción de hipoteca solicitada por el demandante CASARON la sentencia de vista
de fecha veintiocho de noviembre de dos mil dieciocho, obrante a fojas ciento siete, y
actuando en sede de instancia; y REVOCAR la sentencia apelada de fecha dieciséis de
enero de dos mil dieciocho, obrante a fojas setenta y nueve, que declaró infundada la
demanda. ORDENARON la publicación de la presente resolución en el diario oficial “El
Peruano” conforme a ley.

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