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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO

DOMINGO RECINTO (UASD) SAN JUAN DE


LA MAGUANA

Asignatura:
Introducción a la Psicopatología PSI-2400
Sección:
02
Unidad:
#6
Tema:
Desadaptaciones orgánicas: Trastornos de la
conducta alimentaria, del sueño y psicofisiológicos.
Maestra:
María Guillen Sánchez

Sustentante: Matrícula:
Emely Nairoby Farias Piña 100368680
Fecha:
30-04-2021
Tarea 6.1 control de lectura. Desadaptaciones orgánicas: Trastornos de la
conducta alimentaria, del sueño y psicofisiológicos.
Este capítulo trata sobre el papel que juegan el estrés, la vulnerabilidad
personal y la resiliencia en la enfermedad física. El foco de atención de este
capítulo se concentra en la disfunción orgánica.

Interacciones fisiológicas, sociales y corporales

La hipótesis psicosomática se hizo popular hace más de setenta años;


relacionó el desarrollo de ciertos síntomas corporales en una persona con el
bloqueo de la expresión corporal. La investigación contemporánea se enfoca
en reacciones corporales a varios estímulos que provocan emoción o causan
estrés.
El modelo biopsicosocial
El modelo biopsicosocial toma en cuenta la interacción de los subsistemas
biológicos, psicológicos y sociales de la persona. Desde este punto de vista, los
factores psicológicos por lo regular desempeñan papeles indirectos en la
enfermedad, en la que se combinan vulnerabilidades biológicas de la persona.

Medicina conductual y psicología de la salud


La medicina conductual se ocupa de encontrar formas de mejorar el
diagnóstico, tratamiento y rehabilitación mediante el uso de técnicas
psicológicas que ayuden a las personas a adoptar formas más sanas de vivir.
Una de las metas más importantes de la medicina conductual es proporcionar
un servicio adecuado por parte de los profesionales del cuidado de la salud.
Los investigadores en medicina conductual están particularmente preocupados
por la evaluación directa del paciente y su tratamiento.
El campo relacionado con la psicología de la salud tiene por objetivo la
prevención de la enfermedad. Los psicólogos de la salud tratan de reducir los
riesgos para la salud cambiando la forma de pensar de las personas y sus
hábitos.
Estrés y enfermedad
Cada vez existe mayor evidencia de que el estrés juega un papel importante en
la enfermedad y la salud. Se ha observado que el estrés produce diversas
reacciones orgánicas. El corazón, los pulmones y los sistemas nervioso,
endocrino y digestivo, entre otros, trabajan tiempo extra cuando la persona
experimenta estrés. Cuando estos sistemas están permanentemente
sobrecargados a lo largo de extensos periodos de la vida de una persona, se
incrementa la probabilidad de que se presente alguna debilidad o trastorno
físico.
Factores que incrementan el estrés y el riesgo de contraer una
enfermedad:
Incapacidad para adaptarse a los cambios que generan demandas
ambientales.
Incapacidad para manejar emociones y sentimientos fuertes, y para
expresarlos de una manera realista.
Incapacidad para interpretar las demandas, restricciones y
oportunidades de manera correcta.
Incapacidad para establecer lazos interpersonales duraderos y
reconfortantes, particularmente en las relaciones amorosas.
Trastornos de la conducta alimentaria
Los tres trastornos de la conducta alimentaria más estudiados son:
Anorexia nerviosa: en la cual las personas tienen una imagen corporal
distorsionada que los hace verse con sobrepeso aun cuando ya estén
peligrosamente delgados.
Bulimia nerviosa: en la cual las personas comen cantidades excesivas
de alimento, para después purgar sus cuerpos de la comida y las
calorías a las que temen mediante el uso de laxantes, enemas o
diuréticos, inducción del vómito y/o ejercicio, conducta que muchas
veces mantienen en secreto; además, se sienten disgustadas mientras
comen, aunque después sienten alivio a su tensión y emociones
negativas una vez que sus estómagos están nuevamente vacíos.
Atracones: en la cual, al igual que en la bulimia, existen episodios
frecuentes de alimentación fuera de control. La diferencia es que los
comedores compulsivos no purgan su cuerpo del exceso de calorías.
Trastornos del sueño
Al igual que los trastornos de la conducta alimentaria, los trastornos del sueño
involucran procesos básicos de vida. El sueño es una parte esencial del
bienestar, lo mismo que la comida y el agua. Los aspectos científicos y clínicos
del sueño y los programas relacionados con él han sido estudiados de manera
muy intensa sólo durante los últimos cincuenta años. Hasta los años cincuenta,
la mayor parte las personas consideraban el sueño como una parte pasiva,
letárgica de nuestras vidas diarias. Sin embargo, aún subsisten percepciones
equivocadas acerca de lo que es el sueño, las necesidades con respecto al
sueño y los criterios mediante los cuales las personas deciden si tienen un
problema de sueño. Por ejemplo, mientras el adulto promedio necesita de 8 a 9
horas de sueño durante la noche para funcionar de manera óptima, la mayor
parte de ellos sólo pueden dormir siete o menos horas. (Las necesidades de
sueño varían respecto de cada persona y son determinadas biológicamente.
Algunas personas necesitan sólo seis horas por noche, mientras que otras
necesitan 10).
Trastornos psicofisiológicos
Los trastornos psicofisiológicos se refieren a condiciones físicas en las cuales
las experiencias psicológicas, con frecuencia estresantes, están estrechamente
relacionadas con el mal funcionamiento corporal. El estrés crónico puede tener
diferentes efectos en el cuerpo que los que provoca el estrés agudo.
El término trastorno psicofisiológico se aplica tradicionalmente a las
condiciones físicas en las cuales los sucesos que tienen una importancia
psicológica se relacionan en forma estrecha con los síntomas corporales. Se
puede considerar que los trastornos psicofisiológicos son el producto final de
los procesos biopsicosociales. Una gran cantidad de problemas físicos se
estudia desde un punto de vista psicofisiológico. Éstos incluyen los trastornos
de los sistemas cardiovasculares, respiratorio, gastrointestinal, músculo
esquelético y genitourinario, así como la piel. Tanto los datos clínicos como las
observaciones
informales destacan la importancia de los factores psicológicos en muchos de
estos trastornos.

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