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“Metaanálisis sobre manifestaciones clínicas de COVID-19”

1. INTRODUCCIÓN
Desde el inicio de la pandemia a finales de noviembre de 2019, la enfermedad producida por el
virus SARS CoV2, denominada COVID-19 (Coronavirus Disease – 2019), se transformó en una
emergencia sanitaria.

Inicialmente generó mucha zozobra por la dificultad de diagnosticarla, al ser una enfermedad
nueva, no se tenían los datos necesarios para identificar los signos y síntomas de la infección
aguda, mientras la infección se propagaba por China y posteriormente por Europa, se fueron
identificando algunos rasgos clínicos, como la fiebre, tos, disnea, afectación
musculoesquelética (mialgias, artralgias), signo-sintomatología común para distintos cuadros
infecciosos, posteriormente se fueron describiendo otro tipo de manifestaciones, incluso
ajenos al aparato respiratorio, como la diarrea, anosmia y disgeusia.

Se realizaron distintos tipos de publicaciones en referencia a la presentación clínica de COVID-


19, en los que se demostró que, por el tipo de receptores afectados, se pueden evidenciar
otras manifestaciones no descritas previamente, tales como afectación cardiovascular,
neurológica, sensorial, gastrointestinal, renal, incluso dérmica, las cuales generan mayor
compromiso al existir comorbilidad, en las que se hizo mayor énfasis sobre hipertensión
arterial, hipercolesterolemia, diabetes mellitus, asma, síndrome de apneas-hipopneas del
sueño, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cardiopatía isquémica y enfermedad renal
crónica.

La finalidad del presente estudio, es determinar la frecuencia de manifestaciones clínicas


referidas a COVID-19, que nos ayudará a reconocer de forma precoz la infección viral, de modo
que se pueda definir un manejo adecuado, que determine un mejor pronóstico, limitando las
complicaciones desencadenadas por COVID-19.

2. Objetivo general y objetivos específicos


2.1. Objetivo General
 Determinar la frecuencia de manifestaciones clínicas de COVID-19.

2.2. Objetivos Específicos


 Recolectar artículos originales referidas a manifestaciones clínicas de COVID-19.
 Analizar los resultados obtenidos en los artículos.
 Comparar estudios y elaborar gráficas referidas a frecuencias de manifestaciones
clínicas en COVID-19
 Redactar el informe final.

3. MÉTODOS
3.1. Diseño de Investigación
3.1.1. Diseño o tipo de estudio
Descriptivo de corte longitudinal.
3.1.2. Universo de estudio.
Artículos originales referidos a COVID-19.
3.1.3. Tamaño de muestra
Artículos originales referidos a manifestaciones clínicas de COVID-19

3.2. Proceso de reclutamiento:


Muestreo aleatorio

3.2.1. Criterios de inclusión.


• Artículos comprendidos entre las gestiones 2020 y 2021
• Documentos de investigación a nivel mundial.

3.2.2. Criterios de exclusión.


• Cartas al editor
• Reportes

4. MARCO TEÓRICO
4.1. SARS-CoV-2
Los coronavirus presentan familias numerosas de virus del ácido ribonucleico (RNA) con
envoltura, algunos de los cuales causan enfermedades en las personas (p. ej., el resfriado
común, el síndrome respiratorio agudo severo [SARS], el síndrome respiratorio de Oriente
Medio [MERS]), y otros que se propagan entre mamíferos y aves.[1] [2]
Con escasa frecuencia, los coronavirus de animales pueden transmitirse a los seres
humanos y posteriormente entre seres humanos, como fue el caso del SRAG y el MERS. [1]
[2]

Betacoronavirus previamente desconocido que se descubrió en muestras de lavado


broncoalveolar tomadas de grupos de pacientes que presentaron neumonía de causa
desconocida en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei (China), en diciembre de 2019.
El SARS-CoV-2 pertenece al subgénero de Sarbecovirus de la familia coronaviridae y es el
séptimo coronavirus del cual se conoce y que infecta a seres humanos.
Se ha encontrado que el virus presenta características similares a las del coronavirus del
SARS proveniente de los murciélagos, pero se diferencia del SARS-CoV y del MERS-CoV.[1]
[2]
El genoma completo ha sido determinado y publicado en el GenBank.

4.1.1. Serotipos
Coronavirus están muy extendidos entre las aves y los mamíferos, y los murciélagos
albergan la mayor variedad de genotipos.
Los coronavirus animales y humanos se dividen en cuatro géneros distintos.
Seis serotipos de coronavirus se han asociado con enfermedades en humanos:
 HCoV-229E
 HCoV-NL63
 HCoV-OC43
 HCoV-HKU1
 SARS-CoV
 SARS-CoV-2
 MERS-CoV.
4.1.1.1. Alfacoronavirus
Incluye dos especies de virus humanos
• HCoV-229E
• HCoV-NL63
• HCoV-229E, aminopeptidasa N (APN) como su principal receptor.
En contraste, HCoV-NL63, como el SARS-CoV y el SARS-CoV-2 (betacoronavirus), usa la
enzima convertidora de angiotensina-2 (ACE-2).
Los alfacoronavirus animales importantes son el virus de la gastroenteritis transmisible de
los cerdos y el virus de la peritonitis infecciosa felina. También hay varios coronavirus de
murciélago relacionados entre los alfacoronavirus.

4.1.1.2. Betacoronavirus
Dos de las especies humanas no SARS del género
• HCoV-OC43
• HCoV-HKU1
Tienen actividad hemaglutinina-esterasa y probablemente utilizan residuos de ácido siálico
como receptores.
Este género también contiene varios virus murciélago, MERS-CoV, SARS-CoV y SARS-CoV-2,
aunque los tres últimos están genéticamente algo distantes de HCoV-OC43 y HCoV-HKU1.
Los betacoronavirus animales importantes son el virus de la hepatitis de ratón, un modelo de
laboratorio para la hepatitis viral y la enfermedad desmielinizante del sistema nervioso central,
y el coronavirus bovino, un virus del ganado que causa diarrea.
El coronavirus bovino es tan similar al HCoV-OC43 que los dos virus se han fusionado en una
sola especie denominada betacoronavirus 1.
Se cree que HCoV-OC43 saltó de un huésped animal a otro tan recientemente como 1890.

4.1.1.3. Gammacoronavirus
Contiene principalmente coronavirus aviar, el más destacado de los cuales es el virus de la
bronquitis infecciosa aviar (AIBV), un importante patógeno veterinario que causa
enfermedades del tracto respiratorio y reproductivo en pollos.

4.1.1.4. Deltacoronavirus
Contiene coronavirus aviares descubiertos recientemente que se encuentran en varias especies
de pájaros cantores.
Serotipos que afecta al humano
• 229E (alpha coronavirus)
• NL63 (alpha coronavirus)
• OC43 (beta coronavirus)
• HKU1 (beta coronavirus)
• MERS-CoV (betacoronavirus que causa “Middle East Respiratory Syndrome”, o MERS)
• SARS-CoV (beta coronavirus que causa “severe acute respiratory síndrome”, o SARS)
• SARS-CoV-2 (Coronavirus disease 2019, COVID-19)
4.1.2. PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS
La partícula viral tiene un diámetro de 60 ~ 100 nm y aparece redonda u ovalada [14]. La mayor
parte del conocimiento sobre las propiedades fisicoquímicas de los CoV proviene de SARS-CoV
y MERS-CoV.
El SARS-CoV-2 puede inactivarse por UV o calentarse a 56 ° C 30 min, y también es sensible a la
mayoría de los desinfectantes como el éter dietílico, etanol al 75%, cloro, ácido peracético y
cloroformo [14]. Se ha informado que el SARS-CoV-2 fue más estable en plástico y acero
inoxidable que en cobre y cartón, y se detectó un virus viable hasta 72 h después de la
aplicación en estas superficies. En cartón, la semivida Virus 2020, 12, 372 4 de 17 del SARS-
CoV-2 fue más larga que la del SARS-CoV y la viabilidad más larga de ambos virus fue en acero
inoxidable y plástico [15].

4.1.3. ESTRUCTURA
• Proteína S (spike protein): se ensambla en homotrímeros y forma estructuras que
sobresalen de la envoltura del virus, contiene el dominio de unión al receptor celular,
determina el tropismo del virus y fusión de la membrana viral con la celular.
• Proteína E (envelope): Juega un papel importante en el ensamblaje y liberación del
virus
• Proteína M (membrane): ayuda a mantener la curvatura de la membrana y la unión
con la nucleocápside
• Proteína N (nucleocapsid): Está en el interior del virión asociada al RNA viral, forma
parte de la nucleocápside al unirse al material genético viral
• Proteína accesoria (HE): se halla solo en algunos Betacoronavirus y su actividad
esterasa facilita la entrada del virus en la célula huésped, además, de ayudar en su
propagación [1]
4.2. FISIOPATOLOGÍA

SARS-CoV-2 se une al receptor de la enzima convertidora de angiotensina-2 (ACE2) en los seres


humanos, lo que sugiere una patogénesis similar a la del SARS.
Sin embargo, una característica estructural única del dominio de unión del receptor de la
glicoproteína de la espiga del SARS-CoV-2 (que es responsable de la entrada del virus en las
células huésped) confiere una afinidad de unión potencialmente más alta para el ACE2 en las
células huésped en comparación con el SARS-CoV.[
Las evidencias mecánicas de otros coronavirus sugieren que el SARS-CoV-2 puede reducir la
regulación del ACE2, lo que da lugar a una sobreacumulación tóxica de angiotensina-II que
puede inducir el síndrome de dificultad respiratoria aguda y la miocarditis fulminante.
Evolución
Efecto citopático directo resultante de la infección viral, que predomina en las primeras etapas
de la enfermedad;
Respuesta inflamatoria no regulada del huésped, que predomina en las últimas etapas.
Estadíos
Estadio I (fase temprana): Replicación viral que condiciona el efecto citopático directo y la
activación de la respuesta inmune innata, y se caracteriza por la estabilidad clínica con
síntomas leves (tos, fiebre, astenia, cefalea, mialgia) asociados con linfopenia y elevación de d-
dímeros y LDH;
Estadio II (fase pulmonar): Activación de la respuesta inmune adaptativa que resulta en una
reducción de la viremia, pero inicia una cascada inflamatoria capaz de causar daño tisular, y se
caracteriza por un empeoramiento de la afección respiratoria (con disnea) que puede
condicionar la insuficiencia respiratoria aguda asociada con empeoramiento de linfopenia y
elevación moderada de PCR y transaminasas;
Estadio III (fase hiperinflamatoria):Insuficiencia multiorgánica fulminante con empeoramiento
frecuente del compromiso pulmonar, resultado de una respuesta inmune no regulada que
condiciona un síndrome de tormenta de citoquinas. Este síndrome, que recuerda a la
linfohistiocitosis hemofagocítica secundarias, es potencialmente identificado por HScore.

Entrada y propagación de virus


El SARS-CoV-2 se transmite predominantemente a través de gotitas respiratorias, contacto y
potencial en el fecal-oral.
Se supone que la replicación viral primaria se produce en el epitelio de la mucosa del tracto
respiratorio superior (cavidad nasal y faringe), con una multiplicación adicional en el tracto
respiratorio inferior y la mucosa gastrointestinal, lo que da lugar a una viremia leve. Pocas
infecciones se controlan en este punto y permanecen asintomáticas. Algunos pacientes
también han presentado síntomas no respiratorios, como daño hepático y cardíaco agudo,
insuficiencia renal, diarrea, lo que implica la afectación de múltiples órganos.
ACE2 se expresa ampliamente en la mucosa nasal, bronquios, pulmones, corazón, esófago,
riñón, estómago, vejiga e íleon, y todos estos órganos humanos son vulnerables al SARS-CoV-2 .
Recientemente, los médicos también han propuesto la posible patogenicidad del SARS-CoV-2 a
los tejidos testiculares, lo que implica problemas de fertilidad en pacientes jóvenes.
4.3. HALLAZGOS PATOLÓGICOS
El primer informe de hallazgos patológicos de un COVID-19 grave mostró daño alveolar
pulmonar bilateral por uso con exudados de fibromixoides celulares. El pulmón derecho
mostró descamación evidente de neumocitos y formación de membrana hialina, lo que indica
el síndrome de dificultad respiratoria aguda. El tejido pulmonar izquierdo mostró edema
pulmonar con formación de membrana hialina, lo que sugiere un síndrome de dificultad
respiratoria aguda (SDRA) en fase temprana. Se pudieron observar infiltrados inflamatorios
mononucleares intersticiales, dominados por linfocitos, en ambos pulmones.
Se identificaron células sincitiales multinucleadas con neumocitos agrandados atípicos
caracterizados por núcleos grandes, citoplasma granular anfofílico y nucléolos prominentes en
los espacios intraalveolares, lo que indica cambios virales de tipo citopático.
Estos hallazgos patológicos pulmonares se parecen mucho a los observados en el SARS y MERS.
Se observó esteatosis microvascular moderada y actividad lobular y portal leve en muestras de
biopsia hepática, que podrían ser causadas por infección por SARS-CoV-2 o por uso de drogas.
Además, solo se encontraron unos pocos infiltrados inflamatorios mononucleares intersticiales
en el tejido cardíaco, lo que significa que el SARS-CoV-2 podría no dañar directamente el
corazón. Se encontró secreción masiva de moco en ambos pulmones en casos de muerte con
COVID-19, que era diferente del SARS y MERS.

4.3.1. Síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA)


El SDRA es una afección pulmonar potencialmente mortal que evita que llegue suficiente
oxígeno a los pulmones y a la circulación, lo que representa la mortalidad de la mayoría de los
trastornos respiratorios y la lesión pulmonar aguda [59]. En los casos fatales de infecciones
humanas por SARS-CoV, MERS-CoV y SARS-CoV-2, las personas presentan dificultad respiratoria
severa que requiere ventilación mecánica, y los hallazgos histopatológicos también respaldan el
SDRA. Estudios anteriores han encontrado que la susceptibilidad genética y las citoquinas
inflamatorias estaban estrechamente relacionadas con la aparición de SDRA. Se ha considerado
que más de 40 genes candidatos, incluidos ACE2, interleucina 10 (IL-10), factor de necrosis
tumoral (TNF) y factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), entre otros, están asociados
con el desarrollo o el resultado del SDRA. También se demostró que los niveles elevados de IL-6
e IL-8 en plasma están relacionados con los resultados adversos del SDRA [59]. Los
biomarcadores anteriores sugieren una explicación molecular para el SDRA grave y un posible
tratamiento para el SDRA después de la infección por SARS-CoV-2.

4.3.2. Tormenta de citoquinas


La rápida replicación viral y el daño celular, la disminución y eliminación de ACE2 inducida por
virus y la mejora dependiente de anticuerpos (ADE) son responsables de la inflamación
agresiva causada por el SARS-CoV-2.
El SARS-CoV-2 secuestra el mismo receptor de entrada, ACE2, que el SARS-CoV para la
infección, lo que sugiere la probabilidad de que la misma población de células sea objetivo e
infectada. El inicio inicial de la replicación viral rápida puede causar muerte celular epitelial y
endotelial masiva y fuga vascular, lo que desencadena la producción de citocinas y quimiocinas
proinflamatorias exuberantes.
Se ha propuesto que la pérdida de la función pulmonar de ACE2 está relacionada con la lesión
pulmonar aguda porque la regulación a la baja de ACE2 y la eliminación pueden conducir a la
disfunción del sistema renina-angiotensina (RAS), y mejorar aún más la inflamación y causar
permeabilidad vascular.
ADE puede promover la absorción celular viral de los complejos de virus infecciosos-
anticuerpos después de su interacción con los receptores Fc (FcR), Fc R u otros receptores, lo
que resulta en una infección mejorada de las células objetivo [65]. La interacción de Fc R con el
complejo virus-anti-S de anticuerpos neutralizantes de proteínas (anti-S-IgG) puede facilitar
tanto las respuestas inflamatorias como la replicación viral persistente en los pulmones de los
pacientes
4.3.3. Tormenta de citocinas en COVID-19
Los resultados demostraron altas concentraciones de IL-1B, IL-1RA, IL-7, IL-8, IL-9, IL-10, FGFb,
CSF-G, CSF-GM, IFNγ, IP10, MCP1, MIP1A, MIP1B, PDGF, TNFα y VEGF, independiente del
ingreso a la UCI.
Los pacientes que ingresaron a la UCI presentaron concentraciones plasmáticas más altas de IL-
2, IL-7, IL-10, CSF-G, IP10, MCP1, MIP1A y TNF.
4.3.4. Disfunción inmune
Las células T periféricas CD4 y CD8 mostraron reducción e hiperactivación en un paciente
grave.
También se determinaron altas concentraciones de células T CD4 proinflamatorias y gránulos
citotóxicos células T CD8, lo que sugiere respuestas inmunitarias antivirales y hiperactivación
de las células T.
Además, varios estudios han informado que la linfopenia es una característica común de
COVID-19, lo que sugiere un factor crítico que explica la gravedad y la mortalidad.
4.4. ÓRGANOS AFECTADOS
Sobre la base de un análisis de conjuntos de datos de secuenciación de ARN unicelular
derivados de los principales sistemas fisiológicos humanos, los órganos considerados más
vulnerables a la infección por SARS-CoV-2 debido a sus niveles de expresión de ACE2 son los
pulmones, el corazón, el esófago, los riñones, la vejiga y el íleon.
Esto puede explicar las manifestaciones extrapulmonares asociadas a la infección. La menor
expresión de ACE2 en el epitelio nasal de los niños de menos de 10 años en comparación con
los adultos podría explicar por qué la COVID-19 es menos prevalente en los niños; sin embargo,
se requiere más investigación al respecto.
4.4.1. Afectación pulmonar
El virus utiliza la serina proteasa de la transmembrana del huésped 2 (TMPRSS2) para el cebado
de la proteína S y la fusión de las membranas celulares del virus y de la célula huésped.
Se ha identificado un sitio de clivaje similar al de la furina en la proteína de la espiga del virus;
esto no existe en otros coronavirus similares al SARS.
Los estudios de las autopsias han revelado que los pacientes que murieron de insuficiencia
respiratoria presentaban evidencias de daño alveolar difuso exudativo con congestión capilar
masiva, a menudo acompañado de microtrombos.
La formación de la membrana hialina y la hiperplasia atípica de neumocitos son frecuentes.
Eventos trombóticos
En varios estudios se ha identificado la obstrucción de la arteria pulmonar por material
trombótico, tanto a nivel macroscópico, como microscópico, también signos de
microangiopatía trombótica generalizada.
Se ha observado una grave lesión endotelial asociada a la presencia de virus intracelulares y a
la alteración de las membranas celulares. Otros hallazgos incluyen bronconeumonía, embolia
pulmonar, hemorragia alveolar y vasculitis.
El crecimiento significativo de nuevos vasos sanguíneos a través de la angiogénesis
intususceptiva distingue la patología pulmonar del COVID-19 de la infección grave por gripe.

4.4.2. Hipoxia
El examen histopatológico de las muestras de cerebro mostró cambios hipóxicos pero no
encefalitis u otros cambios cerebrales específicos debidos al virus en un estudio de la autopsia.
El virus se detectó a bajos niveles en el tejido cerebral.
Existe la hipótesis de que el COVID-19 es una enfermedad del endotelio, se asocia a
hiperviscosidad.
Se sabe que daña el endotelio y es un factor de riesgo conocido para la trombosis.
El posible vínculo entre la hiperviscosidad y las complicaciones trombóticas justifica
investigaciones adicionales.

Características clínicas
Fiebre (98%), tos (76%) y mialgia o fatiga (44%). Los síntomas menos comunes fueron la
producción de esputo (28%), dolor de cabeza (8%), hemoptisis (5%) y diarrea (3%). Disnea en
más de la mitad de los pacientes.
El período de incubación promedio y el número de reproducción básica (R0) se estimaron en
5.2 días (IC 95%: 4.1–7.0) y 2.2 (IC 95%, 1.4–3.9), respectivamente.
Recuento normal o reducido (25%) de glóbulos blancos y linfopenia (65%).
98% de los pacientes afectación bilateral bajo TC de tórax.
Los hallazgos típicos de las imágenes de TC de tórax de pacientes de la UCI al ingreso: áreas de
consolidación lobular múltiple y subsegmental bilateral.
Los hallazgos representativos de la TC de tórax de pacientes no UCI mostraron opacidad
bilateral en vidrio esmerilado y áreas de consolidación subsegmentarias.
El análisis de 1324 casos confirmados por laboratorio mostró que la fiebre (87.9%) y la tos
(67.7%) seguían siendo los síntomas más comunes, mientras que la diarrea es poco común.
4.5. CLASIFICACIÓN
4.5.1. OMS
Enfermedad leve
Pacientes sintomáticos que cumplen con la definición de caso para COVID-19 sin evidencia de
hipoxia o neumonía.
Los síntomas frecuentes incluyen fiebre, tos, fatiga, anorexia, disnea y mialgia. Otros síntomas
no específicos incluyen dolor de garganta, congestión nasal, dolor de cabeza, diarrea, náuseas y
vómitos, y pérdida del olfato y el gusto.
Las personas de edad avanzada y las personas inmunodeprimidas pueden presentar síntomas
atípicos (p. ej., fatiga, disminución del estado de alerta, reducción de la movilidad, diarrea,
pérdida de apetito, delirio, ausencia de fiebre).
Los síntomas debidos a adaptaciones fisiológicas del embarazo o acontecimientos adversos del
embarazo (p. ej., disnea, fiebre, síntomas gastrointestinales, fatiga) u otras enfermedades (p.
ej., paludismo) pueden superponerse a los síntomas de COVID-19.
Enfermedad moderada
Adolescente o adulto: signos clínicos de neumonía (es decir, fiebre, tos, disnea, respiración
rápida) pero no presentan signos de neumonía grave, incluidos los niveles de saturación de
oxígeno en la sangre (SpO2 ≥90% en el aire ambiente.
Niños: signos clínicos de neumonía no grave (es decir, tos o dificultad para respirar, además de
respiración rápida y/o tiraje torácico) y no hay signos de neumonía grave. La respiración rápida
se define como:
o <2 meses de edad: ≥60 respiraciones/minuto
o 2-11 meses de edad: ≥50 respiraciones/minuto
o 1-5 años de edad: ≥40 respiraciones/minuto.
Si bien el diagnóstico puede hacerse basasándose en la clínica, los estudios por imágenes del
tórax pueden ayudar en el diagnóstico e identificar o descartar las complicaciones pulmonares.

Enfermedad grave
Adolescente o adulto
Signos clínicos de neumonía (es decir, fiebre, tos, disnea, respiración rápida) más uno de los
siguientes:
Frecuencia respiratoria > 30 respiraciones/minuto
Dificultad respiratoria grave
SpO2 90% en el aire ambiente.
Niños
Signos clínicos de neumonía (es decir, tos o dificultad para respirar) y al menos uno de los
siguientes:
Cianosis central o SpO2 90%
Dificultad respiratoria grave (p. ej., respiración rápida, gruñidos, tiraje torácico muy grave)
Signo general de peligro
Incapacidad para la lactancia materna o beber, letargo o inconsciente, o convulsiones.
Si bien el diagnóstico puede hacerse basasándose en la clínica, los estudios por imágenes del
tórax pueden ayudar en el diagnóstico e identificar o descartar las complicaciones pulmonares.
Enfermedad crítica
Presencia de síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), sepsis o shock séptico.
Otras complicaciones son la embolia pulmonar aguda, el síndrome coronario agudo, el
accidente cerebrovascular agudo aguda y el delirio.

4.5.2. National Institutes of Health: Clasificación clínica de COVID-19


Infección asintomática o presintomática
Personas que dan positivo en la prueba del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo
grave (SARS-CoV-2) pero no presentan síntomas.
Enfermedad leve
Personas que presentan cualquiera de los diversos signos y síntomas (p. ej., fiebre, tos, dolor
de garganta, malestar general, dolor de cabeza, dolor muscular)
Sin dificultad respiratoria, disnea o
Estudios por imágenes anormales.
Enfermedad moderada
Personas que presentan evidencias de enfermedad respiratoria inferior en la evaluación clínica
o en los estudios por imágenes y una saturación de oxígeno (SpO 䔖 >93% en el aire ambiente
al nivel del mar.

Enfermedad grave
Las personas que presentan una frecuencia respiratoria >30 respiraciones por minuto
SpO2≤93% en el aire ambiente al nivel del mar
Relación de la presión parcial arterial de oxígeno a la fracción de oxígeno inspirado (PaO 2FiO2
<300, ó
Infiltraciones pulmonares >50%.
Enfermedad crítica
Personas con insuficiencia respiratoria, shock séptico y/o disfunción de múltiples órganos.
Perspectivas evolutivas sobre la ecología del SARS-CoV-2
Todos los CoV humanos pueden ser de origen zoonótico, y los murciélagos son probablemente
los anfitriones naturales de todos los CoV conocidos actualmente [21]. Durante la pandemia de
SARS en 2002 y 2003, los primeros indicios apuntaban a un origen zoonótico del SARS-CoV, con
las civetas como la fuente natural sospechosa de infección humana [22].
Luego se encontraron CoV genéticamente diversificados similares al SARS en murciélagos
rinolofídicos chinos, y se informó que dos nuevos CoV de murciélago de murciélagos herradura
chinos (familia: Rhinolophidae) en la provincia de Yunnan, China, están muy estrechamente
relacionados con el SARS-CoV, lo que implica que los murciélagos herradura chinos son
anfitriones naturales de SARS-CoV [23,24].
Con respecto al SARS-CoV-2, mostró una identidad de secuencia alta con algunos CoV de
murciélago como BatCoV RaTG13 (96% de identidad nt con SARS-CoV-2) detectado
previamente en Rhinolophusa nis de la provincia de Yunnan, lo que indica un origen de SARS en
murciélagos. CoV-2 [12,23].
En general, los hábitats de los murciélagos están lejos de las áreas de actividad humana, y el
virus probablemente fue transmitido a los humanos por otro huésped animal. Los CoV
similares a los del SARS de los murciélagos no pueden infectar directamente a los humanos a
menos que sufran mutación o recombinación en huéspedes animales [22]. Por ejemplo, los
huéspedes animales de SARS-CoV y MERS-CoV son la civeta y el camello (Figura 3) antes de la
transmisión a los humanos.
Con respecto al huésped animal intermedio del SARS-CoV-2, se ha informado que la identidad
de secuencia entre los CoV de origen pangolín y el SARS-CoV-2 es del 99%, lo que indica que el
SARS-CoV-2 puede ser de origen pangolín [25]. Muchos estudios en China están rastreando
otros posibles huéspedes animales del SARS-CoV-2, lo cual es de gran importancia para la
prevención y el control de COVID-19. Es extremadamente importante para el control de la
enfermedad.

4.6. DIAGNÓSTICO

4.6.1. Prueba RT-PCR


Después del brote inicial, las pruebas de diagnóstico basadas en la detección de la secuencia
viral por RT-PCR o las plataformas de secuenciación de próxima generación pronto estuvieron
disponibles. Posteriormente, muchas empresas de biotecnología han desarrollado con éxito
kits de detección de ácidos nucleicos, y la Administración de Alimentos y Medicamentos de
China (CFDA) ha aprobado con urgencia un lote de kits cuantitativos fluorescentes y sistemas
de secuenciación.
La principal preocupación relacionada con la prueba de ácido nucleico son los falsos negativos.
Para resolver el problema de la baja eficiencia de detección, se han inventado algunas pruebas
de diagnóstico rápidas mejoradas de ácido nucleico viral. En particular, se ha desarrollado con
éxito un documento de prueba de ácido nucleico, que se puede utilizar para la detección rápida
de SARS-CoV-2 con la observación a simple vista en tres minutos.
4.6.2. Diagnóstico serológico
Se ha demostrado que los pacientes con infección por SARS-CoV-2 poseen respuestas
serológicas agudas.
En combinación con inmunocromatografía, oro coloidal y otras tecnologías, se han
desarrollado rápidamente reactivos de detección relevantes.
4.6.3. Tecnología de imagen
La radiografía de tórax o TC es una herramienta importante para el diagnóstico de COVID-19 en
la práctica clínica.
La mayoría de los casos de COVID-19 tienen características similares en las imágenes de TC,
incluida la distribución bilateral de sombras irregulares y la opacidad del vidrio esmerilado. Se
ha introducido el gran valor de utilizar la máquina de aprendizaje profundo para extraer
características gráficas radiológicas para el diagnóstico de COVID-19.
Imágenes TAC
• Opacidades en vidrio deslustrado
• áreas de consolidación
• Presencia de nódulos
• Derrame pleural
• Adenopatías
• Enfermedad pulmonar subyacente, como enfisema o fibrosis.
• “Crazy-paving”
4.7. COMPLICACIONES POST COVID-19

Síndrome post-COVID-19
Periodo: Variable Probabilidad: Media
Manifestaciones clínicas que se desarrollan durante o después de una infección compatible con
COVID-19, continúan durante más de 12 semanas. También conocido como secuelas post-
agudas de la infección por SARS-CoV-2 (PASC).
Persistencia de las secuelas varió de 14 días a 3 meses desde la infección en adultos
previamente sanos de 18 a 50 años e incluyó fatiga persistente (39% a 73%), disnea (39% a
74%), disminución de la calidad de vida (44% a 69%), función pulmonar alterada (39% a 83%),
miocarditis (3% a 26%), síntomas neurológicos persistentes (55%), diagnósticos psiquiátricos
(5,5%) y alteración persistente del sentido del gusto/olor (33% a 36%).
Estudios
Italia: casi el 90% de los pacientes hospitalizados que se recuperaron del COVID-19 informaron
la persistencia de al menos un síntoma 2 meses después del alta.
Reino Unido: casi el 75% de los pacientes dados de alta permanecieron sintomáticos a los 3
meses. Se notificaron síntomas persistentes hasta 9 meses después de la enfermedad, incluso
en muchos pacientes ambulatorios con enfermedad leve.
En un estudio de encuesta de adultos sintomáticos, el 35% no regresó a su estado de salud
habitual 2 a 3 semanas después de la prueba.
Entre las personas de 18 a 34 años sin condiciones médicas crónicas subyacentes, el 20% no
regresó a su estado de salud habitual.
El número de síntomas durante el seguimiento se relacionó con la carga de síntomas durante la
fase aguda de la infección y el número de comorbilidades en pacientes no hospitalizados.
Se han informado síntomas persistentes en mujeres embarazadas y niños, pero parecen ser
menos comunes en niños en comparación con adultos.

Síntomas comunes a largo plazo


Fiebre baja, dificultad para respirar, fatiga, dolor, dolor/opresión en el pecho, palpitaciones,
mialgia, artralgia, dolores de cabeza, cambios en la visión, pérdida de audición, dolor de oído,
tinnitus, dolor de garganta, pérdida del gusto/olfato,
Problemas de movilidad, entumecimiento en las extremidades, mareos, temblores, pérdida de
memoria, cambios de humor, erupciones cutáneas, síntomas gastrointestinales, dificultades
neurocognitivas, trastornos del sueño, delirio (personas mayores) y afecciones de salud mental
(por ejemplo, ansiedad, depresión).

Síndrome post-cuidados intensivos


Periodo: Variable Probabilidad: Alta
Los primeros informes sugieren que pueden presentar síndrome de cuidados post-intensivos,
un espectro de discapacidad psiquiátrica, cognitiva y/o física (p. Ej., Debilidad muscular,
disfunción cognitiva, insomnio, depresión, ansiedad, trastorno por estrés traumático, delirio,
encefalopatía) que afecta a los supervivientes de una enfermedad crítica y persiste tras el alta
del paciente de la unidad de cuidados intensivos.
La debilidad afecta al 33% de los pacientes que reciben ventilación mecánica, al 50% de los
pacientes con sepsis y <50% de los pacientes que permanecen en la unidad de cuidados
intensivos por más de 1 semana.
La disfunción cognitiva afectó del 30% al 80% de los pacientes. El riesgo se puede minimizar
con el manejo de medicamentos, rehabilitación física, apoyo familiar y clínicas de seguimiento.

Tromboembolismo venoso
Periodo: Variable Probabilidad: Alta
La incidencia combinada de tromboembolismo venoso, trombosis venosa profunda y embolia
pulmonar entre los pacientes hospitalizados fue 14,7, 11,2% y 7,8%, respectivamente.
Los pacientes con COVID-19 con eventos tromboembólicos tienen 1,93 veces más
probabilidades de morir en comparación con los pacientes sin tromboembolismo venoso.
Los eventos trombóticos pueden deberse a una tormenta de citocinas, lesión hipóxica,
disfunción endotelial, hipercoagulabilidad y / o aumento de la actividad plaquetaria.
Se reportó trombosis venosa profunda asintomática (14,7%).
Un estudio de autopsia de 12 pacientes reveló trombosis venosa profunda en el 58% de los
pacientes en los que no se sospechaba tromboembolismo venoso antes de la muerte.
En un pequeño estudio retrospectivo, el 11% de los pacientes con alto riesgo de
tromboembolismo venoso también tenían un alto riesgo de hemorragia.
Se ha sugerido que se utilice un término nuevo (p. Ej., Trombosis pulmonar asociada a COVID-
19, coagulopatía intravascular pulmonar difusa o síndrome tromboinflamatorio obstructivo de
vasos pulmonares COVID-19 microvascular [MicroCLOTS]) en lugar del término embolia
pulmonar ya que sugiere que la fisiopatología es diferente; Los trombos locales se forman en
los vasos pulmonares debido a un proceso inflamatorio local más que a los émbolos clásicos
que provienen de otras partes del cuerpo.
Se han notificado casos de trombosis arterial, trombosis venosa cerebral e isquemia aguda de
las extremidades secundaria a trombosis. La prevalencia de tromboembolismo arterial parece
ser sustancial en 3,9%; sin embargo, la evidencia es limitada
Complicaciones cardiovasculares
Periodo: Variable Probabilidad: Alta
Miocarditis, insuficiencia cardíaca, arritmias, síndrome coronario agudo, deterioro rápido y
muerte súbita, en el momento de la presentación o desarrollarse a medida que empeora la
gravedad de la enfermedad.
Se ha informado de lesión miocárdica en el 20% de los pacientes hospitalizados. Los factores
asociados con el desarrollo de lesión miocárdica incluyen la edad avanzada, el sexo masculino y
la presencia de comorbilidades.
Se han notificado complicaciones cardiovasculares en el 14,1% de los pacientes durante la
hospitalización, con una tasa global de letalidad del 9,6%.
Los pacientes con comorbilidades cardiovasculares preexistentes o factores de riesgo tienen
mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares y mortalidad. Incluyen arritmias o
palpitaciones (18,4%), lesión miocárdica (10,3%), angina (10,2%), infarto agudo de miocardio
(3,5%) e insuficiencia cardíaca aguda (2%). También se han notificado casos de miocarditis
fulminante, taponamiento cardíaco, cor pulmonale, síndrome de takotsubo y pericarditis.
Fármacos como la hidroxicloroquina y la azitromicina pueden prolongar el intervalo QT y
provocar arritmias.
Un estudio de 100 pacientes que se habían recuperado recientemente de COVID-19 encontró
que la resonancia magnética cardiovascular reveló inflamación miocárdica en curso en el 60%
de los pacientes, independientemente de las condiciones preexistentes., severidad y gravedad
y curso general de la enfermedad aguda, y tiempo desde el diagnóstico original.
Paro cardíaco variable media
Periodo: Variable Probabilidad: Media
Es común en pacientes críticamente enfermos con COVID-19 y se asocia con una supervivencia
deficiente, en particular entre los pacientes de edad avanzada.
Entre 5019 pacientes críticamente enfermos con COVID-19, el 14% tuvo un paro cardíaco en el
hospital.
Los factores de riesgo incluyeron edad avanzada, sexo masculino, presencia de comorbilidades.
Aproximadamente el 57% de los pacientes recibieron reanimación cardiopulmonar.
Los ritmos más frecuentes en el momento de la reanimación fueron la actividad eléctrica sin
pulso (49,8%) y la asistolia (23,8%).
De los que recibieron reanimación, el 12% sobrevivió hasta el alta hospitalaria y la mayoría de
estos pacientes tenían menos de 45 años.
Lesión renal aguda variable alta
Periodo: Variable Probabilidad: Alta
Combinada con lesión renal aguda (10,6%), incidencia más alta que pacientes hospitalizados
sin COVID-19.
La insuficiencia renal aguda provoca un riesgo mayor de mortalidad hospitalaria (razón de
11,05).
Factores de riesgo: Edad mayor ≥ 60 años, sexo masculino e infección grave.
En una pequeña cohorte del Reino Unido, el 29% de los niños hospitalizados cumplieron los
criterios de diagnóstico de lesión renal aguda, y la mayoría de los casos ocurrieron en niños
ingresados en la unidad de cuidados intensivos y en aquellos con síndrome multisistémico
inflamatorio pediátrico.
Las causas incluyen cambios hemodinámicos, hipovolemia, infección viral que conduce
directamente a lesión tubular renal, procesos vasculares trombóticos, patología glomerular o
rabdomiólisis.
Lesión hepática aguda
Periodo: Variable Probabilidad: Media
La prevalencia general es del 25%, aunque no existe una definición uniforme de lesión hepática
en estos pacientes y la prevalencia depende de la definición utilizada en los estudios.
La prevalencia de niveles elevados de alanina aminotransferasa y aspartato aminotransferasa
es de 19% y 22%, respectivamente.
La prevalencia de hipertransaminasemia es mayor en pacientes con enfermedad grave en
comparación con pacientes con enfermedad no grave.
Los factores de riesgo asociados con la lesión hepática grave incluyen edad avanzada,
enfermedad hepática preexistente y COVID-19 grave.
Los fármacos usados como tratamiento de COVID-19 (p. Ej., Lopinavir / ritonavir) pueden tener
un efecto perjudicial sobre la lesión hepática.
Complicaciones neurológicas
Periodo: Variable Probabilidad: Media
Los pacientes suelen tener complicaciones neurológicas centrales o periféricas, posiblemente
debido a invasión viral del sistema nervioso central, respuesta inflamatoria o desregulación
inmunitaria.
Se han informado manifestaciones neurológicas en 4 a 57% de los pacientes, más frecuentes
en el sistema nervioso central que las del sistema nervioso periférico.
La mayoría de los estudios incluyeron síntomas menores como dolor de cabeza y mareos, que
se clasifican como síntomas de COVID-19 en este tema en lugar de complicaciones.
Las complicaciones neurológicas incluyen enfermedad cerebrovascular aguda, deterioro de la
conciencia, ataxia, convulsiones, signos del tracto corticoespinal, meningoencefalitis,
encefalopatía, encefalomielitis, lesiones desmielinizantes periféricas, neuropatía periférica,
hemorragia intracerebral, trombosis del seno venoso cerebral, miopatía, miastenia grave y
síndrome de Guillain otras neuropatías y hallazgos anormales en la resonancia magnética
cerebral.
Insuficiencia respiratoria aguda
Periodo: Variable Probabilidad: Baja
Notificado en el 8% de los pacientes en series de casos.
Causa principal de mortalidad en pacientes con COVID-19.
Los niños pueden progresar rápidamente a insuficiencia respiratoria.
Future Oncology teorizó un posible efecto carcinogénico de la infección por SARS-CoV-2,
especialmente en el tejido pulmonar, que posiblemente se traduciría en el futuro en un mayor
riesgo de cáncer entre estos pacientes.
Un grupo de investigadores de Recife, Brasil, publicó un artículo referido al uso potencial de la
medicina nuclear como medio para mapear las alteraciones crónicas de pulmones, riñones,
corazón y endotelio que son causadas por el SARS-CoV-2.
Complicaciones relacionadas con el embarazo
Periodo: Variable Probabilidad: Baja
Factores de riesgo: Comorbilidades preexistentes, edad materna alta e índice de masa corporal
alto.
Mayor probabilidad de necesitar ingreso en la unidad de cuidados intensivos y ventilación
invasiva.
Parto prematuro más frecuente. Cesárea en aproximadamente el 50% de los casos, siendo la
indicación más común una neumonía materna grave o la preocupación por la
descompensación materna repentina.
Muertes perinatales raras (< 1% de casos). Se reportaron mortinatos, pero no hay evidencia de
un aumento.
La morbilidad materna es similar a la de las mujeres en edad reproductiva
La evidencia limitada de baja calidad sugiere que el riesgo de infección en los recién nacidos es
extremadamente bajo.
La mayoría de las infecciones se adquieren en el período posparto, aunque se ha informado de
infecciones adquiridas congénitamente.
A diferencia de los niños que generalmente tienen una infección asintomática, dos tercios de
los casos neonatales son sintomáticos y una proporción significativa requiere cuidados
intensivos, aunque el pronóstico general parece ser excelente.
Aspergilosis
Periodo: Variable Probabilidad: Baja
Se ha informado de aspergilosis pulmonar invasiva en pacientes críticamente enfermos con
SDRA de moderado a grave.
Un estudio observacional prospectivo encontró que un tercio de los pacientes con COVID-19
ventilados mecánicamente tenían aspergilosis pulmonar invasiva.
La intubación durante más de 7 días puede ser un factor de riesgo.
Otros factores de riesgo potenciales incluyen edad avanzada, enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, inmunosupresión, enfermedad crítica o uso de corticosteroides en dosis
altas.
Lesión pancreática
Periodo: Variable Probabilidad: Baja
En una serie de casos se ha informado de una lesión pancreática leve (definida como niveles
elevados de amilasa o lipasa en suero) en el 17% de los pacientes.
Se desconoce si se trata de un efecto viral directo o debido a la respuesta inmunitaria dañina
que se produce en algunos pacientes.
No se ha informado de pancreatitis aguda clínica.
Los antecedentes de pancreatitis no parecen ser un factor de riesgo de inflamación pancreática
en pacientes con COVID-19.
Anemia hemolítica autoinmune
Periodo: Variable Probabilidad: Baja
Se ha informado anemia hemolítica autoinmune (primer episodio) en 7 pacientes después del
inicio de los síntomas de COVID-19 y dentro del período de tiempo compatible con el síndrome
de liberación de citocinas.
Cuatro pacientes tuvieron una neoplasia linfoide B indolora.
Se desconoce si la anemia hemolítica está relacionada con la infección por COVID-19.
Trombocitopenia inmune
Periodo: Variable Probabilidad: Baja
Rara vez se informó de trombocitopenia inmunitaria, la mayoría de los casos ocurrieron en
pacientes> 50 años de edad, y solo el 7% de los casos se notificaron en niños.
La mayoría de los casos fueron en pacientes con COVID-19 de moderado a grave; sin embargo,
el 7% de los casos fueron pacientes asintomáticos con COVID-19.
El inicio en el 20% de los casos, fue 3 semanas después del inicio de los síntomas de COVID-19,
y la mayoría de los casos se notificaron después de la recuperación clínica.
No se reportaron con frecuencia hemorragia severa que ponga en peligro la vida.
Tiroiditis subaguda
Periodo: Variable Probabilidad: Baja
Se han notificado casos de tiroiditis subaguda en pacientes con COVID-19 que requieren
cuidados intensivos.
El primer caso conocido de tiroiditis subaguda se notificó en una mujer de 18 años.
La tiroiditis subaguda es una enfermedad tiroidea de origen viral o posviral.
Complicaciones gastrointestinales
Periodo: Variable Probabilidad: Baja
Los pacientes críticamente enfermos pueden desarrollar complicaciones gastrointestinales; sin
embargo, no está claro si se trata de una manifestación de una enfermedad crítica en general o
si es específica de COVID-19.
Un estudio encontró que los pacientes con COVID-19 tenían más probabilidades de desarrollar
complicaciones gastrointestinales en comparación con aquellos sin COVID-19, específicamente
transaminitis, íleo severo e isquemia mesentérica.
Se ha identificado trombosis arterial / venosa macrovascular en casi el 50% de los pacientes
con isquemia intestinal.
La mortalidad global en pacientes con COVID-19 con isquemia gastrointestinal y oclusión
trombótica mesentérica radiológicamente evidente fue 38,7% y 40%, retrospectivamente.
Complicaciones músculo- esqueléticas
Periodo: Variable Probabilidad: Media
Los primeros estudios han indicado que también hay una disfunción musculoesquelética
considerable en algunos pacientes con COVID-19, aunque aún no se han realizado estudios de
seguimiento a largo plazo.
Complicaciones músculo- esqueléticas
Periodo: Variable Probabilidad: Media
Solo las células de músculo liso y los pericitos expresan ACE2.
Varias células de la membrana sinovial expresan ACE2 y TMPRSS2, incluidos fibroblastos,
monocitos, células B y células T.
Para el cartílago articular, los condrocitos proliferativos, hipertróficos y efectores (que son un
subconjunto de condrocitos que parecen tener un alto nivel de actividad metabólica) expresan
ACE2, y solo los condrocitos homeostáticos (que parecen controlar el ritmo del reloj circadiano
en el cartílago) expresan TMPRSS2
En el menisco, una pequeña fracción de los progenitores del cartílago y los fibrocondrocitos
reguladores expresan ACE2, sin que se detecte TMPRSS2.
El cartílago podría ser potencialmente un objetivo, pero esto implicaría el cebado viral y la
entrada de una manera paracrina autónoma no celular.
Estudios adicionales que utilicen hibridación in situ de ARN o inmunohistoquímica con
anticuerpos contra proteínas virales aclararían la presencia o ausencia de virus en estos tejidos.

4.8. VARIANTES DE SARS CoV-2


Han surgido y circulado linajes genéticos del SARS-CoV-2 en todo el mundo desde el comienzo
de la pandemia de COVID-19.

El Grupo Interagencial sobre SARS-CoV-2 del Gobierno de los Estados Unidos (SIG, por sus
siglas en inglés) añadió una nueva clase de variantes de SARS-CoV-2, que designó como
Variantes bajo monitoreo.
Esta clase incluye variantes con sustituciones de preocupación, incluidas las variantes de
interés (VOI, por sus siglas en inglés) o las variantes de preocupación (VOC, por sus siglas en
inglés) designadas anteriormente, que ya no se detectan o están circulando a niveles muy
bajos en los Estados Unidos y, por lo tanto, no representan un riesgo significativo o inminente
para la salud pública en los Estados Unidos.

El esquema de clasificación de variantes del SIG define cuatro clases de variantes del SARS-
CoV-2:

• Variante bajo monitoreo (VBM)


• Alpha (linajes B.1.1.7 y Q)
• Beta (linajes B.1.35 y descendientes)
• Gamma (linajes P.1 y descendientes)
• Epsilon (B.1.43 y B.1.43)
• Eta (B.1.52)
• Iota (B.1.53)
• Kappa (B.1.617.1)
• 1.617.3
• Mu (B.1.621, B.1.621.1)
• Zeta (P.2)
• Variante de interés (VOI, por sus siglas en inglés)
• Variante de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés)
• Delta (linajes B.1.617.2 y AY)
• Variante con grandes consecuencias (VOHC, por sus siglas en inglés)

Debido a la cantidad creciente de sublinajes que están asociados a las variantes alfa, delta y
gamma, a menos que se especifique lo contrario, los CDC se referirán a los sublinajes de forma
conjunta como linajes Q (alfa), linajes AY (delta) y linajes descendientes P.1 (gamma).

Los virus como el SARS-CoV-2 evolucionan constantemente a medida que se producen


cambios en el código genético (mutaciones genéticas) durante la replicación del genoma. Un
linaje es un grupo de variantes de virus estrechamente relacionados desde el punto de vista
genético derivados de un ancestro en común. Una variante tiene una o más mutaciones que la
diferencian de las otras variantes del virus del SARS-CoV-2. Tal como se preveía, se han
documentado múltiples variantes del SARS-CoV-2 en los Estados Unidos y a nivel mundial
durante esta pandemia. Para fundamentar las investigaciones de brotes locales y comprender
las tendencias nacionales, los científicos comparan las diferencias genéticas entre los virus
para identificar las variantes y cuán estrecha es su relación entre sí.

Cómo se clasifican las variantes

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los EE. UU. estableció un Grupo entre
Agencias por el SARS-CoV-2 (SIG, por sus siglas en inglés) para mejorar la coordinación entre
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los Institutos Nacionales de
la Salud (NIH), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la Autoridad de
Investigación Biomédica Avanzada y de Desarrollo (BARDA), y el Departamento de Defensa
(DoD). Este grupo entre agencias se centra en la rápida caracterización de las variantes
emergentes y monitorea activamente su posible impacto en las contramedidas críticas contra
el SARS-CoV-2, incluidas las vacunas, los tratamientos y el diagnóstico.
El SIG se reúne regularmente para evaluar el riesgo que representan las variantes del SARS-
CoV-2 que circulan en los Estados Unidos y para elaborar recomendaciones acerca de la
clasificación de las variantes. Esta evaluación está a cargo de un grupo de expertos en la
materia que evalúa los datos disponibles, incluida la proporción de las variantes a nivel
nacional y regional y el posible impacto conocido de la constelación de mutaciones sobre la
efectividad de las contramedidas médicas, la gravedad de la enfermedad y la capacidad de
propagación de persona a persona. Dada la continua evolución del SARS-CoV-2 y lo que
sabemos sobre el impacto de las variantes en la salud pública, es posible reclasificar las
variantes con base en sus atributos y prevalencia en los Estados Unidos.

Variante bajo monitoreo (VBM, por sus siglas en inglés)

Variante de interés (VOI, por sus siglas en inglés)- Actualmente, no hay variantes del SARS-CoV-
2 designadas como variantes de interés

Variante de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés)- Vea las VOC que las agencias
federales de los Estados Unidos están monitoreando de cerca y caracterizando

Variante con grandes consecuencias (VOHC, por sus siglas en inglés)- En la actualidad no hay
variantes del SARS-CoV-2 que lleguen al nivel de grandes consecuencias

Notas: Todas las clasificaciones de variantes incluyen los posibles atributos de las
clasificaciones más bajas (p. ej., la VOC incluye posibles atributos de la VOI); el estado de la
variante podría subir o bajar en su clasificación con base en la evidencia científica que vaya
surgiendo. Esta página se actualizará según sea necesario para mostrar las variantes que
pertenecen a cada clase. La Organización Mundial de la Salud (OMS)ícono de sitio externo
también clasifica a las variantes del virus como variantes de preocupación y variantes de
interés; las clasificaciones estadounidenses pueden diferir de las de la OMS porque el impacto
de las variantes puede ser distinto en cada lugar. Para ayudar al público en la distinción de las
variantes, la OMS propuso el uso de nomenclaturas con el alfabeto griego, es decir alfa, beta,
gamma, como forma práctica para referirse a las variantes frente a públicos no científicos. Las
nomenclaturas asignadas a cada variante se pueden ver en la tabla de abajo.

Variante bajo monitoreo (VBM, por sus siglas en inglés)

Los CDC monitorean todas las variantes que circulan en los Estados Unidos. Las variantes
designadas como variantes bajo monitoreo incluyen a las variantes sobre las que existen datos
que indican un posible o claro impacto sobre las contramedidas médicas aprobadas o
autorizadas o que han sido asociadas a enfermedades más graves o mayor transmisión, pero
que ya no se detectan o están circulando a niveles muy bajos en los Estados Unidos, y por lo
tanto, no representan un riesgo significativo e inminente para la salud pública en los Estados
Unidos.

Una variante de interés o una variante de preocupación puede ser degradada de esta lista
cuando se ha producido una reducción significativa y sostenida en sus proporciones nacionales
y regionales en el tiempo, o cuando otra evidencia indica que una variante no representa un
riesgo significativo para la salud pública en los Estados Unidos.
Estas variantes se siguen monitoreando de cerca para identificar cambios en sus proporciones
y los nuevos datos obtenidos se analizan de forma continua. Si los datos indican que una VBM
justifica un mayor nivel de preocupación, se modificará la clasificación con base en la
evaluación que haga el SIG de los atributos de la variante y el riesgo para la salud pública en los
Estados Unidos.

Variantes bajo monitoreo


Nomenclatura  Linaje Pango Fecha de designación
de la OMS
Alfa Linajes B.1.1.7 y Q VOC: 29 de   VBM: 21 de
diciembre del 2020 septiembre del
2021
Beta Linajes B.1.35 y VOC: 29 de   VBM: 21 de
descendientes diciembre del 2020 septiembre del
2021
Gamma Linajes P.1 y VOC: 29 de   VBM: 21 de
descendientes diciembre del 2020 septiembre del
2021
Epsilon B.1.43 VOC: 19 de marzo VOI: 26 de VBM: 21 de
del 2021 febrero del 2021 septiembre del
2021
B.1.43 VOI: 29 de junio
del 2021
Eta B.1.52   VOI: 26 de VBM: 21 de
febrero del 2021 septiembre del
2021
Iota B.1.53   VOI: 26 de VBM: 21 de
febrero del 2021 septiembre del
2021
Kappa B.1.617.1   VOI: 7 de mayo VBM: 21 de
del 2021 septiembre del
2021
N/A B.1.617.3   VOI: 7 de mayo VBM: 21 de
del 2021 septiembre del
2021
Zeta P.2   VOI: 26 de VBM: 21 de
febrero del 2021 septiembre del
2021
Mu B.1.62, B.1.621.1     VBM: 21 de
septiembre del
2021

VARIANTE DE INTERÉS (VOI, POR SUS SIGLAS EN INGLÉS)

Variante con marcadores genéticos específicos a los que se ha asociado a cambios en la unión
al receptor, una menor neutralización por los anticuerpos generados contra una infección
anterior o la vacunación, una menor eficacia de los tratamientos, el posible impacto del
diagnóstico, o el aumento pronosticado en la transmisibilidad o gravedad de la enfermedad.

Posibles atributos de una variante de interés:


Marcadores genéticos específicos que se puede predecir que afectarán la transmisión, el
diagnóstico, los tratamientos o el escape inmunitario.

Evidencia de que esta sea la causa de un aumento en la proporción de casos o de clústeres de


brotes particulares.

Prevalencia o expansión limitadas en los Estados Unidos o en otros países.

Una variante de interés podría requerir una o más medidas de salud pública adecuadas,
incluida una mejor vigilancia secuencial, una mejor caracterización de laboratorio o
investigaciones epidemiológicas para evaluar con qué facilidad se propaga el virus a otras
personas, la gravedad de la enfermedad, la eficacia de los tratamientos y si las vacunas
aprobadas o autorizadas actualmente ofrecen protección.

Actualmente, no hay variantes de interés del SARS-CoV-2.

VARIANTE DE PREOCUPACIÓN (VOC, POR SUS SIGLAS EN INGLÉS)

Variante para la cual existe evidencia de una mayor transmisibilidad, casos más graves de
enfermedad (p. ej., mayor cantidad de hospitalizaciones o muertes), reducción significativa en
la neutralización por los anticuerpos generados durante una infección anterior o la vacunación,
menor efectividad de los tratamientos o las vacunas, o fallas de detección de diagnóstico.

Posibles atributos de una variante de preocupación:

Además de los posibles atributos de las variantes de interés:

Evidencia del impacto sobre el diagnóstico, los tratamientos o las vacunas

Interferencia generalizada con los objetivos de las pruebas de diagnóstico

Evidencia de susceptibilidad sustancialmente menor a una o más clases de tratamientos

Evidencia de reducción significativa en la neutralización por anticuerpos generados durante


una infección anterior o la vacunación

Evidencia de una menor protección inducida por la vacuna ante enfermedades graves

Evidencia de mayor transmisibilidad

Evidencia de mayor gravedad de la enfermedad

Con base en las características de la variante, las consideraciones adicionales pueden incluir la
elaboración de nuevos diagnósticos o la modificación de las vacunas o tratamientos.

Las variantes de preocupación actuales en los Estados Unidos que están siendo monitoreadas
estrechamente y caracterizadas figuran en la lista de abajo. Esta lista se actualizará cuando se
identifique alguna otra variante de preocupación.

VARIANTE CON GRANDES CONSECUENCIAS (VOHC, POR SUS SIGLAS EN INGLÉS)


La variante de gran consecuencia muestra una clara evidencia de que las medidas de
prevención o las medidas médicas paliativas (MCM, por sus siglas en inglés) han reducido
significativamente la efectividad con respecto a las variantes que circularon previamente.

Posibles atributos de una variante de gran consecuencia:

Además de los posibles atributos de las variantes de preocupación:

Impacto en las medidas médicas paliativas (MCM)

Falla demostrada en los objetivos de pruebas de diagnóstico

Evidencia que sugiere una reducción significativa en la efectividad de las vacunas, una cantidad
desproporcionadamente alta de casos de infección en vacunados, o muy baja protección
inducida por las vacunas contra enfermedades graves

Reducción significativa en la susceptibilidad a múltiples tratamientos aprobados o con


Autorización de Uso de Emergencia (EUA)

Casos más graves de enfermedad clínica y aumento de las hospitalizaciones

Una variante de gran consecuencia requeriría notificar a la OMS de conformidad con el


Reglamento Sanitario Internacional, notificar a los CDC, anunciar estrategias para prevenir o
contener la transmisión, y brindar recomendaciones para actualizar los tratamientos y las
vacunas.

4.8.1. Variante británica B.1.1.7


El 14 de diciembre de 2020, Reino Unido declaró un aumento de la incidencia de SARS-CoV-2
en algunas regiones del país (este y sureste de Inglaterra y área metropolitana de Londres)
asociada a una nueva variante del virus, que se ha denominado VOC B.1.1.7 (VUI-202012/01).
Esta variante incluye la mutación N501Y en el dominio de unión al receptor, relacionada con
mayor transmisibilidad. En la segunda semana de 2021, el porcentaje acumulado de detección
de la variante sobre el total de secuencias en Inglaterra se estimó en más del 76%.

Transmisibilidad: los primeros informes técnicos procedentes de Inglaterra apoyaban la


hipótesis de un aumento en la transmisibilidad de esta variante con estimaciones de entre un
30% y un 70% superior a las variantes que circulaban previamente. Estos datos concuerdan
también con la mayor tasa de ataque secundaria encontrada por el Servicio de Salud Pública
de Inglaterra (NHS): un 12,9% para la nueva variante, confirmada o probable frente a un 9,7%
para otras variantes.

Asimismo, un reciente estudio publicado por la Universidad de Harvard (sin revistar por pares)
ha arrojado que esta variante es infecciosa durante más tiempo, sobrepasando los 10 días.

Letalidad: sobre la virulencia de la nueva variante, el primer informe publicado por el Grupo
Asesor de Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes (Nervtag) de Reino Unido,
indicaba que no parecía aumentar el riesgo de enfermedad grave o la tasa de mortalidad. Sin
embargo, una nueva actualización asegura que existe evidencia de que la infección por VOC
B1.1.7 está asociada con una mayor tasa de letalidad en comparación con la infección por virus
que no es VOC. Este comunicado recoge las estimaciones del riesgo relativo de letalidad de
esta variante frente a otras en diversos estudios no publicados. El rango de los riesgos relativos
estimados en los diferentes estudios es de entre 1,29 y 1,91 con intervalos de confianza al 95%
que abarcan un rango entre 1,07 y 2,71.

Situación mundial: esta variante se ha hecho progresivamente más presente hasta estimarse
que está presente en el 89,5% de las muestras de Reino Unido entre el 18 y el 24 de enero de
2021, alcanzado prácticamente el 100% en Londres, Sur y Sureste de Inglaterra. En resto del
mundo se han notificado casos ya en 64 países y en Europa se han notificado más de 8.600
casos confirmados en 31 países europeos. En el caso de España, según los últimos datos
ofrecidos por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) con fecha
del 22 de febrero, la detección en el país es muy variable de unas comunidades a otras y los
datos indican un aumento rápido de su distribución en las últimas semanas.

Resistencia a la vacuna: el CCAES mantiene que en este momento existen evidencias de que
B1.1.1.7 no afecta a la capacidad de neutralización de los anticuerpos en personas
inmunizadas con pautas vacunación completas, por lo que es probable que se mantengan las
eficacias estimadas de las diferentes vacunas actualmente disponibles.

4.8.2. Variante sudafricana B.1.351


El 18 de diciembre de 2020, Sudáfrica anunció la detección de una nueva variante
perteneciente el linaje B.1.351 y denominada 501Y.V2, debido también a la mutación N501Y.
Esta mutación también está presente en la variante B.1.1.7.

Transmisibilidad y letalidad: aunque los datos genómicos demuestran que esta variante ha
desplazado rápidamente a los demás linajes que circulan en ese país y los estudios
preliminares apuntan a que está asociada con una mayor carga vírica, se continúan estudiando
estos y otros factores que puedan afectar a esa capacidad. Por el momento, no hay evidencias
de mayor virulencia.

Situación mundial: hasta la fecha, más de 700 casos han sido detectados en 28 países fuera de
Sudáfrica, 200 casos en otros 11 países europeos. El día 21 de enero se comunicó el primer
caso de la variante B.1.351 en España, en una persona con antecedente de haber viajado a
Sudáfrica. Actualmente se han detectado 15 casos (9 de ellos pertenecen a un mismo brote y
otros cuatro están posiblemente relacionados entre sí).

Resistencia a la vacuna: según informa el CCAES, algunos estudios muestran una disminución
de la capacidad de neutralización de sueros de pacientes convalecientes por lo que preocupa
que pueda producir un mayor número de reinfecciones o reducir parcialmente la eficacia de
las vacunas. En este sentido, algunas compañías farmacéuticas han iniciado el desarrollo de
nuevas formulaciones de la vacuna que incluya las mutaciones presentes en esta variante. La
compañía Moderna ha comprobado en un estudio que los títulos neutralizantes fueron
aproximadamente seis veces más bajos en comparación con las variantes anteriores. A pesar
de esta reducción, los niveles de títulos neutralizantes con B.1.351 permanecen por encima de
los niveles que se espera para quesean protectores.

4.8.3. Variante brasileña P1


Japón y Corea del Sur identificaron a principios de enero de 2021 una nueva variante en cinco
personas procedentes de la Amazonía brasileña. Esta nueva variante presenta 12 mutaciones
en la proteína de la espícula, entre ellas la mutación N501Y (como la variante británica y la
sudafricana).

Transmisibilidad y letalidad: la mutación N501Y hace suponer, que al igual que las dos
anteriores, puede ser más contagiosa. Sin embargo, no hay suficientes datos por el momento y
nada hacer suponer que sea más virulenta.

Situación mundial: Brasil ha informado de la presencia de esta nueva variante en la región de


Manaos (en la Amazonía) al menos desde mitad de diciembre del 2020. A fecha del 2 de
febrero, los países que han detectado casos de esta variante son: Brasil, Japón, Italia,
Dinamarca, Estados Unidos, Corea del Sur y España (un único caso).

Resistencia a la vacuna: la variante P.1 presenta 17 mutaciones únicas, entre ellas tres en el
dominio de unión a receptor de la proteína Spike (K417T, E484K y N501Y), según artículos
preimpresos no revisados por pares. Existe evidencia para sugerir que algunas de las
mutaciones de la variante P.1 podrían afectar la capacidad de los anticuerpos (generados por
la infección natural o por la vacunación) de reconocer y neutralizar el virus, pero es necesario
realizar estudios adicionales.

4.8.4. Variante danesa Cluster 5


El pasado mes de junio, Dinamarca descubrió una nueva mutación de coronavirus en una
granja de visones. Este hecho obligó a sacrificar alrededor de 17 millones de visones, pues esta
mutación reduce la respuesta a los anticuerpos y, según Mette Frederiksen, primera ministra
de Dinamarca, podría ser un “riesgo para la eficacia” de una posible vacuna COVID-19.

Transmisibilidad y letalidad: las observaciones iniciales de la OMS indican que el cuadro clínico
inicial, la gravedad y la transmisión entre las personas infectadas son similares a los de otros
virus SARS-CoV-2 circulantes.

Situación mundial: hasta la fecha, seis países (Dinamarca, los Países Bajos, España, Suecia,
Italia y los Estados Unidos de América) han notificado a la Organización Mundial de Sanidad
Animal (OIE) la presencia de SARS-CoV-2 en visones de granja.

Resistencia a la vacuna: esta variante presenta una combinación de mutaciones o cambios que
no se han observado previamente. Las conclusiones preliminares de la OMS indican que esta
variante concreta asociada a los visones y detectada tanto en estos animales como en
humanos presenta una sensibilidad moderadamente disminuida a anticuerpos neutralizantes.
Sin embargo, se requieren más estudios científicos y de laboratorio para verificar las
conclusiones preliminares.

5. RESULTADOS
Síntomas Fiebr Rinorre Diarre Vómit Dolor
Tos Odinofagia Cefalea Disnea Mialgias
% e a a o abdominal
Liu et al. 100 100 16,7 0 0 0 16,7 0 0 0
Cai et al. 80 60 20 40 0 0 0 0 0 0
Wei et al. 57 28,6 14,3 0 0 0 0 0 0 0
Wang et
64,5 45,2 6,5 6,5 9,7 9,7 0 0 0 0
al.
Feng et
33,3 6,7 0 0 0 0 0 0 0 0
al.
Xia et al. 60 65 15 5 0 15 10 0 0 0
SPCh 76,1 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Li et al. 40 30 0 0 20 0 0 0 0 0
US DHHS 56 54 7,2 24 28 13 13 11 23 5,8
Ying et
71,4 71,4 0 14,3 0 57,1 42,9 57,1 0 0
al.
Haiyan
36 19 0 3 0 0 3 0 0 0
Qiu et al.
Ferrer et
34,5 60 14,6 12,7 20 3,6 21,8 5,4 5,4 5,2
al.
Chang et
13  23 0  0  0  7,7 0  0  0  0 
al
Chen et
99  32 0  0  0  2 1 0 0  0 
al
Chen et
9  4 0  0  0  22,2  0  0  0  0 
al
Guan et
2 42 0  0  0  3,8  5,3  0 0  0 
al
Huang et
41 27 0  0  0  3 0  0  0  0 
al
Jin et al 65,1 49 0  1,1 0  8,1  1,5  1,7  0  0 
Lin et al 95  53 17,9 0  17,9 24,2  17,9  4,2  2,1  0
Liu et al 13,7  55 0  0  0  8 0  0  0  0 
Pan et al 20,4 48 40,7 0  40,7 14,2 0  3,9 0  2
Spiteri et
38  34 0  0  0  2,6 2,6 0  0  0 
al
Wang et
13,8 46 0  0  0  10,1 10,1 3,6 0  2,2
al
Wang et
69  54 10 0  10 14 4 0  0  0 
al
Yang et
52  33 0  0  0    0  4 0  0 
al
Young et
18  50 0  0  0  17 0  0  0  0 
al
Zhang et
14 49 12,2 0  12,2 12,9 17,3 5 5 5,8
al
TOTAL 32,04 42,18 6,49 3,95 5,87 7,03 5,27 3,33 1,24 0,78

El promedio de las frecuencias obtenidas, determinan que la tos presentó un 42,18%, la fiebre
32,04%, las deposiciones líquidas 7,03%, la rinorrea 6,49%, Cefalea 5,87%, Disnea 5,27%,
Odinofagia 3,95%, el vómito con 3,33%, mialgias 1,24% y el dolor abdominal 0,78%
En la torta se puede observar en primer lugar la tos con un 42,18%, seguida por la fiebre
32,04%, las deposiciones líquidas 7,03%, la rinorrea 6,49%, Cefalea 5,87%, Disnea 5,27%,
Odinofagia 3,95%, el vómito con 3,33%, mialgias 1,24% y el dolor abdominal 0,78%

6. DISCUSIÓN
7. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

8. Referencias bibliográficas
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