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c i o n a l . T o d o el grupo de 60 o 70 péptidos podría constituir un !.

\ S A B E R Q U E S A B E M O S
lenguaje b i o q u í m i c o u n i v e r s a l para las emociones.
T r a d i c i o n a l m e n t e , los n e u r o c i e n l í f i c o s han asociado las emo-
ciones c o n áreas específicas del cerebro, principalmente con el
sistema l í m b i c o . Lo c u a l es ciertamente correcto puesto que el
sistema l í m b i c o resulta estar altamente enriquecido con pépti-
dos. No obstante, no es la ú n i c a parle del cuerpo donde se con-
centran receptores péplidos. T o d o el intestino, por ejemplo, está
cargado de ellos. É s t a es la razón por la que nos referirnos a «sen-
timientos viscerales». S e n t i m o s literalmente nuestras emociones
en nuestras entrañas.
Si es cierto que cada péplido mediatiza un determinado esta-
do e m o c i o n a l , ello s i g n i f i c a r í a que todas las percepciones senso- La identificación de la cognición con todo el proceso de la
riales, todos los pensamientos y de hecho todas las I unciones cor- vida - i n c l u y e n d o percepciones, emociones y c o m p o r t a m i e n t o - y
porales estarían teñidas por las emociones, puesto que en todas su c o m p r e n s i ó n c o m o un proceso que no comporta transferencia
ellas intervienen los péplidos. En realidad, los científicos han de i n f o r m a c i ó n ni representaciones mentales de un m u n d o exter-
descubierto que los puntos nodales del sistema nervioso central, no, requieren u n a radical a m p l i a c i ó n de nuestros marcos con-
que conectan los órganos sensoriales con el cerebro, están carga- ceptuales científicos y filosóficos. U n a de las razones por las que
dos de receptores péplidos que filtran y d a n prioridad a las per- esta nueva v i s i ó n de mente y c o g n i c i ó n resulta tan d i f í c i l de acep-
cepciones sensoriales. D i c h o de otro modo, todas nuestras per- tar, es que va en contra de nuestra i n t u i c i ó n y experiencia cotidia-
cepciones y pensamientos eslán teñidos por las emociones. E s t a nas. C o m o h u m a n o s , u t i l i z a m o s frecuentemente el concepto de
a f i r m a c i ó n , por supuesto, pertenece también a la experiencia i n f o r m a c i ó n y hacemos constantemente representaciones m e n -
común. tales de las personas y objetos que nos rodean.
El descubrimiento de esta red p s i c o s o m á l i c a i m p l i c a que, No obstante, éstas son características específicas de la cog-
contrariamente a lo que se creía, el sistema nervioso no está es- nición h u m a n a que resultan de nuestra c a p a c i d a d de abstrac-
tructurado jerárquicamente. C o m o dice C a n d a c e Pert: « L o s gló- c i ó n , aspecto fundamental d e l a c o n s c i e n c i a h u m a n a . P a r a u n a
bulos blancos son partes de cerebro que flotan por el cuerpo.» 4 3 completa c o m p r e n s i ó n del proceso general de c o g n i c i ó n en los
En ú l t i m a i n s t a n c i a ello i m p l i c a que la cognición es un fenómeno sistemas vivos es importante entender c ó m o la c o n s c i e n c i a h u -
que se expande por el o r g a n i s m o , operando a través de una i n - m a n a , con su pensamiento abstracto y sus conceptos s i m b ó l i -
trincada red q u í m i c a de péplidos que integra nuestras activida- cos, emerge del proceso cognitivo c o m ú n a todos los o r g a n i s m o s
des mentales, emocionales y biológicas. vivos.
En las siguientes páginas utilizaré el término «consciencia»
p a r a d e s c r i b i r un nivel de mente o cognición caracterizado por el
c o n o c i m i e n t o de sí m i s m o . El conocimiento del entorno, según la
teoría de S a n t i a g o , es u n a propiedad c o m ú n a lodos los niveles de
vida.
El autoconocimiento, por lo que sabemos, se da tínicamente
en los a n i m a l e s superiores, manifestándose en toda su plenitud
en la mente h u m a n a . C o m o h u m a n o s , no sólo somos conscientes
de nuestro entorno, sino de nosotros m i s m o s y de nuestro m u n d o
interior. En otras palabras, somos conscientes de que somos
conscientes. No sólo sabemos, sino que sabemos que sabemos.

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Es esta c a p a c i d a d especial de autoconocimiento a la que me refe- Este es un claro y bello ejemplo de la observación de Matura-
riré con el término «consciencia». na de que la c o m u n i c a c i ó n es esencial p a r a la coordinación del
comportamiento. En otros casos podemos sentirnos tentados a
describir la c o m u n i c a c i ó n en términos m á s semánticos, es decir,
L E N G U A J E Y COMUNICACIÓN como un intercambio de i n f o r m a c i ó n dotado de a l g ú n significa-
do. S e g ú n M a t u r a n a , no obstante, tales descripciones semánticas
En la teoría de Santiago, el autoconocimiento se contempla no son m á s que proyecciones del observador h u m a n o . En reali-
c o m o íntimamente ligado al lenguaje y su c o m p r e n s i ó n se plan- dad, la c o o r d i n a c i ó n del comportamiento queda determinada no
tea desde un cuidadoso a n á l i s i s de la c o m u n i c a c i ó n . H u m b e r t o por el significado, sino por la d i n á m i c a del acoplamiento estruc-
M a t u r a n a ha sido el pionero de este enfoque de la c o m p r e n s i ó n tural.
de la c o n s c i e n c i a . '
El comportamiento a n i m a l puede ser innato («instintivo») o
S e g ú n M a t u r a n a , la c o m u n i c a c i ó n no es transmisión de in- aprendido. Consecuentemente, podemos distinguir entre c o m u -
formación, sino m á s bien u n a coordinación dé comportamiento nicación instintiva y aprendida. M a t u r a n a d e n o m i n a «lingüísti-
entre organismos vivos a través del acoplamiento estructural co» al comportamiento c o m u n i c a t i v o aprendido. Si bien no llega
mutuo. E s t a coordinación m u t u a del comportamiento es la c a - a ser lenguaje, comparte con éste el rasgo característico de que la
racterística fundamental de la c o m u n i c a c i ó n en todos los or- m i s m a coordinación de comportamiento puede ser a l c a n z a d a
ganismos vivos con o sin sistema nervioso, siendo mayores su desde distintos tipos de interacción. Al igual que distintos lengua-
sutileza y su exquisitez a m e d i d a que aumenta el grado de c o m - jes en la c o m u n i c a c i ó n h u m a n a , distintos tipos de acoplamiento
plejidad de éste. estructural, aprendidos a lo largo de c a m i n o s de desarrollo dis-
El canto de los pájaros es u n a de las más bellas formas de co- tintos, pueden resultar en la m i s m a coordinación de comporta-
m u n i c a c i ó n no h u m a n a , que M a t u r a n a ilustra con el ejemplo de miento. En realidad, desde el punto de vista de M a t u r a n a , d i c h o
u n a determinada canción de r e c l a m o utilizada por unos papaga- comportamiento lingüístico constituye la base p a r a el lenguaje.
yos africanos. E s t o s pájaros viven a m e n u d o en espesas j u n g l a s , La c o m u n i c a c i ó n lingüística requiere un sistema nervioso de
con posibilidad prácticamente n u l a de establecer contacto v i s u a l . considerable c o m p l e j i d a d , puesto que comporta u n a b u e n a dosis
En semejante m e d i o , se forman parejas de papagayos que coordi- de aprendizaje complejo. C u a n d o las abejas, por ejemplo, se i n d i -
n a n s u ritual d e apareamiento produciendo u n a c a n c i ó n c o m ú n . c a n u n a s a otras la localización de determinadas llores b a i l a n d o
A un oyente c a s u a l le puede parecer que c a d a pájaro está cantan- intrincados patrones, estas danzas están basadas en un compor-
do u n a melodía completa, pero u n a observación m á s atenta de- tamiento en parle instintivo y en parte aprendido. L o s aspectos
muestra que d i c h a m e l o d í a es en realidad un dúo en el que a m b o s lingüísticos (o aprendidos) del baile son específicos del contexto
pájaros se explayan alternativamente sobre las frases m e l ó d i c a s y de la historia social de la c o l m e n a . Por decirlo de algún modo,
del otro. abejas de distintas colmenas d a n z a n en diferentes «dialectos».
C a d a pareja desarrolla su propia e irrepetible m e l o d í a , que no I n c l u s o formas m u y sofisticadas de c o m u n i c a c i ó n lingüística,
p a s a r á a su descendencia. En c a d a generación, nuevas parejas c o m o el l l a m a d o lenguaje de las abejas, no son a ú n lenguaje. De
p r o d u c i r á n sus propias melodías características en sus rituales acuerdo con Maturana, el lenguaje emerge c u a n d o hay comuni-
d e apareamiento. E n palabras d e M a t u r a n a : cación sobre la comunicación. En otras palabras, el proceso de
«lenguajco»,* como M a t u r a n a lo d e n o m i n a , tiene lugar c u a n d o
En este caso (a diferencia de muchos otros pájaros), esta co- existe u n a c o o r d i n a c i ó n de las coordinaciones de comportamien-
municación, esta coordinación conductual del canto, es neta-
mente ontogénica (es decir, de desarrollo) (...). Lo que queremos * Ver capítulo 9. El término languaging devino muy popular en el curso
resaltar en este ejemplo es que la melodía particular de cada pa- Capra-94 del Schumaeher College y con independencia de su vertiente cientí-
reja será única para su historia de acoplamiento. 2 fica novedosa, era utilizado jocosamente entre los alumnos cada vez que al-
guno de los numerosos no angloparlantes presentes cometía algún desliz lin-
güístico. (N. del T.)

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to. M a t u r a n a gusta de ilustrar este significado de lenguaje con sucesivamente. En terminología de Bateson, p o d r í a m o s decir
u n a hipotética c o m u n i c a c i ó n entre u n a gata y su a m o . 3 que con el lenguaje h u m a n o aparece toda u n a j e r a r q u í a de mode-
S u p o n g a m o s que c a d a m a ñ a n a la gata m a ú l l a y corre h a c i a la los lógicos.6
nevera. La sigo, saco la botella de leche, le pongo un poco en un
bol y se la toma. E s t o es c o m u n i c a c i ó n : u n a c o o r d i n a c i ó n de c o m -
portamiento mediante interacciones mutuas recurrentes, o aco- LENGUAJEO
plamiento estructural mutuo. S u p o n g a m o s ahora que u n a m a ñ a -
na no sigo a la gata porque sé que no queda leche en la nevera. Si el Nuestras distinciones l i n g ü í s t i c a s , además.; no están a i s l a d a s
a n i m a l fuese c a p a z de c o m u n i c a r m e algo así c o m o : « ¡ H e y ! , he sino que existen «en la red de acoplamientos estructurales que te-
m a u l l a d o ya tres veces, ¿dónde está mi l e c h e ? » , esto sería lengua- jemos continuamente mediante |el lenguajeo]». 7 El significado
j e . La referencia a sus m a u l l i d o s precedentes constituiría una co- emerge c o m o un patrón de relaciones entre estas distinciones l i n -
m u n i c a c i ó n sobre otra c o m u n i c a c i ó n y por tanto, según la defini- güísticas, de m o d o que existimos en un «territorio semántico»
c i ó n de M a t u r a n a , tendría la c a l i f i c a c i ó n de lenguaje. creado por nuestro lenguajeo. F i n a l m e n t e , la a u t o c o n s c i e n c i a
L o s gatos no pueden u s a r lenguaje en esle sentido, pero los surge c u a n d o para describirnos a nosotros m i s m o s u t i l i z a m o s la
grandes s i m i o s pueden m u y bien ser capaces de ello. En una serie noción de un objeto y sus conceptos abstractos asociados. De este
de experimentos bien conocidos, psicólogos a m e r i c a n o s demos- modo el á m b i t o lingüístico de los seres h u m a n o s se expande has-
traron que los c h i m p a n c é s pueden no sólo aprender m u c h o s sig- ta i n c l u i r la reflexión y la c o n s c i e n c i a .
nos de un lenguaje, sino también c o m b i n a r l o s p a r a crear nuevas La u n i c i d a d del ser h u m a n o r a d i c a en su c a p a c i d a d de tejer
expresiones. 4 U n a hembra l l a m a d a L u c y inventó varias c o m b i n a - continuamente la red l i n g ü í s t i c a en la que está inmerso. S e r h u -
ciones de signos: «fruta-bebida» para melón, «comida-llorar- m a n o es existir en lenguaje. Mediante el lenguaje c o o r d i n a m o s
fuerte» p a r a rábano y «abrir-beber-comer» para nevera. nuestro comportamiento y j u n t o s mediante el lenguaje d a m o s a
Un d í a , al ver que sus «parientes» h u m a n o s se preparaban l u z a nuestro m u n d o . « E l m u n d o que todos vemos», d i c e n M a t u -
para irse, L u c y se disgustó m u c h o y d i b u j ó « L u c y - l l o r a r » . Al ha- rana y Varela, «no es el m u n d o , sino un m u n d o , a l u m b r a d o por
cer esta a f i r m a c i ó n sobre su llanto, evidentemente c o m u n i c a b a todos nosotros.» 8 Este m u n d o h u m a n o i n c l u y e en su centro nues-
algo sobre u n a c o m u n i c a c i ó n . «Nos parece», escribieron Matura- tro m u n d o interior de pensamiento abstracto, conceptos, s í m b o -
na y Varela, «que en este punto, L u c y está " l e n g u a j c a n d o " . » s los, representaciones mentales y a u t o c o n s c i e n c i a . S e r h u m a n o es
Si bien algunos primates parecen tener el potencial p a r a co- estar d o l a d o de c o n s c i e n c i a reflexiva: «Al saber que sabemos, nos
m u n i c a r en lenguaje de signos, su ámbito lingüístico es extrema- d a m o s a l u z a nosotros m i s m o s . » 9
damente l i m i t a d o y no llega ni de lejos a la riqueza del lenguaje E n l a conversación h u m a n a , nuestro m u n d o interior d e ideas
h u m a n o . En éste se abre un vasto espacio en el que las palabras y conceptos, nuestras emociones y nuestros movimientos corpo-
s i r v e n c o m o señales p a r a la c o o r d i n a c i ó n lingüística de acciones rales, se entremezclan estrechamente en una c o m p l e j a coreogra-
y son también u t i l i z a d a s para crear la noción de objetos. En un fía de c o o r d i n a c i ó n de comportamiento. El a n á l i s i s de f i l m a c i o -
p i c n i c , por ejemplo, podemos u t i l i z a r palabras c o m o distinciones nes demuestra que c a d a conversación comprende u n a d a n z a
lingüísticas para coordinar nuestras acciones de poner un mantel sutil y c a s i totalmente inconsciente, en la que la secuencia deta-
y c o m i d a sobre el tronco de un árbol talado. Podemos a d e m á s re- l l a d a de los patrones hablados está m i n u c i o s a m e n t e s i n c r o n i -
ferirnos a estas distinciones l i n g ü í s t i c a s (en otras p a l a b r a s , esta- z a d a no sólo c o n los pequeños movimientos del cuerpo del que
blecer u n a distinción de distinciones) utilizando la p a l a b r a habla, sino también con los movimientos correspondientes del
«mesa» y dando así a l u z un objeto. que e s c u c h a . A m b o s participantes se hallan unidos en esta preci-
L o s objetos s o n , según M a t u r a n a , distinciones lingüísticas de sa s e c u e n c i a s i n c r o n i z a d a de movimientos rítmicos y la coordi-
distinciones lingüísticas. Una vez que tenemos objetos, podemos n a c i ó n l i n g ü í s t i c a de sus gestos mutuamente provocados, perdu-
crear conceptos abstractos - p o r ejemplo, la altura de la m e s a - , rará m i e n t r a s prosiga su conversación. 1 0
estableciendo distinciones de distinciones de distinciones y así La teoría de cognición de M a t u r a n a difiere fundamentalmen-

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te del resto por su énfasis en el lenguaje y la c o m u n i c a c i ó n . Desde clonal a la teoría de M a t u r a n a . Su hipótesis básica es que existe
la perspectiva de la teoría de S a n t i a g o , los intentos actualmente una forma de consciencia p r i m a r i a en lodos los vertebrados supe-
en boga de explicar la c o n s c i e n c i a h u m a n a en términos de efec- riores es que, sin llegar a ser autorreflexiva, sí i n c l u y e la experiencia
tos cuánticos en el cerebro 0 de otros procesos neurofisiológicos, de un «espacio mental unitario» o «estado mental».
están condenados al fracaso. La a u t o c o n s c i e n c i a y el despliegue N u m e r o s o s experimentos recientes c o n a n i m a l e s y seres h u -
de nuestro m u n d o interior de ¡deas y conceptos, no sólo son inac- manos h a n demostrado que este espacio mental, a pesar de estar
cesibles a explicaciones en términos de física o q u í m i c a , sino que e< impuesto por múltiples d i m e n s i o n e s - e n otras p a l a b r a s , creado
ni siquiera pueden ser entendidos desde la biología o la psicolo- por diversas funciones cerebrales-, constituye u n a ú n i c a expe-
gía de un o r g a n i s m o aislado. Según M a t u r a n a , sólo podemos riencia coherente. C u a n d o el olor de un perfume, por ejemplo,
comprender la c o n s c i e n c i a h u m a n a a través del lenguaje y de evoca en nosotros u n a sensación de placer o de disgusto, experi-
todo el contexto social en el que éste está inmerso. C o m o su raíz mentamos un estado mental ú n i c o y coherente, compuesto de
latina (con-scire: «saber juntos») parece indicar", la c o n s c i e n c i a es percepciones sensoriales, m e m o r i a s y emociones. La experiencia
esencialmente un fenómeno s o c i a l . no es constante, c o m o sabemos m u y bien, e i n c l u s o puede ser ex-
tremadamente corta. Los estados mentales son transitorios, a p a -
Resulta también instructivo c o m p a r a r la noción de d a r a luz a
recen y desaparecen continuamente. No obstante, no parece po-
un m u n d o , con el antiguo concepto i n d i o de maya. El significado
sible experimentarlos l u c r a de un determinado espacio finito de
original de maya en la mitología p r i m i t i v a h i n d ú es el «poder m á -
d u r a c i ó n . O t r a observación importante es que el estado experi-
gico creativo» por el que el m u n d o es creado en la obra d i v i n a de
mental está siempre «corporeizado», es decir, i n m e r s o en un de-
B r a h m a n . 1 1 La m i r í a d a de formas que percibimos están en su to-
terminado c a m p o de sensación. De hecho, la m a y o r í a de estados
talidad a l u m b r a d a s por el divino actor y mago, siendo karma, que
mentales parecen estar bajo el influjo de u n a sensación predomi-
s i g n i f i c a literalmente « a c c i ó n » , la fuerza d i n á m i c a de la obra.
nante que tiñe toda la experiencia.
C o n el paso de los siglos, la palabra maya - u n o de los términos
m á s importantes de la filosofía h i n d ú - c a m b i ó de significado. De Varela ha publicado recientemente un trabajo en el que ade-
representar el poder creativo de B r a h m a n , pasó a s i g n i f i c a r el es- lanta su hipótesis básica y propone un m e c a n i s m o neurona] espe-
tado psicológico de todo aquel que se halla bajo el hechizo de la c í i i c o p a r a la constitución de estados p r i m a r i o s de c o n s c i e n c i a en
m a g i a de la obra. Si c o n f u n d i m o s las formas materiales de la obra todos los vertebrados superiores. 1 2 La idea central es que los esta-
con la realidad objetiva sin percibir la unidad de B r a h m a n s u b y a - dos experienciales transitorios están creados por un fenómeno de
cente en todas ellas, estamos bajo el hechizo de maya. r e s o n a n c i a conocido c o m o «bloqueo de lases», en el que distintas
E l h i n d u i s m o niega l a existencia d e una realidad objetiva. regiones del cerebro se encuentran interconectadas de tal m o d o
C o m o en la teoría de Santiago, los objetos que p e r c i b i m o s son que sus neuronas se «encienden» s i n c r ó n i c a m e n t e . M e d i a n -
a l u m b r a d o s mediante la a c c i ó n . No obstante, el proceso de a l u m - te esta s i n c r o n i z a c i ó n de la actividad neuronal se forman « a s a m -
bramiento de un m u n d o ocurre en u n a escala c ó s m i c a m á s que bleas celulares» temporales, que pueden consistir en circuitos
en el nivel h u m a n o de cognición. P a r a la mitología h i n d ú , el neuronales a m p l i a m e n t e dispersos.
m u n d o a l u m b r a d o no es un m u n d o específico para u n a sociedad S e g ú n la hipótesis de Varela, c a d a experiencia cognitiva se
h u m a n a determinada v i n c u l a d a por un lenguaje y u n a c u l t u r a , basa en u n a a s a m b l e a celular específica en la que múltiples acti-
sino el m u n d o de la d i v i n a obra m á g i c a que nos mantiene a todos vidades neuronales - a s o c i a d a s a la percepción sensorial, a las
bajo su hechizo. emociones, la m e m o r i a , los movimientos corporales, etc.- se
u n i f i c a n en un conjunto transitorio pero coherente de neuronas
oscilantes. El hecho de que los circuitos neuronales tienden a os-
E S T A D O S PRIMARIOS DE CONSCIENCIA
c i l a r r í t m i c a m e n t e es bien conocido por los neurocientíficos e
investigaciones recientes h a n demostrado que estas oscilaciones
no están restringidas al córtex, s i n o que se d a n en varios niveles
En los últimos años, F r a n c i s c o Varela ha dado otro enfoque a
del sistema nervioso.
la c o n s c i e n c i a , que espera que pueda a ñ a d i r una d i m e n s i ó n a d i -

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L o s n u m e r o s o s experimentos citados por Varela en apoyo de miento y cultura se desarrollaba paralelamente. Al m i s m o tiem-
su hipótesis, i n d i c a n que los estados cognitivos experienciales po desarrollamos también la c a p a c i d a d p a r a el pensamiento abs-
son creados por la s i n c r o n i z a c i ó n de r á p i d a s oscilaciones en los tracto, para d a r a luz a un m u n d o interior de conceptos, objetos e
niveles beta y g a m m a , que tienden a emerger y decaer r á p i d a - imágenes de nosotros m i s m o s . G r a d u a l m e n t e , a m e d i d a que este
mente. C a d a bloqueo de lases se asocia con un tiempo caracterís- m u n d o interior se h a c í a m á s y m á s diverso y complejo, empeza-
tico de relajación, responsable de la d u r a c i ó n m í n i m a de la expe- mos a perder el contacto con la naturaleza y a convertirnos en
riencia. personalidades c a d a vez m á s fragmentadas.
La hipótesis de Varela establece la base neurológiea p a r a la Así surgió la tensión entre totalidad y fragmentación, entre
d i s t i n c i ó n entre cognición consciente e inconsciente, que los neu- cuerpo y a l m a , que ha sido identificada por poetas, filósofos y
rocienlíficos h a n estado buscando desde que S i g m u n d F r e u d místicos a través de los tiempos c o m o la esencia de la c o n d i c i ó n
descubriera el inconsciente h u m a n o . 1 3 Según Varela, la experien- h u m a n a . L a c o n s c i e n c i a h u m a n a h a producido n o sólo las pintu-
c i a consciente p r i m a r i a c o m ú n a todos los vertebrados superio- ras de las cuevas de Chauvet, el Bhagavad G i t a , los Conciertos de
res no se halla localizada en un área específica del cerebro, ni B r a n d e n b u r g o y la teoría de la relatividad, sino también la escla-
puede ser identificada en términos de estructuras neuronales es- vitud, la q u e m a de brujas, el Holocausto y el bombardeo de H i -
pecíficas. La manifestación de un determinado proceso de cogni- r o s h i m a . E n t r e todas las especies, somos la ú n i c a que m a l a a sus
c i ó n es u n a pasajera s i n c r o n i z a c i ó n de diversos circuitos neuro- propios m i e m b r o s en nombre de la religión, la libertad de m e r c a -
nales, que oscilan rítmicamente. do, el patriotismo y otras ideas abstractas.
La filosoifía budista contiene algunas de las exposiciones m á s
lúcidas de la c o n d i c i ó n h u m a n a y sus raíces en el lenguaje v la
L A C O N D I C I Ó N HUMANA c o n s c i e n c i a . 1 5 E n l a visión budista, e l sufrimiento existencial h u -
m a n o surge c u a n d o nos aferramos a formas fijadas y categorías
L o s seres h u m a n o s evolucionaron desde los s i m i o s erguidos creadas por la mente, en lugar de aceptar la naturaleza i m p e r m a -
del S u r del género Australopithecus hace unos dos millones de nente y transitoria de todas las cosas. El B u d a enseñó que todas
años. La transición de s i m i o s a h u m a n o s , c o m o hemos visto en el las formas fijadas - c o s a s , acontecimientos, personas o i d e a s - no
capítulo correspondiente, fue i m p u l s a d a por dos desarrollos d i s - son m á s que maya. Al igual que los videntes y sabios védicos utili-
tintos: la indefensión de las c r í a s prematuramente n a c i d a s , que zó este antiguo concepto h i n d ú , pero lo bajó del lugar c ó s m i c o
exigía la a y u d a y colaboración de f a m i l i a s y c o m u n i d a d e s , y la li- que ocupa en el h i n d u i s m o , p a r a relacionarlo con el proceso de la
bertad de las m a n o s p a r a confeccionar y u t i l i z a r herramientas, c o g n i c i ó n h u m a n a , dándonos así u n a refrescante y casi terapéu-
que estimuló el crecimiento del cerebro y podría haber contribui- tica interpretación. I ( 1 Desde nuestra ignorancia (avidya), dividi-
do a la evolución del lenguaje. 1 4 mos el m u n d o percibido en objetos separados que vemos como
La teoría del lenguaje y la c o n s c i e n c i a de M a t u r a n a nos per- firmes y permanentes, pero que son en realidad transitorios y
mite interrelacionar estos dos impulsos evolutivos. Puesto que el c a m b i a n t e s . T r a t a n d o de a f e r r a m o s a nuestras rígidas categorías
lenguaje constituye una coordinación del comportamiento alta- en lugar de entender la fluidez de la vida, nos condenamos a s u -
mente sofisticada y electiva, el desarollo del lenguaje permitió a frir frustración tras frustración.
los primeros h u m a n o s incrementar grandemente sus actividades La doctrina budista de la i m p e r m a n e n c i a incluye la noción de
cooperativas y desarrollar familias, c o m u n i d a d e s y tribus que les que no hay un sí m i s m o , de que no existe un sujeto persistente
proporcionaron tremendas ventajas en la evolución. El papel c r u - para nuestras experiencias cambiantes. Mantiene que la idea de
c i a l del lenguaje en la evolución h u m a n a no Fue la c a p a c i d a d p a r a un ser separado e i n d i v i d u a l es u n a i l u s i ó n , otra forma de maya,
el intercambio de ideas, sino el incremento de las posibilidades un concepto intelectual carente de identidad real. Aferrarse a esta
de cooperación. idea de un sí m i s m o independiente, conduce al m i s m o dolor y s u -
A medida que a u m e n t a b a n la diversidad y riqueza de nuestras frimiento (duhkha) que la adhesión a c u a l q u i e r otra categoría fija
relaciones h u m a n a s , nuestra h u m a n i d a d - l e n g u a j e , arte, pensa- de pensamiento.

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La c i e n c i a cognitiva ha llegado exactamente a la m i s m a posi- la naturaleza v de nuestros semejantes, d i s m i n u y é n d o n o s lamen
ción. 1 7 Según la teoría de Santiago, damos a luz al sí m i s m o al tablemente. Para recuperar nuestra plena h u m a n i d a d , debemos
igual que d a m o s a l u z a objetos. Nuestro ser o ego carece de toda reconquistar nuestra experiencia de conectividad con la trama
existencia independiente y no es m á s que el resultado de nuestro entera de la v i d a . E s t a reconexión -religio en l a t í n - es la esencia
acoplamiento estructural. Un a n á l i s i s detallado de la c r e e n c i a en m i s m a de la base espiritual de la ecología profunda.
un ser fijo e independiente y su correspondiente «ansiedad carte-
s i a n a » , c o n d u c e a F r a n c i s c o Varela y sus colegas a la siguiente
conclusión:

Nuestro intento de atrapar un territorio interiores la esencia


del ego-sí mismo y es la fuente de la continua frustración (...).
Este intento de alrapar un territorio interior es en sí mismo uno
más de una larga lisia de intentos que incluye nuestro aferra-
miento a un lerritorio exterior bajo la forma de la idea de un
mundo independiente y predeterminado. En otras palabras,
nuestras ansias por atrapar un territorio, tanto interior como ex-
terior, son la causa profunda de frustración y ansiedad. 1 8

É s t a es pues la c r u z de la c o n d i c i ó n h u m a n a . S o m o s i n d i -
viduos autónomos, conformados por nuestro propio historial
de c a m b i o s estructurales. S o m o s autoconscientes, sabedores de
nuestra identidad i n d i v i d u a l , y a ú n así, c u a n d o buscamos el ser
independiente dentro de nuestro universo experiencial somos i n -
capaces de hallar tal entidad.
El origen de nuestro d i l e m a reside en nuestra tendencia a
crear abstracciones de objetos separados, incluyendo un sí m i s -
mo independiente, para creer después que pertenecen a u n a rea-
lidad objetiva, dotada de existencia autárquica. P a r a s u p e r a r esta
ansiedad cartesiana, necesitamos pensar sistémicamente, despla-
zando nuestra atención conceptual de los objetos a las relaciones.
Sólo entonces podremos comprender que identidad, i n d i v i d u a l i -
dad y a u t o n o m í a no s i g n i f i c a n s e p a r a l i v i d a d e independencia.
C o m o L y n n Margulis nos recuerda: «Independencia es un térmi-
no político, no científico.» 1 9
El poder del pensamiento abstracto nos ha c o n d u c i d o a tratar
el entorno natural - l a trama de la v i d a - c o m o si estuviese formado
por parles separadas, para ser explotadas por diferentes grupos
de interés. Más a ú n , hemos extendido esta visión fragmentaria a
nuestra sociedad h u m a n a , dividiéndola en distintas naciones, ra-
zas, religiones y grupos políticos. El convencimiento de que lodos
estos fragmentos - e n nosotros m i s m o s , en nuestro entorno y en
nuestra s o c i e d a d - están realmente separados, nos ha a l i e n a d o de

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