Eliseo Guadalupe Rivera Serrato

IV de teología
Espiritualidad.

El laberinto del fauno.

Jn 19, 15-18

El amor que Jesús tiene por el genero humano se hace presente incluso en el
momento más fuerte de su vida, es decir, en el momento de la crucifixión. Este momento es
una síntesis de todo lo que Jesús vino hacer en la tierra, enseñar con amor como se debe de
entregar la vida por los demás, con el fin de que nosotros alcancemos a salvación del Padre.

Escogí este texto para poder relacionarlo con la película ya en sus en la ultimas
escenas, pues algo importante descubrir en el personaje de Ofelia el gran amor que tenía
por los demás, un amor que tal vez se manifiesta en cosas tan pequeñas con el hecho de
cuidar a su mamá estando al pendiente de ella. Y a pesar que no tenida un padre que le
brindara amor, ella seguía firme en su ideal y en su entrega por su mamá. Tal vez buscando
su felicidad, Ofelia se adentra en verdadero camino de pruebas donde va descubriendo su
verdadera personalidad. Pruebas que la llevan experimentar miedos, dudas y estar incluso
en peligro de muerte.

Y de nuevo regresando al pasaje Bíblico, Jesús antes de ser crucificado encuentra en

su camino muchas pruebas, tal vez incluso el miedo se hizo presente en el momento de
cargar con esa Cruz, pero que sin duda nunca lo detuvo para seguir firme en su decisión.
Una decisión que sin duda cambiaria la vida de los demás. El derramar su sangre cumpliría
el propósito del Padre, es decir la vuelta del hombre al paraíso. Seria la sangre del inocente
la que limpiaría el poder de la muerte sobre el genero humano.

Es aquí donde puedo comparar el personaje de Ofelia, su última prueba sería el

derramar sangre de un inocente. Ella sabía que no podía entregar a nadie, y mucho menos
su hermano recién nacido. Es fácil comprender que el amor a su hermano, no permitiría que
le causaran un Daño, es por eso que no dejo que fuera tocado. Al final es la sangre de
Ofelia la que logra el propósito, de que ella pueda completar las pruebas y así llegar al
Reyno subterráneo. Al igual que Jesús, venciendo toda prueba, logra llegar al ceno de
Abraham, para salvar a los que dormían y esperaban a su salvador.
 Eliseo Guadalupe Rivera Serrato
IV de teología
Espiritualidad.

Puedo concluir que la vida de cada uno esta lleno de pruebas y sin duda de muchos
peligros, pero se puede lograr la meta de la vida, o el propósito, caminando con fe y con
mucha seguridad. Jesús, dio pasos seguros y sin ver atrás, lo hizo con amor y con valentía,
pensando en la felicidad de los demás. Ofelia siguió su propósito, pero siempre dando esa
valentía y ese amor. A nosotros nos toca a ejemplo de Jesús caminar, buscar nuestro
propósito y sin ver atrás, luchar con toda nuestra fuerza a las pruebas que en la vida surjan.