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Florentino Ameghino
CONCEPTO DE GRUPO:
Pichon Riviere define al grupo como “un conjunto de personas ligadas entre sí…”
haciendo referencia a la interdependencia de los miembros y a la coincidencia de
tiempo y espacio que dará lugar al encuentro para desarrollar una tarea.
Cuando utiliza los términos “articulados por su mutua representación interna” intenta
señalar el particular proceso compartido en el que se tienen “in mente” los unos a los
otros miembros del grupo. Uno tiene lugar en la interioridad del otro. Ese acto
recíproco es la mutua representación interna. Pichón Riviere plantea que es un pasaje
fantaseado de un sistema de relaciones que está en el “mundo externo” al “mundo
interno”.
El autor plantea que en todos los grupos se pone en juego una tarea explícita y otra
implícita o latente y está última puede llegar a obstaculizar a la primera.
Por ejemplo cuando un grupo se reúne a estudiar para una evaluación, además de
estudiar, como es una situación que genera ansiedad, hay una tarea implícita que
subyace que es contenerse recíprocamente, apoyarse. Aparecen así los momentos de
pausa, de charla y hasta a veces esta otra tarea implícita invade totalmente el campo
de la tarea explícita.
Entonces las necesidades van convergiendo en un hacer, en una tarea que tiene
aspectos implícitos y explícitos, que pueden ser conscientes o no.
Por lo tanto el grupo tiene dos organizadores internos que definen los roles:
1) El conjunto de necesidades y objetivos que puestos en común dan lugar a una
tarea
2) La mutua representación interna
Los grupos se organizan en función de las necesidades. No hay vínculo ni grupo sin
tarea. La necesidad es la fundante de la interacción.
A través del propio secreto desocultado nos hace partícipes de la fantasía grupal.
La lectura de lo que está pasando en el grupo según esta teoría debe abarcar dos
dimensiones: la individual o vertical y la horizontal, el aquí y ahora grupal. Quien
encarna al portavoz en ese momento enuncia el problema y puede hacerlo en la
medida en que por su historia personal se encuentra más sensible a ese contenido. La
dimensión grupal u horizontal tiende a desocultar el acontecer implícito de ese grupo
en ese momento dado.
Decíamos anteriormente que el grupo tiene dos principios organizadores internos (la
tarea y la mutua representación interna). Los roles se van estructurando en función de
estos organizadores porque se hacen necesarios para llevar a cabo los objetivos y
porque un rol no puede ser adjudicado si no hay cierto nivel de internalización del
otro, si no hay mutua representación interna.
Un grupo deja de ser operativo cuando surgen obstáculos para concretar esa tarea.
El grupo se estructura sobre la base de un interjuego de roles. Los cuatro roles que
Pichon Riviere identifica los siguientes: el portavoz, el chivo emisario, el líder y el
saboteador.
1) Portavoz:
Es el miembro que en un momento dado denuncia el acontecer grupal, las
fantasías que lo mueven, las ansiedades y necesidades del grupo. No se
manifiesta sólo por él sino por todos a través de verbalizaciones o actitudes. En
él se conjugan la verticalidad y la horizontalidad.
El emergente de un grupo es el fenómeno que se da a nivel grupal y el portavoz
es la persona que más claramente percibe una determinada dificultad o
ansiedad y la expresa a través de su conducta.
Por ejemplo en un grupo de estudiantes que se conformó recientemente puede
haber uno de ellos distante, que queda fuera de la actividad del grupo, que no
se integra. Habrá quienes intenten integrarlo, otros que no, de acuerdo a los
roles que desempeñen cada uno y a su verticalidad. El portavoz de la dificultad
de integración tiene una característica de personalidad o una situación en su
historia personal que le permite resonar y hacerse cargo con su conducta de la
dificultad de integración.
Entonces esa dificultad no sólo le pertenece a él sino que la contradicción
integración- no integración está presente en la estructura de ese grupo en ese
momento.
Para ser portavoz no siempre hay que manifestarlo a través de la palabra, basta
con experimentarlo y mostrarlo con su conducta.
Es decir que las necesidades, ansiedades y fantasías enunciadas por el portavoz
y su manera de formularlas hacen referencia a su historia personal, en tanto el
hecho de que las formule en un momento dado del acontecer grupal señala el
carácter horizontal del emergente.
2) Chivo emisario:
Es un miembro del grupo que en el proceso de asunción y adjudicación de roles
se hace depositario de los aspectos rechazados y/o atemorizantes del grupo o
de la tarea en un acuerdo tácito en que se comprometen tanto él como los
otros miembros. Se desencadena en el grupo un mecanismo de seguridad,
desencadenado por un incremento de las tensiones, una depositación de ese
aspecto atemorizante que recorre al grupo con la posterior segregación del
depositario. Así el grupo le adjudica a uno de sus miembros sus temores y sus
aspectos rechazados para mantener su estructura y controlarse.
Si pensamos en un grupo de chicos y chicas que salen a hacer un trabajo de
campo en una zona alejada y con ciertos riesgos, uno de sus integrantes se
angustia y lo manifiesta. Si en ese grupo está valorizado el mostrarse fuerte y
seguro seguramente puede estar latente este sentimiento de temor y ser
blanco de burlas y segregación en un intento de expulsar con él también el
“miedo grupal” a la situación que atraviesan.
3) Líder:
Siempre por el mismo proceso otro miembro del grupo puede hacerse
depositario de aspectos positivos o valorados del grupo y obtiene un liderazgo.
El líder y el chivo emisario están muy ligados ya que el rol de chivo surge como
preservación del liderazgo a través de un proceso de disociación necesaria al
grupo en su tarea de discriminación.
LA TAREA
¨...se ponen en juego las técnicas defensivas del grupo movilizadas por la resistencia al
cambio y destinadas a postergar la elaboración las ansiedades que funcionan como
obstáculo epistemológico.¨ ( Pichón Riviere, Grupo operativo)
- TAREA:
En todos los grupos hay una tarea prescripta, un objetivo explícito y otro
latente o implícito.
Por ejemplo, si un grupo de compañeros se reúne a estudiar para una
evaluación, el objetivo formal es estudiar pero el latente es el
acompañarse, apoyarse, el generar un clima propicio para enfrentar la
situación de tensión. Puede transformarse en la tarea principal y explícita
debido a las ansiedades presentes y no poder avanzar el grupo sobre la
tarea por la cual se reunieron, deteniéndose en la pretarea. Pero si este
momento es superado significa que pudieron ser elaboradas, superar este
obstáculo y pueden concretar la tarea. Un coordinador puede señalar y
ayudar al grupo a señalar dichas ansiedades para explicitarlas y
enfrentarlas.
En un sentido amplio se puede decir que todo grupo que opera, que trabaja, que
resuelve un problema, es un grupo operativo. Son así los grupos que funcionan
espontáneamente, vale decir, que se organizan por propia iniciativa de sus miembros y
que no recurren a nadie (rol técnico) para que los "ayude". Sobre estos grupos, en
tanto funcionan sin la presencia de un técnico que los observe, es muy poco lo que se
puede decir.
En un sentido estricto, grupo operativo define aquel grupo que es coordinado bajo la
teoría de la concepción operativa de grupo y con la técnica operativa. Bauleo
(1989:72) dice: "Llamamos grupo operativo, a todo grupo en el cual la explicitación de
la tarea, y el accionar a través de ella, permite no sólo su comprensión sino también su
ejecución." Y es en este sentido en que es posible realizar el análisis que se propone.
Grupo operativo remite entonces a una forma de pensar al grupo (y por ende a la
psicología social) y de coordinarlo en el supuesto de que dicha coordinación le
devolverá al grupo algunos elementos de su accionar que podrían enriquecer la
resolución de la tarea. Coordinar es básicamente trabajar sobre el emergente
(Foladori 1990).
Por tanto, he aquí que se cuenta con dos grupos que interactúan: El grupo de
participantes por un lado, y el equipo coordinador (los técnicos) por otro. La tarea del
grupo de participantes tiene que ver con la razón de existencia del grupo, aquella que
lo convoca, por lo cual están allí. Esta tarea está explicitada en tanto define la
presencia de los integrantes.
Ahora bien, la tarea del equipo coordinador no tiene nada que ver con eso. La tarea
del equipo coordinador no es la de realizar la tarea que convoca al grupo de
participantes; no está allí para eso. No está allí para hacer lo que el grupo tiene que
hacer, no están allí para "cuidar" que el grupo de participantes realice lo que dice que
quiere realizar. No puede sostenerse un lugar paternalista del técnico en cuestión. No
puede convertirse en la mamá que le hace los deberes o la tarea al hijo cuando regresa
de la escuela. La tarea del equipo coordinador es radicalmente otra. Es una meta
tarea, es la tarea de mostrarle al grupo aquello que le ocurre cuando éste se aboca a
resolver su tarea.
Hay que reconocer que la dinámica del grupo involucra al equipo coordinador. Si bien
se ha mostrado que el grupo y el equipo coordinador asumen tareas distintas, ello no
significa que el proceso grupal no "toque" de distintas formas a los integrantes del
equipo coordinador según sus verticalidades específicas ( Foladori 1991). En el grupo
se producen angustias de diverso tipo e intensidad que pueden afectar a la "distancia
óptima" que los técnicos deben conservar. Parte de la tarea del equipo técnico se sitúa
en dilucidar qué hacer con ellas, cómo explicitarlas y de qué manera devolverlas al
grupo para que puedan ser elaboradas y asumidas.
- BIBLIOGRAFIA
- Teoría del Vínculo- Enrique Pichon Riviere- Nueva Visión Horacio Foladori-