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�ter Paulus Rubffls.

Sin embargo, no queda muy claro si por «bello» los antiguos entendieron
Cobuo th Mfdufo,
c.1618,VoenA.
todo lo que gusta, que suscita admiración, que atrae la mirada, lo que en
Kunsthistoñsch.s virtud de su forma satisface los sentidos, o bien una belleza «espiritual», una
Museum
cualidad del alma, que a veces puede no coincidir con la belleza del cuerpo.
En realidad, la causa de la expedición a Troya fue la extraordinaria belleza
de Helena, y Gorgias, paradójicamente, escribió un Encomio de Helena. Sin
embargo, Helena, esposa infiel de Menelao, no podía ser considerada de
ningún modo un modelo de virtud.
Si para Platón la única realidad era la del mundo de las ideas, del que
nuestro mundo material es sombra e imitación, entonces lo feo debería
haberse identificado con el no ser, puesto que en el Parménides se niega
que puedan existir ideas de cosas inmundas y despreciables como las
manchas, el fango o los pelos. Así que lo feo solo existiría en el orden de
lo sensible, como aspecto de la imperfección del universo físico respecto al
mundo ideal. Más tarde Plotino. que define más radicalmente la materia
como mal y error, efectuará una clara identificación entre lo feo y el mundo
material.
Pero basta releer el Banquete, el diálogo platónico dedicado al Eros (como
amor) y a la belleza, para distinguir muchos otros matices. En este diálogo,
como también en los demás y, en general, en casi todas las disquisiciones
filosóficas sobre lo bello y lo feo, se mencionan estos valores pero nunca
se aclaran con ejemplos (de ahí la necesidad, como se ha dicho en la
introducción, de comparar los discursos filosóficos con las realizaciones
concretas de los artistas). Es difícil decir cómo son las cosas bellas que
suscitan nuestro deseo. En cuanto al concepto de bueno, en muchos
aspectos es tema del diálogo el elogio de la pederastia, en el sentido
etimológico de amor por la belleza de los jóvenes por parte de un hombre
sabio y maduro. Esta conducta era generalmente aceptada por la sociedad
2S
l. LO FEO EN El MUNOO CI.ÁSICO

Ideas de cosas feas La fealdad moral


Platón (siglos V·J\' a.c.) Plobno (siglo w dC.)
Parménides, 130 E11éadas. l. 6
-¿Y acaso también ... cosas tales como Sea un auna Í4!:I, Intemperante e in1ust2.
una Forma en sí r por sí de justo, de W llena de innumerables deseos y
bello, de bueno y de todas las cosas de las mis profundas Inquietudes,
de este tipo? espantosa por vlllaquerías. envidiosa
--Sí. .. por mezquincbd (. ..) vive la vída de
-¿Y qué? ¿Una Forma de hombre, sepa las pasiones del cuerpo y solo h:llla
rada de nosotros y de todos cuantos son placer en la fealdad, ¿No diríamos que
como nosotros, una Fort113 en sí de su feald:ld llega del exterior a esta alm:i
hombre, o de fuego, o de agua? como una enfermedad que la ofende. la
-Por cieno... , a propósito de ellas, vuelve impura y la convierte en un
Parménides, muchas veces me he visto en amasijo confuso de m:iJCS-1 ( ) El alma
la dificultad de decidir si ha de decirse lleva una "icla oscurecida por la impureza
lo mismo que sobre las anteriores, o bien del mal, una v1d:I contammada por los
algo diferente. gérmenes de 12 muene Ya no es capaz
-Y en lo que concierne a estas cosas de ver lo que un alma debe ven )'3 no
que podrían parecer ridículas. tales como
le es permitido recogerse en sí misma
pelo, barro y basura, y cualquier ou:, porque es a1r.1í<la continuamente a la
de lo más despreetable y sin ninguna
región de la exteríondad, uúenor )"
ímponancía, ¿también dudas si debe
c:irgada de oscuridad. Impura, arrasírada
admitirse, de c:icb una de ellas. una
por todas partes por la a1r.1cción de
Fort113 separada y que sea diferente de
las cosas sensibles, CSlá mezclada
esas cosas que están ahí, al alcance
de la mano? ,,o no? con muchas característícas del cuerpo.
Puesto que ha acogido en sí la forma de
-¡De ningún modo!... Estas cosas
la materia, diferente a ella, ha qu�ado
que vemos sin duda también son.
contaminada por dicha materia, y su
Pero flgurarse que hay de ellas una
propia naturaleza permanece
Forma seña absurdo.
contaminada de lo que es mfenor,

griega, pero en el diálogo la pederastia elogiada por Pausanias (verdadero


deseo carnal de la belleza del joven) y la pederastia sublimada (hoy
diríamos "platónica») representada por Sócrates son muy distintas.
Pausanias distingue entre el Eros de Afrodita Pandemo, propio de los
hombres ordinarios, que aman por igual a mujeres y a jóvenes, y aman más
sus cuerpos que sus almas, y el Eros de Afrodita Urania, que es únicamente
amor por los jóvenes, es decir, no por los niños aún no preparados sino por
adolescentes maduros «cuando les empieza a crecer la barba». Pero el
mismo Pausanias admite que hay que amar a los jóvenes más nobles y
mejores «aunque sean más feos que otros», de ahl que sea malvado el
amante que ama más el cuerpo que el alma. En este sentido, la pederastia,
aunque no excluye la relación física, se refiere a una forma de alianza
erótico-filosófica que se establece entre el amado (el joven que acepta la
compañía de un hombre mayor que le inicia en la sabiduría y en la vida
adulta, y al que ofrece a cambio sus favores) y el amante, el sabio que se
enamora de la gracia y de la virtud del joven.
Después de Pausanias interviene Aristófanes, que cuenta que al principio
había tres géneros, masculino, femenino y andrógino, y solo después de que
Zeus cortara en dos mitades a cada uno existieron los hombres que «gozan
de estar abrazados a los hombres», las mujeres «que tienen inclinación
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l. l.O FEO EN E� MUNDO CLÁSICO

Tersi1es
Homero (siglo L'( a.C.)
tltada, U, 282 ss,
Tersnes era el hombre mis deforme que
habla llegado 3 Uios. Er:i b12co. cojO )' sus
hombros encorvados se le juntaban en el
pecho. Cubrían su cabeza puntiaguda
menguados mechones de cabellos.
Aborrecía nús que a nadie a Aquiles r a
OdLSCO. r les uhr:ipba a menudo
Esopo el feo
Nol'ela de Esopo, l (siglos 1-11) Esopo. el
gran benefactor de la humanidad, el
fabulista. fue esclavo de condición. pero
de nacínueruo frigio de
Amorio. en Fngia· repulsivo a la vista (. •.),
asqueroso, barrigudo, con la cabeza
sobresalíenre. chato. jorobado. cetrino.
bajito. con los pies planos. 10!\ brazos
conos. torcido. de labios abultado,,, error
(... ) Adem'1, -defeeto más grave aún que
la defornudad-, no tcnfa el don de la
palabra )' era también tartamudo )' estaba
totalmente mcap:icitado par:, expresarse,
Sócrates como sUcno
Platón (siglos H\ 3.C.l
El banquete. 215 a-b
Pues en mi opinión (S6cr:11es] es lo mis
parecido a esos sílenos existentes en los
talleres de escolrura, que fabrican los
artesanos con siringas o flauus en la
mano )' que. cuando se abren en dos
muades. aparecen con estatuas de dioses
en su interior
Rorroto dt Esopo, En el mundo griego hubo otras muchas contradicciones.Cuando Platón
grabado, 1490.
Basilea consideraba en la República que lo feo como falta de armonía era lo
contrario de la bondad del espíritu, recomendaba que se evitara a los niños
la representación de las cosas feas, pero admitía que en el fondo existía
un grado de belleza propio de todas las cosas, en la medida en que se
adecuaban a la idea correspondiente; de ahí que pudieran considerarse
bellas una muchacha, una yegua, una olla, aunque cada una de estas cosas
podía ser fea respecto a la anterior.
Aristóteles confirmaba en la Poética un principio que serla universalmente
aceptado a lo largo de los siglos, esto es, que se pueden imitar bellamente
las cosas feas, y se admiraba de la manera en que Homero había
representado perfectamente la repugnancia física y moral de Tersites.
Veamos por último cómo más tarde, en la época estoica, Marco Aurello
reconoce que también lo feo, también las imperfecciones como las grieta.s
en la corteza del pan, contribuyen a la complacencia del todo. Principio
que (como veremos en el capítulo siguiente) domina la visión patrística
y escolástica, donde lo feo es liberado del contexto y contribuye a la
armonía del universo.
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l. ¡UN MUNDO DOMlNAOO POR lO SW.Ol

31
/
L LO FEO EN U MUNDO CLÁSICO

Sirenas de un JO\'en cachorro, pero ella es un


Homero <siglo L� a.e, l monstruo espantoso. Nadie se alegrarla
Odtsea. xn, ,10-62 de verla. ni siquiera un dios que se
En primer lugar llegar:1s junto a las topara con ella. nene doce patas. todas
Sirenas. las que hechizan u todos los deformes y seis cuellos larguísimos,
humanos que se aproximan u ellas, y sobre cnd:1 uno de ellos una cabezo
Cualquiera que en su ignorJnci:I S4' les horrible, y en ellas tres Olas de dientes,
acerco y escucha la voz de las Sírenas, a agudos )' apretados. repletos de negra
ese no le abrazarán de nuevo su muerte.
mujer ni sus hijos contentos de su
regreso a casa. Alli fas Sirenas lo Pollfemo
hechizan con su Homero (siglo L._ :1.C. >
como fascíname. situadas en una pradera, Odisea, IX. 18-·190. 288-298, 3-2.3¡6,
En torno o ellos amarillea un enorme 378-38�. 388-391
montón de huesos )' renegridos pellejos
Allí pernoctaba un índlvíduo monstruoso
humanos putrefactos. ¡Asi que pasa de
que llevaba :t pacer sus ganados en
largo! En las orejas de tus compañeros
solltano y aparte. No se trataba con
pon tapones de cera meloso, para que otros y carecía de normas (•.•) Echó
ninguno de ellos las oiga. Respecto o ti sus manos sobre mts compañeros. y
mismo. si deseas escucharlas. que te agarrando a dos, como a dos cachorros,
sujeten a bordo de tu rápida nave de se puso a machacarlos contra el suelo.
pies y de manos. atándote fuerte al El cerebro de ellos se desparramé y
mistU. y que dejen bien tensas las mojaba la tierra. Los descuartizó miembro
amarras de este. para que puedas oír por miembro )' se preparó la cena.
para tu placer la voz de las dos Sirenas,
Devoraba romo un león criado en las
Y si te pones a suplicar ) ordenar a tus selvas. sin dejar nada. las vtsceras,
compañeros que te suelten, que ellos las carnes )' los huesos con el ruétano.
Le aseguren entonces con m:ís ligaduras.
NOSO!ros ltorábamos }' alzábamos las
Después, cuando p tus compañeros
las huyan pasado de largo. no "º)' a manos a zeus. mientras contemplábamos
exphcane de modo puntual cuál será tan atroces actos. la desesperación
dominaba nuestro 1.nimo.
tu camino. porque debes decidirlo tú
Luego que el cíclope se hubo llenado
mismo en tu ánimo.
su gran tripa comiendo carne humana
Pero te mencionaré las dos ahematívas.
y bebiendo encima leche pura, acostose
Por un lado hay unas rocas escarpadas,
en medio de 13 gruta rumbándose entre
contra las cuales retumbad espantoso
el rebaño. (. ..) Dijo. y rumbándose
oleaje de Anlltrite de azules pupilas.
c-Jyó boca arriba, r al momento quedose
Son las que llaman Rocas Errantes los
tendido. torciendo su grueso cuello.
dioses felices. El sueño, que todo vence, lo dominaba.
De su gaznate regurgitaba vino y trozos
Las arpías de carne humana. Eructaba ahüo de vino.
Virgilio (siglo I a.c.)
Eneldo, m. 354-358. 361-368 Cerbero
Es griego este nombre de Estrófodes,
Virgilio (siglo I a.C.)
)' ellas son islas que están en el gran Eneldo, \1, 612-629
Jónico. que habitan la cruel cetene y
Asorda estos reinos con su ladrido
otras Harpías [... J No hay monstruo trifauce el gran Cerbero. tendido)'
que ellas más triste, ni hay peste más monstruoso de parte a parte de su cueva.
dura que ellas: y por ellas 13 ira de A quien 13 profetisa. viendo que Y• se
los dioses surgió de las aguas estigias. erizo su cuello envedijado de celebras,
Volátiles son r tienen cara de doncellas. le echa la torta narcotizada de miel y
es insufrible la hediondez de su vientre: semillas medicinales. Él la toma al vuelo,
son garfios sus manos, r e1 rostro llevan abriendo las tres gargantas, que el
siempre vesudo con la palidez del hambre exaspera y. dejiindose caer
hambre. por el suelo. relaja sus desmedidos
miembros y se extiende monstruoso
Escila y Caribdis llena ndo toda su cueva, Sepultado en
Homero (siglo rx a.c.) sueño el guardián, ocupa .Eneas l:i
oatsea. XIJ. s;.93 entrada y pasa presto a la ribera de
Allí habita Escila que lanza atronadores
la onda que no tiene retomo.
aullidos. Su voz. en efecto. es como la
IMI húlcrnos el pabcio :icogc entre sus meros a :unlxls.
Hesíodo (siglo ,11 a.C.l sino que slempre una de elJa.s fuera de!
Teogo11fa. -36-r3 palacio da ,1.1eb.s por la tien:I y b oua espera
Allí ele b tierr:i sombría, del tenebroso en b motada h3su que llegue el rnomen10
T:ln:aro. del ponto esiérll y del cielo e51reJlado de su ,i:l¡e. L'na ofrece a los seres de b tien:I
están alineados los mananuales y términos su luz penetrante; b oua les Ue-'3 en sus
hórridos y pútridos de todos, y h:1.stl los brazos el Sueño hermano de b Muene. b
dioses los maldicen. Enorme abismo: no fu= :-oche. envuelta en densa niebb.
se alcam:irfa su fondo ni en todo un año AlJí tienen su casa los hijos de b OSCUt3
completo, si antes fuer:i posible franquear xoche, Hipnos y T:lnato. terribles dioses:
sus puenas: sino que por aquí y por allá te nunca el radiante Helios les alumbra con
arrastraría huracán ante hurac:ln tenible <...) sus raros al subir al cielo ni al bajar del
También se encuentran aUl las terribles ciclo. L'no de eUos recorre tr.Jnquibmente
mansiones de b oscura :,.loche cubicros de la tielT'J y los anchos lomos del mar y es
neg=.cos nubarrones. Oebnte de eüas, el dulce para los hombres: el eee. en cambio.
hijo de Japeto SO&iene el ancho delo. tiene de luerro el corazón )' un alma
apoy.1ndolo en su cabezl e infuti¡i:ibles impbcable de bronce albe,ga en su pecho.
brazos, sólidamente, aUl donde b xecbe y Retiene al hombre que cose antes. y es
b odioso incluso para ,� irunonales dioses.
Lut del dl:i se acercan má; r se saludan entre Allí delante se encuentran las resonantes
ellas pasando :iltern:ith':llllente el gran mansiones del dios subterráneo (del
vestíbulo de bronce. Cuando una ,'3 a entrar. poderoso Hades y la temible Perséfone].
}'3 b otra � yendo ll3Ci:I b �· y nunc:1

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