Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde el punto de vista material, la función legislativa se manifiesta en la actividad estatal que
tiene por objeto la creación de normas de carácter general imperativas y coercitivas, es decir de
normas jurídicas, cuya expresión más clara es la ley. Su generalidad se manifiesta en el hecho que
su aplicación debe incluir a todas las personas, sin distinción de ninguna naturaleza, mientras se
encuentre vigente su imperatividad, en la necesidad el sometimiento de todas las personas que se
encuentren dentro del supuesto que ella prevé. Toda persona física o colectiva, gobernantes y
gobernados tienen la obligación de acatar las normas emanadas del legislativo, en donde la
coercibilidad implica la posibilidad de aplicación aun en contra de la voluntad de los habitantes
(todos los que se encuentren dentro del territorio nacional). Esto significa que cuando el
organismo legislativo emite una ley, únicamente debe tomarse en cuenta la naturaleza propia del
acto legislativo y este es el punto de vista material de la función. Algunos autores sustentan el
criterio que cuando el organismo legislativo emite una ley; cuando el ejecutivo reglamenta la ley, y
cuando el organismo judicial expide reglamentos internos, estamos frente a la expresión de la
función legislativa desde el punto de vista material, ya que estos actos se concretan en normas
generales e imperativas y coercibles, independientemente de la naturaleza del órgano que los
produjo. Esta cuestión es un tanto discutible, por cuanto la reglamentación se ha considerado no
como una facultad legislativa, sino como un acto administrativo, lo que ya analizamos en el tema
del reglamento administrativo. A diferencia del enfoque anterior, la función legislativa desde el
punto de vista formal sólo toma en cuenta el órgano que realiza esta actividad,
independientemente de la materia o el contenido de la actividad. Por ello, toda actividad que se
realice por el organismo legislativo, desde el punto de vista formal, subjetivo u orgánico, será
función legislativa. Ya dijimos también que dentro de la actividad general del organismo
legislativo, se desarrollan procedimientos administrativos y el ejemplo es cuando se aplican las
normas de la ley de contrataciones del Estado y la aplicación de los procedimientos regulados en
su reglamento, aunque no es una mera función ejecutiva si lleva implícito la creación de
procedimientos administrativos, necesarios, imperativos y emitidos por la misma ley que ellos
promulgaron, para todos los organismos y órganos del Estado. El enfoque orgánico de la función
legislativa desde el punto de vista formal, únicamente toma en cuenta el órgano que realiza esta
actividad (organismo legislativo), y concluye que solo éste puede crear leyes, derogarlas o
modificarlas, a través del procedimiento legislativo llamado por otros autores proceso legislativo.
La jurisdicción fija en los casos individuales el derecho incierto o cuestionable o las situaciones o
intereses jurídicos en riesgo de ser vulnerados, lo que ha de suponer contradicción de intereses
(de las partes, entre las partes), o de una situación en la que está por establecerse si el derecho
nos asiste o no y que debe ser resuelta por la aplicación del derecho. La función jurisdiccional tiene
como fin el respeto de las normas que son producto de la función que ejerce organismo legislativo,
la función jurisdiccional le corresponde la aplicación de aquellas, al darles definitividad en la
sentencia, la que adquiere calidad de cosa juzgada, por lo que jamás puede ser modificada. La
función jurisdiccional únicamente corresponde al organismo judicial a través de los tribunales de
justicia y a la estructura del organismo judicial, no hay que confundir la jurisdicción con la
competencia. La jurisdicción es única, todos los tribunales son dependientes del Organismo
Judicial y todos ejercen jurisdicción, pero esta jurisdicción la limita la competencia, por materia,
por grado, etc. Cabe señalar que se trata de una función estatal. La función jurisdiccional no la
tienen los otros organismos del Estado, con excepción de algunos países como Francia, Colombia,
en los que el tribunal de lo contencioso administrativo, corresponde al poder ejecutivo y es el
consejo de Estado el encargado de impartir justicia o en algunos otros países en los que los
tribunales de trabajo y previsión social corresponden al poder ejecutivo. En Guatemala, no sucede
tal situación y estos tribunales pertenecen a la estructura del organismo judicial, razón por la que
podemos asegurar que la función jurisdiccional corresponde con exclusividad a este organismo.
La inmediatez se contrapone a la función legislativa, toda vez que ésta procura la ejecución, en
primer grado, de las normas constitucionales; en cambio, en la función administrativa, al igual que
la jurisdiccional, la ejecución inmediata es de las leyes, y de manera mediata. La inmediatez
también se refleja desde el punto de vista de la prontitud con la que se satisfacen las necesidades
públicas, puesto que a través de ellas se procura la pronta e inmediata consecución de los fines
estatales (el bien común).
OTRAS FUNCIONES
b) La función electoral
La función electoral admite varias interpretaciones, en una de las cuales predica la teoría del
sufragio como función; en consonancia con ella la doctrina de la democracia popular pretendió
erigir al electorado en un órgano del Estado, al que se encomienda la función electoral en cuyo
ejercicio el cuerpo electoral designa a los ocupantes de los cargos electivos del Estado.
A la teoría del sufragio como función se contrapone la que lo considera como un derecho; en esta
corriente doctrinal Carlos S. Fayt opina que el sufragio "consiste en el derecho político que tienen
los miembros del pueblo del Estado de participar en el poder como electores y elegidos, es decir,
el derecho a formar parte del cuerpo electoral y, a través de éste, en la organización del Poder”
Constituye las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva, a través del banco central en
las áreas estratégicas de acuñación de moneda y emisión de billetes. El banco central, en los
términos que establezcan las leyes y con la intervención que corresponda a las autoridades
competentes, regulará los cambios, así como la intermediación y los servicios financieros,
contando con las atribuciones de autoridad necesarias para llevar a cabo dicha regulación y
proveer a su observancia.